Fyodor Dostoyevski: "Белые ночи" (Noches blancas) (1848). El amor, entre el sueño romántico y la incapacidad de vivir.
Francisco Huertas Hernández
"Белые ночи" (1959). Иван Пырьев
Настенька (Людмила Марченко)
Мечтатель (Олег Стриженов)
"Byelye nochi" (Noches blancas) (1959). Ivan Pyryev
Nastenka (Lyudmila Marchenko)
Soñador (Oleg Strizhenov)
Титульная страница книги Ф.М. Достоевского "Белые ночи", первое отдельное издание
Primera edición (Sankt Peterburg, 1865) de "Noches blancas" de F. M. Dostoyevski
Инме
"Белые ночи" (Byelye nochi) (1848) es una novela breve de Fyodor Mijailovich Dostoyevski (1821-1881) en la que el romanticismo aún domina la atmósfera psicológica de los personajes. La visión pesimista del amor es inseparable de su exaltación como ideal que gobierna la vida... del soñador, apartado de la sociedad y recluido en su imaginación. El individualismo del protagonista irradia un mundo de fantasmas en torno a sí: el ideal femenino es la aparición que constituye la historia de encuentros, relatos, búsqueda y decepción de estas Noches blancas petersburguesas en las que reina un resplandor crepuscular incluso en las horas nocturnas, y los insomnes, enamorados o malaventurados, caminan por los canales imbuidos en sus ensoñaciones.
Dostoyevski abre esta novela sentimental (Сентиментальный роман) con unos versos del poema "Flor" (Цветок) (1843) de su amigo Ivan Turgueniev (1818-1883):
...Иль был он создан для того,
Чтобы побыть хотя мгновенье.
В соседстве сердца твоего?..
(¿O fue creado
para estar siquiera un momento
en las cercanías de tu corazón?)
Estamos ante los "Recuerdos de un soñador" (Из воспоминаний мечтателя) narrados en primera persona, un hombre (?) sin nombre, que contempla la ciudad, ajeno a sus gentes, recluido en su subjetividad delirante. Esa ciudad es la capital del Imperio, la magnificente San Petersburgo, fundada por Pedro el Grande en 1703.
"Era una noche maravillosa, una de esas noches, amable lector, que quizás solo existen en nuestros años jóvenes. El cielo estaba tan estrellado, tan luminoso, que mirándolo no podía uno menos de preguntarse: ¿pero es posible que bajo un cielo como éste pueda vivir tanta gente atrabiliaria y caprichosa?... Porque hace ya ocho años que vivo en Petersburgo y no he podido trabar conocimiento con nadie. ¿Pero qué falta me hace conocer a gente alguna? Porque aún sin ella, a mí todo Petersburgo me es conocido"
(Была чудная ночь, такая ночь, которая разве только и может быть тогда, когда мы молоды, любезный читатель. Небо было такое звездное, такое светлое небо, что взглянув на него, невольно нужно было спросить себя неужели же могут жить под таким небом разные сердитые и капризные люди?... потому что вот уже восемь лет, как я живу в Петербурге, и почти ни одного знакомства не умел завести Но к чему мне знакомства? Мне и без того знаком весь Петербург)
Este solitario no es un simple flâneur, porque aunque mira edificios y viandantes, su mundo es puramente interior. El ensimismamiento le aisla del exterior. Los acontecimientos que vivió en cuatro noches fueron nimios, y, sin embargo, fueron toda su vida. No hubo más, ni antes ni después. Una vida presentida y más tarde lamentada, pues nunca llegó a materializarse: ser amado, y, por tanto, feliz.
En la primera noche vio a una muchacha apoyada en la barandilla del muelle mirando el agua turbia del canal (В сторонке, прислонившись к перилам канала, стояла женщина; облокотившись на решетку, она, по-видимому, очень внимательно смотрела на мутную воду канала). La aparición que esperó toda su vida. Y ya sabemos como somos los soñadores: impotentes, frustrados, sumisos hasta la humillación, masoquistas ante lo real que se nos opone con una resistencia invencible. Por supuesto, nuestro soñador siguió discretamente a la chica por la calle, sin ninguna mala intención, como el Piskariev de Nikolai Gogol (1809-1852), el pintor, que persiguió a su enamorada encontrada al azar en la Avenida Nievski, descubriendo con horror que vivía en un burdel. Lo que luego hizo Piskariev fue lo mismo que el protagonista de "Noches blancas": soñar, pero, en el caso dramático y límite del personaje gogoliano, éste durmió días y noches, para soñar contra la realidad sórdida. Murió durmiendo.
Nuestro soñador dostoyevskiano salva a la joven de un caballero borracho que la persigue con malas intenciones, y surge la conversación. El narrador confiesa tener veintiséis años aunque nunca ha conocido a ninguna mujer: "¿Puede usted creer que nunca he hablado con una mujer, nunca jamás? ¿que no he conocido a ninguna? Ahora bien, todos los días sueño que por fin voy a encontrar a alguien. ¡Si supiera usted cuántas veces he estado enamorado de esa manera!... De nadie, de un ideal, de la mujer con que se sueña. En mis sueños compongo novelas enteras" (Поверите ли, ни одной женщины, никогда, никогда! Никакого знакомства! и только мечтаю каждый день, что наконец-то когда-нибудь я встречу кого-нибудь. Ах, если б вы знали, сколько раз я был влюблен таким образом!... Да ни в кого, в идеал, в ту, которая приснится во сне. Я создаю в мечтах целые романы). La chica comprende el mal psicológico del pobre soñador: "Me río porque es usted su propio enemigo" (я смеюсь тому, что вы сами себе враг). Sigmund Freud estableció la categoría de la melancolía como forma de autoagresión, de pulsión de muerte. El protagonista de "Белые ночи" vive en la alienación creada por un yo ideal que intenta complacer una libido inconsciente fuertemente reprimida atenazando al yo bajo una imaginación castradora. Y la violencia de esa realidad sustitutiva del sueño exige mantener la esperanza de un nuevo encuentro: "Escuche. Perdona que se lo diga otra vez, pero no puedo dejar de venir aquí mañana. Soy un soñador. Hay en mí tan poca vida real, los momentos como éste, como el de ahora, son para mí tan raros que me es imposible no repetirlos en mis sueños. Voy a soñar con usted toda la noche, toda la semana, todo el año. Mañana vendré aquí sin falta, aquí mismo, a este mismo sitio, a esta misma hora, y seré feliz recordando el día de hoy" (Послушайте, послушайте! — прервал я ее. — Простите, если я вам скажу опять что-нибудь такое... Но вот что: я не могу не прийти сюда завтра. Я мечтатель; у меня так мало действительной жизни, что я такие минуты, как эту, как теперь, считаю так редко, что не могу не повторять этих минут в мечтаньях. Я промечтаю об вас целую ночь, целую неделю, весь год. Я непременно приду сюда завтра, именно сюда, на это же место, именно в этот час, и буду счастлив, припоминая вчерашнее).
La segunda noche descubre la confesión vital (literaturizada) del muchacho, un tipo soñador (тип мечтатель) y el nombre de ella: Nastenka ( Меня зовут — Настенька). El soñador estrafalario se entrega a la "Diosa Fantasía" (богиня фантазия) -en expresión del primer poeta romántico ruso Vasili Zhukovski (1783-1852)-, al salir del trabajo, en esa hora en que el día declina. Rico de vida. Pero, ¿qué vida? Una descripción perfecta de neurosis y enajenación realiza el autor de este ciudadano anónimo y perturbado, ignorado por todos y anhelante de no se sabe qué. Pero "la aridez y la tristeza se adueñan del alma de nuestro héroe" (está narrando en tercera persona su propia vida) aunque la imaginación desbordante retorna. Enumera una serie desordenada de esas imágenes, asociadas con la literatura o la música, y, algo extrañamente nietzscheano surge en su pensamiento: "Pero hasta que llegue ese momento amenazador nuestro héroe no desea nada, porque está por encima del deseo, porque está saciado, porque es artista de su propia vida y se forja cada hora según su propia voluntad" (Но покамест еще не настало оно, это грозное время, — он ничего не желает, потому что он выше желаний, потому что с ним всё, потому что он пресыщен, потому что он сам художник своей жизни и творит ее себе каждый час по новому произволу). La voluntad de artista creando la propia vida, pero finalmente reconoce que el amor verdadero es inalcanzable en estas quimeras que nada tienen que ver con la verdadera vida, por muy esplendorosas que sean, y que ha malgastado sus años mejores, asintiendo a la afirmación de Nastenka: "Oiga, ¿sabe que no es bueno vivir así en absoluto" (Послушайте, знаете ли, что это вовсе нехорошо так жить?). Y el delirio neurótico se disuelve tras el encuentro con Nastenka: "¿Y ya con qué voy a soñar, cuando he sido tan feliz despierto? ¡Bendita sea usted... por haberme dado la posibilidad de decir que he vivido al menos dos noches de mi vida" (и о чем мечтать будет мне, когда я уже наяву подле вас был так счастлив! О, будьте благословенны, вы, милая девушка, за то, что не отвергли меня с первого раза, за то, что уже я могу сказать, что я жил хоть два вечера в моей жизни!)
Hasta este momento, el capítulo correspondiente a la segunda noche ha sido el "aria" del Soñador, un tenor ligero, con breves duetos con la "soprano". Sin embargo, Nastenka le pide consejo -fraternal-. Se interrumpe la numeración de las noches, y el lector asiste a la "Historia de Nastenka" (История Настеньки). La muchacha narra acontecimientos vitales, donde antes su interlocutor se limitaba a describir emociones vagas y fantaseadas. Nastenka pertenece al mundo de la acción, a diferencia de su acompañante. El lector descubre que la joven tiene diecisiete años, vive con su abuela, medio ciega, y tras unas travesuras que no conocemos, "la abuela me llamó una mañana y me dijo que como era ciega no podía vigilarme. Tomó, pues, un imperdible y prendió mi vestido al suyo, diciendo que así pasaríamos lo que nos quedara de vida si yo no sentaba cabeza. Trabajar, leer, estudiar, todo lo hacía junto a la abuela" (Вот в это время я и нашалила; уж что я сделала — я вам не скажу; довольно того, что проступок был небольшой. Только бабушка подозвала меня к себе в одно утро и сказала, что так как она слепа, то за мной не усмотрит, взяла булавку и пришпилила мое платье к своему, да тут и сказала, что так мы будем всю жизнь сидеть, если, разумеется, я не сделаюсь лучше. Одним словом, в первое время отойти никак нельзя было: и работай, и читай, и учись). El hecho de la prisión o encierro de la heroína remite a los cuentos de hadas. Cenicienta, la Bella Durmiente o las Siete Princesas Encerradas, son representaciones del arquetipo de la Doncella, la feminidad en espera de rescate, o sea, de la consumación sexual y la madurez emocional. El rescatador llegó en la figura de un inquilino joven del desván que alquilaba la abuela en su casa de madera. La muchacha empezó a turbarse con el recién llegado, y surgió en ella el amor. El inquilino les prestaba libros de Walter Scott y Aleksandr Pushkin que la nieta leía a la abuela. Una tarde las llevó a la ópera a ver "Il Barbiere di Siviglia" de Rossini. Nastenka adelgazaba y se consumía por amor. Y al descubrir que el hombre iba a regresar a Moscú, decidió presentarse en su cuarto, para escapar con él. El inquilino prometió regresar en un año y casarse con ella, cuando tuviera medios de vida para mantener un hogar. Justo se había cumplido el año y Nastenka le esperaba en el mismo muelle en el que se despidieron, y donde ahora ella había encontrado al soñador, al, que con gran burla del destino, la mujer que le había despertado de su ensoñación delirante, la que por fin le hacía regresar a la vida, resulta que ahora le pedía ayuda para localizar a "otro", a su verdadero amor.
El soñador propone escribirle una carta al amado ausente y entregarla él mismo en casa de unos familiares de la chica, conocida también por el antiguo inquilino.
La noche tercera está contada al día siguiente en que ella no acudió a la cita por la lluvia. "Ayer fue nuestra tercera entrevista, nuestra tercera noche blanca.
¡Pero hay que ver cómo la alegría y la felicidad embellecen al hombre! ¡Cómo hierve de amor el corazón! Es como si uno quisiera fundir su propio corazón con el corazón de otro, como si quisiera que todo se regocijara, que todo riera. ¡Y qué contagiosa es esa alegría!" (Вчера было наше третье свиданье, наша третья белая ночь...
Однако, как радость и счастие делают человека прекрасным! как кипит сердце любовью! Кажется, хочешь излить всё свое сердце в другое сердце, хочешь, чтоб всё было весело, всё смеялось. И как заразительна эта радость!)
Él (maldito nombre sin rostro) no vino, ella (Nastenka) quedó triste, "comprendió al fin que yo la amaba y buscaba cobijo en mi pobre amor. Es que cuando somos desgraciados sentimos más agudamente la desgracia ajena. El sentimiento no se dispersa, sino que se reconcentra" (что, кажется, поняла наконец, что люблю ее, и сжалилась над моей бедной любовью. Так, когда мы несчастны, мы сильнее чувствуем несчастие других; чувство не разбивается, а сосредоточивается...)
¡Qué azares la vida retuerce para que quienes aman corran en pos de quienes no les corresponden! El soñador, por definición, ama el amor, porque no tiene a nadie. Es un escultor de palabras, imágenes y emociones sin modelo alguno. En el aire desnudo de materia y deseo halla el ensoñador su nido, en las ramas más altas del árbol más frágil. Puedes caminar, correr, volar, en pos de esa estatua de la amada, pero si algún día encuentras la modelo a la que tu obra imitó sin saberlo, sabrás que ama a otro. Que toda línea, volumen, forma de esa escultura es sólo viento que se desvanece. Nastenka busca la consumación sexual de su amor material, pero su enamorado platónico huye de ella. Sospechar alguna malformación, disfunción eréctil, impotencia (coeundi, erigerandi, generandi), homosexualidad, o, simplemente, fealdad, sublimada en el impulso poético de la imaginación alienante, parece verosímil. Mas toda gran literatura es siempre elegantemente elíptica. La elipsis narrativa es una suerte de desplazamiento inconsciente. Dostoyevski protege a su héroe autobiográfico de conjeturas patológicas de su conducta.
La cuarta noche fue aciaga. Tanta claridad en el cielo no podía ser beneficiosa para un alma melancólica como la del soñador masoquista, tímidamente obsequioso. "¡Dios mío, cómo ha terminado todo esto! ¡Qué fin ha tenido!" (Боже, как всё это кончилось! Чем всё это кончилось!). "Terminar" (кончиться), extraño verbo. En sentido estricto, sólo la muerte es terminación, y acaso no lo sea si Dios nos ama, y nos lleva al otro lado para empezar la nueva vida, mas todo eso es dudoso. Los hombres tienen miedo de morir, de terminar, y por eso no se suicidan, amarrados a una vida de sufrimientos y decepciones, y siempre albergan la esperanza de un nuevo recomenzar. El soñador no pertenece al reino de las terminaciones, sino de las esperanzas, lo contrario de los finales. La esperanza es un inicio que no empieza, un comienzo postergado en ansiedad poética, en desesperación lírica, en ensoñación infantil. Nastenka irrumpe en el reino de los inicios que ya no se esperan, sino que suceden, y ese territorio es el tiempo que concluye con el fracaso de las ilusiones. En el ámbito de lo real la espera tiene límites, aunque en el de la fantasía, la Diosa Fantasía, la esperanza es ilimitada, religiosa, se dirige a otro mundo, que jamás tendrá acá su asiento. Nastenka arrancó al Soñador de la esfera de lo postergado y lo enfrentó al dominio de lo efectivo: si él, el otro, regresa, se acabó la espera, la fantasía, el amor.
La carta del inquilino amado no llegó. Y Nastenka decide olvidar ese amor de desván, de adolescencia. El Soñador confiesa su amor por la señorita, aunque sea una ilusión: "Esto es quimérico, lo sé, pero la quiero a usted, Nastenka. Eso es lo que pasa. Ahora ya lo sabe usted todo" (Это несбыточно, но я вас люблю, Настенька! вот что! Ну, теперь всё сказано!). La inmadura e inexperta muchacha da esperanzas al solitario: "Yo le quiero a él, pero esto pasará, esto tiene que pasar. Es imposible que no pase, está pasando ya, lo siento... ¿Quién sabe? ¿Quizás termine hoy mismo, porque le odio, porque se ha reído de mí, mientras que usted ha llorado aquí conmigo, porque usted no me hubiera repudiado como él lo ha hecho, porque usted me quiere y él no, porque, en suma, yo le quiero a usted... ¡Sí, le quiero! Le quiero porque es usted mejor que él, porque es usted más noble que él, porque, porque él..." (Я его люблю; но это пройдет, это должно пройти это не может не пройти; уж проходит, я слышу... Почем знать, может быть, сегодня же кончится, потому что я его ненавижу, потому что он надо мной насмеялся, тогда как вы плакали здесь вместе со мною, потому что вы не отвергли бы меня, как он, потому что вы любите, а он не любил меня, потому что я вас, наконец, люблю сама... да, люблю! люблю, как вы меня любите; я же ведь сама еще прежде вам это сказала, вы сами слышали, — потому люблю, что вы лучше его, потому, что вы благороднее его, потому, потому, что он...) ¿Esto es lo máximo a lo que un soñador puede aspirar: a ser segundo plato de una amada rechazada por otro? Los chicos comienzan a hablar de matrimonio. El soñador es pobre, sólo tiene 1200 rublos. Tienen que llevarse a la abuela y a Matriona y a Fiokla (criadas), y Nastenka arrebatada pide al soñador que ocupe el desván de su casa, como nuevo inquilino. Cuando están despidiéndose una sombra de un joven que se acerca, un saludo, y un grito de ella: era él. "Me quedé de pie y les miré como si estuviera muerto" (Я стоял и смотрел на них как убитый). Se alejaron de la mano mientras el joven perdedor les seguía con la vista.
El último capitulo es "La mañana" (Утро), un epílogo otoñal: "Mis noches terminaron con una mañana. El día estaba feo. Llovía y la lluvia golpeaba tristemente en mis cristales. Mi cuarto estaba oscuro y el patio sombrío. La cabeza me dolía y me daba vueltas. La fiebre se iba adueñando de mi cuerpo" (Мои ночи кончились утром. День был нехороший. Шел дождь и уныло стучал в мои стекла; в комнатке было темно, на дворе пасмурно. Голова у меня болела и кружилась; лихорадка прокрадывалась по моим членам). Matriona anuncia la llegada de una carta (Письмо к тебе, батюшка, по городской почте, почтарь принес, — проговорила надо мною Матрена.
— Письмо! от кого? — закричал я, вскакивая со стула.
— А не ведаю, батюшка, посмотри, может, там и написано от кого). La carta de perdón de Nastenka, dice que quiere al soñador, y que se casa con el inquilino. El protagonista, nuestro protagonista, el que vive los restos de la vida de los otros, llora, y escucha que Matriona ha quitado todas las telarañas del techo, y que aproveche para casarse, e invitar a mucha gente, antes de que el techo se ensucie otra vez (А паутину-то я всю с потолка сняла; теперь хоть женись, гостей созывай, так в ту ж пору...) ¡Oh, nuestra vida, que se va llenando de telas de araña, de hilos que nos sujetan hechos de esperanzas incumplidas, de proyectos frustrados, de personas perdidas, de felicidad desvanecida! La inocente ternura de Matriona y nuestro héroe que la contempla: "Miré a Matriona... Era todavía una vieja joven y vigorosa. Pero no sé por qué, de repente, se me figuró apagada de vista, arrugada de piel, encorvada, decrépita. No sé por qué me pareció de pronto que mi cuarto había envejecido tanto como Matriona" (А паутину-то я всю с потолка сняла; теперь хоть женись, гостей созывай, так в ту ж пору...)
Quince años pasaron. El soñador yacía en la misma pieza con la misma Matriona, con una vida tan sombría y melancólica, eternamente agradecido a esos instantes de felicidad vividos junto a Nastenka, aunque él no fuera ni siquiera el protagonista de esa historia de amor. El amor existió en la vida del soñador, existió en la realidad, "ese minuto de bienaventuranza que diste a otro corazón solitario y agradecido" (да будешь ты благословенна за минуту блаженства и счастия, которое ты дала другому, одинокому, благодарному сердцу!) ¡Oh, el agradecimiento (благодарность) a la vida, incluso a pesar de que luego nos deja heridos, y nos priva de la dicha, y se nos va...! ¡Cómo la lengua rusa usa la palabra благодарность (blagodarnost), pues el agradecer es el vincular corazones, más allá de las pasiones e intereses, de la separación y el fracaso!
¡Callad, lectores, escuchad las últimas palabras de Dostoyevski, de su soñador, volviendo a los versos introductorios de Turgueniev!:
"¡Dios mío! ¡Sólo un momento de bienaventuranza! Pero, ¿acaso eso es poco para toda una vida humana?"
(Боже мой! Целая минута блаженства! Да разве этого мало хоть бы и на всю жизнь человеческую?..)
Francisco Huertas Hernández
23-24 agosto de 2025
Majestuoso estudio
ResponderEliminarGracias. Está lleno de amor
EliminarNo sé si sirven de algo estos artículos míos de análisis y amor a la cultura rusa. ¡¡¡Contra la rusofobia imperante!!! Contra la Wikipedia, las IA, social networks y motores de busqueda rusófobos y tergiversadores...
ResponderEliminarGran paseo, intenso, por la mente, el corazón, sentimientos, el alma, las circunstancias, la vida del ser humano. Intenso tu dominio para explicárnoslo. Gracias, siempre.
ResponderEliminarMuchas gracias Laura por tu apoyo constante
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