martes, 27 de diciembre de 2022

Música, Poesía y Filosofía. Comentario del poema "Música" de Amado Nervo. Francisco Huertas Hernández

Música, Poesía y Filosofía
Comentario del poema "Música" de Amado Nervo
Francisco Huertas Hernández

Cerámica griega
Banquete/Symposion. Intérprete de aulos
La música
Banqueteur et un musicien, inscription kalos("Ho pais kalos" "Le garcon est beau"). Tondo d'une coupe attique à figures rouges, v. 480 av. J.-C. Provenance: Vulci
Musée du Louvre. Paris


Dijo el poeta al numen: «Ya que inspirarme quieres,
inspírame algo nuevo,
que jamás por los hombres haya sido pensado...
»Ancho es el Cosmos, numen; tan ancho, tan profundo,
que ni siquiera logra la razón asignarle
un límite... Y en este semillero de soles,
de mundos, de cometas, de nebulosas tenues
como mantos de hadas,
como la tela misma del ensueño, ¿no puedes
tú, invisible potencia, mente sutil y pura,
cosechar el gran lirio
de un pensamiento nunca por los hombres pensado ?
»Tiende las alas, numen,
las alas impalpables.
Boga como un gran soplo sobre el mar de las causas.
Contempla los jardines místicos que florecen
en lejanos planetas;
escucha al ave de oro que derrama sus trinos
en los bosques de Venus,
al borde de los anchos canales del rojizo
Marte o en los milagrosos anillos de Saturno.
Salva nuestro sistema, y al alfa del Centauro,
sol duplo y el más próximo
de nuestro sol, acércate.
Llega a Sirio si puedes: ígneo coloso azul,
cuyo «punto de vista» preocupaba a Renan. . .
Escucha a los filósofos
que en algún manso valle de algún remoto mundo,
departen de las cosas arcanas y esenciales.
»Y cuando vuelvas, todo salpicado del trémulo
y diamantino polvo de las constelaciones,
numen, dime al oído tu hallazgo prodigioso,
a fin de que, expresándolo, me torne yo inmortal».
Y el numen le responde: «¡La idea que codicias
existe, y yo te diera sus divinas primicias;
pero tú no eres músico, y ella es toda orquestal!
»Sólo las claves, sólo las pautas y las notas,
revelarán al mundo sus bellezas ignotas.
Platón oyó a los orbes su concierto ideal,
y Beethoven, a veces, lo escuchó en el mutismo
nocturno. Todo es música: los astros, el abismo,
las almas... ¡y Dios mismo
es un Dios musical!»

Amado Nervo: "Música". Febrero, 16 de 1916. "Elevación". 1916

 Juan David García Bacca (1901-1992), el filósofo venezolano de origen español, escribió en su magna obra "Filosofía de la música" que la música y su lenguaje son un tipo de ente que "refuta" la metafísica, "el núcleo más pretencioso de la filosofía". En sus "Advertencias" reflexiona: "A lo largo de toda esta obra se ha de estar oyendo continuamente, ostinato, la distinción entre tratarse con y tratar de. Tratarse con las obras musicales es estar oyéndolas o haberlas oído y estar resonando aún en los oídos. Tratar de esas mismas obras se hace (en esta obra que no es un disco, cinta magnetofónica...) de palabra [...Esta obra trata] de hacer notar al músico que filosofa. Que el filósofo note que la música está siendo componente intrínseco de la filosofía: de una filosofía especial y de una música especial. Filósofo-y-músico"

 Pero no son los filósofos los más adecuados para "expresar" ese "vínculo inefable" entre μέλος y λόγος, entre melodía y concepto. "Ese tratarse con la música". Son los poetas, "seres intermedios" -δαίμων- entre μέλος y λόγος, pues, con "palabras" "cantan" y "riman", pues la "rima" es el "ritmo" -ῥυθμός- de la música y el lenguaje, "la simetría o movimiento recurrente". Entender el "ritmo" como "retorno" de lo "mismo" en lo "otro", o la "inserción" de la "identidad" en la "alteridad", el "metro" que hace del "tiempo" -el "discurrir" o "devenir" de los instantes- "belleza".

 El poeta mexicano Amado Nervo (1870-1919) plasmó todo esto en uno de los poemas más excelsos de su obra cumbre, "Elevación". El poeta pide a las Musas, a la divinidad, a Dios: "inspírame algo nuevo, que jamás por los hombres haya sido pensado". En el principio no hubo λόγος, a pesar de San Juan Evangelista que identificó λόγος y θεός (Dios): ""Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος, καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν, καὶ θεός ἦν ὁ λόγος" (En el principio era el Verbo/Palabra, y el Verbo era con Dios, y Dios era el Verbo). Si la Creación fue, el Hombre no era antes. Pues el Lógos/Verbo era atributo divino, no humano. El ser humano nació sin palabra, solo con aullido o silencio. Mas la "música" no estaba en el hombre, pues ni la "palabra" era con él.
 En esa "anchura del Cosmos", en "su infinitud", "por encima del mar de las causas", en "el viaje por "los jardines místicos que florecen en lejanos planetas", "Marte, Saturno, Sirio", buscando "lo nuevo", el "numen" responde al poeta: "¡La idea que codicias existe, y yo te diera sus divinas primicias; pero tú no eres músico, y ella es toda orquestal!""Sólo las claves, sólo las pautas y las notas, revelarán al mundo sus bellezas ignotas. Platón oyó a los orbes su concierto ideal, y Beethoven, a veces, lo escuchó en el mutismo nocturno. Todo es música: los astros, el abismo, las almas... ¡y Dios mismo es un Dios musical!"

 "¡Todo es música: los astros, el abismo, las almas... y Dios mismo!" Ese es el secreto del poeta, el "ser intermedio" entre Melos y Lógos. El poseedor del "Ritmo" del Universo. Si algo nuevo hay más allá de nuestras "palabras" es lo que estuvo antes de ellas: la "música"...

Comentarios y Colaboraciones:

- Inmaculada Arriero Doblado: "El poema me parece excelso. Al leerlo he recordado el de Fray Luis, creo que es una Oda, a su amigo, músico ciego, Francisco Salinas. En ambos hay reminiscencias platónicas y pitagóricas, además de un elevado misticismo en la búsqueda de una presencia o ser divino que construya el Cosmos como un todo armónico.

 Somos música. Nacemos sin palabras, pero sí con ritmo -el del corazón, el de la respiración. Nuestro primer contacto con la vida -¿lo real?- es a través del llanto (una música natural intermediaria entre el no-ser y el ser). Estamos, pues, constituidos de música, poseídos por la Musa, y, en ese sentido, todos somos músicos. Buscamos la armonía, la forma, el ritmo, la melodía, la sintonía... Y, distanciados del λόγος, nos dejamos llevar por las Musas..."


Oda a Francisco Salinas

El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música estremada,
por vuestra sabia mano gobernada.

A cuyo son divino
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino
y memoria perdida
de su origen primera esclarecida.

Y como se conoce,
en suerte y pensamientos se mejora;
el oro desconoce,
que el vulgo vil adora,
la belleza caduca, engañadora.

Traspasa el aire todo
hasta llegar a la más alta esfera,
y oye allí otro modo
de no perecedera
música, que es la fuente y la primera.

Ve cómo el gran maestro,
aquesta inmensa cítara aplicado,
con movimiento diestro
produce el son sagrado,
con que este eterno templo es sustentado.

Y como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta;
y entrambas a porfía
se mezcla una dulcísima armonía.

Aquí la alma navega
por un mar de dulzura, y finalmente
en él ansí se anega
que ningún accidente
estraño y peregrino oye o siente.

¡Oh, desmayo dichoso!
¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido!
¡Durase en tu reposo,
sin ser restituido
jamás a aqueste bajo y vil sentido!

A este bien os llamo,
gloria del apolíneo sacro coro,
amigos a quien amo
sobre todo tesoro;
que todo lo visible es triste lloro.

¡Oh, suene de contino,
Salinas, vuestro son en mis oídos,
por quien al bien divino
despiertan los sentidos
quedando a lo demás amortecidos!

Fray Luis de León: "Oda a Francisco Salinas" (1577)

1 comentario:

Inma dijo...

Hola, Francisco. El poema me parece excelso. Al leerlo he recordado el de Fray Luis, creo que es una Oda, a su amigo, músico ciego, Francisco Salinas. En ambos hay reminiscencias platónicas y pitagóricas, además de un elevado misticismo en la búsqueda de una presencia o ser divino que construya el cosmos como un todo armónico.
Somos música. Nacemos sin palabras, pero sí con ritmo - el del corazón, el de la respiración. Nuestro primer contacto con la vida, - lo real? - es a través del llanto (una música natural intermediaria entre el no ser y el ser) Estamos, pues, constituidos de música, poseídos por la Musa y, en ese sentido, todos somos músicos. Buscamos la armonía, la forma, el ritmo, la melodia, la sintonía... Y, distanciados del λόγος, nos dejamos llevar por las Musas