domingo, 21 de agosto de 2022

Diario de un Profesor de Filosofía (XX). La educación entre el Dogmatismo intransigente y el Pragmatismo inconsistente. Francisco Huertas Hernández

Diario de un Profesor de Filosofía (XX)
La educación entre el Dogmatismo intransigente y el Pragmatismo inconsistente
Francisco Huertas Hernández

Maniquíes abandonados en una tienda cerrada
Boutique Felicidad
Avenida Gabriel Miró, 2
Calpe (Alicante)
Miércoles 17 de agosto de 2022
Foto: Francisco Huertas Hernández

La rigidez de los rostros, exacerbada en estos diseños post-punk, y la dureza de sus materiales. ¿Una rebeldía inútil en una sociedad putrefacta? Allá en la tienda abandonada, como los niños que pasan por el sistema educativo con su rebeldía inconsistente, sin saber contra quién van ni en qué mundo viven

 Ernesto "Che" Guevara (1928-1967) distinguió dos modelos políticos en la práctica marxista de la Unión Soviética: el "dogmatismo intransigente" de la época de Stalin, al que sucedió un "pragmatismo inconsistente". El dilema de permanecer fiel a los principios y valores, o buscar la "mediación" con las "circunstancias" cediendo desde los "máximos" a los "mínimos" para poder promover los cambios que se proponían como principios. "Maximalismo" o "posibilismo". El primer término -peyorativo y descalificador- apela a una "intransigencia" incapaz de diálogo con ideas ajenas, y el segundo término, que tampoco es positivo, indica la "tendencia a aprovechar con fines prácticos las posibilidades existentes en doctrinas, instituciones, circunstancias, etc., aunque no sean afines a las ideas de uno". El problema del "posibilismo" es la rápida dejación o "traición" a los principios, y esto, curiosamente, sucede al tener poder, o someterse a él.

 La "claudicación" de los principios de los partidos políticos de izquierda en Europa al llegar al poder tiene ejemplos vergonzantes en Syriza en Grecia, cuyo gobierno entre 2015 y 2019, fue el más servil con las exigencias de la Comisión Europea llevando al país a la pobreza y renunciando a todo lo que prometió en su programa. PodemosDie Grünen o la socialdemocracia escandinava, son otras manifestaciones de ese "pragmatismo inconsistente" que termina aceptando y ejecutando las ideas y prácticas de sus adversarios políticos de la derecha clásica. La "izquierda" pragmática deviene "exquierda"

 En la educación se da el mismo dilema: enseñar contenidos exigiendo a los alumnos que acrediten sus conocimientos dando importancia a los conceptos, o convertir la enseñanza en un "juego" interactivo donde los contenidos sean secundarios y se dé prioridad a aspectos prácticos relacionados con el mundo laboral. Lamentablemente, la segunda línea se va imponiendo. Pascual Gil Gutiérrez ha realizado un análisis histórico de este proceso en su libro "Schola delenda est?". No es "neutral" este enfoque metodológico de la "ludificación" y "digitalización" de la escuela: obedece al intento de subordinar la educación al mercado. No se trata de formar personas cultas, racionales, libres y con juicio crítico, sino "mano de obra" dócil a los tiempos de esclavitud física y moral que van viniendo. 

Francisco José de Goya y Lucientes (1746-1829): "La letra con sangre entra o Escena de Escuela" (1785)
Museo de Zaragoza
Una pintura que denuncia la barbarie de la escuela basada en el castigo físico, la humillación y el miedo

 En mi faceta de autor de este Diario puedo recorrer momentos vividos o escuchados, como alumno, como maestro, y, en definitiva, como ciudadano. Desde "la letra con sangre entra", ese proverbio brutal español, que Francisco de Goya (1746-1828) plasmó en un lienzo en el que un maestro azotaba a un niño en el culo. Goya, como artista libre, realizó en este cuadro, también llamado "Escena de Escuela" (1785) una crítica del sistema educativo. El castigo físico y la memoria mecánica de la repetición eran la base de la institución educativa tradicional sometida a la Iglesia. El maestro era figura de autoridad, o más bien de terror. Recuerdo como me ataban la mano izquierda para "curar" mi "zurdez", aunque esto no fuera en la escuela, sino en casa. El niño de la dictadura militar-nacional-católica española (1936-1977) de Francisco Franco "debía" ser obediente, piadoso, patriota y manifestar "urbanidad", decoro y buenos modales. El varoncito, a jugar a la pelota y a la guerra. La niña, con sus muñecas y cocinitas. La división del trabajo por género se instauraba en la escuela. En su evocadora canción "Días de escuela" (1978), el grupo de rock urbano Asfalto rememora esos colegios de los años 50 y comienzos de los 60:

"Bien abrigado llegaba al colegio.
Mil novecientos sesenta, hace poco tiempo.
Formados frente a una cruz y a ciertos retratos
Entre bostezo y bostezo gloriosos himnos pesados.
Despertamos en pupitres de dos en dos
Aún recuerdo el estrecho bigote de Don Ramón
Y la estufa de carbón frente al profesor
La dichosa estufa que no calienta ni a Dios.

Suena el timbre, al fin
Bocadillo, recreo, evasión
Una tortura más antes del juego
La leche en polvo y el queso americano.
Sales tú y el gordo después
Te cambio los cromos, te juego al tacón.
Sales tú, la ligo yo.
Apuremos el tiempo
Que ya nos meten dentro.

Dos horas de catecismo
Y en mayo la comunión.
La letra con sangre entra, otro capón.
Tarea para mañana, y puesto el abrigo
Otra copla a los del cuadro
Y hasta mañana Don Ramón.

Y ahora tú, ¿qué pensarás?
Si cuanto más me oprimían
Más amé la libertad.
Y es a ti a quien canto hoy.
Enseña a tu hijo, enseña a tu hijo
A amar la libertad"

 La "intransigencia" de una escuela sin libertad dio paso en la "transición a la democracia" -ese periodo desde la muerte de Franco en noviembre de 1975 a la victoria del PSOE en octubre de 1982- a una escuela donde las palabrotas, las revistas eróticas, la pérdida de religiosidad, los partidos políticos, los cantautores, el rock y las drogas estaban en el "ambiente". En 1977 llegaron al Colegio Nacional Francisco Franco del pueblo en que yo vivía los maestros de pelo largo que traían cintas de cassette para escuchar música clásica de Beethoven mientras hacíamos los exámenes de Ciencias Sociales, y la Historia de los Beatles en lugar del General Prim. Los "castigos físicos", como la "regla" con la que te pegaban en las yemas de los dedos, o ponerte de pie con los brazos extendidos, empezaban a desaparecer. Los españoles votaban en las Elecciones al Congreso en 1977, luego el Referéndum de la Constitución de 1978. Las canciones de la radio comercial, más ligeras, se mezclaban con las de los disco-pubs, y se inauguró Radio 3, de Radio Nacional de España, el 1 de julio de 1979, que trajo más rock, más cultura, más libertad...

 Y recuerdo que a esta misma habitación, donde ahora escribo, una mañana de invierno de 2009 vino mi tío Pedro, nacido en 1928, a visitar a mi padre, enfermo y con pocos meses de vida por delante, y, con esa memoria para las cosas muy antiguas de las personas mayores, recitaban lo aprendido en el colegio en los años 30, con tal claridad que pareciera que lo hubiesen aprendido ayer mismo. ¡Qué distintos los alumnos de hoy que al día siguiente del examen ya han olvidado todo: estudian para olvidar!

 En el sistema de sometimiento social, la escuela tradicional era un elemento crucial, pero en una época sin tablets ni smartphones, la memoria de los niños era más fuerte, porque la vida estaba en la calle, y en los pupitres y los patios, y no en Instagram y Tik Tok.

 El "pragmatismo inconsistente" que impera hoy, ya no encomienda a la escuela transmitir la verdad, el conocimiento, porque éste se ha hecho "líquido" y no-conceptual -de ahí el ataque a la "memoria" de los pedagogos-, sino "competencial": "saber hacer" aunque no se sepa qué. La "adaptación" a las nuevas demandas sociales de la enseñanza implica renunciar a entender qué son las cosas, tener un "mapa" del mundo, del ser, lo que llamamos ciencia, en su doble sentido natural y humanístico. El no tan sorprendente hecho de que los chicos ahora, en un mundo interconectado (?), no sepan leer los mapas ni entiendan los libros, ni las sinfonías, ni los cuadros del Museo del Prado, es una muestra de cómo la "adaptación a los nuevos retos de la sociedad digital" crea individuos atomizados incapaces de acceder a la gran cultura, pero expertos en manejar smartphones...

Maniquíes abandonados en una tienda cerrada
Boutique Felicidad
Avenida Gabriel Miró, 2
Calpe (Alicante)
Miércoles 17 de agosto de 2022
Foto: Francisco Huertas Hernández

*****
Comentarios de nuestros lectores:

- Juan José Guardia: "Excelente nota. De todos modos me permito decir que la educación siempre estuvo subordinada al mercado, y, por tanto, fue masiva a partir de la Revolución Industrial. Las escuelas con formato de fábrica se esparcieron por casi todo el mundo. Hubo reacciones como la pedagogía lúdica iniciada por María Montessori en los barrios pobres de Roma y continuada por otros pedagogos que le dieron un rostro amigable que no era bien visto por la educación positivista fabricante de fuerza de trabajo y consumidores. En la actualidad estamos ante un dilema. El mundo que se viene es un tren de frente. El mercado laboral tecnológico acota las esperanzas de los estudiantes que a su vez habitan un mundo líquido donde nada es profundo. En las grandes ciudades, la droga, la mala alimentación, la desocupación, etcétera corroe cerebros. Hoy por hoy, no me atrevo a decir cuál es la mejor forma de educar, tal vez, no haya forma"

- Christian Franco Rodríguez: Juan José Guardia, ah, ah, la educación industrial no es una educación del mercado por más que sea masiva y es que lo industrial está ligado a la ilustración y a la estructuración de la nación-estado. He aquí la pedagogía prusiana con la obra la didáctica magna de Juan Amos Comenio, en cambio la pedagogía que vendrá después es una pedagogía constructivista basada en Piaget, y ésta si es una pedagogía para una economía de mercado donde hay que adaptarse inventando servicios. Actualmente hay una ciber pedagogía que se basa en el permanente feedback para una economía datista, pero esta es incipiente, y, tarde o temprano, llevara a una educación algorítmica donde el profesor sale del mapa y las aplicaciones "educan""

- Estrella Millán Sanjuán: "Te he leído muchos artículos de Cine, de Filosofía, de Educación, estos Diarios, pero de este último tema creo que es de lo mejor. Por cómo has relacionado, las analogías de la enseñanza con los dos modelos políticos soviéticos, la capacidad de transmitir tu preocupación por la deriva de la Educación en España y en general, el acierto, concisión y verdad de lo que escribes y la mezcla de episodios vitales como el de tu padre y tío con este tema.

 Te entiendo porque tenemos el mismo oficio y el presente es desalentador y la perspectiva asusta. Cuando se supone que más asistencia, recursos pedagógicos y didácticos tenemos en lo que resulta una invasión, peor es el resultado. Parece que los Estilos de Enseñanza se están puerilizando, o es mi sensación, me cansa tanta ludificación o "gamificación" como nos dicen, tanta explosión de ayudas tecnológicas y que se demonicen los modelos antiguos, yo creo que por relacionarlos con la dictadura que se sufrió, pero que tan malos no serían.

 Y ya lo de ese invento de enseñar por competencias, de tecnificar la docencia, de inventar términos que nos alejan cada vez más de lo humano, me disgusta muchísimo. Nuestra labor como personas docentes se está perdiendo en pro de números y tantos por ciento.

 ¿Por cuántas leyes de Educación hemos pasado? ¿Cuántas hemos tenido que estudiar para evaluar, calificar y aprendernos las nuevas e ineficaces aportaciones?
 Está claro que está fallando este sistema educativo y no será solo por nuestra labor docente. A analizar..."


- Segundo Sagarribay Solana: "Leyéndote, estimado Francisco, me has transportado en la máquina del tiempo; he recordado vivamente, he sentido como se sucedían aquellos paisajes ante mi vida y mi vida cambiaba con los paisajes. Yo nací en 1945, recuerdo aquella escuela memorística y de repetición, aquello era "dogmatismo intransigente" fascista, modelo nacional-católico español.

 Las percepciones de la primera infancia son muy limitadas. Mis recuerdos se hacen más nítidos desde los diez años, es decir desde 1955, más o menos. Dicen que para entonces, tras 15 años desde la guerra, lo peor había pasado ya.
Yo recuerdo de esa época el olor de la miseria; de la miseria, sí. Seguramente habréis experimentado el olor excepcional de alguno que no se lava, cosa muy rara en estos tiempos. Pues eso no es nada, comparado al olor de multitudes concentradas en el cine o el tranvía. Multitudes, todos pobres; pobres, pobres, que, como tienen que elegir entre jabón y pan, optaban por no lavarse y comer.
 Mi familia no era pobre, ni vivía en un barrio pobre. Pero vivía cerca del Mercado y recuerdo a los pobres revolviendo entre basuras y despojos que los "muchameleros" tiraban cuando recogían sus "puestos" en la calle Velázquez. Recuerdo la piel llenas de póstulas de muchos pobres hambrientos en la cola de un dispensario/comedor del Auxilio Social.

 Yo conocí la revolución industrial, eso que hoy sitúan los libros de texto en la segunda mitad del siglo XVIII en Inglaterra. En España todo llega tarde. Entre 1950 y 1960 desapareció de mi calle la modista, el sastre, la zurcidora-tejedora, la bodega que fabricaban gaseosa, la posada para animales, el zapatero remendón... Toda la producción artesanal fue cerrando en favor de la producción fabril. En 1955 los pollos (artículo de semilujo) se vendían con plumas, se mataban en casa. Los granjas y mataderos industriales fueron llegando a lo largo de la década.

 En la sociedad preindustrial el tiempo corría despacio, muy despacio; no se conocía el concepto productividad y todo transcurría con derroche de tiempo. Había tiempo para aburrirse.

 El cole no causaba estrés pero sí dolor en algún que otro caso. La disciplina pesaba como cadenas y la represión era violenta a veces. A mí me pegaron poco. Los niños de fuerte temperamento, más nerviosos o rebeldes, podían ser objeto de maltrato si tenían la desgracia de coincidir con algún sádico, porque no habían muchos controles, al maestro se le exigía autoridad (entiéndase autoritarismo). Yo diría que nos educaban para obedecer y otros objetivos eran secundarios.
Mis padres me llevaron siempre a colegios de pago, es decir religiosos. Hice el bachiller en los Maristas, donde estudiaban los hijos de clase acomodada, era otro mundo, yo lo percibía, a los de mi calle les correspondía más bien los Salesianos. Los Jesuitas estaban considerados de más rango elitista todavía.

 A partir de 1960 la enseñanza media que yo conocí inició un singular camino de "pragmatismo inconsistente". España (el Estado) quería modernizarse porque así se lo pedían los americanos, los valedores de Franco en periodo de guerra fría. Pero el régimen sabía que cambiar de dictadura a democracia liberal (con elecciones) podía ser peligroso, para ellos, claro.
 Así que hasta el 78 la educación se conducía muy incoherentemente. La primaria era educación arcaica y la secundaria pretendía ser una transición tras la cual unos irían a la universidad a prepararse para mandar en fabricas y negocios y otros, los que no pasaran los filtros, se quedarían en "cultura general", en tierra de nadie. Han habido varios intentos de crear una educación específica para generar obreros y técnicos cualificados al estilo de la formación profesional en otros países europeos, pero...

 ¿Y qué pasa desde el 78? La LOGSE era una propuesta pretendidamente modernizadora que se quedó en la mitad de la mitad, buenas intenciones. ¿Y las reformas posteriores?
La educación necesita recursos y consenso. España adolece de cohesión social, y la educación, aquí y ahora, consiste en establecer consensos de largo plazo con la iglesia católica y su red educativa, tarea casi imposible.

 Me temo que si no cambiamos el rumbo, la enseñanza pública, como la sanidad pública, irán recorriendo el camino inverso desde el Estado del Bienestar a los servicios de beneficencia"

- Francisco Huertas Hernández: "Segundo Sagarribay Solana, querido amigo, me ha emocionado y, al tiempo, ilustrado tu comentario, que ya he puesto en el blog. Unir la autobiografía al análisis histórico-filosófico es la única manera de contar cosas que las gentes crean, y no solo los eruditos entiendan. El sistema educativo es un elemento clave en el proceso de socialización del niño, o, dicho con rudeza casi hiriente, la conversión del animal tierno en ciudadano obediente y pretendidamente racional. Todo lo que escribo en mi Diario de un Profesor de Filosofía es una meditación tranquila de un individuo encrespado con la mentira triunfante en un mundo putrefacto. Quizás eso sea la filosofía, como la tremenda pintada que leía en la fachada de la Facultad de Filosofía en Murcia allá por 1983: "hágase la luz, véase la mierda""

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Necesaria reflexión contra los mercachifles que prostituyen el saber con las nuevas pedagogías, los ámbitos, las competencias y los informes pedagógicos

Laura A dijo...



Maravilla. Portento.
Me estoy refiriendo, no a esos tiempos, esas formas o maneras, no a esa vida -como es de imaginar con facilidad- sino a la gran y certera descripción que has hecho. Va muy bien leerlo para rechazar todo eso con mayor facilidad, sin resquemor, sin desazón al hacerlo. Gracias.

Tengo que releerlo.

jdavdlopezsalas dijo...

Estamos asistiendo a la desaparición más absoluta de la posibilidad de pensar por nosotros mismos y en definitiva, enfrentar con espíritu crítico cuantas circunstancias se vayan presentando en nuestro camino. Este es el triste camino que se vislumbra para los más jóvenes. Un texto muy lúcido Francisco Huertas a la vez que triste.

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Gracias amiga Laura

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Gracias David

Unknown dijo...

Excelente nota de todos modos me permito decir que la educación siempre estuvo subordinada al mercado y por tanto fue masiva a partir de la revolución industrial. Las escuelas con formato de fábrica se esparcieron por casi todo el mundo. Hubo reacciones como pedagogía lúdica iniciada por María Montessori en los barrios pobres de Roma y continuada por otros pedagogos le dieron un rostro amigable que no era bien visto por la educación positivista fabricante de fuerza de trabajo y consumidores. En la actualidad estamos ante un dilema. El mundo que se viene es un tren frente. El mercado laboral tecnológico acota las esperanzas de los estudiantes que a su vez habitan un mundo líquido donde nada es profundo. En las grandes ciudades, la droga, la mala alimentación, la desocupación, etcétera corroe cerebros. Hoy por hoy, no me atrevo a decir cuál es la mejor forma de educar, tal vez, no haya forma.

Francisco dijo...

Gracias Juan José Guardia

Anónimo dijo...

La educación es un fenómeno esencialmente cultural y representa en códigos los símbolos que cada sociedad y momento exigen. Su análisis es muy pertinente referido a ese fenómeno en la sociedad española y a los retos que está enfrenta. Lo mismo sucede en otros contextos políticos y económicos, no podemos olvidar que la globalizacion es de toda la vida y se manifiesta en el uso de las tecnologías en exceso. Lo que provoca una carencia de pensamiento crítico. Gracias

Francisco dijo...

Gracias comentarista anónimo

Francisco dijo...

A ver si se abre un debate acá en el blog. Sería muy deseable

Anónimo dijo...

El educador el dia de hoy debe ser un artista que tenga el atino de conjugar la ortodoxia y la ortopraxis de la ciencia, lo humanístico y lo tecnológico, ir a la esencia sin eliminar las propiedades, aún los accidentes. Buscar el arje teniendo claro el telos: aprehender y comprender!!!

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Gracias amiga filósofa desconocida

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

El tuyo es un comentario profundísimo sobre el origen, la esencia y finalidad de la enseñanza. Hacer no es saber. Igual que ver no es saber. La práctica y la experiencia sólo cobran significado si existe la teoría y el concepto previo. Eso es lo que el sistema económico y sus esbirros tecno-politicos están haciendo. Niños que no saben una mierda pero te dan lecciones trajinando con sus dispositivos electrónicos digitales

El Novel Eterno dijo...

Maravilloso. De todos los capítulos de su Diario Francisco es este el que más he disfrutado (no solo por su brevedad) si no que deja las cosas muy claras.

Como bien sabe (y sabrán los que me leen o siguen en redes sociales) uno de mis sueños es lograr ser profesor y educar a los niños haciéndoles sentir la pasión que yo siento por la historia (que entendamos a veces puede se, si no se ahonda en ella, un rollo, lleno de fechas y eventos que a primera vista son inconexos o que no tienen que ver con una cosa u otra). Como sea más allá que hablar de mi persona, a veces cansina, a veces callada tengo que decir que concuerdo con usted al 100% cuando dice que la educación de estos días está muriendo, obviamente el hecho de que nuestros hijos sepan usar más un smartphone o que no sepan leer un mapa debidamente, en primera estancia no nos puede parecer a muchos un problema, ya que para la mayoría social (preocupada en ganar dinero para mantenerse tanto a ellos como a un estado que cada vez más nos saquea sean los amos los de Derechas o los de Izquierdas) lo importante de verdad es "tener algo" con lo que ganar dinero.

Claramente el sistema en el que vivimos (un Capitalismo de amiguetes donde ni se respeta la separación Estado y Economía) tiene mucho que ver, pero más aún tiene que ver el comportamiento de la juventud actual la cual poco a poco y desgraciadamente se está volviendo (yo el primero) en utilitarista y carente de entendimiento emocional, solo preocupada por la cara bonita del chico o la chica buena de clase.

En fin, más allá de eso es cierto que con la Transición Española logramos muchas libertades, (llegó el rock, los AC/DC, Metallica, The Ramones, las mujeres empezaron a llevar minifalda, etc, etc.) Lo que pasa es que estás libertades, como todo en la vida han envejecido y muy mal, hoy en día la libertad se ha tornado libertinaje y con esto no pido que España vuelva atrás en el tiempo a una época donde la Iglesia controlaba el saber y conocimiento pero si deseo que algún que otro maestro levante la cabeza contra la cada vez más mal tratada educación de nuestra patria en la cual la historia se dará por "características sociales", en donde las matemáticas deben de impartirse con una "perspectiva de género" y dónde más aún la Selectividad se podrá superar gracias a un examen de "madurez".

Cuando pienso esto, a parte me digo a mi mismo: "Joder Andrés, eres un afortunado", ya que seré uno de los pocos que en un futuro cuando mis hijos hallan superado el examen de madurez (aunque tengan 8 Años y medio) les podré mostrar mis notas y evaluaciones y decirles "Esto era así en mi época".
Lo dicho, no deseo que se vuelva al pasado, pero tampoco hemos, como dice la hermosa canción Atlantia del grupo de folkmetal Mago de Oz (uno de mis grupos españoles favoritos): "Por puñados de progreso amor perdí mi libertad". Un progreso que desgraciadamente tiene más de old school político de lo que muchos se imaginan. Gran post como siempre Francisco, espero con ansias los siguientes.

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Christian Franco Rodríguez escribió:
Juan José Guardia ah ah la educación industrial no es una educación del mercado por mas que sea masiva y es que lo industrial esta ligado a la ilustración y a la estructuración de la nación estado, he aquí la pedagogía prusiana con la obra la didáctica magna de Juan Amos Comenio, en cambio la pedagogía que vendrá después es una pedagogía constructivista basada en Piaget y esta si es una pedagogía para una economía de mercado donde hay que adaptarse inventando servicios, actualmente hay una ciber pedagogía que se basa en el permanente feedback para una economía datista pero esta es incipiente y tarde o temprano llevara a una educación algorítmica donde el profesor sale del mapa y las aplicaciones "educan".

Estrella dijo...

Te he leído muchos artículos de Cine, de Filosofía, de Educación, estos diarios, pero de este último tema creo que es de lo mejor. Por cómo has relacionado, las analogías de la enseñanza con los dos modelos políticos soviéticos, la capacidad de transmitir tu preocupación por la deriva de la Educación en España y en general, el acierto, concisión y verdad de lo que escribes y la mezcla de episodios vitales como el de tu padre y tío con este tema.
Te entiendo porque tenemos el mismo oficio y el presente es desalentador y la perspectiva asusta. Cuando se supone que más asistencia, recursos pedagógicos y didácticos tenemos en lo que resulta una invasión, peor es el resultado. Parece que los Estilos de Enseñanza se están puerilizando, o es mi sensación, me cansa tanta ludificación o "gamificación" como nos dicen, tanta explosión de ayudas tecnológicas y que se demonicen los modelos antiguos, yo creo que por relacionarlos con la dictadura que se sufrió, pero que tan malos no serían.
Y ya lo de ese invento de enseñar por competencias, de tecnificar la docencia, de inventar términos que nos alejan cada vez más de lo humano, me disgusta muchísimo. Nuestra labor como personas docentes se está perdiendo en pro de números y tantos por ciento.
¿Por cuantas leyes de Educación hemos pasado? ¿Cuántas hemos tenido que estudiar para evaluar, calificar y aprendernos las nuevas e ineficaces aportaciones?
Está claro que está fallando este sistema educativo y no será solo por nuestra labor docente. A analizar...

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Estrella Millán Sanjuán madre mía qué bien explicas lo que pienso y siento. Somos compañeros de un viaje cuesta abajo y sin frenos en el coche de la administración educativo-empresarial