Diario de un Profesor de Filosofía (XXVI)
El relato y el acontecimiento
De la meseta a la playa (1989-2023). Mi itinerario docente
Francisco Huertas Hernández
Instituto de Bachillerato "Jorge Manrique"
Avenida República Argentina s/n. 34002 Palencia
Abril de 1997
Fotografía de Francisco Huertas Hernández
Aquí trabajé el curso 1993-1994. Aún eran los nobles tiempos del BUP con buenos y educados alumnos, y catedráticos que hablaban de Fellini
Una vida es un relato interrumpido por el olvido y los contrarrelatos ajenos. Los profesores son contadores de historias, o relatos. Los relatos pueden ser de hechos, conceptos o fórmulas. Todos incluyen "acontecimientos", sucesos que destacan, y, por eso, merecen ser estudiados. Ni todos los episodios históricos, ni todos los conceptos filosóficos, ni todas las fórmulas matemáticas que "sucedieron" han permanecido como "relatos" que deban ser "transmitidos" en la enseñanza.
Y el profesor también es un "relato" y un conjunto de "acontecimientos" vitales, unidos en un "yo".
Mi "historia" como profesor se remonta a 1989, cuando en octubre recibí un telegrama para incorporarme al Instituto de Venta de Baños (1989-1990) por 10 días, por un permiso electoral. Ya han leído esos "inicios" en el primer capítulo de este libro.
Nombramiento (20 Octubre 1989), Cese (29 Octubre 1989) y Hoja de Servicios. Funcionario Interino
Instituto de Bachillerato de Venta de Baños (Palencia)
Francisco Huertas Hernández
Mi primer destino
Tras mi breve paso por ese centro del Cerrato, estuve mucho tiempo en paro (1989-1991). En 1990 viajé a Almería con Antonia y Maribel a inscribirme en la lista de interinos, y a Córdoba al Concurso-Oposición. En el Instituto Luis de Góngora no me vieron porque necesitaba un 12 de nota, y únicamente podía alcanzar un 10 como máximo en el examen. El pacto alcanzado por el Ministerio de Educación y los sindicatos en 1989 o 1990 garantizaba tres cursos completos a quienes tenían vacante ese año, y valoraba los méritos laborales en la parte de Concurso, de tal forma que impedía el acceso a los opositores que no hubiesen trabajado, lo cual era mi caso. Teníamos mínimas posibilidades de cubrir un puesto de interinidad, y, prácticamente, imposible obtener plaza por Concurso-Oposición. Yo había llegado en mal momento al sistema educativo público.
Hasta marzo de 1991 en que vino otro telegrama que me llevó al Instituto de Bachillerato de Saldaña. Mis recuerdos son un tanto dispersos, bucólicos y primaverales. Llegué cuando el invierno castellano se confunde con el entretiempo a sustituir a un colega que tenía baja por depresión -constante entre los docentes-. Recuerdo un arroyo, una fábrica de campanas y chopos en el trayecto entre el Hostal y el instituto. Un mes como profesor estuve y me viene a la memoria un conserje que miraba obsesivamente los zapatos comprobando la pulcritud -un calzado lustroso es la puerta de presentación de la persona-, unos alumnos que se "fugaban" -sabían que yo iba a estar poco tiempo- y jugaban al fútbol mientras yo daba clase al resto, y el buen comportamiento general de los chicos. Los profesores eran jubilosos y gastaban bromas en la minúscula Sala de Profesores, como cuando una compañera de Física y Química puso un plato de "polímeros" que simulaban cortezas y snacks. Creo que yo "piqué". Íbamos en el recreo a un bar del pueblo y había un mercadillo muy animado.
Antiguo Instituto de Bachillerato. IES Condes de Saldaña. Av. Alcalde Francisco Gómez, 4. 34100 Saldaña (Palencia)
Foto de Facebook
Aquí trabajé casi un mes, con vacaciones de Semana Santa por medio, en el curso 1990-1991, entre el 18 de marzo y el 17de abril de 1991
En el "Victorio Macho" "sucedieron" cosas nuevas: mi primer examen como profesor, una alumna que se "enamoró" de mí, la creación de un grupo de amigos profesores con los que salía a tomar vinos, sopas de ajo y copas. Esta sustitución duró hasta junio, y también fue por depresión. A final de curso asistí a mi primera comida oficial: la jubilación de la catedrática de Historia, Inés, cuyo discurso hizo correr alguna lágrima, y que yo tomé como referente para cuando me llegara a mí el momento. ¡Qué iluso!
IES "Victorio Macho". Calle Los Trigales s/n. Palencia
Mural en su fachada con motivos cinematográficos: Homenaje al cine clásico
Foto de Félix Sánchez Pérez
Aquí estuve en 1990-1991, durante los meses de mayo y junio de 1991, sustituyendo a Herminio. Fue un instituto decisivo en mi vocación, y en mi constelación de amigos
"La Palestra". Número 10. Revista del I.B. Victorio Macho. Palencia
Segundo Trimestre. Curso 1990-1991
Colección de Francisco Huertas Hernández
Yo trabajé en el Tercer Trimestre de ese curso. En la última imagen aparece un poema premiado de una estudiante de COU de Eduardo, que llegó a ser muy amiga mía, de seudónimo Nemo. Me regaló un libro de la biblioteca de sus padres: "La Risa" de Henri Bergson. Era amiga de mi alumno Raúl, que me invitó a comer a casa de sus padres en septiembre de 1991. Con ambos, y otros más, visitamos una cueva de Villalobón
Mi vida mesetaria siguió con otro curso en "blanco" (1991-1992) por un error: me apunté en la lista de Murcia, y no me llamaron. Así que volví a pedir la lista de Palencia. Y en septiembre de 1992 me dieron mi primera "vacante" (curso completo: 1992-1993) en el Instituto de Formación Profesional Virgen de la Calle, que participaba en la aplicación anticipada y piloto de la Reforma de las Enseñanzas Medias, un sistema caótico, con mucho dinero para fotocopias, y un protagonismo nuevo y excesivo de los Orientadores -la "burocratización", fue "controlada" desde sus despachos. Yo me refugiaba en la hora de Orientación en la cercana Iglesia de Las Claras, aunque, al regresar, el Orientador, entraba al aseo, y me daba los "papeles" con la "tarea" de Tutoría- .
Otra experiencia decisiva. Amigos fraternales como Félix, y otros que pasaron. El alumnado peor que el Victorio, claro. Sin catedráticos, como el Victorio, donde había más catedráticos que alumnos, pero con Maestros de Taller reconvertidos en Profesores de Secundaria por las nuevas leyes que unificaban los Institutos de Bachillerato, los de Formación Profesional, y, luego, el último ciclo de los Colegios. Y estos Maestros de Taller tenían... ¡faltas de ortografía! Primer paso hacia la degradación...
Los domingos tenía el "síndrome" del retorno al trabajo: los alumnos aún me ofrecían la resistencia propia de los comienzos. No lo pasaba bien. Los estudiantes no me daban ninguna alegría. Me faltaba experiencia y paciencia. Las asignaturas eran absurdas -¡Educación para la Convivencia!- o estereotipadas -Filosofía, Historia de la Filosofía-. Un curso muy intenso en el que yo preparaba las clases yendo a sacar libros de la Biblioteca Pública de Palencia.
Ese año me enamoré de una colega (mejor, dejarlo pasar). Y pasé más tiempo en restaurantes y bares que en clase. Éramos profes jóvenes y solteros. Palencia, mi ciudad, era mi verdadero amor. ¡Cómo vivíamos la ciudad! De "La Traserilla" y sus menestras de verdura de las huertas palentinas al recogimiento de la Catedral los domingos por la mañana, los paseos por la Calle Mayor, el río Carrión o los parques de la ciudad. ¡Y las salidas por los campos de Castilla en el cuatro latas de Miguel Ángel!
Antiguo Instituto de Maestría Industrial Virgen de la Calle
Avenida Casado del Alisal. Palencia
Noviembre 2018
Foto: Francisco Huertas Hernández
Aquí trabajé en el curso 1992-1993. Fue mi primera vacante. ¿Cómo siendo yo tan mal profesor fue un año tan increíble?
El Instituto de Bachillerato Jorge Manrique fue mi última escala en Castilla León. El imponente edificio modernista diseñado por Jerónimo Arroyo junto al Paseo del Salón de la capital palentina, con sus escaleras de mármol, sus dos claustros interiores, sus conserjes con uniforme, su Museo, y su legión de catedráticos de ¡pata negra! me acogió el curso 1993-1994. Creo que yo era el único profesor interino, y mi "Seminario" -nombre de los Departamentos en esa época- estaba formado por ¡siete profesores de Filosofía! Prácticamente todos eran catedráticos. En noviembre, en un fin de semana en Burgo de Osma, me rompí la tibia, y estuve de baja más de cuatro meses. Hay que mencionar a Inma, la orientadora burgalesa, y a Ana, la profesora catalana de Lengua.
Didácticamente tuve la intuición de hacer clases de Ética con la "provocación metodológica". Aunque la idea era buena, no era nueva: ya Sócrates aplicó el método mayéutico-dialéctico con la ironía. Y eso era lo que yo alumbré. Pero, al igual que en Venta de Baños y el Virgen de la Calle, yo tenía necesidad de probar e imaginar nuevos caminos de enseñar...
Mi vida en la ciudad del Carrión era muy buena: Palencia era la tierra de la amistad. Y yo caminaba por los lugares de mi infancia. No quería irme de allí...
Instituto de Bachillerato Jorge Manrique. Avenida República Argentina s/n. 34002 Palencia
Revista LXXV Aniversario. Colección de Francisco Huertas Hernández
La rehabilitación del edificio monumental de Jerónimo Arroyo
Imágenes: Portada de la Revista. Escalera de mármol de acceso al Paraninfo y la Sala de Profesores
Claustro
Salón de Actos o Paraninfo
Rehabilitación y Reforma del Instituto de Bachillerato Jorge Manrique. Artículo de Mariano Benito Duque
Y sin embargo el "relato" de nuestra vida también está escrito por el destino. Tras presentarme a Oposiciones en Santander, en Burgos (¡plaza de Orientador!), terminé aprobando en Alicante, una tarde de septiembre de 1994, ya anocheciendo, y con el tribunal deseoso de irse a descansar. Las temidas preguntas al acabar la exposición oral (encerrona) de Nietzsche (tema que había dado ese año en COU) se redujeron a "¿Qué película pondrías para este tema?" Y mi respuesta firme y breve: "Sin duda, "Más allá del bien y del mal" de Liliana Cavani" -que ni siquiera había visto- fue el "pasaporte" para obtener plaza de funcionario docente de la Generalitat Valenciana. Y es verdad que entré por los pelos: los cursos de verano que hice ese verano en la UNED de Ávila, me permitieron obtener plaza por... ¡una décima! en el Concurso-Oposición de Filosofía.
Sobre los cursos en la UNED de Ávila, que hice entre los veranos (julio) de 1994 y 1999, -aparte de algunos en primavera y otoño- hay un encuentro en el Comedor (Refectorio) del Monasterio de Santo Tomás, donde me alojaba. Un docente novato, mas infatuado, contó que "cuando un profesor empieza, enseña más de lo que sabe; luego, lo que sabe; y, finalmente, menos de lo que sabe". ¡Gran verdad: me pasó a mí en el Virgen de la Calle cuando tardé cinco meses en explicar a Platón, repitiendo el tema por cuatro fuentes (libros) distintas! Ahora voy a clase sin cartera ni apuntes: también es verdad que lo tengo todo aquí subido, a este blog.
Llegaron mis años "mediterráneos". En la adjudicación en Valencia para 1994-1995, recién llegado yo de Palencia, donde me habían asignado Guardo, a 100 kms. de la capital, pedí el Instituto Azorín de Elda-Petrel. Éste sería el año en prácticas. Académicamente no fue malo, aunque a mí me seguía faltando experiencia. El Brit-Pop, Laura Pausini y el "Anthology" de los Beatles quedan asociados a ese curso. Como experiencia innovadora propuse un debate interdisciplinar en 3º BUP a los profesores de Ética y Comunicación Audiovisual, sobre la base de un libro de Agnes Heller: "Instinto, Agresividad, Carácter". El debate se preparó en cada una de las materias y tuvo lugar... ¡por la tarde! ¿Se imaginan ustedes que tuviera que venir hoy fuera de su horario a hacer un debate un grupo de 1º Bachillerato? Aunque yo he guardado muchos documentos de mi trayectoria docente, de ese debate no conservo nada, y salió muy bien.
La Extensión del Instituto Cabo de la Huerta, en la ciudad de Alicante, en 1995-1996, fue mi siguiente parada. Daba clase por la tarde. Vivía en el centro, y por la mañana iba a la autoescuela. Este instituto fue el que menos huella me dejó hasta el momento. Por la tarde éramos poquísimos profesores. En primavera salió mi libro "Entre la filatelia y la halterofilia. Diario de Oviedo" en una editorial de Madrid. Lo había escrito el verano de 1995 en Oviedo.
Francisco Huertas Hernández: "Entre la filatelia y la halterofilia. Diario de Oviedo"
Editorial Incipit-CYAN. Madrid. 1996
Portada original del libro
Una madrugada de insomnio, escuchando la radio, un psicólogo hablaba del fracaso escolar tranquilizando a madres preocupadas. Decía que aunque el niño suspendiera todo -desde las matemáticas a la gimnasia- siempre había una aptitud o talento ignorado en cada uno de nosotros que había que descubrir. Todo el mundo sirve para algo. Quizás su hijo no sirviera para la historia, el inglés o la física, pero podía valer para la filatelia o la halterofilia. Yo estaba atónito porque no sabía si hablaba en serio o cínicamente.
La idea vino de esa manera: el destino humano, un arco entre lo infinitamente pequeño (insignificante) y lo desmedidamente basto. Una relectura trágica de las palabras del psicólogo: el ser humano, puente entre la insignificancia y la brutalidad. Una actualización del aforismo de Blaise Pascal.
Paco Umbral recibió mi libro. Nunca supe su reacción. José Luis Pérez de Arteaga también lo recibió. Jamás contestó. Agradezco a la periodista Adelina Castillejo -que es nombrada en el libro- su amable contestación al envío de la obra
Estoy orgulloso de que esté en la Biblioteca Pública de New York, en la Universidad de Toronto, Universidad de Harvard, la Biblioteca Nacional de España y la Universitat Pompeu Fabra
El año 1996-1997 recalé en el Instituto de San Blas, en Alicante. Ahí di por última vez COU y BUP. Era un buen centro. Con alumnos y catedráticos. Tenía un grupo de ética de 2º BUP en la casa del conserje. Y en mi grupo de tutoría de 3º BUP estaba Mariana, hoy colega docente. Por lo demás, guardo un buen recuerdo de mi Jefe, Manolo. No tanto de la otra persona del Departamento.
En 1997-1998, siguiendo los "años vacíos" de mi vida, trabajé en el Instituto Haygón de Sant Vicent del Raspeig, que, a efectos prácticos, era un barrio metropolitano de Alicante. Fue la primera vez que impartí la asignatura de Psicología, en 1º Bachillerato, porque ese centro también anticipaba la reforma. Di "Cultura Religiosa", una de las muchas versiones que ha tenido la alternativa a la Religión. Tuve un compañero del Opus, con el que me llevaba bien (?)
IES Haygón. Av. de Haygon, 50. 03690 Sant Vicent del Raspeig (Alicante)
Mayo de 1998
Fotografías de un aula y el edificio por Francisco Huertas Hernández
Un instituto con mala fama, pero en el que yo estuve bien
En el año 2000 -¡simbólico!- me dieron, al fin, "plaza fija" (destino definitivo) en Elche, en el IES Victoria Kent. Allí permanecí entre 2000 y 2013. Un "acontecimiento" trascendental en mi vida: Inma, pasó de compañera a ser mi mujer. Daba Filosofía de 1º Bachillerato y las asignaturas de "relleno" de rigor, aunque la Ética de 4º ESO era mi "reino", al ser totalmente interactiva... pero sólo con el diálogo, sin internet. Todavía el debate atraía a los alumnos. Fue allí donde el cine se convirtió en una parte esencial de mi metodología ("El día de la Bestia" o "Seven" llegué a verlas más de 40 veces) Sería largo e innecesario mencionar a los colegas del Brocal (bar de al lado) en los recreos y huecos.
IES Victoria Kent. Carrer Joan Fuster, 4. 03203 Elx (Alicante)
Alumnos de 2º ESO D trabajando en el aula
2 de abril de 2012
Fotografía de Francisco Huertas Hernández
IES Victoria Kent. Elx
Mapa Conceptual Filosofía
Vocabulario básico de la filosofía presocrática, aristotélica y platónica
Aula Filosofía I
Mural hecho a mano con letras recortadas. Este trabajo lo realizó a partir de una idea mía una alumna de 2º ESO, Cristina María Gaitá, en la asignatura de Atención Educativa durante el curso 2012-2013.
Cristina dibujó, recortó y pegó, letra a letra, el enorme mural en su casa y lo trajo al instituto. Yo le di el modelo. No sé si estará aún. Supongo que lo habrán tirado tras tantos años.
Esquema y Foto: Francisco Huertas Hernández. 2 de mayo de 2013
Hoja de Servicios (1989-2010)
Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria
Francisco Huertas Hernández
Conselleria d'Educació "quitándome" días de trabajo (?) ¿Por qué?
En 2013-2014 llegué al IES Dr. Balmis, de Alicante, por una serie de "vicisitudes" azarosas. Omitiré a ciertos seguidores de Gustavo Bueno, y diré que en 2014-2015 Inma pudo reunirse de nuevo conmigo en el Balmis. Fueron años buenos hasta que "acontecimientos" personales lo cambiaron todo, pero la experiencia (¡por primera vez la mayoría de los profesores eran más jóvenes que yo!) y la vocación -esa forma de amor- me habían fortalecido. Yo he sido el profesor de Psicología entre 2013 y 2020, y descubrí que es mejor dar clase en 1º ESO porque aún tienen esa espontaneidad, o curiosidad, que luego pierden.
Sería largo mencionar a los colegas con los que he tenido afinidad, amistad, o he compartido conversaciones aquí.
Cada profesor tiene su "ἀκμή": el mío fue en el Dr. Balmis: creé un blog educativo internacional dentro de un Proyecto Europeo eTwinnig -Acorazado Cinéfilo-, organicé multitudinarias conferencias sobre cine (Gonzalo Eulogio, Paco Huesca), colaboré en el montaje de dos CinemaBalmis con proyección de películas mudas en 16mm, máquina de palomitas y música en directo, salidas al antiguo Hospital Psiquiátrico de Santa Faz, o "Filosofía frente al mar" en el Puerto, hice en mi último curso de Psicología clase-grupo terapéutico, colaboré y filmé todas las obras de teatro escolar que dirigió Inma, grabé múltiples "acontecimientos" del Instituto (graduaciones, carrera solidaria, La Voz Balmis, Semana Cultural...), qué sé yo...
IES Doctor Balmis
Cerámica 24. 03010 Alicante
Fachada. Flores amarillas de acacias en el final de la primavera
Jueves 9 de junio de 2022
Fotos: Francisco Huertas Hernández
IES Dr. Balmis. Cerámica, 24. 03010 Alicante
Chimenea. Contrapicado
Lunes 8 de febrero de 2021
Foto: Francisco Huertas Hernández
Grupo de Psicología. 2º Bach A-B-C
Disposición en O. 3 de diciembre de 2019
IES Dr. Balmis. Alicante. 2019-2020
Reencuentro informal con el grupo de Psicología tras el Covid-19. 2º Bachillerato. IES Dr. Balmis
Pizzería Da Sebas. Bulevar del Pla (Avda. Periodista Rodolfo Salazar, 29, bajo 3). Alicante
Miércoles 10 de junio de 2020
Era la primera vez que nos veíamos en varios meses tras el confinamiento por el (la) Covid-19 y la suspensión de las clases. Una tarde en que todos fuimos felices
Aquí sigo esperando mi jubilación... en unos meses. La vida se ha pasado. Y la cultura también. Ahora está el entretenimiento, la indiferencia -¡qué paradoja su coexistencia!-, y la pérdida del valor del saber y el magisterio docente. Como comprenderéis no puedo decir todo lo que pienso, porque aún estoy en activo.
Mi "relato" es algo gris, porque los contrastes cromáticos quedan para la vida privada. Los "acontecimientos" en el "aula" o sus "alrededores" (excursiones, actividades paralelas...) son inseparables de esa "vocación", que desde los días del Victorio Macho, pretendía unir el amor a la "cultura", a los alumnos, y conquistar la superación personal de ser un "buen profesor"...