Serguei Aleksandrovich Yesyenin (1895-1925)
"Письмо к женщине" (1924)
Вы помните,
Вы всё, конечно, помните,
Как я стоял,
Приблизившись к стене,
Взволнованно ходили вы по комнате
И что-то резкое
В лицо бросали мне.
Вы говорили:
Нам пора расстаться,
Что вас измучила
Моя шальная жизнь,
Что вам пора за дело приниматься,
А мой удел —
Катиться дальше, вниз.
Любимая!
Меня вы не любили.
Не знали вы, что в сонмище людском
Я был как лошадь, загнанная в мыле,
Пришпоренная смелым ездоком.
Не знали вы,
Что я в сплошном дыму,
В развороченном бурей быте
С того и мучаюсь, что не пойму —
Куда несет нас рок событий.
Лицом к лицу
Лица не увидать.
Большое видится на расстоянье.
Когда кипит морская гладь —
Корабль в плачевном состоянье.
Земля — корабль!
Но кто-то вдруг
За новой жизнью, новой славой
В прямую гущу бурь и вьюг
Ее направил величаво.
Ну кто ж из нас на палубе большой
Не падал, не блевал и не ругался?
Их мало, с опытной душой,
Кто крепким в качке оставался.
Тогда и я,
Под дикий шум,
Но зрело знающий работу,
Спустился в корабельный трюм,
Чтоб не смотреть людскую рвоту.
Тот трюм был —
Русским кабаком.
И я склонился над стаканом,
Чтоб, не страдая ни о ком,
Себя сгубить
В угаре пьяном.
Любимая!
Я мучил вас,
У вас была тоска
В глазах усталых:
Что я пред вами напоказ
Себя растрачивал в скандалах.
Но вы не знали,
Что в сплошном дыму,
В развороченном бурей быте
С того и мучаюсь,
Что не пойму,
Куда несет нас рок событий…
Теперь года прошли.
Я в возрасте ином.
И чувствую и мыслю по-иному.
И говорю за праздничным вином:
Хвала и слава рулевому!
Сегодня я
В ударе нежных чувств.
Я вспомнил вашу грустную усталость.
И вот теперь
Я сообщить вам мчусь,
Каков я был,
И что со мною сталось!
Любимая!
Сказать приятно мне:
Я избежал паденья с кручи.
Теперь в Советской стороне
Я самый яростный попутчик.
Я стал не тем,
Кем был тогда.
Не мучил бы я вас,
Как это было раньше.
За знамя вольности
И светлого труда
Готов идти хоть до Ла-Манша.
Простите мне…
Я знаю: вы не та —
Живете вы
С серьезным, умным мужем;
Что не нужна вам наша маета,
И сам я вам
Ни капельки не нужен.
Живите так,
Как вас ведет звезда,
Под кущей обновленной сени.
С приветствием,
Вас помнящий всегда
Знакомый ваш
Сергей Александрович Есенин (1895-1925)
1924 г.
«Carta a una mujer» (1924)
Usted se acuerda,
usted, claro, de todo se acuerda,
cuando andaba nerviosa
por la estancia
– yo a la pared pegado –
y me reñía
con acerbas palabras.
Decía usted
que había llegado
la hora de separarnos,
que a causa de mis locuras
sufría mucho,
que iba a dedicarse a sus cosas,
y que yo estaba condenado
a rodar por la pendiente.
Querida:
Usted no me amaba.
Ignoraba que entre el gentío
era yo cual caballo espumeante,
espoleado por audaz jinete.
Ignoraba
que entre aquella humareda,
en la fosca tormenta de la vida
sufría yo, sin comprender
lo que se avecinaba.
Cara a cara
no se ve el rostro.
Lo grande se ve a distancia.
Cuando el mar se encrespa,
corren riesgo las naves.
¡Y de pronto
se convirtió la tierra
en una nave!
Alguien
empuñó majestuoso el timón
rumbo a la nueva vida prodigiosa
por entre vendavales y tormentas.
¿Quién no se cayó en la cubierta?
¿Quién no vomitó y no maldijo?
Pocos hubo que no se mareasen,
que venciesen aquel torbellino.
Entonces
entre un clamor salvaje,
sabiendo bien lo que me hacía
bajé a la bodega
para no ver vomitar a la gente.
Aquella bodega
era una taberna rusa.
Yo me entregué al vino
para no padecer por nadie
y hundirme
en la embriaguez.
Querida:
La hice sufrir, es cierto.
En sus cansados ojos
se asomaba la pena
al ver que yo, ostentosamente,
me consumía en escándalos diarios.
Pero usted ignoraba
que entre aquella humareda,
en la fosca tormenta de la vida,
sufría yo,
sin comprender
lo que se avecinaba…
Han pasado los años.
Mi edad es ya otra.
Ahora pienso de distinto modo.
Ahora brindo en los días de fiesta
por el gran timonel.
Me embargan hoy
amables sentimientos.
Al recordar su angustia
quiero apresurarme
a decirle
lo que fui antes,
lo que soy ahora.
Querida:
Me complace comunicarle
que no rodé por la pendiente.
Vivo en el Territorio Soviético
como el más entusiasta adherente.
No soy ya
el de antes.
Ahora no la haría sufrir
como entonces.
Tras la bandera de la libertad
y del trabajo luminoso,
estoy dispuesto a ir
al fin del mundo.
Perdóneme…
Sé que usted no es la de ayer.
Ahora vive
con un marido serio, inteligente.
A usted no le hacen falta
nuestros duros quehaceres,
y yo tampoco
le hago la menor falta.
Viva bajo
el signo de su estrella,
bajo su mansión renovada.
La saluda su amigo
que jamás la olvida.
Serguei Aleksandrovich Yesyenin (1895-1925)
Traducción de José Santacreu, ligeramente modificada por Francisco Huertas Hernández
Francisco Huertas Hernández
Interpretar un poema es proyectar en la letra el espíritu de quien interpreta. Sergei Aleksandrovich Yesyenin (1895-1925) fue un poeta ruso de la Edad de Plata. Más allá de su trágico final -suicidio- su obra reúne la naturaleza campesina, la esperanza en la Revolución obrera, y los sentimientos universales que hacen de la poesía el género más elevado y permanente. Otro poeta, Aleksandr Aleksandrovich Blok (1880-1921) lo describió así: "Крестьянин Рязанской губернии, 19 лет. Стихи свежие, чистые, голосистые, многословные. Язык" (Un campesino de la provincia de Riazán. 19 años. Poemas frescos, limpios, vocales, verbales).
"Carta a una mujer" (Письмо к женщине, Pismó k zhenshchinye) es una obra de 1924, un año antes de su muerte. La primera impresión de esta epístola de arrepentimiento ante su ex esposa, Zinaida Nikolayevna Reich (1894-1939) -con quien se casó en agosto de 1917 y de la que se divorció en octubre de 1921, aunque continuó siendo amante de su ex mujer, que se había vuelto a casar con el director de teatro Vsevolod Meyerhold (1874-1940)- es la fusión de lo individual y de lo social: el destino del amante y el destino de la patria revolucionaria se enlazan. Los destinos individuales de todos ellos fueron trágicos, víctimas de ese furor represivo que el nuevo Estado desató por doquier, con su culminación en las purgas stalinistas. Yesyenin, se suicidó. Reich, apuñalada por desconocidos. Meyerhold, fusilado.
Escrito en forma de heterómetro yámbico, usa la metáfora de la patria rusa como un barco, y del poeta como un caballo caído, o marinero ebrio. El vino, fuente de entusiasmo y olvido, anima y aturde al poeta, que confiesa con frecuencia su adicción. La juventud del escritor en su matrimonio con la bella mujer de labios carnosos, fue causa de sus extravíos. Y ella dio el paso de romper: "Вы говорили: / Нам пора расстаться, / Что вас измучила / Моя шальная жизнь" (Decía usted / que había llegado / la hora de separarnos, / que a causa de mis locuras / sufría mucho).
El "entonces" (Тогда) descrito en la primera parte se refiere a 1919, y el "ahora" (Теперь) descrito en la segunda se refiere a 1924. En todo amor hay siempre un "Тогда", de fusión, entrega, unción, conflicto, dolor; y un "Теперь" de fisión, abandono, separación, arrepentimiento, vacío.
Hay una necesidad de redención, que no llega por lo individual, sino por lo social: "¡Y de pronto / se convirtió la tierra / en una nave! / Alguien / empuñó majestuoso el timón/ rumbo a la nueva vida prodigiosa / por entre vendavales y tormentas" (Земля — корабль! / Но кто-то вдруг / За новой жизнью, новой славой / В прямую гущу бурь и вьюг / Ее направил величаво).
La poesía es un raro fruto, amargo para el vulgo prosaico, dulce para el solitario melancólico. En la épica el destino del héroe poético es llevado -exteriormente- por los dioses y los mares. La lírica fue la interiorización de la épica, pero ambas codificaban la experiencia humana musicalmente, a diferencia de la novela que se constituyó como el género moderno desde El Quijote en el siglo XVII. El oído es el órgano físico del alma del lector de poesía. Escuchar el ritmo del verso, que es el mar por el que navega el navío de la experiencia de afectos e ideas del autor. ¿Por qué la poesía en el mundo post moderno ha sido desplazada del oído del pueblo? ¿Acaso por renunciar a la métrica y caer en el vacío verso libre, carente de música? El hueco fue ocupado por el rap y otras formas de canción popular o vulgar. Los poetas -desde Imhotep, Ptahhotep, Homero, Valmiki, Vyasa, Lao Tse, Qu Yuan, Imru' al-Qais, Nezahualcóyotl o Kabir- guiando a los pueblos con su sabiduría oracular, en que la belleza musical sirve a las verdades más profundas. Los poetas transmitían una enseñanza mítica, que reunía al pueblo, escuchando y repitiendo a los más jóvenes el tesoro recibido.
Francisco Huertas Hernández
7 de julio de 2024
7 comentarios:
Qué bueno
Gracias
Usted hace una gran labor. Felicidades
Muchas gracias, lectores
Maravillosa carta del poeta y buen análisis de la misma. 🌟🌟🌟🌹
Gracias, lectores
Larisa Sekunova:
"...Лицом к лицу лица не увидать.
Большое видится на расстоянье...".
Сергей Есенин
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