El voceador. Miquel Zueras Navarro
Los explicadores de películas (Benshis) en Japón. Estrella Millán Sanjuán
Imágenes y Textos de imágenes: Francisco Huertas Hernández
El voceador (Relato)
Miquel Zueras Navarro
Benshi mujer lee sobre fondo de película muda norteamericana en una Sala de Cine japonesa
Los "Explicadores" (Benshis) (活動弁士) de Cine Silente en Japón fueron muy populares
Recreación de un Explicador (Voceador) a la derecha de la imagen
El cine mudo necesitó personas que leyeran los intertítulos para la población analfabeta
Diario Montañés
"Mi bisabuelo Sento sé que trabajó en un cine itinerante en Valencia como voceador y luego lo ascendieron a pianista" comenta el historietista, dibujante e ilustrador Miquel Zueras Navarro.
Lamentablemente no tiene ni fotografías de su antepasado ni más datos al respecto.
Pero ha "reconstruido" literariamente ese pasado mágico.
Salón de Cine en la época silente. El explicador a la izquierda (Ilustración)
Cuando en España un elevado porcentaje de la población era analfabeta a principios del siglo XX "no podía leer las frases que aparecían en pantalla. Se impuso en tal circunstancia el oficio de 'explicador'. ¿En qué consistía? En detallar, a la vera del pantallón, qué ocurría en las películas. De ese modo la clientela no perdía el 'hilo' del argumento.
El 'explicador' describía situaciones, subrayaba mediante palabras/gestos determinados pasajes/diálogos. Y con aire exagerado para causar máxima impresión en la audiencia.
Varios 'explicadores' hasta empleaban objetos para realizar efectos especiales (dos medios cocos permitían imitar el sonido de caballos al galope, etcétera). En combinación con el pianista o músico de turno generaban ambiente; a veces manteniendo breves diálogos con la clientela del patio de butacas, que exclamaba de todo. Inventaron, pues, el espectáculo 'interactivo'. En España los hubo de primer nivel. Fueron muy aplaudidos en Santander, entre otros, Enrique Cano y Román Arce. La llegada del cine sonoro acabó con aquella especialidad"
Diario Montañés
André Gaudreault, historiador cinematográfico de Québec, en su obra de 1983 “Récit scriptural, récit théâtral, récit filmique: prolégomènes à une théorie narratologique du cinéma" comenzó su investigación sobre los "explicadores" en la época del cine mudo. Junto a François Jost , es coautor de "Le Récit cinématographique", un volumen introductorio a las teorías narratológicas del cine que ha sido reeditado varias veces y traducido a varios idiomas.
"André Gaudreault y François Jost escriben que el explicador del cine existió «al menos entre 1900 y 1910». Charles Musser, por su parte, señala que el explicador habría tenido vigencia en general entre 1897 y 1908-1909. En Estados Unidos habría sufrido un primer declive a comienzos de siglo, se habría recuperado con la llegada de los Hale's Tours hacia 1904-1905 y habría entrado en su declive definitivo hacia 1908-1909; mientras, en Francia, el comentarista habría mantenido su regularidad durante toda la época de feria. Para Sarah Kozloff, en cambio, el explicador en Estados Unidos no habría desaparecido hasta 1912. Lo justifica aduciendo las razones ligadas al desarrollo de la técnica narrativa que se dio en el cine, a las que añade las apuntadas por Charles Berg a propósito de la arquitectura poco propicia de las salas cinematográficas fijas y del perfeccionamiento del engranaje industrial del espectáculo cinematográfico."
Daniel Sánchez Salas: "La figura del explicador en los inicios del cine español"
EL VOCEADOR
-Tendría que verte el médico -.le dice Márquez, el propietario del cine.
A la mañana siguiente acuerdan una proyección privada con Márquez, Sento y el doctor como únicos espectadores.
-¡Proyector! –grita Márquez.
Aparecen en pantalla los créditos de "Intolerancia". Sento empieza a vocear los acontecimientos de la película. Al mencionar Sento la caída del rey de Babilonia cuando falta aún bastante metraje para que se vea ese episodio el doctor se sitúa a su espalda y le propina un fuerte coscorrón en la cabeza.
-Prosiga -.dice el doctor.
Sento describe ahora la película de forma impecable. El doctor ordena encender las luces y mientras garabatea en un papel le dice:
-Nada preocupante, un ligero caso de desincronización. Tome esas pastillas tres veces al día y nada de café, alcohol ni tabaco mientras dure el tratamiento.
Sento se dirige a la farmacia. A medio camino se fija en unos obreros que están colocando un gran cartel donde se anuncia el estreno de "El cantor de jazz"; el primer largometraje sonoro.
Sento arroja el prospecto a una papelera y decide irse a tomar un carajillo mientras mira las ofertas de trabajo del periódico.
FIN
Típico western mudo de principios de siglo
William S. Hart en la pantalla
La película podría ser "Square Deal Sanderson" (1919). Lambert Hillyer, William S. Hart
En Estados Unidos, según Sarah Kozloff, habría desaparecido el "Explicador" mucho tiempo antes, hacia 1912. Pero en España, un país con analfabetismo extremo, permanecieron
"Square Deal Sanderson" (1919). Lambert Hillyer, William S. Hart
An Artcraft Picture
American silent western
"Intolerance" (1916). David Wark Griffith
Babilonia. Templo
Isabel González Oliveros señala a propósito del pasaje del cuento de Miquel Zueras en el que Sento se desincroniza respecto a la magna película de Griffith:
"Precioso. Desincronizado, como el desenfocado de "La rosa púrpura de El Cairo""
"The Jazz Singer" (1927). Alan Crosland
Al Jolson interpretó a Jakie Rabinowitz (Jack Robin)
"The Jazz Singer fue la primera película parcialmente rodada con sonido y diálogos sincronizados, que utilizó el sistema sonoro "Vitaphone" (grabación de sonido sobre un disco)"
"En total, la película contiene apenas dos minutos de diálogo con sonido, en gran parte o todo ello improvisado. El resto del diálogo se presenta a través de intertítulos"
"El uso del blackface en esta película (intérprete blanco con la cara pintada de negro y los labios pintados en blanco o sin pintar, imagen icónica de este film, que interpretaban música de raíces negras para público blanco)" era una señal inequívoca del racismo del público blanco que gustaba de la música negra pero no soportaba la presencia de negros en el escenario. No es extraño que artistas como Joséphine Baker se trasladaran a Europa huyendo de la discriminación.
El relato es magistral cuando concluye con el cartel de esta película que arruinó la carrera de muchos actores de cine silente, como puede verse en la obra maestra del musical "Singin' in the Rain" (1952) de Stanley Donen & Gene Kelly, en la que Lina Lamont (Jean Hagen), con su horrible voz, no puede adaptarse al cine sonoro. El mismo Charles Chaplin se resistió al sonido durante años
Los Explicadores de películas (Benshis) en Japón
Estrella Millán Sanjuán
Esta fotografía fue tomada en 1913. A la izquierda está Heigo Kurosawa, el hermano mayor de Akira Kurosawa
Heigo fue Benshi
https://laaldeadelosmolinosdeagua.wordpress.com/2015/08/16/heigo-kurosawa-un-benshi-del-cine-mudo-2/
長谷川利行『二人の活弁の男』 油彩 (1932年)
Toshiyuki Hasegawa: "Dos hombres Benshi" (1932)
Pintura al óleo
Wikipedia
Benshi "explicando" una película japonesa
Benshi Musei Tokugawa (徳川 夢声, Tokugawa Musei) (1894-1971)
"El Benshi (活動弁士) fue una de las figuras más importantes en los inicios del cine en Japón. Se basaba en la narración de películas extranjeras que se proyectaban para una audiencia que no podía entender los rótulos"
"En 1927 se tiene constancia de que había 6.818 benshi (de los cuales curiosamente 180 eran mujeres). Su popularidad llegó a tales niveles que en Japón la gente no acudía a ver una película atraída por el nombre de algún actor popular, sino por el benshi que la interpretaría, y de hecho en los carteles publicitarios su nombre a veces aparecía en un tamaño más grande que el del resto de actores"
"En 1932, cuando el cine sonoro había conquistado el mundo, en Japón, de 400 películas, solo 45 tenían sonido. La incorporación del cine sonoro en este país fue tardía y lenta (1932-39), pero no por eso causó menos estragos. Famoso es el caso de Heigo, hermano del más internacional cineasta japonés, Akira Kurosawa, quien en 1933, un año después de que perdiera su trabajo de benshi, decidió suicidarse"
Wikipedia
Durante la etapa silente del cine, existió un trabajo fundamental que fue el de "explicador". Importante para las personas analfabetas que no podían leer los rótulos (intertítulos), pero también por su labor de animador o tranquilizador en tiempos en que el cine constituyó un avance impactante para el público, que se asombraba y hasta asustaba por lo que emanaban esas imágenes.
Reproducían sonidos, improvisaban monólogos, leían y amenizaban. Llegaron a levantar tanta expectación que eran hasta más valorados que las películas que se proyectaban.
En Japón se denominaban benshis.
Heigo Kurosawa, hermano mayor de Akira, se convirtió en una estrella, atrayendo a muchísimo público, entre ellos al magnífico director, que aún no había decidido dedicarse al cine, sino a la pintura. Heigo se suicidó poco después de la llegada del cine sonoro, por la que perdió su trabajo y su éxito.
Al menos despertó el amor por el séptimo arte de su hermano menor a través de su voz y propició el inicio de una de las carreras más importantes del cine japonés e internacional.
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Comentarios de nuestros lectores:
- Estrella Millán Sanjuán: "Francisco, eres el Rey Midas de este grupo. Ha quedado un post estupendo y completo. Muy didáctico con tus aportaciones.
Un homenaje a ese oficio efímero, pero fundamental para la población que asistía al espectáculo mayor que es el cine.
Paradójicamente, el mismo invento que los hizo imprescindibles y unos verdaderos Cicerones del séptimo arte, les privó de su gran utilidad para la amenización y la gran población analfabeta que había en esa época. Una forma de lenguaje que se perdió en los tiempos.
Gracias, por tu enorme capacidad de trabajo y constante afán de complementar historias ajenas y crear las tuyas"
4 comentarios:
Majestuoso post
Bonito homenaje a los albores del cine.
Francisco, eres el Rey Midas de este grupo. Ha quedado un post estupendo y completo. Muy didáctico con tus aportaciones.
Un homenaje a ese oficio efímero, pero fundamental para la población que asistía al espectáculo mayor que es el cine.
Paradójicamente, el mismo invento que los hizo imprescindibles y unos verdaderos Cicerones del séptimo arte, les privó de su gran utilidad para la amenización y la gran población analfabeta que había en esa época. Una forma de lenguaje que se perdió en los tiempos.
Gracias, por tu enorme capacidad de trabajo y constante afán de complementar historias ajenas y crear las tuyas.
Narrar o el acto de fomentar la imaginación, algo que se ha dejado de lado, de hecho, no hay niños en la actualidad que conozcan esto (el celular lo comienzan a usar a los 2 años) la imagen domina al acto de imaginar. Acaso en la antigüedad no se transmitía una obra literaria por medio de la narración oral. Textos que no estaban escritos se mantuvieron de esa manera. En el caso japonés aparte de la imagen al relatar las escenas la experiencia se enriquece, bueno la meticulosidad de cada acto lo transforma en algo más sagrado, la “ceremonia del té” me viene a la cabeza, acto que si lo dejamos en la mera compra e ingesta habitual pierde toda su etiqueta. Los tiempos de oriente no son los de occidente hay una distancia frondosa y acaso estudiadle o por lo menos discernible con una apertura mental necesaria.
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