martes, 7 de mayo de 2024

"La desgracia de ser inteligente" (Горе от ума) de Aleksandr Griboyedov. "Горе от ума" (1825). Александр Грибоедов. Citas de literatura rusa (IV). Francisco Huertas Hernández

"La desgracia de ser inteligente" (Горе от ума) de Aleksandr Griboyedov
"Горе от ума" (1825). Александр Грибоедов
Citas de literatura rusa (IV)
Francisco Huertas Hernández

"Горе от ума" (1825). Александр Сергеевич Грибоедов
Иллюстрация Д. Н. Кардовского. 1912
"La desgracia de ser inteligente" (1825), de Aleksandr Sergueyevich Griboyedov
Ilustración de D. N. Kardovsky. 1912

"Горе от ума". Александр Сергеевич Грибоедов
1839

Aleksandr Sergueyevich Griboyedov
Retrato de I. Kramskoy. 1875

Александр Сергеевич Грибоедов (1795-1829)



Скалозуб

По моему сужденью,
Пожар способствовал ей много к украшенью.

Фамусов

Не поминайте нам, уж мало ли крехтят:
С тех пор дороги, тротуары,
Дома и все на новый лад.

Чацкий

Дома новы́, но предрассудки стары.
Порадуйтесь, не истребят
Ни годы их, ни моды, ни пожары

(...)

А судьи кто? — За древностию лет
К свободной жизни их вражда непримирима,
Сужденья черпают из забытых газет...


(Skalozub. - A mi entender el incendio ayudó mucho a su embellecimiento

Fámusov. - ¡No me lo recuerde, que es mucho lo que se esfuerzan! Desde entonces, los caminos, las aceras, las casas y todo son de otra manera

Chatsky. - Las casas son nuevas, pero los prejuicios son los mismos. Alégrese, que no podrán liquidarlos años, modas ni incendios

(...)

 ¿Y quiénes son los jueces? Su vejez vuelve implacable el odio que sienten hacia la libertad; extraen sus juicios de olvidados periódicos...)

"Горе от ума" (1825). Действие второе. Явление 5. Александр Грибоедов
"La desgracia de ser inteligente" (1825). Segundo Acto. Escena Quinta. Aleksandr Griboyedov


 Ser inteligente significa observar desde una independiente soledad las convenciones humanas. La razón extrae conclusiones de la contemplación distanciada de las cuitas y miserias de nuestros semejantes. La inteligencia aísla porque revela que no somos lo que deberíamos ser. Si en el conocimiento separamos verdad y falsedad, en la moral distinguimos lo bueno y lo malo. El que lo falso sea malo implica que alguien obra sabiendo que lo que hace no se ajusta a la verdad, con la intención de impresionar (elevarse por encima de los demás), por inseguridad y miedo al rechazo, buscando beneficio para intereses personales, manipular, o, más comúnmente, cumplir las expectativas ajenas y evitar conflictos, es decir, someterse a la presión social.

 La comedia satírica es el género teatral que ridiculiza esos comportamientos sometidos a la presión social, donde los individuos son máscaras que actúan mecánicamente. La superficialidad e hipocresía son sus rasgos dominantes. El individuo superficial no es propiamente persona sino eslabón de expectativas sociales. 

 La famosa obra de teatro en verso "La desgracia de ser inteligente" -literalmente "Ay de mí" o "Desgraciado de mí"- de Aleksandr Sergueyevich Gribóyedov (1795-1829) se convirtió en la primera comedia rusa de realismo satírico. La crítica de la nobleza moscovita, vista por un intelectual que ha viajado por Europa, aunque no sea exactamente un occidentalófilo, toma como modelo "Le Misanthrope ou l'Atrabilaire amoureux" (1666) de Molière. Alceste, el personaje principal de "El misántropo" de Molière, es un hombre honesto y recto, pero extremadamente crítico de la sociedad y sus convenciones, al igual que Aleksandr Sergueyevich Chatsky, el protagonista de "Горе от ума" (La desgracia de ser inteligente) de Griboyedov. Alceste y Chatsky son feroces en su disección y condena de la superficialidad y mentira social. 

 La comedia de Griboyedov se enfrentó a la censura, y tuvo un gran valedor en Aleksandr Pushkin, que la cita en "Yevgeny Oneguin" (1833). Pushkin la alabó: "La inmortalidad de la comedia "La desgracia de ser inteligente" se basa en muchos pensamientos inusualmente bien estructurados ​​y bien expresados. No hay otra obra en la literatura rusa cuyas líneas sean recordadas hasta tal punto y se repitan con tanta frecuencia en el habla cotidiana, es decir, ninguna obra contiene tantas fórmulas de brevedad, claridad y precisión insuperables. para caracterizar las diferentes situaciones y relaciones cotidianas o para expresar ironía, indignación o, finalmente, para representar la estupidez, la grosería, la bajeza"
(Бессмертность комедии "Горе от ума" основана на множестве необыкновенно удачно обдуманных мыслей, удачно подумавшихся и удачно сказавшихся. Нет ни одного ещё произведения в русской литературе, строки коего до такой степени запомнились бы и так часто повторялись бы в обиходной речи, т. е. ни в одном произведении нет стольких формул непревосходимой краткости, ясности и точности для характеристики многоразличных житейских положений, отношений или для выражения иронии, негодования, или, наконец, для обрисовки глупости, грубости, низости)

 Desde entonces la presencia de la comedia de Chatsky en la literatura rusa es constante. Goncharov, Leskov, Dostoyevsky, Ostrovsky, Chejov, Turgueniev, Lenin, todos la citan. Esto es debido a que los versos de Griboyedov tienden a una forma aforística y concisa, como explica Pushkin, que los convierte en proverbios y dichos del habla rusa, sin que se recuerde ya su origen. 

 En español solamente disponemos de una traducción de Jorge Saura, editada por Publicaciones de la Asociación de Directores de Escena de España. En italiano e inglés existen ediciones bilingües muy recomendables. 

Francisco Huertas Hernández
7 de mayo de 2024

domingo, 5 de mayo de 2024

Individuo & Totalidad (XXV). Privacidad y Vigilancia. Francisco Huertas Hernández

Individuo & Totalidad (XXV)
Privacidad y Vigilancia
Francisco Huertas Hernández

Nitspy. Defensa i Contraespionatge
Barcelona
Any 2000
Fotografía de Francisco Huertas Hernández


 El mundo del siglo XXI es un sistema de vigilancia omniabarcante gracias a la tecnología. Las cámaras de seguridad, el reconocimiento facial, el seguimiento digital y el análisis de datos (Big Data), unido a la extracción de valiosa información de nuestros gustos, creencias e ideas cuando usamos internet, configuran un sistema jerárquico de control por parte de empresas, instituciones y gobiernos, en el que cuanto más íntimamente nos resguardamos en nuestro espacio privado, más información nuestra cedemos a estas invisibles redes.

 Para que un consumidor se crea ciudadano quienes ejercen el poder sobre él han de hacerle sentir miedo, crear inseguridad en su limitado horizonte vital. Desde los virus informáticos -creados por las propias empresas para vender sus productos- hasta los ataques terroristas, las pandemias, el cambio climático, la invasión alienígena o el terror nuclear, todo el sistema de control se fortalece cuando los propios vigilados piden más seguridad.

 El narcisismo hedonista y exhibicionista de los consumidores en las redes sociales les lleva a mostrar en imágenes y datos todas sus intimidades sin que, aparentemente, nadie se lo pida. Amores, viajes, enfermedades, mascotas, bebés, nietos, comidas y desahogos políticos y vecinales circulan entre desconocidos que pulsan likes y dejan comentarios desde el otro lado del océano. El exponerse de tal modo en internet facilita el trabajo de control a corporaciones y gobiernos. Una extendida creencia dice que los mormones almacenan un "registro de almas" con todos los habitantes de la tierra en Salt Lake City, llamado FamilySearch, una base de datos gigantesca de árboles genealógicos. Con muy alta probabilidad, el estado de nuestra salud, nuestra esperanza de vida, futuro laboral o familiar, es mejor conocido en esas bases de datos de Silicon Valley, o Arlington y Langley, en Virginia, que en el fichero de nuestro médico de familia.

 El "mito" de la libertad individual es la creencia que hace que el vigilado se regocije de sus cadenas. La renuncia a la libertad es otra forma más sutil de la libertad burguesa. Todo empieza con la formación de la conciencia, a partir de la ideología trasmitida por la familia, la TV, la escuela y la publicidad. Se deslizan valores como si fueran leyes naturales e inexorables, aunque con la connotación moral de ser los buenos, frente a otras oscuras regiones del planeta y la sociedad que no los aceptan. El Libre mercado y el emprendimiento que hace creer que la libertad en los negocios es la base de toda libertad individual, y que cualquier persona puede hacerse rica. La libertad del consumidor es otro dogma: cuantos más productos en venta, más libertad y más felicidad. Es el poder de elección del consumidor otro de los fundamentos de la libertad capitalista. La publicidad modela (condiciona) esa necesidad de comprar, de tirar, y volver a comprar. Y en tercer lugar, como envoltorio ético, se hace creer al consumidor que es ciudadano, y se le vende una libertad política y unos derechos individuales, como la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad de religión y la libertad de asociación, que son ideales pero chocan con los intereses de empresas y estados. La persecución de la libertad de expresión, por ejemplo, ahora se enmascara en combatir la "desinformación", que coincide con quienes critican a esos estados y sus dueños, los fondos de inversión y multinacionales. Un cuarto pilar de esa creencia en la libertad del progreso es el acceso ilimitado al ocio -placer-, incluso por vías ilegales (drogas, prostitución). 

 Para conservar todo eso -libertad de mercado, libertad de consumo, derechos individuales, libertad de ocio- hemos de debilitar nuestra capacidad de resistencia: el pensamiento racional que sospecha y se rebela, analiza y critica. Si nos venden libertad y placer, han de administrarnos también seguridad y salud, y éstos requieren limitación de libertad y placer. El miedo, la angustia, el estrés aumentan en una sociedad de consumo desmedido gracias a la fuga sin fin de la voluntad, que carece de horizonte racional. Los medios de comunicación generan campañas de aterrorización del consumidor -que se cree ciudadano-: es la "doctrina del shock" (Naomi Klein). La existencia de males que acechan nuestro confort relativo y que nos piden sacrificar derechos, libertades, dignidad, y, lo peor, racionalidad y fraternidad. El maniqueísmo más burdo que divide el mundo en "eje del bien" y "eje del mal", civilización y barbarie, democracia y autoritarismo, jardín y selva, y que los antaño denominados "intelectuales" legitiman, genera un consumidor escindido: su día a día sigue igual, consumiendo y divirtiéndose, trabajando con sueldos y condiciones cada vez más precarias, pero con la paranoia y la angustia de las grandes "plagas" anunciadas por gobiernos y sus periodistas comprados disminuyendo nuestra razón y potenciando nuestra voluntad irracional de obediencia.

Francisco Huertas Hernández
5 de mayo de 2024

sábado, 4 de mayo de 2024

"Mozart y Salieri" (Моцарт и Сальери) de A. Pushkin. Arte y Envidia. Francisco Huertas Hernández. Александр Пушкин: "Моцарт и Сальери" (1832). Искусство и зависть

"Mozart y Salieri" (Моцарт и Сальери) (1832) de Aleksandr Sergueievich Pushkin
Arte y Envidia
Александр Пушкин: "Моцарт и Сальери" (1832). Искусство и зависть
Citas de literatura rusa (III)
Análisis de Francisco Huertas Hernández

Моцарт и Сальери (Mozart y Salieri)
Ilustración de Mijail A. Vrubel (1856-1910) realizada en 1885 sobre la obra de Pushkin. Михаил Врубель fue un pintor ruso de Omsk.
Aleksandr Pushkin escribió una pequeña tragedia sobre la envidia en el arte. Antonio Salieri es el artista trabajador, consciente de su falta de genio, y ve en Wolfgang Amadeus Mozart al vago y estúpido premiado por las Musas. La envidia es un mal que se une al resentimiento y exige al que la padece el mal ajeno como único remedio. Matar al que muerte lenta nos da. Salieri era sutil, y por eso el envenenamiento daría la muerte al asesino de su esperanza

Nikolai Rimsky Korsakov: "Mozart y Salieri"
El bajo ruso, Fyodor Shaliapin (barítono) como Salieri y V. P. Shkafer (tenor) como Mozart en la ópera "Mozart y Salieri"
Ópera privada rusa. Moscú. Estreno el 7 de diciembre de 1898



СЦЕНА I

Комната.

Сальери:

Все говорят: нет правды на земле.
Но правды нет — и выше. Для меня
Так это ясно, как простая гамма.
Родился я с любовию к искусству;
Ребёнком будучи, когда высоко
Звучал орган в старинной церкви нашей,
Я слушал и заслушивался — слёзы
Невольные и сладкие текли.
Отверг я рано праздные забавы;
Науки, чуждые музыке, были
Постылы мне; упрямо и надменно
От них отрекся я и предался
Одной музыке. Труден первый шаг
И скучен первый путь. Преодолел
Я ранние невзгоды. Ремесло
Поставил я подножием искусству;
Я сделался ремесленник: перстам
Придал послушную, сухую беглость
И верность уху. Звуки умертвив,
Музыку я разъял, как труп. Поверил
Я алгеброй гармонию. Тогда
Уже дерзнул, в науке искушенный,
Предаться неге творческой мечты.
Я стал творить; но в тишине, но в тайне,
Не смея помышлять ещё о славе.
Нередко, просидев в безмолвной келье
Два, три дня, позабыв и сон и пищу,
Вкусив восторг и слёзы вдохновенья,
Я жёг мой труд и холодно смотрел,
Как мысль моя и звуки, мной рожденны,
Пылая, с лёгким дымом исчезали.
Что говорю? Когда великий Глюк
Явился и открыл нам новы тайны
(Глубокие, пленительные тайны),
Не бросил ли я всё, что прежде знал,
Что так любил, чему так жарко верил,
И не пошёл ли бодро вслед за ним
Безропотно, как тот, кто заблуждался
И встречным послан в сторону иную?
Усильным, напряжённым постоянством
Я наконец в искусстве безграничном
Достигнул степени высокой. Слава
Мне улыбнулась; я в сердцах людей
Нашёл созвучия своим созданьям.
Я счастлив был: я наслаждался мирно
Своим трудом, успехом, славой; также
Трудами и успехами друзей,
Товарищей моих в искусстве дивном.
Нет! никогда я зависти не знал,
О, никогда! — нижe, когда Пиччини
Пленить умел слух диких парижан,
Ниже, когда услышал в первый раз
Я Ифигении начальны звуки.
Кто скажет, чтоб Сальери гордый был
Когда-нибудь завистником презренным,
Змеёй, людьми растоптанною, вживе
Песок и пыль грызущею бессильно?
Никто!.. А ныне — сам скажу — я ныне
Завистник. Я завидую; глубоко,
Мучительно завидую. — О небо!
Где ж правота, когда священный дар,
Когда бессмертный гений — не в награду
Любви горящей, самоотверженья,
Трудов, усердия, молений послан —
А озаряет голову безумца,
Гуляки праздного?.. О Моцарт, Моцарт!

Входит Моцарт

Александр Пушкин: "Моцарт и Сальери" (1832)


Escena Primera

En una habitación

Salieri:

Todos lo dicen: no hay verdad en este mundo;
pero tampoco existe en el otro.
Para mí eso está tan claro como una sencilla escala.
Yo nací con el amor del arte;
siendo aún niño, cuando la música del órgano
resonaba en nuestra vieja catedral,
escuchaba con delicia, 
e involuntariamente dulces lágrimas caían de mis ojos.
Muy pronto huí de las diversiones
y de todo lo que era extraño a la música.
Tercamente lo rechacé todo
y me entregué exclusivamente a ella.
¡Cuán penosos son los primeros pasos,
y qué aburrido el comienzo del camino!
¡Vencí las desilusiones del principiante
y consideré el propio aprendizaje
como base del arte verdadero!
Me hice artesano,
conseguí que mis dedos
adquirieran una fría y obediente agilidad,
y que mi oído captara la exactitud de los sonidos.
Disequé la música cual cadáver, matando sus sones;
comprobé la armonía 
con la ayuda del álgebra.
Entonces, experto ya en la ciencia,
me atreví a entregarme a la indolencia
de los ensueños creadores.
En silencio y para mí solo, empecé a componer...,
pero sin atreverme todavía a pensar en la gloria.
Después de haber pasado dos o tres días en mi silenciosa celda,
olvidándome del sueño y la comida,
y alimentándome tan solo del éxtasis y de las lágrimas de la inspiración,
muy a menudo me sucedió quemar el fruto de mi trabajo
y mirar con frialdad cómo desaparecían en forma de humo
¡los sonidos creados por mí!...
Mas, ¿qué estoy diciendo? Cuando el gran Glück
apareció y nos reveló nuevos misterios
(profundos y cautivadores secretos),
¿Acaso no renuncié a todo cuanto había conseguido,
en lo que creía con tanto ardor,
y lo que tanto amaba, 
para seguirle dócilmente, 
como aquél que, extraviándose,
emprende una nueva ruta
guiado por un caminante?
Por fin, gracias a mi constancia,
logré alcanzar un escalón elevado
en el arte infinito.
La gloria me sonrió;
mis creaciones encontraron un eco en los corazones de los hombres.
Entonces era feliz: gozaba con mi trabajo,
mis éxitos y mi fama;
también con las creaciones y éxitos de mis amigos,
compañeros míos en el arte divino.
¡No, nunca conocí la envidia!
¡No, jamás! Ni cuando Piccini
supo seducir el oído de los salvajes parisienses,
ni cuando escuché por primera vez los sones de Ifigenia.
¿Quién se atreverá a decir que el orgulloso Salieri
fue algún día un envidioso despreciable?
¿Una víbora pisoteada por la gente,
que mordió el polvo y la arena en su impotencia?
Nadie. 
Pero hoy día, yo mismo lo reconozco,
siento envidia,
y esto me hace padecer terriblemente.
¡Ah, cielo!
¿En dónde está la justicia, si el don sagrado,
si la genialidad inmortal no es el premio concedido
al que, ardiendo de amor y de abnegación,
trabaja con ardor, 
y, en cambio, ilumina la cabeza de un loco, de un juerguista ocioso?
¡Oh, Mozart, Mozart!

(Entra Mozart)

Aleksandr Pushkin: "Mozart y Salieri" (1832)
Traducción de Irene Tchernova
Aguilar. Madrid. 1955. 
Tomada del volumen de la colección Crisol y, ligeramente, modificada por Francisco Huertas Hernández

Mozart y Salieri
Ilustración de Kravchenko sobre el drama de A. Pushkin. 1936


Comentario de Francisco Huertas Hernández


 Pushkin es un faro en la travesía oscura de la vida. "Mozart y Salieri" es una de sus pequeñas tragedias (Маленькие трагедии). El autor las concibió para la lectura. Eran cuatro piezas teatrales: "El caballero avaro" (Скупой рыцарь), "Mozart y Salieri" (Моцарт и Сальери), "El convidado de piedra" (Каменный гость) y "Un banquete en tiempos de la peste" (Пир во время чумы). Anna Ajmátova escribió: "quizás en ninguna otra obra de la poesía mundial las formidables cuestiones de moralidad se plantean con tanta nitidez como en las pequeñas tragedias de Pushkin" (быть может, ни в одном из созданий мировой поэзии грозные вопросы морали не поставлены так резко, как в "Маленьких трагедиях" Пушкина).

 El tema de la envidia es universal y trágico. Pushkin se hizo eco de un rumor que parece que el mismo Mozart esparció. Hay un testimonio de su mujer de un paseo por el Prater de Viena en octubre de 1791, en el que éste -siempre receloso como masón- le dijo que le estaban envenenando con "acqua tofana", un veneno de acción lenta, popular en la época, compuesto por arsénico y óxido de plomo. La leyenda del famoso compositor Antonio Salieri (1750-1825) envidiando y envenenando a Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), no parece creíble. Salieri era tan célebre o más que el mismo Mozart en sus tiempos. Franz Liszt, Franz Schubert, Ludwig van Beethoven, Anton Eberl, Johann Nepomuk Hummel y Franz Xaver Wolfgang Mozart se encuentran entre sus alumnos.

 El acta de defunción oficial dice que el músico de Salzburg murió de "hitziges Frieselfieber" ("fiebre miliar aguda"). La medicina en 1791 no era muy precisa. No hubo autopsia. Hay quien acusa a su médico, el Dr. Thomas Franz Closset, de negligencia. Hoy, descartado el romántico envenenamiento del antagonista lúcido y mefistofélico, se barajan posibles causas del fallecimiento temprano del genio: bronconeumonía, fiebre reumática aguda, triquinosis o insuficiencia renal.

 La creatividad inagotable de otro genio de muerte temprana, Aleksandr Sergueievich Pushkin (1799-1837), reunió a los dos compositores y usó la leyenda vienesa del envenenamiento para reflexionar sobre la envidia y la creación artística. Salieri, confesando en un hospital psiquiátrico, en 1824, un año antes de morir, el crimen, fue noticia que circuló por periódicos alemanes y franceses. Pushkin lo leyó en "Journal des Débats". Mozart no era el dios de la música en el siglo XIX. Ese lugar lo ocupaba sin discusión Ludwig van Beethoven (1770-1827), pero ya empezaban a darse manifestaciones locales del "culto a Mozart". En Rusia, fue el crítico musical Aleksandr D. Ulybyshev el que impulsó este culto frente al admirado Gioachino Rossini: "En el mundo moral hay dos clases de genios: unos nacen para todas las épocas, para todos los pueblos y comprenden la esencia del arte; otros sólo son genios porque aparecen en el tiempo, de acuerdo con su propio espíritu... Mozart pertenece al primer tipo de genios, Rossini al segundo... Además, tal es la diferencia entre estos dos tipos de genios, que las obras de los primeros son eternas, las obras de los segundos son temporales..." (В мире нравственном два рода гениев: одни родятся для всех веков, для всех народов и постигают сущность искусства: другие потому только гении, что являются во время, сообразно с их собственным духом… Моцарт принадлежит к первому роду гениев, Россини ко второму… Сверх того таково различие между сими двумя родами гениев, что первых произведения вечны, вторых временны…).

 Partiendo de un Mozart casi divino, como Ulybyshev lo describe, Pushkin podía acentuar el conflicto entre lo terrenal y lo celestial. El monólogo inicial de Salieri que aquí reproduzco contiene la lucha del músico italiano y su reconocimiento final: la envidia que destruye todo su esfuerzo y su fama. El personaje de Mozart no es consciente de su genio. Y por eso atormenta aún más el alma de Salieri, al que no le queda más remedio que dar muerte silenciosa a su adversario. 

 Nikolai Rimsky Korsakov (1844-1908) en 1898 puso música en una ópera de cámara a la pequeña tragedia de Pushkin. Yo descubrí la pieza teatral de Pushkin por la ópera de Rimsky, de la que existe una grabación discográfica soviética excelsa de 1951 a cargo del tenor Ivan Kozlovsky (Mozart) y el bajo Mark Reizen (Salieri), dirigida por Samuil Samosud. 
 En 1961 se estrenó una película del mismo nombre basada en esta ópera, dirigida por Vladimir Gorikker, con los actores Pyotr Glebov e Innokenty Smoktunovsky, y las voces de Sergei Lemeshev (Mozart) y Aleksandr Pirogov (Salieri), y la orquesta dirigida por Samuil Samosud. 
 Televisión Española realizó un programa dramático (1986), con la obra de Pushkin, en el que Manuel Galiana interpretaba a Mozart y Joaquín Hinojosa a Salieri. 

 Para el gran público no ruso, la obra teatral "Amadeus" del británico Peter Shaffer (1926-2016) de 1979, que Shaffer adaptó para la película de 1984 del mismo nombre dirigida por Miloš Forman (1932-2018), con una histriónica interpretación de Tom Huce, les descubrió la leyenda, que sólo el genio de Pushkin elevó a arte mayor.

 La envidia es un vicio del alma, según los clásicos, o una pasión triste. René Descartes (1596-1650) en "Les passions de l'âme" (1649) la describe así: "Si los juzgamos indignos (a los hombres), el bien (que les suceda) mueve a la envidia" (Mais si nous les en estimons indignes, le bien excite l’envie).
 Baruch Spinoza (1632-1677) en "Ethica ordine geometrico demonstrata" (1677), siguiendo claramente a Descartes, califica la envidia como el odio en cuanto afecta al hombre de tal manera que se entristece con la felicidad de otro, y, por el contrario, se goza en el mal de otro (Invidia est odium quatenus hominem ita afficit ut ex alterius felicitate contristetur et contra ut ex alterius malo gaudeat)
 
 Lo nocivo de la envidia es el daño que causa a la alegría del envidioso. Su alegría depende del mal ajeno. En una proyección inversa desposeemos mentalmente al otro de lo que anhelamos. Si la naturaleza no nos fue propicia, el deseo malévolo la corregirá, arrebatando lo envidiado a quien nos hace sentir inferior (triste). Es un resorte del pensamiento mágico el imaginar que nuestro ardiente deseo del mal ajeno nos liberará de nuestro sentimiento de inferioridad.
 Aunque la envidia puede también ser detonante de emulación y superación tomando a la persona envidiada como modelo.

 En el mundo de la creación artística, el biógrafo de Mozart Aleksandr D. Ulybyshev (1794-1858) estableció la división de los genios: intemporales y efímeros. Aunque su juicio sobre Rossini fuera totalmente equivocado, intuía que el verdadero genio es una luz que no se extingue. Pushkin no quiso iniciar la difamación del sombrío Salieri, pero su caracterización del músico italiano quedó como un arquetipo de envidioso inteligente y vengativo, junto a Caín o Yago.

Francisco Huertas Hernández
4 de mayo de 2024

viernes, 3 de mayo de 2024

Anna Ajmatova. "La soledad". Poema. Анна Ахматова: "Уединение". Citas de literatura rusa (II). Análisis de Francisco Huertas Hernández

Anna Ajmatova: "La soledad". Poema
Анна Ахматова: "Уединение"
Citas de literatura rusa (II)
Análisis de Francisco Huertas Hernández






Анна Андреевна Горенко (Ахматова) (1889-1966)
Anna Andreyevna Gorenko (Ajmátova)
Poeta rusa


Уединение

Так много камней брошено в меня,
Что ни один из них уже не страшен,
И стройной башней стала западня,
Высокою среди высоких башен.
Строителей ее благодарю,
Пусть их забота и печаль минует.
Отсюда раньше вижу я зарю,
Здесь солнца луч последний торжествует.
И часто в окна комнаты моей
Влетают ветры северных морей,
И голубь ест из рук моих пшеницу…
А не дописанную мной страницу —
Божественно спокойна и легка,
Допишет Музы смуглая рука.

6 июня 1914 г., Слепнево


La soledad

Me han llegado a arrojar tantas piedras,
que ya no tengo miedo a ninguna de ellas;
esta esbelta torre se ha vuelto una trampa,
de entre las altas torres es la más alta.
A sus constructores doy las gracias,
que venzan ya su tristeza y su ansia.
Desde aquí el amanecer antes veo
y aquí triunfa el rayo de sol postrero.
En mi alcoba a menudo por los ventanales
entran los vientos de los nórdicos mares,
y la paloma come de mis manos el trigo…
En cuanto a la página que no he concluido:
de forma divina, tranquila y ligera
la escribirá la Musa con su mano morena.

6 de junio 1914. Slepnevo


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Traducción literal

Me han arrojado tantas piedras,
Que ya ni una sola da miedo,
Y una trampa se ha convertido en una esbelta torre,
En lo alto entre las altas torres.
Agradezco a sus constructores,
Que pasen sus cuidados y tristezas.
Desde aquí veo el amanecer más temprano,
Aquí triunfa el último rayo de sol.
Y muchas veces
los vientos de los mares del norte vuelan por las ventanas de mi habitación,
Y una paloma come el trigo de mis manos...
Y la página que no he terminado es
Divinamente tranquila y luminosa,
La mano oscura de la Musa terminará.

 1914


 Comentario de Francisco Huertas Hernández


¿Cómo explicar un poema? La forma más alta que ha conseguido el lenguaje antes de transformarse en música es la poesía. Y aún la perserverante "voluntad de verdad" que anima el alma humana quiere comprender el significado e intención del autor. Esta obra llamada en ruso "Уединение", puede traducirse como "privacidad, recogimiento (уединённость), soledad, aislamiento, reclusión, retiro, retraimiento". La autora lo escribió cuando tenía unos veinticuatro años. El sentimiento de soledad e incomprensión del poeta radica en que ha instaurado una forma de vida opuesta a la prosa de la masa. El vulgo no perdona al poeta, aunque lo necesita. Pushkin y Lermontov murieron en duelo. Pasternak, Mandelstam, Tsvietayeva o Ajmatova sufrieron persecución. Pero ni el poder político ni el ruido de la muchedumbre acallan la palabra de los poetas. El ruido y la murmuración son como piedras arrojadas a los buscadores de la palabra esencial.
 
 En septiembre de 1917, la editorial Hyperborey publicó la tercera colección de Anna Ajmátova, titulada "Белая стая" (El rebaño blanco). Bajo la gigantesca influencia de Pushkin, la joven autora dirige su atención creciente a lo que sucede alrededor. Y es en la ecuación lírica que reúne constantes internas y variables externas donde se resuelve la verdad del arte. 

 El poema "Aislamiento", "Reclusión", "La soledad" o "Privacidad" -elijan un título, o quédense con todos- está fechado en 1914.
 La forma métrica corresponde al soneto, aunque no es riguroso. El poema consta de catorce versos, comienza con dos cuartetas rimadas de forma autónoma. Al mismo tiempo, los tercetos finales se parecen más a pareados. Anna Andreyevna se mantiene fiel al pentámetro yámbico, característico del soneto en la poesía rusa.

 Las imágenes o metáforas del poema contienen temas como la "casa y las torres", la "piedra", "el pájaro", "los vientos de los mares del norte", todos ellos dominados por la Musa, que convierte las variables externas en constantes internas en las que el sentimiento es verdadero porque alcanza su plasmación en el sonido preciso que resuena en las letras de la página que la Musa termina...

 El motivo de las "piedras" (камней
) era característico de la poesía de los acmeístas, a cuyo grupo pertenecía Anna Ajmátova. Hay una referencia al pasaje del Evangelio de Juan, en el cual una mujer acusada de adulterio fue llevada a Cristo. Los escribas y fariseos querían apedrearla, invocando la Ley de Moisés. A esto Jesús respondió: “El que de vosotros esté sin pecado, que sea el primero en arrojarle la piedra”. Ajmátova desarrolla metafóricamente esta historia. Las piedras arrojadas a la heroína lírica se convierten en material para la construcción de una torre. De ahí surge la gratitud hacia las personas que cometieron el mal, que al final resultó ser bueno.

 Quizás las piedras sean los chismes, rumores y murmuraciones de la plebe. Pero los insultos de sus enemigos, sólo sirvieron para fortalecer el espíritu de la autora, que pudo elevarse por encima del bullicio del mundo. La soledad se convirtió en una bendición y contribuyó al crecimiento creativo y a la aparición de la Musa


 Esta glosa ha usado un texto de https://pishi-stihi.ru/uedinenie-ahmatova.html

miércoles, 1 de mayo de 2024

El sabio solitario en Pushkin y la maldad del infeliz en Chejov. Citas de literatura rusa. Francisco Huertas Hernández

El sabio solitario en Pushkin y la maldad del infeliz en Chejov
Citas de literatura rusa
Francisco Huertas Hernández


Aleksandr Sergueievich Pushkin (1799-1837)


Живу в моем уединенье
С разочарованной душой;
И в мире старцу утешенье
Природа, мудрость и покой

Александр Сергеевич Пушкин: "Руслан и Людмила" (Поэма) (1820)

(Vivo en soledad
con el alma desengañada.
Las únicas alegrías del mundo para este anciano
son la naturaleza, la sabiduría y la tranquilidad)

Aleksandr Sergueievich Pushkin: "Ruslan y Lyudmila" (Poema)

Pushkin y Chejov

В обоих сильно сказался эгоизм несчастных. Несчастные эгоистичны, злы, несправедливы, жестоки и менее, чем глупцы, способны понимать друг друга. Не соединяет, а разъединяет людей несчастье, и даже там, где, казалось бы, люди должны быть связаны однородностью горя, проделывается гораздо больше несправедливостей и жестокостей, чем в среде сравнительно довольной.

Антон Павлович Чехов: "Враги"

(A ambos los dominaba el egoísmo del infeliz. La gente infeliz es egoísta, malvada, injusta, cruel, y capaz de entenderse aún menos que un par de idiotas. La infelicidad no une a las personas, sino que las separa, e incluso cuando deberían estar conectadas por un dolor común, cometen muchos más actos injustos y crueles que en cualquier circunstancia comparativamente feliz)

Anton Pavlovich Chejov: "Enemigos"

domingo, 28 de abril de 2024

Individuo & Totalidad (XXIV). Geometría y Topología: forma y deformación. Reflexión sobre el orden y la contorsión de los afectos. Francisco Huertas Hernández

Individuo & Totalidad (XXIV)
Geometría y Topología: forma y deformación. Reflexión sobre el orden y la contorsión de los afectos
Francisco Huertas Hernández


Escola Massana
Plaça de la Gardunya, 9. Ciutat Vella. 08001 Barcelona
Juny 2017
Fotografía: Francisco Huertas Hernández



"En la vida hay que evitar tres figuras geométricas: los círculos viciosos, los triángulos amorosos y las mentes cuadradas"

Atribuido a Mario Benedetti (1920-2009)


 Las ciencias miden la realidad apoyándose en las matemáticas. La geometría es la rama de las matemáticas que estudia las formas en el espacio, su tamaño y propiedades, calculando sus longitudes, áreas y volúmenes. En los albores de la filosofía griega coincidieron la geometría y la cosmología (búsqueda de una explicación racional del origen de la naturaleza). Thales de Mileto y Pythagoras (s. VI aC) tuvieron esa doble condición, aunque todavía quedaba lejos la época en que se matematizasen las leyes de la física, cuando Galileo y Newton (s. XVI-XVII) establecieron ecuaciones para las leyes del movimiento. A finales del s. XIX y durante el XX aparece la topología, una nueva rama matemática que estudia las propiedades de los objetos geométricos que permanecen invariantes bajo deformaciones continuas, como estirar, comprimir o retorcer, sin cortarlos ni pegarlos. La topología se preocupa por conceptos como la continuidad, la conectividad, la compacidad y la orientabilidad. La comprensión de la constancia de las figuras sometidas a la deformación, remite necesariamente a la búsqueda del ἀρχή (origen, principio) constante en el devenir (γένεσις) (transformación) incesante de la naturaleza. Unidad dentro de la pluralidad, orden dentro del cambio. El filósofo presocrático tiene el mismo proyecto que el topólogo matemático, pero veinticinco siglos antes.

 La razón (λόγος) busca la forma, es decir, el orden, constancia y unidad de las cosas. Platón usó el término εἶδος, que se ha traducido como "idea" o "forma", para denominar los arquetipos que sirven de modelo permanente y constante a las copias físicas en devenir y plurales. Su discípulo Aristóteles usó μορφή, traducido como "forma", por oposición a ὕλη. La forma está en la materia (ὕλη) como su principio constante (esencia), lo que hace que lo indeterminado material sea algo determinado concreto. 

 Si aplicamos la analogía de la forma y la deformación al terreno de los afectos (sentimientos, emociones, motivaciones) salimos del orden, la constancia, la unidad, la medida, propias de las matemáticas y la razón. Los afectos son materia informe, no mensurable ni constante.

 El mundo emocional en los animales está vinculado al sistema límbico (miedo, ira, tristeza, alegría, placer) y el sistema endocrino, que segrega hormonas como la oxitocina, la vasopresina, cortisol, adrenalina (epinefrina), relacionadas con el estrés, la ansiedad, el miedo. La corteza cerebral, donde se entrelazan las funciones cognitivas superiores tales como el razonamiento, la toma de decisiones, la memoria, orientación espacial, atención, la comprensión del lenguaje, el procesamiento visual de figura, color y movimiento, etc., también regula las emociones que provienen de los sistemas límbico y endocrino. La complejidad de este control racional de las emociones activa la corteza prefrontal ventromedial en la evaluación de situaciones y estrategias de gestión. La corteza prefrontal dorsolateral inhibe respuestas emocionales impulsivas. La corteza parietal participa en la atención selectiva que influye en la intensidad y duración de las emociones. La corteza prefrontal medial regula el estrés. Todas estas áreas ejercen un control racional sobre las emociones irracionales subcorticales, pero no siempre regulan la fuerza de los instintos y afectos. En el psicoanálisis las pulsiones (afectos) del Ello chocan con las exigencias del SuperYo, y es el Yo el que debe mediar entre placer y deber.

 La deformación (razonable irracionalidad) de las emociones que, incluso así, no pierden su poder y naturaleza, es la labor de la razón, como la topología amplía la geometría. Las emociones no pueden medirse (una madre preguntando a su hijo cuánto me quieres no deja de ser un oxímoron). La razón no crea libido (energía) sino que la canaliza, la hace "razonable", útil, social. La geometría axiomática de las pasiones spinoziana es el intento titánico de definir, medir y dar forma constante a los indefinibles, cualitativos e informes afectos o pasiones. Si Baruch Spinoza (1632-1677) hubiera conocido la topología y la mecánica cuántica habría abandonado la idea de matematizar lo emocional

 No existe orden sin razón, ni ésta sin medida. La topología tiene en cuenta el movimiento de las figuras, y descubre elementos no cuantitativos en la constancia de éstas a pesar de su deformación. Los afectos no son puro caos, desorden y sinsentido. La naturaleza habla para decirnos verdades de la vida no racionales. El que no seamos capaces de matematizar con éxito lo emocional, a pesar de técnicas como la neuroimagen funcional, los biomarcadores emocionales o las interfaces cerebro-máquina, no impide que sigamos siendo humanos que huimos de nuestro origen animal: siempre aspirando al control racional de las emociones...

Francisco Huertas Hernández
28 de abril de 2024

sábado, 27 de abril de 2024

Individuo & Totalidad (XXIII). Habitantes deshabitados. Estar y Acaecer. Francisco Huertas Hernández

Individuo & Totalidad (XXIII)
Habitantes deshabitados. Estar y Acaecer
Francisco Huertas Hernández

Carrousel
Toulouse (France)
20 février 2020
Photographie: Francisco Huertas Hernández


 Habitar es vivir en un lugar, morar en una casa. La casa del hombre es el mundo, o, más aún, el humano transforma en casa y mundo el lugar en el que está. Martin Heidegger afirma: "zum Wohnen, so scheint es, gelangen wir erst durch das Bauen" (En el habitar, al parecer, ingresamos ante todo por medio del construir) en "Bauen, Wohnen, Denken" (1951). Heidegger, analizando la lengua alemana, halla que "ser hombre quiere decir habitar". Y habitar es cuidar. Habitar es estar presente en un lugar (construido), permanecer, demorarse, "al abrigo de daños y amenazas". Habitar es estar protegido. Cualquier lugar en que el humano encuentra protección es su casa. Pero el ser humano es el que no quiere ni puede estar quieto, en casa. Es el viajero. El que explora nuevos territorios para extender su hogar, reduciendo la naturaleza a casa en potencia, refugio y amparo de la propia naturaleza amenazante. Y al residir en lugares diversos convive con otros habitantes. Los anfitriones y los vecinos nos hacen partícipes de sus moradas. Nos aposentamos en un territorio y al habitarlo con los vecinos formamos comunidad y adquirimos condición de ciudadanos al organizar esa convivencia bajo reglas comunes, que nos protegen y nos dan seguridad. 

 El humano imita, sin saberlo, a los hermanos animales, que hacen nidos, madrigueras, colmenas, hormigueros o guaridas. Sin embargo, el intranquilo λόγος invita al desasosiego permanente. A "des-habitarnos". Si el λόγος pregunta, ello requiere salir del hogar: observar, comparar, elevarse a alturas desde donde contemplar los nexos de las cosas y totalidades que nos contienen, pero no podemos conocer recluidos en la particularidad del hogar. El λόγος es la razón escudriñadora del mundo como totalidad que dona sentido. Estar en casa no es acaecer en el mundo. Para que el mundo sea casa es necesario romper la pared, la puerta, el aislamiento de una protección que separa.

 Hallarse en el mundo es, en primer lugar, estar arrojado en la tierra, bajo el cielo. Solo y desnudo. Y dos cosas buscan el hombre y la mujer: protegerse (aislarse) de los demás y solicitar su auxilio y amor. La "insociable sociabilidad" del hombre (die "ungesellige Geselligkeit" des Menschen) expuesta por Immanuel Kant, explica las características de sus viviendas: puertas cerradas, que se abren, para protegerse y salir o dejar pasar; ventanas abiertas, que se cierran, para mirar el mundo y que la luz del cielo dé visión y calor a la morada. 

 Y no sólo en los hermanos animales el humano se ve reflejado, sino en los mismos árboles, antecesores misteriosos de nuestra naturaleza móvil y apetitiva. Los árboles, las plantas, se arraigan en el suelo. Son los cimientos de nuestras casas. Si las raíces de las plantas absorben el agua y los nutrientes de la tierra, proporcionan estabilidad frente a viento y lluvia, interaccionan con microorganismos, y ayudan a la reproducción vegetativa, el "arraigo" humano confiere un sentido de pertenencia que empieza en la familia (los que conviven en la casa) y llega al Estado (los que comparten la tierra dentro de unas fronteras). Las costumbres son las formas de vida de esos habitantes, las "leyes" de casa y nación.

 Y la ansiedad se adueña del hombre tanto como su estar en el mundo se vuelve inestable: el humano es el que teme la muerte, y la niega, como si su morada fuera eterna. Inventa disipaciones o religiones. Su acaecer es mortal, pero nadie construye para la destrucción, porque construir es lo contrario de destruir. El amparo del hogar esconde el desamparo de la muerte. El humano que huye sin cesar de las casas que construye, y que siempre anhela regresar al hogar, cuyo acaecer es una flecha que se pierde en la nada, y siente el vacío de la "casa deshabitada", vive sin vivir en él. No basta una casa para habitar el mundo...

Francisco Huertas Hernández
27 de abril de 2024