Barbara Stanwyck
Her most beautiful pictures
Francisco Huertas Hernández
Barbara Stanwyck
¡Que la belleza hable por imágenes y no por vocablos! ¡Que las divas del cine resplandezcan en sus mejores galas!
Hoy: Barbara Stanwyck (1907-1990), femme fatale del cine clásico de Hollywood. Actriz de Brooklyn (New York), emigrada a la meca del cine, en el oeste. Inolvidable Phyllis Dietrichson en "Double Indemnity" (1944) de Billy Wilder, o Sugarpuss O'Shea en "Ball of fire" (1941) de Howard Hawks.
Barbara Stanwyck (Sugarpuss O'Shea)
"Ball of fire" (1941). Howard Hawks
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Barbara Stanwyck
Muy joven
Barbara Stanwyck
Muy joven
Barbara Stanwyck
Muy joven
Barbara Stanwyck (Sugarpuss O'Shea)
"Ball of fire" (1941). Howard Hawks
Barbara Stanwyck (Sugarpuss O'Shea)
"Ball of fire" (1941). Howard Hawks
Barbara Stanwyck (Sugarpuss O'Shea) con Gary Cooper
"Ball of fire" (1941). Howard Hawks
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Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck (Sugarpuss O'Shea)
"Ball of fire" (1941). Howard Hawks
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Barbara Stanwyck (Sugarpuss O'Shea)
"Ball of fire" (1941). Howard Hawks
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Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck (Phyllis Dietrichson)
"Double Indemnity" (1944). Billy Wilder
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck (Phyllis Dietrichson) con Fred MacMurray (Walter Neff)
"Double Indemnity" (1944). Billy Wilder
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck
Barbara Stanwyck (Sugarpuss O'Shea)
"Ball of fire" (1941). Howard Hawks
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Barbara Stanwyck sensual
Inolvidable
ResponderEliminarBarbara Stanwyck
ResponderEliminarSiempre me ha seducido, poseía una belleza diferente, no adaptable a un hombre, ella siempre esta fuera de foco para todo el común denominador.
Es tan placentero verla, cada plano me da una proporción de la persona que se esconde tras esos ojos enfundados en diálogos caleidoscópicos.
Azul recuerdo de otra época, me imagino su aliento rozándome el pómulo izquierdo, calma al principio, perturbadora después, soñada después de un rato.
Al final solo la traje de nuevo, como un fantasma que se arrastra en el patio trasero, pero cuando llega hasta la cocina de tu corazón hasta hacerlo expirar de alegría verde, epistolar crónica de un rostro que merodea los caminos del recuerdo.
Barbara te traje hoy para que seas solo una sombra en unos instantes.
Marcelo López