viernes, 31 de octubre de 2025

F. Dostoyevsky: "Братья Карамазовы" (Los hermanos Karamazov). Divagación nº 4. Книга вторая. Неуместное собрание: I. Приехали в монастырь. II. Старый шут. Libro Segundo. Una reunión inoportuna. I. Llegada al monasterio. II. El viejo bufón. El cínico y el santo. Iluminados e ilustrados. Francisco Huertas Hernández

Fyodor Dostoyevsky: "Братья Карамазовы" (Los hermanos Karamazov) (1878-1880).
Divagación nº 4.
Книга вторая. Неуместное собрание: I. Приехали в монастырь. II. Старый шут. Libro Segundo. Una reunión inoportuna. I. Llegada al monasterio. II. El viejo bufón.
El cínico y el santo. Iluminados e ilustrados. 
Francisco Huertas Hernández

"Братья Карамазовы" (1968). Иван Пырьев, Кирилл Лавров, Михаил Ульянов
"Los hermanos Karamazov" (1968). Ivan Pyriev, Kirill Lavrov, Mijail Ulyanov
Алёша Карамазов (Андрей Мягков) - Aliosha Karamazov (Andrei Myagkov)
Старец Зосима (Павел Павленко) - Starets Zosima (Pavel Pavlenko).
Film soviético de 1968 en tres partes. 232 minutos

 El encuentro de varias personas con visiones del mundo opuestas en un espacio cerrado genera una violencia incontenible: el fuego de la palabra, la densidad del silencio, el estrépito de la mirada, la convulsión de los cuerpos en espera. Para un genio como Fyodor Mijailovich Dostoyevski (1821-1881) es posible la comunión de drama teatral en los diálogos, odisea filosófica en las ideas y novela psicológica en las descripciones de personajes y ambientes. El Libro Segundo de "Братья Карамазовы" se titula "Неуместное собрание" (Reunión inoportuna, inapropiada). El escenario es el monasterio cercano a la ciudad, en el que vive el hijo menor de Fyodor Pavlovich, Alexiei Fyodorovich Karamazov (Aliosha), que profesa como novicio, al lado del starets Zosima. Los startsí (plural de starets), explicados por el novelista en el capítulo anterior, eran monjes ortodoxos que guiaban moralmente a través de la obediencia a sus discípulos, mediante su santidad, sabiduría y ascetismo. Actuaban como confesores, consejeros y mediadores. Zosima, inspirado en el starets Amvrosy de Óptina, apenas comía, vivía austeramente, y se distinguía por una humildad e inteligencia extraordinarias.


 En el inicio del capítulo I (La llegada al monasterio) toda la familia acude a la celda de Zosima para que ejerza como mediador en la disputa por la herencia entre el hijo mayor, Dmitri Fyodorovich, y su padre. Dos coches llevaron a los visitantes al monasterio. El primero, una elegante calesa, transportaba a Piotr Aleksandrovich Miusov y a un joven pariente suyo. El otro coche, destartalado, conducía a Fyodor Pavlovich Karamazov y su hijo Ivan Fyodorovich. Y, sin embargo, Dmitri Fyodorovich, no iba en ninguno de los carruajes y llegó tarde. Se informó a los visitantes que el stárets Zosima habitaba una ermita, al otro lado del bosquecito, a cuatrocientos pasos del monasterio. Y un monje les acompañó. En el camino, Miusov advirtió al bufonesco y cínico Fyódor Pávlovich, que se comportara correctamente ante el ilustre starets, al que habían pedido ayuda para que actuara como mediador en la disputa familiar, teniendo en cuenta además el vínculo de éste con Aliosha Fyodorovich. Pero el provocador viejo observó:

"En monasterio ajeno no se entra con regla propia. Aquí hay un total de veinticinco santos que buscan su salvación, se miran unos a otros y comen coles. Lo más extraordinario es que ni una sola mujer cruza este portal. Esto es realmente así. Aunque, ¿no he oído decir que el starets recibe a damas? -preguntó dirigiéndose de pronto al monje" 

(В чужой монастырь со своим уставом не ходят, — заметил он. — Всех здесь в скиту двадцать пять святых спасаются, друг на друга смотрят и капусту едят. И ни одной-то женщины в эти врата не войдет, вот что особенно замечательно. И это ведь действительно так. Только как же я слышал, что старец дам принимает? — обратился он вдруг к монашку)

 Ante la respuesta del monje sobre las mujeres de pueblo y damas distinguidas que acudían en busca de bendiciones o milagros del starets, el cáustico borrachín subió la apuesta burlesca: "Así, pues, existe una pequeña salida de la ermita para visitar a las señoras. No crea, padre santo, que me figuro nada, esto es un decir. ¿Sabe, en el Monte Athos, usted lo habrá oído contar, no sólo están prohibidas las visitas de las mujeres, sino que está prohibida la presencia de toda mujer y de todos los seres hembras, como gallinas, pavas, terneritas..." (Значит, всё же лазеечка к барыням-то из скита проведена. Не подумайте, отец святой, что я что-нибудь, я только так. Знаете, на Афоне, это вы слышали ль, не только посещения женщин не полагается, но и совсем не полагается женщин и никаких даже существ женского рода, курочек, индюшечек, телушечек...)

 Miusov se irrita con las chanzas del viudo de Adelaida Ivánovna Miúsova, su parienta muerta prematuramente, por la mala vida que le dio el crápula Fyodor Pávlovich, acercándose a la habitación del starets, entre rosales.


 ¿Por qué algunas personas no pueden dejar de decir tonterías cuando están en público? El starets Zosima y su creador, Fyodor Mijailovich Dostoyevski nos darán la respuesta en el capítulo II (El viejo bufón). Los visitantes entraron en el aposento del starets, que bendecía a otros monjes, ante la mirada escéptica del europeizado Miúsov. Él y Fyódor Pávlovich se sentaron. "El stárets bajó la mano que había levantado para impartir la bendición y, haciéndoles una nueva reverencia, rogó a todos que se sentaran. A Aliosha la sangre se le subió a la cara: se sintió avergonzado. Comenzaban a confirmarse sus malos presentimientos" (Старец опустил поднявшуюся было для благословения руку и, поклонившись им в другой раз, попросил всех садиться. Кровь залила щеки Алеши; ему стало стыдно. Сбывались его дурные предчувствия)

 Dostoyevski ofrece una descripción de la celda y la ubicación de cada uno de los personajes. Miusov tras recorrer con la mirada la estancia clavó los ojos en el starets. El desagrado que experimenta Miusov por Zosima es ideológico y visceral: "era un hombre bajo, encorvado, débil de piernas, que no contaba más allá de sesenta y cinco años aunque parecía mucho más viejo, por lo menos en diez años más, debido a sus achaques. La cara, muy enjuta, se le veía surcada por diminutas arruguitas, abundantes sobre todo cerca de los ojos, que los tenía claros, pequeños, vivos y brillantes, como dos puntos luminosos. No le quedaban más que unos cabellos grises en las sienes; la barba, pequeña y rala, presentaba forma de cuña, y los labios, que sonreían a menudo, se veían finos como dos cuerdecitas. No podía decirse que tuviera la nariz larga, sino afilada, como el pico de un pájaro.
 "Por todos los síntomas se trata de un alma maligna, mezquina y arrogante", pensó en un momento Miusov, que se sentía muy descontento de sí mismo.
 Sonaron las horas en un reloj de pared y ello dio pie a que se iniciase la conversación"

(С первого мгновения старец ему не понравился. В самом деле, было что-то в лице старца, что многим бы, и кроме Миусова, не понравилось. Это был невысокий сгорбленный человечек с очень слабыми ногами, всего только шестидесяти пяти лет, но казавшийся от болезни гораздо старше, по крайней мере лет на десять. Всё лицо его, впрочем очень сухенькое, было усеяно мелкими морщинками, особенно было много их около глаз. Глаза же были небольшие, из светлых, быстрые и блестящие, вроде как бы две блестящие точки. Седенькие волосики сохранились лишь на висках, бородка была крошечная и реденькая, клином, а губы, часто усмехавшиеся, — тоненькие, как две бечевочки. Нос не то чтобы длинный, а востренький, точно у птички.
«По всем признакам злобная и мелко-надменная душонка», — пролетело в голове Миусова. Вообще он был очень недоволен собой.
Пробившие часы помогли начать разговор)

 Comenzó la plática absurda entre Fyodor Pavlovich y Miusov, incómodos en un ambiente contrario a sus ideas libertinas o liberales. Libertino materialista, sin duda, era el padre de los Karamazov. Liberal ilustrado europeizante y simpatizante del socialismo y la Comuna, Piotr Alexandrovich Miusov.

 Omar Lobos, en la introducción a su traducción de la novela, enmarca el conflicto entre eslavófilos -ortodoxos, campesinos- y los europeizantes -liberales, socialistas-. Dostoyevski representa la primera corriente. Herzen, la segunda. Esto proviene de la fundación de Petersburgo en 1703 por Pedro I el Grande, "para convertirla en capital del imperio, arrancándose a la madrecita Moscú y sus tradiciones "asiáticas" y abriendo sobre el Mar Báltico "una ventana a Europa". Con ese gesto simbólico tremendo, Pedro produce un inmenso cisma en los destinos de Rusia. Fiel al espíritu de su siglo, iniciará a partir de allí una gigantesca tarea para modernizar el país, esto es: occidentalizarlo". Esa brecha entre la nobleza europeizada y la servidumbre apegada a las tradiciones, que tras la invasión napoleónica en 1812, sin embargo, recuperó la conciencia de unidad nacional. Durante el siglo XIX "esa "grieta" entre intelliguentsia y pueblo funda casi toda la gran literatura rusa". Dostoyevski, especialmente. 
 Iván Karamázov, el hijo intermedio, podría representar ese escepticismo ante las creencias tradicionales, especialmente, la fe religiosa. Un europeizado que recita continuamente a Schiller. Alexei Karamázov sería el polo opuesto, el eslavófilo: la tradición religiosa ortodoxa. Pero Dostoyevski presenta con la misma verdad y fuerza todas las tendencias que luchan en la familia, y reflejan la tensión de la madre Rusia.  
 La visceral rusofobia que se extendió por Inglaterra y Francia, y llegó a extremos inimaginables de odio y belicosidad en la actualidad, siempre concibió a Rusia como tierra asiática, bárbara, atrasada y amenazante. Hoy los medios digitales como Wikipedia y Google falsifican la historia y la cultura rusa desde el paradigma rusófobo que no perdonó a Rusia ni sus intentos de occidentalización ni su alma eslava.

 Fyodor Pavlovich se disculpa por comportarse como un bufón: "¡Tiene usted ante sí a un auténtico bufón! Como tal me presento. ¡Se trata de una vieja costumbre, por desgracia! Ahora bien, si a veces miento sin que venga a cuento, lo hago con la intención de hacer reír y ser agradable, ¿verdad?" (Вы видите пред собою шута, шута воистину! Так и рекомендуюсь. Старая привычка, увы! А что некстати иногда вру, так это даже с намерением, с намерением рассмешить и приятным быть. Надобно же быть приятным, не правда ли?). La gran bobada llega a continuación, dirigiéndose al stárets: "Yo, reverendo, soy como el filósofo Diderot. No sé si sabe usted, santísimo padre, cómo el Diderot filósofo se presentó al metropolitano Platón en tiempos de la emperatriz Catalina. Entra y suelta: "Dios no existe". A lo que el gran prelado responde, levantando el dedo: "¡Dice el insensato que en su corazón no hay Dios!" Aquél, sin más, se le arroja a los pies y grita: "Creo y acepto el bautismo". Así lo hicieron: le bautizaron allí mismo. La princesa Dáshkova fue la madrina y Potionkim el padrino...
 - ¡Fyodor Pávlovich, esto es intolerable! Usted sabe muy bien que está mintiendo, que esa estúpida anécdota no tiene nada de verdad, ¿por qué quiere hacerse usted el interesante -insinuó con temblorosa voz Miúsov, ya sin poderse dominar"

(Я, ваше преподобие, как философ Дидерот. Известно ли вам, святейший отец, как Дидерот-философ явился к митрополиту Платону при императрице Екатерине. Входит и прямо сразу: «Нет бога». На что великий святитель подымает перст и отвечает: «Рече безумец в сердце своем несть бог!» Тот как был, так и в ноги: «Верую, кричит, и крещенье принимаю». Так его и окрестили тут же. Княгиня Дашкова была восприемницей, а Потемкин крестным отцом...
— Федор Павлович, это несносно! Ведь вы сами знаете, что вы врете и что этот глупый анекдот неправда, к чему вы ломаетесь? — дрожащим голосом проговорил, совершенно уже не сдерживая себя, Миусов)

 Aquí ofrece Dostoyevski un retrato de personalidad histriónica y narcisista. Fyodor Pavlovich Karamazov es alguien que se degrada satisfaciendo así una pulsión autodestructiva, siendo su rechazo a la moralidad una protesta de rebeldía sin ningún objetivo. Mentir y ser bufón es su máscara social.

 Miúsov se disculpa ante el stárets Zosima. Éste, por primera vez en la novela, se da a conocer. Su actuación ante el degradado viejo Karamazov y la manera en que perdona su conducta son muestra de sabiduría y serenidad: "No se preocupe, se lo ruego -dijo el stárets, levantándose de su sitio; sosteniéndose sobre sus flaquísimas piernas, tomó a Piotr Alexandróvich por ambos brazos y le hizo sentar otra vez en la butaca -Cálmese, se lo ruego. Le suplico especialmente que sea mi huésped...
 ... (a Fyodor Pavlovich) También a usted le ruego que no se inquiete y que no se sienta cohibido -le dijo el stárets solemne-. No se sienta cohibido, pórtese exactamente como si estuviera en su casa. Sobre todo, no se avergüence tanto de sí mismo, pues a esto se debe todo lo que le pasa"

(Не беспокойтесь, прошу вас, — привстал вдруг с своего места на свои хилые ноги старец и, взяв за обе руки Петра Александровича, усадил его опять в кресла. — Будьте спокойны, прошу вас. Я особенно прошу вас быть моим гостем...
... Убедительно и вас прошу не беспокоиться и не стесняться, — внушительно проговорил ему старец... — Не стесняйтесь, будьте совершенно как дома. А главное, не стыдитесь столь самого себя, ибо от сего лишь всё и выходит)

 Añadió el monje Zosima: "Usted mismo sabe lo que ha de hacer, tiene usted bastante entendimiento; no se entregue a la bebida ni a la incontinencia de la palabra, no se entregue a la lujuria, y, sobre todo, a la veneración del dinero; cierre también sus establecimientos de bebidas, si no todos, por lo menos dos o tres. Pero lo más importante, lo que está antes que todo, es que no mienta"

(Сами давно знаете, что надо делать, ума в вас довольно: не предавайтесь пьянству и словесному невоздержанию, не предавайтесь сладострастию, а особенно обожанию денег, да закройте ваши питейные дома, если не можете всех, то хоть два или три. А главное, самое главное — не лгите)

 Miusov y Karamazov se enzarzan de nuevo en un diálogo estúpido, y el stárets se excusa, pero le esperan. Aliosha, que presenció en silencio las tarugadas de su padre, estaba contento de que el stárets no se hubiera ofendido y se sintiera alegre. El monje se encaminaba a la galería a bendecir a los que le aguardaban. 


 Este capítulo -"El viejo bufón"- ilustra muy bien el comportamiento mezquino de uno de esos seres que Dostoyevski conoce tan bien: las malas personas, que, no obstante, aún siguen siendo humanos. Karamazov padre es un bribón sin ley, entregado al placer. Nunca ejerció de padre, se desentendió de sus tres hijos, aunque todos regresaron junto a él en un momento dado. El novelista tiene que concentrar en el espacio y el tiempo a toda la familia, para que el conflicto estalle. El primer escenario de este drama familiar será la celda de un monje. Dmitri llegará más tarde y su aparición desencadenará una violencia extraordinaria en el recinto religioso. Las imbecilidades de Fyodor Pavlovich actuando como un payaso no le salvarán. Los payasos son personas amargadas que disimulan bajo la mueca su desamparo y su maldad (Tersites, en "La Iliada"; Canio en "I Pagliacci" de Leoncavallo; Pennywise, de la novela "It" de Stephen King). Fyodor Pavlovich está en un nivel inferior de humanidad, no tiene conciencia moral. Ser bufón le permite ser escuchado, tenido en cuenta, aunque sea para recibir la humillación del asco y el rechazo ajenos.

 La contraposición entre un elevado ideal moral -Zosima- y la bajeza indigna -Fyodor Pavlovich- no tiene la estructura de un ἀγών (agon) trágico al modo de Antígona y Creonte. No hay confrontación dialéctica ni réplicas argumentales de dos posiciones enfrentadas. El viejo Karamazov (que no es viejo aún) intenta llamar la atención, hacerse querer, diciendo tonterías, mintiendo. No se opone a Zosima, más bien lo respeta, a pesar de su falta de respeto en su perorata. Zosima no juzga ni condena al mentiroso bufón, lo acepta y le aconseja con serenidad. La transformación moral que sucede al cataclismo de un ἀγών trágico no puede darse en un personaje que carece de la grandeza para sufrir trágicamente. Fyodor Pavlovich, con seguridad, teme la muerte, mientras que la serenidad y el perdón del stárets proceden de la aceptación de ésta. Sabido es que la lujuria y la disipación son un síntoma del terror a la muerte. Don Juan encarna ese arquetipo: quien huye de la muerte, se arroja en el frenesí de la conquista y la cópula. La verborrea del viejo Karamazov también es una metáfora de su incontinencia sexual, al igual que su alcoholismo. ¿Para qué tantas palabras innecesarias y vacías? ¿Para qué tantos coitos innecesarios y borracheras sin fin? Mucho ha de huir un hombre de su sombra mortal para exprimir su cuerpo en busca del olvido de su ser...

Francisco Huertas Hernández
31 de octubre de 2025
Traducción de Augusto Vidal

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