domingo, 28 de febrero de 2021

Foto filosófica: Descartes. Carolina Morán y otros. Historia de la Filosofía. 2º Bachillerato. IES Dr. Balmis. Alicante. 2020-2021. Profesor: Francisco Huertas Hernández

Foto filosófica: Descartes
Alumnos: Carolina Morán y otros
Asignatura: Historia de la Filosofía
2º Bachillerato. IES Dr. Balmis. Alicante
Curso 2020-2021
Profesor: Francisco Huertas Hernández

Viento en popa a toda vela
Fecha de la fotografía: 7 de febrero de 2021
Lugar: Alicante, Comunidad Valenciana
Voluntad, Libertad y Entendimiento (Res cogitans)
Descartes
Fotografía original de Carolina Morán Vicente
2º Bachillerato C
2020-2021
“No corta el mar, sino vuela” el velero de la Voluntad que, guiado por su noble
capitán Razón, atraviesa sin miramientos el mar de las Pasiones. Por mucho que el
viento arrecie, por mucho que las tormentas lo asolen, el océano se doblega ante la
tenacidad del navío y la fuerza del capitán.
Sin embargo, sin Razón para dirigirlo en el devenir de las olas, en los
impulsos de las Pasiones, el barco Voluntad no sería más que un mecanismo
hundido en las profundas cuencas marinas, incapaz de afrontar los lances contra las
crestas de la marea. Sin la luz de la razón, la voluntad no podría alcanzar el buen
puerto en las interminables decisiones que la vida le obliga a tomar.
Pero, ¿y qué sería de Razón sin su honorable embarcación? Pues sin su fiel
nave no sería más que un hombre en tierra, atrapado por la infinitud del océano, sin
medios para descubrir nunca los secretos más allá del horizonte. Sin la voluntad, el
pensamiento nunca podría alcanzar su verdadero potencial, nunca podría
manifestarse más allá de la mente para dirigir la vida y el destino de su cuerpo.
Porque con Voluntad, Razón es tan infinito como el mar que navega, pudiendo
llegar a donde él quiera, resistiendo el envite de las aguas y el viento como si de
una impenetrable montaña se tratase.
Y aunque en mitad del mar de las Pasiones parezca pequeño y
desamparado, cuando Razón y Voluntad son uno, nada puede pararles. Sin
importar los desafíos que conlleve, Razón guía a Voluntad para domar cada
emoción, cada Pasión, que se cruce en su camino. Puede que separados, el mar, el
barco y el capitán no sean más que motas de polvo indiferentes. Pero cuando se
unen, construyen un monumento grandioso. El ser humano.

A modo de curiosidad, me gustaría contar cómo se me ocurrió la idea de la
analogía entre el barco y su capitán con la voluntad y la razón. Con Platón tuve más
o menos claro el concepto desde un principio, pero debo reconocer que Descartes
me ha costado un poco más de ubicar en la foto filosófica. Pregunté para intentar
aclarar un poco mis ideas, sabía que quería hacerlo sobre la voluntad porque es la
parte de la filosofía del autor que más me ha gustado, pero no conseguía llevar
ninguna adelante. Hasta que un día, saliendo de clase, volví a darle un par de
vueltas y apareció esta comparación en mi mente como una idea clara y distinta. No
exagero, no lo pensé, simplemente surgió como una idea evidente. Supongo que
Descartes estaría orgulloso de mí. Y, sinceramente, me alegro de haber completado
esta foto filosófica porque me ha permitido pasar una mañana haciendo fotos por el
puerto y explicando a mis padres por qué quería fotografiar un barco. Si todos estos
trabajos me van a regalar días como este, espero seguir haciendo más

Los animales no son máquinas
Animaux-machine (Res extensa - Mecanicismo)
Descartes
Fotografía original de Estefanía Varillas Plaza
2º Bachillerato B
2020-2021
En una parte de su obra “Discurso del Método”, René Descartes habla sobre la teoría del mecanicismo, la cual está relacionada con el estudio de las máquinas.
Esta foto, me recordó a su teoría sobre la carencia de alma en los animales puesto que para él, el único tipo de alma que existe es la humana. Es por eso, que habla de los animales como si fueran máquinas, ya que, según él, estos no pueden conocer, sentir, y además, actúan por medio de reflejos debido a que no poseen una voluntad libre (racional) que les permita elegir su conducta. Debido a esta teoría, Descartes fue muy criticado ya que dañaba los derechos animales.
En mi opinión, los animales no son máquinas puesto que tienen sentimientos como cuando sienten dolor, y son capaces de conocer, por ejemplo cuando reconocen a una persona que los ha cuidado. Sin embargo, creo que eso hace dudar a Descartes de si realmente tienen o no alma, puesto que todo eso lo percibe a través de los sentidos (primer nivel de la duda), y como estos nos engañan, no tiene la certeza de que dicho conocimiento sea claro y distinto. Por esta razón, pienso que René Descartes concluyó que los animales son máquinas

Vivir, dudar
Introspección, Duda (Res cogitans)
Descartes
Fotografía original de Icíar López Carrasco
2º Bachillerato B
2020-2021
Esta foto tomada en el Puerto de Alicante me recuerda a Descartes, él era un filosofo que a menudo recurría a la introspección, es decir, mirar dentro de su mente. Bien, el puerto me resulta un lugar de paz, tranquilidad… donde uno puede pensar y sumergirse en sus pensamientos, como hacía Descartes.
Los interrogantes que salen de mi cabeza representan la duda. Él decía que un solo fallo en nuestros sentidos hace que dudemos de ellos y al avanzar en la duda no sabemos si estamos despiertos o soñando, ya que soñando se notan las mismas sensaciones que despierto. 
Bien se expresa en su célebre frase ¨puedes dudar de todo menos de que dudas, la duda es una forma de pensamiento, si dudas existes¨

Movimiento sin vida
Leyes del movimiento (Física): 1ª Ley (Res extensa - Mecanicismo)
Descartes
Fotografía original de Inés García Espinosa
2º Bachillerato B
2020-2021
Esta fotografía representa claramente la primera ley del movimiento: “Un objeto en reposo permanece en reposo y, si está en movimiento, permanece en movimiento, a menos que una fuerza externa actúe sobre él”.
Para Descartes, el funcionamiento de la naturaleza es comparable al de una máquina, lo que da lugar al mecanicismo. Para él, el ser humano es un mecanismo, pero unido a una mente, lo contrario a los animales, que se limitan a ser maquinas, sin alma. Esto es también una crítica a la psicología de Aristóteles.
Descartes considera que hay propiedades que relacionamos a las cosas, pero en realidad son fruto de nuestros sentidos, a veces engañosos y confusos, y hay otras propiedades que sí que existen y son calculables matemáticamente y por tanto son claras y distintas

Animales y Espejos
Los animales son máquinas (Res extensa - Mecanicismo)
Descartes
Fotografía original de Carmen Martínez Lorca
2º Bachillerato B
2020-2021
René Descartes fue un filósofo racionalista del siglo XVII autor del "Discurso
del Método" y pensador que formuló el método cartesiano. Su filosofía
comienza con la duda, Descartes somete a duda absolutamente todo con el
fin de alcanzar la verdad, esta termina con el cogito: “Pienso, por tanto
existo”, primera verdad que causa el solipsismo, problema del que se sale
mediante la demostración de la existencia de un ser perfecto (Dios) y del
mundo externo.
En la foto el perro está durmiendo frente a un espejo pero si aplicamos la
duda cartesiana podríamos dudar de si hubiera dos perros o simplemente
fuera el reflejo de éste ya que es una percepción que tenemos a través de los
sentidos, el primer nivel de la duda.
Por otra parte, Descartes rechazaba la idea de Aristóteles de que todo lo que
está vivo tiene alma, que es la que comunica vida al cuerpo. Para este
filósofo únicamente los seres humanos tienen alma y capacidad de razonar,
por tanto Ares (el perro) carece de ella. Entonces, es como una máquina que
se mueve por impulsos (mecanicismo) y sin capacidad alguna de razonar,
esto se debe a que el alma se compone de pensamiento y voluntad,
capacidades que dirigen a las pasiones del cuerpo

La virtud de la generosidad
La moral de "Las pasiones del alma" (Res cogitans)
Descartes
Fotografía original de Roser Caravaca Ivars
2º Bachillerato B
2020-2021
Descartes define la generosidad como “la pasión, que hace que un ser humano se
estime tan grandemente como legítimamente puede en que sabe que no hay nada
que verdaderamente le pertenezca sino la libre disposición de su voluntad; y en
parte, en que siente dentro de sí una firme y constante resolución de usarla bien.
Los jóvenes solemos tener cada vez una vida más ocupada porque nos vamos
creando muchas necesidades superficiales como por ejemplo las redes sociales, y
poco a poco, vamos restando importancia a las cosas que realmente son esenciales
en nuestra vida.
Dedicar nuestro tiempo a las personas que queremos, que necesitan de nuestra
compañía y atención, yendo a visitarlas, hablando con ellas y escuchándolas,
demuestra el buen uso de la voluntad, que la virtud de la generosidad nos
proporciona.
En esta sociedad individualista y egoísta, ser generoso nos guía y nos ayuda a ser
más felices e implica una humildad virtuosa, como decía Descartes; pues el
virtuoso cartesiano es el generoso.
En conclusión, pasar tiempo con mi abuela me permite ser consciente de que estoy
haciendo un buen uso de mi voluntad, de mi generosidad, que es uno de los
ingredientes del camino hacia la felicidad, ya que para mí, la generosidad es ese
placer que me permite compartir con los demás lo que soy y lo que tengo, de
manera altruista y desinteresada

Luz y página
Duda y Reglas del Método
Descartes
Fotografía original de Daniel Belda Bonilla
2º Bachillerato B
2020-2021
La escena que presento es la de una lámpara iluminando una libreta en blanco, el tema
es la duda que surge ante la necesidad de escribir alguna cosa, por ejemplo, cuando un inspector está interrogando al posible culpable y le está tomando declaración, al
inspector le surge la duda de si lo que está oyendo se corresponde tanto con su
pensamiento como con la realidad. El inspector no sabe si lo que de verdad está
escuchando no lo está diciendo un genio maligno que le intenta confundir; al final
comprendemos que podemos dudar de todo, excepto de que dudamos, y si dudamos,
estaremos pensando, por tanto, existiendo: “Cogito, Ergo Sum”.
Para poder alcanzar esa verdad necesitamos una herramienta que nos haga alcanzarla,
es decir, un método que sea claro y que por supuesto que exija certeza. El inspector en
cuestión deberá seguir las 4 reglas del método, empezando por la evidencia ya que no
puede admitir como verdadera ninguna declaración que no sea clara y distinta; después deberá analizar las partes de la declaración dividiéndola para poder entenderla; posteriormente deberá reconstruir las partes de dicha declaración ordenándolas para llegar a comprenderlas; y, por último, deberá revisar la declaración para saber que no se pierde nada

La salida del Solipsismo
Duda, Cogito, Dios
Descartes
Fotografía original de Mónica Alonso Parra
2º Bachillerato A
2020-2021
El otro día estaba revisando mi galería y vi esta foto de hace unos meses. En esta
foto se puede observar un barco esperando a zarpar y el sol de fondo. Muchos os
preguntareis que tiene que ver el sol con Descartes.
Descartes partió su filosofía de la duda y a partir de esta descubrió la primera
certeza : Cogito, ergo sum. Llegó a esta primera certeza porque él descubrió, que
mientras está dudando, está pensando y mientras piensa, está existiendo y esto es
de lo único que él no pudo dudar. Además de convertirse en la primera certeza
también hizo caer a Descartes en el solipsismo, que es lo que ocurre cuando solo
tenemos la certeza de que existimos nosotros solos. Tras esto Descartes descubrió
los tipos de ideas y dentro de estas las ideas innatas en la que encontró la idea de
infinito-perfecto. La idea de infinito perfecto es la idea de Dios. La definición de
Dios desde una visión monoteísta es la de un ser perfecto omnisciente y el salvador
del universo. Por otro lado, debemos hablar del término Dios, que en
protoindoeuropeo significa Sol. Éste, además de recordarnos a Platón, da sentido a la
foto que estoy comentando. Otro rasgo a comentar es que debemos ser conscientes
de la diferencia entre idea y existencia de Dios. La idea de dios es su esencia y solo
la razón lo puede llegar a conocer. En lo que se refiere a la definición de la idea de
Dios, como hemos dicho antes, es la del ser más perfecto y omnisciente. Sin
embargo, la existencia de Dios es algo que se da por la fe independientemente de
que tengas la idea de este.
Cabe destacar, que Descartes una vez descubrió la idea de Dios quiso ver si se
correspondía con la existencia, y para eso ideó 3 argumentos demostrativos de la
existencia de Dios. Los argumentos son: el argumento ontológico, el argumento
de la causalidad y el argumento de Dios como causa de mi ser. Tras estos, llegó
a la conclusión de que Dios existe, y esto le permitió salir del solipsismo al tener la
certeza de que existía algo más independiente de él. Además, después de esto
también llegó a la conclusión de que existe el mundo exterior.
La foto me ha recordado a la filosofía de Descartes ya que vemos un barco solo,
que representa a las personas, que, como Descartes, han partido de la duda y han
caído en el solipsismo. El barco, como Descartes, ha descubierto los tipos de ideas y
a consecuencia de esto la idea de Dios. Por esto mismo se encuentra a punto de
zarpar para demostrar la existencia de Dios, que lo representa el sol. Una vez los
pasajeros del barco hayan llegado al sol, es decir a Dios, habrán salido del
solipsismo

Solipsismo
Duda, Cogito, Dios
Descartes
Fotografía original de Aitor Vilela Haro
2º Bachillerato C
2020-2021
Esta foto representa el solipsismo en el que estaba atrapado Descartes en el momento en el que encontró la primera certeza: Pienso, por lo tanto existo, como podemos ver la foto esta tomada desde una perspectiva inferior que representa ese momento donde parece que no puede avanzar Descartes. En este espacio ubicado en el parque Lo Morant vemos un anfiteatro que sigue el modelo romano, desde el centro a las gradas hay un salto que representa para mi el salto que dio la filosofía cartesiana hasta llegar a las gradas que son los argumentos de la existencia de Dios y, luego, del mundo que le da una mejor perspectiva para seguir avanzando en la búsqueda del conocimiento


Una mente clara o nublada
Claridad y Distinción (Evidencia). Oscuridad y Confusión (Duda) (Método)
Descartes
Fotografía original de Andrea García Bañón
2º Bachillerato A
2020-2021
Descartes en su filosofía habla sobre el método cartesiano, un conjunto de normas que nos hacen pasar de la duda a la evidencia, a la certeza, a la razón; la cual, según Descartes, es representada por la luz natural
En estas dos fotos, tomando el cielo como analogía de nuestro cerebro, la de la izquierda muestra un cielo borroso y nublado, al igual que está nuestra mente en la duda o cuando cometemos el error de precipitación y prevención en la evidencia. La de la derecha muestra un cielo despejado, una mente clara que ha llegado a la verdad, a través de la evidencia, el análisis, la síntesis y la enumeración, es decir, a través del método cartesiano

Reconstrucción de la vivienda y alojamiento provisional
Moral Provisional
Descartes
Fotografía original de Paula Villa Serralta
2º Bachillerato B
2020-2021
El otro día pasé por enfrente de este edificio y me pregunté, ¿dónde estarán viviendo estas personas mientras el edificio acaba de construirse? Supongo que estarán viviendo en una casa de alquiler, en casa de sus padres o en algún sitio parecido hasta que puedan vivir por fin en esa casa.
Esto se puede comparar con la moral provisional, ya que nosotros tenemos que estar
tomando decisiones continuamente, que no podemos esperar para saber si es la decisión correcta o la más acertada, esto se puede comparar con la casa en la que están viviendo temporalmente esas personas, la moral provisional nos ofrece unas normas que nos permite seguir tomando decisiones hasta encontrar la moral definitiva, como puede ser la casa que se está construyendo y que al final acabará siendo el hogar definitivo de esas personas

¿Y qué contemplamos a simple vista?
Las tres sustancias (Metafísica: Res extensa, Res cogitans, Res infinita)
Descartes
Fotografía original de Álvaro Sabater García
2º Bachillerato A
2020-2021
Seguro que tú, ahora mismo que estás contemplando una imagen con objetos sin un orden lógico y que entre ellos a simple vista nada tienen en común, te estarás interrogando para averiguar si realmente tiene un sentido o únicamente el motivo es estético. Pues bien, cualquiera que haya entendido al filósofo René Descartes y ponga en práctica su propia capacidad de razonar, como él bien aconseja, podrá saber que no se encuentra ensimismado ante una simple planta, un absurdo muñeco, un espejo barato y un par de velas deterioradas, sino que, recapitulando a Descartes, se puede deducir la presencia de la res extensa (materia) simbolizada con la planta, la existencia del yo como ser que piensa mediante el muñeco (res cogitans) y, por último, la res infinita. ¡Pero espera! ¿Dónde está representada la res infinita, ese Dios, ese Ser perfecto?
Si nos remontamos a los tipos de sustancia, Descartes afirmaba que la res infinita es la única autosuficiente para existir por sí misma, y las velas, cuya luz propia que desprenden es la capacidad de la que hablamos que les otorga perfección, son las que simbolizan a Dios. ¿Por qué? Si únicamente nos basáramos en nuestra visión para conocer las cosas sin el Ser perfecto en cuestión, solo podríamos palparlas y generarían una idea en nuestra mente, la cual no sabemos si se corresponde con la representación extramental que concebimos al estar cegados por la confusión y la oscuridad, aquella que hace referencia a los prejuicios y la ignorancia que nos hacen dudar y caer en el error. Sin embargo, con la existencia de Dios, es decir, de las velas que irradian brillo y color, podemos fundamentar la verdadera existencia de nuestro yo pensante al aplicar la razón, pues el muñeco da la espalda a Dios y solo puede recurrir a la luz para saber con certeza si existe o no la planta que tiene delante, contemplándola de forma clara y distinta, lo que le lleva a concluir que al haber dudado (sin la participación de las velas/Dios) de esa posible existencia fuera de su mente, él también existe como Ser que piensa. Y, por otro lado, la existencia de un mundo externo o material que se fundamenta gracias a la luz de Dios, de la llama perfecta que alberga todas las buenas cualidades, incluso la veracidad, motivo por el cual lo que percibimos por los sentidos es cierto. A su vez, el mismo muñeco, el individuo, duda de la existencia de Dios, pues no se presenta ante sus ojos y desconfía de que le estén engañando. No obstante, como ya hemos mencionado, Dios existe, de lo contrario, ni figuraríamos nosotros como sustancias pensantes ni existiría un mundo externo a nosotros, que cuando lo desconocemos debido a la oscuridad, genera el miedo y el rechazo que los prejuicios llevan consigo. De forma contraria, ni mi propio yo (muñeco) depende de la planta (mundo externo), ni la planta depende del mundo interno. Ambas se subordinan a la autosuficiencia de la perfección. Luego, ¿y si el muñeco estuviera mirando al espejo? ¿Qué contemplaría? Justo aquí es donde entra en juego la objetividad y subjetividad en función de la perspectiva de cada quien. Objetivamente el muñeco visiona un objeto, la planta, que ocupa espacio y se puede someter a la ciencia de la naturaleza. Nosotros, desde la pantalla, identificamos la planta, el muñeco, el espejo y las velas. Por ello ese índice de subjetividad de los individuos, que varia dependiendo del enfoque y la perspectiva que le demos a las cosas. El que solo mire al espejo observará en él reflejada una bonita planta y la espalda de un hombre, difiriendo con el que prefiera abrirse y observar todo. Este último interiorizará la realidad que Dios le proporciona, una planta marchitada, un muñeco dando la espalda a un espejo y las luces que acaparan todo el protagonismo, sin ellas no avanzaríamos, sin Dios nos quedaríamos encerrados en las apariencias, y creyendo egoístamente que nuestro principio es el correcto, sin entender que otros tienen otro punto de vista totalmente diferente. Para evitar engañarnos viendo exclusivamente el bonito lado de las cosas, hemos de hallarnos a nosotros mismos, aplicar la razón buenamente como Descartes dice y lanzarnos al aprendizaje de todo lo que esté en nuestras manos con ella, nos guiará hacia la certeza mientras nos deshacemos de la indiferencia y la ignorancia que nos mantienen imparciales ante la vida que nos rodea con el fin de cultivarnos y ser mejores personas

La grandeza de los sueños
¿Sueño o vigilia? (Duda)
Descartes
Fotografía original de Andrea Alarcón García
2º Bachillerato A
2020-2021
Descartes centró su filosofía en la búsqueda de una verdad totalmente cierta y evidente. Para conseguirlo dudó del resto de cosas, hasta las racionales como las verdades matemáticas. Como sabemos, divide esta duda en diferentes niveles comenzando por el conocimiento engañoso que recibimos de los sentidos. Después, pasó a preguntarse si de verdad estamos despiertos o, en cambio, estamos soñando. Más tarde, surge la duda en las verdades matemáticas a mano del genio maligno que tiene como función confundirnos. Me gustaría centrar esta foto hacia el segundo nivel de duda donde se pregunta si nos encontramos en la vigilia o durmiendo. Al ver esta foto me surge la duda, a mi también, si estoy soñando. Se debe a la belleza y el poder del propio mundo sin necesidad de otra cosa a parte de Dios. Viendo la perfección de los árboles nevados me creo soñando puesto que es posible percibir sensaciones que pueden llegar a ser hasta más intensas que cuando estamos despiertos. De la misma manera, me hace reflexionar, en relación con Dios, sustancia infinita e independiente de todo el resto de cosas. Quería introducir también esta cuestión puesto que la res extensa, el mundo, depende de Dios con lo cual, podemos conocer con certeza, que todo esto está sujeto a él y por tanto le debemos esta belleza

El amor a los animales
 Animales-máquina (Mecanicismo y Libertad de la Voluntad)
Descartes
Fotografía original de María Tendero Garrigós
2º Bachillerato B
2020-2021
Tengo la certeza de amar a los animales. Si no lo hiciese los odiaría, y eso es completamente falso. Esto lo puedo aplicar a muchas personas también, pero esta foto para mí lo transmite. Si lo pensamos e intentásemos aplicar la filosofía de Descartes en ellos, un perro puede tener libertad de no dudar ya que no puede escoger ninguna opción ni dudar, ni siquiera estar sujeto a las normas que el gobierno pone porque no es considerado ciudadano ni ser humano al no tener la misma alma. En cierta parte tienen libertad mental por no pararse a pensar como nosotros. Pero si lo pensamos de otra manera, para lo que nosotros es dudar y, seguidamente, continuar y hacer lo que la moral provisional dicta con sus reglas, ellos no podrían hacerlo porque están sujetos a las normas que les ponen sus dueños, tienen otro tipo de normas las cuales entienden por el tono de voz y por el final de la palabra que se les dice, no tienen ni razón, ni certeza. Lo único que tienen es voluntad por su instinto animal. Por lo tanto, a los animales no se les podría aplicar la filosofía y nosotros, incluida yo, no sabremos si nuestros perros o mascotas nos aman de la misma manera que lo hacemos nosotros hacia ellos a pesar de la muestra de cariño que nos pueden llegar a hacer

Nada es lo que parece (Londres)
Viajes, costumbres, confusión (Duda sensible)
Descartes
Fotografía original de Ángela Pastor Pascual
2º Bachillerato A
2020-2021
Descartes se encontró con la duda mientras conocía nuevas culturas y estilos de vida en lugares que nunca había visitado, topándose con ámbitos de la vida y de la sociedad que desconocía en todos los sentidos y chocaban con su percepción del mundo.
El descubrimiento de lo distinto hizo que entrara en confusión y lo llevó a replantearse la veracidad de todo lo que ya sabía y tenía como verdadero. Al poner todos sus conocimientos a prueba para confirmar esto, llegó a la conclusión de que todo lo que conocemos a través de los sentidos puede ser engañoso o erróneo. 
Y así es, los sentidos son capaces de confundirnos mediante las apariencias y, al fin y al cabo, nada es lo que parece. Podemos estar seguros de cientos de cosas que finalmente terminan fallando y desmontando todos nuestros esquemas, y tan solo por dejarnos llevar por ellos y afirmar que lo que nos muestran es cierto en lugar de intentar descubrir la realidad.
A veces simplemente nos fiamos de los sentidos por comodidad, para evitar conocer aspectos que no deseamos en el fondo saber. Sin embargo, según Descartes, es necesario llegar hasta el final de estas cuestiones para poder alcanzar la primera verdad, que tarde o temprano desemboca en nosotros mismos, nuestra propia existencia, pues, además de sacarnos de la duda, es la respuesta a todas nuestras preguntas

Perfección divina e imperfección humana
Dios
Descartes
Fotografía original de Natalia Hinarejos de Toro
2º Bachillerato B
2020-2021
Somos seres imperfectos, porque dudamos y somos ignorantes, por ello debemos nuestra existencia al ser necesario y perfecto, Dios. Este ser perfecto existe, porque si no, no sería perfecto, y nos ha dado la idea de las perfecciones que nos faltan, también es la causa de nuestros pensamientos. Como bien dijo René Descartes: ‘puedo conocer con certeza el mundo porque Dios es perfecto, por lo que no puede engañarme, es un ser veraz’. Pero, ¿y si aunque sea un ser perfecto puede engañarme? ¿podría dudar de su existencia? Cada uno tiene sus distintas opiniones sobre la existencia de Dios y del mundo externo, y por lo que vemos, Descartes apoyaba esas existencias incluso dando tres argumentos racionales

sábado, 27 de febrero de 2021

Homeriada (I). Mitos y Auroras. Contra el Imperialismo. Francisco Huertas Hernández. 2002. "Helena" (1924). Manfred Noa

Homeriada (I)
Mitos y Auroras
Contra el Imperialismo
"Helena" (1924). Manfred Noa
Francisco Huertas Hernández. 2002


"Helena" (1924). Manfred Noa
Monumental película muda alemana en dos partes. Presenta episodios de la Ilíada de Homero, con Helena en el centro de la acción.
Protagonizada por Edy Darclea, Vladimir Gajdarov y Albert Steinrück. La primera parte (Erster Teil: Der Raub der Helena) es el "El rapto de Helena". La segunda (Zweiter Teil: Der Untergang Trojas) es "La caída de Troya".
Producida por Bavaria Films en Munich y rodada en localizaciones de los lagos de  Ammersee y Wörthsee esta gigantesca película que tenía que durar tres horas. La intérprete de Helena fue la desconocida actriz italiana Edy Darclea, cuyo verdadero nombre era Iole De Giorgio. Casi dos años antes de la película estadounidense "Ben-Hur" (1925) de Fred Niblo, "Helena" mostró una espectacular carrera de cuadrigas en una arena.

Primera parte: El rapto de Helena. El orgulloso joven Paris no sabe que es el hijo del poderoso Príamo, rey de Troya. Una vez fue abandonado por el padre real cuando era un niño pequeño para complacer a los dioses. De joven viajó a Grecia en representación del anciano rey. Allí conoció a Helena, que era hermosa y seductora, y estaba casada con el rey espartano Menelao.
Pronto Paris y Helena se enamoran. Para escapar de la ira de sus maridos, ambos huyen a Troya, donde Paris es reconocido como el hijo del rey Príamo. Presa de una tremenda ira, Menelao quiere traer de vuelta a su esposa a cualquier precio. Se inicia la guerra entre Esparta y Troya, los troyanos primero repelen al ejército de Menelao. Pero Helena todavía está muy lejos de sentirse segura.

Segunda parte: La caída de Troya. Los espartanos no se rinden, han sitiado la lejana Troya durante años. En un duelo entre Menelao y Paris para decidir la guerra, Paris resulta herido. Helena lo salva. En la batalla siguiente, el valiente guerrero Aquiles mata a Héctor, el hermano de París. Príamo luego pide a París que recompense la sangre con sangre y mate a Aquiles. Paris golpea al desarmado Aquiles con una flecha envenenada en el talón, tras lo cual muere. Pero el objetivo de conquistar Troya y traer de vuelta a Helena no está conseguido.
El astuto Ulises (Odiseo) tiene una idea. Un gran engaño. Los espartanos construyen un enorme caballo de madera, entran en su interior hueco, y lo dejan frente a la puerta de la ciudad para que por la mañana, cuando los troyanos lo descubran, crean que es un regalo de los dioses. Y así, los ciudadanos auténticos de Troya transportan el caballo de madera dentro de las murallas de la ciudad. Pero este acto resulta su ruina. Por la noche, los guerreros de Menelao salen del interior del caballo, devastan Troya y le prenden fuego. Paris y Príamo mueren en batalla. Menelao renuncia a la venganza y, en lugar de castigar a Helena por su traición, la lleva de nuevo a casa.

"Helena" (1924). Manfred Noa
Achill (Carlo Aldini)

 Aqueos, de broncíneas túnicas. Troyanos, domadores de caballos. Condenados a una lucha homicida bajo el arbitrio de los dioses. Sabedores de que el hado es ineludible y la sangre busca la sangre. Recogen a sus muertos cada bando en lucha durante la oscura noche, y esperan el alba para de nuevo aniquilarse en la lluvia de lanzas y de flechas que azota la llanura escamandria. Los héroes de aladas palabras y firme brazo combaten y ruegan a los dioses. Todo un mundo de mitos en la aurora de nuestra cultura que se ha colado en el lenguaje y acaso en gestos prístinos y etéreos que nos ponen homéricos cuando la ira sube de nuestro corazón a nuestros ojos. No sabe el pianista chino que estudia a Shakespeare ni el presidente norteamericano que invoca a Dios, cómo el mito se forja en la sangre y la muerte, cómo la leyenda que inaugura nuestro poblado reino de símbolos es el épico canto a la gloria homicida, al brutal saqueo, a la autorizada violación de la mujer del enemigo, al robo, a la intriga, al cruel sadismo asesino, a la venganza, reina vieja y venenosa, que acaso fue la primera ley de los hombres por serlo de los dioses.

"Helena" (1924). Manfred Noa
Helena (Edy Darclea)

"Helena" (1924). Manfred Noa
Poster

 La edad de bronce de los héroes homéricos, más noble que la edad del silicio y la mentira de los heraldos chillones que convocan a asamblea a los dóciles espectadores ante las pantallas catódicas. Si la torva faz animal de la humana estirpe fue loada en la épica griega y de otros pueblos, y en ella germina la simiente de nuestra cultura, como la aurora, de azafranado velo, se esparce por la tierra, ¿cómo pretende el civilizado mundo acaudillado por el torpe descendiente de Tersites que arribó en la nave que los tiempos recuerdan con el nombre de Mayflower negar el derecho a la espada y a la maza a las naciones humilladas, saqueadas, violadas, aniquiladas, por sus ingenios invencibles?

"Helena" (1924). Manfred Noa
Entrada del Caballo de madera en Troya

 El mito nos devuelve nuestra humana condición con más luminosa claridad que la selva de engaños y añagazas de economistas que deshacen haciendas y periodistas que esparcen odio a los lejanos y sumisión a sus amos. El cúmulo de las acciones de los héroes de linaje divino o mortal que Homero cantó fue brutal y noble a un tiempo, porque el enemigo siempre fue admirado y temido, y se le concedió un campo de batalla en el que poder pelear, y se le reconoció un inmortal derecho a la venganza y a la defensa de su patria, pero, ahora, el criminal reino que gobierna el mundo niega la sangre derramada en su atroz cruzada contra pueblos indefensos a los que la venganza y el honor les es arrebatado.

 Como Homero cantó las hazañas de Aquiles y de Héctor, nobles adversarios, la historia de los hombres futuros reconocerá la lucha legítima en la hora crepuscular de los mártires y guerreros que dieron su vida para derrotar al tirano imperio.

Francisco Huertas Hernández
10 de septiembre de 2002

miércoles, 24 de febrero de 2021

Elementos de la Cultura - Antropología Cultural / Ontología. Diccionario Ideológico de la Lengua Española Julio Casares. Cuadro Sinóptico Completo. Francisco Huertas Hernández

Elementos de la Cultura - Antropología Cultural
Ontología. Diccionario Ideológico de la Lengua Española Julio Casares. Cuadro Sinóptico Completo
Francisco Huertas Hernández

Elementos de la Cultura - Antropología Cultural
César Tejedor Campomanes & Francisco Huertas Hernández




















Ontología. Diccionario Ideológico de la Lengua Española Julio Casares. Cuadro Sinóptico Completo
Francisco Huertas Hernández

  El reino del ser pertenece al campo de estudio de la ontología (ὤν, participio presente de εἰμί, ser / λόγος, discurso). Y la cultura es un minúsculo campo del ser que abarca las producciones inmateriales y materiales del ser humano, de la sociedad humana (costumbres, creencias, conocimientos, objetos, técnicas, industrias y oficios) siendo el lenguaje el elemento central de la cultura, y lo que constituye al ser humano (λόγος como razón, palabra y discurso). Somos seres que hablan, preguntando y dirigiéndose a la naturaleza para interrogarla acerca de su ser (ciencia). La autoreflexión sobre el ser que pregunta y el horizonte inacabable de las preguntas y sus respuestas sistematizadas es la filosofía

 Aquí os dejo el inmenso Cuadro Sinóptico del Ser (Dios-Universo) que aparece en la Primera Parte del Diccionario Ideológico de la Lengua Española de Julio Casares. Una Ontología verbal -al modo aristotélico- que, a pesar del paso de los años, es aún válida.

 Por otro lado un cuadro de César Tejedor Campomanes de los Elementos de la Cultura desde la óptica de la Antropología Cultural, distinguiendo sus elementos materiales e inmateriales. 

 Clasificar es una tarea de la ciencia, o, más exactamente, del lenguaje. Hablar no es más que clasificar el ser, delimitarlo en conceptos y articularlo en una sintaxis. Las palabras y las cosas están en permanente estado de tensión. Y eso bien lo sabe quien cambia de idioma.