miércoles, 29 de noviembre de 2023

Foto filosófica: Platón. Alumna: María Nicolás Bañón. Asignatura: Historia de la Filosofía 2º Bachillerato A. IES Dr. Balmis. Alicante. 2023-2024. Profesor: Francisco Huertas Hernández

Foto filosófica: Platón
Alumna: María Nicolás Bañón
Asignatura: Historia de la Filosofía
2º Bachillerato A. IES Dr. Balmis. Alicante
Curso 2023-2024
Profesor: Francisco Huertas Hernández


Foto filosófica: Platón
Alumna: María Nicolás Bañón
Asignatura: Historia de la Filosofía
2º Bachillerato A. IES Dr. Balmis. Alicante
Curso 2023-2024
Profesor: Francisco Huertas Hernández

 En la foto podemos observar múltiples rotuladores, todos tapados a excepción de uno. Viendo ese rotulador sin tapa se me ha venido a la cabeza la siguiente comparación entre los bolígrafos y el proceso de aprendizaje de los humanos según Platón. De todos los bolígrafos sólo uno puede escribir, ya que los demás llevan una tapa, todos ellos se encuentran en la caverna, viviendo en la ignorancia, a diferencia del morado, que pasando por un largo proceso de aprendizaje ha conseguido quitarse la tapa, ha conseguido salir de la caverna.
 
 Ahora, ese bolígrafo tardará un poco en escribir, ya que jamás lo ha hecho, pues ha vivido mucho tiempo con esa capucha sobre su punta, en la oscuridad (ignorancia). ¿No os ha pasado nunca que después de abrir un bolígrafo por primera vez, le cuesta un par de pasadas escribir? Pues cuando lo hace, quiere decir que ha completado el proceso de aprendizaje superior, en ese momento es conocedor del Bien, y con ello la Justicia, ese bolígrafo está listo para escribir (gobernar) y ofrecernos la escritura (gobierno), pues hemos sido nosotros los que le hemos liberado de su capucha e ignorancia

María Nicolás Bañón
Noviembre de 2023


Comentario del profesor:

 El poder de la analogía, de la metáfora, es el poder del pensamiento creativo que encuentra la relación entre dos conceptos. La metáfora filosófica en Platón tiene un aspecto literario y mítico (toda literatura lo es), y eso ha sabido plasmarlo María con gran intuición y capacidad analítica en esta versión de la Alegoría de la Caverna en la que los prisioneros se han convertido en rotuladores de colores, con capucha. Es difícil explicarlo mejor y más sintéticamente de lo que lo ha hecho ella.
 Solamente nos queda felicitarla, pues es en momentos como éste cuando todos los sinsabores de enseñar dejan paso a la alegría de la luz que se ha hecho, al fin, en algún estudiante. La luz de la creación y la comprensión de la verdad

Francisco Huertas Hernández
29 de noviembre de 2023. 4:44 am

viernes, 24 de noviembre de 2023

Educación en Valores Cívicos y Éticos. 4º ESO B-PR4-C. PDF. Ejercicios 2. Tema 1. Educación, Trabajo, Ocio. Profesor: Francisco Huertas Hernández. 1º Trimestre. 2023-2024. IES Doctor Balmis. Alicante

Educación en Valores Cívicos y Éticos
4º ESO B-PR4-C
PDF Ficha Ejercicios 2. Tema 1
Persona, Sociedad, Estado: Familia, Amistad, Educación, Trabajo, Ocio
Educación, Trabajo & Ocio
Profesor: Francisco Huertas Hernández
Primer Trimestre
Curso 2023-2024
IES Doctor Balmis. Alicante

Educación en Valores Cívicos y Éticos
4º ESO B-PR4-C
PDF Ficha Ejercicios 2. Tema 1
Persona, Sociedad, Estado: Familia, Amistad, Educación, Trabajo, Ocio
Educación, Trabajo & Ocio
Profesor: Francisco Huertas Hernández
Primer Trimestre
Curso 2023-2024
IES Doctor Balmis. Alicante




Epílogo

 La ética es una tarea sin fin, un "humanizarse", lo que equivale a decir, un "perfeccionamiento" constante. En la era del "transhumanismo", "humanizarse" puede ser entendido como una negación del "progreso" que borra la frontera entre humano y máquina. Desde el comienzo de la ética, el "progreso técnico" o económico fue por un lado, y el "progreso moral" por otro. Los humanos somos seres en "progreso", es decir, que nos "hacemos", eligiendo, actuando y modificando los errores de nuestras elecciones y actos.

"Progresar", en sentido estricto, es mejorar. Y el mismo desarrollo biológico de nuestro organismo y nuestro sistema nervioso ya implica un "progreso natural". La discusión sobre si la moral es natural o cultural se puede resolver señalando que sin empatía no hay moral, pero que sin capacidad de evaluar racionalmente los fines (valores), medios (normas), conductas o acciones (costumbres, hábitos) no hay ética. Los sentimientos morales son condición necesaria, pero no suficiente para considerarnos "seres morales". Los sentimientos no "responden" si se les pregunta. Solamente responde la razón, que bien con falacias y demagogia, bien con creencias disfrazadas de argumentos (sesgos cognitivos), o bien con debate público racional en el que la libertad de palabra permite la constitución de una comunidad de diálogo, da cuenta del porqué de nuestros actos. Debemos aspirar a vivir una vida digna y "mejor" que "responda" de sus actos, y asuma las consecuencias de lo ejecutado.

 Como profesor de filosofía, mi balance final es agridulce, o más bien amargo. Esa comunidad ideal de diálogo racional conformada por estudiantes y profesores, está viciada en su origen por la distancia insalvable entre unos y otros. La tecnología ha convertido a los niños en usuarios de videojuegos y a los profesores en trasmisores de una cultura ajena a sus vidas. ¿Los "animatrónicos" son compatibles con la poesía lírica de Garcilaso de la Vega? Aunque hay momentos en que la disposición natural del niño a preguntar y a curiosear en las fronteras de lo desconocido se acerca a la filosofía o la cultura, mantener su atención y generar entusiasmo con la ciencia y la cultura es casi imposible. No hay ningún motivo para ser optimista: la indiferencia y la mala educación hace del trabajo en el aula una tarea inútil, o, en el peor de los casos, nociva para la salud.

 Pero, a pesar de todo, hay que seguir. Los profesores que vendréis después aún tenéis ilusión, y estáis más cerca de los estudiantes. Es probable que internet y las tecnologías de la educación digital amenacen vuestros puestos de trabajo, pero la libertad y el entusiasmo que se engendra y propaga en el encuentro personal de un maestro y un discípulo subsistirá por mucho tiempo... espero

Francisco Huertas Hernández
Viernes, 24 de noviembre de 2023

viernes, 10 de noviembre de 2023

Platón. ¿Quién conoce la justicia?. Alegoría de la Línea. "República". VI. El pintor, el biólogo, el matemático y el filósofo. Interpretación del texto por Francisco Huertas Hernández

Platón. ¿Cuál es el conocimiento más valioso?. Alegoría de la Línea. "República". VI
El pintor, el biólogo, el matemático y el filósofo: ¿quién conoce la justicia?
Interpretación del texto por Francisco Huertas Hernández


Símil de la Línea Dividida
Platón: "República". Libro VI
Pide Sócrates a Glaucón (hermano real de Platón) que divida una línea en dos segmentos desiguales, y, posteriormente, los vuelva a dividir. La desigualdad representa la superioridad del segmento anterior sobre el posterior -que depende de él y lo imita como un reflejo-. Estos 4 segmentos son un símil de la realidad (ontología), el conocimiento (epistemología) y la educación.
La primera división corresponde epistemológicamente a dos niveles de conocimiento: el segmento superior es la ciencia (ἐπιστήμη), un conocimiento universal (objetivo) y necesario de realidades invisibles permanentes (Ideas y objetos matemáticos).
El segundo segmento de esta primera división (más corto, o sea, inferior, imitación del primero) es la opinión (δόξα), un conocimiento particular (subjetivo) y probable de realidades visibles en devenir (cambio) (seres físicos e imágenes).
Volvemos a dividir la línea, y tenemos otros dos segmentos:
La doxa (opinión), un tipo de conocimiento del cuerpo poco claro (verdadero) de lo que parece ser (apariencia).
 Se divide en dos: la sección inferior de la línea es la eikasía (εἰκασία) (imaginación) que capta imágenes (reflejos, sombras...), y la sección superior de la recta es la pistis (πίστις) (creencia del sentido común) que percibe las realidades físicas visibles en el espacio y el tiempo, es decir, en el devenir. Es un conocimiento verosímil (probable), pero no se puede probar, porque no se fundamenta en la razón (λόγος). Puede ser verdadero, pero no sabemos por qué. No podemos justificarlo. Por eso es opinión.
La importancia de la vista en este tipo de conocimiento revela también su fragilidad: lo que vemos (objeto percibido) necesita de la luz (aunque casi siempre permanece en sombras, por lo que es poco claro) y está en movimiento (por lo que es borroso: falta de distinción). Nada de lo que se ve, "es", únicamente "parece ser". La realidad (mundo) visible, para Platón, es una especie de "alucinación" del cuerpo.
Para "elevarnos" por encima del cuerpo, el alma capta realidades permanentes, que "son" (esencias), mediante la razón
 Este tipo de conocimiento se denomina episteme (ciencia). La simetría entre la realidad inteligible y la sensible es la relación proporcional entre "original" pensado y "copias" visibles. En Platón, siguiendo a Parménides, lo que es pensado, "es". Coinciden el pensamiento y el ser. Son las "Ideas". Pero, para mantener la simetría tiene que volver a dividir en dos el ámbito inteligible.
 El subsegmento inferiormenos claro (verdadero) de lo inteligible pertenece a la dianoia (διάνοια) (pensamiento, razonamiento discursivo) propio de las matemáticas, que usan la "demostración", una captación indirecta de la verdad, siguiendo pasos deductivos.
 El subsegmento superior es el nivel supremo del conocimiento: la noesis (νόησις) (intuición) que permite al alma racional captar las Ideas, sus relaciones y su conexión con el Bien Absoluto y la Idea de Bien, directamente, pues la intuición es el conocimiento más claro
En Diálogos posteriores ("Sofista", "Político", "Filebo") Platón explicó el método dialéctico propio del filósofo como una división dual de géneros y especies, que, más tarde, usó Aristóteles. La división (διαίρεσις, diairesis) de lo real inteligible permite su definición, clasificación y relación.
El filósofo como persona que sabe definir retoma la enseñanza socrática que buscaba definir las virtudes. Platón concibe al filósofo como el gran taxónomo de la realidad (ser) mediante la razón, y no la observación, de la que partirá Aristóteles en su giro empirista

 La justicia es el conocimiento más necesario, pues de ella depende la salud del alma individual y el alma de la ciudad. La justicia es la virtud unificadora (armonizadora) de la moderación, la valentía y la prudencia, y, como tal, solamente puede ser contemplada (intuida) por la persona que haya purificado su alma mediante el conocimiento, en un larguísimo proceso educativo de 35 años, que pasa del adiestramiento físico, al placer de las artes, la observación de la naturaleza en devenir, luego, por la lenta demostración matemática, y, finalmente, asciende hasta la intuición de las verdades (éticas y metafísicas) supremas, entre las que se alza la Justicia.


 El símil (analogía) o alegoría de la Línea dividida es un difícil texto de Platón, en su libro "República", Libro VI. Éste es el fragmento:

— Sócrates: Toma, pues, una línea que esté cortada en dos segmentos desigualesvuelve a cortar cada uno de los segmentos, el del género visible y el del inteligible, siguiendo la misma proporción. Entonces tendrás, clasificados según la mayor claridad u oscuridad de cada uno: en el mundo visible, un primer segmento, el de las imágenes. Llamo imágenes ante todo a las sombras, y en segundo lugar, a las figuras que se forman en el agua y en todo lo que es compacto, pulido y brillante, y a otras cosas semejantes, si es que me entiendes"

...

 — Sócrates: Pues bien, aprende ahora que sitúo en el segundo segmento de la región inteligible aquello a que alcanza por sí misma la razón valiéndose del poder dialéctico y considerando las hipótesis no como principios, sino como verdaderas hipótesis, es decir, peldaños y trampolines que la eleven hasta lo no hipotético, hasta el principio de todo; y una vez haya llegado a éste, irá pasando de una a otra de las deducciones que de él dependen hasta que, de ese modo, descienda a la conclusión sin recurrir en absoluto a nada sensible, antes bien, usando solamente de las ideas tomadas en sí mismas, pasando de una a otra y terminando en las ideas.

— Glaucón: Ya me doy cuenta -dijo-, aunque no perfectamente pues me parece muy grande la empresa a que te refieres, de que lo que intentas es dejar sentado que es más clara la visión del ser y de lo inteligible que proporciona la ciencia dialéctica que la que proporcionan las llamadas artes, a las cuales sirven de principios las hipótesis; pues aunque quienes las estudian se ven obligados a contemplar los objetos por medio del pensamiento y no de los sentidos, sin embargo, como no investigan remontándose al principio, sino partiendo de hipótesis, por eso te parece a ti que no adquieren conocimiento de esos objetos que son, empero, inteligibles cuando están en relación con un principio. Y creo también que a la operación de los geómetras y demás la llamas pensamiento, pero no inteligencia, porque el pensamiento es algo que está entre la simple creencia y la inteligencia"

 — Sócrates: Lo has entendido -dije- con toda perfección. Ahora aplícame a los cuatro segmentos estas cuatro operaciones que realiza el alma: la inteligencia (νόησις - nóesis), al más elevado; el pensamiento (διάνοια - diánoia), al segundo; al tercero dale la creencia (πίστις - pístis) y al último la imaginación (εἰκασία - eikasía); y ponlos en orden, considerando que cada uno de ellos participa tanto más de la claridad cuanto más participen de la verdad los objetos a que se aplica"

( ὥσπερ λέγομεν , δύο αὐτὼ εἶναι , καὶ βασιλε ύειν τὸ μὲν νοητοῦ γένους τε καὶ τόπου , τὸ δ᾽ αὖ ὁρατοῦ , ἵνα μὴ οὐρανο ῦ εἰπὼν δόξω σοι σοφίζεσθαι περὶ τὸ ὄνομα . ἀλλ᾽ οὖν ἔχεις ταῦτα διττὰ εἴδη, ὁρατόν, νοητόν;

ἔχω .

ὥσπερ τοίνυν γραμμὴν δίχα τετμημένην λαβὼν ἄνισα τμήματα, πάλιν τέμνε ἑκάτερον τὸ τμῆμα ἀνὰ τὸν αὐτὸν λόγον , τό τε τοῦ ὁρωμένου γένους καὶ τὸ τοῦ νοουμένου , καί σοι ἔσται σαφηνείᾳ καὶ ἀσαφείᾳ πρὸς ἄλληλα ἐν μ ὲν τῷ ὁρωμένῳ τὸ μὲν ἕτερον τμῆμα εἰκόνες — λέγω δὲ τὰς εἰκόνας πρῶτον

  μὲν τὰς σκιάς, ἔπειτα τὰ ἐν τοῖς ὕδασι φαντάσματα καὶ ἐν τοῖς ὅσα πυκνά τε καὶ λεῖα καὶ φανὰ συνέστηκεν, καὶ πᾶν τὸ τοιοῦτον, εἰ κατανοεῖς.
ἀλλὰ κατανοῶ.

τὸ τοίνυν ἕτερον τίθει ᾧ τοῦτο ἔοικεν, τά τε περὶ ἡμᾶς ζῷς καὶ πᾶν τὸ φυτευτὸν καὶ τὸ σκευαστὸν ὅλον γένος.

τίθημι, ἔφη.

ἦ καὶ ἐθέλοις ἂν αὐτὸ φάναι, ἦν δ᾽ ἐγώ, διῃρῆσθαι ἀληθείᾳ τε καὶ μή, ὡς τὸ δοξαστὸν πρὸς τὸ γνωστόν, οὕτω τὸ ὁμοιωθὲν πρὸς τὸ ᾧ ὡμοιώθη;

 ἔγωγ᾽, ἔφη, καὶ μάλα.

σκόπει δὴ αὖ καὶ τὴν τοῦ νοητοῦ τομὴν ᾗ τμητέον.

πῇ;

ἧι τὸ μὲν αὐτοῦ τοῖς τότε μιμηθεῖσιν ὡς εἰκόσιν χρωμένη ψυχὴ ζητεῖν ἀναγκάζεται ἐξ ὑποθέσεων, οὐκ ἐπ᾽ ἀρχὴν πορευομένη ἀλλ᾽ ἐπὶ τελευτήν, τὸ δ᾽ αὖ ἕτερον—τὸ ἐπ᾽ ἀρχὴν ἀνυπόθετον—ἐξ ὑποθέσεως ἰοῦσα καὶ ἄνευ τῶν περὶ ἐκεῖνο εἰκόνων, αὐτοῖς εἴδεσι δι᾽ αὐτῶν τὴν μέθοδον ποιουμένη.

ταῦτ᾽, ἔφη, ἃ λέγεις, οὐχ ἱκανῶς ἔμαθον.

 ἀλλ᾽ αὖθις, ἦν δ᾽ ἐγώ: ῥᾷον γὰρ τούτων προειρημένων μαθήσῃ. οἶμαι γάρ σε εἰδέναι ὅτι οἱ περὶ τὰς γεωμετρίας τε καὶ λογισμοὺς καὶ τὰ τοιαῦτα πραγματευόμενοι, ὑποθέμενοι τό τε περιττὸν καὶ τὸ ἄρτιον καὶ τὰ σχήματα καὶ γωνιῶν τριττὰ εἴδη καὶ ἄλλα τούτων ἀδελφὰ καθ᾽ ἑκάστην μέθοδον, ταῦτα μὲν ὡς εἰδότες, ποιησάμενοι ὑποθέσεις αὐτά, οὐδένα λόγον οὔτε αὑτοῖς οὔτε ἄλλοις ἔτι ἀξιοῦσι περὶ αὐτῶν διδόναι

  ὡς παντὶ φανερῶν, ἐκ τούτων δ᾽ ἀρχόμενοι τὰ λοιπὰ ἤδη διεξιόντες τελευτῶσιν ὁμολογουμένως ἐπὶ τοῦτο οὗ ἂν ἐπὶ σκέψιν ὁρμήσωσι.
πάνυ μὲν οὖν, ἔφη, τοῦτό γε οἶδα.

οὐκοῦν καὶ ὅτι τοῖς ὁρωμένοις εἴδεσι προσχρῶνται καὶ τοὺς λόγους περὶ αὐτῶν ποιοῦνται, οὐ περὶ τούτων διανοούμενοι, ἀλλ᾽ ἐκείνων πέρι οἷς ταῦτα ἔοικε, τοῦ τετραγώνου αὐτοῦ ἕνεκα τοὺς λόγους ποιούμενοι καὶ διαμέτρου αὐτῆς, ἀλλ᾽ οὐ

  ταύτης ἣν γράφουσιν, καὶ τἆλλα οὕτως, αὐτὰ μὲν ταῦτα ἃ πλάττουσίν τε καὶ γράφουσιν, ὧν καὶ σκιαὶ καὶ ἐν ὕδασιν εἰκόνες εἰσίν, τούτοις μὲν ὡς εἰκόσιν αὖ χρώμενοι, ζητοῦντες

  δὲ αὐτὰ ἐκεῖνα ἰδεῖν ἃ οὐκ ἂν ἄλλως ἴδοι τις ἢ τῇ διανοίᾳ.
ἀληθῆ, ἔφη, λέγεις.

τοῦτο τοίνυν νοητὸν μὲν τὸ εἶδος ἔλεγον, ὑποθέσεσι δ᾽ ἀναγκαζομένην ψυχὴν χρῆσθαι περὶ τὴν ζήτησιν αὐτοῦ, οὐκ ἐπ᾽ ἀρχὴν ἰοῦσαν, ὡς οὐ δυναμένην τῶν ὑποθέσεων ἀνωτέρω ἐκβαίνειν, εἰκόσι δὲ χρωμένην αὐτοῖς τοῖς ὑπὸ τῶν κάτω ἀπεικασθεῖσιν καὶ ἐκείνοις πρὸς ἐκεῖνα ὡς ἐναργέσι δεδοξασμένοις τε καὶ τετιμημένοις.

 μανθάνω, ἔφη, ὅτι τὸ ὑπὸ ταῖς γεωμετρίαις τε καὶ ταῖς ταύτης ἀδελφαῖς τέχναις λέγεις.

τὸ τοίνυν ἕτερον μάνθανε τμῆμα τοῦ νοητοῦ λέγοντά με τοῦτο οὗ αὐτὸς ὁ λόγος ἅπτεται τῇ τοῦ διαλέγεσθαι δυνάμει, τὰς ὑποθέσεις ποιούμενος οὐκ ἀρχὰς ἀλλὰ τῷ ὄντι ὑποθέσεις, οἷον ἐπιβάσεις τε καὶ ὁρμάς, ἵνα μέχρι τοῦ ἀνυποθέτου ἐπὶ τὴν τοῦ παντὸς ἀρχὴν ἰών, ἁψάμενος αὐτῆς, πάλιν αὖ ἐχόμενος τῶν ἐκείνης ἐχομένων, οὕτως ἐπὶ τελευτὴν καταβαίνῃ,

  αἰσθητῷ παντάπασιν οὐδενὶ προσχρώμενος, ἀλλ᾽ εἴδεσιν αὐτοῖς δι᾽ αὐτῶν εἰς αὐτά, καὶ τελευτᾷ εἰς εἴδη.
μανθάνω, ἔφη, ἱκανῶς μὲν οὔ—δοκεῖς γάρ μοι συχνὸν ἔργον λέγειν—ὅτι μέντοι βούλει διορίζειν σαφέστερον εἶναι τὸ ὑπὸ τῆς τοῦ διαλέγεσθαι ἐπιστήμης τοῦ ὄντος τε καὶ νοητοῦ θεωρούμενον ἢ τὸ ὑπὸ τῶν τεχνῶν καλουμένων, αἷς αἱ ὑποθέσεις ἀρχαὶ καὶ διανοίᾳ μὲν ἀναγκάζονται ἀλλὰ μὴ αἰσθήσεσιν αὐτὰ θεᾶσθαι οἱ θεώμενοι, διὰ δὲ τὸ μὴ ἐπ᾽ ἀρχὴν

  ἀνελθόντες σκοπεῖν ἀλλ᾽ ἐξ ὑποθέσεων, νοῦν οὐκ ἴσχειν περὶ αὐτὰ δοκοῦσί σοι, καίτοι νοητῶν ὄντων μετὰ ἀρχῆς. διάνοιαν δὲ καλεῖν μοι δοκεῖς τὴν τῶν γεωμετρικῶν τε καὶ τὴν τῶν τοιούτων ἕξιν ἀλλ᾽ οὐ νοῦν, ὡς μεταξύ τι δόξης τε καὶ νοῦ τὴν διάνοιαν οὖσαν.
ἱκανώτατα, ἦν δ᾽ ἐγώ, ἀπεδέξω. καί μοι ἐπὶ τοῖς τέτταρσι τμήμασι τέτταρα ταῦτα παθήματα ἐν τῇ ψυχῇ γιγνόμενα λαβέ, νόησιν μὲν ἐπὶ τῷ ἀνωτάτω, διάνοιαν

  δὲ ἐπὶ τῷ δευτέρῳ, τῷ τρίτῳ δὲ πίστιν ἀπόδος καὶ τῷ τελευταίῳ εἰκασίαν, καὶ τάξον αὐτὰ ἀνὰ λόγον, ὥσπερ ἐφ᾽ οἷς ἐστιν ἀληθείας μετέχει, οὕτω ταῦτα σαφηνείας ἡγησάμενος μετέχειν)







Símil de la Línea Dividida
Platón


El pintor, el biólogo, el matemático y el filósofo hablan de la justicia


 En el enlace de arriba puede leerse un completo análisis del texto. Sin embargo, hoy propongo una nueva interpretación del pasaje conclusivo (511e) acerca de "las cuatro operaciones del alma": a) imaginación (eikasía); b) observación (pistis); c) medida y cálculo cuantitativo (dianoia); d) inteligencia cualitativa (noesis)
 Las dos primeras dependen del cuerpo (sentido de la vista, oído...) aunque se "procesan" en el alma. Por eso Platón escribe "καί μοι ἐπὶ τοῖς τέτταρσι τμήμασι τέτταρα ταῦτα παθήματα ἐν τῇ ψυχῇ γιγνόμενα λαβέ". 

 Si personificamos estas cuatro operaciones del alma tendremos cuatro tipos de actividad intelectual: a) el artista crea imágenes por tener una imaginación muy desarrollada. Por ejemplo, el pintor (del que Platón habla más de una vez); b) el "científico" que observa la naturaleza (realidad física en devenir). Por ejemplo, el biólogo; c) el matemático, que mide y calcula el espacio y usa series numéricas temporales. El matemático tiene un pie en lo sensible, porque se ayuda de signos visibles (dibuja ángulos, figuras geométricas, trazos numéricos) y parte de hipótesis (existencia de tres clases de ángulos, existencia de números pares e impares...) aunque no se remonta al "principio" (la definición de las ideas y el conocimiento del Bien). Para el matemático la realidad (inteligible) es "cantidad" (cuantitativa), algo que admite grados de comparación (homogeneidad), o es medido espacialmente (geometría), o es contado en una serie numérica (aritmética) como conjunto de elementos de un todo. Pero la realidad no es comprendida en su "esencia" por el matemático. Sólo en su "representación inteligible" espacial y temporal. Las "demostraciones" (deducciones) matemáticas, al ser cuantitativas, son indirectas, largas, lentas e inseguras, pues deben encadenar pasos que dependen unos de otros, para llegar a una conclusión; d) el filósofo o dialéctico, que se ha "elevado" por encima de lo cuantitativo a lo cualitativo, y por eso puede intuir (captar directamente) la esencia de cada cosa (Idea), es decir, "definirla", y esto es posible porque cada "realidad" (Idea) es perfecta y luminosa al participar del Bien, que es la Perfección. Cada esencia es "diferente" de otra, es "heterogénea". Y, al mismo tiempo, es "idéntica" a sí misma, en tanto que sus características propias son permanentes, eternas. La intuición de la "diferencia" (alteridad) y la "identidad" de cada Idea (ser) es una captación directa del alma, pues ésta ya ha sido "entrenada" en el proceso del razonamiento deductivo matemático y está preparada para "descubrir" ("recordar") la significación y el sentido intrínseco de la realidad, es decir, su esencia, no su medida. El valor del ser -incluyendo el alma humana- no está en su extensión sino en su intensión, o sea, su "esencia".


 Ya se han sentado en la mesa del debate el pintor, el biólogo, el matemático y el filósofo. Y ahora, Platón les lanza la pregunta más importante para la vida humana: ¿qué es la justicia? Solamente sabiendo lo que "es" podremos "aplicarla" (intelectualismo moral socrático-platónico). La salud del alma es la justicia, tal como la del cuerpo lo es la dieta y el ejercicio físico. Para curar los cuerpos están los médicos, pero para curar las almas tenemos a los filósofos porque únicamente ellos son capaces de definir qué es la justicia, y el conocimiento de la virtud (en este caso, la justicia) implica su realización. La voluntad obedece al intelecto (razón). Por eso Platón es "intelectualista": si entiendo lo mejor, lo quiero y lo hago. Muy distintos son los "voluntaristas" para quienes la realización de la virtud, es decir, la conducta moral, es independiente del conocimiento, y se basa en los buenos sentimientos o intenciones. Así el filósofo cura la verdadera enfermedad del alma (individual y social): la "injusticia".


 Preguntemos a los "4 sabios" convocados en esta asamblea: a) ¿Qué nos tiene que decir el pintor acerca de la justicia? Nada. La justicia no es la diosa Themis, una figura coloreada de una señora con los ojos tapados y una balanza; b) ¿Qué nos tiene que decir el biólogo, el observador de plantas, animales, células y ecosistemas, sobre la virtud más importante, la justicia? Nada. La justicia no es una propiedad observable en los procesos físico-químicos de la vida; c) ¿Qué nos dirá el matemático sobre la justicia? Nada. O, quizás, algo, pero insuficiente. No podrá definirla aunque intente reducirla a una fórmula, una ecuación que mida ciertos parámetros, ciertas variables, pero sin saber por qué. No nos dirá qué es la justicia, en su esenciad) ¿Y el filósofo qué dirá de la justicia? Éste, que ha pasado previamente por todos los escalones de la imaginación, la observación y el cálculo, sí podrá definirla. Si la definición se ajusta al ser de la "Idea" de Justicia, es decir, si expresa una definición de su esencia, habrá encontrado el pharmakon, el medicamento, que curará del peor de los males: la injusticia. Este sabio dialéctico (usa el diálogo y reconoce la separación de la esencia de sus manifestaciones sensibles en las copias múltiples y fugaces) ha intuido que la Justicia puede ser conocida y comunicada porque participa del Bien. Y esto es una "iluminación" intelectual, una intuición directa. Solamente hay conocimiento directo de algo cuando esto es claro, iluminado por el ser y la verdad del Bien. Nuestra razón ha sido iluminada porque la hemos "abierto" al Ser, a la Luz. Esa es la metáfora del Sol y de la salida de la Caverna. Es la intuición (noesis) que nos ha abierto el alma a la verdad y el ser, porque previamente hemos escalado toda la escarpada subida desde las profundidades de la caverna donde reinan las confusas imaginación y percepción, y un primer contacto con el exterior en el que aún no podemos "alzar" la vista sino conformarnos con las "imágenes inteligibles" de las "formas matemáticas" que "representan" las "esencias", pero no lo son. Recordemos ese pasaje del prisionero mirando los reflejos de los seres del exterior en el agua. Esa intuición (synopsis, insight, einsicht) -comprensión súbita- de la que hablaron los psicólogos de la Gestalt siguiendo a Kant, o, más exactamente, este texto de la Línea de Platón, que sienta la bases de la superioridad de un conocimiento cualitativo directo y simple del mundo, separado de sus accidentes sensibles, y su estructura espacio-temporal cuantitativa, puede remitir a la reducción eidética de la Fenomenología de Husserl.

 El pintor alegra la vista, el biólogo sosiega el perpetuum mobile de la Naturaleza, el matemático rentabiliza el espacio y el tiempo midiéndolos, pero el filósofo, ajeno a la alegría, el sosiego y la rentabilidad, dice la verdad que cura las almas porque es un buscador de luz

Francisco Huertas Hernández
Viernes, 10 de noviembre de 2023

domingo, 5 de noviembre de 2023

La "maldad" humana. Reflexión filosófica ilustrada. Francisco Huertas Hernández

La "maldad" humana. Reflexión filosófica ilustrada
Francisco Huertas Hernández



Secuencia de un crimen
1- Valla de una finca con aviso de no dar de comer a los animales: "No echar comida dentro de mi patio. Alimenten a los animales en el suyo"
27 mayo 2023
La Unión (Murcia). España
Fotografías: Francisco Huertas Hernández

Secuencia de un crimen
2- Gato envenenado a la puerta de una finca con aviso de no dar de comer a los animales
27 mayo 2023
La Unión (Murcia). España
Fotografías: Francisco Huertas Hernández


"Mitleid mit Tieren hängt mit der Güte des Charakters so genau zusammen, dass man zuversichtlich behaupten darf: wer gegen Tiere grausam ist, kann kein guter Mensch sein"

(La compasión por los animales está tan estrechamente relacionada con la bondad de carácter que se puede afirmar con seguridad: quien es cruel con los animales no puede ser una buena persona)

Arthur Schopenhauer (1788-1860): "Die beiden Grundprobleme der Ethik" (1841). Preisschrift über die Grundlage der Moral, § 19


 El "problema del mal" es el más terrible de los que enfrenta el ser humano. Es la "pesadilla" que continúa al despertar, como el cuento más breve del mundo: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí", de Augusto Monterroso (1921-2003)

 Pero, ¿a qué llamamos "mal"?  La palabra es polisémica, o anfibológica (doble sentido), y, en todo caso, ambigua. El mal es la ausencia de bien. En la filosofía de Platón (427-347 aC) no es "algo" en sí, y surge de la falta de perfección o participación del Bien, y, en el caso del alma humana, de la ignorancia. La "carencia" es un "vacío" de "ser" que amenaza la plenitud, y nos acerca a la "nada". Así la enfermedad no es más que la ausencia de salud, la ignorancia ausencia de saber, la fealdad carencia de belleza, y la oscuridad falta de luz. Lo "no-ente" solamente puede "decirse" por la vía de la negación: lo que no es.

 En San Agustín de Hipona (354-430), siguiendo a Platón, el mal es privación, impotencia, infertilidad, por alejamiento de Dios. Es la "finitud" el origen del mal. Si Dios es infinitamente bueno y todopoderoso: ¿de dónde procede el mal? Este desasosegante problema atormentará a los creyentes, y no tiene fácil solución. Que el mal no es "ser", y, por tanto, no "creado" por Dios, es una respuesta poco convincente. Es "corrupción", o "privación" de "ser".

 Es necesario distinguir entre el "mal físico" (finitud de la naturaleza, imprevisibilidad de la naturaleza que trae desgracia al ser humano: catástrofes naturales, enfermedad, muerte) y el "mal moral" (daño voluntario -e, incluso, involuntario- causado por el hombre a otros seres sintientes). El "mal moral" queda asociado a la ética. Ésta permite juzgar -y condenar- a la persona que lo comete (y solidarizarse con quien lo padece). La ética se convierte en derecho, y el castigo moral (reprobación) se transforma en sanción legal (cárcel). Lamentablemente una enorme cantidad de mal moral en el mundo no es delito, o queda sin descubrir. Y legiones de personas que se complacen en el sufrimiento de otros duermen tranquilamente cada noche.

 La "maldad" humana es otro nombre que recibe el "mal moral" voluntario, o "perversidad". La psiquiatría y el cine han planteado si puede existir una persona completamente malvada, deliberadamente (intencionadamente y sabiendo el daño que causan sus acciones)

 ¿Qué es la "maldad"?. El DRAE la define como "acción mala e injusta". Y define "mal" como "lo contrario al bien, lo que se aparta de lo lícito y honesto" y "daño u ofensa que alguien recibe en su persona o hacienda", dejando aparte el "mal natural" no deliberado, el causado por la naturaleza (enfermedades, terremotos...). La "injusticia" y el "daño" son las características esenciales del "mal moral" (deliberado, voluntario). La injusticia (como concepto negativo designa solo una "ausencia") no se define, por lo que el DRAE nos remite a "justicia": "principio moral que lleva a determinar que todos deben vivir honestamente" (acepción vacía de contenido, por no precisar qué es la honestidad), o "derecho, razón, equidad". Esta última acepción nos acerca a la dimensión filosófico-jurídica de la "justicia": el respeto de nuestros derechos y los de los otros, la racionalidad de nuestras decisiones y acciones y las que recibimos de los demás, y la equidad (dar a cada uno lo que merece)

 Dicho en otras palabras, la maldad deliberada es la injusticia que causa daño, porque se trata a los demás como "medios" (cosas), sin respetar sus derechos ni la igualdad o equidad que nos debemos como seres racionales dotados de dignidad y valor. Ser malvado es ser irracional. No hay razón para tratar a nuestros semejantes como "cosas" a nuestro servicio. No basta con la empatía emocional (básica) sino que hay que añadir una "racionalidad" (saber qué debemos hacer y cuáles son las consecuencias de nuestras acciones) que trate a los demás como seres racionales como nosotros. Esto es lo que propone el filósofo Immanuel Kant (1724-1804)

 El enfoque kantiano es antropocéntrico, o "especista" (creencia según la cual el ser humano es superior al resto de los animales, y por ello puede utilizarlos en beneficio propio), y no tiene en cuenta a los animales como "seres sintientes"
 Los animales son seres vivos con capacidad de sufrir, y como dijo el pensador Jeremy Bentham (1748-1832):

"The question is not can they reason? Nor, can they talk? But can they suffer?" 
(Bentham, J. 1789. "An Introduction to the Principles of Morals and Legislation". Chapter XVII)

 "La cuestión no es si pueden (los animales) razonar. Ni si pueden hablar. ¿Pero pueden sufrir?" 
(Jeremy Bentham. 1789. "Introducción a los Principios de la Moral y la Legislación". Capítulo XVII)

 El mismo año en que se produjo la Revolución Francesa escribió este pensador británico que no sólo los seres humanos debían tener derechos. La libertad, la igualdad y la fraternidad eran los principios de esta Revolución contra la opresión de la Monarquía Absoluta. Pero, ¿cómo se seguía olvidando a nuestros hermanos animales? No es lo importante que los animales puedan tener capacidad de razonar ni de hablar, resolver problemas matemáticos, fabricar herramientas, tener ciencias, arte o moral. Los animales sufren dolor físico y psíquico. Cuanto más desarrollado esté su sistema nervioso más sufren. ¿Por qué el ser humano puede seguir despreciando el sufrimiento animal? Tienen derecho a no sufrir. Bentham fue el primer autor occidental importante que habló de los derechos de los animales, justo en 1789.

 Y el mal extiende su sombra sobre la existencia individual y social del ser humano

 El origen del mal es un problema filosófico y teológico que ha tenido, al menos, tres grandes respuestas: a) es fruto de un poder exterior al hombre (diabólico); b) es la ausencia de bien, y no tiene existencia propia, surgiendo de la ignorancia o el azar; c) es consecuencia del libre albedrío humano, que puede elegir entre lo bueno y lo malo. El mal sería fruto de la libre decisión humana, y tendría un componente interno.

 La literatura de terror y el cine que de ella deriva, siguen la primera línea o la tercera, pero las mezclan: el ser humano estaría poseído en su interior de una fuerza maligna -animal, criminal, enloquecida- que le privaría, o bien de elegir lo correcto, o bien de quererlo.

 El tiempo presente es uno de los más oscuros y malvados que la humanidad ha vivido. El avance moral que supuso extender el "círculo de consideración moral" propuesto por el filósofo Peter Singer (1946) en su libro "The Expanding Circle" (1981) con la idea de que los seres humanos a lo largo del tiempo han ido extendiendo su círculo de consideración moral, es decir, de respeto a los derechos de otros seres: de los varones europeos a otras razas, a las mujeres, niños, prisioneros, discapacitados, y animales, capaces de sufrir como nosotros, no se ha mantenido, pues las "fuerzas" malignas han pervivido: el egoísmo y la codicia, la carencia de empatía y psicopatía (amoralidad), el narcisismo, la arrogancia, el sadismo, el rencor u odio visceral, y, muy probablemente, la "pulsión de muerte" (Todestrieb) señalada por Sigmund Freud (1856-1939) en "Jenseits des Lustprinzips" (Más allá del Principio del Placer) (1920), instintiva tendencia a reducir las tensiones regresando al estado inorgánico, y manifestándose en la autodestrucción (melancolía) y la agresión externa.

 Vivimos en un mundo donde la ley consagra la injusticia, y la indiferencia es el peor de los males morales. La filósofa Hannah Arendt (1906-1975) denominó "banalidad del mal" (Banalität des Bösen) al fenómeno social según el cual algunas personas actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre la repercusión de sus actos, limitándose a cumplir (obedecer) las órdenes recibidas
 El fanatismo, que incluye la "deshumanización del otro", se conjuga con la indiferencia, de manera aterradora, creando monstruos morales que justifican cualquier cosa. Cualquiera que escuche a los dirigentes europeos, a sus medios de comunicación (propaganda), y a sus "intelectuales" comprenderá esto. Hoy el nazismo está más vivo que nunca, pues, dialécticamente, lo encarnan quienes históricamente parecieron haberlo combatido y padecido. 

 En la infancia, la desobediencia del niño al mundo adulto es calificada como maldad. La transgresión de las prohibiciones. Cuando somos mayores, y, por tanto, sujetos morales, la obediencia puede ser signo de irracionalidad, ignoranciacobardía, indiferencia y fanatismo.

 El esfuerzo racional por comprender el mundo y nuestro modo de estar en él exige estar en guardia ante el discurso dominante del poder. El activista afroamericano Malcolm X (Malcolm Little, El-Hajj Malik El-Shabazz) (1925-1965) escribió: "If you're not careful, the newspapers will have you hating the people who are being oppressed, and loving the people who are doing the oppressing" (Si no estás prevenido ante los medios de comunicación, te harán amar al opresor y odiar al oprimido), y fue asesinado como Martin Luther King (1929-1968). El sociólogo Johan Galtung (1930) amplió el concepto de violencia, añadiendo a la visible (directa), la violencia cultural que protege y justifica la violencia estructural (impide la satisfacción de las necesidades humanas), y que Malcolm X denunció. 


 La maldad humana oscila entre la pulsión de muerte (biológica) que se introyecta y nos aleja de la salud, el placer, la felicidad y la acción vital, la crueldad con animales y personas, la ignorancia expresada en la indiferencia y fanatismo promovido por los medios de incomunicación, y la agresión egoísta (codicia) incapaz de experimentar a los otros seres sufrientes como "semejantes".

Francisco Huertas Hernández
Domingo, 5 de noviembre de 2023