viernes, 19 de febrero de 2021

Diario de un profesor de Filosofía (V). Prometeo entre el COVID y el WhatsApp. Francisco Huertas Hernández. 2021

Diario de un profesor de Filosofía (V)
Prometeo entre el COVID y el WhatsApp
Francisco Huertas Hernández. 2021

IES Dr. Balmis. Cerámica, 24. 03010 Alicante
Puerta principal. Un cartel en que se lee: "Alejandro Magno nos dejó una frase útil para estos tiempos de crisis: "De la conducta de cada uno depende el destino de todos""
Viernes 19 de febrero de 2021
Foto: Francisco Huertas Hernández

 El profesor es un hombre, y, como tal, nada humano le es ajeno ("Homo sum, humani nihil a me alienum puto" escribió Publio Terencio Africano en una comedia: "Soy un hombre, nada humano me es ajeno"). Entre la insensatez -creer en una humanidad que ama el saber- y el desaliento -comprobar que no hay tal cosa- se mueve el docente. Hoy es viernes. Estuve poniendo unas imágenes de Friedrich Nietzsche en 2º de Bachillerato. No parece que les entusiasmara demasiado. Actué imitando vagamente a Merlí, el profesor de filosofía de la serie de TV. Que Nietzsche subiera montañas, a pesar de su frágil salud, que "filosofara a martillazos", que escribiera "un libro para todos y para nadie", o que perdiera la razón en el instante en el que la compasión por un caballo apaleado le llevó a fundirse con él en un abrazo cósmico, todo ello no parecía sintonizar mucho con nuestros alumnos en tiempos de COVID y WhatsApp -o TikTok-.

Friedrich Nietzsche (1844-1900). Sociedad Filológica de Leipzig. 1866

 Pero hubo rayos de luz, siempre surgen entre las nubes del desaliento, como si la insensatez de confiar aún en el saber, en que otros amarán el saber, iluminara los tibios días de la primavera incipiente. Ana me contó muy emocionada que una chica se puso en contacto con ella por Instagram para darle las gracias porque, usando los esquemas de Platón que hizo, había sacado muy buena nota en Filosofía (Esquemas Platón. Dualismo ontológico, epistemológico, antropológico, ética, educación y política. Historia de la Filosofía. 2º Bachillerato. Francisco Huertas Hernández). Nerea me habló de la novedad que cada día trae aunque la mayoría crea que solo la rutina existe en su vida. Y así caminé hacia otro grupo. En él de nuevo rueda de imágenes de la vida y obra de Nietzsche. Que si Elisabeth Nietzsche era calva, que si Nietzsche no tenía 22 años en 1866 en la foto de la Sociedad Filológica de Leipzig porque parecía un viejo. Bueno, es que tenía muchas dolencias. Pero Pablo acertó una pregunta que hice señalando el mapa del Imperio Alemán en la parte de Prusia Oriental: dijo que era Kant el filósofo que había nacido en la ciudad de Königsberg, junto al mar Báltico. Y Ángel explicó perfectamente el importantísimo mito de Prometeo: ese titán de la mitología griega que fue castigado por robar el fuego a los dioses del Olimpo a estar encadenado en el Cáucaso y ser devorado su hígado cada día por un águila, pero al anochecer, como era inmortal, su hígado renacía, y el águila regresaba una y otra vez. Prometeo aparece, con las cadenas rotas y el águila muerta atravesada por la flecha de Heracles, en la portada de la edición original de 1872 del primer libro de Nietzsche, "El nacimiento de la tragedia", dedicado a esa forma artística griega, la tragedia, que Wagner -según el filósofo de Röcken- hizo renacer en sus óperas -dramas musicales-.

Friedrich Nietzsche: "Die Geburt der Tragödie aus dem Geiste der Musik". 1872
Verlag von E. W. Fritzsch. Leipzig
"El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música"

Peter Paul Rubens: "Geketende Prometheus" (1611-1618)
Philadelphia Museum of Art
"Prometeo encadenado"

 Ya sabéis cómo disfruto dando clase. Enseñar en una tarea prometeica, cada vez más. "Robar" el fuego de la sabiduría, y llevarlo a los estudiantes, más como afán interrogador y curiosidad que como sistema. Nosotros, los "rebeldes", aquellos que aceptamos la guía -antorcha- de los Maestros para iluminar nuestro camino, alumbrando las apariencias y las cadenas del poder, la ignorancia y la pereza intelectual y moral. Algo así significa el pensamiento de Nietzsche. Un desafío -challenge, Herausforderung- a los "dioses". Pero ¿quiénes son los "dioses" hoy? Nietzsche pasa a la historia con su frase "Gott ist tot". Pero, ¿cómo puede morir Dios? ¿Quién puede matarlo y cómo y por qué?. Pero no debe ser Dios tal como lo entiende Nietzsche simplemente el Ser absolutamente perfecto que Descartes y otros filósofos racionalistas concebían como idea innata, ¿no?

Camiseta: "Gott ist tot"

 Los filósofos como Prometeos de la interrogación y la búsqueda, como resistentes a las águilas del tiempo, la costumbre y los prejuicios, y que se guían con la antorcha robada a los dioses, con esa luz que Inma Arriero Doblado resume en las tres sentencias filosóficas: "Solo sé que no sé nada" socrática (ἓν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα); "Conócete a ti mismo" del Templo de Apolo en Delfos (γνῶθι σεαυτόν); y "Atrévete a saber" de Horacio, hecha famosa por Kant (Sapere aude). La Epístola II de Horacio dice "Dimidium facti, qui coepit, habet: sapere aude, / incipe" (Quien ha comenzado, ya ha hecho la mitad: atrévete a saber, empieza). 

 Porque el acto de desobediencia, como acto de libertad, es el comienzo de la razón (Erich Fromm). Al robar el fuego a los dioses, Prometeo sentó las bases del desarrollo humano. Sin el "crimen" de Prometeo no habría historia humana. Como Adán y Eva, es castigado por desobediencia. Pero no se arrepiente y no pide perdón. Al contrario, dice con orgullo: "Preferiría estar encadenado a esta roca que ser obediente servidor de los dioses".

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Extraordinario

Stern dijo...

Excelente! Para darnos ánimos en estos días de diálogos con la pantalla

Aitana R. dijo...

Genial reflexión Francisco! Es increíble como las ideas de filósofos de hace miles de años pueden aplicarse a nuestros días, y como personas de nuestro siglo pueden llegar a la misma conclusión utilizando el pensamiento. Es una señal de la atemporalidad de sus ideas.

Estrella dijo...

Te sigo estos diarios porque, aunque damos asignaturas distintas, los sentimientos hacia las dificultades de la docencia son iguales.
Tienes los altibajos propios del docente, intentamos agarrarnos al alumnado, cada vez menos frecuente, que nos escucha y le abrimos puertas de conocimiento.
En este mes me he propuesto firmemente inculcar el cine clásico y mudo. Hay opiniones de todo tipo, pero me emocionan los que me dicen que han descubierto un cine al que nunca habían accedido. Eso me sube a la cresta de la ola, tendré que bajar forzosamente con otras situaciones del aula menos agradables. Ese es nuestro oficio, un continuo vaivén que nos pone a prueba y al que hay que saber adaptarse y no rendirse.

María R. L. dijo...

Hola Francisco,
Me ha encantado tu caracterización de la enseñanza como una “tarea prometeica”. Son pocos los profesores que, al igual que tú (y también Inma, por supuesto) se atreven a robar el fuego de los dioses e intentar llevarlo a los alumnos. La mayoría no se molestan en robar el fuego, se conforman con dar su clase y asegurarse de que sus alumnos repitan sus palabras como si fueran un credo religioso. ¡Cuánto hacen falta profesores de verdad! Una pena que la sociedad no sepa valorar como se debe el papel del docente.

Un fuerte saludo a Inma y a ti

Anónimo dijo...

Como docente me tocó explicar el mito de Prometeo en la materia de catalán, porque en la unidad había tipos de cuentos y entre ellos los mitológicos. Eran alumnos de 3º de ESO, les gustó. Luego pasamos a leer el pasaje de La Odisea, el del canto de las sirenas, etc. Les "mola" estas historias. La cultura, el saber es difícil darlos a los jóvenes. Hay que tener muchas tablas, saber qué les gusta, cómo les gusta. Se tiene que enfocar las clases a lo que para ellos es cercano. Como hice un día: ¿Cómo enseñarles la historia del caballo de Troya? Pues como ellos saben qué es un virus troyano, a partir de qué es este virus lo comparé en el caballo. Lo más importante de la educación es que los alumnos tengan curiosidad. Si no la tienen, mal. Hay que motivarles para que en casa hablen con sus familias de cosas que han aprendido, dialogar y sacar conclusiones. Eso lo que intento hacer en mis clases. Como el día que expliqué la tragedia clásica griega, el héroe clásico y les colé el inicio y el final de Centauros del desierto, donde se veía el perfecto héroe trágico, Ethan-John Wayne. Luego les dije que en casa preguntaran si sus padres, abuelos, tíos conocían la película. Pues al día siguiente muchos debatieron esto.