domingo, 5 de octubre de 2025

Mijail Bulgakov: "Мастер и Маргарита" (El Maestro y Margarita) (1929-1940). 5º Ensayo. Capítulo 21 (Segunda Parte): "Полет" (El vuelo). "Невидима и свободна!": Fantasía de volar y ser invisible. Omnipotencia, destrucción y piedad en Margarita. Francisco Huertas Hernández

Mijail Bulgakov: "Мастер и Маргарита" (El Maestro y Margarita) (1929-1940).
5º Ensayo.
Capítulo 21 (Segunda Parte): "Полет" (El vuelo).
"Невидима и свободна!": Fantasía de volar y ser invisible. Omnipotencia, destrucción y piedad en Margarita.
Francisco Huertas Hernández



 El ser humano ha necesitado volar desde que sus pies quedaron ligados a la pedregosa tierra al descender de los árboles. En la pintura rupestre, en Lascaux, un hombre con cabeza de ave -chamán en trance- quizás simbolice el deseo de volar humano. Las aves vinculan cielo y tierra. El hombre puede nadar y caminar, pero su naturaleza sin alas le impide volar. Mircea Eliade mostró el vuelo extático chamánico como una experiencia común en ritos primitivos, la trascendencia que conecta a los vivos con los ancestros muertos y los dioses simbolizada en las aves.
 El viaje astral, ya en fuentes egipcias, ilustra ese anhelo trascendente del alma.
Platón insistió en la poderosa imagen de las alas y el vuelo ascendente al mundo de las Ideas por parte de las almas instruidas en la filosofía y el Bien. Las brujas, en su pertenencia al mundo demoníaco, viajaban por el aire en escobas con la ayuda de plantas alucinógenas y ungüentos mágicos, vencían la ley de la gravedad.

 El capítulo 21, en la Segunda Parte de "Мастер и Маргарита" de Mijail Afanasyevich Bulgakov, titulado "Полет" (El vuelo), el lector sentirá el vértigo de esa aspiración infantil. ¡Cuán gloriosa fue la intuición del novelista ruso de hacer volar a Margarita, encarnación del amor ilimitado, audaz y constante! Si la Gretchen (Margarita) del "Faust" de Johann Wolfganf von Goethe era una doncella anclada en la tierra, pura e inocente, la heroína de Bulgakov, es reina del cielo, liberada, demoníaca. Gretchen muere, condenada por infanticidio en la cárcel, y su alma queda redimida del pecado del engaño de Faust. Con su muerte concluye la Primera Parte, terrenal, del Faust. Pero la Маргарита de Bulgakov desafía la muerte y salva al Maestro al entregarse a la magia y lo sobrenatural. Bulgakov rompió todos los moldes de la heroína clásica, superando el modelo de Goethe, con elementos folclóricos, místicos y satíricos. Margarita, la dama casada y acomodada soviética, realiza nuestros sueños eróticos (desnuda en toda la Segunda Parte de la novela), de omnipotencia infantil (su vuelo recrea la época en que nuestros padres nos lanzaban al aire, dice Freud, y, encima, es invisible), sádicos (el éxtasis de la destrucción entusiasta y liberadora) y morales (la piedad por un niño asustado al que protege)

 "Невидима и свободна!" (¡Invisible y libre!) grita Margarita al verse planeando sobre los tejados de la calle Arbat:

 "¡Invisible y libre! ¡Invisible y libre! Después de sobrevolar su callejón, Margarita fue a parar a otro, que cortaba el primero en ángulo recto. Recorrió en un instante ese callejón remendado y zurcido, largo y sinuoso, con su droguería de puerta desvencijada donde vendían queroseno al peso y líquido insecticida en frascos, y entendió al instante que, aun siendo completamente libre e invisible, incluso en el estado de deleite debía comportarse también con un poco de prudencia. Solo por una suerte de milagro, consiguió frenar y no estrellarse mortalmente contra una vieja farola inclinada en la esquina. Después de esquivarla, Margarita apretó con más fuerza la escoba y voló más despacio, prestando atención a los cables eléctricos y a los letreros que colgaban en la acera"

 (Невидима и свободна! Невидима и свободна! Пролетев  по своему переулку, Маргарита попала  в  другой,  пересекавший  первый  под  прямым  углом. Этот заплатанный,  заштопанный,  кривой и длинный  переулок с покосившейся дверью нефтелавки,  где  кружками  продают  керосин  и  жидкость  от  паразитов  во флаконах, она перерезала в одно мгновение и  тут усвоила,  что, даже  будучи совершенно  свободной и  невидимой,  все же и в  наслаждении нужно быть хоть немного  благоразумной.  Только   каким-то   чудом  затормозившись,  она  не разбилась насмерть  о  старый  покосившийся фонарь на углу.  Увернувшись  от него, Маргарита покрепче  сжала щетку и  полетела помедленнее, вглядываясь в электрические провода и вывески, висящие поперек тротуара)

 Observe, lector, la sutil ironía bulgakoviana: la bella mujer que experimenta el poder de volar, embriagada. se entrega al descontrol, pero la presencia de la ciudad con sus farolas, cables y letreros, la obliga a ser prudente, incluso en su éxtasis de invisibilidad y planeo. Es la dosis de realismo que la fantasía exige: una fantasía desbocada pierde su efectividad, porque es el contraste y la resistencia lo que le da valor. Incluso en nuestras secretas fantasías sexuales las mujeres inalcanzables y prohibidas nos oponen resistencia, y las circunstancias atenúan nuestro delirio para que en esa contención el placer imaginado aumente el climax, imitando el orgasmo, tanto más placentero cuanto más se difiere.
 
 Y la invisibilidad es otra fantasía atávica del ser humano: la fantasía de poder hacer lo que queramos sin temor a ser descubiertos, y, por tanto, sin restricciones morales. Platón pregunta en "República, II" (358e-360d) en boca de Glaucón si los que practican la justicia es por debilidad para cometer injusticia, y cuenta el mito del anillo de Giges que un pastor encontró en una grieta tras una tormenta. Un día llevando el anillo de oro en la mano, lo volteó sin querer y se volvió invisible. Aprovechó para acostarse con la reina y matar al rey. Si existiese un anillo mágico tal, nadie dejaría de robar, violar y matar a quien quisiera, "siendo igual a un dios entre los hombres". Concluía Glaucón afirmando que ser justo es actuar por miedo a ser castigado, pero quien tiene poder obra en su beneficio. Margarita, que ha sido presentada como persona bondadosa, obtiene milagrosamente el poder de ser invisible y volar, y no puede evitar vengarse de quienes le causaron daño, y destruir gratuitamente cuanto encuentra. 

 El viaje de Margarita Nikoláyevna por la primera región (aire) -¡Don Quijote llegó a la quinta (éter)!- tendrá etapas, cada una con su disfrute y travesuras. Margarita es la niña que todos hemos querido ser. Hace lo que le da la gana, aunque con la salvedad explicada arriba. 

 Tras unos prolegómenos destruyendo un semáforo con el que se golpeó el hombro, entra por una ventana. A través de todas la ventanas salía música de radio. En la cocina de un apartamento comunal dos vecinas discuten, y la bella brujita desnuda -aunque nadie la ve- les apaga el hornillo Primus y se marcha aburrida. Espera emociones más intensas en el interior de esas viviendas que los mortales que nos arrastramos por tierra no podemos más que imaginar en nuestras fantasías, cinematográficamente estereotipadas.

 La Casa del Dramlit es el hogar de los escritores moscovitas. La referencia autobiográfica es continua en la narración (Bulgakov solicitó en diciembre de 1937 un departamento de cuatro habitaciones en el equivalente real del edificio inventado aquí, pero no se le concedió) mas, como hemos dicho, no queremos minusvalorar la grandeza de esta novela, subordinándola a anécdotas circunstanciales psicológicas y sociológicas. Margarita entra en el vestíbulo y comprueba los nombres de los inquilinos:
 
 "El letrero que coronaba la lista, "Casa de los dramaturgos y de los literatos", hizo que Margarita emitiera un grito feroz ahogado. Tras elevarse un poco más en el aire, se puso a leer con avidez los apellidos: Jústov, Dvubratski, Kvant, Beskúdnikov, Latunski...
 - ¡Latunski! -chilló Margarita-. ¡Latunski! ¡Pero si fue él...! ¡El que destruyó al Maestro!
 El conserje, al lado de la entrada, con los ojos desencajados e incluso dando un salto del asombro, miraba el tablero negro tratando de comprender ese milagro: ¿cómo era posible que la lista de inquilinos se hubiera puesto a gritar de repente?"

 (Венчающая список надпись  "Дом драматурга и литератора" заставила  Маргариту испустить  хищный  задушенный вопль.  Поднявшись в воздух  повыше, она жадно начала читать фамилии: Хустов, Двубратский, Квант, Бескудников, Латунский...
     — Латунский! — завизжала Маргарита.  — Латунский! Да ведь это же он! Это он погубил мастера.
     Швейцар у дверей, выкатив глаза и даже подпрыгивая от удивления, глядел на черную доску,  стараясь  понять  такое чудо: почему это завизжал внезапно список жильцов)

 El climax del viaje astral de la reina del aire: la destrucción ritual y cómica del apartamento del crítico Latunski, que destruyó con su malevolencia la novela sobre Poncio Pilato del Maestro, a pesar de que ni siquiera se había publicado. El inquilino del apartamento número 84 de la séptima planta tendría que estar agradecido a la muerte de Berlioz, porque si no hubiera coincidido que estaba en su funeral, quizás otro entierro se habría añadido al del editor de Massolit, porque Margarita se había transformado en bruja ese mismo viernes (Да, по  гроб жизни должен  быть благодарен покойному Берлиозу обитатель квартиры N 84 в восьмом этаже за то, что  председатель  МАССОЛИТа попал  под  трамвай,  и  за  то,  что  траурное заседание назначили  как  раз на этот вечер. Под  счастливой звездой родился критик Латунский. Она  спасла его от встречи с Маргаритой, ставшей ведьмой в эту пятницу!)

 ¡Qué placer experimenta el lector con la devastación desordenada de la vivienda del bilioso crítico! ¿Acaso nosotros también tenemos un Latunski en nuestra vida del que nos gustaría vengarnos? Margarita no puede pasar por la puerta, así que entra por la ventana. Ella no es Дед Мороз, que llama a la puerta con su varita mágica, cargado de regalos para los niños en Navidad. Ella tiene su escoba embrujada, por los poderes de Azazello, y no busca la alegría de los niños sino la aniquilación orgiástica de los bienes de los padres.

 "Pues sí, dicen que el crítico Latunski aún palidece cuando recuerda aquella terrible noche, y que sigue pronunciando con veneración el nombre de Berlioz. No se sabe qué crimen oscuro y atroz habría marcado esa noche de haber estado él allí, pues al volver de la cocina Margarita tenía en las manos un pesado martillo.
 Invisible y desnuda, la mujer voladora trataba de contenerse y de dominar sus nervios, pero le temblaban las manos de la impaciencia. Apuntando con cuidado, Margarita golpeó las teclas del piano de cola con el martillo, y por todo el apartamento se propagó un primer aullido quejumbroso. El inocente instrumento de salón Becker gritó con desgarro. El teclado se hundía, las piezas de marfil volaban en todas direcciones. El instrumento aullaba, gemía, ronqueaba, tintineaba. Con un chasquido similar al disparo de una pistola, la pulida caja de resonancia superior reventó de un martillazo. Respirando con dificultad, Margarita arrancó y aplastó las cuerdas con el martillo. Al final, extenuada por el esfuerzo, se desplomó sobre un sillón para recobrar el aliento"

 (Да, говорят, что и до сих пор критик Латунский бледнеет, вспоминая этот страшный  вечер, и  до  сих  пор  с благоговением  произносит имя  Берлиоза. Совершенно неизвестно, какою темной и  гнусной уголовщиной  ознаменовался бы этот вечер, —  по  возвращении из кухни  Маргариты в  руках у нее  оказался тяжелый молоток.
     Нагая  и  невидимая  летунья сдерживала  и  уговаривала себя,  руки  ее тряслись  от  нетерпения.  Внимательно  прицелившись,  Маргарита ударила  по клавишам рояля, и по всей квартире пронесся первый жалобный вой. Исступленно кричал ни в чем  не повинный  беккеровский кабинетный инструмент. Клавиши на нем  провалились,  костяные  накладки  летели  во  все  стороны.  Со  звуком револьверного выстрела лопнула под ударом молотка верхняя полированная дека. Тяжело  дыша,  Маргарита  рвала  и мяла  молотком струны. Наконец,  уставши, отвалилась, бухнулась в кресло, чтобы отдышаться)

 La Musa de la aniquilación inunda el departamento, destroza el dormitorio, la lámpara de araña, y se va volando. Los vecinos de los pisos inferiores han subido alarmados por las fugas de agua. Nadie abre la puerta de la casa de Latunski. Margarita aprovecha para romper sistemáticamente los vidrios de todas las ventanas del edificio provocando el pánico de conserje y viandantes. Las empleadas domésticas de los apartamentos de los escritores, ausentes en ese momento, corren arriba y abajo desconcertadas. 

 "Y esta salvaje destrucción cesó de improviso. Después de deslizarse hasta la segunda planta, Margarita se asomó por la última ventana, cubierta con una ligera cortina oscura. En la habitación estaba encendida una tenue bombilla bajo una pantalla. En una pequeña cama protegida con redes a los lados, estaba sentado un niño de unos cuatro años que aguzaba el oído, asustado. No había adultos en la habitación. Evidentemente, todos habían salido corriendo del apartamento.
 - Están rompiendo los cristales -dijo el niño, y llamó-: ¡Mamá!
 Nadie respondió, y luego añadió:
 - Mamá, tengo miedo
 Margarita descorrió la cortina y entró volando por la ventana
 - Tengo miedo -repitió el niño, y se echó a temblar.
 - No tengas miedo, no tengas miedo, pequeño -dijo Margarita, tratando de suavizar su voz criminal, enronquecida por el viento-. Han sido unos niños los que han roto los cristales.
 - ¿Con un tirachinas? -preguntó el niño, dejando de temblar.
 - Sí, sí, con un tirachinas -confirmó Margarita-. ¡Y ahora duémete!
 - Ha sido Sítnik -dijo el niño-, él tiene un tirachinas.
 - ¡Bueno, pues claro que ha sido él!
 El niño miró con picardía a un lado y preguntó:
 - ¿Dónde estás, señora?
 - No estoy -respondió Margarita-. Estás soñando conmigo.
 - Eso es lo que pensaba -dijo el niño.
 - Acuéstate -le ordenó Margarita-. Pon la mano debajo de la mejilla, y me verás en tu sueño.
 - Sí, sí, ven -estuvo de acuerdo el niño, y al instante se acostó con la mano debajo de la mejilla.
 - Voy a contarte un cuento -dijo Margarita, y apoyó su mano ardiente sobre la cabecita de pelo corto-. Había una vez una mujer... No tenía hijos, y en general tampoco era feliz. Así que al principio lloraba mucho, y luego se volvió malvada...-. Margarita se calló y apartó la mano: el niño dormía"

 (И  неожиданно дикий разгром  прекратился. Скользнув к  третьему  этажу, Маргарита  заглянула в крайнее окно, завешенное  легонькой темной шторкой. В комнате горела  слабенькая лампочка под  колпачком.  В маленькой  кровати  с сеточными  боками  сидел мальчик  лет  четырех  и  испуганно  прислушивался. Взрослых никого не было в комнате. Очевидно, все выбежали из квартиры.
     — Стекла бьют, — проговорил мальчик и позвал: — Мама!
     Никто не отозвался, и тогда он сказал:
     — Мама, я боюсь.
     Маргарита откинула шторку и влетела в окно.
     — Я боюсь, — повторил мальчик и задрожал.
     —  Не бойся,  не  бойся,  маленький,  —  сказала Маргарита,  стараясь смягчить свой  осипший на ветру, преступный голос, —  это  мальчишки стекла били.
     — Из рогатки? — спросил мальчик, переставая дрожать.
     — Из рогатки, из рогатки, — подтвердила Маргарита, — а ты спи!
     — Это Ситник, — сказал мальчик, — у него есть рогатка.
     — Ну, конечно, он!
     Мальчик поглядел лукаво куда-то в сторону и спросил:
     — А ты где, тетя?
     — А меня нету, — сказала Маргарита, — я тебе снюсь.
     — Я так и думал, — сказал мальчик.
     — Ты  ложись, — приказала  Маргарита,  — подложи руку под щеку, а  я тебе буду сниться.
     — Ну, снись,  снись,  —  согласился мальчик  и  тотчас  улегся и руку положил под щеку.
     —  Я  тебе  сказку  расскажу,  —  заговорила  Маргарита  и   положила разгоряченную руку на стриженную голову, — была на свете одна тетя. И у нее не  было  детей,  и счастья  вообще тоже не  было. И вот  она  сперва  много плакала, а потом  стала злая...  — Маргарита умолкла, сняла руку — мальчик спал)

 No podemos añadir nada, solo contener las lágrimas, pues la piedad ha disipado la maldad. La inocencia de la vulnerabilidad ha derrotado a la inconsciencia de la aniquilación impune. Llama la atención como a Bulgakov no le importa repetir la palabra мальчик (niño) todo el tiempo. No pierde el tiempo buscando sinónimos con ese prurito estetizante de evitar las repeticiones de los autores inseguros. Y emociona la vulnerabilidad de Margarita, que hace lo que se prohibe a los adultos: contar sus debilidades a los niños. Margarita no es madre, pero, por primera vez, desplegará su instinto maternal con el мальчик de unos escritores favorecidos por la administración soviética, mientras que su amado Maestro ha sido ninguneado y expulsado de esa comunidad. Ella, que es la adinerada esposa infeliz de un investigador, inteligente, sensual, valiente, no es nada adulta: viaja en una escoba, destruye con la alegría enloquecida de un chiquillo, y confiesa su miseria vital al pequeño desconocido que despertó su piedad maternal. Cada capítulo de "Мастер и Маргарита" contiene una revelación vital que nos hace arrodillarnos ante el Maestro (Bulgakov): el mundo de los adultos, en una sociedad regida por la racionalidad castradora, el empirismo ramplón, la ciencia tullida, la burocracia ineficiente y la rutina de una existencia inauténtica que repite estereotipos inútiles, donde los niños, los soñadores, los amantes, los locos, los embriagados, los visionarios, deben ser tutelados, corregidos y castigados, porque sus visiones nos recuerdan que acaso somos otra cosa de lo que creemos, nosotros, mezquinos cobardes que solo sacamos las alas de la perversión sexual en la oscuridad anónima, las alas de la protesta airada en momentos de ofuscación, las alas de la trascendencia solo viendo películas, leyendo y escuchando a Bach... 

 El periplo de la bruja destructora y piadosa continúa. Sin apercibirse acelera hasta perder la ciudad de vista, y confundirse con la luna. Y tras escuchar un ruido aparece su empleada Natasha a lomos de un cerdo volante, que resultó ser Nikolái Ivánovich, el vecino del apartamento de abajo. La bella Natashka untó su cuerpo y el de su amante inesperado con la crema de Azazello, y se echó a volar. El lujurioso hombre gris y fracasado del piso inferior ha sido sometido por la muchacha, que partió en busca de su señora. Tras separarse de nuevo, Margarita llegó a un terreno desierto e ignoto, y a un río bajo un precipicio calcáreo, donde se bañó (¡al igual que lo hizo inexplicablemente Iván Nikoláyevich Bezdomni en el Moskva interrumpiendo su persecución del extranjero demoníaco!). Alli, en la orilla opuesta, bajo los sauces, tiene lugar un espectáculo en honor de Margarita, a cargo de unos seres mágicos de los bosques, semejante a ciertas escenas del "Faust II" de Goethe y "A Midsummer Night's Dream" de Shakespeare: ranas flautistas, ninfas de agua (como las de "Rusalka" de Pushkin), brujas desnudas, un ser con patas de cabra, todos congregados en torno a la reina.

 El auto bayo descapotable, conducido por un grajo negro picudo, la lleva de regreso a Moscú. 


 "Полёт" escrito sin diéresis -en ruso no se escriben los acentos- suena "paliot", al ser la primera sílaba átona, la "o" se abre en una especie de "a", es el título sintético y perfecto de este capítulo de literatura fantástica, en su doble vertiente. Por oposición al realismo, entroncado con el mundo de brujas y hadas, provenientes del folclore. Y, por otro lado, como manifestación psíquica del inconsciente humano, donde la moralidad cede paso a las pulsiones.
 Полет (El vuelo) es una fantasía inconsciente de omnipotencia y destrucción, donde la piedad espontánea por un ser desvalido, un niño asustado, redime al inconsciente de su furia de abreacción catártica que destruye los objetos del resentimiento.

 Margarita Nikoláyevna no es una bruja en el sentido literal. Es una mujer de treinta años, bella e inteligente, pero, ¡ay!, casada con un hombre al que no ama, y amante (en ruso: esposa secreta) del Maestro al que conoció casualmente en la calle, pero al que se sabía predestinada, como la Tatyana de Pushkin escribe en su famosa carta a Yevgueny Oneguin. Quizás el exceso de inteligencia y sensibilidad, junto a una vida ociosa, sean la semilla de una fantasía desbordada. La primera fantasía siempre se dirige a la posesión amorosa, inseparable de la necesidad de inmortalidad: el amor no puede ser interrumpido por la muerte. La aparición de los hacedores de inmortalidad -el demonio y sus ayudantes- encuentra en esta mujer a una segura aliada: por recuperar a su amado, encerrado voluntariamente en una clínica psiquiátrica, adonde van llegando todas las víctimas del ateísmo, que no pueden aceptar la existencia del diablo (Woland) y la suspensión de la experiencia cotidiana y su lógica consoladora, hará un pacto con el diablo: será su esposa en el Gran Baile de Plenilunio de Primavera.

 El Maestro no está loco. Él ha revelado algunas verdades sobre la existencia humana a través de la figura histórica de Poncio Pilato. Margarita ha salvado el manuscrito del fuego, como Yelena Bulgákova hizo con el original de "Мастер и Маргарита", hasta su publicación parcial en 1966, veintiseis años después de la muerte del autor. 

 La literatura alza el vuelo, más allá de las vidas y épocas de los autores. Como Margarita, la literatura encuentra impulso en lo más primitivo del ser humano: su angustia, su anhelo, su deseo, su miedo, su amor. Y desde la distancia que hay entre la belleza y el mundo contemplamos los lectores la plenitud y totalidad de una realidad solo accesible a quienes se atreven a surcar esas regiones etéreas de palabras embriagadoras que cantan verdades con armonías misteriosas... ¡ese es el poder de los clásicos!

Francisco Huertas Hernández
5 de octubre de 2025
Traducción usada: Marta Rebón


viernes, 3 de octubre de 2025

Mijail Bulgakov: "Мастер и Маргарита" (El Maestro y Margarita) (1929-1940). 4º Ensayo. Cap. 12: "Magia negra y revelación de sus trucos". El gran teatro grotesco del mundo. Francisco Huertas Hernández

Mijail Bulgakov: "Мастер и Маргарита" (El Maestro y Margarita) (1929-1940).
4º Ensayo.
Cap. 12: "Magia negra y revelación de sus trucos" (Черная магия и ее разоблачение). El gran teatro grotesco del mundo. 
Francisco Huertas Hernández


 "Мастер и Маргарита" es una novela fantástica dentro de un marco realista. El gran narrador ruso Mijail Afanasyevich Bulgakov (1891-1940) usó el humor como la savia que recorre esta compleja narración arbórea polifónica, de múltiples ramas (tramas) y hojas (personajes), uniendo la descripción deformada de la realidad soviética, en tiempos duros de escasez, represión y hostigamiento extranjero, y la intrusión fantástica del diablo con su corte esperpéntica.

 Esa troupe satánica que desembarca en Moscú encabezada por Woland se presenta en sociedad en un espectáculo de magia negra en el Teatro Variedades, atestado de público curioso. El capítulo 12, "Magia negra y revelación de sus trucos" (Черная магия и ее разоблачение), uno de los centrales de la novela, condensa el humor grotesco y la sátira política con momentos sangrientos y mortificantes. 

 El crítico Wolfgang Kayser (1906-1960) publicó "Lo grotesco: su configuración en pintura y literatura" (Das Groteske: seine Gestaltung in Malerei und Dichtung) en 1957, y explica lo grotesco como algo extraño (incomprensible, ajeno a la lógica y la experiencia cotidiana, absurdo) que se apodera de nuestro mundo, introduciendo cambios inesperados y desatando terror. Lo grotesco aliena el mundo, poseído por fuerzas demoníacas (proyección quizás del Ello inconsciente en el mundo externo). La ambivalencia afectiva de lo grotesco incluye la angustia y la risa sádica y cínica. 
 Mijail Mijailovich Bajtín (1895-1975) rechazó esa interpretación trágica de Kayser y acentuó la vertiente alegre, carnavalesca y transgresora de lo grotesco en el humor popular. 
 Teniendo en cuenta que la literatura rusa ya había producido al menos tres maestros de lo grotesco (Gógol, Sujovó-Kobylin, Saltykov Shchedrín), "El Maestro y Margarita", es continuadora de esa tradición donde la sátira, estirada hasta la deformación que priva al ser humano de sus rasgos propios y lo cosifica, introduce lo demoníaco en lo cotidiano. 

 En Bulgakov coexisten lo grotesco fantástico terrorífico (Kayser) y lo grotesco carnavalesco satírico (Bajtín), y en este capítulo doce están perfectamente fundidos. 

 Traer el Gran Teatro del Mundo a un escenario, para, que, creyendo asistir a una función, el espectador contemple su propia miseria reflejada en los actuantes, ilusionistas que excitan la imaginación y las pasiones del público hasta llegar al paroxismo. Bulgakov hace desfilar a unos pobres equilibristas por la pista, pues, este teatro, en su dimensión de casa de lo grotesco, es, en realidad, un circo, antes del gran show de magia negra.
 El mago aparece con un largo frac negro presentado por George Bengalski:
 "Así pues, ciudadanos -empezó a decir Bengalski, mostrando en su rostro su sonrisa infantil-, ahora se presentará ante ustedes... -Aquí Bengalski, se interrumpió y pasó a hablar con una entonación diferente... ¡Y ahora aparecerá Monsieur Woland, el famoso artista extranjero, con su función de magia negra! Bueno, en realidad, tanto ustedes como yo sabemos -en ese instante, Bengalski sonrió con aire de sabio- que no existe tal cosa en el mundo y no es sino superstición, y que simplemente il maestro Woland tiene un gran dominio del arte de la prestidigitación, como veremos en la parte más interesante, es decir, cuando nos revele su técnica, y, puesto que todos nosotros aplaudimos tanto el arte como su revelación, ¡pedimos la presencia del señor Woland!.
 Mientras declamaba todas estas sandeces, Bengalski juntó las manos, palma con palma, y se puso a agitarlas en señal de bienvenida..."
(
Это  был  хорошо  знакомый  всей  Москве конферансье Жорж Бенгальский.
     — Итак,  граждане,  — заговорил  Бенгальский,  улыбаясь  младенческой улыбкой, —  сейчас перед  вами  выступит... — тут Бенгальский  прервал сам себя и заговорил с другими интонациями... Итак,  выступает  знаменитый иностранный артист  мосье  Воланд с сеансом  черной магии! Ну, мы-то  с вами понимаем, —  тут Бенгальский улыбнулся мудрой  улыбкой, — что ее  вовсе не существует на свете и  что  она  не что иное, как суеверие, а просто маэстро Воланд в высокой степени владеет техникой фокуса, что и будет видно из самой интересной части, то  есть разоблачения этой  техники, а так как мы все  как один и за технику, и за ее разоблачение, то попросим господина Воланда!
 Произнеся всю эту ахинею, Бенгальский сцепил обе руки ладонь к ладони и приветственно замахал  ими  в прорез  занавеса, от  чего  тот, тихо шумя,  и разошелся в стороны)

 "La entrada en escena del mago con su ayudante larguirucho y su gato, que salió al escenario sobre sus patas traseras, hizo las delicias del público" (Выход  мага  с его длинным помощником  и  котом, вступившим на сцену на задних лапах, очень понравился публике)

 Woland, Koroviev -alias Fagot- y el gato Behemot proceden de un mundo en el que no hay ni trucos ni técnicas sino poderes sobrehumanos. El truco es el engaño a los sentidos, y la técnica es la forma en que la naturaleza es manipulada por el humano. Lo contrario de estas técnicas y trucos son los milagros y los fenómenos paranormales. En una sociedad fuertemente empirista, que considera lo espiritual un invento de las clases dominantes para consolar a los explotados y perpetuar esa explotación, la religión, la magia, la superstición y todo lo inmaterial quedan proscritos. Pero los personajes se pasan toda la novela exclamando por todos los demonios y encomendándose a Dios. Cuando, tristemente, el comunismo se derrumbó en la URSS, Albania, Polonia o Yugoslavia, la religión -y la superstición- seguían allí, y renacieron con una fuerza inaudita. Bulgakov muestra en "Мастер и Маргарита" la pervivencia en el lenguaje, en las tradiciones -iconos- y en el inconsciente, de la religión y la necesidad humana de abrirse a lo trascendente, con veneración y horror, pues Dios y el Diablo son un solo ser, si no queremos admitir un poder que desafíe la omnipotencia divina, que refutaría la misma naturaleza de un Dios todopoderoso. El Yahveh castigador del Antiguo Testamento, vengativo, inmisericorde, no se aleja de la crueldad del Demonio. Dichas estas blasfemias, comprenderemos también que para el materialismo marxista, ideología oficial de la Rusia soviética, era equivalentemente blasfemo no descubrir la superchería de cualquier manifestación espiritual y mágica.

 Woland empieza hablando de los cambios en Moscú, se refiere a tranvías y autos, ante la perplejidad de Bengalski, pero, en realidad, quiere saber si "¿habrán cambiado interiormente los moscovitas?" (сколько  гораздо  более   важный  вопрос:  изменились  ли  эти  горожане внутренне?)

 Inmediatamente comenzaron los trucos con la advinación de naipes de la baraja, pero, enseguida, empezaron a llover chervontsi del techo. Estos fueron billetes de banco respaldados en oro que circularon para combatir la hiperinflación tras la Guerra Civil rusa hasta 1947, cuyo valor era 7,74 gramos de oro cada червонец (chervoniets). Los espectadores enloquecían de codicia, "arrastrándose por los pasillos, buscando a tientas debajo de las butacas" (Кое-кто  уже ползал в проходе, шаря под креслами. Многие стояли на сиденьях, ловя вертлявые, капризные бумажки) y con el desconcierto de los policías. 
 Bengalski, portavoz de ese empirismo materialista oficial, denomina "hipnosis colectiva" (массового гипноза) a lo que acaban de ver, y añade que los experimentos científicos prueban que no existen ni los milagros ni la magia, y pide al Maestro Woland, la revelación de sus trucos. Esto provoca la ira del ayudante Fagot, y una voz del público exige que le arranquen la cabeza... y va el gato y se la arranca. Gritos de horror en los asientos, sangre, y la cabeza cortada que promete no decir más estupideces es reincorporada en su cuerpo sin ningún rasguño, devolviendo al presentador su integridad corporal. Bengalski es expulsado del teatro, y se vuelve loco. 

 El último número es más escandaloso aún. Una nueva ayudante, una chica pelirroja, con una enorme cicatriz en el cuello, reparte sombreros, zapatos, vestidos, estuches y bolsos de lujo salidos por arte de magia en enormes vitrinas, desatando la histeria de las mujeres del público, que se abalanzan sobre la pista para intercambiar gratuitamente sus vestidos y zapatos por los de marcas glamourosas de París. El pandemonium es total: las señoras arrasan con todo. En pocos minutos todo desaparece. 

 Un espectador llamado Arkadi Apolónovich Sempleiárov, presidente de la Comisión de Acústica de los Teatros de Moscú, pide que se revele la técnica de esos trucos tan aparatosos. Fagot dice que no hay que nada que revelar, que todo está claro, y ante la insistencia del importante funcionario, revela otro engaño: Arkadi Apolonóvich tiene una amante. La pariente actriz del funcionario le da con el paraguas, la gruesa esposa de Arkadi Apolonóvich grita que la detengan, y el gato decreta el final de la caótica función. Los magos se desvanecen en el aire.


 Muchos ámbitos de la realidad y la fantasía convergen en este capítulo: un espacio claustrofóbico (teatro) dentro de una ciudad (Moscú) en un tiempo (década de 1930) en el que se representa un espectáculo inconexo de trucos de naipes, materializaciones de objetos que despiertan la codicia, brutal decapitación -¡reversible!- del presentador, y la negación total por parte de los magos de su supuesto engaño: no existen ni trucos ni técnicas que calmen la angustia de un público que vivirá con el terror de lo demoníaco que viola las leyes de la ciencia y de la lógica, pero, al mismo tiempo, se excitará con la riqueza derramada por los agentes del mal, y con la atracción de lo escabroso, la fascinación del mal. 

 Mijaíl Yevgráfovich Saltykov-Shchedrín (1826-1889) escribió que el objetivo principal de su obra era la protesta contra la avaricia, la hipocresía, el latrocinio, la perfidia y la estupidez de sus compatriotas. Y no eran únicamente defectos de un régimen como el zarista, o, posteriormente, el comunista, ni tampoco vicios nacionales del pueblo ruso, como los propagandistas rusófobos quieren hacer ver, sino una concepción antropológica pesimista del género humano, fruto de la convivencia social (interpretación de J. J. Rousseau) o de su naturaleza insatisfecha y vulnerable (interpretación de A. Schopenhauer). Bulgakov nos hizo viajar por el infierno en esta tierra, un averno de la cotidianidad abierta de par en par por el humor grotesco de la irrupción satánica. 

Francisco Huertas Hernández
3 de octubre de 2025
Traducción usada: Marta Rebón


miércoles, 1 de octubre de 2025

Mijail Bulgakov: "Мастер и Маргарита" (El Maestro y Margarita) (1929-1940). 3º Ensayo. Metanovela, literatura, creación y libertad. La novela sobre Poncio Pilato escrita por el Maestro. Francisco Huertas Hernández

Mijail Bulgakov: "Мастер и Маргарита" (El Maestro y Margarita) (1929-1940).
3º Ensayo.
Metanovela, literatura, creación y libertad. La novela sobre Poncio Pilato escrita por el Maestro.
Francisco Huertas Hernández

Понтий Пилат
Михаил Булгаков: "Мастер и Маргарита"


 Decir metanovela es sugerir que las historias contienen otras historias, y los enunciadores remiten a otros enunciadores. La necesidad de contar y escuchar historias es connatural al ser humano. Los niños desarrollan su imaginación escuchando relatos sobrenaturales, y, enseguida, son ellos también creadores de otros que hacen estremecer a sus oyentes. 

 En la evolución de la novela hay insignes ejemplos de novelas insertas, desde la recopilación medieval de "Las mil y una noches" (ألف ليلة وليلة‎), en las que el relato enmarcado (relatos dentro de otros relatos) también es una manera de detener la muerte: mientras escuchamos historias no morimos, ni matamos. Sherezade interrumpe sus historias antes del alba prometiendo sorprendentes desarrollos a la noche siguiente, y así evita la decapitación diaria que el rey Shahriar había decretado para cada una de sus mujeres con la finalidad de no volver a ser engañado. Don Quijote y Sancho Panza escucharon en los caminos y las ventas múltiples historias ajenas de libertad, celos, venganza y honor. La atención prestada a los sucesos narrados con gran viveza y detalle estimula la fantasía del personaje que escucha y, más aún, del lector, porque no hay mayor deleite que mirar al que mira, y escuchar al que escuchó y vio. Las historias al ser contadas adquieren un poder moral, metafísico y salvífico. Si uno se limitara a vivir su vida sin poder recordarla y contársela a los demás, la misma vida perdería parte de su sentido.

 "Мастер и Маргарита" escrita entre 1929 y 1940 es una novela total, y, para ello, debe incluir la experiencia especular del metarrelato. Como bien se sabe, una narración de origen histórico y sagrado (Poncio Pilato y la condena de Jesús) aparece en el capítulo II y se retomará en tres posteriores, para fundirse con la historia principal ambientada en el presente (Moscú, década de 1930) al final de la obra. La novela sobre el "quinto procurador de Judea, el caballero Poncio Pilato", se introduce por boca del extranjero, el profesor y nigromante Woland, que es en realidad el demonio, y ha estado presente a través de los tiempos acompañando a los hombres. Woland estuvo con Poncio Pilato y con Kant. Los dos literatos moscovitas (Berlioz y Bezdomni) escuchan incrédulos. Su ateísmo es ideología oficial en la URSS. Si existe el demonio es porque existe Dios. El materialismo histórico de Marx asume una concepción de la historia como fruto de fuerzas económicas materiales y despojada de cualquier vestigio espiritual o religioso, dada la función alienante de la religión en la conciencia de las clases explotadas, cuyo consuelo estaba situado en otra vida inexistente. 

 Los teólogos y los filósofos han propuesto numerosas pruebas para demostrar la existencia de Dios. Woland dice tajante que "no se necesita ninguna -replicó el profesor, y se puso a hablar en voz baja, a la vez que su acento extranjero por alguna razón desaparecía-: Es todo muy sencillo: con una capa blanca de forro color sangre, y con el paso arrastrado propio de un soldado de caballería, por la mañana temprano del decimocuarto día del mes de primavera de nisán..."
(И доказательств никаких не требуется, — ответил профессор и заговорил негромко, причем его акцент почему-то пропал: — Все просто: в белом плаще с кровавым подбоем, шаркающей кавалерийской походкой, ранним утром четырнадцатого числа весеннего месяца нисана...)

 Así, por encadenamiento, una frase repetida une el relato presente y el histórico, y, conforme el lector avanza, descubre su doble autoría. Woland es el primer enunciante de la historia de Poncio Pilato ante Berlioz y Bezdomni, y lo hace en voz baja, como hablando para él mismo. ¡El estuvo allí!. Pero en el capítulo XIII, "La aparición del héroe" (Явление героя), el segundo enunciante de esta historia no sagrada (alejada de los Evangelios canónicos) de Poncio Pilato será un escritor sin nombre, autoconfinado en la clínica psiquiátrica del Doctor Stravinski (sic), que, cuenta a otro interno -¡¡¡Bezdomni!!!- su historia. Él es "el Maestro" (Мастер), apelativo con el que le bautizó su amada. Cuando escucha el relato que llevó a Bezdomni, poeta mediocre, al manicomio, se entera de que éste vio y escuchó a Satanás: "Ayer, en los Estanques del Patriarca, usted se encontró con Satanás" (Вчера на Патриарших прудах вы встретились с сатаной). Bezdomni tiene grandes carencias: la primera, ser joven, y además, inculto. Nunca escuchó la ópera de Charles Gounod "Faust", ni leyó a Goethe, por lo que la figura de Mefistófeles le es ajena. "¡Ay, ay! ¡Cuánto me molesta que haya sido usted el que lo haya conocido, y no yo!" (Ах, ах! Но до чего мне досадно, что встретились с ним вы, а не я!)

 El Maestro escribió una novela sobre Poncio Pilato: "Mire, es una historia extraña. Estoy aquí por la misma razón que usted, precisamente por Poncio Pilato -En ese instante el visitante miró a su alrededor con temor y dijo-: El hecho es que hace un año escribí una novela sobre Pilato"
 (Видите ли, какая странная история, я сижу здесь из-за того же, что и вы, именно из-за Понтия Пилата. — Тут гость пугливо оглянулся и сказал: — Дело в том, что год тому назад я написал о Пилате роман)

 Veamos: dos locos, que no lo están, porque uno conoció al diablo y presenció su poder para hacer el mal (Bezdomni), y, otro, escribió sobre él, aunque no lo conoció, y sufrió la persecución de la institución literaria y periodística oficial (el Maestro). El miedo, la ansiedad, han destruido a estos ciudadanos escritores, porque lo siniestro ha irrumpido en su cotidianidad, ya de por sí periférica. Los escritores buenos no pueden ser meros cronistas de la inanidad de los días: han de vislumbrar lo oculto en la existencia. Bezdomni reniega de su poesía, era sólo un autor oficial. El Maestro en un acto de supremo amor y locura quema sus manuscritos tras el rechazo y hostigamiento de editores, críticos y literatos. Ambos han salido de la cotidianidad por la presencia de lo siniestro, como manifestación sobrenatural de un mal trascendente

 La racionalidad empirista rechaza todo lo que cae fuera del campo de los sentidos, y acepta de buena fe las leyes (siempre provisionales) de las ciencias en la comprensión de un mundo ordenado, permanente, lógico y tranquilizador. La existencia de acontecimientos y fuerzas causales fuera del dominio de la experiencia humana y sus leyes racionales es confinada a la magia, la religión y la superstición. Cuanto más ingenuo es el ser humano más necesitado está de esos poderes sobrenaturales, pero también cuánto más avisado está el hombre más debería conocer los estrechísimos límites de lo racionalizable, y el fracaso continuo de sus cálculos.

 La mortalidad súbita es la refutación absoluta de esa confianza en la razón. Woland expone esto en el primer capítulo: "Sí, el hombre es mortal, pero eso sería solo un mal menor. El problema es que a veces es súbitamente mortal, ¡ahí está el quid de la cuestión! En general, no puede decir lo que va a hacer por la tarde"
 (Да, человек смертен, но это было бы еще полбеды. Плохо то, что он иногда внезапно смертен, вот в чем фокус! И вообще не может сказать, что он будет делать в сегодняшний вечер)

 El arte surge en ese instersticio entre lo cotidiano y lo sobrenatural, en el que la mortalidad súbita queda suspendida en una visión que une a través del tiempo a los creadores y los espectadores. El arte se distingue del entretenimiento porque deslumbra con visiones del más allá, que, a veces, surgen en la nueva mirada sobre las pequeñas viejas cosas que nos rodean, la misma naturaleza a la que el hombre vulgar ignora. Bezdomni se volvió loco al no aceptar la existencia de esa visión, al querer atraparla por todo Moscú, corriendo en calzoncillos con una vela. El Maestro tuvo esa visión, la aceptó, y fue perseguido, porque, el Estado, interpretaba esas visiones místicas, esas creaciones sobrenaturales donde lo religioso, lo siniestro y lo mágico se confundían, como una amenaza social. Los estados, los poderes que controlan la edición y distribución de los libros y otros productos culturales, son ajenos a la belleza, se mueven por el beneficio. Para un estado, para cualquier estado, su beneficio básico es su preservación, y el máximo, su expansión. La URSS era el primer estado obrero del planeta, y se encontró sometida a una agresión constante por parte de los países capitalistas. Todo estado que es hostigado tiende a reforzarse autoritariamente sobre sus ciudadanos. Y la libertad de creación artística se resiente. Bulgakov escribió de joven relatos sobre médicos rurales de gran realismo. Pero una idea en su cabeza le obligaba a trascender el realismo y adentrarse en el terreno de lo sobrenatural, muy adecuado para una crítica social ácida y simbólica a través del humor, en la herencia de Nikolai Gogol, y apto para la mezcla de géneros (terror, policial, fantástico, satírico, alegórico...)

 Puede delinearse un eje: el propio autor, Bulgakov; su alter ego, el Maestro; y el confidente del Maestro, el falso poeta, Bezdomni. En el otro lado dos fuerzas que animan al Maestro: el amor de Margarita, y la ayuda de Woland.

 La complejidad psicológica de estos personajes principales viene acompañada por unos personajes secundarios muy bien desarrollados, predominando en ellos lo grotesco, pues en los protagonistas, incluido Poncio Pilato, hay una extraña nobleza, una misión, siempre atravesada por el dolor. Y no hay misión ni visión que no proceda de lo terrorífico, que es, dialécticamente, lo salvador. El camino de la muerte y del mal que llevan al bien, recordado por Bulgakov en la cita del "Faust" de Goethe al inicio de la novela: "...так кто ж ты, наконец? / — Я — часть той силы, что вечно хочет зла и вечно совершает благо" (... Así pues, ¿quién eres? - Una parte de esa fuerza que siempre quiere el mal y siempre hace el bien), cuyo texto original dice: "...Nun gut wer bist du denn? - [Ich bin] ein Teil von jener Kraft, / Die stets das Böse will und stets das Gute schafft"

Francisco Huertas Hernández
1 de octubre de 2025
Traducción usada: Marta Rebón