viernes, 28 de octubre de 2022

Platón: El Bien es la Perfección. Lecciones de clase (Situación de aprendizaje). Francisco Huertas Hernández

Platón: El Bien es la Perfección
Lecciones de clase (Situación de aprendizaje)
Francisco Huertas Hernández


Alegoría del Sol. Platón
Fotografía original de la alumna Noelia López Pérez
2º Bachillerato B. 2020-2021
Esta foto que hice en la playa de la Albufereta (Alicante) es la que he elegido para hacer una pequeña comparación con la metáfora que hace Platón del Sol y la idea del Bien, colocándolos en el nivel más alto de realidad, explicando que el equivalente del Sol es la idea del Bien. Podemos ver como en la foto aparece el Sol produciendo una serie de imágenes reflejadas en el agua y sombras que podemos utilizar para realizar una pequeña explicación del mito de la caverna


 Platón (427-347 aC) escribió sobre la Idea del Bien (ἀγαθοῦ ἰδέα) en "República" VI. 505α como "idea suprema" (μέγιστον μάθημα):

 "ἐπεὶ ὅτι γε ἡ τοῦ ἀγαθοῦ ἰδέα μέγιστον μάθημα, πολλάκις ἀκήκοας, ᾗ δὴ καὶ δίκαια καὶ τἆλλα προσχρησάμενα χρήσιμα καὶ ὠφέλιμα γίγνεται"
 
(que la Idea del Bien es el objeto del estudio supremo, a partir de la cual las cosas justas y todas las demás se vuelven útiles y valiosas

 La traducción literal sería:

 "que la idea de la bondad es la mayor lección, a menudo inaudita, que se hace útil y beneficiosa, tanto en lo justo como en lo equitativo, y todas las cosas utilizadas son útiles y beneficiosas"

 Cuando explico esto en clase de 2º Bachillerato insisto en que sin el conocimiento del Bien, al que Platón atribuye una "inefable belleza", nada puede conocerse realmente, pues todas las demás Ideas dependen (participan) de él. Pero como no puede definirse por ser demasiado difícil o elevado, Platón aborda su método favorito de demostración: la "analogía" o comparación por semejanza entre el "Bien" y el "Hijo del Bien", el Sol, cuyas funciones son equivalentes: "iluminar" y "dar vida". Si el sol nos permite "ver", el Bien nos permite "entender". Si el sol da el "nacimiento, alimentación y crecimiento" a los seres vivos (sensibles), el Bien da "el ser y la esencia" a los "seres inteligibles", es decir, a las Ideas.

 Y yo, siguiendo a Platón, me doy la licencia de otra analogía, o "situación de aprendizaje" como dirían los taimados y felones pedagogos que han redactado la nueva Ley Educativa en España (LOMLOE): el comprador en un establecimiento de tecnología. El "consumidor" (horrenda palabra que encierra la doble corrupción de "mercancía" y "usuario": ambos se "consumen" o acaban) entra en la tienda

- Quiero una televisión 

- ¿Qué modelo? ¿Con qué características? ¿Con qué prestaciones? - pregunta el vendedor

- Pues que sea "buena" - señala el ingenuo comprador

- ¿Cómo de buena? - inquiere el comerciante

- Pues "buena" es que "dure". Una televisión buena debe durar - aclara el consumidor

- Nuestros televisores LED tienen una vida útil de hasta 100.000 horas encendidos

- Pero yo quiero un televisor bueno, que no se rompa, que dure siempre, que puedan verlo mis hijos y mis nietos, como vemos las catedrales o los cuadros en los museos - aquí el comprador ya se ha vuelto "platónico"

 Es innecesario continuar el "diálogo". El comprador ha comprendido intuitivamente que "bueno" es lo que "dura". Y ha entendido que lo que se fabrica en la sociedad de consumo basada en la "obsolescencia programada" tiene una "vida útil", es decir, está "programado" para averiarse, romperse. No puede llamarse "bueno" a aquello que se rompe, que no "dura" en el tiempo

 Platón, sin necesidad de ir a comprar un televisor -ya imaginó algo parecido en el fondo de la "caverna"- entendió con claridad esto: lo "bueno" es "perfecto". Y, como hemos explicado en esta "situación didáctica", solo lo que dura "eternamente" es perfecto, y, sin embargo, en el mundo material, nada puede durar eternamente, porque estamos sometidos al tiempo, el "devenir". De ahí la necesidad racional de que el Bien (lo bueno absoluto) sea eterno, y esté fuera de este mundo efímero del cambio y la muerte, donde las "cosas" tienen una "duración" limitada, lo que las convierte en "imperfectas". Yo les digo a mis alumnos: "¿cómo llamaremos bueno a lo que se rompe o muere?" Nadie -ni nada- es perfecto en un mundo (realidad) donde todo pasa: nacer, crecer, envejecer, morir...

 Así que entender el "Bien" es comprender su identidad con la "Perfección", lo que no puede dejar de ser. El Bien es "dador de ser y de esencia" porque él mismo es Perfección, incluso estando más allá del Ser, afirma Platón en el final de la Alegoría del Sol. La luz del Sol no merma en nada al sol, así como el Bien no merma o disminuye al dar esencia y perfección al resto de ideas de ese Mundo Inteligible de las Ideas (εἶδος). El sol "emana" luz, como el Bien "emana" "perfección", o sea, "ser"

 Platón en uno de sus últimos "Diálogos" -"Parménides"- se pregunta si puede haber "ideas" de realidades imperfectas, insignificantes, negativas, como "barro" o "basura". Está claro que no, porque eso implicaría que el Mundo Inteligible es "imperfecto". La "imperfección" es el resultado de la materia, "devorada" por el tiempo, el "devenir". Lo perfecto está fuera del tiempo: es "eterno". Y el Bien es la máxima Perfección, en tanto que da el ser, mientras que la "imperfección" del mundo material es lo que lo hace "malo", es decir, temporal. Lo que "pasa" (se consume, se acaba) es lo que va dejando la "muerte" en cada intersticio de la materia

 Francisco de Quevedo (1580-1645) expuso cómo la vida, desde su mismo inicio, es también el comienzo de la muerte:

 "Es, pues, la vida un dolor en que se empieza el de la muerte, que dura mientras dura ella. Considéralo como el plazo que ponen al jornalero, que no tiene descanso desde que empieza, sino es cuando acaba. A la par empiezas a nacer y a morir, y no es en tu mano detener las horas; y si fueras cuerdo, no lo habías de desear; y si fueras bueno, no lo habías de temer. Antes empiezas a morir que sepas qué cosa es vida, y vives sin gustar della, porque se anticipan las lágrimas a la razón. Si quieres acabar de conocer qué es tu vida y la de todos, y su miseria, mira qué de cosas desdichadas ha menester para continuarse. ¿Qué yerbecilla, qué animalejo, qué piedra, qué tierra, qué elemento no es en parte o de tu sustento, abrigo, reposo o hospedaje? ¿Cómo puede dejar de ser débil, y sujeta a muerte y miseria la que con muertes de otras cosas vive? Si te abrigas, murió el animal cuya lana vistes; si comes, el que te dio sustento. Pues advierte, hombre, que tienen tanto de recuerdos y memorias como de alimento. Por otra parte, mira cómo en todas esas cosas ignoras a la muerte que recibes; pues los manjares con que (a tu parecer) sustentas el cuerpo (y es así), en su decocción, por otra parte, gastan el calor natural (que es tu vida) con el trabajo de disponerlos. Vela eres: luz de la vela es la tuya, que va consumiendo lo mismo con que se alimenta; y cuando más aprisa arde, más apriesa te acabarás"

Francisco de Quevedo. “La cuna y la sepultura” (1634)

 Platón y Quevedo no albergan esperanzas para la vida en el tiempo, la vida de los seres encadenados al incesante fluir de los instantes, con los que, al mismo tiempo que empezamos a vivir, empezamos a morir. Y el animal humano, aquel que "vislumbra" un reino donde no existe la muerte, afirma con su cerebro y su corazón la existencia de un Bien Perfecto y Lejano...

miércoles, 26 de octubre de 2022

Diario de un Profesor de Filosofía (XXI). Pensamiento crítico es desobediencia. Francisco Huertas Hernández

Diario de un Profesor de Filosofía (XXI)
Pensamiento crítico es desobediencia
Francisco Huertas Hernández

Graffitis. Aforismos herméticos de Acción Cerati: "Del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer"
Palma de Mallorca
1 de noviembre de 2019
Foto de Francisco Huertas Hernández

 Nuestro colega Julián bromeó diciendo que estaba prohibido que nos quejáramos. ¿Acaso los profesores nos quejamos en exceso? Total, solo han degradado la enseñanza de contenidos, "regalado" el aprobado sin merecimiento, reducido los presupuestos educativos, empeorado nuestras condiciones salariales y el interés de nuestros alumnos, y multiplicado la burocratización digitocrática de nuestro trabajo, aboliendo la separación entre nuestra vida laboral y privada. Pero yo quise responder a esta broma, y éste fue el argumento que os voy a exponer.

 Quejarse es la forma primera -psicológica- que tenemos de mostrar nuestra crítica a una situación. Es el malestar ante la injusticia que conduce a la desobediencia, la única forma de libertad real que tenemos. Aunque Immanuel Kant vino a decirnos que la libertad humana residía en obedecernos a nosotros mismos en tanto que somos capaces de darnos normas universales de comportamiento, esta "autoobediencia" racional consiste, precisamente, según entiendo yo, en "desobedecer" las "órdenes" externas, anuladoras de nuestra razón y libertad. Solo el que desobedece es libre. Y la queja es el primer síntoma de esta libertad: la "resistencia" de la dignidad que no acepta la "opresión". Deduzco, pues, que si la libertad es la desobediencia, la "esclavitud" es la "obediencia" ciega (irracional) y plena. Ser "esclavo" es "aceptar" sin quejarse todas las órdenes externas que atentan contra nuestra razón, dignidad y libertad. Las modernas formas de "esclavitud" consisten en que los ciudadanos "piensen" (positivamente) lo mismo que los políticos y los medios de comunicación, que "acepten" y "repitan" los "sloganes" sin "sospechar" (negativamente) que la "conformidad" con la propaganda de la televisión y las "redes sociales", los mensajes electorales y lo "políticamente correcto" suponen la mayor regresión de la humanidad que pueda imaginarse.

 El "poder" político-mediático nos "machaca" con la necesidad de fomentar el "pensamiento crítico" -identificado con la "filosofía"-, pero cuando alguien "ejerce" en la práctica la capacidad "crítica", es decir, "desobedece", se "rebela" contra ese mismo poder, la "represión" es implacable. La condena de Sócrates es el inicio de la Historia de la Filosofía: Platón comprendió que la injusticia de la "democracia" ateniense era fruto de su "ignorancia". Y en esto veinticinco siglos no han cambiado nada. La democracia persiguió la voz "desobediente" del filósofo. Por mucho que el mismo Sócrates asegurase respetar las leyes de Atenas, lo cierto es que no se cansaba de preguntar por las plazas y palestras a quienes decían saber, poniéndoles en ridículo. Sí, la "desobediencia" se inicia en el "cuestionamiento" de un "orden" impuesto, sea de la mayoría o de un grupo. Cuando veo a mi alrededor a profesores que obedecen cada instrucción burocrática o veleidad seudo pedagógica sin cuestionarse nada; cuando escucho a personas "preparadas" que repiten dogmáticamente las arengas de la televisión, sin tomarse la molestia de contrastar otras "fuentes"; cuando observo la indiferencia de los alumnos ante las grandes y desasosegantes preguntas sobre la existencia, no puedo sino decir con nuestro compañero Jose, "el sistema ha ganado": nuestra obediencia es su poder...

domingo, 23 de octubre de 2022

Platón para Dummies - Tema/Apuntes. Historia de la Filosofía. Francisco Huertas Hernández

Platón para Dummies
Tema/Apuntes
Teoría de las Ideas. Ontología dualista. Epistemología racionalista. El alma. La ética. La educación. La política
Historia de la Filosofía
Francisco Huertas Hernández


Platón
Alegoría del Sol ("República". VI)
El sol entra por el vano de la puerta iluminando -cegando- plantas, objetos y almas. Una "visión" platónica del poder de la luz. Todos buscamos la luz solar del invierno, cuando el frío nos contrae
Alicante. Martes 15 de diciembre de 2020
Foto de Francisco Huertas Hernández

Platón para Dummies
Apuntes

1.      Platón (Πλάτων) (427 a.C.-347 a.C.) fue un filósofo ateniense, de origen aristocrático, hijo de Aristón (padre), descendiente del último rey de Atenas, Codro, y de Perictione (madre). Era hermano menor de Glaucón y Adimanto (personajes de “República”). Platón era sobrino de Critias y primo de Cármides, que fueron miembros del gobierno oligárquico de los 30 Tiranos, impuesto por Esparta tras la derrota de Atenas en la Guerra del Peloponeso.

2.      Con Platón llegamos a la cumbre del pensamiento (al menos occidental). Vosotros lo ignoráis, pero cuando habláis y pensáis sois platónicos. ¿Por qué? Porque creéis en valores universales, y en la diferencia entre lo ideal/perfecto/puro (racional) y lo imitado/imperfecto/mezclado (sensible), entre otras muchas cosas.

3.      Platón es un filósofo racionalista. ¿Qué quiere decir eso? Pues que solo con la razón podemos conocer la realidad, no con los sentidos (la vista). La verdad es racional, no sensible. Ver no es saber. Saber es entender. Y entender es poder definir, argumentar y convencer. Por eso Platón recoge la influencia del presocrático Parménides. E, incluso, podríamos decir que de los pitagóricos que pensaban que los números son la esencia del universo. Los números solo pueden ser conocidos mediante la razón. Platón mandó escribir en la puerta de su Academia: “Que nadie entre aquí que no sepa geometría”. Las matemáticas son la prueba de un conocimiento racional puro.

4.      De Sócrates, su maestro, aprendió la técnica “dialéctica” (diálogo: intercambio de preguntas y respuestas entre varias personas buscando la explicación o definición de las virtudes). Aunque Sócrates no escribió nunca nada -su filosofía era hablar por las plazas, mercados y gimnasios-, Platón quiso escribir sobre la vida -y muerte- de su maestro.

5.      Y de Sócrates también tomó su teoría ética del “intelectualismo moral”, que afirma que para ser bueno (virtuoso) hay que conocer teóricamente el bien antes. Es decir: primero debemos mediante la inteligencia (razón) definir la virtud, antes de poder aplicarla/practicarla. No se puede ser bueno por casualidad. El mal es fruto de la ignorancia.

6.      La filosofía de Aristocles (su verdadero nombre, pues Platón es un mote: el de espalda ancha) es la primera que nos llegó escrita en su integridad. Son sus famosos “Diálogos”, género filosófico-literario inventado por él, en el que, en forma teatral, Sócrates dialoga con discípulos y sofistas (rivales) sobre temas morales, metafísicos y político-educativos. El “diálogo” platónico es una conversación en la que Sócrates siempre pregunta a sus interlocutores, y, entre todos, buscan definir virtudes como la amistad, la valentía, o la justicia.

7.      El acontecimiento que más impactó a Platón fue la condena a muerte de su maestro Sócrates, en la restablecida democracia ateniense, tras el gobierno de los 30 Tiranos. Fue una condena injusta basada en acusaciones falsas. Esto unido a los orígenes familiares aristocráticos de Platón hizo que fuese enemigo de la democracia toda su vida, ya que si la mayoría gobierna (democracia), y es ignorante, será injusta, y un estado injusto está enfermo, ya que la salud del estado es la justicia y no la voluntad de la mayoría.

8.      Platón fundó la primera escuela de filosofía: la Academia (toma su nombre de un lugar de Atenas), en la que estudió durante 20 años su más famoso discípulo, Aristóteles, el otro gigante de la filosofía mundial.

9.      La gran preocupación de Platón fue ético-política: se planteó si era posible lograr una sociedad gobernada por la Justicia y el Bien. Todo ello fue desencadenado, sin duda, por la muerte de Sócrates. Esa defensa de un estado ideal (perfecto, puro), es decir, justo, se plasmó en su libro más importante: “República”.

10.   Platón intentó llevar a cabo en la práctica su “modelo” ideal de estado justo en Siracusa (Sicilia), pero fracasó porque el tirano Dionisio (no confundir con el dios griego del vino, Dioniso), no era el “rey-filósofo” amante de la virtud que Platón proponía en “República”.

11.   La teoría más conocida de Platón es la de las Ideas (εἶδος), que aparece con claridad en este diálogo de madurez.

En “República” (Politeia, en griego) está el famoso mito o alegoría de la Caverna, que sirve para explicar la Teoría de las Ideas: el mundo o la realidad está dividida en dos (dualismo) (mundo verdadero y mundo aparente) Tenemos, por tanto, un dualismo ontológico (dos tipos de realidad).

En el fondo de una caverna hay unos prisioneros encadenados que ven las sombras reflejadas en el fondo de la cueva. Somos nosotros en nuestra vida ordinaria, atados a la opinión o conocimiento de apariencias, conocimiento de la vista (sensible), nada fiable. El prisionero que se libera y sale de la caverna, ve las cosas tal y como son, no sus sombras, y ve lo que las hace visibles y las mantiene con vida: el Sol. Esto equivale al filósofo que, educando su alma y guiándola con la razón, se eleva por encima de lo sensible, cambiante, efímero y múltiple, y contempla la esencia de las cosas (Platón lo denomina εἶδος o ἰδέα) y la Idea de Bien, que, como el sol, nos permite conocer el resto de ideas y les da existencia (o sea, las hace perfectas, cada una en su género) La esencia de algo es única, eterna, permanente, inmaterial y perfecta (Ej: hay muchas personas más o menos bellas en el mundo sensible, pero ninguno es la Belleza. La idea de Belleza es perfecta y eterna, y las cosas bellas que vemos son sólo copias o participaciones parciales de dicha idea, que pierden su belleza, porque no les pertenece) Por tanto, el mundo real y verdadero, inteligible, formado por Ideas perfectas tiene una proyección en un mundo aparente y confuso, sensible, formado por copias imperfectas, en el espacio y el tiempo, que son imitaciones de las Ideas.

 Pero, entonces, surge una pregunta: ¿cómo se duplica el mundo? ¿quién o qué produce esa duplicación? Platón propone la hipótesis de una Inteligencia Divina ordenadora, un Artesano (Δημιουργός, Demiurgo) que copia las Ideas en la materia (que es imperfecta, eterna y caótica) movido por la Bondad (Bien) y siguiendo formas geométricas y números, lo que convierte el Universo Sensible en un κόσμος (orden). El Demiurgo es el creador del Cosmos Visible (ο ορατός κόσμος) -formado por todas las copias materiales de las Ideas en el espacio y el tiempo-, pero no del Cosmos Inteligible (κόσμος νοητός, Mundo inteligible) que es eterno e inmaterial. El Demiurgo no puede asimilarse al Dios de las religiones monoteístas, porque no crea la realidad -que son las Ideas-, solo crea la apariencia. Sin embargo, la suprema Idea de Bien que “ilumina” -da perfección- al resto de Ideas sí podría considerarse semejante a Dios, porque lo que hay de perfecto y bueno en todo el universo inteligible y sensible (aquí solo en pequeñas proporciones) se debe a su causa. Como el prisionero de la caverna todo lo existente sensible tiende (es atraído) a la perfección: es la “luz” del Bien la que permite que la materia tenga orden, sentido y tienda a la perfección. Imagina una habitación oscura y desordenada, solo cuando encendemos la luz podemos “saber” qué es cada cosa, ponerla en su sitio, y “sacar partido” a cada elemento. Para ello nos tenemos que ayudar necesariamente de un plano ideal. ¿No es el feng shui un ejemplo de esa guía para ordenar el caos, para perfeccionar el espacio, darle armonía (perfección)? Platón considera que esa guía o plano ideal es lo verdaderamente real: el mundo inteligible lleno de Ideas/Formas/Esencias, y el Bien su fundamento.

12.   La realidad (ser) es estudiada por la parte de la filosofía llamada ontología (ὄντος-λόγος, estudio del ser). En “República”, Platón usa dos alegorías para comparar la realidad con una caverna y una línea.

Dividimos la línea en dos partes (una visible/sensible, y otra racional/inteligible) (dualismo ontológico). Volvemos a dividir cada parte en otras dos. Y tenemos 4 niveles de realidad: a) imágenes (sombras, reflejos); b) cosas que producen esas imágenes (seres vivos y artificiales); c) estructura matemática de esos seres (números, figuras geométricas); d) ideas perfectas (esencias, modelos originales) de esos seres. (Ej: vemos la sombra de un perro, luego vemos un perro que produce esa sombra, luego entendemos la estructura geométrica de ese perro que vemos, y finalmente entendemos qué es el perro, su definición, su esencia, su idea) (a) y b) son grados de la realidad sensible; c) y d) grados de la realidad inteligible). Por lo que el grado a) es el menos real y el grado d) el más real.

13.   Ese es el camino de ascenso desde el fondo de la caverna del prisionero, es decir, la educación que nos lleva desde la visión de copias de copias (imágenes) a las copias sensibles múltiples cambiantes de las ideas (φύσις, naturaleza), de ahí a su estructura matemática (cantidad numérica y figura geométrica), y de ahí a la comprensión de qué son las esencias permanentes (ideas). La educación (liberación del prisionero) es el paso de lo sensible a lo inteligible.

14.   Las alegorías de la línea y de la caverna también sirven para explicar los tipos de conocimiento de esa realidad. La epistemología es la parte de la filosofía que estudia el conocimiento humano. Hay dos niveles de conocimiento: conocimiento sensible (opinión, doxa) y conocimiento racional (ciencia, episteme). Son las dos divisiones de la línea (dualismo epistemológico). A su vez, recordemos que habíamos dividido de nuevo los dos segmentos de la línea. Los cuatro grados de conocimiento resultantes, que corresponden a los niveles de realidad arriba explicados son: Doxa: a) imaginación (eikasía); b) creencia o conocimiento de la naturaleza (física, φυσική) (percepción) (pistis); Episteme: c) pensamiento por demostración matemática (conocimiento indirecto, se apoya en hipótesis) (dianoia); d) inteligencia pura por intuición (conocimiento directo) de las ideas y de la causa de su perfección: la idea de Bien (nóesis). El grado de la eikasía es el conocimiento menos verdadero y la nóesis el más verdadero.

15.   ¿Por qué Platón tuvo que duplicar el mundo, y colocar la realidad y la verdad más allá de lo sensible? (Teoría de las Ideas). Hay varios argumentos: a) Platón piensa que no podemos conocer lo que siempre cambia. Y lo que está en el tiempo siempre cambia. Prueba a decir qué hora es, no podrás. Cuando lo has dicho, ya ha pasado; b) No podemos conocer lo múltiple (ni el ojo ni la mente pueden abarcarlo). Hay que reducirlo a unidad. Para conocer hay que olvidarse de las diferencias individuales [Ej: Los niños pequeños aprenden lo que son las cosas cuando pueden agruparlas bajo una palabra. Todos los gatos que ve son diferentes (múltiples), y solo puede saber que son gatos cuando entiende la palabra/idea general (única)]; c) Existe un conocimiento real que son las matemáticas y que no depende de lo sensible, solo de la razón. Por eso la verdadera ciencia (episteme) debe ser de lo permanente, porque si fuera de lo cambiante no habría ciencia. ¿No sería ridículo decir que únicamente hay ciencia mientras vive un ser humano?; d) la virtud no puede ser algo cambiante y subjetivo como decían los Sofistas, porque entonces no podríamos conocerla, y sin conocerla no podríamos aplicarla. Dejaríamos de ser racionales. Por tanto, la ética también debe basarse en realidades permanentes y objetivas. Y solo pueden existir fuera del espacio y el tiempo que son cambiantes; e) cuando hablamos (usando nombres comunes) nombramos cosas que permanecen. Decimos “luna” y da igual qué aspecto, tamaño o brillo tenga. El lenguaje usa conceptos de cosas que no cambian (eso son las palabras del diccionario. ¿Alguien ha visto envejecer la palabra “niño” en el diccionario?). Así que las palabras, si nombran algo real, deben referirse a realidades no espaciales ni temporales, no materiales ni sensibles, o sea inteligibles/racionales, eternas. Eso son las “ideas”

16.   No confundáis nunca lo que entiende Platón por idea (esencia, verdadera realidad de las cosas, eterna, perfecta, independiente de la mente humana), con lo que, desde Descartes (s. XVII), entendemos por idea: contenido mental de una persona, o sea, pensamiento. La idea (ἰδέα) o forma (μορφή) es la realidad verdadera en Platón, y existe independientemente de que la conozcamos o no. Hay una idea para cada clase de cosas. Por ejemplo, una persona puede morir sin haber visto o conocido (pensado) el ornitorrinco o la función logarítmica, pero el ornitorrinco y la función logarítmica existen, se piensen, se vean, o no.

17.   Por eso, Platón propone hipótesis racionales sobre la inmortalidad del alma, que garantizan que nuestra razón (la principal función del alma humana) puede recuperar (recordar) las ideas de las cosas conocidas por el alma antes de unirse al cuerpo (o sea, antes de nacer) en un proceso de recuerdo/reminiscencia  o anámnesis. Solo lo inmortal humano (alma racional) puede conocer lo que es inmortal no humano (ideas), lo mortal (cuerpo, y sus sentidos, con la vista en primer lugar) no puede conocer lo inmortal (ideas)

Y es que la antropología (ἄνθρωπος-λόγος, estudio del ser humano) platónica también es dualista. El ser humano está compuesto de dos elementos: a) cuerpo material, sensible, mortal, imperfecto; b) alma inmaterial, racional, inmortal, semejante a las ideas. Hay que aclarar algo acerca de la teoría del alma en Platón: el alma está formada por tres partes: concupiscible o apetitiva (deseos), irascible (voluntad), racional (razón). Sólo ésta última es inmortal. Alma y cuerpo están unidos accidentalmente, pero es el alma racional la que debe guiar las otras dos partes y al cuerpo, como un cochero un carruaje (mito del carro alado: "Fedro")

Como el alma es inmortal posee todo el conocimiento, pero al nacer (unión accidental de un cuerpo y un alma) este conocimiento se olvida por influencia del cuerpo y sus necesidades, y lo que llamamos aprender es recordar las Ideas innatas (de nacimiento), que ya poseíamos al nacer.

Conocer es recordar (ἀνάμνησις) a partir de las copias sensibles sus originales (Ideas). La percepción es el punto de partida del recuerdo, pero ver no es conocer. Conocer solo es una actividad de la razón (re-conocer: comparo -y clasifico- lo que veo con su idea original), no de los sentidos. El olvido de las Ideas, cuando nacemos, se debe a las necesidades y deseos del cuerpo que apartan al alma de la contemplación de lo eterno y lo dirigen hacia lo sensible.

Para que el alma "recuerde" o recupere esos conocimientos es necesario un proceso educativo (mito de la caverna: "República") que nos permita pasar de lo sensible (arte, física) a lo inteligible/racional (matemáticas, filosofía). Así nuestra alma va liberándose de las "cadenas" del cuerpo, de la apariencia y el cambio y elevándose a las esencias (Ideas), que son la verdadera realidad y el verdadero conocimiento.

18.   Solo el conocimiento de la verdadera realidad nos hace humanos, y lo más elevado en el mundo de las Ideas es la Justicia y el Bien, que en Platón, coincide con la Belleza. De la belleza habla en “Banquete”, donde dice que el amor o deseo de belleza nos eleva al conocimiento puro y el ser verdadero. Por tanto, nos hace filósofos (φιλόσοφος, amantes del saber). El saber es bello y bueno.

La filosofía, dice Platón, en “Fedón”, es una preparación para la muerte, es decir, un separarse de lo sensible y cambiante (lo material), para conocer lo inteligible (racional) y eterno (lo inmaterial) 

19. Platón establece una estrecha correspondencia entre las partes del alma (concupiscible/apetitivairascible y racional) con las clases sociales que constituyen el Estado ideal (productores: agricultores y artesanos, guardianes y filósofos-gobernantes)

 La ética platónica estudia la virtud (bien) característica de cada parte del alma y la clase social que le corresponde: Por tanto los productores serán virtuoso
s cuando pongan freno a su codicia. Su virtud será la moderación o templanza. Los guardianes (soldados) serán virtuosos cuando sean valientes. Su virtud será la valentía. Los gobernantes (reyes-filósofos) serán virtuosos cuando sean sabios (buenos). Su virtud será la sabiduría -que es teórica y práctica (prudencia) a la vez-

    Así, la ciudad (πόλις), o Estado perfecto, será aquella que armonice las tres clases, cumpliendo cada una su tarea. Con ello será una ciudad justa. El filósofo ha de dirigir porque ha llegado al máximo saber (el Bien, y su idea derivada: la Justicia); el guardián debe defender la ciudad porque es valiente; y el productor (sea labrador o artesano) abastecer de bienes a la ciudad siendo moderado, porque si no no cumpliría su función. Cuando todas las clases sociales cumplen su función hay armonía en la ciudad y bienestar.

 La justicia es, así, la virtud resultante de la armonía de sabiduría, valentía y moderación, tanto en el alma individual como en el “alma” (estructura) del estado (ciudad). Porque la ética y la política son inseparables en Platón: el ser humano solo es humano, o sea, racional dentro de la ciudad.

20. Para que un Estado se mantenga debe basarse en un programa de educación que desarrolle las virtudes propias de cada clase. La educación comienza en la infancia. Se atenderá especialmente a la clase de los guardianes –de entre los que saldrán los mejores como gobernantes- con una formación elemental que incluye la gimnasia (fortalece el cuerpo y la voluntad) y la música (recordad que, en griego, se refiere al arte de las Musas, que comprende la música y la poesía. Pero Platón introduce limitaciones o censura al arte: debe imitar las virtudes, y no enseñar mentiras que debiliten el carácter). Es la fase de la educación elemental para todos. Dura hasta los 20 años.

 Los mejores de los guardianes recibirán una educación superior de los 20 a los 35 años en matemáticas (aritmética, geometría, astronomía), y, desde los 30 años la “ciencia más difícil”: la dialéctica (filosofía) que permite conocer la Idea suprema: el Bien.

 Después de dedicarse 5 años a la Dialéctica (ascendiendo de Idea en Idea hasta el Bien-en-sí) tienen la obligación de “descender de nuevo a la caverna” (regreso a la caverna (política): compartir con la sociedad el conocimiento y la virtud aprendidos). Desde los 35 a los 50 años aplican lo aprendido, desempeñando cargos oficiales, impartiendo justicia a través de leyes. La educación de los filósofos-gobernantes concluye a los 50 años.

 La finalidad de la educación del político-filósofo es el conocimiento (contemplación, intuición) de la Idea de Bien, el “máximo conocimiento”. El Bien (la Justicia) es el fundamento del Estado (Ciudad) y del actuar político. Su conocimiento es aplicado a las normas de la ciudad (influencia socrática)

 Para evitar el egoísmo de los guardianes Platón propone un comunismo de los bienes, de las mujeres y los hijos.

 En su última obra (“Leyes”), y tras varios fracasos personales al aplicar sus teorías en Sicilia, Platón modificó esta visión “idealista” del Estado, dando prioridad a las leyes. Pasó a considerar a los hombres más como son en realidad que como deberían ser.

21. La filosofía de Platón ha sido la más influyente de la historia (junto con la de Aristóteles). Su Academia, que existió durante casi 9 siglos, es el precedente de las universidades (educación superior). Aristóteles, su alumno más famoso, fundó su propia escuela: el Liceo, también en Atenas. Y rechazó la Teoría de las Ideas. Las ideas no están separadas de las cosas, enseñó Aristóteles. La realidad verdadera no es universal como decía Platón sino individual, se llama sustancia y está compuesta por materia (particular) y forma (universal). El ser humano conoce las formas (esencias, ideas) porque “abstrae” (separa mentalmente) las características comunes de las sustancias que ve/observa. No existen esas características esenciales separadas (fuera) de la materia. Aristóteles representa el empirismo (el conocimiento comienza con los sentidos) frente al racionalismo platónico. Aristóteles está más interesado en los seres vivos (animales, plantas) que en los números e ideas

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Versión WEB del original en PDF en:


PDF 1: Platón para Dummies (principiantes) (Tema completo)
PDF 2: Teoría 1 (Resumen)
PDF 3: Teoría 2. "La República" (Resumen)
PDF 4: Alexandre Koyré: "Introduction a la lecture de Platon". Análisis de la Política en "La República" (Resumen)
PDF 5: Textos Sofistas - Sócrates (según Platón)
PDF 6: Textos Platón "La República" (Alegoría del Sol, Línea, Caverna, Filósofo-Gobernante) Prueba Acceso a la Universidad
PDF 7: Vocabulario Platón
PDF 8: Ejercicios Platón 1
PDF 9: Ejercicios Platón 2. Alegoría del Sol
PDF 10: Ejercicios Platón 3. Símil de la Línea
PDF 11: Ejercicios Platón 4. Alegoría de la Caverna según Emilio Lledó
PDF 12: Ejercicios Platón 5. "The Truman Show" y la Alegoría de la Caverna"
PDF 13: Texto: Gustavo Bueno, Alberto Hidalgo y Carlos Iglesias: “Symploké. Filosofía 3º de BUP”: "Tipos de conocimiento según Platón" (Explicación de la Alegoría de la Línea)
PDF 14: Platón y Descartes. Relación
PDF 15: Platón y Nietzsche. Relación

WEB: ESQUEMAS Platón. Dualismo ontológico, epistemológico, antropológico, ética, educación y política. (+ Ejercicios de alumnos) Francisco Huertas Hernández 

WEB: Platón. PODCASTS. Explicación: Dualismo ontológico, epistemológico, antropológico, ética, política y educación

WEB: Platón. Control de aprendizaje. Preguntas de repaso y consolidación. 2º Bachillerato - Historia de la Filosofía

WEB: El mito de la caverna, de Platón - La sombra, la pantalla, la luz. Una relectura con Emilio Lledó - Francisco Huertas Hernández

WEB: "The Truman Show" y el Mito de la Caverna, de Platón. Interpretación filosófica. Francisco Huertas Hernández

WEB: La Alegoría de la línea. Platón: "La República" ("Πολιτεία") Libro VI (509c-511e) - Francisco Huertas Hernández