sábado, 27 de mayo de 2023

Ética: ¿Qué es el Intelectualismo Moral de Sócrates? Reflexiones desde clase. Filosofía. 4º ESO. 26-5-2023. Francisco Huertas Hernández

Ética: ¿Qué es el Intelectualismo Moral de Sócrates?
Reflexiones desde clase. Filosofía. 4º ESO. 26-5-2023
Francisco Huertas Hernández

Mural realizado por estudiantes en la Semana Cultural de abril de 2023: Lágrimas por la naturaleza muerta & Libros libres
IES Doctor Balmis
Calle Cerámica, 24. 03010 Alicante
Fotografía de Francisco Huertas Hernández

 Estábamos haciendo un repaso con las preguntas del examen de Filosofía de 4º ESO. La indolencia habitual de los alumnos contrastaba con la importancia del Intelectualismo Moral, la teoría ética del ateniense Sócrates (470-399 aC), expuesta por su discípulo Platón (427-347 aC) en el Diálogo "Menón". Leamos el famoso pasaje:

"Sócrates: ¿Hay unos que desean las cosas malas y otros que desean las cosas buenas? ¿No te parece, distinguido amigo, que todos desean las cosas buenas?
Menón: No, no me lo parece.
Sócrates.: ¿Hay, entonces, quienes desean las cosas malas?
Menón: Sí.
Sócrates: ¿Pero dices que pensando que las cosas malas son buenas o que, incluso conociendo que son malas, sin embargo, las desean?
Menón: Me parece que en los dos sentidos.
Sócrates: ¿A qué llamas desear? ¿A que algo llegue a ser de uno?
Menón: A que llegue a serlo, ¿a qué si no?
Sócrates: ¿Pero pensando que las cosas malas benefician a aquel a quien le llegan o sabiendo que las cosas malas perjudican a aquel a quien se dan?
Menón: Hay quienes piensan que las cosas malas benefician, y hay quienes saben que perjudican.
Sócrates: ¿Te parece que saben que son malas las cosas malas quienes creen que las cosas malas benefician?
Menón: No, eso no me lo parece en absoluto.
Sócrates: Luego es claro que ésos no desean las cosas malas, esos que las desconocen como tales, sino que desean las que piensan que son buenas, aunque ellas son malas. Así que los que las desconocen y creen que son buenas, es evidente que desean las cosas buenas, ¿verdad?
Menón: Probablemente es así.
Sócrates: Pues ¿qué? ¿Es que los que desean las cosas malas, como dices, pensando que las cosas malas perjudican a aquel a quien llegan, saben seguro que serán perjudicados por ellas?
Menón: Necesariamente.
Sócrates: ¿Pero es que no creen que los que son perjudicados son desdichados en la medida misma en que son perjudicados?
Menón: También esto es necesario.
Sócrates: ¿Y es que a los desdichados no les va mal?
Menón: Yo creo que sí.
Sócrates: ¿Hay, entonces, alguien que quiera ser desdichado y quiera que le vaya mal?
Menón: No lo creo, Sócrates.
Sócrates: Luego no quiere nadie las cosas malas, Menón, a no ser que quiera ser él mismo malo. Pues, ¿qué otra cosa es ser desdichado, sino desear las cosas malas y conseguirlas?
"

Platón: "Μένων" (Menón). 77b-78a

(Μένων
δοκεῖ τοίνυν μοι, ὦ Σώκρατες, ἀρετὴ εἶναι, καθάπερ ὁ ποιητὴς λέγει, ‘χαίρειν τε καλοῖσι καὶ δύνασθαι:’ καὶ ἐγὼ τοῦτο λέγω ἀρετήν, ἐπιθυμοῦντα τῶν καλῶν δυνατὸν εἶναι πορίζεσθαι.

Σωκράτης
ἆρα λέγεις τὸν τῶν καλῶν ἐπιθυμοῦντα ἀγαθῶν ἐπιθυμητὴν εἶναι;

Μένων
μάλιστά γε.

Σωκράτης
ἆρα ὡς ὄντων τινῶν οἳ τῶν κακῶν ἐπιθυμοῦσιν, ἑτέρων δὲ οἳ τῶν [77ξ] ἀγαθῶν; οὐ πάντες, ὤριστε, δοκοῦσί σοι τῶν ἀγαθῶν ἐπιθυμεῖν;

Μένων
οὐκ ἔμοιγε.

Σωκράτης
ἀλλά τινες τῶν κακῶν;

Μένων
ναί.

Σωκράτης
οἰόμενοι τὰ κακὰ ἀγαθὰ εἶναι, λέγεις, ἢ καὶ γιγνώσκοντες ὅτι κακά ἐστιν ὅμως ἐπιθυμοῦσιν αὐτῶν;

Μένων
ἀμφότερα ἔμοιγε δοκοῦσιν.

Σωκράτης
ἦ γὰρ δοκεῖ τίς σοι, ὦ Μένων, γιγνώσκων τὰ κακὰ ὅτι κακά ἐστιν ὅμως ἐπιθυμεῖν αὐτῶν;

Μένων
μάλιστα.

Σωκράτης
τί ἐπιθυμεῖν λέγεις; ἦ γενέσθαι αὐτῷ;

Μένων
γενέσθαι: τί γὰρ [77δ] ἄλλο;
Σωκράτης
πότερον ἡγούμενος τὰ κακὰ ὠφελεῖν ἐκεῖνον ᾧ ἂν γένηται, ἢ γιγνώσκων τὰ κακὰ ὅτι βλάπτει ᾧ ἂν παρῇ;

Μένων
εἰσὶ μὲν οἳ ἡγούμενοι τὰ κακὰ ὠφελεῖν, εἰσὶν δὲ καὶ οἳ γιγνώσκοντες ὅτι βλάπτει.

Σωκράτης
ἦ καὶ δοκοῦσί σοι γιγνώσκειν τὰ κακὰ ὅτι κακά ἐστιν οἱ ἡγούμενοι τὰ κακὰ ὠφελεῖν;

Μένων
οὐ πάνυ μοι δοκεῖ τοῦτό γε.

Σωκράτης
οὐκοῦν δῆλον ὅτι οὗτοι μὲν οὐ τῶν κακῶν ἐπιθυμοῦσιν, [77ε] οἱ ἀγνοοῦντες αὐτά, ἀλλὰ ἐκείνων ἃ ᾤοντο ἀγαθὰ εἶναι, ἔστιν δὲ ταῦτά γε κακά: ὥστε οἱ ἀγνοοῦντες αὐτὰ καὶ οἰόμενοι ἀγαθὰ εἶναι δῆλον ὅτι τῶν ἀγαθῶν ἐπιθυμοῦσιν. ἢ οὔ;
Μένων
κινδυνεύουσιν οὗτοί γε.

Σωκράτης
τί δέ; οἱ τῶν κακῶν μὲν ἐπιθυμοῦντες, ὡς φῂς σύ, ἡγούμενοι δὲ τὰ κακὰ βλάπτειν ἐκεῖνον ᾧ ἂν γίγνηται, γιγνώσκουσιν δήπου ὅτι βλαβήσονται ὑπ᾽ αὐτῶν;

Μένων
[78α] ἀνάγκη.
Σωκράτης
ἀλλὰ τοὺς βλαπτομένους οὗτοι οὐκ οἴονται ἀθλίους εἶναι καθ᾽ ὅσον βλάπτονται;

Μένων
καὶ τοῦτο ἀνάγκη.

Σωκράτης
τοὺς δὲ ἀθλίους οὐ κακοδαίμονας;

Μένων
οἶμαι ἔγωγε.

Σωκράτης
ἔστιν οὖν ὅστις βούλεται ἄθλιος καὶ κακοδαίμων εἶναι;

Μένων
οὔ μοι δοκεῖ, ὦ Σώκρατες.

Σωκράτης
οὐκ ἄρα βούλεται, ὦ Μένων, τὰ κακὰ οὐδείς, εἴπερ μὴ βούλεται τοιοῦτος εἶναι. τί γὰρ ἄλλο ἐστὶν ἄθλιον εἶναι ἢ ἐπιθυμεῖν τε τῶν κακῶν καὶ κτᾶσθαι;

Μένων
κινδυνεύεις)

Σωκράτης (Sócrates) (Atenas, 470 aC - Atenas 399 aC)
Busto romano de mármol. Siglo I. Copia de una estatua de bronce perdida del escultor Λύσιππος (Lisipo) (390-318 aC)
Portrait of Socrates. Marble. Roman artwork (1st century), perhaps a copy of a lost bronze statue made by Lysippos

Filósofo ateniense, maestro de Platón. Sócrates defendió que era posible alcanzar la virtud (ἀρετή), es decir, el bien (ἀγαθόν), mediante el conocimiento. Esta teoría se llama intelectualismo moral: es bueno quien conoce teóricamente el bien, y malo es el ignorante, que desconoce el bien. Y el conocimiento se obtenía por medio del diálogo oral con otras personas. Esto lo hacía el maestro en las plazas y palestras atenienses. La búsqueda de las definiciones de las virtudes era un proceso de intercambio de preguntas y respuestas en el que se alumbraba en la mente de los interlocutores la verdad. Esto lo denominaba mayéutica (μαιευτικός). Sócrates fue enemigo de la escritura, un maestro de virtud, que fue fiel a su voz interior (δαίμων) y sus principios, pagando con la muerte, tras una condena injusta, su existencia íntegra y austera. No conoció riquezas ni comodidades, y de él cuenta Platón casi todo lo que sabemos del maestro

 "Desear las cosas buenas" es desear la "virtud" (ἀρετή), lo único realmente bueno en la vida del hombre, pues depende de él y no de la fortuna, que trae y quita salud, riqueza y honores. Los que creen que las cosas malas les benefician - como afirma Menón, pensando en la existencia real de individuos malos e injustos- son personas ignorantes (palabra que no aparece en el texto). La pregunta inocente o irónica de Sócrates, "¿Te parece que saben que son malas las cosas malas quienes creen que las cosas malas benefician?", apunta a la ignorancia de los que prefieren las cosas malas, o sea, la injusticia. Pues es la injusticia el peor mal moral, y, en la práctica, lo contrario de la virtud. Sócrates necesita probar que desear lo malo es irracional y absurdo, y pregunta: "¿Es que los que desean las cosas malas, como dices, pensando que las cosas malas perjudican a aquel a quien llegan, saben seguro que serán perjudicados por ellas?". Y sigue: "¿Pero es que no creen que los que son perjudicados son desdichados en la medida misma en que son perjudicados?"

 Veamos esto: ser perjudicado (βλαπτομένους) acarrea ser desdichado (άθλιος). Otra traducción de esta pregunta dice: "¿Y no creen ésos que los que reciben el daño merecen lástima en la medida en que son dañados?" El mayor perjuicio es ser desdichado, o sea, merecer lástima, ser miserable. La traducción de "άθλιος" como "miserable, desgraciado, abandonado, indigente" indica una "carencia". El que pierde la virtud (ἀρετή) se vuelve desgraciado, porque deja de ser "excelente". La vida del que, por ignorancia, se aleja de la "excelencia" se hace merecedora de "lástima".

 La conclusión de Sócrates -"luego nadie quiere las cosas malas, Menón, a no ser que quiera ser él mismo malo. Pues, ¿qué otra cosa es ser desdichado, sino desear las cosas malas y conseguirlas?"- introduce el "castigo" como consecuencia de la "ignorancia" de la "virtud": la "desdicha" (άθλιος) es la carencia de "razón moral". Es decir, la "virtud" es "sabiduría". Platón -siguiendo el Intelectualismo Moral socrático- identificó la máxima sabiduría con el conocimiento del Bien en sí

 En mi explicación de clase hoy acudí a la infancia -esa etapa pre-racional del ser humano- cuando los actos no pueden ser castigados porque el niño no sabe lo que ha hecho (ausencia de conocimiento es ausencia de responsabilidad moral). Igual pasa con los adultos, según Sócrates, ¿cómo va a ser valiente quien no sabe lo que es la valentía? El soldado valiente que no supo lo que hizo no es valiente, y no podría repetir su acción al carecer de conocimiento. Tampoco hemos de llamar generoso o justo -todas estas son virtudes: valentía, generosidad, justicia- a quien actuó por azar, sin saber lo que hacía. Solo el conocimiento previo puede orientar nuestras decisiones, y solo el deseo de la virtud nos vuelve buenos. Y para desear la virtud hay que conocerla

 El conocimiento teórico del bien (ἀγαθός), o virtud (ἀρετή), es anterior a su aplicación, la práctica o conducta (acción) buena o virtuosa. El bien es la suma de todas las virtudes, o, más bien, la virtud principal, que tanto para Sócrates como para Platón, es la justicia (δικαιοσύνη). 

 Sobre la necesidad lógica de que la teoría (razón, saber) sea anterior a la práctica (voluntad, conducta) no hay discusión en Sócrates y Platón. Por eso son intelectualistas (la razón precede a la voluntad), y no voluntaristas (la voluntad precede a la razón). En estos tiempos actuales hay un ataque pedagógico y mercantilista a la teoría, a la que se considera inútil por ineficiente, no rentable, abstracta (separada de la vida), y anticuada. Pero yo pongo en clase el ejemplo del estudio de lenguas flexivas (con declinaciones), como el alemán o el ruso, sin el conocimiento previo de la gramática. Si no sabes qué es el caso acusativo, dativo, genitivo o ablativo, no sabrás por qué unas palabras tienen unas terminaciones y no otras. La práctica se vuelve incomprensible sin el conocimiento de las reglas (teoría)

Σωκράτης (Sócrates)
Sello / Estampilla / Stamp - 0,50 euros
Ελληνική Δημοκρατία (Democracia Helénica)
Hellas (Grecia). 2019

 El Intelectualismo Moral, por tanto, es una teoría ética de Sócrates que afirma que la virtud es conocimiento, y el "mal" es ignorancia. Nadie puede actuar mal a sabiendas, porque obrar mal nos vuelve desdichados, por muchos motivos: remordimiento de conciencia, sentimiento de culpa, miedo a ser descubiertos, dar lástima, pérdida de nuestra excelencia. El hombre que se vuelve peor, y no mejor, sufre, porque la falta de virtud -la injusticia- es la "enfermedad" del alma. ¿Quién sabiendo todo esto preferirá ser malo? Porque ser malo es estar enfermo, y sufrir los dolores de la enfermedad moral expuestos.

 Esta "racionalidad" exagerada de Sócrates descarta la virtud como "habilidad práctica", "empatía emocional" con los otros, o "interés". El pensador alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900), con esa agudeza que le caracterizaba, sentenció que la "ecuación socrática" del Intelectualismo Moral era "antivital": "razón=virtud=felicidad". Y es antivital porque combate los instintos. La felicidad para Sócrates es la "salud del alma", es decir, su "virtud", la justicia. Solamente podrá alcanzar la felicidad quien sea virtuoso, justo, y esto únicamente procede del conocimiento racional, que se aleja de los instintos, de las emociones y de intereses egoístas y materiales

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Bravo Maestro

Miquel dijo...

Usar aquí lo de la infancia me ha hecho pensar automáticamente en un episodio, por desgracia, habitual en uno de mis grupos de este año. Que haya compañeros del instituto, un guardián en concreto, que disculpen a estos energúmenos llamándolos "niños" y dando a entender que son "puros infantes que no saben ni qué hacen, ni cuándo lo hacen ni con quién lo hacen" me parece de una sinvergonzonería moral supina. Vergüenza de país.

Anónimo dijo...

Excelente artículo!!! Felicitaciones

Anónimo dijo...

Genial aporte

Francisco dijo...

A veces los estudiantes indolentes despiertan las mejores armas dialécticas del amante del saber. Como el tábano de Atenas, Sócrates, nos vemos obligados a aguijonear con nuestras preguntas. No dejarles dormir plácidamente. Aunque están cansados de tanto entretenimiento digital y embotados para poder pensar en lo innecesario: la vida, la verdad y la muerte

Laura A dijo...


Excepcional el Diálogo. Va atrapando su lectura. Real. Autèntico. Actual. Siempre vigente.
Al posterior desarrollo le adhiero, le adoso las mismas palabras. Real. Autèntico. Siempre vigente.
Limpia, clara y nítida tu explicación. Gustazo tenerte como profesor presencial, no hay duda. Fantástico poder leerte, ser tus alumnos virtuales.