sábado, 25 de octubre de 2025

F. Dostoyevsky: "Братья Карамазовы" (Los hermanos Karamazov). Divagación nº 2. История одной семейки: 1. Фёдор Павлович Карамазов. 1ª Parte: Historia de una familia. 1. Fyodor Pavlovich Karamazov. Un padre despreciable. Biología, Psicología y Ética de la paternidad. Francisco Huertas Hernández

Fyodor Dostoyevsky: "Братья Карамазовы" (Los hermanos Karamazov) (1878-1880).
Divagación nº 2.
История одной семейки: 1. Фёдор Павлович Карамазов. 1ª Parte: Historia de una familia. 1. Fyodor Pavlovich Karamazov.
Un padre despreciable. Biología, Psicología y Ética de la paternidad.
Francisco Huertas Hernández


"Братья Карамазовы" (1968). Иван Пырьев, Кирилл Лавров, Михаил Ульянов.
"Los hermanos Karamazov" (1968). Ivan Pyryev, Kirill Lavrov, Mijail Ulyanov.
Марк Прудкин (Фёдор Павлович Карамазов). Mark Prudkin (Fyodor Pavlovich Karamazov)
Película rusa en tres partes. 232 minutos


 Un padre desnaturalizado (Fyodor Pavlovich Karamazov) es el germen de todo mal. La ausencia de la madre -herida materna- sufrida por tres hijos legítimos del mismo padre (Dmitri, Ivan y Aliosha Fyodorovich) y distinta madre (Adelaida Ivánovna Miúsova, Sofia Ivánovna) engendrará resentimiento y vulnerabilidad en sus almas. Un probable hijo natural (Pavel Fyodorovich Smerdiakov) que hace de criado se añade al cuadro familiar de lujuria e ira.

 Fyodor Mijailovich Dostoyevski (1821-1881) escribió este drama familiar durante dos años, publicándolo por entregas en la revista "Русский вестник" (El Mensajero Ruso) entre 1879 y 1880. Para el autor situar la acción en el presente es un imperativo del realismo, al igual que extraer de la realidad historias y vidas con las que componer la odisea espiritual narrada en sus obras. La dimensión trascendente de estas piezas monumentales de la literatura hace irrelevantes los modelos en los que el escritor se inspiró para sus personajes. El psicologismo y el sociologismo desvirtuan la potencia filosófica y estética de la obra para reducirla a la anécdota biográfica e histórica de las circunstancias triviales del creador. 

 Fyodor Pavlovich Karamazov, el padre bufón, lujurioso y gorrón, parece inspirado por Dmitri Nikolaevich Filosófov, suegro de la amiga de Dostoyevski, Anna Filosófova, y coinciden en haberse casado dos veces, haber tenido tres hijos muy parecidos a Dmitri (conflicto por la herencia con el padre) y Aliosha.

 Dostoyevski es un narrador dual, hace gala de talento para el relato y el diálogo. La presentación del vicioso y vacío padre en el capítulo uno de la primera parte es un ejemplo de relato. El narrador sitúa como personaje central al tercer hijo, del que nos ha hablado en el Prólogo. Así empieza la novela: 

 "Alexéi Fyódorovich Karamazov era el tercer hijo de un terrateniente de nuestro distrito, Fyódor Pávlovich Karamázov, tan conocido en su tiempo (y aún hoy se le recuerda) por su fin trágico y oscuro, acaecido hace exactamente trece años y del que hablaré en su lugar... era el tipo del hombre no sólo ruin y disoluto, sino, a la vez, torpe (estúpido)"

(Алексей Федорович Карамазов был третьим сыном помещика нашего уезда Федора Павловича Карамазова, столь известного в свое время (да и теперь еще у нас припоминаемого) по трагической и темной кончине своей, приключившейся ровно тринадцать лет назад и о которой сообщу в своем месте... встречающийся, именно тип человека не только дрянного и развратного, но вместе с тем и бестолкового)

 El narrador nos informa de sus dos matrimonios y sus tres hijos: Dmitri, de la primera esposa; Ivan y Alexei, de la segunda (Он был женат два раза, и у него было три сына: старший, Дмитрий Федорович, от первой супруги, а остальные два, Иван и Алексей, от второй) ¿Por qué una muchacha hermosa, con dote y de despierta inteligencia, como Adelaida Ivánovna Miúsova se casó con un zote como Fyodor Pavlovich? Dostoyevski recurre a Mijail Y. Lermontov, que en el poema "Не верь себе" (No confíes en ti), habla de "la irritación de un pensamiento cautivo" (Иль пленной мысли раздраженье), propia de una juventud ensimismada de pasión teatral, para explicar el arrebato con el que se dejó raptar por el bufón malvado la joven Miúsova, aún no habiendo amor en ninguno de los dos, y, ni siquiera atracción por parte del terrateniente gorrón (Что же до обоюдной любви, то ее вовсе, кажется, не было — ни со стороны невесты, ни с его стороны, несмотря даже на красивость Аделаиды Ивановны. Так что случай этот был, может быть, единственным в своем роде в жизни Федора Павловича, сладострастнейшего человека во всю свою жизнь, в один миг готового прильнуть к какой угодно юбке, только бы та его поманила. А между тем одна только эта женщина не произвела в нем со страстной стороны никакого особенного впечатления)

 Adelaida Ivanovna descubrió, tras el rapto, que su marido le inspiraba sólo desprecio (Аделаида Ивановна, тотчас же после увоза, мигом разглядела, что мужа своего она только презирает и больше ничего). El esposo pretendió poner a su nombre todos los bienes de su mujer, y, ésta acabó pegándole, pues, aparte de arrebatada, morena e impaciente, estaba dotada de notable fuerza física (Положительно известно, что между супругами происходили нередкие драки, но, по преданию, бил не Федор Павлович, а била Аделаида Ивановна, дама горячая, смелая, смуглая, нетерпеливая, одаренная замечательною физическою силой). Finalmente, se fugó con un seminarista, abandonando a su hijo Mitia (Dmitri) de tres años.

 "En un dos por tres, Fyodor Pavlovich organizó en su casa un verdadero harén y escandalosas borracheras; aprovechaba los entreactos para recorrer poco menos que la provincia entera, quejándose compungido, a todos, y cada uno, de que Adelaida Ivanovna le hubiera abandonado; además, contaba tales detalles de su vida conyugal que habría debido avergonzarle como esposo. Habríase dicho que le resultaba agradable y hasta halagador representar ante todos su ridículo papel de marido engañado, y pintar todos los detalles de su ofensa hasta recargando las tintas"

(Федор Павлович мигом завел в доме целый гарем и самое забубённое пьянство, а в антрактах ездил чуть не по всей губернии и слезно жаловался всем и каждому на покинувшую его Аделаиду Ивановну, причем сообщал такие подробности, которые слишком бы стыдно было сообщать супругу о своей брачной жизни. Главное, ему как будто приятно было и даже льстило разыгрывать пред всеми свою смешную роль обиженного супруга и с прикрасами даже расписывать подробности о своей обиде)

 La esposa fugitiva murió repentinamente -tifus o hambre- en Petersburgo, entregada a la completa "emancipación". La reacción del hombrezuelo fue ambigua, alzó los brazos y gritó algo de San Lucas sobre el siervo al que dejaba ir, pero, al mismo tiempo, lloraba desconsolado, a pesar de la repugnancia que provocaba. "Es muy posible que las dos cosas fueran ciertas, es decir, que se alegrara de la liberación y que llorase por su liberadora, todo a la vez. En la mayor parte de los casos, la gente, incluso la mala gente, es mucho más ingenua y bondadosa de lo que nosotros nos figuramos. Sí, y también nosotros" (Очень может быть, что было и то, и другое, то есть что и радовался он своему освобождению, и плакал по освободительнице — всё вместе. В большинстве случаев люди, даже злодеи, гораздо наивнее и простодушнее, чем мы вообще о них заключаем. Да и мы сами тоже)


 Así presenta Dostoyevsky al padre biológico de los inquietos hermanos Karamazov. ¡Procrear es tan fácil: dejar correr el semen en el cuerpo de la mujer es suficiente! ¡Pero, ser padre, es tan difícil: no basta ser fértil, hay que ser prudente!

 Una biología de la paternidad establece que hay 23 cromosomas de cada uno de los progenitores. Este material genético se combina al unirse a los gametos: el óvulo materno y el espermatozoide paterno. Por tanto, cada individuo es genéticamente semidéntico a ambos progenitores. Hay algo en cada uno de los tres hermanos Karamazov de ese ADN del padre: la lujuria, la insensatez. ¿Eso es genético a aprendido? ¡La belleza trágica de la literatura pide que sea genético el destino inapelable del héroe! Aunque sabemos que el hipotálamo regula la liberación de testosterona y dopamina, que explican el impulso sexual, y dependen en gran parte de factores ambientales, ya que la excitación erótica depende de valores sociales y fantasías sexuales ligadas a la represión. 

 La psicología de la paternidad, en cambio, se centra en el afecto, el amor. El mero instinto sexual explica la procreación casual y no buscada. El amor es la base de la paternidad deseada y planificada, responsable. El padre y la madre cuidan, protegen, educan, guían a los hijos. Deberían sacrificar parte de su instinto sexual al instinto de protección, lo que, en términos psicológicos implica una atenuación del egoísmo y un fortalecimiento del altruismo familiar. Se dice que los padres, por los hijos dan la vida. El psiquiatra Serge Lebovici (1915-2000) insistió en la transformación psicológica del padre antes del nacimiento de su vástago (parentalidad): algo así como que el futuro padre deja de ser hijo. Fyodor Pavlovich no experimentó tal proceso de maduración. No quiso tener hijos. Se limitó a cumplir un rol social, y siguió dando rienda suelta a su instinto sexual, puramente egoísta, por lo que hizo gran fiesta cuando su primera esposa le dejó. 
 ¿Qué sentimientos debería reprimir un padre ante sus hijos? Sin duda, todos los que le presentan como un ser individual y vulnerable. El que tiene que cuidar y educar no puede mostrarse descuidado o desvalido, ignorante o pedante. El hijo es frágil y absorbe lo que en los padres ve. Fyodor Pavlovic iba lloriqueando que su mujer le había abandonado porque él mismo se desentendió de su hijo Mitia. Nunca hubiera podido ser un buen padre cargando el peso del dolor y el desamaparo sobre su pequeño.

 Una ética de la paternidad es el escalón más alto de la paternidad, y tiende a confundirse con la psicología. La ética estudia el buen comportamiento, aunque desde Immanuel Kant (1724-1804), el bien se transforma en deber moral. Según Kant, la paternidad puede entenderse como un deber racional y universal: cuidar de quien no puede valerse por sí mismo es una obligación moral, no una elección. Lo que admira en Kant es que este deber moral (imperativo categórico) es la expresión más alta de la libertad y autonomía humana. Somos libres cuando nos obedecemos a nosotros mismos racionalmente. En Kant, el deber de la paternidad no está a merced de sentimientos cambiantes y egoístas, en los que el hijo podría convertirse en un medio para la satisfacción de los padres. El amor, por sí solo, es inmoral. ¿Acaso una madre o padre que, por cualquier circunstancia, dejara de amar a su hijo pequeño, dejaría de estar obligado a cuidarle? Fyodor Pavlovich ni sigue el mandato moral universal del deber paterno, y pone a su hijo en manos ajenas (su criado Grigori y otros familiares lejanos), ni tampoco siente el vínculo del amor paterno. Sin deber y sin amor, Fyodor Pavlovich no es un padre, es un simple engendrador anónimo. Cierto es que regresarán la casa paterna los tres hijos, y, por alguna extraña razón, se desarrollarán vínculos afectivos entre ellos, pero, la ambivalencia estará siempre presente: el odio (rivalidad, celos) de Dmitri, el desprecio de Ivan, la compasión o piedad de Aliosha. 
 La ética de la responsabilidad ante el otro vulnerable, señalada por Emmanuel Lévinas (1906-1995), también está ausente en Fyodor Pavlovich. El autocompasivo padre descastado exige para sí la atención de los demás. Responsabilizarse de otra persona implica necesariamente hacerse cargo de uno mismo. Un padre bufón es imposible. 

 La ausencia de la madre, de la esposa, ha sido una herida imposible de suturar. Los tres hermanos Karamazov, por no añadir a Pavel, el supuesto hijo ilegítimo, experimentan ese vacío emocional: Dios es la sublimación de la Madre. Los tres giran en torno a un Dios ausente. Incluso Aliosha siente que su lujuria es también atracción fatal de la tierra materna perdida. El comportamiento amoroso de Dmitri es errático y autodestructivo. Aliosha pretende reprimir el deseo erótico. Y el padre, que nunca tuvieron, al renunciar a su papel de padre cuidador, quedó convertido en un competidor sexual: por eso disputa con su hijo mayor por los favores de Grúshenka. Un padre que rivaliza sexualmente con el hijo es un recordatorio del sentimiento edípico atávico y universal. Pero aquí no hay madre deseada. Dios ocupa el lugar de la madre


 Bueno, lector, te dice el autor, Francisco, tú sabrás si mis palabras son adecuadas a estos hombres rusos del siglo XIX que somos tú y yo, y los demás, ya que si en algo la monumental novela de Fyodor Mijailovich Dostoyevsky vive en nosotros, es porque habla de nosotros. Ante este mundo sórdido y vacío de internet, hedonismo, control digital y aparente posverdad, donde todo es virtual, desmaterializado (que no espiritual) y efímero, pasar unas docenas de horas leyendo la historia de los Karamazov nos limpia el alma con el agua pura de la verdad de la literatura, que es, realmente, sabiduría

Francisco Huertas Hernández
25 de octubre de 2025
Traducción de Augusto Vidal
 

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