Dibujo realizado por la alumna Hiba Afailal Bakalil
4º ESO B. IES Doctor Balmis. Alicante
Asignatura: Educación en Valores Cívicos y Éticos
Clase nº 3. Miércoles 20 de septiembre de 2023
¿Podemos interpretar este modelo manga como un ser encadenado por ataduras externas (sociales) que limitan sus afectos y pensamientos? ¿Y no es también el instinto un obstáculo que la razón debe vencer en los seres humanos?
Conducta humana triple: instintiva, afectiva y racional
Ética. 4º ESO B-PR4
Clase nº 3. Miércoles 20 de septiembre de 2023
Profesor: Francisco Huertas Hernández
Curso 2023-2024
IES Dr. Balmis. Alicante
Pizarra escrita por Bochra Sassi Lazdam
El ser humano es complejo. Por un lado es un animal perteneciente a la especie Homo Sapiens (eucariota, animalia, cordado, vertebrado, tetrápodo, mamífero, placentario, primate y homínido), y por ello tiene instintos (conducta genética innata -no aprendida-, común a todos los miembros de una especie, no consciente, cuya finalidad es la adaptación al medio). Tradicionalmente se han dividido los instintos en dos grandes grupos: a) de supervivencia (protege la vida del individuo); b) de reproducción (protege la existencia de la especie). Muchos autores niegan la existencia de instintos en los seres humanos. Aunque esto no es cierto. Por ejemplo afirman que el instinto de supervivencia no es necesario en el humano porque la sociedad (familia) le protege desde su nacimiento. Y el instinto de reproducción queda relegado por factores culturales (morales, religiosos) y un hedonismo que multiplica los objetos de deseo. Algunos científicos han encontrado un sorprendente "instinto religioso" en las personas, asociado con el lóbulo parietal. Sigmund Freud (1856-1939) sustituyó los instintos por "pulsiones" (Triebe) de "vida" (Lebenstriebe) (deseo sexual y hambre) y de "muerte" (Todestriebe) (destrucción). Konrad Lorenz (1903-1989), fundador de la etología (ciencia del comportamiento animal en su medio natural) explica los "instintos" como "pautas fijas de acción" desencadenadas por "estímulos llave".
Las zonas del encéfalo (Sistema Nervioso Central) relacionadas con los instintos son el tronco encefálico y el sistema límbico.
El Homo Sapiens, como especie animal, también tiene una conducta afectiva, es decir, experimenta emociones (reacciones psicofisiológicas espontáneas y automáticas. Hay seis emociones básicas: alegría, tristeza, miedo, ira, asco, sorpresa) y sentimientos (interpretación de las emociones, relacionados con el entorno cultural, y modificables por nuestras ideas. Tomar conciencia de una emoción la convierte en un sentimiento, dice Huberto Maturana). La importancia de la conducta afectiva en los mamíferos es bien conocida. El ejemplo del amor de los perros a sus dueños, que desarrollan un apego inquebrantable desde que son cachorros. Desde las investigaciones de Paul Broca (1824-1880) y James Papez (1883-1958) sabemos que las emociones están asociadas al sistema límbico (hipotálamo, giro cingulado, hipocampo, amígdala), una parte del cerebro bajo la corteza. La amígdala cerebral tiene relación con la emoción del miedo. El hipotálamo se vincula con estados de ánimo (alegría, tristeza). También se sabe que otra zona del encéfalo, el cerebelo está relacionado con las emociones. Y el hemisferio derecho del cerebro es el emocional, mientras que el hemisferio izquierdo es el racional.
El placer es una satisfacción real o anticipada de una necesidad o un deseo. Produce dopaminas (neurotransmisor catecolaminérgico más importante del Sistema Nervioso Central (SNC) de los mamíferos). Tiende a ir unido a las emociones positivas, aunque puede darse en el caso de conductas sadomasoquistas mezclado con el dolor y los sentimientos negativos. Los filósofos hedonistas, como Epicuro de Samos (341-270 aC) identificaron el placer con la felicidad. Para Epicuro, la búsqueda del placer es natural en una persona, es decir, el placer es innato. El ser humano consigue placer reduciendo o eliminando el dolor (hambre, sed, necesidad de calor, de seguridad, etc.)
Y, finalmente, la parte más activa y elevada de la conducta humana es la racional. El uso de la razón. Definir qué es la razón es complejo. La Real Academia de la Lengua Española da una definición muy pobre: "facultad de discurrir". "Discurrir" es "pensar o reflexionar sobre algo". Podríamos decir que la razón es una capacidad exclusivamente humana (por eso somos Homo Sapiens) que permite pensar, hablar, calcular, tomar decisiones, distinguir lo verdadero de lo falso, distinguir lo bueno de la malo (esto se llama "conciencia moral"), y distinguir lo real de lo imaginario. Esta última función es la que desaparece al "perder el uso de razón", en casos de enfermedades mentales graves, abuso de sustancias, o falta de madurez racional. Se considera que los niños desarrollan la razón sobre los siete años.
Una de las falsas creencias de los filósofos "racionalistas" es asegurar que nuestra conducta se guía solamente por la razón. O que la razón siempre puede "vencer" a las emociones y los instintos. Sigmund Freud entendió la conducta humana como una lucha entre lo irracional (instintivo-afectivo) y la razón. Y que la razón (el "yo") nacía del choque de las "pulsiones" instintivo-afectivas (el "ello" inconsciente) con el mundo externo. La razón sería un mecanismo adaptativo de los seres sociales, que permite la convivencia organizada y la superación de nuestros límites biológicos: el ser humano es el único que puede vivir -gracias a la "técnica", una de las máximas conquistas de la razón- en medios no naturales.
Desde la neurociencia hoy sabemos que ya a los 31 días de la fertilización existen los precedentes de las neuronas, antes de que se formen brazos, piernas y ojos. La corteza cerebral humana formada por 20 mil millones de cuerpos (soma) de neuronas (sustancia gris) es la responsable de los procesos cognitivos (conocimiento) superiores (percepción, atención, pensamiento/razonamiento, memoria y lenguaje). Enfermedades como el autismo, la esquizofrenia, la epilepsia o el retraso mental son producto de alteraciones en el funcionamiento de la corteza cerebral dividida en cuatro zonas o lóbulos (frontal, temporal, parietal y occipital)
Cerebro triple: cerebro reptiliano (instintivo), límbico (emocional), neocorteza (lenguaje y pensamiento o razón)
Teoría del neurólogo Paul MacLean, hoy algo abandonada por la neuroanatomía evolutiva comparativa del siglo XXI
Resumimos lo expuesto: Partiré de la idea del cerebro triple del neurocientífico Paul MacLean (1913-2007) según la cual el encéfalo humano incluye 3 sistemas cerebrales distintos: 1) el cerebro reptiliano (tronco encefálico, cerebelo) que es instintivo; 2) el cerebro límbico (sistema límbico) que es emocional, y apareció en los mamíferos primitivos; 3) la neocorteza (neocórtex o corteza cerebral) es racional, y fruto de una larga evolución. Muchas especies carecen de corteza cerebral y son los cetáceos y los primates los que más la han desarrollado. En el ser humano pesa el 80% del encéfalo, debido a sus pliegues y está formada por neuronas. Como curiosidad decir que los perros tienen más neuronas que los gatos, y que los delfines son la segunda especie más inteligente del planeta tras los humanos.
Por ello la conducta humana tiene 3 niveles. Los compartidos con los animales son el instinto, que algunos autores niegan al ser humano, ya que no los necesita, y los afectos (emociones y sentimientos). El nivel superior de la conducta es el racional, e incluye la capacidad de pensar y hablar, sin el cual la sociedad humana no existiría. Desde el punto de vista ético, la toma de decisiones (elección y acción) acerca de lo que entendemos y valoramos como bueno (moral) depende de la razón y no de los sentimientos ni de los instintos. Para ser moral hay que pensar: pensar antes de actuar.
Esta ampliación de la clase -de un nivel muy superior a 4º ESO- del 20 de septiembre tiene como finalidad establecer una estrecha relación entre la ética, o sea, la filosofía, y las ciencias (biología, física, química, psicología, sociología, lingüística, neurociencia, matemáticas...), porque la "antropología" (ciencia que estudia al ser humano biológica y socialmente/culturalmente) tiene que integrar los datos de las diferentes ciencias, y elevarse a una "visión holística" de la conducta humana. La filosofía aporta la dimensión integradora de todos los saberes, y lanza sus preguntas incisivas más allá de las apariencias y los prejuicios que nos tienen "encadenados" como contó Platón (427-347 aC) en su famosísima "Alegoría de la Caverna".
Francisco Huertas Hernández
Sábado 23 de septiembre de 2023