domingo, 12 de octubre de 2025

Mijail Bulgakov: "Мастер и Маргарита" (El Maestro y Margarita) (1929-1940). 6º Ensayo. Cap. VI (Глава 6. Шизофрения, как и было сказано) (Esquizofrenia, tal como se dijo). Cap. VIII (Глава 8. Поединок между профессором и поэтом) (Duelo entre el profesor y el poeta). Medicina y Literatura. La identidad lógica y la alteridad mágico-poética. Francisco Huertas Hernández

Mijail Bulgakov: "Мастер и Маргарита" (El Maestro y Margarita) (1929-1940).
6º Ensayo.
Cap. VI (Глава 6. Шизофрения, как и было сказано) (Esquizofrenia, tal como se dijo).
Cap. VIII (Глава 8. Поединок между профессором и поэтом) (Duelo entre el profesor y el poeta).
Medicina y Literatura. La identidad lógica y la alteridad mágico-poética.
Francisco Huertas Hernández


"Мастер и Маргарита" (телесериал) (2005). Владимир Бортко
"Master y Margarita" (Teleserie) (2005). Vladimir Bortko
профессор Стравинский врач психиатрической клиники (Василий Ливанов)
Иван Николаевич Бездомный (Понырёв) поэт, член МАССОЛИТа (Владислав Галкин)
El profesor Stravinsky, médico de una clínica psiquiátrica (Vasili Livanov)
Ivan Nikolayevich Bezdomny (Ponyryov) , poeta, miembro de MASSOLIT (Vladislav Galkin)

 La vida humana presenta un conflicto interno entre la sumisión a la identidad lógica que proporciona tranquilidad y la atracción y entusiasmo por la alteridad mágico-poética que desasosiega.
 En el primer ámbito, el de la identidad, las cosas son iguales a sí mismas, y nosotros somos conocedores de esa igualdad que se rige por las leyes de la ciencia (matematización de la experiencia) y de la costumbre. Sabemos que los sucesos tienen causas observables y calculables, que los cambios se dan dentro de una continuidad regular, y que el mundo es predecible, en su mayor parte. En el relato positivista de la evolución del saber humano, se pasa de los mitos a la filosofía, y de ésta a la ciencia, que, con su hija, la tecnología, nos dan conocimiento y poder sobre la naturaleza. 
 El segundo ámbito, el de la alteridad (lo otro, que no es reducible a lógica y experiencia, o sea, a la ciencia) se manifestó de diversas formas: el temor y la veneración de lo sagrado y lo terrible, la presencia invisible de fuerzas sobrenaturales, la magia, la palabra poética, lo irracional (la locura), el arte, el misterio.
 Las categorías acuñadas por Friedrich Nietzsche en su primer libro -lo apolíneo y lo dionisíaco- pueden expresar estas dos fuerzas en constante lucha, mas no ha de interpretarse desde la ciencia positivista ese conflicto como orden vs caos, pues, inextricablemente, están unidos esos dos impulsos, tal como Esquilo y Sófocles revelaron en sus tragedias.

 La literatura rusa ha sentido fascinación por ese conflicto ejemplificado en un médico frente a un loco (enfermo mental). Lo que une a esos dos hombres, también les separa: el lenguaje. Dos médicos escritores destacan entre los clásicos de las letras rusas: Anton Pavlovich Chejov (1860-1904) -autor de "El Pabellón número 6" (Палата № 6), pesadillesca narración en la que el doctor Andrei Efímich es internado en el sanatorio donde trabaja, tras frecuentar al paciente con manía persecutoria Iván Dmítrich, que conserva su inteligencia y humanidad; y Mijail Afanasyevich Bulgakov (1891-1940), que, desde "Morfina" (Морфий) hasta "El Maestro y Margarita" (Мастер и Маргарита), prestó atención a ese extraño encuentro de la identidad y la alteridad. Bulgakov hereda de Chejov la precisión clínica y el humanismo bañado en humor, un humor más gogoliano que chejoviano, en ese ἀγών entre el doctor (profesor) y el paciente (poeta), que, desde el capítulo VI, introduce en esta obra un nuevo espacio de la modernidad: el manicomio -o su eufemismo: clínica psiquiátrica-. El manicomio -etimológicamente, el lugar en el que se cuida (κομεῖν) a los que padecen manía (μανία)- es una institución represiva, según Michel Foucault (1926-1984), donde se vigilan y disciplinan los cuerpos, bajo el poder médico (el saber es una forma de poder), que produce un caso (biografía, historial clínico) usando técnicas de interrogatorio. En Estados Unidos, la URSS y otros estados se utilizaron tratamientos psiquiátricos para perseguir la disidencia política, incluyendo el diagnóstico ambiguo de "esquizofrenia de progresión lenta". Con toda seguridad, Bulgakov está denunciando esto en su novela, aunque la dimensión trascendente de ésta va más allá. 

 En "El Maestro y Margarita", la irrupción de lo demoníaco (alteridad) debe ser explicada desde la ciencia como hipnosis, ventriloquía o cualquier otra técnica o truco que, sin alterar las leyes de la ciencia y la lógica (identidad), encaje los hechos incomprensibles y desasosegantes en la tranquilidad del empirismo de la existencia cotidiana, donde al apagar las luces todo continuará igual, porque sin la luz de la razón nada existe. Los niños que temen a los monstruos que cobran vida en la oscuridad intuyen que el reino de la vida es más profundo que el de los científicos, que prenden la débil luz de sus ecuaciones y experimentos para calmar nuestro miedo al caos.

 Ivan Nikolayevich Ponyryov, conocido como Bezdomni (sin casa, desamparado), era un poeta joven, materialista, ateo, y con poco talento. En el primer capítulo de "Мастер и Маргарита", pasea con el editor Mijail Aleksandrovich Berlioz, por los Jardines del Patriarca, en Moscú, cuando hace su aparición un extranjero, maléfico, que, tras relatar una historia sobre Poncio Pilato y Yeshúa, e insistir en la existencia de Dios y del Diablo, afirmando que estuvo con Kant y con Poncio Pilato, profetiza la muerte del editor, decapitado por una mujer. Esta absurda predicción se cumple de modo inusitado: Berlioz es víctima de un accidente de tranvía conducido por una muchacha y su cabeza sale rodando. Bezdomni, luego, ve al extranjero, acompañado por otros secuaces sobrenaturales, que huyen a una velocidad inexplicable. Su persecución acaba privándole de razón, de ropa y de serenidad. Le reducen y le internan en la clínica psiquiátrica del Dr. Stravinski. Allí será recluido, aislado, sedado e interrogado. Éste es el capítulo VI (Шизофрения, как и было сказано. Esquizofrenia, tal como se dijo).

 Primero, descartan que esté bajo los efectos del alcohol, en sus alucinaciones semejantes a un delirium tremens. El poeta responde a las preguntas de mala gana, porque él no está loco. Tiene veintitrés años, y quiere poner una denuncia al poeta captor Riujin, que allí lo ha llevado contra su voluntad:

"¡Porque a mí, un hombre en su sano juicio, me han apresado y traído a la fuerza a un manicomio! -respondió Iván, hecho una furia"

(- А на что же вы хотите пожаловаться?
- На то, что меня, здорового человека, схватили и силой приволокли в сумасшедший дом! — в гневе ответил Иван)

 Riujin se asustó porque "no había ni el más mínimo atisbo de locura en sus ojos. De turbios, como estaban en la Griboyédov, habían pasado a verse claros, como de costumbre" 

 (Решительно никакого безумия не было у того в глазах. Из мутных, как они были в Грибоедове, они превратились в прежние, ясные)

 Riujin sabe que los ojos son el espejo del alma. Se atribuye a Lyev Tolstoi esta frase (Глаза — зеркало души), que procede de Cicerón: "Imago animi vultus est". La mentira se descubre en la mirada y no en las palabras, pues los ojos no saben mentir, ni en las emociones ni en las ideas. Riujin piensa, entonces, mirando a los ojos de Bezdomni, que está cuerdo y, sin embargo, le han encerrado en un manicomio. Los ojos son el órgano de la vista, como recuerda Antonio Machado (el ojo que ves no es / ojo porque tú lo veas; / es ojo porque te ve), mas buena parte de los vínculos entre personas y personas y animales se dan a través de la mirada. El amor, la confianza, el temor y la desconfianza se alimentan de los ojos ajenos que escrutamos con la atención que las palabras no merecen. 

 Bezdomni es interrogado por un doctor acerca de su extraña conducta. Su mirada puede no tener ni el menor atisbo de locura, pero, a fin de cuentas, no internan a nadie por mirar, sino por lo que hace y dice. El médico le pregunta por qué fue al restaurante de la Griboyedov en ropa interior. Bezdomni responde con naturalidad que le robaron la ropa mientras se bañaba en el Moskvá. Pero su misión de atrapar a un consultor causante de la muerte de Berlioz, al que sólo vieron él y el fallecido, ya empieza a resultar muy sospechosa. Bezdomni cuenta como corría en calzoncillos, con una vela y un icono, persiguiendo una fuerza maligna, lo que hizo que los enfermeros se pusieran en posición de firmes. Bezdomni se anima en el interrogatorio y cuenta que ese extranjero consultor habló en persona con Poncio Pilato. Urge entonces en ir a la policía para proseguir la búsqueda, y se pone violento. Le agarraron entre varios y le pusieron una inyección. Su obsesión era Poncio Pilato, y el sueño le llamaba para volver a recrear esa antigua escena de un palacio en Yershalaim. El doctor confirma a Riujin que el joven poeta está enfermo: 

 "Excitación motriz y del habla... Interpretaciones delirantes... Parece un caso complejo. Esquizofrenia, probablemente. Y agravada por el alcoholismo..."

 (Двигательное и речевое возбуждение... Бредовые интерпретации... Случай, по-видимому, сложный... Шизофрения, надо полагать. А тут еще алкоголизм...
 
 Bulgakov concede unas páginas de protagonismo al poeta captor Riujin que llevó al manicomio a su colega Bezdomni. El poeta loco ha acusado al poeta cobarde de ser un kulak, disfrazado de proletario, un impostor, en definitiva, con sus versos grandilocuentes y vacíos. Riujin herido en lo más hondo regresa a Moscú en un camión sopesando las palabras acusatorias de Bezdomni: acepta que es un mal poeta y no cree en nada de lo que escribe. Este final del capítulo VI manifiesta la maestría de Mijail Bulgakov, como la de Chejov y Gogol: llegar a la compasión a través del humor, elevando a los personajes irrelevantes al rango de los principales. 

 Tras un capítulo VII (Нехорошая квартирка. Un apartamento siniestro) en el que se interrumpe la escena de la clínica psiquiátrica, para introducir el departamento número 50 de la calle Sadóvaia, donde vive el juerguista director del Teatro Variedades, Stiopa Lijodéyev, que recibe una extraña visita, la trama regresa en el capítulo VIII al moderno y aséptico manicomio de las afueras de Moscú, junto al río y un bosque (Поединок между профессором и поэтом. Duelo entre el profesor y el poeta).

 Bulgakov es maestro del arte de la transición. Un tránsito espacial de las habitaciones del apartamento nº 50 de Sadóvaia a la clínica del Dr. Stravinski marcado en el inicio del capítulo VIII:

 "Justo en el momento en que la conciencia abandonaba a Stiopa en Yalta, es decir, en torno a las once y media de la mañana, la recuperaba Ivan Nikolayevich Bezdomni, tras despertarse de un largo y profundo sueño. Tardó un rato en comprender cómo había ido a parar a esa habitación desconocida de paredes blancas, con una asombrosa mesilla de noche hecha con algún tipo de metal de color claro y con un estor blanco detrás del cual se intuía el sol"

 (Как раз в то время, когда сознание покинуло Степу в Ялте, то есть около половины двенадцатого дня, оно вернулось к Ивану Николаевичу Бездомному, проснувшемуся после глубокого и продолжительного сна. Некоторое время он соображал, каким это образом он попал в неизвестную комнату с белыми стенами, с удивительным ночным столиком из какого-то светлого металла и с белой шторой, за которой чувствовалось солнце)

 Bezdomni estaba solo en el cuarto blanco y descubría maravillado la tecnología de un dispositivo que permitía avisar para cubrir sus distintas necesidades (beber, llamar a enfermera, llamar a doctor, practicante...). La enfermera, Praskovya Fyodorovna, entró en la habitación y dispuso el baño del nuevo paciente. Los equipamientos más modernos y funcionales que asombraban al joven poeta esquizofrénico, que fue vestido con un pijama y llevado a un despacho donde le esperaban dos mujeres y un hombre:

 "Iván se puso a estudiar su situación. Ante él se abrían tres caminos. El primero era sumamente tentador: lanzarse contras las lámparas y todos aquellos objetos sofisticados, enviarlos al infierno, hacerlo todo añicos, y así expresar su protesta por su arbitrario arresto. Pero el Ivan de hoy era ya muy diferente del Ivan de ayer, y esa primera opción le parecía dudosa. ¿De qué le serviría? Acabarían por convencerse de que era un loco violento. Por tanto, descartó el primer camino. Había otro: contarles de inmediato la historia del consultor y de Poncio Pilato. Sin embargo, la experiencia del día anterior le había demostrado que no creerían su relato, o bien que lo entenderían de manera tergiversada. Por la tanto, Ivan desistió también de ese camino, y decidió optar por el tercero: refugiarse en un mutismo orgulloso"

 (Иван стал обдумывать положение. Перед ним было три пути. Чрезвычайно соблазнял первый: кинуться на эти лампы и замысловатые вещицы, и всех их к чертовой бабушке перебить и таким образом выразить свой протест за то, что он задержан зря. Но сегодняшний Иван уже значительно отличался от Ивана вчерашнего, и первый путь показался ему сомнительным: чего доброго, они укоренятся в мысли, что он буйный сумасшедший. Поэтому первый путь Иван отринул. Был второй: немедленно начать повествование о консультанте и Понтии Пилате. Однако вчерашний опыт показал, что этому рассказу не верят или понимают его как-то извращенно. Поэтому Иван и от этого пути отказался, решив избрать третий: замкнуться в гордом молчании)

 Ivan se dejó preguntar sobre su infancia y su tío Fyodor, tomar la temperatura, pulso, mirar los ojos con una lamparita, ser golpeado con pequeños martillos en las rodillas, extraerle sangre de un dedo... luego le llevaron el desayuno a su habitación y esperó la visita del jefe de todo aquello, "un hombre de unos cuarenta y cinco años, pulcramente afeitado como un actor, de ojos agradables, aunque muy penetrantes, y con modales exquisitos" (и в нее вошло множество народа в белых халатах. Впереди всех шел тщательно, по-актерски обритый человек лет сорока пяти, с приятными, но очень пронзительными глазами и вежливыми манерами): el Doctor Aleksandr Nikolayevich Stravinski. El médico intercambió, en una lengua que a Bezdomni le pareció el latín de Poncio Pilato, algunas frases con sus ayudantes, escuchando la palabra que le hizo estremecerse, "esquizofrenia", la misma que había usado el extranjero maligno el día anterior, que vaticinó lo que ahora estaba ocurriendo. Este doctor era muy inteligente, se alegraba por todo lo que le contaba el paciente con el que estaba en todo de acuerdo, y lo expresaba en las palabras: "Espléndido, espléndido..." (Славно, славно...).

 Bezdomni repite la historia ocurrida en los Estanques del Patriarca, a lo que el doctor y su séquito prestan la máxima atención. Bezdomni se puso nervioso cuando el Dr. quiso saber quién era Ánnushka, la que había derramado el aceite de girasol, sobre el que resbaló Berlioz, deslizándose bajo el tranvía que le arrolló. Pero para Ivan Nikolayevich lo importante es que él sabía de antemano lo que iba a ocurrir... y tras ponerle el médico la mano en la rodilla para que continuase su relato el joven poeta habló de los poderes extraordinarios del consultor y de la parejita que le acompañaba: el larguirucho con lentes rotas y un gato negro de un tamaño increíble que viaja solo en tranvía, pero lo más increíble es que el sujeto ese estuvo en el balcón con Poncio Pilato, y había que detenerlo ahora mismo antes de que causara desgracias indescriptibles.

 "- ¡Bien, espléndido, espléndido! -replicó Stravinski- Ahora está todo claro. De hecho, ¿qué sentido tiene retener a un hombre sano en un hospital? Bien, señor. Ahora mismo voy a darle el alta, si usted me dice que está cuerdo. No tiene que demostrarlo, sólo dígalo. Entonces, ¿usted está cuerdo?
 En este punto se hizo un hondo silencio, y la mujer gorda, que por la mañana había atendido a Ivan, miró al profesor con reverencia, mientras que Ivan pensó de nuevo: "Es de veras inteligente".
 La propuesta del profesor le gustó mucho, pero, antes de darle una respuesta, lo pensó largo y tendido, frunciendo el entrecejo, y al final dijo con firmeza:
 - Estoy cuerdo.
 - Bien, espléndido -exclamó Stravinski con alivio-; pero, si es así, razonemos con lógica. Miremos lo que pasó ayer- Se volvió y al instante le dieron la hoja de Ivan- Ayer, mientras perseguía al desconocido que se le presentó como amigo de Poncio Pilato, usted llevó a cabo los siguientes actos... -Stravinski se puso a doblar sus largos dedos, uno a uno, mientras miraba, por turnos, la hoja y a Ivan- Se prendió en el pecho un icono, ¿no?
 - Sí -asintió con aire sombrío Ivan
 - Se cayó de una valla y se lastimó la cara, ¿no? Y se presentó en un restaurante, con una vela encendida en la mano, sin llevar nada más que la ropa interior, y allí agredió a alguien. Lo trajeron aquí maniatado. Ya aquí, llamó a la policía y les pidió que enviaran ametralladoras. Luego intentó tirarse por la ventana. ¿Cierto? Lo que debemos preguntarnos es lo siguiente: ¿es posible actuando de ese modo, llegar a capturar o a arrestar a alguien? Y, si usted es una persona cuerda, respondería: de ninguna manera. ¿Quiere marcharse de aquí? Como usted desee, señor. Pero, permítame que le pregunte, ¿adónde se dirigirá?
- A la policía, por supuesto -respondió Ivan, ya con menos aplomo y un poco confuso bajo la mirada del profesor.
- ¿Directamente desde aquí?
- Ajá
- ¿Y no pasará antes por su casa? -se apresuró a preguntar Stravinski
- ¡No hay tiempo que perder! Mientras yo fuera de casa en casa, ¡él se escaparía!
(...)
- ¡Bien, espléndido! -exclamó Stravinski, subyugado por la idea, y, volviéndose al hombre de la barbita, ordenó-: Fyodor Vasílyevich, extienda una autorización al ciudadano Bezdomni para que vaya a la ciudad. Pero que no se ocupe su habitación ni se cambie su ropa de cama. Dentro de dos horas el ciudadano Bezdomni estará aquí de vuelta. Bueno, así pues -se dirigió al poeta-, no le desearé éxito, porque no creo que vaya a tenerlo. ¡Hasta la vista! -se levantó, y su séquito inició la marcha"

( — Ну вот и славно, — облегченно воскликнул Стравинский, — а если так, то давайте рассуждать логически. Возьмем ваш вчерашний день, — тут он повернулся, и ему немедленно подали иванов лист. — В поисках неизвестного человека, который отрекомендовался вам как знакомый Понтия Пилата, вы вчера произвели следующие действия, — тут Стравинский стал загибать длинные пальцы, поглядывая то в лист, то на Ивана, — повесили на грудь иконку. Было?
— Было, — хмуро согласился Иван.
— Сорвались с забора, повредили лицо? Так? Явились в ресторан с зажженной свечой в руке, в одном белье и в ресторане побили кого-то. Привезли вас сюда связанным. Попав сюда, вы звонили в милицию и просили прислать пулеметы. Затем сделали попытку выброситься из окна. Так? Спрашивается: возможно ли, действуя таким образом, кого-либо поймать или арестовать? И если вы человек нормальный, то вы сами ответите: никоим образом. Вы желаете уйти отсюда? Извольте-с. Но позвольте вас спросить, куда вы направитесь отсюда?
— Конечно, в милицию, — ответил Иван уже не так твердо и немного теряясь под взглядом профессора.
— Непосредственно отсюда?
— Угу.
— А на квартиру к себе не заедете? — быстро спросил Стравинский.
— Да некогда тут заезжать! Пока я по квартирам буду разъезжать, он улизнет!
— Так. А что же вы скажете в милиции в первую очередь?
— Про Понтия Пилата, — ответил Иван Николаевич, и глаза его подернулись сумрачной дымкой.
— Ну, вот и славно! — воскликнул покоренный Стравинский и, обратившись к тому, что был с бородкой, приказал: — Федор Васильевич, выпишите, пожалуйста, гражданина Бездомного в город. Но эту комнату не занимать, постельное белье можно не менять. Через два часа гражданин Бездомный опять будет здесь. Ну что же, — обратился он к поэту, — успеха я вам желать не буду, потому что в успех этот ни на йоту не верю. До скорого свидания! — и он встал, а свита его шевельнулась)

 El hábil médico usa una técnica sofística para desarmar a su interlocutor: acepta sus argumentos, sus valores, y los somete a análisis para destruirlos. Bezdomni aún pertenece al reino de la lógica de lo cotidiano, pero, bajo el impacto de lo demoníaco, el impulso de perseguir a los seres maléficos y salvar al mundo se apodera de él. Como Don Quijote lucha contra gigantes que aún nadie ha visto. ¡Aún! Bezdomni ha percibido lo que escapa a la lógica de los hechos y a las leyes de la ciencia. Y la fuerza del relato pasado de Poncio Pilato ha desplazado al presente. Berlioz no merecía vivir, era un simple editor incrédulo. Pero Ivan Nikolayevich, aunque malo, es poeta, es decir, soñador, y las leyes del sueño son ilógicas, por decirlo de alguna manera: condensación y desplazamiento producen los sueños inconscientes, que rompen el principio de identidad (una cosa es idéntica a sí misma), de no contradicción (es imposible que algo sea y no sea al mismo tiempo y en el mismo sentido) y el de tercero excluido (entre dos proposiciones contradictorias, una de ellas debe ser necesariamente verdadera y la otra falsa; no existe una tercera opción o término medio). Estos son los tres principios lógicos básicos, que lo sobrenatural onírico no conoce ni obedece: lo mágico y lo demoníaco son el triunfo de la alteridad, la contradicción y lo híbrido. En "Мастер и Маргарита" Woland y sus ayudantes, Koróviev, Azazello y Behemot se transforman continuamente y escapan también a la ley de la causalidad que establece que todo acontecimiento tiene una causa y es anterior en el tiempo. 
 Bezdomni usa un lenguaje coherente, pero ha tenido visiones disparatadas. El Doctor Stravinski le lleva la corriente y reduce al absurdo sus argumentos.

 "En ese momento a Ivan le ocurrió algo extraño: su voluntad pareció hacerse añicos, y se sintió débil y necesitado de consejo.
- Pero ¿qué debo hacer? -preguntó esta vez con timidez
- ¡Bien, espléndido! -respondió Stravinski-. Es una pregunta muy razonable. Ahora le diré, lo que en realidad, le pasó. Ayer alguien le dio un susto, y lo conmocionó con esa historia sobre Poncio Pilato y otras cosas. Y usted, nervioso y trastornado, se puso a dar vueltas por la ciudad, hablando de Poncio Pilato. Es muy natural que lo tomasen por un loco. Su salvación ahora consiste en una sola cosa: reposo absoluto. Es indispensable que se quede aquí"

(Тут что-то странное случилось с Иваном Николаевичем. Его воля как будто раскололась, и он почувствовал, что слаб, что нуждается в совете.
— Так что же делать? — спросил он на этот раз уже робко.
— Ну вот и славно! — отозвался Стравинский, — это резоннейший вопрос. Теперь я скажу вам, что, собственно, с вами произошло. Вчера кто-то вас сильно напугал и расстроил рассказом про Понтия Пилата и прочими вещами. И вот вы, разнервничавшийся, издерганный человек, пошли по городу, рассказывая про Понтия Пилата. Совершенно естественно, что вас принимают за сумасшедшего. Ваше спасение сейчас только в одном — в полном покое. И вам непременно нужно остаться здесь)

 El desconcertado poeta aún insiste en que hay que capturarlo, y el complaciente profesor le da la razón, pero no tiene el poeta la obligación de hacerlo, para eso está la policía. Así que propone que escriba una declaración para enviar a la policía. "Denle papel y un lápiz cortito -ordenó Stravinski a la mujer rellena, y a Ivan le dijo-: Pero le aconsejo que hoy no escriba" (Выдайте бумагу и коротенький карандаш, — приказал Стравинский толстой женщине, а Ивану сказал так: — Но сегодня советую не писать)

 El profesor psiquiatra tranquiliza al paciente poeta: el extranjero no escapará, y ellos le ayudarían, decía mirándole a esos ojos, que antes vio Riujin, y tomándole de las manos. Ahora necesitaba silencio, alivio.

 "Al cabo de unos momentos, ante Ivan ya no estaban ni Stravinski ni su séquito. Detrás de la rejilla de la ventana, bajo el sol de mediodía, resplandecía en la otra orilla el radiante y primaveral pinar y, un poco más cerca, brillaba el río"

( Через несколько мгновений перед Иваном не было ни Стравинского, ни свиты. За сеткой в окне, в полуденном солнце, красовался радостный и весенний бор на другом берегу реки, а поближе сверкала река)
 

 A lo largo de toda la obra la ambigüedad entre lo real y lo fantástico, lo percibido y lo alucinatorio, no se resuelve, y es el personaje de Ivan Nikolayevich Bezdomni, el único, que, desde el mundo de acá (los vivos, la existencia cotidiana, el presente que soslaya la mortalidad) une los dos polos, aunque sin saber explicarlo racionalmente: la bellísima metáfora de la luna (inmortalidad) actúa como catalizador de lo sobrenatural (Poncio Pilato, Bangá, Yeshúa, el vuelo de Margarita, Woland, el anhelo del Maestro) y lo cotidiano (Nikolai Ivanovich). Los lunáticos pierden la razón bajo el influjo de los ciclos lunares y su contemplación embelesada.

 Esa luna, ese sendero lunar que desciende hacia la tierra, que obsesionaba a Poncio Pilato, y que se apoderará progresivamente de Bezdomni, en un paralelismo entre los capítulos II (Понтий Пилат. Poncio Pilato) y VI-VIII: Yeshúa sometido al interrogatorio del poder político del Imperio Romano, como Bezdomni al poder médico del Estado Soviético, y, en general, del estado burocratizado.

 "El Maestro y Margarita" trasciende la sátira política, la apologética cristiana (el Jesús novelado se aparta por completo de los Evangelios), el tratado demonológico, la comedia infernal, la novela histórica, el drama romántico, la alegoría filosófica o la metaficción (cómo se hace una novela dentro de otra), y es, en definitiva, una obra colosal que desborda nuevas sugerencias en sucesivas lecturas. 

Francisco Huertas Hernández
11-12 de octubre de 2025

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fantástico articulo.

Francisco dijo...

Gracias lector