"La vuelta al mundo en ochenta días" (1956)
y un futuro navegante
"Around the World in Eighty Days" de Michael Anderson
Recuerdos de cine en la infancia
Alejandro Rodríguez
Buenos Aires (Argentina)
La vuelta al mundo en ochenta días (1956) (Around the World in Eighty Days), basada en la novela homónima de Julio Verne, narra la historia del caballero inglés Phileas Fogg que apuesta su fortuna con sus compañeros del Club Reforma a que es capaz de realizar un viaje alrededor del mundo en ochenta días. Su viaje se inicia en Inglaterra, sigue por Francia, España, el Canal de Suez, la India, Hong Kong, Japón, y Estados Unidos.
Con un alto presupuesto fue producida por Michael Todd en su pionero sistema de 70mm (Todd-AO) para obtener la más alta resolución de pantalla grande disponible en su tiempo.
La película está protagonizada por David Niven y Cantinflas, quienes interpretan a Phileas Fogg y a Passepartout, respectivamente, junto a Shirley McLaine que interpreta a la princesa Auda.
Cantinflas y David Niven
En esta película muchos actores famosos hacen pequeñas o medianas apariciones, en donde Todd inventa el término cameo. De esta forma aparecen Marlene Dietrich, Buster Keaton, George Raft, Frank Sinatra y muchos otros actores de renombre. Ganó 5 premios Óscar, incluyendo mejor película (pero no mejor dirección), y dos Globos de Oro.
David Niven, Marlene Dietrich y Frank Sinatra
Hasta aquí, más o menos, una síntesis de lo que podríamos leer en cualquier lado sobre esta película.
Pero qué torbellino de ideas es lo que esta película, a modo de gatillo, dispara en la mente y, por ende, en la imaginación de un particular jovencito de 13 años, cuando, pasada por televisión, aún en los tiempos del blanco y negro, y 16 años después de su espectacular estreno en los cines, además se vuelve a convertir en “taquillera” y para toda una TV-audiencia juvenil que la desconocía, el resto de sus compañeros de estudio.
Shirley McLaine y Cantinflas
De pronto, un joven tímido y lleno de ilusiones tiene a esta película como un referente de lo que quiere para su vida. Estas imágenes, esta historia, esos países es lo que ansía de pronto ver y vivir.
Y se abre un mundo que va desde una Inglaterra victoriana hasta un Lejano Oriente, con barcos y trenes, exóticos paisajes y puertos extraños y decididamente embelesadores, que, como un imán, lo atraen. Es casi una relación con libido…. Desea apropiarse de todo eso.
El cine con sus imágenes, su música, sus historias permiten vivir y viajar en un transporte de sensaciones múltiples que cada espectador vivirá e interpretará de alguna manera. Se dará como resultado, entonces, la visión subjetiva de un objeto que se interpreta y se reelabora. Toda obra de arte goza de ese sensible privilegio. El cine: Un arte con mayúsculas, sin lugar a dudas.
El "Henrietta" para regresarlos a Inglaterra
Este joven de 13 años, con todo por hacer, está buscando un mundo, que aún está lejano: esos puertos extraños, esos barcos, esas selvas, esas ciudades, esas gentes, lejos…, pero muy dentro en su imaginación. Y lo dispara a leer Julio Verne, se compra más de la mitad de su abultada producción, porque desea más, y ahí está una de las fuentes que lo alimentan. Y sigue con Salgari y otros y se enamora de por vida de una bella Shirley McLaine, que, sin dudarlo, será una de entre las pocas preferidas y adoradas actrices de su vida. Y se refleja e identifica en la caballerosidad y pragmatismo de David Niven, y siempre que lo vea en otras actuaciones será otra vez “su actor”, porque lo retorna al ensueño de la “vuelta al mundo”
Cruzando el lejano Oeste
Este jovencito deberá esperar aún poco más de 20 años para vivir lo que esta película le abrió a sus ojos: el Lejano Oriente, los barcos, los viajes…. El mundo. Un futuro piloto de ultramar nacido de alguna manera desde la influencia del gran arte del cine.
Más fotos en:
https://www.facebook.com/aleosvrod/media_set?set=a.10200942368053898.1073741897.1006793811&type=3 (público)
https://www.youtube.com/watch?v=QCs2E9Okpsk
Alejandro Rodríguez
(Buenos Aires)
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