domingo, 30 de mayo de 2021

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn. Cine negro barcelonés. El "otro": el "inocente". Francisco Huertas Hernández & Estrella Millán Sanjuán

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Cine negro barcelonés
El "otro": el "inocente" 
Francisco Huertas Hernández (Análisis filosófico de pies de foto. Complementos bibliográficos)
Estrella Millán Sanjuán (Texto central)

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar)
El "otro": el "inocente" que no sabe que lo es
El guion de esta película se basa en la novela "El inocente" (1953) de Mario Lacruz, que coescribió la adaptación cinematográfica junto al director. La novela de Lacruz es precursora de la narrativa policiaca española y ofrece un complejo retrato de un personaje que se debate entre una culpa inconsciente y una inocencia consciente. Escrita como una narración psicológica de "acción interior", que, en el film, se traduce en imágenes de soledad, desconcierto y angustia del personaje. "La solidez de su arquitectura, la precisión de su maquinaria y la eficaz contención de su prosa, no es arriesgado afirmar que nos hallamos ante una de las grandes novelas de la narrativa española de posguerra".
Santos Sanz Villanueva escribe que esta novela que se estructura en "cuatro movimientos musicales: andante, adagio, scherzo y allegro con fuoco– radica en desarrollar una intriga delictiva para una finalidad indiferente al género, una narración existencialista cuyo verdadero meollo está en el problema de la culpa y las causas edípicas de éste"
La "arquitectura musical" de la cinta cinematográfica está resuelta en la composición plástica y la puesta en escena de Josep Maria Forn, la banda sonora dúctil y compleja de Frederic Martínez i Tudó, y la fotografía nocturna de Antonio Macasoli y Sebastián Perera

Mario Nicolás Lacruz Muntadas (Barcelona 1929-2000)
Novelista y editor barcelonés. Compañero de la generación de escritores de los 50: José Agustín Goytisolo, Juan Goytisolo, Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma y José María Castellet. Leyó a los autores existencialistas y a Simenon. Su novela "El inocente" (1953), de prosa cortante, sobria y diálogos estupendos transidos de silencios, fue adaptada al cine por Josep Maria Forn en 1959. Como editor en Plaza & Janés, Argos-Vergara o Seix Barral publicó a los más famosos escritores. Al morir se descubrió en un armario cerrado una montaña de obras inéditas

Mario Lacruz: "El inocente"
Colección "Club del Crimen". Editorial Caralt. Barcelona. 1953
Primera edición

Cuenta Josep Maria Forn: "en aquellos momentos (en que Mario Lacruz ganó el premio Simenon de la editorial Aymà) teníamos los dos una relación muy cordial. Nos habíamos conocido en el Instituto de Estudios Hispánicos. Nos pasábamos horas y horas caminando arriba y abajo por el Passeig de Gràcia, charlando sin parar. Un día me dijo que había presentado la novela al premio Simenon y el editor le prometió que ganaría si le cambiaba el final. Entre los dos lo modificaron, después de muchas discusiones" Forn critica la falta de honestidad de los concursos literarios al imponer estar condiciones.

Mario Lacruz en declaraciones de la época dijo que la dimensión policíaca de la novela la ponía Doria. Ambicioso y corrupto. Lo consideraba el verdadero protagonista (no en vano el papel fue para el mejor actor del film)

Mario Lacruz: "El inocente"
Una de sus primeras ediciones posterior a la película de Forn

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Secuencia inicial
Virgilio Delise (Antonio Vilar) escondido en un hotel de Sitges. La cámara en travelling acerca un coche negro al Hotel Colón, junto a la playa y las barcas de los pescadores. La voz en off (literaria) del protagonista se escucha: "Es algo desconcertante, como cuando se mira un tablero de ajedrez. A ratos, parece que los cuadros son negros sobre fondo blanco. Y a ratos parecen blancos pintados sobre un fondo negro" mientras mira por la ventana acercarse a quienes le hacer dudar de su "inocencia".

El mar es el comienzo (Sitges) y el final (Tarragona) del film. Solo el mar "abre el horizonte diurno" de una historia pesadillesca y nocturna en la que un hombre es presentado al mundo como culpable, y ni siquiera él sabe si lo es. "Culpable" de existir

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar), de espaldas, y los policías que le detienen en el Hotel Colón de Sitges.
Los agentes: el veterano (Vicente Soler) y el inexperto, Cano (Eduardo Sancho). El inexperto es un advenedizo, un futbolista fracasado retirado tempranamente por una grave lesión. Aunque parecen cordiales, con el desarrollo de la historia, se revelarán tan "podridos" como la España siniestra que la novela/película retrata

Antonio Vilar (António Vilar Justiniano dos Santos) (1912-1995) fue un actor portugués que hizo la primera película sonora en Portugal, "A Severa" (1931), y filmó en España cintas tan populares como "Alba de América" (1953) de Juan de Orduña

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Créditos: Título "Muerte al amanecer". Muy mal elegido el título porque revela el final (Crónica de una muerte anunciada), aunque, bien mirado, no es relevante el destino de Delise, sino su "laberinto interior", que solo "reconstruyen" desde el exterior quienes le conocen o quienes le odian convirtiéndolo en un "caso". Una persona es más que un "caso", pero en la novela negra, no hay humanidad (sujetos con dignidad, amor y libertad), solo objetos (mecánicos, carentes de amor y sin libertad), tanto los que investigan como los sospechosos, y, en última instancia, los "culpables"

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Créditos: José María Rodero
José María Rodero Luján (1922-1991) fue un eximio actor de teatro español, que no tuvo suerte en el cine. Éste es uno de sus pocos papeles principales. Recordado por mi generación por el "Estudio 1" de Televisión Española en el que se adaptaron clásicos del teatro a la pequeña pantalla

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Créditos: Música de Federico Martínez Tudó
"Frederic Martínez i Tudó (Barcelona 1907-1975) fue un médico y músico barcelonés, productor musical y compositor de bandas sonoras de películas. Licenciado en medicina, a la vez que ejercía de médico desde 1942 compuso bandas sonoras de películas y dos revistas musicales. Asimismo, en 1962 creó la Cooperativa Cinematográfica Constelación, que produjo algunos films de los que componía las bandas sonoras. Entre 1960 y 1970 colaboró en cortometrajes documentales turísticos de las productoras Herga Films, Teletecnicine Internacional y Apolo Films. Trabajó fundamentalmente por Francisco Rovira Beleta y Josep Maria Forn" (Wikipedia) 

La música de "Muerte al amanecer" evoluciona como el mismo film: comienza con aires de jazz, como los redobles de batería en la sinuosa carretera del Garraf llena de curvas, o los saxos en estilo bebop de la huida en Barcelona. Luego escuchamos un theremin para remarcar la soledad y enfermedad mental de Virgilio Delise. Y el piano, ese instrumento para el que compuso el concierto Delise, y la guitarra en el tema de amor de Virgilio y Victoria, enmarcan un "retrato musical" del "inocente" que huye hacia su propia muerte anunciada en el título del largometraje (fatalmente elegido)

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Créditos: Fotografía: Antonio Macasoli, Sebastián Perera
Exteriores rodados en Barcelona, Tarragona, Sitges, Garraf, Caldetas y Castelldefels.
De Antonio Macasoli casi nada sabemos. De Sebastián Perera (1902-1983), conocemos que era un director de fotografía barcelonés, que trabajó en "Surcos" (1951) de José Antonio Nieves Conde

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Créditos: Director: José María Forn

Director de cine, guionista, productor y actor barcelonés. Autor de una obra maestra absoluta del cine catalán: "La piel quemada" (1967) sobre el drama de la inmigración interior en Cataluña

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise, "el falso culpable" (Antonio Vilar) & el inspector Cano (Eduardo Sancho) en el coche a toda velocidad atravesando el Garraf en dirección a la Comisaría de Barcelona.
El "falso culpable" será el leitmotiv del film

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Costa (José María Caffarel) & Victoria (Nadia Gray)
El abogado Costa es el prototipo de franquista. Bien situado -probablemente beneficiado tras la guerra- y lleno de desprecio a los "perdedores" como su cuñado Virgilio. Victoria es la mujer que ha renunciado al amor de su hermanastro Virgilio, y vive discretamente bajo la tutela de un "hombre importante" mayor que ella.

Nadia Gray (1923-1994) fue una actriz rumano-austriaca. Hizo muchas películas en Europa. Recordada por el striptease de "La dolce vita" (1960) de Federico Fellini

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar) en un plano que recuerda "The Third Man" (1949) de Carol Reed.
Es el inconsciente y la represión de recuerdos dolorosos lo que se refleja en este plano sombrío del hombre que huye de la policía, que es su propia conciencia. Los "otros" actúan como "principio de realidad" en tanto que nos dan las normas a las que nos sometemos. La represión del deseo es fruto de ese "vasallaje".

Existe una interpretación "política" del estado mental neurótico de Virgilio Delise: lo acontecido en la guerra le dejó "traumatizado". Por el desprecio de su cuñado, inferimos que era "republicano", uno de los perdedores de la guerra. Además era artista, bohemio, un compositor. No es incompatible la "represión política" y la "represión sexual" (amor seudo incestuoso a su "hermanastra" Victoria)

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Doria (José María Rodero)
El ambicioso agente de seguros que encarnizadamente persigue la "culpabilidad" de Delise para hacer méritos y llegar a la central de la compañía en Ginebra

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Doria (José María Rodero)
Doria fue degradado y mandado a Tarragona por un "exceso de celo" en su trabajo. No tiene coche. Se mueve en una motocicleta y vive en una pensión. No se le conocen amores ni aventuras ni amigos

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Policía veterano (Vicente Soler), Cano -policía joven- (Eduardo Sancho) y el inspector jefe (Pedro Porcel)

Pedro Porcel Bares (1910-1969), actor secundario de cine y televisión en los años 50 y 60

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Doria (José María Rodero) medrando ante la policía
Al agente de seguros de vida nada le importa la verdad ni la justicia sino sus intereses. Un tipo sin escrúpulos

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Uno de los planos más poéticos y metafóricos del film. El cristal esmerilado de la puerta de la casa de Victoria, en Barcelona, tras el cual se desdibujan las sombras de ésta y su "hermanastro" Virgilio, que se sienta abatido por el peso de la culpa.
El gran cine tiene estos detalles formales: el recurso expresivo. Aquí es el incesto lo que se desfigura tras el cristal

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Doria (José María Rodero) y su hermano

 En la España franquista se hizo cine negro y policíaco alejado de los cánones y líneas trazadas por el Régimen y la cinematografía consistentes en películas históricas o de folclóricas con que adormecer al público. Pero hubo muchas de este género que demuestran que, a pesar de no gozar de una potente industria, podemos presumir de que no sólo en EEUU (o Francia) se proyectaban historias sobre personajes marginales, los bajos fondos, miseria, el estraperlo, crimen, corrupción, o femmes fatales.

 Nuestro país gozó de una edad dorada en los ’50 y principios de los ’60 en este género en la que se difundía la otra cara de la moneda de los valores religiosos o morales promulgados con el nacionalcatolicismo, tan opuestos a una sociedad sometida y ordenada por el miedo y la fuerza.

 Nombro algunas que me gustan particularmente como “Surcos” (1951), por lo incómoda y áspera que es y la mezcla de cine negro con neorrealismo que rezuma. De este mismo director, Nieves Conde, destaco además “Los peces rojos” (1955), un film muy inquietante con un suspense de primera. También me gusta mucho “Muerte de un ciclista” (1955), de Bardem, por su historia prohibida de adulterio y la investigación del accidente. Película que abrió nuestras fronteras.

 Pero si hay una industria que fue muy fructífera en el género policíaco fue la catalana, cuyo centro neurálgico fue Barcelona, ciudad que refleja muy bien en sus barrios más pobres, locales y el puerto, el ambiente marginal para este tipo de historias oscuras y sórdidas. Y eso no pasó desapercibido para la película “Barrios bajos” (1937), de Pedro Puche. El inicio posee planos de distintas construcciones y barrios de clase alta, para contrastar con los barrios menos favorecidos y los antros donde se desarrolla esta historia, así como el puerto que se ve al final. Esta ciudad tampoco pasaría desapercibida para Julien Duvivier en “La grande relève” (1935) (La bandera), ciudad a la que llega Jean Gabin tras cometer un crimen en París para alistarse en la Legión. Podemos observar muy bien una atmósfera de exclusión social ambientada en el, durante muchos años, llamado “barrio chino”, con unas bailaoras de flamenco semidesnudas, prostitución, travestismo y crimen organizado.

 Otros directores como Rovira i Beleta filmaron en Barcelona películas de este género como “Hay un camino a la derecha” (1953), donde su protagonista (Paco Rabal) que es despedido de marinero, se introduce en la delincuencia. También encontramos exteriores en el muelle y el barrio chino. Hay otra que me gusta que es “A tiro limpio” (1963), de Pérez-Dolz, cine que refleja unos personajes activistas que crean una banda de atracadores, no estando exenta de denuncia social.

 Aunque estas películas estaban sometidas a la censura, destilan crítica y denuncia política dentro de los límites que podían, pero obligados a ajusticiar o “matar” a estos subversivos con carácter ejemplarizante.

 Películas con una marcada influencia del estilo del cine negro americano. Rodadas con mucho exterior, actores poco conocidos con personajes que intentan salir de la miseria y la falta de expectativas mediante la delincuencia.

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Costa (José María Caffarel) al teléfono
Este "hombre del régimen franquista" es ajeno al sufrimiento de su cuñado, que no deja de ser un rival sentimental, y, probablemente, político. Son dos modos de vida: el práctico y el artista.
En este plano, Costa habla por teléfono. Un recurso visual del cine para contar secretos y confidencias, para delatar o despedirse. El teléfono es un "mediador" de voluntades. Hay dos tipos de "planos telefónicos": los hombres importantes que hacen negocios o delinquen y delatan; y los hombres y mujeres que se aman y se despiden tras el hilo telefónico.

José María Caffarel (1919-1999) fue un actor de Barcelona, secundario de lujo, intervino en super producciones como "Doctor Zhivago" (1965) de David Lean, dado su dominio del francés, inglés e italiano. Fue un rostro popular también en televisión

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar) al teléfono
Los bares noctámbulos o cabarets son el lugar marginal por excelencia

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
El periodista Carles (Antonio Almorós) es el amigo de Delise. Le ayuda aunque no lo entiende.
El "cuarto poder" (prensa), en una dictadura militar-católica como España en 1959, no era más que un medio más de control de la población. El periodista de la película no tiene poder alguno

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar), de espaldas, y Lina (Sun De Sanders) en el cabaret.
De Sun De Sanders no sabemos casi nada. Actuó en la obra maestra absoluta de Juan Antonio Bardem, "Nunca pasa nada" (1963).
La femme fatale -en este caso, chica de alterne elegante- es uno de los "arquetipos" del cinéma noir. Tiene un papel secundario, como en este caso. Lina es amiga (!!) del periodista, que le pide que entretenga a Delise

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Sala (Rafael Navarro) & Virgilio Delise (Antonio Vilar)
Sala es un extraño personaje durante toda la película. Parece el "malo". No entendemos su presencia en el escenario del supuesto crimen

Rafael Navarro García (1912-1993) fue un actor y actor de doblaje alicantino, que trabajó en "Barrios Bajos" (1937) de Pedro Puche, y en "La colmena" (1983) de Mario Camus. Un secundario de lujo, de porte distinguido, cuya voz viril fue fundamental en la Escuela de Doblaje de Barcelona. Fue el primero en doblar a Humphrey Bogart, o Charlton Heston en "Ben-Hur"

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Un taxi amarillo de la Ciudad Condal. Poco se ve la ciudad de Barcelona en el film, que se desenvuelve entre exteriores en la costa e interiores oscuros

 Y llegamos a “Muerte al amanecer”. Ha sido un descubrimiento para mí, que llevo un tiempo viendo cine de esta etapa. Me gusta ese evidente peso de cine negro de Hollywood, sobre todo en ese guiño con la música de Jazz mientras el protagonista (Antonio Vilar) escapa del coche de la policía que le lleva a un interrogatorio. Esa persecución con ese montaje tan dinámico, la iluminación de claros y sombras, las calles claustrofóbicas con luz de raíz expresionista, te conquistan. Y el comienzo con esa secuencia del coche policial por las carreteras de la costa barcelonesa (Garraf) tan escarpadas y peligrosas tiene mucha fuerza y aporta el sello local, con esos planos subjetivos mareantes de los desfiladeros que denotan el estado trastornado de Virgilio, un hombre de clase alta que será investigado por el fallecimiento de su padrastro, al que odiaba.

 La investigación paralela del inspector de seguros (un genial José María Rodero) complementa este relato que casa muy bien la influencia americana, con la realidad de la sociedad que viene de la guerra civil y que está anclada en la desigualdad social. Esa ambientación y narración de cine clásico policíaco con la mezcla de cierto costumbrismo y la crítica social genera un producto espléndido.

 Es un desfile de personajes con desesperanza, frustrados: el policía que por una lesión no se puede dedicar al fútbol profesionalmente, y por ese dolor crónico de rodilla se le escapa en la persecución el interrogado, siendo reprendido por su superior; el rico músico soltero con neurosis y ausencias mentales debidas a la guerra civil (única alusión negativa que dejaría la censura) que desprecia a su padrastro y vive en la opulencia, pero en la más absoluta soledad; y el inspector de seguros, que se sabe muy inteligente, pero su ambición por ascender en el trabajo e irse a trabajar a Ginebra le somete a un permanente estado de ansiedad y de demostración de su valía. El contraste del coche extranjero y la casa de Virgilio con sus grandes espacios, muebles orientales lujosos y un moderno tocadiscos, simbolizan lo que añora el inspector, mientras se ahoga en su triste pensión, se desplaza en motocicleta y la música de su tocadiscos va a manivela.

 Forn sabe describir muy bien la psicología de los actores principales, que confluirán en este relato de perdedores, de choque de clases, de una España sometida y ensombrecida por la situación política.

 Una película restaurada con una magnífica fotografía y una puesta en escena que vale la pena ver

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar) tumbado en un diván, en el departamento de Lina -tan moderno como el suyo, pero no tan lujoso- confiesa su amor imposible por su hermanastra y el odio al "padrastro". La interpretación psicoanalítica resulta obvia, pero es una línea que el guion solo apunta

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar) al teléfono. El "diseño" se va imponiendo en la incipiente sociedad de consumo, siguiendo la estética de los films de Hollywood. Este aparato de teléfono es una muestra

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Doria (José María Rodero) coloca un disco CCC con un curso de francés en su tocadiscos barato -aunque es un His Master's Voice-. Como explica Estrella Millán Sanjuán en el texto principal esta escena de pobreza contrasta con el lujo ocioso de Delise, cuya culpabilidad es de clase, quizás, más que penal o psicológica. 
Doria, un luchador que aspira a vivir en Ginebra, malvive en una pensión de Tarragona -por oposición al departamento lujoso en el centro de Barcelona de Delise-, viaja en motocicleta -frente al auto americano de lujo de Delise-, y tiene un tocadiscos económico frente al moderno y caro de Virgilio.
Ambos son los arquetipos de la lucha de clases. Doria no es un obrero, pero es pobre. Parte de su ensañamiento con Delise obedece a esta causa

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar), por la derecha, se refugia en una sesión de madrugada del cine "Avenida" de Barcelona, donde se proyecta "Vera Cruz" (1954) de Robert Aldrich, que tuvo entre su reparto a Sarita Montiel.
El cine como lugar de cobijo aparece en películas como "Midnight Cowboy" (1969) de John Schlesinger, donde Joe Buck (Jon Voight), el vaquero "semental", pasa las solitarias noches de Nueva York

El Cine Avenida (1930-1971) estuvo situado en la Avenida del Paralelo (Avinguda Paral·lel, 180) en Barcelona. El que vemos en la película parece el real. Era una enorme sala de 1600 plazas repartidas en platea y anfiteatro

Cine Avenida
Avinguda Paral·lel, 180. Barcelona
Foto de 1931

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar) en una sesión de madrugada del cine "Avenida" de Barcelona, abatido y agitado, entre un público grosero y zafio que ríe en un western que nada tiene de cómico.
Una paradoja: mientras el "pobre" Doria sí tiene cobijo, su pensión tarraconense, el "rico" Virgilio ha perdido su hogar -ocupado por la policía- y malvive en cabarets, cines, departamentos de chicas de alterne, hoteles de playa. Es un "fugitivo". El hombre sin casa

           "Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Doria, el inspector, que "quiere saber" para tener "poder". No es un filósofo, no ama el saber por el saber. Quiere saber francés para vivir en Ginebra (Genève) en la rica Suiza. Quiere saber que Delise es culpable para que él pueda ser rico como el músico

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar) & Victoria Costa (Nadia Gray)
El amor truncado de dos "hermanastros". Encuentro en el casco antiguo de Tarragona. Ella le ayuda dándole la dirección de un abogado. Su marido no quiere defender al cuñado

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar) en el hotel de Tarragona, adonde llega por la recomendación de su hermana. Con sus lentes oscuras se convierte en el fugitivo típico

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Doria (José María Rodero) decide "fabricar" "pruebas falsas" con "Digitaline" (medicamento para el corazón) comprado en una farmacia untando un pañuelo que luego llevará al departamento de Delise, vigilado por la policía

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
La Guardia Civil. Un cuerpo especialmente asociado con la represión política en la dictadura de Franco. Detienen al abogado y a los hombres de Sala en Tarragona

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Policía veterano (Vicente Soler) y Cano -policía joven- (Eduardo Sancho) esperan a Delise que llegará al puerto de Tarragona para tomar un barco y huir de España. El policía viejo le dice al joven: "No hagas tonterías ahora. Limítate a cumplir lo que te han ordenado. Esa idea de cazarle tú solo es absurda. Lo que tienes que hacer es ir a un buen médico. Créeme. No te metas en líos". Será inútil: la ambición, la impericia y la frustración del ex-futbolista se impondrán

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Sala (Rafael Navarro) "resuelve" el "enigma" de la muerte de Montevidei (Félix de Pomés) ante el inspector de policía (Pedro Porcel). Él no es más que un chantajista que quiso sacar partido de las ausencias de memoria de Delise. El flashback con la visita de Montevidei a Delise y su misteriosa muerte es paralelo a la llegada de Delise en tiempo real al puerto de Tarragona. El "inocente" va a ser "sacrificado"

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Virgilio Delise (Antonio Vilar) entra en el recinto portuario de Tarragona. Crónica de una muerte anunciada

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Cano (Eduardo Sancho), un asesino "legal". La policía tiene licencia para matar si el perseguido va armado. Delise ni siquiera disparó

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Costa (José María Caffarel) & Victoria (Nadia Gray). Las duras palabras del abogado ante el cuerpo caliente muestran el desprecio al perdedor, su cuñado Virgilio Delise. "Era inocente" dice sollozante Victoria, abrazándose al insensible marido. Y éste responde: "Aunque no lo matara no era inocente, Victoria. Y él lo sabía". "No le hemos ayudado" replica ella. "Se comportó siempre como un delincuente. Se sentía culpable" señala impasible Costa. "Ahora también nosotros nos sentiremos culpables". Doria escucha la conversación con sentimiento de culpa. Él también es un asesino. Mientras suena un tema de guitarra (el tema de amor), y vemos un plano de las piernas de los testigos y el cuerpo inerte de Delise.

Ayn Rand escribió en una de sus obras: "El peor sentimiento de culpa es aceptar una culpabilidad que no se conoce". Es la culpa kafkiana. Forn dijo de Delise: "es un hombre con una gran confusión mental. No tiene nada claro, no sabe diferenciar la verdad de la mentira" (eso que René Descartes llamó "razón"). La cadena de culpabilidad se extiende al policía joven, Cano, que lo dejó escapar, y va a perjudicar su carrera, máxime cuando se descubra que tiene una importante lesión en la pierna que le impide correr. Su redención pasa por capturar (vivo o muerto) a un hombre que ni siquiera está claro que sea culpable. El sentimiento de culpa se extiende a Doria, el inspector de seguros, que termina fabricando pruebas falsas para ascender. Y la hermana, el personaje pasivo que llora la muerte de un "condenado" por la vida. El sentimiento de culpabilidad colectivo expresa la oscura represión franquista. Que Delise es odiado como republicano parece evidente.

Delise se entrega, pasivo, a un fatalismo de la huida, mientras Doria y Cano se entregan a la acción. Delise es "culpable" de pensamiento, porque deseaba la muerte de su "padrastro"

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Cartel original de Balonga Cassar
Una producción Teide P. C. - Bengala Films

Muerte al amanecer
Año: 1959
Duración: 94 minutos
País: España (Cataluña)
Dirección: Josep Maria Forn
Guion: Josep Maria Forn, Mario Lacruz. Novela: Mario Lacruz
Música: Frederic Martínez i Tudó
Fotografía: Antonio Macasoli, Sebastián Perera

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Maquillaje de Nadia Gray (set)
Imagen extraída del libro: Àngel Comas: "Josep Maria Forn. L'aventura del cinema". Pròleg de Román Gubern. Cossetània Edicions. Valls. 2012

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Antonio Vilar y Josep Maria Forn (set)
Imagen extraída del libro: Àngel Comas: "Josep Maria Forn. L'aventura del cinema". Pròleg de Román Gubern. Cossetània Edicions. Valls. 2012

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Antonio Vilar (set)
Imagen extraída del libro: Àngel Comas: "Josep Maria Forn. L'aventura del cinema". Pròleg de Román Gubern. Cossetània Edicions. Valls. 2012

Intérpretes:
Antonio Vilar (Virgilio Delise)
José María Rodero (Doria)
Pedro Porcel (Comisario)
Rafael Navarro (Sala)
José María Caffarel (Costa)
Sun De Sanders (Lina)
Vicente Soler (Policía veterano)
Félix de Pomés (Montevidei)
Eduardo Sancho (Cano)
Josep Maria Angelat (Compañero de Doria)
Antonio Almorós (Carles, periodista)
Nadia Gray (Victoria Costa)
Danielle Godet (Linette)
Julián Ugarte
Howard Vernon
Manuel Bronchud (Policía)
Alejo del Peral (Mir) 

Productora: P.C. Teide
Género: Intriga | Crimen. Policíaco
Sinopsis:
Tras la muerte en extrañas circunstancias de un hombre muy conocido, su hijastro parece el principal sospechoso: su coche ha sido visto cerca de la casa de su padrastro la noche en que murió. Cuando es detenido y conducido a comisaría, salta del coche y emprende la huida. Las sospechas aumentan. Además, interviene en la investigación un inspector de la compañía de seguros que acaba creando pruebas falsas para implicarlo. La autopsia, sin embargo, demuestra que la muerte fue accidental. Por otra parte, la policía descubre que hubo testigos interesados en ocultar cómo se produjo. (FILMAFFINITY)

"Muerte al amanecer" (1959). Josep Maria Forn
Cartel de la versión francesa
Imagen extraída del libro: Àngel Comas: "Josep Maria Forn. L'aventura del cinema". Pròleg de Román Gubern. Cossetània Edicions. Valls. 2012

En el fabuloso libro de Antonio Gregori, Josep Maria Forn explica sobre la película:

"Compramos la productora Teide (con un socio valenciano, Eduardo Sancho)... Me vuelco en el guion de "El inocente", que yo considero como mi primera película de verdad. Estaba basado en la novela del mismo título de Mario Lacruz y el guion que salió de allí es, quizás, del que más satisfecho he quedado en mi vida. La película estaba montada sobre el binomio perseguidor-perseguido. El perseguidor era José María Rodero, de quien ya fui amigo hasta su muerte, y el perseguido, Antonio Vilar. Llevaba diez días rodando con José María Rodero, completamente encantado, cuando me llega Antonio Vilar, a quien había contratado Eduardo Sancho en Lisboa. Le voy a esperar al aeropuerto y viniendo para el hotel de Barcelona me dice que va a hacer el personaje como William Powell, un inspector elegante y sofisticado. Yo le dije que no, que ese era el papel de Rodero, no el suyo, y que él era el director de orquesta, el presunto asesino. Él se mostró extrañadísimo y dijo que no, que ese personaje no le gustaba. A todo esto, durante gran parte de la película no se sabía a ciencia cierta si el personaje estaba loco o no lo estaba. Al principio de la película se oía una voz en off que decía: "Yo no sé si veo cuadros negros sobre fondo blanco o cuadros blancos sobre fondo negro". Era un personaje verdaderamente precioso. Pues bien, Vilar se opuso a hacer el personaje, a pesar de que yo le dije que llevaba más de cien planos rodados con Rodero y, al final, Eduardo Sancho tuvo que decirle que tenía un contrato firmado en el que se especificaba que haría el personaje del perseguido. Antonio Vilar dijo, entonces, que él no se había leído el guion, pero, al final, no tuvo más remedio que dar su brazo a torcer. Pero la cosa ya empezó mal. A partir de ahí todo se fue estropeando: una cosa no le iba bien, otra no le gustaba, etc. Recuerdo que rodamos una secuencia en una casa de putas en la que una de las putas se le sentaba al lado. Yo le dije que, en cuanto ella se sentara, él se debía levantar. A lo que me respondió que "Antonio Vilar, cuando una puta se le sienta al lado, se la tira". Todo eran estupideces de este tipo. En fin, el rodaje fue avanzando, cada vez nos entendíamos peor y cuando tuvimos que rodar el final de la película en Tarragona me viene con una fotografía central del Paris Match de una película en la que hay un individuo al que acribillan a tiros veinticinco policías con ametralladoras y me dice que ese era el final que él quería para su personaje. Precisamente en "El inocente" había un policía, que es el personaje que hacía Eduardo Sancho, al que al principio de la película se le escapaba este individuo porque tenía un problema de rodilla que no conocían sus superiores, y, al final, se le volvía a escapar. Entonces sacaba la pistola y le mataba de un tiro. Y Antonio Vilar decía: "A Antonio Vilar no le matan de un solo tiro". Y en pleno rodaje, cuando paramos para comer, Antonio Vilar cogió un coche para Barcelona, luego un avión a Madrid y denunció la película al Sindicato aduciendo una serie de irregularidades administrativas, que eran ciertas, y se fue a Lisboa. La película, entonces, se paró, agravándose el problema por otra cuestión relacionada con el Plan de Estabilización de López Rodó. Así que hay un dinero que tenía que llegarme y no me llega, tengo que parar la película y además me encuentro demandado...
Al final me salvó Arturo Marcos, el de Bengala Films, de quien se decía que era el hijo del padre de Venancio Marcos y no su sobrino. Entonces, con el dinero que me consiguió acabé la película, pero en aquel momento yo ya estaba embargado por dieciséis juzgados de Madrid...
Además, la película fue bien clasificada, a pesar de todos los pesares y de haber tenido que rodar con cinco dobles de Antonio Vilar, ¡con cinco dobles! Antonio Vilar creyó que la película era un desastre, pero, dentro de todo, salió bastante bien. Es más, vista ahora, con la perspectiva suficiente, no está mal. Pero, como digo, la película salió y se vendió pero yo, económicamente, quedé tocadísimo. Salvé la cara pero me quedé sin un duro"

Antonio Gregori: "El cine español según sus directores". Signo e Imagen. Cátedra. Madrid. 2009

PELÍCULA COMPLETA: