Acorazado Cinéfilo. Francisco Huertas Hernández: Mis películas favoritas (14) Autobiografía fílmica - Francisco Huertas Hernández. Alicante (Spain)

Mis películas favoritas (14)

Autobiografía fílmica

Francisco Huertas Hernández

Alicante (Spain)

"乱" ("Ran") (1985). 黒澤明 (Akira Kurosawa)

La lista completa de mis películas favoritas:

- Las películas favoritas de Francisco Huertas Hernández. Autobiografía fílmica

Uno de los misterios del arte es la creación de puertas en el tiempo y en el espacio que nos trasladan a otros momentos y lugares. El cine es ese arte, emparentado con la ópera, donde cabe la síntesis de toda forma artística previa.

La materia de la arquitectura y sus volúmenes, la moldeabilidad de lo sólido de la escultura, la composición y color sobre el plano de la pintura, el relato y la descripción de la literatura, el fluir temporal transido de belleza armónica y melódica de la música, el conflicto y la puesta en escena del teatro, la duplicación estática de la realidad de la fotografía, todo ello, con la suprema excepción de la ópera o drama musical, adquiere en el cine un poder absoluto sobre la conciencia del espectador, e, incluso, como todo arte, más allá aún: una perdurable influencia sobre su inconsciente.

Dado que el inconsciente es ese no-lugar en que el tiempo y el espacio andan sin orden ni concierto, sin lógica ni finalidad, es evidente que sea allí donde las puertas del tiempo, y, con ellas, las del espacio -aunque, como demostró Einstein vengan a ser una sola cosa- puedan abrirse, cerrarse, entornarse, con gran placer para el espectador de mundos que es el contemplador estético.

Las puertas del tiempo están en la desazonante "El ángel exterminador", donde un espacio burgués queda clausurado por una fuerza irracional.

Y bajo el puente de Passy, en París, anda Paul asido a un pasado atormentado buscando la eternidad de la aniquilación sexual en brazos de Jeanne.

Michel, un Raskolnikov francés, se adiestra en el arte del carterismo, en el tránsito espacial y temporal hacia la redención pasando por el pecado y la culpa.

¡Qué decir de la vida futura que vio George Bailey a través del ángel Clarence cuando estaba a punto de suicidarse! ¿No es la clarividencia una de las puertas del tiempo más anheladas y temidas por los humanos?

Umberto D. también es una víctima que decide suicidarse siendo en esta ocasión salvado por su perro. Roma, ciudad eterna, es el marco de este hombre que camina en dirección contraria a la marcha de los tiempos.

En la espectral Atlantic City, en la costa este de Estados Unidos, sitúa Louis Malle a Lou y a Sally, outsiders, viajeros del tiempo, enfrentados a su propia destrucción. ¿Acaso no es la destrucción la huella del tiempo?

¿Y la diligencia que transporta a los hombres de unos lugares agostados a otros florecientes, pero, en cuyo camino, cruzarán las puertas de la vida y de la muerte?

Una de las puertas del espacio más relevantes para la vida es la del sexo. El viaje de la transexualidad de Adela Castro a Juan, siempre acompañada en su travesía por Isabelita, es un hito de la historia del cine español.

Y Shakespeare, el universal viajero en el espacio y en el tiempo, se desplaza desde Bretaña a Japón, donde Kurosawa sitúa a Hidetora Ichimonji, el cansado señor de la guerra, trasunto del Rey Lear.

Gloria, ama de casa suburbial en Madrid, ha quedado clavada en el vano de la puerta del futuro, alienada y sometida. Pero una pata de jamón la hará cruzar el umbral de un espacio de libertad.

Personajes en busca de puertas que den acceso a estancias en que la plenitud sea aún anhelo y consuelo.

- "Le dernier tango à Paris" ("Ultimo tango a Parigi") (1972). Bernardo Bertolucci