Proyecto "Cine clásico, sociología y testimonio de la tercera edad"
Francisco Huertas Hernández
Alicante (Espagne)
Intención del proyecto
Este proyecto pretende vincular el conocimiento teórico de la sociología, su aplicación práctica a textos cinematográficos visuales, y la perspectiva de la experiencia vivida de personas mayores del entorno familiar y urbano en forma de testimonio de los cambios sociales, las normas, valores, roles y actitudes, que, al socaire de la película y su análisis sociológico, estas personas han vivido. Parafraseando al escritor Gabriel García Márquez: “vivir para contarla”, y, en este caso, “ver para recordarla” . La reunión del cine, en forma de obras maestras del espíritu humano, los jóvenes estudiantes de bachillerato, y la sabiduría vital de la tercera edad, dan como resultado una lectura de la experiencia social y cultural humana mucho más rica que la simple aplicación de las teorías y métodos sociológicos a una realidad histórica como es el caso de los largometrajes que analizaremos. Tratemos de ver, sentir, entender y escuchar. Las películas nos hablarán en imágenes y sonidos, con un lenguaje que trasciende las generaciones, y, en ello, radica el que sean “clásicos” del cine (recordemos que “clásico” es según el Diccionario R. A. E: “Dicho de un autor o de una obra: Que se tiene por modelo digno de imitación en cualquier arte o ciencia”). Nosotros - nuestros alumnos y los profesores que les acompañen y guíen - les facilitaremos las herramientas y marcos conceptuales de las Ciencias Sociales o Humanas, en este caso, la Sociología. Y, además, ello irá reforzado por el testimonio vivo de quienes, por su edad, han experimentado en primera persona las vicisitudes sociales de los cambios e instituciones, los valores y normas, las expectativas y modos de vida.
Este proyecto
empieza, como casi todo, con una pasión: la pasión por el
cine, en su dimensión de arte mayor. El profesor que impulsa la
idea ama el cine, y piensa, como otros antes que él, que el séptimo
arte es un gran desconocido. Nuestros alumnos de Humanidades estudian
“Literatura Universal” o “Historia del Arte”, pero no hay
espacio para la contemplación de las grandes creaciones del
celuloide, especialmente el de los maestros de la primera mitad del
siglo XX.
A lo largo de mis
años en la enseñanza he asistido a un distanciamiento del alumnado
de las formas y sensibilidad del cine de autor. El rechazo a las
películas “antiguas”, y, especialmente, al “blanco y
negro”, y no digamos al “cine mudo”, se convierte en
una orientación de conducta adolescente. El origen de esta actitud
hay que buscarlo en la nula educación que han recibido desde la
televisión y la escuela: ya no hay obras maestras, o sea, cine en
blanco y negro. Parece como si el mundo del siglo XXI fuera tabula
rasa de todo lo anterior. La presencia agresiva de las
imágenes oscilantes y cambiantes propias de internet
ha producido cambios en la configuración anatómica del cortex del
cerebro humano, ha dado lugar a sujetos más rápidos en la
percepción y más lentos en el entendimiento, como recuerda en
su libro “Superficiales. ¿Qué
está haciendo Internet con nuestras mentes?
”, Nicholas Carr.
Cinema Paris, avui demolit. Barcelona
Barcelofilia.blogspot.com
Barcelofilia.blogspot.com
Recuperar
el gusto, el sabor, el tempo, la mirada y
el deleite o fruición de las películas que forjaron
lo que es el cine, el placer de la forma y la emoción de
la belleza, la hondura de la verdad y la sorpresa ante
la invención y experimentación, todo ello, en el esfuerzo de
dar testimonio de un mundo, que, aunque ya no es, sigue pareciéndonos
más vivo y real que el que nos rodea con su inanidad y su velocidad
absurda, carente de finalidad. Son las obras maestras del cine
el lugar en el que restaurar la mirada contaminada, el lugar
en el que el entendimiento es capaz de captar algo más que
apariencia vacua y virtualidad clónica.
Cinéma "Gaumont Grand Ecran. Italie"
Place d'Italie. Paris
Place d'Italie. Paris
Nos apoyaremos en los estudios
teóricos de algunos grandes pensadores del cine, como André
Bazin, que, precisamente, concebía este arte como instrumento
de manifestación de la realidad, con el uso de la profundidad de
campo del plano. Las películas de la “Nouvelle
Vague”, salidas de “Cahiers
du Cinéma”, revista donde coincidían Bazin,
Godard o Truffaut,
son un claro ejemplo de este cine realista.
Francesco
Casetti expone en el libro “Teorías
del cine”
las diferentes reflexiones que se han hecho sobre este arte en la
segunda mitad del siglo XX. Los teóricos del cine realista
(Bazin, Kracauer, Aristarco)
quedaron legitimados en la posguerra, cuando se quiso que las
películas fueran un espejo de la
realidad social: el cine como reconquista de la realidad
(neorrealismo, con los films de De
Sica o Rossellini),
el cine como participación en el mundo (Bazin)
o como documentación del mundo (Kracauer).
Pero no todo es realismo en el cine -por más que desde la Sociología
pareciera privilegiarse esa posición de testigo imparcial de los
hechos-, también existen tendencias a considerar el séptimo arte
como expresión de lo imaginario,
en busca de conquistas estéticas autónomas respecto al mero
reflejo empírico de lo real (Kirou,
Morin)
Diversos estudios han abordado la
aplicación del cine a la enseñanza de las Ciencias Sociales y
Humanas. En 1995 se publicó el sugerente libro “Cine
i Filosofia. Com ensenyar filosofia amb l’ajut del cinema”
por el Grup Embolic
(Anacleto Ferrer, Xavier García, Françesc J. Hernández, Bernardo
Lerma), en el que se propone invertir, humorísticamente, el famoso
adagio latino, Primum vivere, deinde philosophari, y
convertirlo en Primum videre, deinde philosophare, que
es algo más que profesión de fe empirista.
Varios teóricos franceses han escrito
sobre la sociología del cine. Emmanuel
Ethis en “Sociologie du
cinéma et de ses publics” escribe: “La
plus grande force du cinéma est sociale: c’est celle qui offre a
chacun d’entre nous l’opportunité et le plaisir de prendre, sans
trop d’intimidation, la parole sur des oeuvres que nous aimons ou
que nous détestons. Art
du partage en public, le cinéma tolère volontiers jugements et
commentaires où s’abolissent les frontières entre discours
érudits et profanes. En
entremêlant ses histoires en images aux images de notre realité
quotidienne, il a su inventer, à la manière de l’architecture,
une idée du grandiose portée dans l’intimité de tous ses
espectateurs”. Ethis considera que el cine se ha
impuesto como la práctica cultural más compartida. Es en los films,
en los actores, en las historias humanas contadas, donde encontramos
de continuo nuestros referentes para expresar una parte de nosotros
mismos. Entendemos y sentimos nuestra realidad psíquica y social a
través de las películas que conforman nuestro imaginario colectivo.
Laurent
Jullier en su obra: “Analyser
un film. De l’émotion à l’interprétation”
se propone interrogarse sobre el origen de nuestras emociones. Como
un simple film puede hablarnos, conmovernos, cambiar la
imagen que tenemos de nosotros mismos, persuadirnos que dice cosas
verdaderas sobre el mundo que nos rodea. Para responder a estas
cuestiones propone tres tipos de lecturas fílmicas: a)
análisis tipológico: qué
género de historia cuentan las películas; b) análisis
formal: qué
arsenal técnico y simbólico despliegan; c) análisis
conceptual: qué
interpretaciones permiten disciplinas como la
Sociología,
la Semiología, la Estética, la Antropología, el Psicoanálisis y
otras.
Edgar
Morin ha señalado que el cine es el cruce de lo real y lo
imaginario, no es tanto un reflejo directo del mundo social, sino
un objeto en el que se aúnan lo cotidiano y lo fantástico,
la verdad y la ilusión. Se puede hablar de la “doble
naturaleza” de lo cinematográfico. Morin,
en contra de Bazin que
defiende la “désimplication”
del observador, considera que el espectador representa un
“rôle” inédito, dotado de un “oeil
photographique” puede “corporaliser”
las sombras que constituyen los fotogramas, reinsuflándoles
una impresión de realidad. El ser humano tiene esa tendencia a
corporalizar o materializar las sombras, “d’où
est issue la croyance à ces ombres, immatérielles sans doute mais
corporelles ”
El cine consiste en la proyección
de fotogramas fijos separados por negro a velocidad de
24 imágenes por segundo. Esto es conocido por Efecto
Phi, y fue estudiado por el psicólogo gestaltiano alemán
Wertheimer. Percibimos
un movimiento continuo y no una sucesión de imágenes.
Este movimiento aparente es llamado Phi (φ).
Estas sombras en fotogramas – “escritos
de luz... y de oscuridad ” - que se desvanecen,
una tras otra, en la proyección, constituyen una “fluencia”,
y, milagrosamente, este fluir de movimiento aparente (φ) del objeto
llamado cine viene a coincidir con la “ stream
of consciousness” del sujeto.
Francisco Huertas Hernández. 2014
1 comentario:
Hola a todos. Este blog nos gusta desde que lo descubrimos ahorita hace unos días. Hagan también una lista de películas latinas.
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