"Diario de un Profesor de Filosofía (1989-2023)". Los lectores opinan (III). Emilio Porta, Adonay García y otras reseñas.
Francisco Huertas Hernández recopila noticias sobre su libro
"Diario de un Profesor de Filosofía (1989-2023)" no es un libro más, ni menos, ni es único ni general: soy yo. Y un yo-profesor es cualquier profesor en lo esencial. Lo universal de la lucha por la vida, la decepción del correr de los años y las ilusiones, el eterno diálogo y conflicto entre maestro y alumno, todo ello es parte de cada yo-docente. Pero también hay unas diferencias existenciales, esas que constituyen el temperamento, el carácter, el estar en un tiempo, en un lugar, con diferentes personas, unos sueños que se deshacen al salir del aula, o se subliman en la clase cuando voces jóvenes, inocentes, insolentes, audaces, sin formar, apuntan intuiciones inauditas desde vivencias cotidianas...
Este libro, ignorado por la mayoría, como era de esperar, aunque unos cuantos se entreguen a la lectura de este género misceláneo: el Diario, que revela una existencia única e identificable, pues la fraternidad, no sólo es un vínculo afectivo de compasión y generosidad, sino también un hilo invisible de identificación a través, en este caso, de la escritura. Lo que he escrito lo he vivido, sentido y pensado, como otros al leer, los pocos que se acerquen, sentirán, pensarán y creerán haber vivido. Un horizonte de experiencias del lector fecundará, en la interpretación que todo texto implica, el horizonte de expectativas de la obra y el universo inabarcable de intenciones conscientes e inconscientes del autor, que se desangraba de sueños, mientras escribía, como un catador de nubes, que desangra sus labios contra los cristales de hielo. El escritor salta hacia las nubes, pero raramente llueve. Luego regresa a casa tras el paredón de las madreselvas en flor, por lo oscuro, dando patadas a las piedras. Nadie lo mira. Nadie lo espera. Sólo se escucha un tango en la radio. Y la eternidad, que él anhela, más alta que la nube, siempre inalcanzable, depende del público del porvenir, la eterna zozobra de no ser comprendido, querido o recordado. Vosotros, hipócritas lectores, semejantes, hermanos, ahuyentadores de nubes...
El crítico y escritor Emilio Porta, ha ponderado este Diario:
"Todo libro es un viaje. Un viaje del autor y del lector. Dice Francisco Huertas que la obra, tanto literaria como artística, (incluyo también la cinematográfica y, por supuesto, la musical) es mediación entre el que la crea y el que la recibe. Y es una gran verdad. Todo es percepción y por ello hay diferentes opiniones, las cosas llegan a la gente con un signo o con otro, a veces contrapuesto o divergente. Pero en algunas obras pienso que hay, o debería haber, una cierta unanimidad positiva en el juicio. Es el caso de Diario de un profesor de filosofía, el libro que he tenido estos días entre manos, pero envuelto en energía positiva emergente de las líneas escritas, desde la lectura hasta el cerebro. Y al alma, al alma, lo que llamamos alma. Esa mezcla de cuerpo y espíritu que nos permite elevarnos a un plano por encima de otras especies.
Como sabe el autor, tengo el libro subrayado en multitud de páginas, porque suelo subrayar en los libros, lo esencial, lo que me impacta, lo que me hace pensar y sentir, lo que no deseo que cubra el olvido. Porque este es un libro que cumple con ese requisito fundamental que le pido a toda obra literaria, que tenga fondo y forma, que no sea un mero entretenimiento. Que le vamos a hacer, si a mí me gusta y me importa solo aquello que nos hace crecer, reflexionar, mirar con diferentes perspectivas, que nos ayuda a mejorar y a aprender.
Todo el libro es vivencial y, aunque yo creo que se puede diferenciar entre la primera parte, más de crónica y memoria vital de los primeros años, y la segunda hasta el final, también crónica, pero más de reflexión, de alas al conocimiento, de experiencia, no solo de viaje físico, sino también de indagación en nuestro mundo, de cuestionamiento desde lo grande a lo pequeño, del valor del aprendizaje y sus modos, de las etapas de descubrimiento del observador y de cómo el autor comparte esas etapas y cuestiones fundamentales con algunos de sus alumnos (aunque a mí la que me ha fascinado totalmente es esa segunda parte) todo el recorrido desde la primera a la última línea me ha resultado de gran interés, aumentado dicho interés por una magnífica prosa que implica verdadero oficio de escritor. Nada raro, pues Francisco Huertas es hombre de una enorme y amplia cultura en todos los campos. En fin, cuando un libro – y creo que he leído bastante --- no se guarda, una vez leído, estacionado entre otros en las estanterías de nuestra biblioteca particular, sino que se desea tener siempre al alcance de la relectura, es que ese libro es, no solo un divertimento, sino que se convierte en uno de esos compañeros con los que, en mayor o menor escala, compartimos pensamiento y vida.
Y eso es lo que creo que les va a ocurrir a muchos lectores de este magnífico ejemplo de literatura que nos permite navegar por los mares interiores a partir de la experiencia personal del autor, pero no solo con la experiencia del viaje físico, sino también del viaje interior donde la pregunta es más importante que la respuesta y que, como el autor señala, es la clave de la filosofía. Cuestionar y crear nuestro pequeño universo de islas o continentes donde, aun sin poder responder al gran Misterio, podamos pisar la tierra que nos sostiene sobre el agua, caminar con el apoyo de la mente y el corazón, algo absolutamente en simbiosis en Diario de un profesor de filosofía".
Adonay García cree que "el formato Diario se queda corto, porque hay mucha filosofía, mucha reflexión y muy buenas ideas. Más bien podría llamarse Diario Filosófico. Trabajos como el tuyo no sólo invitan a pensar, sino también a dar el paso para escribir. Es un trabajo inspirado e inspirador".
Agradezco a estos lectores, amigos y también autores, sus palabras de aliento. Y avanzo que ya he escrito el Prólogo a la Segunda Edición de este libro, a la manera de Kant, pero en pocas líneas, y con ideas fecundas en torno a la relación entre creador y receptor, espero. Mas la suerte dispone que únicamente pueda publicarse esa Segunda Edición cuando la primera se agote, y eso depende de vosotros. ¡Va por ustedes...!
Francisco Huertas Hernández
8 de septiembre de 2024
"Diario de un Profesor de Filosofía" de Francisco Huertas Hernández. También un libro para el otoño (primavera austral). Aquí con Sandra, nueva y joven lectora. Plaza Luceros. Alicante. 6 septiembre 2024. En unas semanas podrán comprar el libro en Latinoamérica en BuscaLibre.com
"Diario de un Profesor de Filosofía" de Francisco Huertas Hernández. También un libro para el otoño (primavera austral). Aquí con Eva, nueva y joven lectora. Plaza Luceros. Alicante. 6 septiembre 2024
2 comentarios:
Esto es precioso
Gracias lector
Publicar un comentario