miércoles, 17 de abril de 2024

La filosofía cartesiana: de la duda al infinito / Reflexión sobre el pensamiento cualitativo y cuantitativo cartesiano. Francisco Huertas Hernández. Dos Mini Ensayos sobre René Descartes

Dos Mini Ensayos sobre la filosofía de René Descartes. Francisco Huertas Hernández

Francisco Huertas Hernández
IES Doctor Balmis. Alicante
31 de enero de 2020
Un viejo profesor preparado para explicar el pensamiento de René Descartes (1596-1650)
Hoy es 17 de abril de 2024 y el serio docente está felizmente jubilado. Ha rescatado estos dos escritos de esa época y los ha reunido aquí


Reflexión sobre el pensamiento cualitativo y cuantitativo cartesiano. Francisco Huertas Hernández

 "
Es difícil ser cartesiano en un mundo regido por la probabilidad, el azar, la multicausalidad. Pero, al igual que Kant más tarde, la claridad del conocimiento es un ideal que regula nuestra búsqueda de saber. ¡Cuántas veces se discute sin clarificar sobre aquello que se discute! Sin definir previamente, sin aportar claridad y distinción a los conceptos. Las ciencias sociales o humanas están aquejadas de este mal.

 La filosofía cartesiana, por otra parte, sitúa la razón verbal por encima de la matemática, aunque sea ésta la que sirve de modelo con la claridad y distinción de la geometría de Euclides.

 Esta disputa entre verbo y número también podría ser la disputa entre cualidad y cantidad, que Platón apuntó sólo tangencialmente en la famosa alegoría de la línea: el saber de la dianoia o demostración matemática cuantitativa es inferior al saber de la nóesis o intuición (sinopsis) de las ideas, sus relaciones, y su comunión con el Bien, como fuente de todo ser y saber, es decir, la cualidad de lo no sometido a medida, a lo cuantificable como más o menos.

 En el esencial descubrimiento del COGITO, el pensamiento se revela como cualidad propia de lo que existe reflexivamente. La materia se mide, se pesa, se reduce a número y posición, pero nuestra mente y su actividad, nuestros pensamientos no miden, ni pesan, ni se reducen a números. Somos existencia como cualidad, no como cantidad, y es el pensamiento como cualidad no mensurable el que mide lo que hay fuera de él: la materia extensa.

 El ser humano es la autoconciencia que mide pero no puede ser medida. Eso descubre el gran René Descartes"

*****

 La filosofía cartesiana: de la duda al infinito. Francisco Huertas Hernández

 El saber es, desde los griegos, una necesidad desinteresada. Aunque el refrán dice "el hambre aguza el ingenio", creo que el "hambre" que impulsa el saber es la curiosidad natural humana que surge de su limitación biológica.   La "neotenia" (conservación del estado juvenil en el organismo adulto en comparación con su ancestro u organismos cercanamente emparentados, debido a un retraso pronunciado del ritmo de desarrollo corporal en relación con el desarrollo de las células germinales y órganos reproductores, que se lleva a cabo normalmente) propia del "homo sapiens" que le impulsa a buscar la adaptación mental al mundo más que la física. Y en esto la filosofía es la reina, pues impulsa más lejos que ninguna otra ciencia (al infinito) y corroe el pensamiento humano con más intensidad que ningún otro saber (duda).
Es mi personal aproximación a la filosofía cartesianade la duda al infinito, ambas insertas en la incompleta naturaleza humana, que es dual (impotente trascendente) y, por eso, parte de la impotente duda de un yo desnudo anhelante de certeza, que solo encuentra en el descubrimiento de su existencia mental (cogito: estoy pensando, pues es evidente que estoy existiendo si dudo y pienso) que para salir de su "encerramiento estéril" (solipsismo) necesita fundamentar la existencia de algo más poderoso que sirva de fundamento a la realidad externa (infinito=Dios)

Francisco Huertas Hernández
2020-2024

domingo, 14 de abril de 2024

Individuo & Totalidad (XXII). Dicotómicos y Dialécticos. Oposición excluyente y Contradicción superadora. Francisco Huertas Hernández

Individuo & Totalidad (XXII)
Dicotómicos y Dialécticos. Oposición excluyente y Contradicción superadora
Francisco Huertas Hernández

Un paso y una parada
Pasar y detenerse. ¿Dicotomía excluyente o Síntesis de complementarios?
Avenida de Federico Soto
Alicante
24 de enero de 2023
Fotografía: Francisco Huertas Hernández


 La lógica es el esqueleto del pensamientoEl principio de no contradicción (una proposición no puede ser verdadera y falsa al mismo tiempo, en el mismo sentido y contexto. Algo no puede ser A y no-A simultáneamente) y el principio del tercero excluido (una proposición es verdadera o falsa, excluyendo cualquier otra posibilidad. No hay un tercer estado de verdad entre la verdad y la falsedad) son dos de sus leyes fundamentales vinculadas con la "dicotomía". La dicotomía (δί (dos)- τομή (corte), "corte en dos") expresa la división de una entidad en dos elementos opuestos y excluyentes. El "maniqueísmo" (religión fundada por Mani el s. III, basada en un conflicto cósmico entre el bien y el mal, fuerzas opuestas y en constante lucha) es una aplicación de la dicotomía en un contexto religioso y filosófico. En lenguaje popular el maniqueísmo es visto como una simplificación (reduccionismo) moral de la complejidad dialéctica de lo real. La imbricación de lógica, cosmovisión y ética no es ni casual ni neutral. Hay en los principios de la lógica aristotélica (no contradicción: ¬(A ∧ ¬A); tercio excluso: A ∨ ¬A) una "interpretación" de la realidad dicotómica. Y, sin embargo, la biología señala un camino evolutivo que se acomoda mejor a la "dialéctica"

 La dialéctica sostiene que el cambio y el desarrollo surgen de la interacción de fuerzas opuestas. Las contradicciones internas de un sistema son el motor del cambio y el progreso. Aunque G. W. F. Hegel (1770-1831) y K. Marx (1818-1883) conciben la dialéctica en un sentido que va más allá de las leyes de la vida, la biología evolutiva plantea la selección natural -las presiones del medio ambiente y la competencia entre individuos pueden impulsar cambios en las poblaciones a lo largo del tiempo- como un caso de la interacción entre fuerzas opuestas, y la "síntesis" (superación, Aufhebung) se manifiesta en la evolución por selección natural formulada por Charles Darwin (1809-1882). Otro aspecto de la dialéctica que encontramos en la teoría de la evolución es el desarrollo no lineal.

 El ser humano puede elegir una visión dicotómica de la realidad social e histórica, apegada a una lógica clásica -en la que una proposición (enunciado) es verdadera o falsa, y no hay posibilidad de un tercer estado- y, entonces, la propaganda de los medios de incomunicación y los resúmenes escolares de la historia de la filosofía y la ciencia refuerzan su óptica simplificadora del mundo. Ser "dicotómico" es -por usar la exangüe terminología de las Ciencias Sociales anglosajonas- caer en los "sesgos cognitivos" (patrones de desviación en el pensamiento, al procesar e interpretar la información de manera subjetiva, distorsionando la realidad) de "pensamiento binario" (no se admiten grados ni matices), "falsa dicotomía" (elección forzosa entre dos opciones, cuando existen otras alternativas), "efecto de contraste" (exagerando las diferencias entre dos opciones), "polarización" (adoptar posiciones extremas aumentando el conflicto) y "sesgo de confirmación" (usar datos que confirmen nuestras expectativas, reafirmado la supuesta dicotomía).
 
 Antes llamábamos "falacias" (razonamientos falsos o engañosos) a los "sesgos". También es un caso de "individualización", en lógica y epistemología, acentuar el elemento voluntario y psicológico propio de los "sesgos" frente a la visión más "totalizadora, universal" de las falacias (lógica informal). Falacias de falsa disyunción, argumentos de la pendiente resbaladiza, falsos dilemas o falacias del hombre de paja se usan en argumentos falsamente dicotómicos.

 Si se quiere manipular a gente simple es necesario ofrecer un mundo dicotómico y maniqueo de buenos y malos, verdad y mentira, orden y caos, progreso y miseria. El mundo "occidental" construido, según Max Scheler (1874-1928), en una síntesis de filosofía griega, judeocristianismo y ciencia, desarrolló una paradójica visión dicotómica de civilización frente a barbarie para justificar el colonialismo y el imperialismo, mientras la dialéctica marxista intentaba dar cuenta de las contradicciones del propio sistema económico-político occidental. Hoy la visión dicotómica-maniquea de los gobernantes anglo-occidentales y sus amos, los propietarios del capital (bancos, transnacionales, fondos de inversión), extiende a través de sus medios de incomunicación y entretenimiento una "religión" laica maniquea dicotómica que hace imposible la comprensión y diálogo con el resto del planeta

Francisco Huertas Hernández
14 de abril de 2024
Aniversario de la proclamación de la Segunda República Española

viernes, 12 de abril de 2024

Individuo & Totalidad (XXI). Verbo y Cifra. Letras y Ciencias. Francisco Huertas Hernández

Individuo & Totalidad (XXI)
Verbo y Cifra. Letras y Ciencias
Francisco Huertas Hernández

La Dame Blanche
47 Rue de la Montagne Ste Geneviève
75005 Paris
25 août 2011
Photo: Inma Arriero Doblado
Una tienda de discos icónica especializada en música clásica en vinilo. Allí tuvo lugar una curiosa historia. Habiendo preguntado yo por la grabación hecha en París en 1957 dirigida por Igor Markevich, editada por EMI, de la ópera "Una vida por el Zar" (Жизнь за царя) de Mijail Glinka, me dijeron que podían conseguírmela. Un muchacho la trajo unos minutos después en moto. Era un album de 3 LPs que revisé cuidadosamente: había una raya. No lo compré, pero Inma me fotografió negociando dentro de la tienda.

¡Música! ¿Arte o Ciencia? ¿Sensación o Medida? El aristotélico Aristóxeno de Tarento (354-300 aC) pensaba que la música era sensación y memoria: "Estas dos cosas coexisten verdaderamente en la música: la sensación y la memoria. Hace falta, en efecto, sentir lo que pasa y acordarse de lo que ha pasado" ("Elementos armónicos")
Aunque los medievales, bajo influencia pitagórica, incluyeron la Música en el Quadrivium, junto a las Matemáticas, el Arte de los Sonidos es algo más que estructura métrica, y el gusto musical poco tiene que ver con la Geometría y la Aritmética


 Un interminable debate entre las letras (provenientes del medieval Trivium: Gramática, Retórica, Lógica) y las ciencias (Quadrivium: Aritmética, Geometría, Música, Astronomía) enfrenta a profesores y estudiantes. Las letras desarrollan la expresión escrita y oral, el debate persuasivo y el pensamiento crítico, y las ciencias potencian la capacidad matemática, de medida y predicción de fenómenos. Charles Percy Snow (1905-1980) atizó el debate con su conferencia "The Two Cultures" (1959), donde traza una sociedad dividida entre ciencias y humanidades, incomunicadas, y despreciando una a la otra. Eso afecta a la educación y a la solución de graves problemas sociales. El enfoque de Snow es simplificador y tendencioso: toma partido más por las "ciencias positivas" que por las "ciencias humanas" y las "Bellas Artes". Es decir, por la medida, la predicción y control propio de una sociedad tecnocientífica, donde la razón es puramente instrumental, y busca la eficiencia y utilidad práctica. La Escuela de Frankfurt denunció esta degradación de la razón, un instrumento para fines técnicos y económicos, y no la manera humana de comprender y transformar la sociedad. La(s) ciencia(s) no es(son) "neutral(es)". Trabajando al servicio de las empresas y los estados, han acentuado esa burocratización, cosificación y alienación de los individuos. La "razón instrumental" (Instrumentelle Vernunft), concepto usado primeramente por Max Horkheimer (1895-1973), identifica ésta con la ciencia y la técnica, interesada por los medios, pero no por los fines de la acción, que no es más que control técnico y sometimiento de la naturaleza. Una razón deshumanizada y ajena a la libertad, la justicia y la fraternidad. ¿Adónde nos condujo la Revolución Científica de Galileo y Newton?


 El conflicto entre Ciencias y Letras tiene que ver con el método y con la cosmovisión. Respecto al método, Max Weber (1864-1920), mantuvo que las Humanidades (Letras) se caracterizan por la "Comprensión" (Verstehen), por ejemplo en la Historia y en la Filosofía. Sirve para conocer el significado subjetivo (intersubjetivo) de las acciones, establecer analogías entre experiencias propias y sucesos externos. "Comprender", "interpretar", "entender", "percibir el significado", etc., se refieren a una operación intelectual compleja, que tiene en cuenta el aspecto cualitativo de los hechos. Mucho más compleja que la "explicación" (Erklären) propia de las Ciencias Naturales, que se limita a conocer las cosas como objetos externos usando la causalidad, que determina relaciones objetivas de causa y efecto entre variables, para formular leyes y teorías cuantitativas (matemáticas). La Erklären cuantifica y la Verstehen cualifica el mundo, pero, hay también una cosmovisión antitética en científicos y humanistas: las ciencias se conforman con un "fuera" que da cuenta del funcionamiento de la máquina del mundo, es una visión "mecanicista": el mundo es un mecanismo de causalidad y movimiento. Y las humanidades -también las Bellas Artes- buscan un "dentro", un sentido total, en el que la libertad humana se concilia con la belleza y el bien que presiden un orden de finalidades. La Revolución Científica eliminó la "causa final" (τέλος), "aquello por lo cual se hace algo" (τὸ οὗ ἕνεκα) en la medida en que Dios ya no era necesario para explicar el funcionamiento causal de los fenómenos naturales. La Naturaleza podía medirse, pero, ¿y el reino de lo humano: la libertad, las intenciones, los valores, las metas

 ¿Cómo vamos a comprender al ser humano y la sociedad reduciéndolos a cosa, como hacen las Ciencias Naturales y la Tecnología
 Un mundo reducido a medida (necesidad) y unos individuos que se creen libres. Medir objetiva el mundo y hablar (escribir) subjetiviza nuestra realidad como libertad, como intencionalidad

Francisco Huertas Hernández
12 de abril de 2024

jueves, 11 de abril de 2024

Individuo & Totalidad (XX). La locura del saber y la cordura de la ignorancia. Francisco Huertas Hernández

Individuo & Totalidad (XX)
La locura del saber y la cordura de la ignorancia
Francisco Huertas Hernández

Stadsfeestzaal
Antwerpen (Belgie/Belgique)
9 agosto 2013
Fotografía: Inma Arriero Doblado


 Grande es la "locura" del saber, y mayor, aún, la "cordura" de la ignorancia. Si el "saber" -en la medida que alcance- separa al humano de sus congéneres, la ignorancia lo asienta en la multitud, que, de tan poco "preguntarse", termina por ser apaciblemente obediente

 Una vez más el loco es poeta y profeta, y se rebela como individuo aislado de sus coetáneos. Don Quijote pronuncia unas enigmáticas palabras: "La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura", que, no son únicamente recurso cómico para lectores memos, sino dialéctica de una razón "enflaquecida" por los delirios del amor, la belleza y la aventura del Bien, pues en las travesías del hidalgo manchego no hay sino el corregir injusticias, proteger a los débiles y defender la verdad y la virtud. El amor mueve la voluntad de Don Quijote, su rocín le lleva por caminos de polvo y hambre, y sus lecturas y su fe le alzan a la fama, hecha de nobles acciones aunque ello le valga la vida.

 Thales de Mileto cayó en un hoyo por ir mirando el cielo: su "saber" (fue uno de los 7 Sabios de Grecia, junto a Solón, Pitágoras, Cleóbulo, Quilón, Periandro, Bias) no sólo era "prudencia" y "consejo", también "θεωρία", una contemplación del entendimiento de cuanto sorprende al alma humana, intentando establecer una respuesta racional al misterio del devenir. Locos son quienes contemplan la lluvia y las estrellas cuando la muchedumbre corre presurosa a guarecerse o duerme pesadamente tras agitarse sin ton ni son durante la jornada.

 Don Quijote de la Mancha -loco poeta aventurero de "ficción" (?)- y Thales de Mileto -loco filósofo contemplador de la "realidad"- adquieren saber en tanto que son risibles para la masa. La criada tracia que reía al ver al gran matemático en el hoyo y los duques que se burlaban del Caballero andante eran "cuerdos" porque no pensaban, sólo vivían como todo el mundo, sin preguntar, como nuestros semejantes que repiten las consignas del telediario en un discurso lleno de frases hechas y pensamiento deshecho.

 La "cordura" de la ignorancia es la "sensatez" del "tópico", porque fuera del tópico sólo queda la locura. El diccionario define "tópico" como lo "perteneciente a determinado lugar", "medicamento externo", "expresión vulgar o trivial" y "lugares comunes, principios generales".

 El "tópico" designa el "lugar" (τόπος), y se necesita un lugar en el que apoyar los pies y las ideas. Ni  Thales ni Don Quijote apoyaban sus ideas en la tierra, sino en el "cielo"Las ideas bien apoyadas en el suelo son las que reciben el gran peso de la costumbre inveterada; son ideas que permanecen estáticas, quietas, muertas. Comunes a la muchedumbre, necesitan aquietarse en lugares, también, comunes. Y son ideas comunes porque no son propias. Provienen del "sentido común", que es lo contrario de la razón, como nos dijeron desde Platón a HegelEl sentido común, aquel que nos hace miembros de la sociedad, al decir "sí" a lo establecido, impuesto, dado, "real".

 El tópico es común, superficial, general, vale para todo porque no vale para nada. Nos iguala a los necios, niega nuestra identidad, nuestra interioridad, cercena toda esperanza de apertura a lo otro porque nos encadena a un lugar.

 El "loco" refuta al vulgo, huye del tópico, y, eso, ha de castigarse con dureza. La "locura" del saber individualiza; la "cordura" del "tópico" gregariza, dado que el loco es "utópico" –no tiene lugar- y el cuerdo tiende a ser pragmático. Un "saber" que se "rebela" contra lo que los otros "creen", simplemente, porque siempre fue así, "y fue como tenía que ser". El "saber" empieza cuando las cosas no son como "deben ser". La "normatividad" de la ley científica, del mandato ético y del principio filosófico (αρχή, ουσίαφύσιςαιτία) excluye la credulidad sumisa de las cosas en su "lugar". Thales y Don Quijote "sabían" que el lugar del "saber" no está anclado en la tierra, sino en el movimiento de ascenso del espíritu racional hacia las estrellas, que únicamente son contempladas por los que nunca duermen...

Francisco Huertas Hernández
11 de abril de 2024
Revisión de mi texto "Fuera del tópico sólo queda la locura" (1991)

miércoles, 10 de abril de 2024

Individuo & Totalidad (XIX). La piel y el hueso del mundo. Francisco Huertas Hernández

Individuo & Totalidad (XIX)
La piel y el hueso del mundo
Francisco Huertas Hernández

Fruta sin hueso: albaricoque o damasco
2022
Fotografía: Francisco Huertas Hernández


 La metáfora del mundo como una fruta es jugosa y nos lleva a lo oculto: el hueso. Las frutas drupáceas (duraznos, ciruelas, cerezas, albaricoques -damascos-, mangos y nectarinas, etc.) tienen una estructura interna dura que rodea la semilla, llamada hueso o endocarpo. El mundo percibido por la mente humana es un conjunto de seres (objetos), sistemas y hechos (acontecimientos, acciones). El conocerlo como piel o cáscara es el conocerlo sensiblemente, en su apariencia externa. Si la cáscara protege la pulpa y el hueso en su interior, lo visto y escuchado, olido y tocado de las cosas protege su sentido interno, que es emocional (pulpa) e intelectual (hueso). Sensaciones, emociones e ideas (razones) son el vector de desarrollo de la mente humana, como el hueso o endocarpo se forma alrededor de la semilla durante el proceso de desarrollo de la fruta. La semilla es la estructura que contiene el embrión de la planta y tiene el potencial de germinar creando una nueva planta. El hueso rodea y protege la semilla en el interior de la fruta. La razón rodea y protege las emociones y sensaciones, que crean nuevos seres: la reproducción sexual es instintiva, pero la razón, en el caso humano, protege estos impulsos y los canaliza socialmente.

 La piel o cáscara del mundo, cual fruta, es olorosa y presenta vivos colores. Varía en grosor y dureza. Atenernos únicamente a esta parte externa (apariencia) del mundo es más cómodo, pero, a la larga, si no se quita la cáscara no se prueba el fruto. Y trascender las sensaciones primarias de color, textura y olor de la piel de la fruta es superar los límites de los sentidos en el conocimiento del mundo. 

 La pulpa, o parte comestible de la fruta, que rodea al hueso, es el objetivo (finalidad) del que come. Su equivalencia a las emociones y voliciones en el plano epistemológico es clara. Todo lo que proporciona alimento y sabor en la vida es lo afectivo, lo emocional. Pensamos para complacer nuestras emociones y sentimientos. Si el amor se manifiesta como mirada y deseo lactante en el bebé, en el adulto es un sentimiento maduro filtrado por la sensatez y el juicio, es decir, por la razón. El consentimiento mutuo, la fidelidad o la administración del hogar surgen del entendimiento y no de la afectividad. 

 Del hueso y la semilla ya hemos hablado, y hemos establecido la analogía con la razón, en su interioridad y profundidad. La razón es un conocimiento interno (esencial) del mundo, profundo. Va más allá de la cáscara sensible y la pulpa afectiva. La semilla está contenida dentro del hueso, es la estructura a partir de la cual puede crecer una nueva planta, como la razón es la causa formal y eficiente de la pervivencia de los animales racionales. El λόγος (razón/lenguaje) genera ideas e instituciones, y ellas son lo que constituye el mundo humano. 

 Con el tiempo la jugosa metáfora frutal del endocarpo permitió descubrir las mentiras ocultas tras la pulpa y la piel del mundo. Se ha sabido que en los monasterios se usaba bromuro -como en los cuarteles- para reducir la libido de los recluidos; que un monarca de origen francés mandó matar, fingiendo un accidente doméstico, a su joven amante actriz porque estaba embarazada; que los generales de cierta organización militar no morían esquiando sino en acciones de guerra clandestinas; que los periodistas no informan "objetivamente" sino que transmiten propaganda y publicidad de quien les paga; que los alimentos, las medicinas y las vacunas son veneno altamente rentable para las transnacionales que comercian con ellos y explicarían numerosas enfermedades y muertes; se han sabido tantas cosas cuando hemos accedido más allá de la piel y la pulpa de las cosas... mas nos quieren lejos del hueso y la semilla del mundo, para que ellos sigan comiéndoselo sin empacho

Francisco Huertas Hernández
10 de abril de 2024

sábado, 6 de abril de 2024

Individuo & Totalidad (XVIII). Theoria & Praxis. Del saber de la totalidad al consumo de la individualidad. Francisco Huertas Hernández

Individuo & Totalidad (XVIII)
 Theoria & Praxis (θεωρῐ́ᾱ & πρᾶξις)
 Del saber de la totalidad al consumo de la individualidad
Francisco Huertas Hernández

En construcción. Lo viejo y lo nuevo. De lo industrial a lo residencial
Barrio de Benalúa. Alicante
14 de febrero de 2024
Fotografía de Francisco Huertas Hernández


 El pensamiento construye metáforas o analogías en su afán de establecer homologías en los ámbitos de la realidad. Todo es comparable. Todo debe ser comparado, si creemos que existe una totalidad de la que sus elementos constitutivos mantienen semejanzas.

 Entender la totalidad, el conjunto, el sistema, es tener una "teoría". El irregular Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española ofrece tres acepciones confusas: a) "Conocimiento especulativo considerado con independencia de toda aplicación" (lo contrario es la "práctica"). Si para Aristóteles el conocimiento desinteresado era el summum del saber, para el mundo moderno es la aplicación técnica lo único que valida la teoría; b) "Serie de las leyes que sirven para relacionar determinado orden de fenómenos". En esta acepción de cariz matemático-natural, ciertas ecuaciones o principios generales obtenidos por inducción, dan cuenta de los "hechos" o "fenómenos" observados, siendo éstos más importantes que las leyes, que son simplemente "hipótesis" "relacionantes", antes de ser validadas por la observación o experimento. Los hechos son el equivalente de la práctica; c) "Hipótesis cuyas consecuencias se aplican a toda una ciencia o a parte muy importante de ella". La tercera acepción es la menos precisa. La identificación de hipótesis y ley resta todo valor a la teoría, y recae en la aplicación (consecuencias) a los hechos toda la importancia.

 En "Metaphysica" distinguió Aristóteles tres modos de conocimiento: las ciencias "teóricas" (θεωρῐ́ᾱ) (teología, ontología, matemáticas) que son "contemplativas"; las ciencias "prácticas" (πρᾶξις) (ética, economía, política) que son "normativas" regulando la acción humana; y las ciencias "poiéticas" (τέχνη) (artes) que son "técnicas" (saber hacer) y producen objetos a partir de reglas. 

 Para Aristóteles hay una conexión entre vivir, pensar y sentir placer, y esa es la "theoria" (θεωρῐ́ᾱ). Lo explica en "Protrepticus" D 91/II: "[…] τὴν γιγνοµένην ἀπὸ τοῦ φρονεῖν καὶ θεωρεῖν ἡδονὴν ἢ µόνην ἢ µάλιστα ἀναγκαῖον ἀπὸ τοῦ ζῆν εἶναι" (el placer que tiene lugar a partir de pensar [φρονέω] y de teorizar [θεωρέω] es el único o el que principalmente deriva del hecho de vivir)
 Si la "contemplación" del "ser", es decir, la "verdad", es una meta natural del intelecto humano, éste halla el placer en esa actividad, propiamente humana, porque es la razón nuestra esencia

 En la evolución "técnica" del saber y mundo humanos, lo "teórico" ha sido postergado y menospreciado, en beneficio de una concepción del mundo "tecnificada", donde las "cosas" se reducen a mero "útil" o "herramienta". El fin último del ser humano, sea entendido como saber, felicidad o placer, o la conjunción de todas ellas, queda en manos de los "medios" usados para ello, al punto de que el fin se olvida, y queda solamente el "medio": la "tecnología". La gente se afana por adquirir el último modelo de teléfono celular o de automóvil, pero no saben muy bien para qué. ¿Presumir de status? ¿Hacer mejores fotografías o alcanzar más velocidad? ¿Y para qué? La tecnología, dando el salto por encima de la teoría, creó una "hiperrealidad" adictiva, "individualista", productora de dopamina.

 El fuerte rechazo de lo "contemplativo" en el "saber" y el dominio de una "fast life" (estilo de vida marcado por la agitación, la velocidad y la actividad constante) que, en el ámbito de internet, llega al paroxismo, paradójicamente va unida a una reacción "new age" de mindfulness y pensamiento positivo fuertemente individualista. En el Mindfulness  -caricatura West Coast de la meditación budista- no se trata de "saber" y "entender", sino de "prestar atención plena al momento presente, observando los pensamientos, emociones y sensaciones corporales de manera no crítica y sin juzgar". Es decir, salir de la agitación digital y competitiva de las megalópolis, para reducir la ansiedad y el estrés, antes de regresar a él, consumiendo más canales de influencers youtubers, publicidad agresiva y fugaz, acaparamiento de mercancías. Y si la teoría es el camino para comprender la totalidad de las condiciones de vida desiguales e injustas, la "slow life" del mindfulness tiene una función dentro del capitalismo que lo creó como válvula de escape, fomentando una mentalidad individualista y de "empoderamiento" (empowerment) auto-optimista (self-optimism), en lugar de abordar las causas estructurales del estrés y la desigualdad social. Es, simplemente, una herramienta más (técnica) de "control social" para que las clases medias acepten pasivamente las condiciones sociales y económicas injustas: "aceptación y no juicio": "acepta lo que es, suelta lo que fue, y ten fe en lo que será; observa tus pensamientos sin juzgarlos; deja ir lo que no puedes cambiar". 

 ¡Pero si la crítica / transformación y el juicio eran los poderes de la razón humana, de la teoría!
 ¿Qué ha sucedido en ese tránsito de un "mundo teórico" a un "mundo tecnológico" de consumo (incluido el "slow life")? La aspiración "totalizadora" de la razón se disolvió. El relativismo de las Ciencias Humanas, el nihilismo, el utilitarismo o pragmatismo, los holocaustos y la absoluta irrelevancia del Homo Sapiens entre los "agujeros negros" y el descubrimiento de que los cerdos y los humanos comparten el 98% de su material genético, han arrojado al despojo humano ex-sapiens a la charca del "vivir como si no hubiese un mañana"

Francisco Huertas Hernández
Sábado, 6 de abril de 2024

viernes, 5 de abril de 2024

Ester Guirao Serrano: "Calista. El misterio del yo y de la libertad". Nuevo libro ilustrado de filosofía para niños

Ester Guirao Serrano: "Calista. El misterio del yo y de la libertad". Nuevo libro ilustrado de filosofía para niños
Ilustraciones de Elena F. Vázquez
Editorial Cuatro Hojas. 2024
Artículo: Francisco Huertas Hernández




Ester Guirao Serrano: "Calista. El misterio del yo y de la libertad". Nuevo libro ilustrado de filosofía para niños
Ilustrado por Elena F. Vázquez
Editorial Cuatro Hojas. 2024


Presentación
Francisco Huertas Hernández
(Profesor de filosofía de la autora el curso 2006-2007 en IES Victoria Kent)

 El tiempo moldea nuestros recuerdos y suaviza los afectos. Si en la vida hemos dejado, sin tener demasiada certeza (¿y quién que presuma de filósofo puede tenerla?), "simientes" en las almas de los que nos escucharon y sintieron, años más tarde es posible (sólo posible) reencontrarse -como se encontraban al azar Horacio Oliveira y La Maga en los puentes de París, en la novela "Rayuela" de Julio Cortázar, publicada justo el año en que yo nací-, y así fue cuando, por destino o azar, coincidí de nuevo con mi antigua y querida alumna Ester, de Elche (ahora en Köln, esa ciudad famosa por su catedral y el primer estudio radiofónico para la investigación de la música electrónica, con Karlheinz Stockhausen)

 Yo no supe nada de Ester durante años. Pero un día reapareció desde Alemania. Allá realiza Talleres de Filosofía para Niños, justo como esa película documental que yo les ponía a los estudiantes de 4º ESO en el primer trimestre: "Ce n'est qu'un début" (Sólo es el principio) (2010), dirigida Jean-Pierre Pozzi, Pierre Barougier, para que hicieran el trabajo "Cómo empieza la filosofía".

 Ester ha escrito un libro, "Calista. El misterio del yo y de la libertad", con sus experiencias con esos niños que se preguntan y dialogan entre ellos. Como los niños y niñas de la película de Pozzi y Barougier. "¿Quién soy?", "¿Por qué no puedo hacer siempre lo que quiero?". ¡Oh: "ser", "hacer", "querer", "deber", "poder", "entender"! Palabras simples que encierran "misterios complejos".

 Un libro ilustrado se dirige a los sentidos y al entendimiento, pues, en definitiva, no hay separación posible, como no la hay entre el recuerdo y la percepción, cuando ayer, justo ayer, Ester, desde Colonia (la ciudad de Stockhausen y Alberto Magno), me enseñaba el tema "Amor y Muerte" que preparé el año 2000, cuando llegué a Elche, ¡y aún conserva! Claro, ese tema era yo, y uno, al final, recuerda la verdad del corazón aunque intente expresarse con la austeridad del entendimiento...

 ¡Gracias Ester!

Francisco Huertas Hernández
5 de abril de 2024



Título del libro

Ester Guirao: "Calista. La importancia del yo y de la libertad". Ilustraciones de Elena F. VázquezEditorial Cuatro Hojas

Sobre la autora

 Ester Guirao Serrano (Elche, 1989), profesora de filosofía y filosofía para niños.
Organiza talleres de Filosofía para niños, niñas y adolescentes
hispanohablantes en Colonia, Alemania. Editora del proyecto ArjekidsArjephilo, donde promueve el pensamiento crítico y la exploración filosófica.

 Su lema es «dejarse llevar por el viento del logos», lo que refleja el compromiso con el poder transformador del pensamiento y la búsqueda del conocimiento a través del diálogo y la indagación filosófica

Sobre el libro

 Calista nace en los talleres de Filosofía para niños, niñas y adolescentes que se imparten en la ciudad de Colonia, Alemania, desde hace 5 años. Surge con la idea de conectar un personaje ficticio que busca respuestas a cuestiones que parecen simples. Ese personaje es el reflejo de cada uno de los niños y niñas de los talleres. Las inquietudes de Calista son las inquietudes de los niños y niñas, las preguntas de Calista son las preguntas de los niños y niñas. Las preguntas y las situaciones de las que siente asombro Calista han sido extraídas de los talleres. Por lo tanto, es un personaje con unas inquietudes que han ido adaptándose a las inquietudes de los niños.

 ¿Por qué Calista vive en un mundo diferente al nuestro y solo siente asombro y curiosidad por nuestro mundo?

 Calista vive en Epistemoria, (Episteme-conocimiento, Platón). En Epistemoria hay un lugar llamado “Los jardines de la Reflexión” donde imparte clases no muy convencionales el Maestro (representa a Sócrates, por el método dialéctico, la base del proyecto de FpN). A Calista estas clases la dejan
siempre confusa, por eso busca a su amigo Ideón (representa la Idea de Platón). Ideón nunca le dará la respuestas a sus inquietudes, sino que la invitará a encontrar las respuestas por sí misma.

 Este viaje por nuestro planeta, pone a los niños en el papel de Calista.

 ¿Por qué se hace uso de la correspondencia en la historia?

 Calista, tras visitar nuestro mundo, envía una carta a los niños del Club de las Mentes Inquietas. El método de la correspondencia es usado para mantener una comunicación más activa entre los niños y Calista. He trabajado en estos 5 años el método narración y el método correspondencia. Los niños se han sentido atraídos y activos en el diálogo a través de la correspondencia. Incluso, tras el taller, han llegado a responder a las preguntas que surgen manifestando sus inquietudes. De esta manera hace que la lectura sea más activa y participativa, cumpliendo así el objetivo de fomentar la reflexión, el pensamiento crítico y la curiosidad filosófica desde una edad temprana, creando una base sólida para el crecimiento intelectual y el desarrollo de habilidades de razonamiento en los jóvenes lectores.

 De esta manera se utiliza el cuento vivencial para presentar situaciones complejas que requieren que los niños consideren diferentes perspectivas y lleguen a sus propias conclusiones

 ¿De qué va el libro?

 Un libro de Filosofía para niños y niñas a partir de 6 años. Calista es una niña curiosa de Epistemoria que, incitada siempre por las cuestiones de su maestro y los consejos de su amigo Ideón, realiza viajes a nuestro mundo en busca de respuestas. A través de cartas, Calista desafía a los lectores a
reflexionar sobre el yo, la libertad y la conexión con el mundo. 
 
 La historia invita a participar activamente en el diálogo filosófico en familia o con educadores. Al final del libro tiene una pequeña guía para familiares y educadores para facilitar el diálogo.

El libro por lo tanto se divide en cuatro partes

1- Introducción

2- La importancia del yo: "¿Quién eres?"

3- La importancia de la libertad: "¿Por qué no podemos
hacer siempre lo que nos apetezca?"

4- Guía para familias y educadores/as: Introducción al FpnN y actividades de invitación al diálogo

Ester Guirao en la red

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