Fyodor Dostoyevsky: "Братья Карамазовы" (Los hermanos Karamazov) (1878-1880).
Divagación nº 6.
Книга одиннадцатая. IX
Черт. Кошмар Ивана Федоровича. Libro 11. IX. El diablo. La pesadilla de Ivan Fyodorovich.
El inconsciente como Otro. Eterno retorno, Nihilismo, Amoralidad y Übermensch antes de Nietzsche. El diablo, después de Goethe y antes de Bulgakov. ¿Por qué la literatura es la forma más alta del pensamiento? Francisco Huertas Hernández
En el anexo de la finca de Dostoievski en Darovoe se inauguró una exposición de las ilustraciones de Maria Churakova para la novela "Los hermanos Karamazov" de la colección del Museo-Reserva del Kremlin de Zaraisk. El título de la exposición es una cita de la obra de Dostoievski: «Aquí el diablo lucha con Dios, y el campo de batalla son los corazones de los hombres»
Книга одиннадцатая. IX. Черт. Кошмар Ивана Федоровича. Libro 11. IX. El diablo. La pesadilla de Ivan Fyodorovich
Фото: ГМЗ «Зарайский кремль»
Introducción
El ser humano busca la verdad, incluso cuando la desprecie o le resulte indiferente. Vivimos en este siglo XXI en la paradoja de la sociedad de la información y el desconocimiento, inversamente proporcionales. La irrupción de la Inteligencia Artificial (redes neuronales) desbanca al cerebro humano y sus procesos mentales (memoria, cálculo, inferencia lógica) siguiendo el modelo computacional (algoritmo matemático) que reduce lo biológico a mecánico (mecanicismo). El hombre se encuentra así potenciado en sus capacidades técnicas pero disminuido en su autonomía mental y su libertad. Los niños (y sus padres) ya no saben resolver mentalmente ningún cálculo, no conocen la ortografía y manifiestan un desdén considerable por todo lo pasado (historia, política, arte). Los buscadores y la IA les proporcionan los datos, ¿para qué conservar ese conocimiento innecesario en una sociedad ávida de entretenimento instantáneo y beneficio económico inmediato? Y, entonces, resplandece el arte, esa forma de saber, intuitivo, emocional y trascendente, que declina en el gusto de las masas, con la misma velocidad con la que la filosofía, el saber conceptual, argumentativo, racional, languidece. Decir que en el arte (el gran arte) está la verdad -Martin Heidegger: "en la obra de arte, la verdad del ser se ha puesto en movimiento" (die Kunst ist das Ins‑Werk‑setzen der Wahrheit des Seienden)- es también una manera de resistencia, de disidencia política frente al vacío de la era postecnológica del transhumanismo.
La poesía -y en un sentido amplio, la literatura- situada entre la música y la filosofía es el lugar de la verdad. Fyodor Mijailovich Dostoyevski (1821-1881), uno de los mayores genios de la literatura, condensó en su última novela, "Los hermanos Karamázov" (1880) todo el poder trágico de la palabra, la conciencia y el destino del ser humano.
"Los hermanos Karamázov". Análisis del Libro 11. IX. El diablo. La pesadilla de Ivan Fyódorovich.
Traducción de Omar Lobos
"Yo no soy doctor, pero entretanto siento que ha llegado un momento en que decididamente me es imprescindible explicar al menos alguna cosa acerca de la naturaleza de la enfermedad de Iván Fyódorovich al lector. Adelantándome, diré sólo que él se hallaba ahora, en esta noche, precisamente justo en la víspera de un delirium tremens, que al fin habría de dominar ya por completo su organismo desde hacía tiempo perturbado pero que tenazmente se resistía a la enfermedad"
(Я не доктор, а между тем чувствую, что пришла минута, когда мне решительно необходимо объяснить хоть что-нибудь в свойстве болезни Ивана Федоровича читателю. Забегая вперед, скажу лишь одно: он был теперь, в этот вечер, именно как раз накануне белой горячки, которая наконец уже вполне овладела его издавна расстроенным, но упорно сопротивлявшимся болезни организмом)
Los tres hermanos Karamázov representan actitudes vitales contrapuestas. En el prólogo, el autor nos señala a Aliosha como el verdadero protagonista de la historia, pero, el lector comprobará que eso no es así. Alexei Fyódorovich (Aliosha), el menor de los hermanos, será el testigo pasivo de los acontecimientos, el mediador impotente, el creyente obediente, entre las figuras gigantescas de Dmitri (Mitia) -ávido de vida (sensualidad), impulsivo, emocional y capaz de sacrificio por amor. Mitia, el hermano mayor, es el que manifiesta con más claridad ser hijo del desamor. Su vulnerabilidad y su fuerza son inseparables, escindido entre dos bellas mujeres rivales (Katya y Grúshenka)- e Ivan -intelectual, nihilista, ateo, en una atroz y creciente lucha interior entre la fe y la negación, encarna la mayor lucidez de todos, en una visión inmisericorde de la vida: sin Dios todo está permitido-. En diversos análisis se ha dicho que Dostoyevski proyecta en Ivan los rasgos del ruso liberal, europeizado, ateo, por el que no experimenta simpatía alguna. El lector actual no encontrará nada de eso. Cada uno de los personajes, principales y secundarios, de la novela, es tratado con respeto, amor y, en cada uno de ellos, resplandece la verdad. Sin la figura de Ivan la historia carece de sentido. Si Dmitri se arroja a la vida con una furia, un derroche dionisiaco, extraordinarios, siendo, por tanto, el motor de la trama novelesca, si se quiere, folletinesca, del crimen y el castigo, la pasión, la sensualidad, la borrachera, la juerga y el arrepentimiento, Ivan, en cambio, se detiene ante la vida, escéptico, ilustrado y sofístico. Su teoría amoral llega directamente hasta Friedrich Nietzsche, inspirando, sobre todo en este portentoso capítulo, conceptos tales como la voluntad de poder, la moral de esclavos, la crítica de la moral, el nihilismo y el Übermensch. Quizás el lector no espere la degeneración nerviosa de Ivan, tan ufano en los primeros capítulos, mas en la conciencia desdoblada, o el SuperYo moral, en forma de alucinación acústica, resuenan los versículos de Isaías: "Y cuando salgan, verán los cadáveres de los que se han rebelado contra Mí, porque su gusano no morirá y su fuego no se apagará. Y ellos serán un espanto para todos" (Isaías 66:24). El gusano y el fuego del tormento perpetuo cristiano son también la lucha interna de la duda entre fe y razón.
El doctor venido de Moscú, traído por Katerina Ivánovna (su novia abandonada), le examinó y dictaminó una perturbación en el cerebro y la probable aparición de alucinaciones. Ivan no siguió el consejo médico del reposo. Y el delirio llegó.
"Así, él estaba sentado ahora casi reconociendo que deliraba, y observaba algún objeto en el diván de la pared opuesta. Allí de repente resultó que había alguien sentado, y que había entrado Dios sabe cómo, porque no estaba todavía en la habitación cuando Iván Fyódorovich, al volver de lo de Smerdiákov, ingresó en ella. Era este un señor, o mejor dicho, un gentleman ruso de determinada clase, ya no joven, "qui frisait la cinquantaine"..." (Итак, он сидел теперь, почти сознавая сам, что в бреду, и, как уже и сказал я, упорно приглядывался к какому-то предмету у противоположной стены на диване. Там вдруг оказался сидящим некто, бог знает как вошедший, потому что его еще не было в комнате, когда Иван Федорович, возвратясь от Смердякова, вступил в нее. Это был какой-то господин или, лучше сказать, известного сорта русский джентльмен, лет уже не молодых, «qui frisait la cinquantaine»)
Ese misterioso desconocido, elegante dentro de sus débiles recursos, del tipo de remolón, solitario y desapegado de sus hijos a los que educa alguna tía lejana, quiere conversar con su anfitrión, y le recrimina que fue a lo de Smerdiákov para saber si le había visitado Katerina Ivanovna y se olvidó de preguntar. El gentleman ruso comienza a reflexionar sobre la fe a la que ninguna prueba material ayuda. Es la necesidad de creer la que da a las pruebas valor de verdad. Esta visión corresponde a la filosofía de la ciencia que sostiene que sin una teoría previa (paradigma) ninguna observación (prueba material) es posible. Los hechos son explicados por las teorías, porque en sí mismos son ciegos. Immanuel Kant lo estableció con claridad. Idealismo, en definitiva, entendido como superioridad de lo teórico sobre lo empírico. Y la fe es también una suerte de teoría o axioma del corazón superior a los hechos.
Ivan Fyodorovich se levanta y reconoce que está delirando, y que ese visitante agudo es, en realidad, él mismo: "soy yo, ¡yo mismo hablo, y no tú!". No sé solamente si dormía la vez pasada o te veía de veras. Mira, ahora mojaré una toalla con agua fría y me la pondré en la cabeza, y tú acaso te evapores" (потому что это я, я сам говорю, а не ты! Не знаю только, спал ли я в прошлый раз или видел тебя наяву? Вот я обмочу полотенце холодною водой и приложу к голове, и авось ты испаришься)
El cuadro que presenta Ivan es psicótico, de esquizofrenia. La alucinación acústica no tiene una fuente real (aunque se necesitaría una tercera persona para comprobarlo, y en ese momento está solo, o en compañía de alguien que ha entrado sin saber cómo), presenta autonomía de contenido, parece como si fuesen ideas de otro, que son independientes de la voluntad del que sufre el delirio. Podría ser un cuadro menos grave, un pensamiento intrusivo fruto de la obsesión y la ansiedad, porque todo el tiempo Ivan insiste en reconocer que es él quien habla, aparentemente desdoblado, porque Ivan afirma:
"Ni por un momento te tomo por una verdad real. Eres una mentira, la enfermedad mía, un fantasma. Sólo que no sé con qué aniquilarte, y veo que por cierto tiempo tendré que sufrir. Eres mi alucinación. Eres la encarnación de mí mismo, sólo que, por otro lado, de un costado mío..., de mis ideas y sentimientos, sólo que los más rastreros y estúpidos"
(Ни одной минуты не принимаю тебя за реальную правду, — как-то яростно даже вскричал Иван. — Ты ложь, ты болезнь моя, ты призрак. Я только не знаю, чем тебя истребить, и вижу, что некоторое время надобно прострадать. Ты моя галлюцинация. Ты воплощение меня самого, только одной, впрочем, моей стороны... моих мыслей и чувств, только самых гадких и глупых)
Ivan ha dudado si dormía o caminaba cuando anteriormente se le apareció el desconocido íntimo. Ahora llegó la "gran decisión" (это великое решение): defender mañana en el juicio al hermano Dmitri, acusado de parricidio, ofreciéndose en sacrificio como culpable el propio Iván, ya que, a juicio de Smerdiákov el lacayo, fue Ivan quien le incitó al crimen tras la conversación entre ambos y la marcha a Moscú de éste.
Las respuestas burlescas de esta sombra invisible del propio Ivan son reproches que éste mismo se hace como si hablara solo. Una vez alguien dijo que hablar solo no era peligroso hasta que uno no se respondiera a sí mismo. Y éste es justo el límite de la alienación. Ivan sigue luchando contra el visitante: "tú eres yo, yo mismo, sólo que con otra jeta. Tú dices precisamente lo que yo ya estoy pensando... ¡y no está en ti decirme nada nuevo!" (ты — я, сам я, только с другою рожей. Ты именно говоришь то, что я уже мыслю... и ничего не в силах сказать мне нового!)
Mas no es así Ivan Fyodorovich, en sueños vemos y entendemos cosas que no conocíamos. El inconsciente vive y piensa más allá de nuestra conciencia. El inconsciente es el deseo de lo prohibido. No puede más que desearse lo prohibido (por eso se distingue el deseo del amor en el mundo humano: el amor es elevado, el deseo es animal). Eso exige la represión. Así se explica el conflicto psíquico en el psicoanálisis de Sigmund Freud. En Dostoyevski la lucha interior es el motor del drama, de la vida, expuesta con realismo. Parece que Tolstoi dijo de él que "era una persona en quien todo es lucha" (Человек, который весь борьба). Para un creyente la lucha siempre es con el mal, el pecado, simbolizado en el diablo. El visitante e interlocutor de Ivan confiesa que "habitualmente en la sociedad se toma como un axioma que yo soy un ángel caído" (но... обыкновенно в обществе принято за аксиому, что я падший ангел). Este ángel acompañante a su pesar se vuelve soñador en la tierra, camina y sueña, es supersticioso (Я здесь хожу и мечтаю, Я люблю мечтать. К тому же на земле я становлюсь суеверен) ¿Y qué sueños tiene este diablillo? Encarnarse en la esposa gorda de siete puds de un comerciante, y creer en todo lo que ella cree. (Моя мечта это — воплотиться, но чтоб уж окончательно, безвозвратно, в какую-нибудь толстую семипудовую купчиху и всему поверить, во что она верит)
El tono de este Mefistófeles karamazoviano proviene del "Faust" de Johann Wolfgang von Goethe, donde el diablo es un bufón, e inspira directamente a otro titán de la literatura rusa, Mijail Afanasyevich Bulgakov, en sus demonios de "El Maestro y Margarita". Frente al intelectual europeizado Ivan Fyodorovich, el rústico terrateniente ruso de su doble. La rebelión de lo vulgar y terrenal frente a lo sofisticado y abstracto de las especulaciones ateas del segundo hijo de Fyodor Pavlovich. Las pavadas de este "diablo con reumatismo" irritan a Karamazov, hasta que descubre en su cháchara una idea que a él no se le había venido nunca a la cabeza. Entonces comienza la reflexión más importante de este capítulo. Dostoyevski pone en boca del cómico diablo ideas profundas y serias:
"Escucha: en los sueños, y sobre todo en las pesadillas, bueno, por desarreglos en el estómago o por cualquier otra cosa, a veces tiene la persona sueños tan artísticos, una realidad tan complicada y real, unos hechos tales o incluso todo un mundo de hechos ligado con tal intriga a los detalles más inesperados, empezando por vuestras más elevadas manifestaciones y hasta el último botón de la pechera, que, te lo juro, Lyev Tolstoi no los escribiría, y entre tanto algunas veces esos sueños no los tienen en absoluto los escritores, sino las personas absolutamente más mediocres, los funcionarios, los folletinistas, los popes... Respecto a esto hay incluso todo un problema: un ministro incluso me ha confesado que sus mejores ideas le vienen cuando duerme. Bueno, así es también ahora. Aunque yo sea tu alucinación, como en una pesadilla, digo cosas originales, que a ti hasta ahora no te habían venido a la cabeza, de modo que ya no repito en absoluto tus pensamientos, y entre tanto soy sólo tu pesadilla y nada más"
(Слушай: в снах, и особенно в кошмарах, ну, там от расстройства желудка или чего-нибудь, иногда видит человек такие художественные сны, такую сложную и реальную действительность, такие события или даже целый мир событий, связанный такою интригой, с такими неожиданными подробностями, начиная с высших ваших проявлений до последней пуговицы на манишке, что, клянусь тебе, Лев Толстой не сочинит, а между тем видят такие сны иной раз вовсе не сочинители, совсем самые заурядные люди, чиновники, фельетонисты, попы... Насчет этого даже целая задача: один министр так даже мне сам признавался, что все лучшие идеи его приходят к нему, когда он спит. Ну вот так и теперь. Я хоть и твоя галлюцинация, но, как и в кошмаре, я говорю вещи оригинальные, какие тебе до сих пор в голову не приходили, так что уже вовсе не повторяю твоих мыслей, а между тем я только твой кошмар, и больше ничего)
La creatividad del inconsciente, pleno de vitalidad y energía, liberado en el sueño, y sometido en la vigilia a la moral. Si la voz del inconsciente se separa claramente del yo es la locura, la locura del genio creador, opuesta a la mesura del hombre vulgar que, aún en el remoto caso de que sintiera esa voz, la rechazaría. Ivan la rechaza. El punto de vista de Dostoyevski, como siempre es complejo: expone la presencia de esa voz, ese deseo, esa alteridad amoral, pero, la contiene, en nombre de la moral cristiana, de fraternidad, misericordia y fe en la inmortalidad. Ivan Karamazov es ateo en su intelecto, pero en su corazón hay una llama de amor, de fe (entendamos siempre el amor fraterno como fe). Las ideas ateas de Ivan son un juego de salón, de periódico, un eco de lo que viene de la Europa secularizada, que ha sustituido a Dios por el progreso económico, el capital. Iván, exasperado, ante esa voz, ese invitado no deseado, deja de caminar y se arranca la toalla mojada en la cabeza, que de nada ha servido. Algunos diálogos son absurdos, como el del hacha helada flotando en el espacio, pero la esencia es si creer en la realidad del gentleman o si desecharlo como pesadilla, aunque éste asegura que "lamentablemente la verdad casi nunca suele ser ingeniosa. Tú, ya veo, decididamente esperas de mí algo grande, quizá hasta sublime. Pero es una gran pena porque yo doy solamente aquello que puedo..." (Да я и не вру, всё правда; к сожалению, правда почти всегда бывает неостроумна. Ты, я вижу, решительно ждешь от меня чего-то великого, а может быть, и прекрасного. Это очень жаль, потому что я даю лишь то, что могу)
Toda la plática del diablo sobre los especialistas médicos ineptos, los remedios tradicionales y la desaparición de la creencia en el diablo (le diable n'existe point!) unida a la eliminación de la creencia en Dios da paso a la reflexión sobre la negación:
"Por alguna nominación prematura, que nunca he podido descifrar, fui destinado a "negar", en tanto soy sinceramente bueno y completamente inepto para la negación. No, ve a negar, sin negación no habrá crítica, ¿y que clase de revista iba a ser si no hay una "sección de crítica". Sin crítica, sería un puro "hosanna". Pero para la vida es poco un puro "hosanna", es preciso que este "hosanna" pase a través de todo un crisol de dudas, bueno y etcétera, en este estilo"
(Каким-то там довременным назначением, которого я никогда разобрать не мог, я определен «отрицать», между тем я искренно добр и к отрицанию совсем не способен. Нет, ступай отрицать, без отрицания-де не будет критики, а какой же журнал, если нет «отделения критики»? Без критики будет одна «осанна». Но для жизни мало одной «осанны», надо, чтоб «осанна»-то эта переходила через горнило сомнений, ну и так далее, в этом роде)
La reflexión antiintelectual del diablo pendejo es seria pues fue permitido a los bufones decir las incómodas verdades a sus señores (reyes):
"Bueno, pues eligieron un chivo expiatorio, me forzaron a escribir en la sección de crítica, y resultó la vida. Nosotros comprendemos esta comedia: yo, por ejemplo, exijo directa y sencillamente que se me aniquile. No, vive, dicen, porque sin ti no habría nada. Si en la tierra todo fuera sensato, no sucedería nada. Sin ti no habría ningún acontecimiento, y es preciso que haya acontecimientos. Así es que trabajo, mal que me pese, para que haya acontecimientos, y creo lo irracional por mandato. La gente toma toda esta comedia por una cosa seria, incluso con toda su indiscutible inteligencia. En esto está su tragedia. Bueno, y sufren, por supuesto, pero... en cambio siempre viven, viven realmente, no fantásticamente; pues este sufrimiento es también la vida. Sin sufrimiento qué placer habría en ella: todo se convertiría en un infinito oficio religioso: santo, pero un tanto aburrido. Bueno, ¿y yo? Yo sufro, pero así y todo no vivo. Soy la equis en una ecuación indeterminada. Soy como un fantasma de la vida, que perdió todos los fines y todos los principios, e incluso se olvidó finalmente de cómo llamarse a sí mismo. Te ríes... no, no te ríes, de nuevo te estás enojando. Eternamente te estás enojando, para ti todo tendría que ser sólo inteligencia, y yo por el contrario te repetiré que daría toda esta vida más allá de las estrellas, todos los rangos y honores, solamente para encarnarme en el alma de la esposa de un comerciante de siete puds y ponerle velitas a Dios.
- ¿Tampoco tú crees en Dios? -se sonrió odioso Ivan-
- O sea, cómo decirte esto, sólo si lo preguntas en serio...
- ¿Existe Dios o no? -gritó de nuevo con feroz insistencia Ivan"
(Ну и выбрали козла отпущения, заставили писать в отделении критики, и получилась жизнь. Мы эту комедию понимаем: я, например, прямо и просто требую себе уничтожения. Нет, живи, говорят, потому что без тебя ничего не будет. Если бы на земле было всё благоразумно, то ничего бы и не произошло. Без тебя не будет никаких происшествий, а надо, чтобы были происшествия. Вот и служу скрепя сердце, чтобы были происшествия, и творю неразумное по приказу. Люди принимают всю эту комедию за нечто серьезное, даже при всем своем бесспорном уме. В этом их и трагедия. Ну и страдают, конечно, но... всё же зато живут, живут реально, не фантастически; ибо страдание-то и есть жизнь. Без страдания какое было бы в ней удовольствие — всё обратилось бы в один бесконечный молебен: оно свято, но скучновато. Ну а я? Я страдаю, а всё же не живу. Я икс в неопределенном уравнении. Я какой-то призрак жизни, который потерял все концы и начала, и даже сам позабыл наконец, как и назвать себя. Ты смеешься... нет, ты не смеешься, ты опять сердишься. Ты вечно сердишься, тебе бы всё только ума, а я опять-таки повторю тебе, что я отдал бы всю эту надзвездную жизнь, все чины и почести за то только, чтобы воплотиться в душу семипудовой купчихи и богу свечки ставить.
— Уж и ты в бога не веришь? — ненавистно усмехнулся Иван.
— То есть как тебе это сказать, если ты только серьезно...
— Есть бог или нет? — опять со свирепою настойчивостью крикнул Иван)
Sigue el argumento contra las ciencias del diablo, que confunden y disuelven la fe en Dios. Y cuenta el jocoso demonio una leyenda de allá, de su mundo, igual al mundo de acá, aunque está prohibido descubrir esos secretos:
"La leyenda esta es sobre el paraíso. Dicen que había aquí en la tierra un pensador y filósofo, "todo lo rechazaba, las leyes, la conciencia, la fe", y principalmente la vida futura. Murió, pensaba que iría directamente a las tinieblas y la muerte, y he aquí que ante él... la vida futura. Se admiró y se indignó: "Esto", dice, "contradice mis convicciones". Por esto mismo, pues, lo condenaron..., es decir, a ver, tú discúlpame, es que yo te transmito lo que oí, es sólo una leyenda... lo condenaron, pues, a recorrer en tinieblas un cuatrillón de kilómetros (pues ahora allá es en kilómetros), y cuando terminara ese cuatrillón, sólo entonces le abrirían las puertas del paraíso y le perdonarían todo-
- ¿Pero además del cuatrillón qué otras penas tienen en el otro mundo? -lo cortó Iván con cierta extraña animación.
- ¿Qué penas? ¡Ah!, ni preguntes: antes había esto y aquello, pero actualmente se ha ido pasando cada vez más a las morales, "remordimientos de conciencia" y todos esos disparates. Esto también empezó por ustedes, por el "reblandecimiento de vuestras costumbres". Bueno, y quién ganó, ganaron sólo los desvergonzados, porque qué remordimientos de conciencia va a haber cuando no hay conciencia en absoluto..."
(Так вот эта дикая легенда, еще средних наших веков — не ваших, а наших — и никто-то ей не верит даже и у нас, кроме семипудовых купчих, то есть опять-таки не ваших, а наших купчих. Всё, что у вас есть, — есть и у нас, это я уж тебе по дружбе одну тайну нашу открываю, хоть и запрещено. Легенда-то эта об рае. Был, дескать, здесь у вас на земле один такой мыслитель и философ, «всё отвергал, законы, совесть, веру», а главное — будущую жизнь. Помер, думал, что прямо во мрак и смерть, ан перед ним — будущая жизнь. Изумился и вознегодовал: «Это, говорит, противоречит моим убеждениям». Вот его за это и присудили... то есть, видишь, ты меня извини, я ведь передаю сам, что слышал, это только легенда... присудили, видишь, его, чтобы прошел во мраке квадриллион километров (у нас ведь теперь на километры), и когда кончит этот квадриллион, то тогда ему отворят райские двери и всё простят...
— А какие муки у вас на том свете, кроме-то квадриллиона? — с каким-то странным оживлением прервал Иван.
— Какие муки? Ах, и не спрашивай: прежде было и так и сяк, а ныне всё больше нравственные пошли, «угрызения совести» и весь этот вздор. Это тоже от вас завелось, от «смягчения ваших нравов». Ну и кто же выиграл, выиграли одни бессовестные, потому что ж ему за угрызения совести, когда и совести-то нет вовсе)
El humor de Dostoyevski va dirigido contra las ideas liberales y filantrópicas que se extienden por Europa. Las costumbres suavizadas (смягчения ваших нравов) reducen la responsabilidad y la conciencia moral, pues ya no hay que responder ante Dios sino ante los buenos modales y las leyes civiles tan cambiantes como los gobiernos. El diablo sabe más por viejo que por diablo. Este diablo, mezcla de SuperYo moral serio y de Ello libidinoso jocoso del propio Ivan Fyodorovich, realiza su burlesca diatriba contra los ateos rusos (liberales que tanto daño han hecho y hacen a Rusia):
"Bueno, entonces este condenado se plantó ante el cuatrillón, miró y se echó atravesado en el camino: "¡No quiero ir! ¡Por principios no iré!". Toma el alma de un ateo ruso ilustrado y mézclala con el alma del profeta Jonás, enfurruñado en el vientre de la ballena tres días y tres noches, y ahí tienes el carácter de este pensador echado en el camino"
(Ну, так вот этот осужденный на квадриллион постоял, посмотрел и лег поперек дороги: «Не хочу идти, из принципа не пойду!» Возьми душу русского просвещенного атеиста и смешай с душой пророка Ионы, будировавшего во чреве китове три дня и три ночи, — вот тебе характер этого улегшегося на дороге мыслителя)
El pensador ese de la leyenda tras estar echado en el camino mil años, se levantó y siguió. Ante la desmesura de tiempo lineal (concepción cristiana) señalada por Ivan, su alter ego hace una defensa del tiempo circular, del eterno retorno, en unas líneas de gran tono nietzscheano (más bien coinciden con la cosmogonía de Anaximandro de Mileto), aunque Friedrich Nietzsche (1844-1900) parece que no pudo leer esta novela. Solamente tenemos constancia de su lectura de "Memorias del subsuelo", "Humillados y ofendidos" y "Demonios":
"¡Pero es que tú sigues pensando en nuestra tierra de ahora! Y la tierra de ahora puede que también se haya repetido un billón de veces; en fin, ha cumplido su ciclo, se ha helado, se ha resquebrajado, se ha dispersado, se ha disgregado en sus principios constitutivos, de nuevo el agua, por encima del firmamento, después de nuevo un cometa, de nuevo el sol, de nuevo a partir del sol la tierra..., pues este desarrollo puede que se haya repetido ya infinidad de veces, y siempre con la misma apariencia, hasta la última liniíta. Un aburrimiento indecentísimo..."
(Да ведь ты думаешь всё про нашу теперешнюю землю! Да ведь теперешняя земля, может, сама-то биллион раз повторялась; ну, отживала, леденела, трескалась, рассыпалась, разлагалась на составные начала, опять вода, яже бе над твердию, потом опять комета, опять солнце, опять из солнца земля — ведь это развитие, может, уже бесконечно раз повторяется, и всё в одном и том же виде, до черточки. Скучища неприличнейшая...)
El pensador de la fábula terminó entrando en el Paraíso... y de pronto Ivan se da cuenta de que él inventó esa historia del cuatrillón de años cuando tenía diecisiete años y se la contó a un compañero de clase en Moscú. Olvidó esta anécdota hasta hoy, que le vino a la mente... ¡inconscientemente!:
"¡me vino a mí, y no es que tú la contaras! Así como miles de cosas vienen a veces a la mente de manera inconsciente, incluso cuando te llevan al patíbulo... me vino a la mente en sueños. ¡Y tú aquí eres este sueño! ¡Tú eres un sueño y no existes!"
(Я тебя поймал! — вскричал Иван с какою-то почти детскою радостью, как бы уже окончательно что-то припомнив, — этот анекдот о квадриллионе лет — это я сам сочинил! Мне было тогда семнадцать лет, я был в гимназии... я этот анекдот тогда сочинил и рассказал одному товарищу, фамилия его Коровкин, это было в Москве... Анекдот этот так характерен, что я не мог его ниоткуда взять. Я его было забыл... но он мне припомнился теперь бессознательно — мне самому, а не ты рассказал! Как тысячи вещей припоминаются иногда бессознательно, даже когда казнить везут... во сне припомнился. Вот ты и есть этот сон! Ты сон и не существуешь!)
El inconsciente como un "otro" es un tema de Jacques Lacan (1901-1981): "L’inconscient, c’est le discours de l’Autre". En este capítulo profundísimo y jovial al tiempo de la colosal narración filosófica de Dostoyevski esta idea lacaniana se hace clara y distinta, algo ajeno a la escritura de Lacan. El sujeto que habla en la terapia analítica experimenta lo que se dice sin su conocimiento, sin que pueda controlarlo. Como dice Lacan en "Les formations de l’inconscient" (1957): «una vez que se ha entrado en la rueda del molino de las palabras, el discurso siempre dice más de lo que se dice». ¡Con qué fuerza, sencillez y meridiana claridad muestra esto Dostoyevski: la escena de la locura de Ivan es una incipiente cura psicoanalítica! La locura que se manifiesta a partir de la obsesión de Ivan Fyodorovich Karamazov es el descubrimiento de la voz del "otro", su inconsciente, que no es suyo, porque el inconsciente no es de nadie. En Dostoyevski procede del ámbito religioso, hable en dialecto demoniaco o en verbo divino (el ejemplo moral del starets Zosima). El "otro" (inconsciente, diablo, alucinación) de Ivan le conduce por la lucha entre fe y descreimiento: ¿busca su bien?
"Pero mi objetivo es noble. Solamente arrojaré en ti una diminuta semillita de fe, pero de ella crecerá un roble, y un roble tal que tú, sentado sobre este roble, desearás ingresar a "los padres anacoretas y las mujeres castas", pues en secreto deseas mucho mucho eso"
(А цель моя благородная. Я в тебя только крохотное семечко веры брошу, а из него вырастет дуб — да еще такой дуб, что ты, сидя на дубе-то, в «отцы пустынники и в жены непорочны» пожелаешь вступить; ибо тебе оченно, оченно того втайне хочется, акриды кушать будешь, спасаться в пустыню потащишься!)
El diablo bufón sigue con su discurso absurdo de un marqués que perdió su nariz (homenaje a "La nariz" de Nikolai Gogol) e imploraba a su Padre espiritual recuperarla. La chanza con la casuística jesuítica continúa con un episodio picante:
"En cuanto a estos confesionarios de los jesuitas, son de verdad mi más adorable diversión en los momentos tristes de la vida. Aquí tienes otro caso más, ya completamente en estos días. Viene a ver a un viejo pater una rubiecita, normanda, de unos veinte años, una muchacha. Una belleza, un cuerpo, una naturaleza... se le caen a uno las babitas. Se agachó, le susurró por el agujerito al pater su pecado... "¿Qué dice, hija mía?, ¿es posible que haya caído ya de nuevo?", exclama el pater. "O, Sancta Maria, qué oigo: no es ya con aquel. ¡Pero hasta cuándo continuará esto, y cómo no le da vergüenza!". "Ah, mon père", contesta la pecadora toda en lágrimas de arrepentimiento, "ça lui fait tant de plaisir et à moi si peu de peine!". Bueno, ¡imagínate semejante respuesta! Aquí hasta yo retrocedí: esto era un grito de la propia naturaleza, esto, si quieres, ¡era mejor que la inocencia misma! Yo ahí mismo le perdoné el pecado y ya me había dado vuelta para irme, pero en el acto me vi obligado a volverme: oigo que el pater por el agujerito le está fijando una cita para el anochecer... ¡El viejo era fuerte como el sílex y cayó en un instante! Es la naturaleza, ¡la verdad de la naturaleza que tomó lo suyo!"
(Что же до исповедальных этих иезуитских будочек, то это воистину самое милое мое развлечение в грустные минуты жизни. Вот тебе еще один случай, совсем уж на днях. Приходит к старику патеру блондиночка, норманочка, лет двадцати, девушка. Красота, телеса, натура — слюнки текут. Нагнулась, шепчет патеру в дырочку свой грех. «Что вы, дочь моя, неужели вы опять уже пали?.. — восклицает патер. — O Sancta Maria, что я слышу: уже не с тем. Но доколе же это продолжится, и как вам это не стыдно!» — «Ah mon père, — отвечает грешница, вся в покаянных слезах. — Ça lui fait tant de plaisir et à moi si peu de peine!» Ну, представь себе такой ответ! Тут уж и я отступился: это крик самой природы, это, если хочешь, лучше самой невинности! Я тут же отпустил ей грех и повернулся было идти, но тотчас же принужден был и воротиться: слышу, патер в дырочку ей назначает вечером свидание, а ведь старик — кремень, и вот пал в одно мгновение! Природа-то, правда-то природы взяла свое!)
Ivan siente que la verborrea del gentleman golpea su cerebro como una pesadilla obsesionante. El fantasma se burla diciendo que Karamazov exige de él "lo grande y sublime", porque ofende sus sentimientos estéticos y su orgullo: ¿cómo una gran persona tiene un diablo tan vulgar?:
"Y tú siempre con que yo soy estúpido. Pero, Dios mío, yo ni siquiera pretendo compararme contigo en inteligencia. Mefistófeles, al aparecérsele a Fausto, testimonió sobre sí mismo que él quiere el mal pero hace sólo el bien. Bueno, como a él le parezca, pero yo completamente al contrario. Quizá sea la única persona en toda la naturaleza que ama la verdad y desea sinceramente el bien"
(И всё ты о том, что я глуп. Но бог мой, я и претензий не имею равняться с тобой умом. Мефистофель, явившись к Фаусту, засвидетельствовал о себе, что он хочет зла, а делает лишь добро. Ну, это как ему угодно, я же совершенно напротив. Я, может быть, единственный человек во всей природе, который любит истину и искренно желает добра)
La irritación de Ivan ante la voz del otro, de lo que "hay de estúpido en mi naturaleza... ¡tú me lo sirves como si fuera una novedad!" (всё, что ни есть глупого в природе моей, давно уже пережитого, перемолотого в уме моем, отброшенного, как падаль, — ты мне же подносишь как какую-то новость!), continúa: ¿la naturaleza es inocente? ¿y si ella nos impulsa al exceso de placer y la estupidez? ¿Los niños recién nacidos son estúpidos porque carecen de razón, de inteligencia, hasta de conciencia? ¿Las plantas son estúpidas? Pero, ¿no es la mayor parte de la estupidez humana fruto de la sociedad, del querer agradar, deslumbrar, zaherir, vengarse, triunfar, destruir a los otros? Ivan es una persona inteligente, pero ¿de qué sirve la inteligencia a quien se aparta del bien? Según Platón y su maestro Sócrates no hay inteligencia más que del bien. El Bien es el Ser, y solamente de él puede haber reflejo en el alma, el Mal no es más que ausencia, y no deja huella en el alma. Mas, ¿cómo el extravío de los juegos de ideas modernas presentan un mundo sin Bien, sin Ser, sin Dios? El ser que la ciencia estudia, observando y calculando, ¿es ser o apariencia? Los ateos positivistas y los liberales depusieron la religión y colocaron a la ciencia en su lugar. Ivan ni siquiera es un adorador de la ciencia. Él se horroriza ante el sufrimiento de los niños (los seres inocentes): ¿por qué un Dios creador, omnipotente y bondadoso lo permite? Se burla el diablo de los jesuitas con sus respuestas sobre la Providencia divina insondable para el alma humana, orgullosa y soberbia por su ciencia matemática de la materia, pero el Bien no es materia. El amor no es materia...
El visitante de Ivan recuerda al "adorabilísimo barincito ruso, joven pensador y gran amante de la literatura y las cosas elegantes, autor de un poema prometedor, que se llama "El Gran Inquisidor"" (Друг мой, я знаю одного прелестнейшего и милейшего русского барчонка: молодого мыслителя и большого любителя литературы и изящных вещей, автора поэмы, которая обещает, под названием: «Великий инквизитор»...), lo que enerva más a Ivan. No le permite al impostor hablar de su poema. Se menciona "La revolución geológica". No queda claro si ambos escritos tienen relación: el anuncio de una transmutación de los valores, del ser mismo, que se adelanta a la revolución axiológica de Friedrich Nietzsche en unos años. El diablo resume estas ideas juveniles y exaltadas, nihilistas, de Ivan Fyodorovich.
""Hay allá hombres nuevos", resolviste ya la pasada primavera, "se disponen a destruirlo todo y empezar desde la antropofagia. ¡Tontos, a mí no me preguntaron! Para mí incluso no hay que destruir nada, sino que hay que destruir solamente en la humanidad la idea de Dios, ¡por ahí es por donde hay que poner manos a la obra! Por esto, por esto hay que comenzar... ¡oh ciegos, que no comprenden nada! Una vez que la humanidad abjure sin excepción (y yo creo que este periodo, paralelamente a los periodos geológicos, ha de cumplirse), por sí misma, sin antropofagia, ha de caer toda la anterior cosmovisión, y principalmente la anterior moral, y todo será nuevo. Los hombres se unirán para tomar de la vida todo lo que ella pueda dar, pero indefectiblemente sólo para la felicidad y la alegría en el mundo de aquí. El hombre se envanecerá con su espíritu divino, con su orgullo titánico, y aparecerá el hombre-dios. Al vencer a cada hora y ya sin límites a la naturaleza con su voluntad y su ciencia, el hombre va a sentir por lo mismo a cada hora un placer tan alto que reemplazará en él todas las anteriores esperanzas en los placeres celestiales. Cualquiera sabrá que es mortal, sin resurrección, y aceptará la muerte orgullosa y tranquilamente como un dios. Por orgullo comprenderá que no tiene por qué quejarse de que la vida sea un instante, y amará a su hermano ya sin ningún soborno. El amor va a satisfacer solamente el instante de la vida, pero ya la sola conciencia de su instantaneidad reforzará su fuego tanto como antes nadaba en las esperanzas del amor ultraterreno e infinito"... bueno, y etc., etc., todo en el mismo estilo. ¡Adorable!
Ivan estaba sentado apretádose los oídos con las manos y mirando al suelo, pero comenzó a temblar con todo el cuerpo. La voz continuaba:
- La cuestión ahora, pensaba mi joven pensador, está en si es posible que es periodo llegue alguna vez o no. Si llegara, todo estaría resuelto, y la humanidad se organizaría definitivamente. Pero en tanto que, en vista de la arraigada estupidez humana, esto tal vez ni aun en mil años se organice, a quien conozca ya ahora la verdad le está permitido organizarse completamente a su antojo, sobre principios nuevos. En este sentido "todo le está permitido". Por si fuera poco: aun si este periodo no llegara nunca, como así y todo no habría Dios ni inmortalidad, al hombre nuevo le estaria permitido convertirse en hombre-dios, incluso aunque sea a uno en el mundo entero, y por supuesto, con el nuevo rango, saltar con el corazón liviano por sobre cada una de las anteriores barreras morales del anterior hombre-esclavo, si eso fuera preciso. ¡Para un dios no existe la ley! Donde se plante un dios... ¡ya allí es un sitio divino! Donde me plante yo, enseguida será el lugar primero... ¡"todo está permitido" y basta! Todo esto es muy simpático; sólo que si quiso trampear, ¿para qué al parecer habría aún de necesitar la sanción de la verdad? Pero así es nuestro hombrecito ruso contemporáneo: sin sanción ni a trampear se atreve, a tal punto se ha enamorado de la verdad...
El visitante hablaba dejándose llevar evidentemente por su elocuencia, elevando más y más la voz y mirando burlonamente al dueño de la casa; pero no logró terminar: Ivan de repente agarró de la mesa un vaso y se lo arrojó con fuerza al orador.
- Ah, mais c'est bête enfin! -exclamó éste, saltando del diván y sacudiéndose con los dedos las salpicaduras del té-, ¡se acordó del tintero de Lutero! ¡Me considera un sueño y se pone a tirarle vasos al sueño! ¡Esto es cosa de mujeres! Es que sospechaba que sólo hacías que te tapabas los oídos, pero estabas escuchando...
En el marco de la ventana sonaron de repente desde el patio unos golpes firmes e insistentes. Ivan Fyodorovich saltó del diván"
(«Там новые люди, — решил ты еще прошлою весной, сюда собираясь, — они полагают разрушить всё и начать с антропофагии. Глупцы, меня не спросились! По-моему, и разрушать ничего не надо, а надо всего только разрушить в человечестве идею о боге, вот с чего надо приняться за дело! С этого, с этого надобно начинать — о слепцы, ничего не понимающие! Раз человечество отречется поголовно от бога (а я верю, что этот период — параллель геологическим периодам — совершится), то само собою, без антропофагии, падет всё прежнее мировоззрение и, главное, вся прежняя нравственность, и наступит всё новое. Люди совокупятся, чтобы взять от жизни всё, что она может дать, но непременно для счастия и радости в одном только здешнем мире. Человек возвеличится духом божеской, титанической гордости и явится человеко-бог. Ежечасно побеждая уже без границ природу, волею своею и наукой, человек тем самым ежечасно будет ощущать наслаждение столь высокое, что оно заменит ему все прежние упования наслаждений небесных. Всякий узнает, что он смертен весь, без воскресения, и примет смерть гордо и спокойно, как бог. Он из гордости поймет, что ему нечего роптать за то, что жизнь есть мгновение, и возлюбит брата своего уже безо всякой мзды. Любовь будет удовлетворять лишь мгновению жизни, но одно уже сознание ее мгновенности усилит огонь ее настолько, насколько прежде расплывалась она в упованиях на любовь загробную и бесконечную»... ну и прочее, и прочее в том же роде. Премило!
Иван сидел, зажав себе уши руками и смотря в землю, но начал дрожать всем телом. Голос продолжал:
— Вопрос теперь в том, думал мой юный мыслитель: возможно ли, чтобы такой период наступил когда-нибудь или нет? Если наступит, то всё решено, и человечество устроится окончательно. Но так как, ввиду закоренелой глупости человеческой, это, пожалуй, еще и в тысячу лет не устроится, то всякому, сознающему уже и теперь истину, позволительно устроиться совершенно как ему угодно, на новых началах. В этом смысле ему «всё позволено». Мало того: если даже период этот и никогда не наступит, но так как бога и бессмертия все-таки нет, то новому человеку позволительно стать человеко-богом, даже хотя бы одному в целом мире, и, уж конечно, в новом чине, с легким сердцем перескочить всякую прежнюю нравственную преграду прежнего раба-человека, если оно понадобится. Для бога не существует закона! Где станет бог — там уже место божие! Где стану я, там сейчас же будет первое место... «всё дозволено», и шабаш! Всё это очень мило; только если захотел мошенничать, зачем бы еще, кажется, санкция истины? Но уж таков наш русский современный человечек: без санкции и смошенничать не решится, до того уж истину возлюбил...
Гость говорил, очевидно увлекаясь своим красноречием, всё более и более возвышая голос и насмешливо поглядывая на хозяина; но ему не удалось докончить: Иван вдруг схватил со стола стакан и с размаху пустил в оратора.
— Ah, mais c'est bête enfin! — воскликнул тот, вскакивая с дивана и смахивая пальцами с себя брызги чаю, — вспомнил Лютерову чернильницу! Сам же меня считает за сон и кидается стаканами в сон! Это по-женски! А ведь я так и подозревал, что ты делал только вид, что заткнул свои уши, а ты слушал...
В раму окна вдруг раздался со двора твердый и настойчивый стук. Иван Федорович вскочил с дивана)
El "alter ego" inconsciente de Ivan ha recordado lo que el ego (yo consciente) de Ivan escribió una vez, "La revolución geológica". Un texto privado, probablemente, asociado al que el lector ya conoce: "El Gran Inquisidor". Ambos plantean un mundo sin Dios (la muerte de Dios). En 1879 empezó a publicarse "Los hermanos Karamazov" en la revista "Русский вестник". El gran libro de Friedrich Nietzsche en donde expone las mismas ideas (rechazo de la moral y de Dios, nihilismo, nueva tabla de valores -vitalismo-, voluntad de poder, hombre-dios) de Ivan Karamazov, "Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen" (Así habló Zarathstra. Un libro para todos y para nadie) se editó entre 1883 y 1885. Nietzsche tuvo que haber oído algo acerca de esta novela. En 1882, por entregas, apareció en alemán. Sin embargo los testimonios confirman que el pensador alemán sólo leyó al novelista ruso a finales de 1886, y no esta magna obra. No habría descubrimiento simultáneo ni sincronicidad porque Dostoyevski expuso con claridad años antes estos pensamientos, pero tampoco Nietzsche tuvo acceso a su lectura.
El Übermensch (Superhombre) de Nietzsche es el "hombre nuevo" (hombre-dios) que crea una nueva tabla de valores vitales, en oposición a la moral de esclavos, a la que Dostoyevski (Ivan Karamazov) llama "hombre-esclavo". La liberación del hombre pasa por la destrucción (nihilismo activo), pero no de la humanidad, sino de la idea de Dios. Cayendo Dios, caen todos los valores asociados (cosmovisión), sobre todo la moral religiosa. En su lugar, se construye un hombre nuevo, amoral. Los hombres y mujeres se unen para tomar de la vida la alegría y la felicidad, en el mundo de aquí, porque el otro mundo (el más allá) ha sido destruido, ha sido eliminada su creencia alienante. El hombre se vuelve divino al no depender del juicio, el castigo y el perdón de un dios exterior a él. El orgullo titánico del nuevo hombre es lo que Nietzsche llamará "voluntad de poder". Mal entendida "der Wille zur Macht" como fuerza, violencia, es más bien la energía de creación de nuevos valores y de afirmación vital del individuo liberado de la moral. Este hombre-nuevo (Übermensch) sentirá "un placer alto que reemplazará todas las esperanzas en los placeres celestiales", recuerda el diablo que escribió Ivan Fyodorovich. Pero para ello es necesario aceptar la mortalidad y la vida como instante. En Nietzsche, retomando la cosmovisión de Anaximandro y de Heráclito, el tiempo se repite eternamente en movimiento circular, lo que elimina la muerte como aniquilación. Todo volverá a repetirse eternamente en el ciclo cósmico. Ivan Karamazov afirmó en "La revolución geológica" que "el amor va a satisfacer solamente el instante de la vida, pero ya la sola conciencia de su instantaneidad reforzará su fuego tanto como antes nadaba en las esperanzas del amor ultraterreno e infinito"
Esta revolución geológica que traspasa los parámetros históricos es una nueva aurora de una humanidad que se ha superado a sí misma. El diablo plantea las dificultades de tal acontecimiento: ¿sucederá? ¿quiénes llegarán a ser hombre-dios? Aunque no llegue para todos, cosa que Nietzsche nunca defendió con su "radicalismo aristocrático" a decir de Brandes, el hecho de que no exista Dios ni inmortalidad, dejará libre al hombre-nuevo, al que "todo estará permitido", porque "¡para un dios no existe la ley!". El diablo, sin embargo, admite que el hombrecito ruso contemporáneo (ese liberal europeizado ateo y creyente en el progreso de las ciencias, las técnicas y la industria) aún necesita de la sanción de la verdad. El joven Nietzsche ya escribió "Über Wahrheit und Lüge im aussermoralischen Sinne" (Sobre verdad y mentira en sentido extramoral) en 1873, pero el liberal aún necesita de la muleta de la verdad, industrial y a la moda, pero verdad, al cabo.
Este demonio de Ivan Karamazov recuerda y adivina. La llamada de Aliosha trae "la más inesperada y curiosa novedad, repondo de ello" (Слышишь, лучше отвори, — вскричал гость, — это брат твой Алеша с самым неожиданным и любопытным известием, уж я тебе отвечаю!)
"Los golpes en la ventana se reforzaban y sonaban más fuerte. De repente por fin se cortaron las maneas e Ivan Fyodorovich dio un salto en el diván. Miró desorbitado en derredor. Las dos velitas casi se habían consumido, el vaso que acababa de arrojar a su visitante estaba ante él sobre la mesa, y en el diván opuesto no había nadie. Los golpes en el marco de la ventana, aunque continuaban con insistencia, en abosluto tan fuerte como se había figurado ahora en sueños, al contrario, muy contenidamente.
- ¡Esto no es un sueño! No, lo juro, esto no fue un sueño, ¡todo esto ocurrió ahora! -exclamó Ivan Fyodorovich, se lanzó hacia la ventana y abrió el postiguito"
(Стук в окно усиливался всё больше и громче. Наконец вдруг порвались путы, и Иван Федорович вскочил на диване. Он дико осмотрелся. Обе свечки почти догорели, стакан, который он только что бросил в своего гостя, стоял пред ним на столе, а на противоположном диване никого не было. Стук в оконную раму хотя и продолжался настойчиво, но совсем не так громко, как сейчас только мерещилось ему во сне, напротив, очень сдержанно.
— Это не сон! Нет, клянусь, это был не сон, это всё сейчас было! — вскричал Иван Федорович, бросился к окну и отворил форточку)
Aliosha, desde el patio, contó a su hermano que Smerdiákov se ahorcó hace una hora.
Querido lector, intento transmitir en este escrito algunas ideas y emociones que un narrador consumado y trascendente entregó a toda la humanidad hace siglo y medio. En este capítulo usa un personaje hecho arquetipo por Goethe en "Faust", aunque ya circulara en la literatura y el folclore europeos. El diablo que se le presenta en el cuarto a Ivan Fyodorovich es bufonesco como el de Goethe, y con la burla recuerda ideas del joven Ivan, cuenta fábulas absurdas sobre la estupidez humana y lleva a un estado de alteración nerviosa a Karamazov que se debate entre su ateísmo intelectual y su bondad natural, característica de los tres hermanos, a pesar del rasgo karamazoviano predominante de la impulsividad. Este diablo antiintelectual es el inconsciente de Ivan que le habla como un "otro". Ivan rechaza su existencia real, poniendo límite al delirio psicótico, pero escucha, porque de alguna manera, está haciendo un balance de lo que Ivan ha sido hasta ahora, un negador, un nihilista. La idea más famosa de esta novela procede de su personaje: "si Dios no existe, todo está permitido", y, efectivamente, Dios no existe. Un ruso europeizado y liberal. Durante mucho tiempo, y, quizás, aún hoy, liberal siginificaba ateo, dado que si el liberalismo lucha contra la tradición, la base de la tradición es la religión y los modelos sociales vinculados con ella. Las consecuencias dramáticas del liberalismo ateo eran la pérdida de fundamento de la moral: ¿si Dios no existe de dónde proceden los valores morales y qué premio o castigo tendrán? La respuesta radical es que los valores morales dejan de tener fundamento: "todo está permitido". Por supuesto, no hay que olvidar que la ética no coincide con el derecho. Y aunque creamos no tener cortapisas en nuestras decisiones morales, éstas, sin embargo, pueden ser castigadas por las leyes del Estado. Immanuel Kant intentó construir una ética formal que no dependiese de la fe, pero, como sabemos, Kant no fue muy honesto, y reintrodujo lo metafísico religioso tras eliminarlo en su teoría del conocimiento: postuló la existencia de Dios y la inmortalidad del alma como postulados (suposiciones) de la razón práctica para hacer posible el summum bonum (bien supremo), que reuniese virtud y felicidad: sin un Dios legislador moral que garantice esta armonía en un más allá, la moralidad pura sería irracionalmente exigente para un ser humano finito.
Dostoyevski construye un discurso prenietzscheano en el personaje de Ivan que el resto de su novela intenta refutar, no con ideas, sino con el amor. El amor de Aliosha, el de Dmitri, el de Iliushenka, el del starets Zosima. En realidad, el amor universal que, con todos los obstáculos, recorre la vida de la naturaleza, como experimentó antes de morir el hermano de Zosima.
Y en ese cosmos vivo de acontecimientos, ideas y emociones, sostenidas sobre caracteres bien definidos, que es una novela, nos preguntamos por qué la literatura es la forma más alta de pensamiento. La respuesta está dada en la definición previa: la literatura da vida a las ideas, la literatura se eleva por encima del concepto y los argumentos. Dostoyevski hemos visto que expresa todas las ideas de Nietzsche antes de él. Pero, además, no lo hace en un tratado, sino en el diálogo, en la fluencia misteriosa y amorosa de la vida narrada, contada, que es misterio, espanto y dolor. ¿Cómo pretenden la filosofía y la ciencia alcanzar la verdad sin misterio, espanto y dolor, sin amor? Cúantas veces hemos dicho que el ser humano aprende a amar con las canciones, las películas y las novelas antes de conocer en carne y alma propias tal sentimiento. La literatura no sólo es una promesa de felicidad, como dijo Stendhal acerca de la belleza, es la verdad misma hecha vida. Cuando a la filosofía y a las ciencias les falta la belleza y la bondad, les falta la felicidad, ¿cómo pretenden apresar la verdad? Y si inventan esa verdad, al ser huérfana de belleza, bondad, felicidad, amor, no es una verdad, porque como se atribuye a Fyodor Mijailovich Dostoyevski: "Истина без любви — ложь" (La verdad sin amor es mentira). Una sentencia de raíz agustiniana que es apócrifa, y, sin embargo, verdadera.
Francisco Huertas Hernández
27 de noviembre de 2025

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