jueves, 30 de abril de 2020

El mito de Fausto en el cine. Summa Universalis. Francisco Huertas Hernández. El universo entero en 2 páginas. Texto literario-filosófico



Summa Universalis. El universo entero en 2 páginas
Texto literario-filosófico
El mito de Fausto en el cine
Francisco Huertas Hernández




"Faust - Eine deutsche Volkssage" (1926). Friedrich Wilhelm Murnau
"Fausto"
Mephistopheles (Emil Jannings) & Faust (Gösta Ekman)
La primera adaptación al cine y la mejor. Murnau -uno de los pocos genios indiscutibles del séptimo arte- se enfrentó al monumento mayor de la literatura alemana, "Faust. Eine Tragödie" (1808) de Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832). La historia de la sed de conocimiento, de inmortalidad. Fausto, el buscador de la verdad, sumergido en los libros, se vuelve hacia la magia, insatisfecho con lo aprendido. Busca el conocimiento infinito que con la ciencia humana no se vislumbra. En la película de Murnau la ciudad es asolada por la Peste, y Fausto, impotente, quema sus libros, invocando al diablo. El pacto con Mephistopheles le da la juventud pero, a cambio, entregará su alma. 

En estos meses de confinamiento por la Peste del siglo XXI, el coronavirus (Covid-19), cual Fausto, me he refugiado en la cultura, o tres de sus ramas: la música -la más elevada de las artes al decir de Schopenhauer y Nietzsche-, la filosofía y la literatura (formas de la búsqueda de la verdad a través de la escritura), y el cine. He procurado no sufrir por mis facultades limitadas o la falta de revelación definitiva en cada una de esas obras. Porque el "habitar" humano dentro de la cultura es, y debe ser, un lugar de luz y no de sombra. Hay dos maneras de entender el saber: a) como cantidad, lo que da lugar a un tipo de persona, el erudito, el que abarca muchos datos, el rey de la cita y la fuente. El erudito suele ser persona memoriosa y acrítica, sin criterio, y, las más de las veces, conservador; b) como cualidad, lo que da lugar a otro tipo de persona, el filósofo, el que relaciona y sintetiza, el príncipe de las dudas y las hipótesis. El "filósofo" es un buscador de principios, entiende el "saber" como una arquitectura e indaga el ladrillo con el que el edificio del mundo se construye, porque sospecha que hay una unidad entre los elementos del mundo y su vida. 

El mito fáustico es un perfeccionismo, un trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad, que ansía el orden y el control. Esa ansiedad de conocimiento proviene de un pensamiento rígido que quiere acomodar el mundo a sus esquemas. El "sediento" no ve el agua, la sueña. Eso es Fausto, el "sediento" de saberes: no ve hechos, está ciego por su necesidad de seguridad. Aunque el mito fáustico esté alejado años luz del personaje de "La Nausée" (1938) de Jean-Paul Sartre (1905-1980), el Autodidacta, que estudia los libros de la biblioteca por orden alfabético, también Fausto quiere recorrer el universo en su completo abecedario.

Pero, ¿por qué necesitamos saber? ¿por qué estamos sedientos de cultura? Yo, al menos, tengo un propósito en la vida: leer, escuchar, a los "clásicos". Si la lectura del "Quijote", la "Iliada" o la "Eneida" me han hecho feliz, ¿en qué medida esa felicidad ha sido una reconciliación con el orden del mundo? El saber, la cultura, sea en su dimensión cuantitativa o cualitativa, reconcilian al hombre con el universo, porque lo conectan con la belleza y lo sagrado -trascendente-. Sí, en el alma humana hay una sed de trascendencia, que va de la observación de la naturaleza al intento de fusión con Dios, y en ese "limen" (límite, umbral) -que diría el gran Eugenio Trías- moramos. Eso es la cultura, el arte, el saber. La puerta a una trascendencia: el instante en que el alma se reconoce en la totalidad, en el misterio

 El vasto dominio de lo existente empieza en Dios. Se discute con encono virulento su realidad, y con más encono aún sus atributos. Son las religiones las depositarias de éstos, y, ellas, transmiten el culto. La fe es la base de la creencia religiosa, y, ésta, entra en conflicto con la razón y la incredulidad. Hay tantos argumentos teológicos para probar la existencia de Dios como críticas racionales del ateísmo para negarla.

"Doctor Faustus" (1967). Richard Burton, Nevill Coghill
Mephistopheles (Andreas Teuber) & Faustus (Richard Burton)
Una producción británica a partir de la obra de Christopher Marlowe (1563-1593) "The Tragical History of the Life and Death of Doctor Faustus" (1592), de donde tomó la idea Johann Wolfgang von Goethe. La película tuvo malas críticas, a pesar de contar con un elenco de actores de la Oxford University Dramatic Society

 Después de Dios, o en su lugar, o simultáneamente, según se sea teísta, ateo o panteísta: el Universo. El conjunto de materia y energía en que vivimos.
 El mundo inorgánico
, estudiado por las ciencias naturales, tales como la Física, la Astronomía, la Química, la Geología, la Geografía. Un mundo de partículas atómicas y moléculas. De dureza y densidad, de estados de la materia, de reacciones y procesos. Fuerza, gravedad, electromagnetismo, velocidad.
 El mundo orgánico es el mundo de la vida, el del carbono, que ocupa a la Biología. En él se hallan distribuidas las especies de los reinos vegetal y animal.
 La Botánica estudia el primero. Plantas, árboles, flores, frutos. La Zoología abarca el reino animal y se ocupa de la anatomía y fisiología de las especies. Los órganos y sistemas.
 Cabría incluir a la Medicina, técnica de curación aplicada al ser humano, como una rama de la Zoología, aunque ésta sería cuestión polémica, pues nos situaría en una concepción materialista y fisiologista del hombre. Nervios, venas, bronquios, células, membranas, embriología, aspectos varios de la cuestión orgánica. La salud y la enfermedad, la vida y la muerte. La cirugía, la farmacopea, la higiene, la nutrición, la gimnasia, las patologías y deformaciones.
 Ramas
como la Etología o la discutida Sociobiología nacen de la Zoología, término muy poco utilizado.

"Фауст" (2011). Александр Сокуров
"Fausto" (2011). Alexandr Sokurov
El prestamista, Mephistopheles (Антон Адасинский, Anton Adasinsky) & Фауст (Johann Zeiler) 
Película rusa filmada en alemán. Una interpretación libre de la leyenda de Fausto y sus fuentes literarias en Goethe y Thomas Mann

 El ser humano, el homo sapiens, el animal racional, la criatura hecha a imagen y semejanza de Dios, es el centro de estudio de múltiples ciencias. Tanto si le consideran como individuo, como si le observan como agente social.
La Filosofía
 se ocupa del conocimiento, de la razón. La intelección y el juicio. Las categorías con que comprendemos racionalmente el universo: el ser, la existencia, la relación, el orden, el cambio, la causalidad, el espacio, el tiempo, la cantidad, la forma. Materias tan complejas, que tan pronto tienen realidad (platonismo), como se limitan a ser abstracciones de la inteligencia (aristotelismo)
 Como sujeto de conducta individual, el ser humano, es estudiado por la Psicología. Sus procesos mentales, sus sentimientos y sensaciones. Pero, aquí, también aparecen la Ética y el Derecho, que valoran y juzgan las conductas con arreglo a leyes morales y positivas. La Psicología no juzga, se limita a describir.
 Como sujeto que expresa ideas y sentimientos a través del lenguaje, el ser humano es analizado indirectamente por la Lingüística, que profundiza en la estructura de este sistema simbólico de comunicación que nos diferencia de otras especies animales.
 El estudio
de los signos lleva desde la Lingüística a la Semiología, las Matemáticas, la Informática y la Estética, que se ocupa del arte, la otra creación específica de la humanidad. La idea de belleza, la proporción, el estilo. La facultad artística que el hombre posee y que le permite expresarse a través de la arquitectura, la pintura, la escultura, la literatura, la música.

"Faust" (1994). Jan Švankmajer
Faust (Petr Čepek )
Largometraje checo que combina personajes reales y de animación, e incluye títeres y plastilina. En la historia se mezclan libremente las obras de Marlowe y de Goethe y leyendas folklóricas, todo ambientado en Praga

 El animal racional es un animal social, y, como tal, vive con sus semejantes, organizándose en instituciones sociales, desde la familia al Estado. La Historia, la Sociología, la Antropología, la Economía y la Política se ocupan de estos aspectos. Las costumbres, las industrias, los oficios, las leyes, el Derecho, la propiedad, los transportes, el comercio, la guerra, el dinero.

 Este es el vasto dominio de lo
conocido, pues queda lo imaginado, lo temido, lo presentido. El universo paralelo de los espíritus, los fenómenos desconocidos, la fantasía y el deseo. Quedan esos territorios del cerebro humano aún infrautilizados, y esos abismos que la física contemporánea abrió: agujeros negros, antimateria, universos paralelos, dimensiones no espacio-temporales. Queda el reino inefable del arte, la magia y el sueño.

 La Summa Universalis es, al fin, un grano de arena en la playa del ser y la nada.

Francisco Huertas Hernández
25 de diciembre de 2002 

"The Last Faustus" (2019). Philipp Humm
Un film británico de ciencia ficción que sigue con bastante fidelidad la obra de Goethe. La Inteligencia Artificial, el deseo sexual, una crítica a la Iglesia y referencias en los personajes a la actualidad configuran los temas de esta película


*****
Comentarios de nuestros lectores:


 -Francisco Huertas Hernández: "Ay, cuánto esfuerzo exige el aprender. El niño experimenta curiosidad natural por las cosas hasta que, en la escuela, le obligan a memorizar y entender algo que él no ha buscado. La educación como instrumento de socialización se ha convertido más en una herramienta de sumisión y formación de mano de obra que en el desarrollo del espíritu, es decir, la conquista de la verdad, la belleza, el bien, la razón y la libertad. Como profesor nunca me he cansado de modificar mis clases, porque la sociedad y los alumnos han cambiado mucho. Me hace gracia escuchar a mis colegas cuando dicen que antes explicaban mucho más, en la época del BUP. Puede, pero yo sé algo, que en esos tiempos, no sabía lo que sé ahora, no solo de los libros, sino sobre todo de la vida y el corazón humano. El mito de Fausto (en el que he de sumergirme de verdad) es el fracaso del conocimiento sin el amor. Margarita (Gretchen) simboliza precisamente el amor ajeno a la ansiedad de saber. Margarita en la rueca. Margarita jugando con los niños. Nuestros alumnos pueden aprender amando. Como dijo Maria: "A mí se me da más fácil estudiar con los profesores a los que les tengo mucho cariño. Porque da motivación para esforzarme y mostrarles el aprecio de su esfuerzo". En ese saber que es amor puede crearse. Porque sin creación propia hecha con amor y desde el amor no hay saber. El filósofo que miró los cielos y el mar intentando dar una respuesta racional, ante todo, amaba esos cielos y ese mar, y por eso los contemplaba. Fausto se redime por el amor, no por el saber solitario de su biblioteca. Y no, no estoy diciendo nada contra los libros, porque en ellos hay tal carga de amor que nada sabríamos del amor sin ellos. Pero sí, sí digo que al igual que Don Quijote quiso salir al mundo para buscar las aventuras que ya había leído en los libros y ofrecerle sus triunfos a su amada, así nosotros, nuestros alumnos, debemos salir de nuestras asignaturas y nuestros libros al mundo de los corazones que quieren contemplar, amar y crear junto a otros corazones"


lunes, 27 de abril de 2020

Deseo y Deber. Desire & Duty Films. Francisco Huertas Hernández. Reflexión filosófica



Deseo y Deber (Reflexión filosófica)
Desire & Duty Films
Francisco Huertas Hernández




"Paths of Glory" (1957). Stanley Kubrick
"Senderos de gloria"
General George Broulard (Adolphe Menjou) & Coronel Dax (Kirk Douglas). En esta clásica película antibelicista ambientada en la Gran Guerra el general francés Broulard ordena atacar una posición alemana en una misión sin probabilidad de éxito. Para ocultar su fracaso, los generales Mireau (George Macready) y su superior, el general Broulard, deciden realizar un consejo de guerra a varios oficiales y condenarlos a muerte. El coronel Dax los defiende en un juicio que es una farsa. 
Muchos temas plantea esta cinta: la obediencia debida en la jerarquía castrense -lo más contrario a la libertad y a la democracia que existe-, la imposibilidad de una "justicia militar", la ética como "desobediencia". Ya escribió el filósofo Javier Muguerza (1936-2019), a propósito de si existe la obligación moral de obedecer el Derecho -en la película, el Derecho Militar, un oxímoron, una contradicción en sus términos-, que no, que la conciencia individual se manifiesta en el "disentimiento moral", la capacidad de decir no. El deber entendido como sometimiento de la conciencia individual a la ley y la voluntad general choca con la ética como disentimiento. La negación de la repugnante norma de la "obediencia debida" es la única salvaguarda de la libertad y dignidad humana. En el juicio de Nuremberg se intentó legitimar: "La defensa Nuremberg es una defensa legal que esencialmente establece que el imputado estaba "solamente siguiendo órdenes" u "obediencia debida" ("Befehl ist Befehl" órdenes son órdenes) por lo que no sería responsable de tal delito"

 Toda la historia de la ética, y, lo que es más importante, de las religiones, es la lucha entre los deseos, naturales o adquiridos, y los deberes. La represión del deseo genera la neurosis en la interpretación psicoanalítica, pero también resulta indispensable para la civilización. Tras milenios de vida humana y cientos de años de religiones y éticas, este conflicto ni se ha resuelto ni se resolverá jamás. La lucha entre el lado animal y el lado divino, entre el instinto y la ley, entre el egoísmo y la sociedad, es una lucha que desgarra el cuerpo y la mente. El deseo no puede ser la base de la ética, señalan casi todos los sistemas, porque es egoísta, irracional, insaciable. Este argumento refuta a la naturaleza, porque los deseos más fuertes son, suponemos, de raíz natural, biológica: el hambre, el sexo, la lucha por la existencia, por el territorio. Pero los deseos, aun canalizados socialmente, siguen presentes y obran desde dentro para destruir los diques del deber. Son como corrientes de agua que llegan a desbordarse. Hoy, los medios de comunicación se interrogan acerca de los deseos criminales de los psicópatas, de los pervertidos, que buscan el placer más allá de todos los límites morales imaginables. Un pesimismo antropológico recorre el mundo desarrollado tecnológicamente: la sociedad está llena de criminales, pederastas, necrófilos. ¿Será esto natural?  No, responden los científicos sociales que obedecen al capital. “Sólo son mentes enfermas. La naturaleza no es mala”.

"Disobedience" (2017). Sebastián Lelio
"Desobediencia"
Ronit Krushka (Rachel Weisz) & Esti Kuperman (Rachel McAdams)
En este film británico del director chileno, la familia ortodoxa judía de una mujer no puede aceptar que ame a otra mujer. El "deber" moral fue desmontado por la filosofía de Friedrich Nietzsche (1844-1900) como "resentimiento" de "enemigos de la vida". La represión del deseo -cuerpo- ha llegado al extremo de la ablación del clítoris de las niñas, la flagelación y el cilicio y otras prácticas inhumanas. Nietzsche tampoco salvó de su crítica el "deber" moral kantiano de origen puramente racional. Tanto la fe como la razón se aliaron en su desprecio y aniquilación del cuerpo y sus pasiones, es decir, de la naturaleza. El cristianismo, de hecho, considera un "pecado original" que el recién nacido hereda. La naturaleza queda reducida a pecado. Sin embargo, lo que la naturaleza manifiesta es el deseo de placer

 Pero la cultura ha sido la lucha por desviar, moldear, domar, la naturaleza. En los albores de la edad moderna Francis Bacon (1561-1626) proclamó el imperio de la ciencia y su misión de “torturar a la naturaleza” (natura torturata) para arrancarle todos sus secretos. Con el desarrollo de la tecnología, como ciencia aplicada, Europa mostró su poder y sometió a la razón instrumental toda fuerza natural o humana. Con el triunfo del capitalismo esa doma de los elementos se convirtió en depredación de los recursos naturales, en vasallaje del propio ser humano convertido en mano de obra. El marxismo, y, más tarde, el ecologismo rechazaron este modelo y revalorizaron, sobre todo éste último, la naturaleza.

 Pero la
naturaleza siempre fue un obstáculo en el desarrollo de la humanidad: la naturaleza exterior (los mares, los ríos, las montañas, los desiertos, los bosques, las selvas, los volcanes) con sus cataclismos, con sus ciclos, con sus leyes ajenas al bienestar humano, y la naturaleza interior del propio hombre (sus deseos, sus necesidades, sus limitaciones)

"Les Résultats du féminisme" (1906). Alice Guy
Parece que esta directora francesa inventó el cine de ficción -narrativo- antes que Georges Méliès, con su película "La Fée aux Choux" (1896). En esta ingeniosa historia -¡filmada en 1906!- "postula un mundo al revés, donde hombres y mujeres intercambian sus roles,de modo que los hombres actúan como mujeres, adquiriendo el rol materno y de cuidado del hogar (planchar, coser, etc), mientras que las mujeres actúan como hombres, pasivas antes las obligaciones del hogar. Al final de la película los hombres, disconformes, se rebelan en contra de su sumisión y su rol". El "problema" de la mujer ha sido su sumisión en una sociedad patriarcal. El feminismo no es sin más un deseo de liberación sino un deber de igualdad o de equidad entre sexos

 El conflicto entre el deseo y el deber, es, simplificando, la lucha de la cultura (la ciencia) contra la naturaleza. Las perspectivas del equilibrio entre ambas están lastradas por el punto de vista humano, que no puede dejar de ser cultural, esto es, racional. Pero la racionalidad no significa solamente proyecto ético, o, incluso, religioso, pues, de todo punto la religión es un producto cultural y antinatural, racionalidad es necesariamente la experiencia de comprensión humana en sentido amplio, a partir del lenguaje y el pensamiento. Esto quiere decir que el punto de vista imperativo (prescriptivo), postulador de deberes, es consustancial a la racionalidad, a la cultura. El deber se alza sobre el deseo porque es la construcción de la razón que comprende y evalúa la naturaleza, en este caso, la naturaleza propia del ser humano. La razón práctica o ética marca qué aspectos de la naturaleza humana (deseos) pueden ser admitidos dentro de la cultura, de la sociedad. Porque, ante todo, la racionalidad es un proyecto social. Se admite la piedad y se rechaza la lujuria, por ejemplo. Pero el poder de la libido no desaparece, y, estalla, antisocialmente, en episodios de perversión y crimen. Esto causa desasosiego en la mayoría, porque el lado animal (mantis religiosa, hiena, piraña) se revuelve contra los mandamientos morales y religiosos aprendidos desde niños.

"कभी खुशी कभी ग़म... " (2001). करण जौहर
"Kabhi Khushi Kabhie Gham..." (2001). Karan Johar
Película india sobre la dificultad de amar cuando la diferencia económica se interpone. Rahul, de familia rica de Delhi, se enamora de Anjali Sharma, de clase económica humilde. El deber aquí es la obediencia a la tradición de matrimonios entre semejantes. El amor siempre es deseo. ¿Cómo conjugar el deseo y el deber? Sigmund Freud (1856-1939) vino a decir que esa es la tragedia de la vida psíquica, un yo intentando complacer al mismo tiempo a un ello deseante e inconsciente y a un superyo juez moral implacable. Hasta en el cine de Bollywood ese drama es sustancia misma de sus historias, tan antiguas como Medea, o Adán y Eva: el deseo de placer y el deber de obedecer

 La forma de vida humana es antinatural: la razón es enemiga de la naturaleza. La cultura nos inculca ser buenos (valores no naturales, sino sentimental-racionales) pero nosotros queremos placer. Dentro de nosotros, bajo nuestra vestimenta adquirida en la civilización, late el instinto natural, que no quiere más que imponer su dominio. Esta perspectiva muy freudiana (con el ello presionando al yo, que, a su vez, es vigilado por el superyo moral) no puede dejar de ser válida mientras vivamos dentro de la cultura, de la razón y el deber, es decir, mientras seamos lo que somos: humanos, olvidadizos de su origen animal.

 El deseo
 debe encontrar satisfacción dentro de la cultura. El egoísmo y la irracionalidad propios del deseo, según los moralistas, son a juicio de los genetistas y sociobiólogos, portadores de la continuidad de la especie: un gen egoísta pero necesario para la supervivencia de la especie humana. Las múltiples alteraciones producidas por la cultura en la mente humana pueden dar lugar a aberraciones morales sin finalidad natural alguna. Pero, quizá, como escribió el viejo maestro ateniense, los estados más corrompidos son los que más leyes (deberes) tienen. Y en esta sociedad humana postindustrial la regulación de la vida ha llegado a puntos incomprensibles. Esa presión debe necesariamente producir distorsiones en la conducta, por ser el instinto sensible a las corazas. Donde solamente había un hombre que buscaba mujeres con quienes solazarse, la regulación represiva de la cultura creó un monstruo violador, criminal y necrófilo. Sin embargo en una sociedad tan compleja también ha de tenerse en cuenta el efecto de la publicidad incitadora del deseo y los códigos del éxito social, que presionan, a veces, en sentido contrario hasta destruir todo tipo de equilibrio moral y biológico.

Francisco Huertas Hernández
Agosto-septiembre de 2002



domingo, 26 de abril de 2020

El aprender es amargura; el fruto es dulzura. Cine y Escuela. Francisco Huertas Hernández. Texto literario-filosófico


El aprender es amargura; el fruto es dulzura (Texto literario-filosófico)
Cine y Escuela
Francisco Huertas Hernández




"To Sir, with Love" (1967). James Clavell
"Al maestro con cariño" / "Rebelión en las aulas"
Un film británico que recoge la época del Swinging London de los Beatles. Mark Thackeray (Sidney Poitier) es un ingeniero que consigue un trabajo como profesor en un difícil colegio de Londres donde tendrá que enfrentarse con la hostilidad de unos alumnos de clase baja, sin horizonte en la vida. El actor había hecho de alumno conflictivo en "Blackboard Jungle" (1955) de Richard Brooks, que fue la primera película sobre violencia escolar. "To Sir, with Love" era más sensiblera que su precursora. Y plantea un tema importante: ¿el alumno debe esforzarse para llegar a comprender lo que el profesor explica? ¿o el profesor debe esforzarse para darle al alumno lo que a éste último le interesa? Ese es el dilema pedagógico que, resumido, podría exponerse como: clase magistral vs. aula invertida

"To Sir, with Love" (1967). James Clavell
Mark Thackeray (Sidney Poitier) & Miss Gillian Blanchard (Suzy Kendall)

"To Sir, with Love" (1967). James Clavell
Poster

 Con este refránse hace notar el valor de una educación que, contrariando los deseos y pasiones, forma el verdadero espíritu del hombre”. Así explica José Bergua este dicho de cariz kantiano o estoico.

 La amargura es
sabor o gusto amargo”, y en sentido figurado “disgusto, aflicción”. Amargar es “tener alguna cosa sabor o gusto desagradable, parecido al de la hiel, el acíbar, el ajenjo, etc.”. Desde el punto de vista de la Química sabemos que las materias amargasdesignan gran número de substancias de procedencia vegetal que contienen carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Usadas terapéuticamente, despiertan el apetito, por aumentar la secreción de las glándulas del estómago y salivares”.

 Esta amargura con la que
comienza el aprendizaje parece hacer referencia a la doma o domesticación de los deseos naturales del niño, que habrán de encauzarse, o, simplemente, eliminarse, como malas hierbas. Una perspectiva de la enseñanza que considera la civilización como una superación de la naturaleza. Existen muchos refranes alusivos a esta idea: “Quien bien te quiera te hará llorar”, o el brutal “La letra con sangre entra, y la labor con dolor”.

 Esta pedagogía del palo pareció quedar tocada con las teorías de Rousseau y las posteriores doctrinas libertarias que exaltaban los valores naturales frente a la disciplina impuesta. Las jóvenes y ya envejecidas, sin embargo, ideas de la reforma educativa que se implantó en España en tiempos del gobierno socialista, la llamada Logse, iban en esta dirección: aprendizaje significativo, contenidos actitudinales y procedimentales, necesidad de motivación, etc.

"Blackboard Jungle" (1955). Richard Brooks
"Semilla de maldad"
Richard Dadier (Glenn Ford) es un veterano de guerra que consigue un puesto como profesor en una escuela de enseñanza profesional en un barrio conflictivo. El rock and roll aparece por primera vez en una película en los títulos de crédito: "Rock around the Clock" de Bill Haley and His Comets. La fuerza, la paciencia y la imaginación acabarán triunfando. Este largometraje norteamericano marcó el esquema que seguirían todas las películas de este nuevo subgénero: maestro novato-conflicto-fuerza-desánimo-perseverancia-innovación educativa-aceptación/amor-triunfo

"Blackboard Jungle" (1955). Richard Brooks
Poster

 La amargura del aprender no debe interpretarse exclusivamente como la represión del deseo sino más bien como la ética del esfuerzo personal. Esforzarse es más cansado que holgar. Aprender es “adquirir el conocimiento de alguna cosa por medio del estudio o de la experiencia”. El estudio es normalmente concebido como la disciplina impuesta para asimilar contenidos que el estudiante rechaza por aburridos y dificultosos. Se define como “esfuerzo que pone el entendimiento aplicándose a conocer alguna cosa, y en especial trabajo empleado en aprender y cultivar una ciencia o arte”. Vemos la unidad de esfuerzo y conocimiento. Nada puede conocerse sin esfuerzo, sin amargura y fatiga. Pero el aprendizaje también se realiza por medio de la experiencia, la propia, se entiende. Aprender en carne propia. Esto requiere también desengaño y dolor. Los palos que la vida da. Escarmentar en cabeza propia: “El escarmentado, bien conoce el vado”.

 El esfuerzo es
 el “empleo enérgico de la fuerza física contra algún impulso o resistencia” y “empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir una cosa venciendo dificultades”. El esfuerzo es una actividad consciente contra la inercia de los impulsos naturales a la pereza. Es el vigor que se emplea para superarse a sí mismo venciendo las resistencias que los deseos imponen. Vencerse a sí mismo es la victoria del que se esfuerza, que saca de sí aquello que la naturaleza tiene encerrado o dormido.

 Y la experiencia enseña
que la vida opone resistencias en forma de otras vidas, intereses e impulsos, que han de superarse como medio de supervivencia. Este “empleo de elementos costosos en la consecución de algún fin” es la misma lucha por la vida en forma de conocimiento de esta misma vida.

 Es esforzado aprender y requiere atención y juicio, y, casi siempre, lo que se aprende se olvida, pues no era sino un camino, un método, para desarrollar estas capacidades de la atención -percepción intensa e inteligente-, y el juicio, que nos permite distinguir lo verdadero de lo falso, comparando dos ideas para conocer y determinar sus relaciones.

"Доживём до понедельника" (1968). Станислав Ростоцкий
"Dozhiviom do ponedelnika" (1968). Stanislav Rostotsky
Илья Семёнович Мельников (Вячеслав Тихонов), учитель истории - Ilya Semionovich Melnikov (Vyacheslav Tijonov), profesor de Historia
"We'll Live Till Monday" es una hermosa película rusa del periodo de la "nueva ola soviética" (Советская новая волна). Tres días en la vida del noveno grado de una escuela secundaria soviética ordinaria: jueves, viernes y sábado a mediados de otoño. El profesor de historia Ilya Melnikov enfrentado a sus dudas y buscando los mejores métodos para educar

"Доживём до понедельника" (1968). Станислав Ростоцкий
Poster

"Доживём до понедельника" (1968). Станислав Ростоцкий
Poster 2

"Доживём до понедельника" (1968). Станислав Ростоцкий
FILM

 El fruto del aprendizaje es dulce. Tras el penar llega el cantar. No todos los frutos son dulces, sólo aquellos que han sido bien trabajados. Esta dulzura se opone a la amargura de los comienzos y es la recompensa, pero esta recompensa, ¡ay!, no suele ser material y placentera, sino moral y espiritual.

 El dulce fruto
es “el del ingenio del trabajo humano”, pero en Botánica es el “ovario fecundado y maduro. Parte de la planta, producto de la fecundación, que contiene las semillas, y es de utilidad para el hombre”. El fruto refresca y calma la sed, endulza el paladar. Este es el conocimiento que, consecuencia del estudio o la experiencia, mejora al ser humano, haciéndole más maduro y escarmentado.

 El fruto del aprender es dulce porque ha fecundado el alma y ha hecho brotar, por medio del esfuerzo, pensamientos y conceptos.

Texto: Francisco Huertas Hernández
28 de diciembre de 2002

"Большая перемена" (1973). Алексей Коренев
"Bolshaya Peremena" (1973). Aleksey Koreniev
"Big School-Break"
Нестор Петрович Северов (Михаил Кононов), учитель истории, классный руководитель 9 «А» - Nestor Petrovich Severov (Mijail Kononov), profesor de Historia de la clase de 9º A (a la derecha)
Otra producción de cine soviético sobre maestros. Las desventuras del inexperto profesor Nestor Petrovich en medio de la actitud frívola de sus colegas y alumnos

"Большая перемена" (1973). Алексей Коренев


*****
Comentarios de nuestros lectores:


- Francisco Huertas Hernández: Copiaré aquí lo que escribí para mis alumnos de 2º Bachillerato al terminar el curso 2016-2017: "Hace años escribí en mi diario que la labor del profesor debía ser una pirámide que empezara con el respeto (mío ante el conocimiento, mío ante vosotros, entre vosotros, y vuestro hacia a mí), luego elevándose a la admiración (vuestra hacia el conocimiento, y la mutua admiración mía hacia vosotros y vuestra hacia mi), para acabar en la cima del amor (un afecto más allá de la razón y los contenidos de la asignatura, en el que la empatía, el cariño, el interés por las personas que somos fuera más allá de veros o verme como parte de un simple proceso de aprendizaje mecánico)
 Respeto, admiración y amor, eso es la enseñanza, o el aprendizaje. No sé si habéis aprendido muchos conceptos, pero en todo caso hemos vivido juntos estos años con un poco de respeto, admiración y amor"



Discapacidad en el cine (1). Estrella Millán Sanjuán. Disability in Films - Cinéma et handicap. Profesora de Actividades físico-deportivas para Personas con Discapacidad


Discapacidad en el cine (1)
Estrella Millán Sanjuán
Disability in Films - Cinéma et handicap
Profesora de Actividades físico-deportivas para Personas con Discapacidad

UN RECORRIDO POR LA DISCAPACIDAD EN EL CINE

Imágenes: Francisco Huertas Hernández


"The Miracle Worker" (1962). Arthur Penn
"El milagro de Ana Sullivan"
Helen Keller (Patty Duke) fue una niña sordociega, que, gracias a su maestra, Anne Sullivan, aprendió el lenguaje. Se convirtió en escritora y activista social

 Imparto desde hace 20 años dos asignaturas relacionadas con la Discapacidad en Enseñanzas postobligatorias. Siempre he utilizado el cine como un contenido más en el currículum, planteando a mi alumnado reflexiones sobre buenas películas en que ésta tenga un papel relevante. De sobra es reconocido el séptimo arte como vehículo educativo, un recurso didáctico muy útil y repleto en este caso de muy buenas historias de denuncia, reivindicación, eliminación de barreras y superación de este colectivo.
 Por esta razón, he querido plasmar por escrito tantas ideas y consideraciones a lo largo de todos estos años, resultado de la unión de mi pasión por el cine y mi trabajo.

Diego Velázquez (1599-1660): "El bufón el Primo" (1645). Museo Nacional El Prado. Madrid

Diego Velázquez (1599-1660): "Enano con perro" (1650). Museo Nacional El Prado. Madrid

Diego Velázquez (1599-1660): "El bufón con libros" (1645). Museo Nacional El Prado. Madrid

Diego Velázquez (1599-1660): "El niño de Vallecas" (1645). Museo Nacional El Prado. Madrid

Francisco de Goya (1746-1828): "Dos viejos comiendo sopa" (1823). Museo Nacional El Prado. Madrid

Pieter Bruegel de Oude (1525/1530-1569): "De parabel der blinden" (Parábola de los ciegos) (1568). Museo di Capodimonte. Napoli

Gustave Courbet (1819-1877): "Le Désespéré" (1845). 
Collection privée

Vincent Willem van Gogh (1853-1890): "Autoportrait à l'oreille bandée (ou L'Homme à la pipe)" (Autorretrato con oreja vendada y pipa) (1889). Fondation LVMH. Paris

 La diversidad ha estado presente en nuestra sociedad desde siempre, formando parte de nuestra cotidianidad y cultura, tal como ya dieron testimonio en la literatura y la pintura diversos artistas. De la primera haré referencia después de varios libros y de la segunda destaco a Velázquez con las siguientes obras: “El bufón el Primo”, “Enano con un perro”, “El Bufón con libros” y “El niño de Vallecas” (cretinismo) entre muchas. Goya también dedicó parte de su obra a este mundo en: “Los cómicos ambulantes”, “Las Viejas”, “Saturno devorando a su hijo”, “Dos viejos comiendo sopa”, pertenecientes estos dos últimos a su etapa de pintura negra, realizada en un período de crisis personal. También encontramos a Jan Joest con “The adoration of the Christ children” (S. de Down), a Pieter Brueghel, el Viejo con “La parábola de los ciegos”, Gustave Courbet con “El hombre desesperado”, Edvard Munch con “El grito” y “Ansiedad” y Van Gogh con “Autorretrato con oreja vendada y pipa”, reflejando su enfermedad mental.

 El lenguaje acerca
de este colectivo ha ido evolucionando a lo largo de los años, pasando de términos como subnormal, mongólico, retrasado, disminuido, tullido, lisiado, considerados obsoletos hoy en día y muy despectivos, a minusválido, que ya también se desaconseja desde hace muchos años, para llegar a persona con discapacidad (para algunos, discapacitado, tampoco es oportuno). La forma en que utilizamos el lenguaje condiciona y modifica nuestro pensamiento, por eso es tan importante utilizar el más adecuado, lo que nos conducirá a un respeto y consideración hacia la diversidad funcional, término que viene acuñándose últimamente y que tiene sus pros y contras para el CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), ya que podría tener menos impacto para la sociedad en el esfuerzo y defensa de los derechos de este colectivo, al ser un término más ambiguo.

  Lo que presento a continuación es un análisis de la percepción de la discapacidad en el cine desde sus primeros años, centrándome más en clásicos y huyendo un poco, con todos mis respetos, del cine propiamente catalogado como tal y comercial, muy analizado ya. He preferido centrarme en algunos casos en personajes secundarios, pero de peso en el guión y algunas películas que, a priori, no son relacionadas con este tema, pero que para mí sí es importante su estudio. Precisamente ese es mi objetivo, examinar por qué los directores eligen que determinado personaje tenga discapacidad. He rebuscado por todos los recovecos de los cajones de mi conocimiento del cine hasta dar con verdaderas joyas, personajes diferentes, bellos a su forma, excluidos, necesarios, a los que brindo mi particular homenaje.

"The hunchback of Notre Dame" (1923). Wallace Worlsey
"El jorobado de Notre Dame"
Quasimodo (Lon Chaney)

 Empezando este itinerario por el mundo de la discapacidad en el cine, hallamos que hace casi 100 años estaba ligada a infundir miedo y pánico al público, asentada en personajes grotescos solitarios y recluidos por pavor al rechazo y maltrato de la sociedad. Las primeras referencias en la historia del cine son historias basadas en libros clásicos conocidos. Tenemos “The Hunchback of Notre Dame” (1923) (El jorobado de Notre Dame), basada en la novela de Victor Hugo y dirigida por Wallace Worsley. El personaje principal es Quasimodo (Lon Chaney), un hombre escondido en la Catedral de Notre Dame de Paris, que presenta una escoliosis severa, además de sordera. Una persona deforme facial y corporalmente, que escandaliza a la población, discriminado, torturado públicamente, pero con grandes sentimientos y nobleza, como demuestra hacia Esmeralda.

"The Phantom of the Opera" (1925). Rupert Julian
"El fantasma de la ópera"
Erik (Lon Chaney)

 En “The Phantom of the Opera” (1925) (El fantasma de la ópera), basada en la novela homónima de Gaston Léroux, el protagonista (de nuevo Lon Chaney) es descrito por los que han creído verlo deambulando por los bajos del Teatro de la Ópera Garnier de Paris como alguien monstruoso, desfigurado, sin nariz, piel amarilla, bultos y ojos hundidos. No está clara la afección que tendría Erik, pero todo apunta a que el escritor se asesoró y lo creó con la enfermedad de porfiria, después de ver unas fotos de pacientes muy afectados. Esta se adapta perfectamente a la descripción que narra la película. Rupert Julian dibuja perfectamente el ambiente gótico y tenebroso en que se desenvuelve otro ser forzado al ostracismo por su cruel enfermedad, que le obliga a llevar una máscara y caminar por la oscuridad y sótanos para evitar ser descubierto. También, como en la película anterior, demuestra sentimientos de amor y, en este caso, una alta sensibilidad hacia la música, tocando el piano con maestría. Pero aquí el personaje es dotado de maldad, si bien su objetivo es en nombre del amor hacia la cantante Christine. El desarrollo de la historia hace que acabe asesinado por su vil actuación.

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
"La Bella y la Bestia"
Belle (Josette Day) & Bête (Jean Marais)

Muy relacionado con este tema de la fealdad y la monstruosidad, descubrimos “La Belle et la Bête” (1946) (La Bella y la Bestia) de Jean Cocteau. Un cuento clásico del s. XVIII adaptado maravillosamente por este poeta-cineasta, el cual deja su especial sello embelleciendo aún más esta historia, resultando un relato infantil para mayores cuando apela al principio a nuestra naïveté (de naïf, ingenuidad). La Bestia (Jean Marais) es horripilante, con aspecto animal y aparente mezquindad también de alma. Pero solo Bella (Josette Day) es capaz, a través del amor que va surgiendo hacia él, cuando convive en su castillo, de convertir esa fealdad en algo hermoso. Les une el nexo de la belleza, pero por la nobleza del alma que ambos poseen y ya la parte animal que inspira terror, desaparece. La película es un cuento de hadas construido desde la magia, con unas imágenes góticas y unos decorados surrealistas que te sumergen en ese universo fantástico e inolvidable. Pero debajo de esta tierna y bella historia subyace de verdad la pena de seres con enfermedades espantosas que, de nuevo, les obligaban a recluirse para no causar temor a los demás, volviéndose viles y huraños. Posiblemente este cuento esté basado en un personaje real canario que llegó a la corte francesa en el s XVI y que padecía hipertricosis o síndrome del hombre lobo, una enfermedad rara que cubre de abundante pelo zonas como la cara y el cuerpo, dando apariencia animal. En ningún caso es una afección intelectual, pero las personas que la padecen, se sienten rechazadas socialmente.

"The Elephant Man" (1980). David Lynch
"El hombre elefante"
Treves (Anthony Hopkins) & John Merrick (John Hurt)

“The Elephant Man” (1980) reúne también esas características sobre un ser horrendo y deforme, pero de gran bondad. Un caso real de un hombre, John Merrick (John Hurt) con el síndrome de Proteus, rescatado de años de humillación y tortura en un circo por un médico cirujano, Treves (Anthony Hopkins). Su cráneo presentaba deformaciones, así como su brazo derecho estaba funcionalmente impedido y engrosado. Su espalda estaba completamente llena de tumoraciones en la piel. Sin embargo, a pesar de años terribles sometido a todo tipo de actos de exhibición obscena ante un público asombrado y vejado, como si de un animal se tratase, no presenta ningún rasgo en su carácter de venganza, ni resentimiento. Es un ser humano amable, con un alma limpia, dulce y agradecida a su salvador. Cuando por la avaricia de su anterior dueño, es secuestrado y devuelto a la vida anterior de feria en feria, esta vez sus salvadores son una pequeña “parada de los monstruos”, formados por un hombre con acromegalia (gigantismo) y varios con enanismo, que demuestran la sensibilidad y generosidad de la que se les ha privado siempre. Esta vez en libertad y con serenidad, elige por fin el destino de su vida.

 Como hemos visto en la anterior película, muchas personas diferentes en el pasado, no tuvieron otra salida que dedicarse al mundo del circo. A continuación, destaco dos películas que abordan este tema de la exhibición en ferias ambulantes de las personas divergentes, pues eran un reclamo para una sociedad que se acercaba en actitud morbosa para terminar espantándose de criaturas tratadas casi como animales en un zoológico.

"Freaks" (1932). Tod Browning
"Fenómenos" / "La parada de los monstruos"
Madame Tetrallini (Rose Dione) y sus criaturas

 La película “Freaks” (1932) (FenómenosLa parada de los monstruos), fue una adelantada a su tiempo, por el tema controvertido que tocaba y por su valiente reivindicación. Ya la traducción elegida en su época en España evidencia la concepción sobre este mundo de la discapacidad, marginal y repugnante para la mayoría. Las palabras de su inicio hacen un llamamiento a la aceptación y tolerancia. Incomprendida y apaleada, supuso el fracaso de su visionario director, Tod Browning, por tratar de devolver la dignidad perdida a golpe de olvido y discriminación a un colectivo minoritario, denostado, perseguido y vilipendiado. En los años 30 la sociedad no estaba aún formada ni lista para asumir que la diferencia está y estará siempre en ella y no por negarla y ocultarla, dejará de existir. Sin embargo, hay mucha poesía y verdad en sus imágenes. Esos cuerpos deformes, con agenesia de miembros, personas con acondroplasia, siamesas, niños-hombres con discapacidad intelectual, se transforman en seres humanos con sus debilidades, sentimientos, con el exquisito trabajo de este gran director que normaliza su vida cotidiana circense. Lo grotesco y monstruoso no está en ellos, sino en los prejuicios, egoísmo y escasa atención de los ojos que miran de soslayo y evitan a estas personas, que, en definitiva, es lo que son. El reconocimiento 30 años después en el Festival de Cine de Venecia, compensó las vicisitudes anteriores. Aunque fue tarde para el director, su objetivo se hizo realidad. Convertida en película de culto, hoy en día se ve con otra mirada por una sociedad más preparada, formada en la integración e inclusión de la diversidad, si bien el camino es largo aún.

“The Butterfly Circus” (2009). Joshua Weigel

 Existe un cortometraje de 2009, que se desarrolla en la misma época que Freaks, llamado “The Butterfly Circus” (El circo de las mariposas), de Joshua Weigel.  Fue muy aplaudida porque le tocó una época de mayor tolerancia y empatía. De hecho, se recomienda su visión en los colegios e institutos. Nick Vujicic, un chico que nació sin extremidades, da vida a un personaje que encuentra su sitio en un circo, superando sus miedos, desarrollando sus cualidades, ganándose el respeto, a pesar de sus enormes dificultades. Un canto a la esperanza y autosuperación.

"A Child is Waiting" (1963). John Cassavetes
Reuben Widdicombe (Bruce Ritchey) & Jean Hansen (Judy Garland)

 Para ver el tratamiento que se daba en la Educación a la discapacidad, encontramos la película “A Child is Waiting” (1963) (Ángeles sin paraíso), de John Cassavetes. El director se sumerge en el difícil mundo de la discapacidad intelectual, un terreno resbaladizo y muy complicado, del que sale satisfactoriamente. El comienzo es hermoso con dibujos de niños muy elocuentes, pero luego cambia el tono cuando un niño llamado Reuben es internado en un Colegio de retrasados o subnormales, como consta en el doblaje de la época, en contra de su voluntad y la última imagen que observa de su padre es la de salir huyendo apretando el acelerador del coche, sin ni siquiera cerrar la puerta trasera. Imagen reveladora de la problemática que toca esta historia. Padres desbordados, poco preparados para afrontar la deficiencia mental de un hijo, con escaso apoyo escolar y de la ciencia. Sueños truncados por algo desconocido y abismal. Cassavetes construye a través de este niño, la maestra que llega nueva de música (Judy Garland) y un director (Burt Lancaster) con enormes trabas para llevar adelante su proyecto pedagógico, una historia humana que, sin llegar a constituir una verdadera crítica o denuncia, al menos da visibilidad a este colectivo en los años 60. Permanece en un terreno intermedio, sin enfangarse demasiado cuando refleja el papel de la Administración, empeñada en valorar solo económicamente si el método de ese Colegio es eficiente, en vez de evaluar realmente la labor de los que allí trabajan o las condiciones de esos chicos. Denota la escasa importancia de un sistema que mantiene hacinados, recluidos, apartados a este colectivo molesto para una sociedad escasamente preparada para su integración.

 Ese Colegio
 es presentado como un cajón en el que se mezclan niños con Síndrome de Down, con trastorno del espectro autista, con deficiencias de todos los niveles, dificultades de aprendizaje, diversos trastornos mentales, en una ratio elevadísima y con una pedagogía poco específica para cada caso particular. Si bien los maestros hacen una labor encomiable, es insuficiente, así como la Ciencia se queda corta en el diagnóstico de cada niño, para darle una atención más individualizada y el Estado se desentiende.

 Afortunadamente
, hoy en día las condiciones han mejorado, el alumnado con NEE (Necesidades Educativas Especiales) y NEAE (Apoyo Educativo) acude a colegios e institutos que permiten su integración, aunque muchas horas las pasan en un aula específica y de apoyo, pero con una ratio pequeña, que es lo ideal. Y en otras comparten momentos con el aula entera. Si la discapacidad es grave, pueden acudir a centros especiales con una atención mucho más específica.

 Queda mucho por hacer, pero es un gran paso el que existan profesionales en Educación Especial. Pero hay que pasar la barrera de la integración y hablar verdaderamente de inclusión social, un reto a conseguir.

"The Miracle Worker" (1962). Arthur Penn
"Ana de los milagros" / "El milagro de Ana Sullivan"
Helen Keller (Patty Duke) & Anne Bancroft (Anne Sullivan)

 En “The Miracle Worker” (1962) (Ana de los milagros / El milagro de Ana Sullivan), Arthur Penn contextualiza a finales del s. XIX esta gran historia real. Helen Keller (Patty Duke) contrae una enfermedad a los 19 meses que la deja con discapacidad sensorial visual y auditiva. Después de años sin una educación acorde a sus necesidades, dejándola libre y casi en estado salvaje, sin normas, con arrebatos incontrolables, ni relación social, (recordando a “L’enfant sauvage” de François Truffaut), los padres ven necesaria por fin una atención especializada. Acude Ana, una institutriz ciega que estudió en el Colegio Perkins (para discapacidad visual) y especialista en educación de personas con sordoceguera. Lo que sigue a continuación es una lucha encarnizada entre ambas, una por rebeldía después de años de abandono educativo y ostracismo injusto, y otra por dedicación, obstinación y perseverancia. La inercia de absoluto aislamiento y ausencia de normas sociales constituye un enérgico reto para esta maestra que consiguió hacer de esta niña una universitaria oradora, escritora y activista política relevante. Demostró la importancia de la Lengua de Signos táctil o en palma para cruzar la barrera de comunicación y social en este colectivo y así derribar muros. La relación entre los signos en la palma y los objetos del mundo que tanto le costó a Ana hacer entender (interpretada magistralmente por Anne Bancroft) abrieron una nueva dimensión a Helen no solo a la comunicación, sino a la dignidad recuperada y a la posibilidad de integrarse en la comunidad educativa y en la sociedad. Sin lenguaje, sea el que sea, no hay interacción social, ni acceso a la cultura, formación, ni garantías de ser persona.
 Este caso fue posible porque la familia era acomodada, pero cuántos casos a lo largo de la historia se han visto privados de atención por razones económicas y rechazo del sistema. La maestra que contrata esta familia también tenía una deficiencia visual que le dejó una fotofobia y pasó gran parte de su niñez en un asilo de niños con toda clase de discapacidades y personas en riesgo de exclusión social, como describe ella: niños sordos, ciegos, con deficiencia mental leve, severa, mujeres excluidas y embarazadas, alcohólicas, personas con enfermedades mentales, todos rodeados de ratas y desatendidos. Nos proporciona una triste información de las condiciones tan atroces en las que convivían todo tipo de personas con discapacidad en esa época, una situación denigrante.

"Zéro de conduite" (1933). Jean Vigo
Le principal (à gauche) (Delphin)

 Otra película de ámbito educativo del año 1933 y en la que existe un personaje con discapacidad es “Zéro de conduite” (Cero en conducta), de Jean Vigo. En un internado donde los que gobiernan son muy autoritarios, de disciplina férrea y represiva, los niños se confabulan con la poesía especial de este gran director, en un acto anárquico y juguetón. Los gobernantes y profesores, excepto uno (Jean Dasté), son presentados desde el punto de vista de un niño, quedando caricaturizados, con una ironía deliciosa de Vigo. Por ello, el director del centro está interpretado por un actor con enanismo conocido (Delphin), con largas barbas, voz muy aguda que se esfuerza en ser atemorizante y gesticulador, pero que resulta ridículo. La elección de esta enfermedad (acondroplasia) fue un acierto, pues intensifica la sátira y burla de este director que padeció la formación estricta en un internado en su niñez.

André Bazin: "Le Cinéma de la cruauté. De Buñuel à Hitchcock" (Préface de François Truffaut). Flammarion. 1975

 Un aspecto que va de la mano con la discapacidad es la pobreza. El director Luis Buñuel fue uno de los que mejor reflejó y denunció este tema, pues su especial tratamiento rezuma una verdad tan intensa, que duele. Este giro en su obra hacia el realismo fue estudiado por André Bazin en una crónica cinematográfica, que junto a otras de grandes directores como Stroheim, Dreyer o Kurosawa, dieron lugar en 1975 al libro “El cine de la crueldad. De Buñuel a Hitchcock”, destacando en palabras del crítico “la presencia de la belleza en lo atroz”, no elude nada” y su crueldad es objetiva. “Se atreve a demostrar la realidad con una obscenidad quirúrgica”. Sus imágenes y actores reales escogidos tienen un tono distinto, que superan incluso al neorrealismo italiano, por su crudeza y veracidad. Buñuel inventó la estética de la miseria, como pocas veces se había rodado, con enorme lucidez y “sin concesiones al público” como él mismo expresó a un amigo. La herencia de las obras de Goya y Zurbarán toman cuerpo y alma narrando el horror y condición humanos.

 La diversidad fue un contenido recurrente para el aragonés, pues en la mayoría de su obra algún personaje presenta algún trastorno o patología. Pero Buñuel jamás abordó este tema desde la excesiva compasión, buscando la sensiblería, sino que les dotó también de rasgos crueles, egoísmo y defectos, producto de la decadencia y calaña humanas. Si bien, una de sus características fue que de lo atroz brotaba el amor y la dignidad, de lo que carecen todos sus personajes desgraciadamente.

"L'âge d'or" (1930). Luis Buñuel
L'aveugle

 En la surrealista “L'âge d'or” (1930), podemos observar a un guerrillero cojo por las montañas cargando una escopeta y un ciego que deambula por la calle, del que hablaré más tarde. 

"Las Hurdes, tierra sin pan" (1933). Luis Buñuel

 En “Las Hurdes, tierra sin pan” (1933), documental social muy crudo de la comarca extremeña, el director denuncia su aislamiento y abandono por parte del gobierno. Las gentes que salen son las lugareñas y el alma se te va a los pies por las penurias económicas y condiciones indignas en que desarrollan su triste existencia. Pues en ese contexto aparecen de nuevo las personas diferentes, con enfermedades como el bocio por la falta de yodo en la dieta, deformes, con infecciones… Pero los que más llaman la atención son los que en el documental, Francisco Rabal, el narrador, llama los “cretinos”, consecuencia del bocio: niños y hombres con escasa estatura, con anomalías físicas e intelectuales. En el pueblo salen en la tarde-noche para no asustar a la gente y son tratados como casi animales, estando apartados de las gentes malviviendo en condiciones insalubres. Son grabadas mientras exhiben penosamente escasa dentadura, suciedad, soledad y miradas perdidas, tanto como su dignidad. Si esta zona está olvidada para los gobernantes, lo está aún más para atender convenientemente a estas personas con esa enfermedad, que les impedirá desarrollarse, poder trabajar y llevar una vida normalizada. 

"Los olvidados" (1950). Luis Buñuel

 En “Los olvidados” (1950), las personas con discapacidad se sitúan en el contexto de los arrabales de Ciudad de México. Si las personas pobres son invisibles, producto del sistema económico imperante, los diferentes constituyen el último eslabón, siendo los más vulnerables y excluidos. En ese sentido, podemos observar cómo el grupo de niños-adolescentes protagonista, asalta, arroja excrementos, apalea y rompe un tambor a un ciego que se dedica a mendigar y vivir de la caridad. También somos testigos de cómo maltratan a un “tullido”, como se decía antiguamente, una persona sin piernas que circula en un carrito de madera, ayudado por sus manos. Lo golpean, tiran al suelo y le tiran el vehículo calle abajo mofándose de él, tras robarle. Buñuel presenta a estos chicos como seres amorales, envilecidos, embrutecidos, fruto del desarraigo, orfandad, falta de amor, abandono… pero sobretodo, unos seres “olvidados” por el Estado y que han aprendido a malvivir en un territorio hostil sin oportunidades. Y pagan sus frustraciones con los más débiles e indefensos como son las personas con discapacidad. Pero también el aragonés, como reflejé antes, presenta a este colectivo como seres avaros y ruines en algún momento, sin justificar, por supuesto, las agresiones hacia ellos. Una película desalentadora, sin concesiones y tan desgarradora que te rompe porque ese tema de la pobreza es real, actual, se perpetúa y se silencia.

"Viridiana" (1961). Luis Buñuel
El Banquete de los mendigos

 En “Viridiana” (1961), aparece un grupo de mendigos variopintos a los que quiere ayudar una joven novicia (Silvia Pinal) en la gran casa de campo de su tío (Fernando Rey), recién fallecido. Su esperanza de hacer el bien, le lleva a alojarlos como labor cristiana. En el grupo hay una chica con enanismo, muy recurrente en Buñuel, dos con cojera y muletas, uno con deficiencia intelectual y otro con ceguera. Los presenta también como seres muy humanos, con sus defectos, nula formación, malhablados, insensibles, naturales y violentos unos con otros, en especial con los diferentes, al verlos más débiles, volviendo a existir un escalafón injusto. La compasión y caridad poco pueden hacer con este grupo de harapientos que, en un acto rebelde contra un sistema que les niega, ocupan momentáneamente el espacio de los ricos viviendo una orgía gastronómica, etílica, de jolgorio y efímera sensación de libertad, que constituirá una catarsis para estas pobres criaturas. No creo haber visto en el cine unas escenas tan potentes por lo que significan, como la del “Aleluya” de “El Mesías” de Haendel, bailado por estos mendigos y la sátira sobre el cuadro de “La última cena” de Leonardo da Vinci. Es de lo más irreverente que nos ha dejado el aragonés, un golpe corrosivo a la Iglesia que motivó la censura de esta gran película en España, a pesar de la Palma de oro en Cannes. Y el personaje del primo, interpretado por Francisco Rabal, que infravalora la empresa de Viridiana, argumentando que no va a arreglar nada, simboliza el cinismo de un sistema inoperante que fustiga a las clases marginadas y fomenta la brecha social. Las pretensiones de esta chica inocente de salvar a este grupo son como la escena en que Francisco Rabal compra un perro exhausto por el maltrato del dueño para liberarlo, pero, al poco rato pasa otro en igual situación. No hay que ir a la cima del problema, sino a la raíz que genera estas injusticias en la que la discapacidad ocupa una buena parte. Buñuel tenía la cualidad de -aun exponiendo a los pobres como seres inhumanos y viles- provocar emoción y ponerte de su parte, pues no son más que el producto de un sistema capitalista que fomenta las desigualdades.

Agustín Sánchez Vidal: "Los expulsados del paraíso". Escuela Libre Editorial. 1994

 El director de Calanda no simpatizaba con las personas ciegas, según refleja Agustín Sánchez Vidal en su libro “Los expulsados del paraíso” (1994). Pero desde jovencito empezó a relacionarse con este tema en su etapa de escritor colaborando con una revista de ciegos publicándole el cuento “El ciego de las tortugas” en los primeros años 20. El protagonista será un pícaro invidente con muchos defectos. Más tarde, siendo ya cineasta, dota al personaje ciego, Don Carmelo de “Los olvidados” de un carácter agrio, violento con su lazarillo “Ojitos”. Intenta sobrepasarse con la niña Meche y no duda en denunciar a un chico a la policía. Buñuel no se cortó en declaraciones sobre el malestar que le provocaban las personas ciegas, declarando al periódico Le Monde, que el ciego es “desconfiado, hipócrita y malvado”. Por ello también en “Viridiana” proporciona al ciego que lidera el grupo marginal un carácter ambiguo, con mal genio, posesivo, violento y celoso. Y el culmen es que ocupa el lugar central de Cristo en el cuadro anteriormente mencionado.

 En “La edad de oro”, cuando el enamorado escoltado por la policía se cruza con un hombre ciego con un bastón, le pega una patada y lo tira al suelo sin mediar palabra, fruto del enfado por haber sido arrestado por comportamiento indecoroso con su pareja. En “Nazarín” el ciego va a pedir con su sobrina a la puerta del sacerdote (Rabal) y al no encontrarlo, pega a la niña. Buñuel los relacionaba con la caridad de la gente y siempre trató de presentarlos como los peores dentro de la discapacidad. Sin embargo, simpatizaba mucho con las personas con enanismo, considerándolas nobles, fuertes y con potencia sexual. Los catalogaba como simpáticos, inteligentes y seguros de sí mismos.

Continuará...

En Cádiz, a 23 de Abril de 2020
Estrella Millán Sanjuán
Profesora de Actividades físico-deportivas para Personas con Discapacidad y Actividades físico-deportivas para la Inclusión social


*****
Comentarios de nuestros lectores:

- Francisco Huertas Hernández: "La limitación física y psíquica ha sido objeto de rechazo social y de violencia por parte de las instituciones y los individuos. Cuando no era la compasión, un sentimiento que, en su vertiente negativa, es condescendencia para aliviar las conciencias. Me gusta la idea de "Wille zur Macht" (voluntad de poder) de Friedrich Nietzsche como impulso vital de superación. Hoy he visto una noticia en la tele de un jugador de rugby inglés que quedó parapléjico tras un accidente y con su "voluntad de poder" logró recuperar la movilidad y seguir practicando deporte. Llevándolo a tu terreno, Estrella, diría que esa "Wille zur Macht" es el "juego" de la vida que asciende y busca expandirse. Por eso en el deporte se expresa, según creo, esa voluntad de superación que hace que la humanidad no se limite a sobrevivir sino a ir "citius, altius, fortius" (más rápido, más alto, más fuerte). Perdona que traiga el agua a mi molino filosófico, pero Nietzsche sitúa por encima de la razón y del instinto de supervivencia, la fuerza de la vida que se supera a sí misma, la voluntad de poder, como nuestro ser real. El deporte "paralímpico" es la prueba de que Nietzsche tenía razón"