miércoles, 13 de julio de 2016

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil - Una comedia dramática coruñesa - Francisco Huertas Hernández



"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Una comedia dramática coruñesa

Francisco Huertas Hernández




"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Antonio Casal (Aurelio) y Eumedre (Juan Cadaval)


 Basada en la novela "Luz de luna" (1914) del escritor gallego Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964), producida por Vicente Escrivá (1913-1999) para ASPA, y dirigida por el gran Rafael Gil (1913-1986), "Camarote de lujo" es una bella película situada entre el neorrealismo, la crítica social, el costumbrismo, la comedia y el melodrama sentimental.



"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Cartel. CEA Distribución

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Cartel

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Cartel

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Cartel

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Cartel
Estreno en Cine "Callao". Madrid. 22 de junio de 1959. El estreno es dos años posterior a la filmación de la película

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Cartel

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Cartel


 La historia de la adaptación cinematográfica realizada por el propio director es la que sigue: Aurelio (Antonio Casal) abandona su pueblo y se va a la capital (La Coruña) para trabajar con un familiar, Ernesto (Fernando Sancho), en una empresa naviera de emigración, dirigida por Don Fabián (José Marco Davó). Pronto descubre que su pariente se saca un sobresueldo extorsionando a los emigrantes a los que vende pasajes. Pero él, que es un hombre honrado y sensible, no puede consentir tal injusticia y acaba siendo despedido, tras ayudar a un emigrante llamado Juan Cadaval (Eumedre). Sin trabajo, es echado de la casa de huéspedes en la que vive por la patrona Doña Sofía (Mercedes Muñoz Sampedro). Sin contarle nada de lo sucedido ni a sus padres ni a su novia Guadalupe (María Mahor), toma la decisión de embarcar como polizón en un barco que va a América.


"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Aurelio (Antonio Casal) descubre el camarote de "lujo"

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Aurelio (Antonio Casal) y Guadalupe (María Mahor)


 Wenceslao Fernández Flórez fue un periodista y novelista coruñés que desarrolló un humor galaico preñado de elementos fantásticos. Autor de obras como "Volvoreta", "El secreto de Barba Azul", "Las siete columnas", "El hombre que se quiso matar", "El malvado Carabel", "El bosque animado" o "El sistema Pelegrín", muchas de ellas adaptadas con gran éxito al cine. A pesar de sus actitudes políticas de odio visceral al comunismo y la amistad juvenil con la familia del dictador militar Francisco Franco, fue un autor sutil e irónico, de preocupaciones morales y tono pesimista.


Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964)


 En "Luz de luna" quizás haya un exceso de sentimentalismo -que pasa a la película directamente- en esa historia amarga de un hombre de naturaleza noble en un mundo sin escrúpulos. Eugenio de Nora hablaba de la capacidad de la novela de extraer "el oculto romanticismo de lo vulgar".


"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Aurelio (Antonio Casal) en el sueño del "banquete de mermelada" en el barco

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Aurelio (Antonio Casal) en la realidad miserable de su habitación de la casa de huéspedes


 Lo primero que nos llama la atención de este largometraje es su rica producción (exteriores, extras, decorados) y su delicada dirección (propia de un maestro como Rafael Gil), que aúna la poesía con la crítica social, las calles empedradas de La Coruña con el verde de la aldea, el lujo del camarote soñado con la miseria de la casa de huéspedes. Un juego de contrastes soberbiamente enmarcado en el Eastmancolor fotografiado por Alfredo Fraile, y con la música de un jovencísimo Cristobal Halffter (1930).


Rafael Gil (1913-1986)
Director de cine madrileño. Autor de "El hombre que se quiso matar", "Huella de luz", "El clavo", "Eloísa está debajo de un almendro", "El fantasma y Dola Juanita" o "La guerra de Dios"

El director de fotografía Alfredo Fraile (1912-1994) (a la izquierda) y Miguel Ligero. 1946

Los músicos Cristobal Halffter (1930) y su tío Rodolfo Halffter (exiliado en México)
Una familia de compositores


 Rafael Gil, en la entrevista a Antonio Gregori, publicada en el libro "El cine español según sus directores", recuerda:

 "Al fundar mi productora -Coral Films- quise revivir mis éxitos más entrañables, que fueron los que había tenido con Fernández Flórez y Miguel Mihura. Entonces hice "Camarote de lujo", que está inspirada en el cuento de Wenceslao Fernández Flórez "Luz de luna", y el propio Wenceslao me hizo los diálogos. Y en "¡Viva lo imposible!", que estaba basada en la obra del mismo título de Miguel Mihura, también conseguí que me hiciera los diálogos el propio autor. Son dos de las películas en las que puse mayor ilusión y, paralelamente, dos de las que más me han gustado. Con ellas no se puede decir que perdiera dinero, pero sólo dieron para cubrir gastos. Creo que lo calculé mal porque busqué, como productor, lo que me había proporcionado el éxito como director, pero los tiempos habían cambiado. Había ya otra gente, otra clase de público, otra juventud. Y fueron películas que pasaron inadvertidas"

 Quizás se confundiese Gil, porque en los carteles de "Camarote de lujo" aparece como productora ASPA Films, la empresa de Gil y Escrivá, aunque, efectivamente, podemos comprobar con otras fuentes, que la ruptura se produjo en 1957, con la creación de Coral Films.


 Como película de fondo coruñés, Carlos Fernández escribió en "La Voz de Galicia" en 2001: 

 "La ciudad sirvió de escenario para rodar el filme de Rafael Gil basado en una novela de Fernández Flórez.
 Las escenas rodadas en el muelle de Calvo Sotelo, frente al edificio de los Prácticos, fueron presenciada por miles de coruñeses, que hicieron así de improvisados extras. Se trataba de «Camarote de lujo», dirigida por Rafael Gil e interpretada en sus principales papeles por Antonio Casal y María Mahor, belleza esta última que acababa de ser elegida «maja de Madrid»"
 "Una de las escenas más pesadas, pues duró todo un día, fue la filmada el 18 de junio en la estación de ferrocarril del Norte (hoy de autobuses). En ella, el protagonista, Antonio Casal, que venía de la aldea, traía un cochinillo para regalar al jefe de la oficina, pero el animalito se subió a un camión, que arrancó a toda velocidad. Casal salió tras él, pudiendo alcanzarlo y recuperar el cochinillo, tras dejar tiradas una maleta y un paraguas que llevaba.
Otra escena laboriosa fue la de la llegada de Casal y su novia al puerto. Destacaban un grupo de niños con grandes espejos, que volvieron locos a los técnicos de iluminación. Entre esos niños extras estaba el autor de este texto, que recibió 50 pesetas (0,30 euros)"


"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Aurelio (Antonio Casal) en el puerto de La Coruña con los emigrantes que parten a Sudamérica con sus maletas de cartón


 "Camarote de lujo" también destaca por ser una historia de tema social: la emigración de la población rural gallega (y española) en busca de medios de vida. Otras dos películas de la época trataron este tema: "Surcos" (1951), de José Antonio Nieves Conde, con el drama de la migración interior del campo a la ciudad; y "Pasaje a Venezuela" (1957), de Rafael J. Salvia. La primera, una obra maestra del cine español, en tono fuertemente dramático y neorrealista. La segunda, una comedia de José Luis Ozores. Con la misma problemática, pero desde una óptica claramente superficial, Pedro Lazaga hizo en 1971 "Vente a Alemania, Pepe", con Alfredo Landa, un sonrojante "macho ibérico" en Munich.


"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Aurelio (Antonio Casal) y Guadalupe (María Mahor). Confesión

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Aurelio (Antonio Casal) en el tren con dos guardias civiles. No se muestran muy compasivos estos guardias con el pobre Aurelio


 Sorprende el tratamiento crítico del problema migratorio en esta película: las masas desamparadas de campesinos gallegos o castellanos que tienen que pagar las "mordidas" (comisiones ilegales) en la empresa naviera que gestiona los papeles para los que tienen que huir de la miseria. La clase corrupta de los empresarios (Don Fabián Mouriz) que explotan a los pobres sin conmiseración alguna puede ser un reflejo claro de los caciques franquistas. Su empleado, y pariente de Aurelio (Ernesto) -por cierto, un gran Fernando Sancho, alejado de los personajes ridículos de los spaguetti-western que rodó en Almería- es un eslabón más de esa cadena de corrupción, aunque se cree honrado, en una muestra clara de falta de conciencia moral. Tampoco el personaje de la patrona de la casa de huéspedes (Doña Sofía) muestra mucha piedad por la desventura de Aurelio cuando lo echa a la calle. 


"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Ernesto (Fernando Sancho), un empleado sin escrúpulos que ignora ser un desalmado

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Ernesto (Fernando Sancho) y su jefe, Don Fabián Mouriz (José Marco Davó). Los explotadores. Su prosperidad es inversamente proporcional a la miseria y desesperación de los campesinos. La explotación de clase


 En ese mundo cruel la figura de Aurelio Romay está condenada: su sentido moral, su fraternidad por sus semejantes (expresada en la rebelión moral contra la injusticia cometida contra Juan Cadaval, y en la necesidad de mejorar el trato que reciben los emigrantes en el barco) y su falta de formación le llevan al borde del abismo, pero la película sigue siendo una comedia y se impone un final feliz, forzado y poco creíble, pero más aceptable para la censura franquista (en la novela, Aurelio, acepta un trabajo del padre de su novia; en la película recibe la recompensa de haber ayudado a Cadaval y éste les lleva, recién casados, a ocuparse de su finca en Argentina, fruto de una herencia)


"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Juan Cadaval (Eumedre) y Aurelio (Antonio Casal) escondidos en una boda

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Aurelio (Antonio Casal) siente compasión por la injusticia que se comete con Cadaval


 La parte más floja de la cinta es el sentimentalismo que aligera bastante la fuerte crítica social. En un plano final antológico los campesinos emigrantes aparecen en la cubierta del barco -antes reservada para los burgueses- fumándose un puro y con la boina puesta, gracias a la generosidad de Cadaval que anticipa el deseo largamente acariciado por Aurelio. La lucha de clases queda así resuelta con amabilidad e ironía, pero no deja de ser una metáfora poderosa de la desigualdad y la explotación.


"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Emigrantes que se dirigen a embarcar en el puerto de La Coruña.
En la película hay atisbos de neorealismo documental

"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Juan Cadaval (Eumedre) y Don Fabián (José Marco Davó): explotado y explotador


 Otro aspecto discutible es la interpretación. Hay personajes poco definidos como el Aurelio de Antonio Casal, ya familiarizado con personajes de Flórez (Federico Solá, en "El hombre que se quiso matar", rodada por Rafael Gil en 1942) con ese punto de tristeza desamparada, poca maña, bondad y comicidad un poco a lo Buster Keaton, que hace que su personaje oscile entre el drama y la comedia, y en el que la honradez insistente, que le arrastra al hambre y a la calle, llega a ser inverosímil. María Mahor, tan dulce, no tiene papel, es sólo un contrapunto para los sueños de Aurelio. Representa una pureza virginal, que salva a Aurelio de un destino fatal. No puede juzgarse a estas mujeres con los códigos actuales: en esos tiempos, la mujer buena esperaba castamente un marido y un hogar, sin más ambiciones. ¡Qué diferencia con una Katherine Hepburn coetánea!


"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Aurelio (Antonio Casal) y Guadalupe (María Mahor)


"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Aurelio (Antonio Casal) y Guadalupe (María Mahor)


María Concepción Martínez Horcajada (María Mahor) (1940)
Intérprete de películas como "El día de los enamorados", "Un rayo de luz", "Todos eran culpables". Se retiró pronto del cine


 Entre la galería de secundarios, están los mejores papeles: Manolo Morán como Don Armando, siempre entrañable y jovial -aquí con su guitarra-; y los roles más conseguidos son los de los "malos": Fernando Sancho, el personaje más consistente, como hemos dicho ya; José Marco Davó, muy bien como corrupto empresario de raigambre franquista; Mercedes Muñoz Sampedro está correcta en Doña Sofía; Rafael Bardem, el padre de Lupe, está muy bien, aunque no entendemos por qué, con su aspecto de abuelo, interpreta a un padre viudo de dos niños pequeños; y, finalmente, Eumedre que interpreta a Juan Cadaval. ¿Quién fue Eumedre? Según una noticia de prensa, fue un actor que comenzó a los 55 años, de nombre real: José Pérez Rodríguez.


Eumedre (José Pérez Rodríguez): "A los 55 años de edad comienza su vida de artista cinematográfico. El galardonado director Rafael Gil lo ha contratado para su próxima película, ya en rodaje. Intérprete de cuentos gallegos y apropósitos, goza de gran fama en toda Galicia, en cuyos principales teatros ha actuado, siempre como aficionado" Por Joaquín Iglesias Otero. Recorte de prensa. 11 de junio de 1957
Así debutó este amateur en "Camarote de lujo" (1957) de Rafael Gil, como Juan Cadaval


 Estamos, pues, ante una hermosa película, no tan redonda como "El clavo", o la bellísima "El fantasma y Doña Juanita" -la obra maestra de Rafael Gil-, que plasma con dureza, en ocasiones, el drama de la emigración, aunque edulcorado por el tono cómico -e incluso de thriller, con la huida de Cadaval y Aurelio- y cierto sentimentalismo. Algunas escenas de surrealismo marcado, como el banquete con gigantescos envases de mermelada en el camarote de lujo, o el plano final de las tumbonas llenas de emigrantes con puro, son definitivamente momentos mágicos de la historia del cine español.


"Camarote de lujo" (1957). Rafael Gil
Todo el equipo de la película, con el director Rafael Gil en el centro, junto al novelista Wenceslao Fernández Flórez. Antonio Casal, a la izquierda, e inclinado. María Mahor, de blanco, a la derecha


Título original: "Camarote de lujo"
Año: 1957 
Duración: 95 minutos
País:  España 
Director: Rafael Gil
Guión: Wenceslao Fernández Flórez, Rafael Gil
Música: Cristóbal Halffter 
Fotografía: Alfredo Fraile 
Intérpretes:
Antonio Casal, María Mahor, Fernando Sancho, José Marco Davó, Mercedes Muñoz Sampedro, Rafael Bardem, Carmen Esbrí, Erasmo Pascual, Carmen Rodríguez, Juan Vázquez, Nelly Morelli
Productora: Aspa P.C. 
Resumen: 
 Aurelio abandona su aldea y se va a la capital -La Coruña- para trabajar con un familiar en una empresa naviera de emigración. Pronto descubre que su pariente se saca un sobresueldo extorsionando a los emigrantes a los que vende pasajes. Pero él, que es un hombre honrado y sensible, no puede consentir tal injusticia y acaba siendo despedido. Sin contarle nada de lo sucedido ni a sus padres ni a su novia, toma la decisión de embarcar como polizón en un barco que va a América. (FILMAFFINITY)



Bibliografía:

- Antonio Gregori: "El cine español según sus directores". Signo e Imagen. Cátedra. 2009



*****

Comentarios de nuestros lectores:


- Carme Carles: "La vi ayer. Un retrato interesante de una época, aunque el contenido en el fondo no ha pasado de moda. No sé por qué a ratos, Casal con el sombrerito me recordaba a Buster Keaton"


8 comentarios:

  1. ¡¡Qué interesante, Francisco!! No conocía está película. La buscaré, me has despertado la curiosidad.

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  2. Excelente y sumamente interesante Francisco Huertas. Destaco la pericia de algunos cineastas para bordear la censura y dejarnos joyitas como esta película.

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  3. Qué alegría poder disfrutar de tus antiguos escritos, con tu merecido descanso. Desconocía esta película, el tema me interesa y la describes muy bien. A ver si pudiera encontrarla.

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  4. Muchas gracias Francisco por esta publicación tan interesante. Vi esta película hace mucho tiempo y me gustó. No sabía que era de Rafael Gil. El clavo es muy buena y también la vi hace mucho tiempo. Tampoco sabía que estaba basada en un relato de Fernández Flórez. Efectivamente hay cierta crítica social, pero estoy totalmente de acuerdo contigo en esto:
    "En un plano final antológico los campesinos emigrantes aparecen en la cubierta del barco -antes reservada para los burgueses- fumándose un puro y con la boina puesta, gracias a la generosidad de Cadaval que anticipa el deseo largamente acariciado por Aurelio. La lucha de clases queda así resuelta con amabilidad e ironía, pero no deja de ser una metáfora poderosa de la desigualdad y la explotación.".
    Cuando vi esa escena me chirrió, me pareció paternalista y que se cargaba todo el sentido de la crítica social. Pero bueno, hay que entender que los directores tenían que ingeniárselas para que les estrenaran las películas. Ese caciquismo imperante, con las mordidas, es demencial. Ahora las mordidas se hacen de otra manera: comisiones, impuestos abusivos, sobornos.... Cambia la forma, pero sigue habiendo cierto fondo que oprime al pueblo
    Magistral artículo como siempre, Francisco. Enhorabuena
    Manuela Pilar Millán Sanjuán

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  5. Gran película. Pero quiero hacer algunas apostillas:

    1.- Es FERNANDO Sancho, no Lorenzo Sancho.

    2.- Los personajes que hacía Fernando Sancho en los spaghetti-westerns no eran ridículos.

    3.- El personaje de María Mahor está muy bien y ella lo interpreta maravillosamente. Y basta ya de tópicos con lo de la mujer "dulce" de la época. Y no me venga usted con Katharine Hepburn, por favor. Ya estoy hasta el gorro de que siempre nos la pongan como ejemplo.

    4.- Franco no fue un "dictador militar".

    A ver si esto queda claro.

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  6. ¡ Ah ! Y la escena final de los campesinos en la cubierta del barco no es "paternalista" ni se carga nada. Está muy bien.

    Una película no es un libro de ética. No tiene por qué tener "mensaje".

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  7. Corregido el descuido parcial del nombre del gran actor Fernando Sancho, cuyos papeles en los spaghetti-western eran ridículos, tanto como el dictador militar llamado Franco que gobernaba en esos años. María Mahor es una actriz magnífica, pero el papel de la película es melifluo. Rafael Gil era un gran director, aunque no comulguemos con sus ideas, y Katherine Hepburn es un modelo de actriz y de mujer, no por repetido, menos admirable.

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  8. Que Rafael Gil odiase el comunismo es algo que sólo habla bien del gran Director y persona inteligente que fue.

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