"Diario de un Profesor de Filosofía (1989-2023)" de Francisco Huertas Hernández.
Presentación oficial en Ateneu Barcelonès.
Carrer Canuda, 6. Barcelona.
Lunes 7 de octubre de 2024.
Con Miquel Amorós, Ramón Sensano y Marta Forment.
Crónica sentimental del evento
Ramón Sensano, Miquel Amorós, Francisco Huertas Hernández y Marta Forment, junto al muñeco de Friedrich Nietzsche
Aula Maria-Mercè Marçal. 5ª planta. Ateneu Barcelonès
Barcelona
Lunes 7 de octubre de 2024. 19.00
Presentación oficial del libro "Diario de un Profesor de Filosofía (1989-2023)" de Francisco Huertas Hernández
Aula Maria-Mercè Marçal. 5ª planta. Ateneu Barcelonès
Barcelona
Lunes 7 de octubre de 2024. 19.00
Presentación oficial del libro "Diario de un Profesor de Filosofía (1989-2023)" de Francisco Huertas Hernández
Extracto breve de las intervenciones del autor (arriba) y de Miquel Amorós (abajo)
Llegué a Barcelona el mismo lunes y me reuní con Miquel y Ramón en la Plaça d'Isidre Nonell, atestada de turistas posando ante el Mural del Beso. Allí, en una terraza de bar, ultimamos la presentación de mi libro. Miquel Amorós abordaría un resumen de los temas principales de la obra, desde la crítica del sistema educativo a los peligros de la tecnología en la enseñanza, pasando por la dificultad de establecer puntos de encuentro entre profesores y alumnos en un mundo que se acelera con la misma velocidad con la que la cultura retrocede, al menos la cultura que se ha constituido como nexo comunitario entre generaciones y naciones. Miquel introduciría este libro como "filosofía de la educación".
Ramón Sensano desarrollaría una parte más libre con recuerdos personales de la llegada tardía a la Universidad y la amistad con Miquel, insistiendo en una vertiente más crítica de la "academia" (filosofía académica), endogámica, burocratizada y alejada de la vida, de la calle.
Al llegar a la Sala Maria-Mercè Marçal, de la quinta planta del Ateneu Barcelonès, nos esperaba la editora Marta Forment, con una mesa decorada con rosas, un mantel rojo y muchos libros azules. Sólo faltaba que yo pusiera el muñeco de peluche de Friedrich Nietzsche. El público fue llegando. Y tras las intervenciones de Marta, Miquel y Ramón -que me regaló tres libros del filósofo rural de Tortosa, Joan Josep Rovira i Climent-, cerré brevemente el acto, con algunas reflexiones sobre la creación del libro, que dialoga con la oralidad como Platón expuso en el "Fedro", y que retoma los recuerdos de toda mi carrera como profesor de secundaria durante 33 años, desde una reflexión aforística, más cercana a la prosa poética que a la argumentación académica (más tarde comprobé que los libros de Rovira son bastante semejantes en esta manera de pensar y exponer). Y esa oralidad surgía en el debate, o método socrático, en las clases, por lo que el pensamiento y las palabras de los estudiantes, configuran una polifonía conceptual y vital en que docente y discentes crean nuevas líneas melódicas y armónicas... ¡Quién sabe si el pensar es la música consonante de las almas que se exteriorizan en el λόγος común!
Y si uno es lo que escribe, cuando ya queda escrito y publicado, uno es lo que los otros sospechan al leerlo. Interpretar las intenciones del autor, proyectar en lo leído lo vivido y pensado por el lector, hasta volver a armonizar en nuevas melodías y ritmos, en cada nueva relectura.
Apenas mencioné que los asuntos principales del libro son la educación, la cultura, la infancia, la libertad y el tiempo, y, como platicaba días después yo con un estudiante de 1º de Filosofía en la Facultad de la Universidad de Barcelona, la infancia del profesor le permite acercarse al alumno, en esa igualdad del asombro, en donde la cultura es el entusiasmo de descubrir el mundo como si acabara de nacer... porque "la única alegría del mundo es comenzar", tal como expresó Cesare Pavese.
El público fue muy activo en sus preguntas, lo que, sin duda, estimuló su deseo de leer el libro. Muchos puntos quedaron sin tratar, aunque, como dije, "Je suis ce que j'écris" (Soy lo que escribo), y es el "texto", surgido de esa "soledad sedienta" de la que habla María Zambrano, quien da cuenta con más precisión y claridad que mi voz a las distintas preguntas que, viviendo, trabajando y meditando, fueron surgiendo en mí durante décadas. En todo caso, acudí de nuevo a los poetas, y con Blas de Otero, comencé mi intervención:
"Ni una palabra
brotará en mis labios
que no sea
verdad.
Ni una sílaba,
que no sea
necesaria.
Viví
para ver
el árbol
de las palabras, di
testimonio
del hombre, hoja a hoja.
Quemé las naves
del viento.
Destruí
los sueños, planté
palabras
vivas…"
Apostar por la verdad en un mundo de posverdades es una reivindicación de la filosofía, más como afán interrogador, y entusiasmo asombrado ante el mundo, que como sistema conceptual. Creo que "Diario de un Profesor de Filosofía (1989-2023)" contiene ese hálito...
Francisco Huertas Hernández
Domingo, 13 de octubre de 2024
6 comentarios:
Gracias maestro
Gracias a ti, lector o lectora
Me hubiera gustado ir. El libro promete. He leído que en Barcelona se vende en librería Alibri, la de la calle Balmes, ¿no? ¿Se vende ya en alguna librería de Madrid? Gracias. Marcos
Leido lo de la presentación en Barcelona de "Diario de un profesor de filosofía" hoy tocaba escucharte en Radio 5. Resumo la entrevista que te han hecho con estas palabras: "Acabo de escuchar tu entrevista en directo, en Radio 5. Has estado espléndido. Brillante, realmente brillante, a la vez que cercano y claro. No se puede hacer mejor. Es todo un hito una entrevista así en Radio Nacional. Muy bien la entrevistadora, dándote pie a contar lo que querías contar y decir. Creo que la entrevista provocará un interés grande en el libro. Una entrevista de este nivel, extensa, profunda y motivadora, no se escucha todos los días. Tampoco que un autor se exprese con el nivel que lo has hecho. Enhorabuena."
Muchas gracias amigo Emilio
La entrevista fue muy bien llevada por Lola, y así pude responder con serenidad y claridad. Yo, que tan autocrítico soy, quedé entusiasmado ya cuando se grabó, y al escucharla me pareció mejor, aunque quedó fuera la mención a Palencia, Valladolid y el público latinoamericano al que la obra se dirige
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