domingo, 25 de septiembre de 2016

Millán-Astray contra D. Miguel de Unamuno (12-10-1936) - Fascismo contra Cultura - El fascismo que habita entre nosotros - Francisco Huertas Hernández



Millán Astray contra D. Miguel de Unamuno (12-10-1936)
Fascismo contra Cultura
El fascismo que habita entre nosotros

Francisco Huertas Hernández




D. Miguel de Unamuno y Jugo (1864-1936) sale de la Universidad entre gritos y brazos en alto fascistas, tras su enfrentamiento con el general Millán-Astray, en la inauguración del curso académico. Salamanca. 12 de octubre de 1936
Salamanca, como tantas provincias de interior, se sumó al golpe de estado militar fascista del 18 de julio


 La historia valdrá como medicina del alma si nos ayuda a ver que los males del presente se incuban en el pasado. Estos días una bandada de neofascistas y filofascistas defienden la memoria del general José Millán-Astray Terreros (La Coruña, 5 de julio de 1879–Madrid, 1 de enero de 1954), al que, con toda justicia, el Ayuntamiento de Madrid pretende retirar la calle que le está dedicada. 


El general fascista español José Millán-Astray Terreros
Fundador de la Legión Española y jefe de Prensa y Propaganda de la dictadura militar de Franco


 El diario "Público" (21-9-2016) ofrece la siguiente noticia:

 "El Partido Popular de Madrid, con Esperanza Aguirre a la cabeza, se está volcando en la defensa de la figura de José Millán Astray, fundador de la Legión y jefe de Prensa y Propaganda de la dictadura de Franco, para evitar que el Ayuntamiento de Madrid retire la calle que lleva su nombre en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. La portavoz de los conservadores en el Consistorio considera que se está ignorando que el legionario "participó en asuntos sociales muy importantes" y que incluso fue a la cárcel "por impedir las matanzas o ejecuciones o lo que fuera que estaban haciéndose allí". 


Placa de la calle del General Millán Astray
Madrid


 La expresidenta del PP de Madrid ha defendido también que Millán Astray debe ser honrado por el callejero madrileño por haber fundado la Legión, "una institución importantísima para el ejército español" y que participó en una "operación internacional" que salvó a una "cooperante de la misma ONG que Francisca Sauquillo (presidenta de la Comisión de Memoria Histórica que ha recomendado eliminar a Millán Astray del callejero")"   


 Los libros de historia recuerdan al general Millán Astray por su enfrentamiento con el escritor y filósofo Miguel de Unamuno durante la inauguración del curso académico de la Universidad de Salamanca el 12 de octubre de 1936, día de la Raza (?). Unamuno había apoyado el golpe sedicioso fascista, movido por su doble amor a España y a un impreciso anhelo espiritual que creía que la República había traicionado. Él mismo había sido concejal en Salamanca en las elecciones del 12 de abril de 1931 por una candidatura republicano-socialista. La República Española le restituyó en su puesto de rector de la Universidad de Salamanca, tras la expulsión, destierro y exilio durante la dictadura de Primo de Rivera.


D. Miguel de Unamuno y Jugo (1864-1936) 
Escritor, filósofo, político. Imagen en su biblioteca al final de su vida


 No le duró mucho su error, y, a buen seguro, que salvó su vida, por su fama, su edad, y la protección de la esposa de Franco, Carmen Polo, tras su respuesta valiente y democrática a la horda de fascistas que habían tomado la Universidad aquel día, entre los que se encontraba el mediocre escritor José María Pemán, uno de los oradores que le antecedieron.


Entierro de D. Miguel de Unamuno
Salamanca. 1 de enero de 1937
En plena Guerra Civil murió, confinado en su casa, el insigne escritor bilbaíno, salmantino de adopción


 Es necesario rememorar aquellos hechos, aquellas ideas, pasiones y miserias, de una España no muy distinta de ésta. El odio cainita es el mismo. La miseria moral y la corrupción es la misma. La cobardía y el fanatismo ahí siguen. Ahora hay iphones, pero no más democracia: la Constitución Republicana del 9 de diciembre de 1931 era la ley vigente cuando una parte del ejército español, de larga tradición golpista, se sublevó contra la democracia. 


Constitución de la República Española. 9 de diciembre de 1931
"La Constitución española de 1931 fue aprobada el 9 de diciembre de 1931 por las Cortes Constituyentes tras las elecciones generales españolas de 1931 que siguieron a la proclamación de la Segunda República y estuvo vigente hasta el final de la guerra civil en 1939. En el exilio republicano continuó reconociendo su vigencia hasta 1977, hasta que en el proceso político de la Transición permitió la redacción de una nueva Carta Magna democrática. La constitución se organizaba en 10 títulos, con 125 artículos en total, y dos disposiciones transitorias" (Wikipedia)



 Leemos en la Wikipedia lo sucedido aquel día 12 de octubre de 1936, cuando el sadismo criminal fascista, apoyado por el clero, la oligarquía y el sector agrario, pronunció su condena contra la cultura, la libertad y la dignidad humana. Éstas, personificadas en D. Miguel de Unamuno, respondieron con valentía y razón a la sinrazón facciosa:

 "Durante la Guerra Civil Española José Millán Astray tuvo un papel secundario en el ejército sublevado contra la II República Española. Siendo célebre el altercado que mantuvo con Miguel de Unamuno el 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, al que habían asistido diversas personalidades franquistas con motivo de la celebración de la Fiesta de la Raza (lo que hoy es el Día de la Hispanidad, el aniversario del descubrimiento de América): el obispo de Salamanca, Enrique Plá y Deniel, el gobernador civil, Carmen Polo Martínez-Valdés (esposa de Francisco Franco) y el propio Millán-Astray.

Lo que sucedió, según cuenta en "La guerra civil española" el hispanista inglés Hugh Thomas, es lo siguiente: el profesor Francisco Maldonado, tras las formalidades iniciales y un apasionado discurso de José María Pemán, pronuncia un discurso en que ataca violentamente a Cataluña y las Vascongadas, calificando a estas regiones como «cánceres en el cuerpo de la nación. El fascismo, que es el sanador de España, sabrá cómo exterminarlas, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos».



Francisco Maldonado de Guevara (1891-1985)
Catedrático de literatura en la Universidad de Salamanca. Hizo un discurso violento contra Cataluña y Euskadi, que motivó la reacción enérgica de D. Miguel de Unamuno, durante el acto de inauguración del curso universitario, el 12 de octubre de 1936. A pesar de haber fundado la revista Anales Cervantinos, del CSIC, es recordado sólo por su intervención aquel día como un abyecto y sanguinario fascista, cuya memoria ha sido olvidada. Propugnaba, ni más ni menos, que el genocidio contra vascos y catalanes


Alguien grita entonces, desde algún lugar del paraninfo, el famoso lema «¡Viva la muerte!». Millán-Astray responde con los gritos con que habitualmente se excitaba al pueblo: «¡España ...»; «... una!», responden los asistentes.

(Algunos jóvenes estudiantes falangistas (según otros carlistas) intentan enmendar el viva la muerte con vivas a Cristo Rey y a la paz misericordiosa (...) pero son apagados por los ensordecedores gritos de ritual pseudorracionales y acaban siguiéndolos).

- «¡España ...», vuelve a exclamar Millán-Astray; «... grande!», replica el auditorio.

- «¡España ...», finaliza el general; «... libre!», concluyen los congregados.

Después un grupo de falangistas ataviados con la camisa azul de la Falange hacen el saludo fascista, brazo derecho en alto, al retrato de Francisco Franco que colgaba en la pared. Se intenta así enmendar el incidente aunando esfuerzos de hermandad y moral (algo quebrada por el incidente) al unísono.

Miguel de Unamuno, que presidía la mesa, se levanta lentamente y dice: «Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso -por llamarlo de algún modo- del profesor Maldonado, que se encuentra entre nosotros. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao. El obispo,» dice Unamuno señalando al obispo de Salamanca-, «lo quiera o no lo quiera, es catalán, nacido en Barcelona. Pero ahora acabo de oír el necrófilo e insensato grito “¡Viva la muerte!” y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán-Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor.»

Desde entonces existen dos versiones de que sucedió: o bien Millán-Astray exclama irritado «Muera la intelectualidad traidora, viva la muerte» o como afirman otros exclamó: «¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!» aclamado por los asistentes. El escritor José María Pemán, en un intento de calmar los ánimos, aclara: «¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!».



El mediocre poeta fascista José María Pemán y Pemartín (1897–1981) con uniforme de requeté carlista. Uno de los intervinientes en el acto de la Universidad de Salamanca.



 Miguel de Unamuno, sin amedrentarse, continúa: «Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho».

A continuación, el público asistente se encolerizó con Unamuno y le dirigió todo tipo de insultos por lo que, gracias a la intervención de Carmen Polo de Franco, quien le acompañó cogida del brazo, abandonó el recinto universitario y se trasladó hasta su domicilio"



El último testimonio de D. Miguel de Unamuno
Unamuno reflexiona sobre la Guerra Civil. Renegó de su apoyo a la causa mal llamada "nacional".
Defensa de la cultura y la libertad frente al fascismo: "Venceréis, pero no convenceréis..."



 No más puede decirse. Lean y entiendan. La Historia nos da lecciones que nos empeñamos en olvidar...




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Complementos de prensa:

"eldiario.es" (20/9/2016):
"Terrorista no es Millán Astray "sino Podemos, un partido que linda con la ETA". Y retirar al militar franquista del callejero madrileño promueve "la confrontación entre los españoles". Así defendieron legionarios veteranos y el PP, respectivamente, la figura del fundador de La Legión durante el pasado pleno del distrito de Latina, el día 15.
El doble auxilio al conocido como "el cojo, manco y tuerto Millán Astray" tenía un objetivo: que el Ayuntamiento de Madrid mantenga la calle dedicada al que fuera jefe de Prensa y Propaganda en la dictadura, tras recomendar el comisionado de Memoria Histórica lo contrario. Una treintena de exlegionarios y simpatizantes de extrema derecha asistieron al plenario para defender al militar. Acabaron cantando el himno de la Legión Española al finalizar la sesión.


Bartolomé Ros: "Francisco Franco y José Millán Astray abrazados mientras entonan cánticos legionarios. Cuartel de Dar Riffien". Fotografía de 1926.

El debate mantuvo continuos momentos de tensión. Insultos y reproches hacia algunos concejales, enfrentamientos verbales con quienes reivindicaban la memoria de las víctimas del franquismo... Y los antidisturbios de la Policía Municipal en la puerta. Todo, con la concentración convocada por la plataforma en defensa de Millán Astray en el horizonte y prevista para el 24 de septiembre. Es  La Legión contra Manuela Carmena.
El proyecto del Comisionado de la Memoria Histórica para  ajustar el nomenclátor madrileño a la legislación memorialista ha propuesto cambiar el nombre por 'Avenida de la Inteligencia'. El PP de Latina propuso cambiarlo por 'Calle de Millán Astray, fundador de la Legión Española', es decir, no cambiarlo sino añadirle el cargo. En los próximos días el Ayuntamiento de Madrid tomará una decisión. 

"La maquinaria del odio disparada en España"

"Millán Astray no era terrorista… terrorista es un partido que linda con la ETA como es Podemos", arguyó el secretario nacional de la Hermandad Nacional de Caballeros Legionarios, Guillermo Rocafort, tras pedir el turno de palabra. Aludía a "las palabras más ofensivas" vertidas sobre el militar franquista (que procedían, precisó, de Ahora Madrid) dentro de la "infamia" que supone "retirar una calle a nuestro fundador".


"Son "las mentiras que vierte esta maquinaria del odio que se ha disparado en España en los últimos años", según el portavoz de los antiguos militares. "Es muy cómodo atreverse con los muertos", espetaba. Con un aviso: "Ya vale de agitar el odio, al final va a conseguir despertar el león de aquellas personas que están hasta las narices de que se les estigmatice durante 40 años por el único delito de amar a su patria y al Ejército".
El PP, por su parte, exaltó el "legado" del "héroe de Filipinas y Marruecos" como una suerte de benefactor de los pobres, en palabras de la vocal Milagros Ranz. No hay "ningún motivo" para retirar la placa a Millán Astray, en opinión del PP"

"Ningún papel en la sublevación", defiende el PP

"El general Millán Astray no tuvo ningún papel activo en la sublevación militar", defendió el PP, y en "la guerra civil no tuvo mando sobre unidades militares porque estaba retirado como mutilado". Fue jefe de la propaganda franquista. Para los populares, enfrentar el retoque del callejero madrileño supone "respetar la historia de España y evitar cualquier exaltación de los que hubieran promovido la confrontación entre los españoles". La medida, entonces, "significará aplicar la Ley de Memoria Histórica de forma parcial, arbitraria y discriminatoria", según Cuadrado. Al fin de su intervención fue jaleada por los exlegionarios.
"Se dedican ustedes a agitar los instintos más bajos de la gente", afeó al PP el portavoz del PSOE, Javier Romera. El "otro punto" del debate suscitado, continuó, está en "la tesis revisionista que tratan de meternos desde algunos medios de comunicación y colectivos" sobre si era franquista o tuvo un papel relevante en la rebelión golpista. El militar "estuvo implicado y además hasta la médula", remató el socialista."







El bar franquista 'Casa Pepe', adornado con carteles en defensa del militar golpista. / MAR GONZÁLEZ
El bar franquista 'Casa Pepe', adornado con carteles en defensa del militar golpista. MAR GONZÁLEZ
"El Comisionado "dará respuesta a todas las alegaciones que se hayan presentado", apuntó la presidenta de la Junta Municipal, Esther Gómez (Ahora Madrid). Incluida la referente a Millán Astray, "una persona muy señalada durante la dictadura y uno de los 30 primeros nombres que se van a cambiar aplicando la  Ley de Memoria Histórica que habla claramente –artículo 15, sobre 'símbolos y monumentos públicos'– de elementos que supongan exaltación personal o colectiva sobre la sublevación militar, la guerra civil o la represión de la dictadura".


"Especificó, además, que la retirada del nombre de la calle no está ligada a la fundación de otrora 'Tercio de Extranjeros' sino por haber sido "unos de los principales propagandistas de Franco". "Debido al reglamento no se permite ningún tipo de cántico en este pleno", informó a los antiguos legionarios que agotaron la sesión entonando "en honor a nuestro fundador" el himno oficial de La Legión: la Canción del Legionario."

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Publicado en eldiario.es (26/9/2016)


Por qué es inconcebible la calle Millán Astray

Francisco Espinosa Maestre - Historiador


"A la altura de los años veinte, el pasado imperial español era ya residual. Lo único que quedaba eran los enclaves africanos, una auténtica pesadilla desde el siglo XIX que se prolongó al XX tragándose la vida de miles de españoles en las luchas contra las cabilas del Rif. Para asegurar el mantenimiento de aquellas colonias, en 1920 Millán Astray creó la Legión a imitación del modelo francés. Pero lo peor estaba por venir. En 1921 tuvo lugar la terrible derrota de Annual ante las fuerzas de Abd-el-Krim. La guerra siguió durante la dictadura de Primo de Rivera hasta que en 1927 se dio por concluida con la victoria española con un coste humano altísimo por ambas partes.

Pero la herencia de aquella larga y terrible guerra dio como resultado la formación de un ejército colonial dedicado a mantener aquellas fronteras. De ahí, de aquellas luchas brutales donde no se respetaba convenio alguno –se llegó al extremo de intentar destruir a los rifeños mediante el lanzamiento desde aviones de gases tóxicos sobre objetivos civiles–, surgieron una serie de militares conocidos como los africanistas, formados en aquella guerra sucia  y que consiguieron rápidos ascensos.


General José Millán Astray camina por las calles de Salamanca, probablemente


Fue uno de ellos, Franco, el que elevado al Estado Mayor por el ministro de la Guerra Diego Hidalgo Durán, envió al ejército de África en octubre de 1934 a sofocar la revolución asturiana a las órdenes de Yagüe. Y también de ahí, vista su eficacia, saldrían dos años después las fuerzas mercenarias que arrasarían a sangre y fuego los pueblos y ciudades de la ruta que, en cuatro meses, les llevaría hasta las puertas de Madrid al mando de Franco y de sus conmilitones africanistas.

¿Hace falta recordar que los legionarios y regulares trasladaron a la Península el estilo de guerra de exterminio que habían practicado en África? Los rojos venían a ser como los rifeños y así fueron tratados. La Legión dejó su huella de terror allí por donde pasó y cabe afirmar que las mayores cifras de represión de todo el país se dieron precisamente en el recorrido de dichas fuerzas: Cádiz, Sevilla, Huelva, Badajoz, Toledo, Madrid… con hitos de sobra conocidos como los barrios obreros sevillanos, la ruta hacia Almendralejo y Mérida, Badajoz, Talavera de la Reina, Toledo, etc. Era la "columna de la muerte", las fuerzas de choque del ejército lanzadas ahora contra los propios españoles que las mantenían.

La derecha permanente española nunca ha ocultado su agradecimiento a la Legión. No hay duda de que sin el ejército de África todo hubiera sido muy diferente. Se comprende que ahora se opongan a que se elimine la calle dedicada a su fundador, Millán Astray, al que presentan como el padre de los pobres, multiplicados por cierto por ellos mismos con su golpe y su guerra. Millán Astray, antirrepublicano visceral, anduvo fuera de España en numerosas ocasiones desde abril de 1931. El golpe militar le cogió en América, pero sabía lo que se tramaba y partió para España en cuanto supo que Franco andaba comprometido en la sublevación. Rondaba ya los sesenta años y Franco lo colocó al frente de la oficina de propaganda que se abrió en Salamanca.

Desde dicha oficina, a través de la emisora de radio y recorriendo la zona ocupada para pregonar la buena nueva, se convirtió en el cantor de Franco. Pero su pasión por éste  debió llegar a tal extremo que incluso resultó excesivo para los franquistas, que llegado un momento consideraron contraproducente tanto elogio carente de la más mínima medida. Y acabó pasándole lo que a Queipo. Aquello que venía bien en los meses del terror siguientes al golpe, resultaba excesivo cuando ya el triunfo del fascismo estaba asegurado. He aquí varias muestras del pensamiento de Millán:

"España pronto tendrá una victoria y será una merecida victoria fascista. Fascismo, nacionalismo y falangismo son en el fondo la misma cosa".

"Madrileños, españoles: Franco me ordena que en su augusto nombre os diga que ofrece a Madrid el Pan, el Perdón y la Justicia".

"¡Llévanos a la batalla, conducidos por tu genio guerrero, por tu energía, por tu acierto, por tu fortuna! ¡Echemos de nuestro suelo al enemigo! ¡Formemos también nuestro Ejército español! ¡Y tú, puesto al frente, levantarás tu espada victoriosa, mirando a Oriente, y saludarás al «Duce», al «Führer», ya que tú eres el Caudillo!".

"Ellos (los nuestros) saben que en las zonas ocupadas por nosotros la vida es tranquila, que no hay asesinatos, que no hay torturas, que no destrozamos las fábricas y los campos, que no asesinamos a los presos, y saben que al que pide perdón lo perdonamos…".

"¡Cataluña es España y sólo España! (…). Nos batimos: para una España nueva, con paz, con trabajo, con justicia, con amor, con grandeza. Pero una España española".

"Ahora hablo yo, Millán Astray, el que tanto quiere a los humildes".
Son sólo unas muestras sacadas del libro que en 1939 dedicó a Franco, que reunía charlas y discursos varios en torno a su idolatrado "Caudillo". Concluida la guerra Millán siguió su ascenso hasta general honorífico de división, director general de mutilados y procurador en Cortes hasta su muerte en 1954.


José Millán Astray. Foto de Ángel Jalón


Una vez más estamos en lo de siempre. Es comprensible que familiares y seguidores valoren mucho a Millán Astray y respeten su memoria en sus domicilios y sus locales sociales, pero carece de lógica alguna que una sociedad democrática mantenga una calle al militar fascista que fundó la Legión. La inhibición de los partidos que llegaron al poder con la transición, especialmente el PSOE, está en la base de esta indefinición permanente que conduce a que, año tras año, asistamos a la reivindicación de individuos implicados en el brutal golpe militar del 36 y en la larga dictadura. Y siempre el mismo cuento: todos eran benefactores. Yagüe, Queipo, Millán, Franco… ¿Los veremos en los altares? En algún caso ya se adelantó el papa Clemente.

El esperpento se completa con el bochornoso espectáculo montado hace unos días en el pleno del distrito de La Latina, del que informó recientemente Juan Miguel Baquero en este periódico, y de la actitud de la comisión designada por la alcaldesa Carmena y presidida por Francisca Sauquillo Pérez del Arco, que por lo visto escuchará atentamente todas las alegaciones. En este sentido contarán con la experiencia de José Álvarez Junco, presidente de la comisión interministerial que elaboró la "ley de memoria", quien consideró oportuno recibir a Falange como una más de las entidades afectadas por las carencias impuestas por la dictadura.

¿Realmente no existen medios legales que permitan cambiar los nombres de las calles en aplicación de la "ley de memoria" sin tener que soportar esta cadena interminable de alardes por parte de grupos relacionados o simplemente comprensivos con el golpe militar, la represión fascista y la dictadura?

El Ejército, la Guardia Civil o la Policía son ya en buena parte muy distintas de lo que fueron en épocas anteriores, pero ninguna de estas instituciones debe creer que su pasado ya ha sido borrado. Sus objetivos ahora son diferentes, pero su historia, por muchos archivos que hayan sido ocultados y destruidos, es suficientemente conocida como para saber qué hicieron y a quién sirvieron. Lo expresó muy bien Francisco Tomás y Valiente hace ya tiempo: "Nadie tiene mentalidad de revancha, nadie tiene mentalidad de venganza, pero no nos engañemos, nadie tiene mentalidad de olvido"."

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