sábado, 13 de agosto de 2022

"Счастье" (1935). А. Медведкин. "Schastye" (1935). A. Medvedkin. "Happiness". Rara avis del cine mudo soviético. Fantasía satírica de un campesino inadaptado. Francisco Huertas Hernández

"Счастье" (1935). Александр Медведкин.
"Schastye" (1935). Aleksandr Medvedkin
"Happiness"
Rara avis del cine mudo soviético. Fantasía satírica de un campesino inadaptado
Francisco Huertas Hernández

"Счастье" (1935). Александр Медведкин
"Schastye" (1935). Aleksandr Medvedkin
"Happiness"
Анна (Елена Егорова) - Anna (Yelena Yegorova)
Хмыр (Пётр Зиновьев) - Jmyr (Pyotr Zinovyev)

Un plano, una película: "La felicidad" es una comedia rural con rasgos grotescos en la que una pareja de campesinos lucha por sobrevivir, primero en el Imperio zarista, dominado por el clero, la aristocracia y el ejército, y, más tarde, en la URSS, donde trabajan en una explotación colectiva. En este plano del final de la película, Anna y Jmyr han visitado un comercio de la ciudad, donde él se desprende de su ropa de pobre. La felicidad es el reino indecible entre el trabajo y el sueño

 La búsqueda de la felicidad es una tendencia natural del ser humano según Aristóteles. La falta de acuerdo acerca de en qué consiste -riqueza, placer, poder- fue resuelta por el filósofo griego afirmando que es una actividad del alma conforme a la virtud. Ser virtuoso es saber elegir moderadamente de manera frecuente, creando el hábito moral. Lamentablemente los humanos están sometidos a una triple esclavitud: la naturaleza externa, la naturaleza interna y la sociedad. Jmyr, el protagonista de "La felicidad" (Счастье), es una ridícula caricatura del infortunio y la mezquindad que alejan al hombre de la felicidad en sus elecciones equivocadas bajo la tiranía del poder y la ineptitud.

 "Счастье" es una película soviética filmada en 1934 por Aleksandr Ivanovich Medvedkin (1900-1989) y puede ser considerada una rara avis en varios sentidos. Es la última producción muda hecha en Rusia cuando el cine sonoro ya se había impuesto. Es una comedia satírica con elementos grotescos en plena época del realismo socialista. Y es también una crítica a los acelerados cambios sociales en la vida rural en la figura de un campesino apocado e inepto, Jmyr (Pyotr Zinovyeva la sombra de su poderosa y habilidosa mujer, Anna (Yelena Yegorova).

 "Сегодня я видел, как смеется большевик" (Hoy he visto como ríe un bolchevique) exclamó Sergei Eisenstein tras la proyección del film, quien proseguía asegurando que Chaplin está en la película -en ese momento llamada "Стяжатели" (Styazhatyeli) (Los propietarios)-. "И тем не менее должно уже говорить об этом фильме как о замечательном" (Y, sin embargo, hay que decir que esta película es excelente) concluye Eisenstein, tras compararla con el drama heroico "Чапаев" (Chapayev) (1934) de Georgy y Sergey Vasilyev
 
 Este cuento filosófico en la tradición folklórica sobre "Jmyr, un hombre infortunado y mezquino", "su laboriosa mujer Anna", y "el vecino Foka" abarca desde los últimos años del zarismo a los primeros tiempos de la revolución soviética en el mundo rural

 La primera parte tiene un carácter folclórico-fantástico. Tras la muerte del abuelo, al ver la opulencia del kulak -agricultores de la Rusia zarista que poseían tierras y contrataban trabajadores- Foka, vecino de la aldea, Anna manda a su marido, el pobre mujik -campesinos rusos que no poseían propiedades, antes de 1917- Jmyr a buscar la felicidad en el mundo. Encuentra una bolsa de dinero, compra un caballo -extraño animal con lunares negros-, que se agota al trabajar, tomando la robusta Anna el lugar del caballo para arar la tierra. A pesar de todo, en el otoño obtienen una gran cosecha. Sin embargo, el kulak, el terrateniente y el sacerdote les arrebatan el fruto de su trabajo, y condenan a Jmyr, custodiado por soldados con máscaras expresionistas a duros castigos, tras un intento de suicidio -si el campesino muere, ¿quién va a dar de comer a toda Rusia?- y un frustrado robo por parte de unos ladrones de su cofre vacío que acaban compadeciéndose del mujik.

 La segunda parte -¡treinta y tres años después!-, de carácter moderno, nos sitúa en un koljoz -explotación agrícola colectiva en la URSS-  donde Anna maneja un tractor y Jmyr, "el último holgazán del koljoz", reparte agua en un carro tirado por su caballo. Jmyr es un hombre incapaz, somnoliento, torpe y perdedor, al que roban el grano que tenía que custodiar, y es echado de la izba por su mujer, harta de su incapacidad para ser una "buena persona", un hombre productivo y útil a la sociedad. La historia da un giro cuando el desdichado y macilento campesino salva el establo del koljoz que el malvado kulak Foka ha quemado en un sabotaje, junto a su izba. En un epílogo la reconciliada pareja acude a una tienda de la ciudad para que Jmyr adquiera un traje (saco). ¿Cambiando el hábito cambiará su suerte? En una metáfora irónica del tránsito a la industrialización y el éxodo rural, Jmyr y Anna intentan deshacerse de sus ropas de campesino. ¿Alcanzarán por fin la felicidad?

 "Счастье" es, como dijo Eisenstein, "una película excelente" en lo formal. Emparentada con la plástica poética del medio rural de Aleksandr Dovzhenko ("Земля", 1930), al que Medvedkin se adscribe cuando afirma: "soy hijo de campesinos, nieto de campesinos, y, por tanto, campesino de sangre"; con el slapstick -comedia física hollywoodiense de bufonadas, golpes y porrazos, propia de Chaplin, Keaton, Harold Lloyd o Mack Sennett-; y la parodia grotesca de inspiración gogoliana -"Almas muertas", "El abrigo", "La nariz", "El inspector"- que remite al folclore ruso, con elementos sobrenaturales y extravagantes, y personajes bufonescos que revelan la tragicomedia de la existencia. Aquí es donde el simbolismo concilia la explotación del campesinado por parte del clero, la aristocracia y el ejército, con las figuras del caballo blanco con lunares pintados, los soldados con máscaras de teatro griego, los decorados de cartón y las lunas pintadas. Hay que añadir la huella del surrealismo de Luis Buñuel ("Un chien andalou", 1929; "L'âge d'or", 1930) con la omnipresencia del estamento clerical, y su mundana avaricia, junto a imágenes casi oníricas, como las escenas de la recaudación de la cosecha y el castigo por el intento de suicidio en el ataúd que Jmyr se ha construido con maderas de su izba. Y todo ello contemplado con cierta "mirada ingenua" a lo Méliès, propia de la fantasía infantil y popular, como los ladrones levantando de sus cimientos el granero y llevándoselo como hormigas sin que Jmyr se apercibiese, y el castigo de las sandías arrojadas como bombas por la valiente Anna.

 La posición de las tomas de cámara con grúa del operador Gleb Troyansky (1903-1961) en planos casi cenitales, alternada con picados y contrapicados de los personajes de ese "Gran Teatro del Mundo" grotesco, y el uso de la luz -magistral el cabello y la barba blanca resplandeciente del malvado Foka, sobre una piel oscura- es otro de los logros de esta cinta que el cineasta francés Chris Marker (1921-2012) admiró hasta el punto de dar el nombre de Groupe Medvedkine a la asociación en los años 60 con Jean-Luc Godard en un colectivo que unía trabajadores y cineastas en la realización cinematográfica, y rendir homenaje al creador ruso en el documental "Le Tombeau d'Alexandre" (1992). 

 Aleksandr Medvedkin se había formado como realizador en el proyecto "Кинопоезд «Союзкино»" (Cine-Tren "Soyuzkino"), recorriendo la URSS filmando y proyectando las conquistas y los obstáculos del campesinado para adaptarse a la nueva organización del Primer Plan Quinquenal, entre 1932 y 1933. Cortometrajes que eran exhibidos al día siguiente de su realización: "Hoy filmamos, mañana exhibimos" (Сегодня снимаем — завтра показываем!). Marker veía en esta experiencia a Medvedkin como "el Che Guevara de la cinematografía" uniendo propaganda política, experimentación y divulgación popular, lo que pretendió continuar el Groupe Medvedkine. Tanta admiración sintió Chris Marker por el autor ruso, capaz de expresar el cambio histórico en su obra, que escribió: "las muescas que los padres hacen en los marcos de las puertas para medir el crecimiento de los hijos, el siglo las trazó en su vida".

 "Счастье" se sitúa en una encrucijada histórica. Entre la estética oficial del "realismo socialista" (Социалистический реализм), que se implanta tras el decreto de abril de 1932: un «método artístico que exige una representación verídica, históricamente concreta de la realidad en su desarrollo revolucionario y orientada hacia la transformación ideológica y educativa de los trabajadores en el espíritu del socialismo», y la finalización del Primer Plan Quinquenal (Первая пятилетка) (1928-1932) para el desarrollo de la economía de la URSS que convertiría un país agrario en uno industrial ("СССР из аграрной страны превратился в индустриальную страну"). Curiosamente ambos elementos históricos están presentes en la forma y contenido de la película de Medvedkin, pero notablemente alterados.

 ¿Cómo encaja este film en esta encrucijada?, "¿cómo solventar la tensión entre lo nuevo que habían venido aportando las primeras vanguardias y lo viejo, representado por lo popular?" Con el "realismo socialista" se produce un volteo hacia lo antiguo, abandonando la experimentación de las vanguardias artísticas soviéticas de los años 20, en cine, música o poesía, acusadas de "formalismo burgués" (Буржуазный формализм) al dar "autonomía" a la "forma". Aleksandr Medvedkin opta por la "forma" del "slapstick" para su largometraje. Un género americano. Ya otros directores habían empleado el slapstick: "Необычайные приключения мистера Веста в стране большевиков" (Las aventuras excepcionales del señor West en el país de los bolcheviques) (1924) de Lev Kuleshov. Sin embargo, en 1934 no parecía ya época para esto. Aquí es donde la apariencia de cuento folclórico ruso con sus elementos grotescos, cercanos al slapstick, salva la película de las críticas. La tradición de Nikolai Gogol.

 Medvedkin, en la primera parte, recurre a la hipérbole y la caricatura grotesca, en escenas de crítica implacable a instituciones como la Iglesia Ortodoxa, repleta de popes, clérigos, místicos y mendicantes avaros, o el ejército zarista despersonalizado con una máscara inquietante de boca abierta y bigote. Un aspecto moderno es la inversión de los valores masculino-femenino, con Anna ejerciendo las funciones de poder e inteligencia de las que carece un débil y estúpido Jmyr: el beso salvaje de ella cuando él parte en busca de la felicidad, su fuerza sustituyendo al caballo en el arado, levantando al caballo en peso en el tejado, rescatándolo de los ladrones, o "acribillando" a "sandíazos" a los rateros del granero.

 Jmyr no es el héroe campesino de la "nueva sociedad" comunista, sino un "perdedor", débil física e intelectualmente, y moralmente perezoso. "Jmyr encarna las angustias, las dificultades y la violencia sufrida por el campesinado ruso a lo largo de la historia. Como Chaplin, el personaje nace de la denuncia más explícita de la realidad. El resultado es la inadaptación tanto a la vieja como a la nueva sociedad".

 La crítica de Medvedkin del estado socialista basado en la mecanización coincide con la de Charles Chaplin en "Modern Times" (1936): la escena del tractor dando vueltas en círculo sin piloto, ilustra la "rebelión" de las "máquinas" en un mundo donde el humano ha creído encontrar en ellas un ahorro de esfuerzo y una mejora de la producción. La "máquina", carente de control, ilustra el fracaso de la "racionalización" del mundo, y la consecuente "alienación" humana. 

 Fríamente recibida por la crítica y el público en su estreno en marzo de 1935, a pesar del apoyo de Eisenstein y Pudovkin, fue redescubierta en los 60 por el crítico Viktor Demin, y por el grupo francés de Chris Marker. Contenía una escena en color -la segunda del cine soviético tras "Великий утешитель" (1933) de Lev Kuleshov- perdida, como la de la cinta de Kuleshov. Representaba los sueños de Jmyr convertido en rey.

 Hoy vista, "Schastye" nos resulta desconcertantemente moderna, que no posmoderna. Su capacidad de fusionar el espíritu del pueblo campesino ruso, la crítica de la opresión y la mecanización, el halo poético oculto bajo la sátira grotesca y deformadora de una realidad cruel, todo ello en el encuadre e iluminación carentes de efectismos de Medvedkin y Troyansky, y la interpretación natural de dos grandes actores, a menudo vistos en planos lejanos, hacen de "La felicidad" el privilegiado instante en que el espectador por fin se reconcilia con ella. 

Estructura narrativa y visual de "Счастье" (1935)

0- Títulos de crédito







"Счастье" (1935). Александр Медведкин
"Schastye" (1935). Aleksandr Medvedkin
"Happiness"

Los títulos de crédito de la versión rusa -yo he visto también la versión francesa, que tiene menos duración, y menos créditos-:
1- Счастье
2- Cuento sobre Jmyr, infortunado y mezquino
3- Sobre su esposa-caballo, Anna
4- Sobre su vecino Foka
5- Y sobre un Pope, una monja y otros peleles
6- Guion y Dirección: Aleksandr Medvedkin. Operador fotografía: Gleb Troyansky. Decorados: A. A. Utkin
7- En los principales roles: Jmyr - Pyotr Zinovyev. Anna - Yelena Yegorova

1- ¿Qué es la felicidad?














"Счастье" (1935). Александр Медведкин
"Schastye" (1935). Aleksandr Medvedkin
"Happiness"

1º Capítulo: ¿Qué es la felicidad? (Что такое счастье?)   
Para un pobre como Jmyr y el abuelo -quizás su padre- es mirar la felicidad del "otro", el rico: el vecino, Foka, que come empanadillas bajo un árbol frutal. Mágicamente el alimento se baña en leche y entra en la boca del kulak sin él moverse. Un símbolo del folklore de los cuentos de hadas. Los ricos no necesitan el trabajo de sus "manos". Los kulaks son propietarios de su tierra. Al otro "lado", los mujiks, siervos hasta 1861, cuando el zar Alejandro II abolió la servidumbre. Aún así quedaron sin tierra. Como Jmyr, su padre, y Anna, la esposa de Jmyr.

El acto "escópico" de mirar por un agujero con el que se inicia el film es también "metacine" pues refleja al primitivo espectador del kinetoscopio, precedente del cinematógrafo. Hacia 1890, más o menos la época en que puede estar ambientado el largometraje, ya funcionaban los kinetoscopios en Nueva York. En ellos el público podía descargar su "pulsión escópica": lo "oculto" es lo más deseado

La escena nocturna muestra evocadores decorados de cartón y una luna pintada en cuarto menguante. La aldea en calma. Mas el abuelo penetra en la casa de Foka, el kulak, saltando la valla. Cuando tropieza con un gigantesco candado y ve a Foka con una gigantesca llave, muere de un infarto. Queda tendido con la barba enhiesta. El espectador está viendo una leyenda popular con elementos sobrenaturales y el eterno conflicto entre el deseo y la prohibición. El abuelo quiso comer empanadillas vareniki y no lo consiguió tras sesenta años trabajando. Su deseo no pudo cumplirse. La felicidad era el deseo no satisfecho. La felicidad es el sueño de ser otro, o tener lo del otro. 
El entierro del abuelo en un plano de grúa lejanísimo, cenital, introduce un movimiento de cámara típico de Medvedkin y su operador Troyansky: una toma general que tiende a empequeñecer las figuras humanas: impotencia del deseo. Felicidad lejana. La muerte es el fin del deseo.

El viaje iniciático. Anna manda a Jmyr a andar por los caminos hasta encontrar la felicidad, el dinero que deben a Foka, por los desperfectos del asalto del abuelo a su casa: "¡Vete a encontrar la felicidad, y no vuelvas con las manos vacías!".
Seguimos en la estructura del cuento popular. Anna es fuerte y bella. Y el viajero Jmyr, sin embargo, débil y feo. La sátira adquiere una coloración grotesca. Lo ridículo, lo extravagante, lo absurdo. 
De nuevo, plano picado casi cenital: la despedida. Anna toma a su esposo y le da un beso salvaje. La mujer domina

2 - El viaje: buscando la felicidad





"Счастье" (1935). Александр Медведкин
"Schastye" (1935). Aleksandr Medvedkin
"Happiness"

Jmyr, el caminante, busca la felicidad. El mundo se llena de clérigos, avariciosos, dispuestos a matar por un kopek (копейка), y de comerciantes que cruzan los puentes. 
La leyenda los sitúa en Tiro, al sur de Sidón (actual Líbano)

El árbol seco del destino tiene una inscripción en su corteza: "Si vas a la izquierda, morirás. Si vas recto, perecerás. Si vas a la derecha... no morirás, pero tampoco vivirás". Jmyr lee y toma el sendero de la izquierda. 

El comerciante pierde el bolso del dinero en el puente. Allá lo encuentran los dos santurrones e inician la gresca. Jmyr aprovecha la pelea y se lleva el dinero.
En la tumba de su padre agradece el milagro

3 - Aquí está la felicidad


















"Счастье" (1935). Александр Медведкин
"Schastye" (1935). Aleksandr Medvedkin
"Happiness"

El segundo capítulo del film se titula "Aquí está la felicidad" (Вот оно счастье то!)
Jmyr, triunfante en su "tarea de héroe", ha encontrado la felicidad: con el dinero compró un caballo para la labranza de la tierra. En un plano icónico contemplamos al quijotesco personaje con una caña con heno que actúa como cebo para que el caballo remolón marche. ¡Un caballo extravagante con lunares negros! Habitamos el reino de lo mágico que se entrevera en la miseria de la vida. Es el folclore.
Una sucesión de imágenes poéticas del caballo perezoso y voraz, en la caseta buscando heno, en el tejado comiéndolo, Anna levantándolo y llevándolo a sus faenas. Hermosísimo el plano de la cigüeña, el caballo "manchado", la paja del tejado, y Jmyr fracasando y Anna triunfando en su pugna con el cuadrúpedo.

Las imágenes de fuerte contenido fantástico -incluso vanguardista- con el caballo roturando en terrenos verticales se suceden, pero llega un momento en que el équido ya no puede, o no quiere, más, y cae al suelo.  
Jmyr permanece abatido, y Anna, en pie, piensa, y se ciñe el arado y se "transforma" en caballo. Jmyr sigue surcando la tierra con la fuerza motriz de su mujer. La plasticidad y disonancia moral de la escena remiten a la poderosa crítica social de la explotación humana en tiempos del feudalismo zarista, y, por ende, la explotación en el trabajo humano de los cuerpos y las almas. 

Anna sigue subiendo las empinadas cuestas y abrevando agua en un cubo que le da Jmyr cual caballo. Un breve primer plano -apenas hay en la película- del rostro mojado de Anna y su fatiga, previas a su derrumbamiento. Jmyr, junto a ella, parece velarla. O sueña o ha abandonado la vida. Otra bellísima secuencia en la que el apocado mujik la cubre de flores e interpreta en su acordeón canciones -que el espectador no puede escuchar-. Y en la canción "¡Ah, si yo fuera zar comería tocino, mucho tocino!", se inserta la que, originalmente era una escena en color: el sueño del banquete real. Anna y Jmyr comen en el palacio. Los decorados teatrales de cartón, de perspectivas distorsionadas, en los que los pobres se desquitan en su "banquete de los mendigos". ¿Qué envidia el pobre del rico? Su alimento. Así se iniciaba este cuento: el abuelo anhelaba comer empanadillas vareniki, y murió, en un frustrado asalto, sin conseguirlo. Solo en el sueño la justicia distributiva premia al explotado. Solo en el sueño el pobre es feliz. Incluso en este interludio lírico eminentemente popular acecha la crítica moral de Medvedkin, un honesto comunista hasta el fin de sus días.
El bello sueño musical despierta, revive a Anna: aquí estaba la felicidad

4- Los "recaudadores": el clero, los terratenientes, la aristocracia, el ejército.
Ladrones de pobres. 
El intento de suicidio de Jmyr. El auto de fe: condenado a vivir para alimentar a sus explotadores.
El castigo: Jmyr detenido




















"Счастье" (1935). Александр Медведкин
"Schastye" (1935). Aleksandr Medvedkin
"Happiness"

No hay alegría en casa del pobre. Foka, el implacable terrateniente -kulak- con su libreta calcula los tributos de sus jornaleros. Su cinismo llega al punto de llamar "explotador" a Jmyr por usar a su mujer como animal de labranza, y "cobrar" una multa por ello, además de "la mitad de la cosecha".

 "Y Jmyr tuvo una gran cosecha". Ha llegado la cosecha tras el esfuerzo esclavo de Anna y Jmyr: los sacos de grano en torno a los que danza la pareja en señal de agradecimiento. Pero... no son propietarios de la tierra cuyos frutos han tomado. No debemos olvidar el título original de la película -"Стяжатели" (Styazhatyeli) (Los propietarios)- que el mismo Sergey Eisenstein citaba en su análisis pionero. 

La parte central del film contiene dos escenas majestuosas donde la sátira social de la explotación se traduce en imágenes fantásticas

Primero la comitiva los "recaudadores": clérigos ortodoxos y su séquito de místicos, solicitantes de caridad y otros parásitos del "ultramundo" -a decir de F. Nietzsche-; Como cuervos rodean la cosecha. Nuevos e impresionantes planos casi cenitales. La música percusiva de campanas de la versión francesa es la más adecuada. Fariseos ministros del "más allá" rezan, bendicen, y "exigen" los diezmos y primicias. Medvedkin, un genio de la composición, nos da los mejores momentos de esta obra maestra, mezclando realismo crítico y fábula. Los hisopos y las oraciones se alternan con penitentes gigantes, demacrados y encadenados, y unas monjas ¡desnudas! solicitantes de caridad, cubiertas solo con un transparente velo negro. La mirada lasciva de un oficial con bigote. Los desnudos en el cine mudo soviético son habituales. La Iglesia es la primera en "robar" el fruto del trabajo de los campesinos.
Después, las autoridades civiles exigen sus tributos al depauperado mujik. Y prosigue el "saqueo" del grano, como en 2022 las potencias imperialistas siguen haciendo. Los carros repletos salen.
Plano de grúa del matrimonio saqueado y humillado, junto a la izba.

Una secuencia tipo gag entre las dos grandes escenas: unos ladrones abren el baúl cerrado con candado de Jmyr, y tras descubrir el cofre interior encuentran una bolsa vacía. Jmyr les sorprende al oír los ladridos del perro y grita: "¡Socorro. Ladrones!". Los rateros le dicen al flaco mujik: "Durante diez años he robado en Voronezh, otros tres años en Tsarevo-Kokshaisk, pero en ninguna parte me han engañado así, cerrando con candados y cerrojos y custodiando con perros un lugar totalmente vacío". "Honorables ladrones, ¿acaso soy culpable? Las riquezas me rehúyen" lamenta Jmyr. ¡Y los ladrones le dan una limosna al pobre campesino" "Vaya tú... mezquino. Toma un rublo y veinte kopeks y vete a dormir". Antes de marchar los ladrones ven el caballo y se lo llevan. 

La segunda escena coral. En las cimas de la desesperación Jmyr, desposeído de todo, arranca maderas de la izba para hacerse un ataúd y suicidarse. Las moscas zumbonas del clero: "Sacrílego. ¿Crees que se puede morir sin autorización?" mientras Jmyr se introduce en el féretro y cierra los ojos. ¡Muerte en vida!
"Si el campesino se muere, ¿quién dará de comer a Rusia?" exclama el kulak Foka ante la autoridad militar. 
Jmyr sigue limando la tapa del ataúd. Solo en el quitarse a sí mismo la vida reside su libertad. En lo demás pertenece a sus amos. "¡Te rebelas, hijo del infierno!" maldice el Pope. La despiadada sátira concentra húsares, aristocracia, regimientos de caballería, infantería -portando unas máscaras idénticas expresionistas de grandes orejas y boca abierta- alrededor del "rebelde"
Un "auto de fe" invertido: condenado a vivir para seguir alimentando a sus explotadores. Un alto aristócrata, tras examinar su trozo de pan duro, da la orden: "¡Denle una paliza hasta que sangre, pero que no muera!".
Los embozados soldados sin rostro se lo llevan preso. Mientras Anna recupera el caballo sorprendiendo a los cuatreros durmiendo. No puede liberar a su marido al que ve arrastrado por la soldadesca anónima.

Aquí termina la primera parte del cuento. Bajo la forma popular del folclore se alternan elementos realistas y mágicos en una crítica de la explotación del régimen zarista. Cuántas más veces se vea más entusiasmará al espectador su belleza formal y su fuerza moral y revolucionaria. Hoy ya no es tan habitual esa crítica radical de los poderes civil, religioso y militar, que siguen "saqueando" a los pobres del mundo. Faltó en esta terna el cuarto y ominoso poder: la prensa, cuya iniquidad en la defensa del poder explotador ha arribado a un punto sin retorno...

5- Nuevos tiempos revolucionarios. El koljoz
Jmyr, "el último holgazán del koljoz". Anna, eficiente y mecanizada.
Los ladrones luchan con el vigilante.
Anna echa a Jmyr.
El héroe inesperado salva el koljoz del sabotaje pequeñoburgúes.
Anna y Jmyr en la ciudad

























"Счастье" (1935). Александр Медведкин
"Schastye" (1935). Aleksandr Medvedkin
"Happiness"

La segunda parte del film nos sitúa en tiempos de la URSS. Los mujiks ya no trabajan para kulaks explotadores. Ahora la tierra es de todos. Las explotaciones colectivas (koljoz) abastecen las necesidades de los campesinos.

Tras treinta y tres años de castigos -en el tránsito del siglo XIX zarista al siglo XX bolchevique- un Jmyr consumido, incapaz, somnoliento, torpe y perdedor es aguador en el koljoz. Su carro conducido por el caballo indolente va perdiendo agua por los caminos. Entre tanto, Anna, capaz, despierta, y vital ha aprendido a manejar máquinas cosechadoras. Se ha mecanizado.
Foka, sobrevive como kulak venido a menos, y buscando sabotear el koljoz cuando pueda.

En una última oportunidad se le ofrece a Jmyr el puesto de vigilante del almacén de grano, pero una cuadrilla de ladrones, en un episodio de slapstick puro, lucha con el despistado vigía, moviendo el depósito desde sus cimientos. 
Anna ha cobrado en función de su productividad, y salva el almacén arremetiendo con sandías contra los malhechores.
Jmyr había quedado encerrado en el edificio mientras la lucha se producía. Sin trabajo es también expulsado de casa por su mujer: "¡Vete Jmyr! No hay manera de convertirte en una buena persona".

En un inesperado impulso altruista Jmyr salva el koljoz: Foka ha incendiado el establo de los caballos, y, luego, la izba de Jmyr. Y el campesino fracasado libera a los caballos y arriesga su vida por la cooperativa
Tendido sin conocimiento, despierta, señala al culpable que es apresado, y se reconcilia con Anna. Es un "héroe" del pueblo.

La llegada a la ciudad para comprarse un traje (saco) y cambiar de hábitos -en el doble sentido- termina con la hilarante y chaplinesca secuencia del deshacerse de los viejos ropajes rurales, con unos ladrones a los que se pone como cebo. La cinta acaba con las risas de la pareja que ve la pelea de los desharrapados.
La presencia constante de "lumpenproletariado" delincuente, tanto en tiempos zaristas, como revolucionarios, es muy llamativa en el film.

Esta obra maestra del cine silente es una "rara avis" como hemos señalado en varios aspectos: por su carácter intempestivo en años de cine sonoro, por alejarse del "realismo socialista" aunque trate temas como la colectivización de la agricultura, por la síntesis de cuento fantástico y grotesco, por un lado, y radical crítica política de la explotación burguesa y clerical, por otro. Pero, como ocurre siempre en el gran arte, su permanencia radica en la belleza plástica y poética y la verdad moral de su mensaje...

"Счастье" (1935). Александр Медведкин
"Schastye" (1935). Aleksandr Medvedkin
"Happiness"
Soviet Poster

Счастье (Schastye)
1935
USSR
Running time: 99 minutes - West German TV cut: 66 minutes
Release date: March 15, 1935
Silent Film
Directed by Aleksandr Medvedkin
Written by Aleksandr Medvedkin
Cinematography by Gleb Troyansky
Production Design by Aleksey Utkin
Company: Moskinokombinat
Comedy. 

Music Department (1971 French Version)
Georges Bernand - piano: 1971 French sound version
Michel Fano - percussions: 1971 French sound version
Nikolay Golovanov - conductor: 1971 French sound version
Modest Mussorgsky - music: 1971 French sound version (as Modest Mussorgsky)
The U.S.S.R. Radio Grand Symphony Orchestra - orchestra: 1971 French sound version

Starring 
Pyotr Zinovyev as Khmyr
Yelena Yegorova as Anna
Mikhail Gipsi as Taras Platonovich
Viktor Kulakov
V. Lavrentyev
G. Mirgorian
Lyubov Nenasheva as Nun
V. Uspensky
Nikolay Cherkhasov

"Счастье" (1935). Александр Медведкин
"Schastye" (1935). Aleksandr Medvedkin
"Happiness"
Figuras de autoridad militar y eclesiástica en su dimensión grotesca

"Счастье" (1935). Александр Медведкин
"Schastye" (1935). Aleksandr Medvedkin
"Happiness"
FILM. ENGLISH SUB

Bibliografía:


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo. Buen análisis

Anónimo dijo...

Olé, vaya trabajón, minucioso y completo. Es un placer leerte. A mí, de algún modo, desde la primera vez que la vi me recordó el último teatro de Lorca.

MaryHall dijo...

Magnífico trabajo Francisco.La exposición socii-política, como te inaginas, me ha interesado sobremanera.Y las similitudes con otros clásicos del discurso del maquinismo, me hs interesado aun más.Además, me anina a abordar otra gran peli soviètica con un tono diferente, pero con similitudes temáticas.No será inmediatamente, pero me lo prometo.Y 'Hapiness' la veo ya

MARCELO dijo...

Excelente critica cinematográfica, gracias Francisco. Que maravilloso que es el mundo del cine estamos en un siglo tan cambiante, pero el pasado sigue haciéndose presente.

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Gracias Luis

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Gracias Fernando

Estrella dijo...

Por fin he podido leerlo con detenimiento. Un gran y elaborado trabajo sobre esta película que has desmenuzado en numerosos y estupendos fotogramas.
El texto central es muy interesante y con excelentes referencias. He podido ver que le gustó a Eisenstein y que le fascinó a Chris Marker.
Las referencias al contexto soviético son constantes en su cine. Recuerdo las mismas alusiones en "ODNA" de Kozintsev y Trauberg sobre los obstáculos de los kulaks y el paso al koljoz con esa colectivización agrícola.
Dices que hay una escena en color. Pero, ¿se conserva en la copia que adjuntas?
También apuntas lo de la mecanización en el campo, otro tema que Dovzhenko reflejó en su magnífica tierra, con esa maquinaria que disfrutan los agricultores en ese caso.
La tengo que ver pronto, he visto menos comedia soviética, recuerdo de Barnet y Klimov alguna, género que mucha gente piensa que casi no existe, pero la hay, por supuesto.

Laura A dijo...


Yo me siento tan asombrada gratamente cuando leo tus explicaciones tan completas, extensas, minuciosamente mimadas, tan repletas de conocimiento integral que traspasas el hecho de transmitir tanto y tan bien y llegas hasta terrenos preciosos como es el de que me sienta como protegida y segura por tus conocimientos, sabiendo que no fallan. Es hermoso eso. Esa sensación es bella. Perfecto conocedor del alma o interior de los personajes cuando analizas. Lo cual reconforta pues puede ser extrapolable a personas reales. También es hermoso eso. Bella sensación para el lector/a.