"Три тополя на Плющихе" (1968). Татьяна Михайловна Лиознова.
"Tri topolya na Plyushchije" (Tres álamos en Plyushchija / La calle de los 3 álamos) (1968). Tatyana M. Lioznova.
Cine romántico soviético de la Nueva Ola. Una película que surgió de una canción: "Ternura" (Нежность)
Francisco Huertas Hernández
"Три тополя на Плющихе" (1968). Татьяна Михайловна Лиознова.
"Tri topolya na Plyushchija" (Tres álamos en Plyushchija / La calle de los 3 álamos) (1968). Tatyana M. Lioznova.
Нюра (Анна Григорьевна) (Татьяна Доронина) - Nyura (Anna Grigoryevna) (Tatyana Doronina).
Саша, московский водитель такси (Олег Ефремов) - Sasha, conductor de taxi en Moscú (Oleg Efremov)
Майя Владимировна Кристалинская (1932-1985): "Нежность" (1966)
Maya Vladimirovna Kristalinskaya: "Nyezhnost" (Ternura)
Letra: Nikolai Dobronravov
Música: Aleksandra Pajmutova
"Три тополя на Плющихе" (1968). Татьяна Михайловна Лиознова.
"Tri topolya na Plyushchija" (Tres álamos en Plyushchija / La calle de los 3 álamos) (1968). Tatyana M. Lioznova
El amor, corriente de ternura que une, sin saber por qué, a dos desconocidos es el leit motiv de la famosísima película "Три тополя на Плющихе". Nyura, la protagonista de esta historia, desborda en cada acción de su existencia esa ternura (Нежность, nyezhnost) que canta Maya Kristalínskaya al terminar la película.
"Три тополя на Плющихе" (Tres álamos en Plyushchija / La calle de los 3 álamos) filmada en 1967, es un sobrio melodrama soviético dirigido por Tatyana Lioznova (1924-2011) con óptica femenina: una mujer casada y madre de dos hijos -Nyura- llega a Moscú desde un pueblo para vender jamón casero. Conoce a un taxista inteligente -Sasha- que debe llevarla a ver a su cuñada, la hermana de su esposo, que vive cerca del café "Tres álamos" en la calle Plyushchija (distrito Jamovniki, en el centro de Moscú). Este encuentro accidental les hace pensar sobre sus vidas. En el interior del taxi sus almas se reconocerán, pero las circunstancias externas se interpondrán...". Una "película triste de sentimientos sinceros y deseos incumplidos" (Aleksandr Fedorov)
En el trayecto del taxi, surge inesperadamente un vínculo de confianza entre el conductor y la pasajera, la misma "ternura" de la canción de Aleksandra Nikolayevna Pájmutova (1929) y Nikolai Nikolayevich Dobronravov (1928-2023), que suena en la radio del taxi. Fue esta canción la que inspiró a la directora. Después de escuchar "Ternura" (Нежность) (1966), Tatyana Lioznova, enamorada de la canción, buscó una historia en la que pudiera convertirse en un leitmotiv. "Y sólo cuando leyó "Tres álamos en Shabolovka" de Aleksandr Borshchagovsky, se dio cuenta: ¡aquí está!
La filmación de "Tres álamos en Plyushchija" tuvo lugar junto al río Oká, en Smedovo, y en Moscú -exteriores y estudios Mosfilm. La actriz Tatyana Vasilyevna Doronina recuerda: "El pueblo de Konstantinovo, Yesenin, no estaba lejos, y en un día libre del rodaje fuimos allí. La casa de los padres de Sergei Aleksandrovich se encontraba al final del pueblo... Interpreté a mi madre, su forma de hablar, de cantar, su franqueza, su confianza y su desinterés". El rol de Anna Grigorievna, Nyura o Nyurka, que tomó el modelo de su propia madre es uno de los personajes más conmovedores del cine ruso de todos los tiempos.
El 29 de abril de 1968 se estrenó la película en Moscú. Recibió el primer premio en el Festival de Cine de Mar del Plata (1969) y un premio en el Festival de Cine de toda la Unión Soviética en Minsk (1970)
Татьяна Михайловна Лиознова (1924, Мoscú - 2011, Moscú) (Tatyana Mijailovna Lióznova) fue una directora de cine, guionista y profesora ruso-soviética judía. Artista del Pueblo de la URSS (1984). Laureada con el Premio Estatal de la RSFSR que lleva el nombre de los hermanos Vasiliev (1976).
Su primer largometraje, "Им покоряется небо" (1963), sobre los pilotos aéreos muertos en pruebas, ganó un premio en el Festival de Deauville (Francia). Con el siguiente film, "Три тополя на Плющихе" (1968) ganó un premio en Argentina. En 1973 dirigió una serie para TV por la que fue condecorada con la Orden de la Revolución de Octubre, "Семнадцать мгновений весны» по роману Юлиана Семёнова". De 1975 a 1980 enseñó en VGIK. Tras otro trabajo para TV, realizó para el cine, "Карнавал" (1981). Su último trabajo, el telefilm "Конец света с последующим симпозиумом" (1986), con una crítica del imperialismo estadounidense, no fue bien recibido por los cambios políticos en el país. Fue antisionista y vivió con gran dolor la desaparición de su patria, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Es necesario reivindicar la figura de esta gran creadora olvidada, comunista y valiente.
"Tres álamos en Plyushchija" se divide argumentalmente en tres partes que giran en torno a la vida y expectativas de un amor -no cumplido- de una tierna campesina, Anna Grigorievna (Nyura), interpretada magistralmente por la gran actriz teatral, directora y escritora Tatyana Doronina (1933). El tono sentimental de la película es muy marcado, pero la contención predomina sin giros forzados ni ardientes pasiones. Filmada en blanco y negro, se ha impuesto la costumbre de verla coloreada, como tantas películas soviéticas clásicas, lo que altera profundamente la concepción de la obra y minimiza la fotografía de Pyotr Katayev (1930-1986), aunque el color -supervisado por la propia directora al final de su vida- realce el formato panorámico original.
La primera parte combina los dos escenarios de la historia: el campo (Nyura, Grisha) y la ciudad (Sasha, Nina), mediante fundidos de insertos como puente narrativo (agua, animales), con función simbólica.
La película comienza con un sueño de Nyura. En "frontalidad onírica", entre álamos, la joven protagonista espera a su prometido, bajo la presión de los suegros que pasan en una carreta. El anhelo de amor presente en el contenido latente del sueño, leit motiv de la historia, surge de la privación. La percusión rítmica martillea el deambular de la muchacha entre los troncos de los árboles. Esta escena recuerda la puesta en escena de "Иваново детство" (La infancia de Iván) (1962) de Andrei Tarkovski. El despertar de Nyura la sumerge en su rutina cotidiana de madre de dos niños y esposa desatendida, que cuida la granja y espera un poco de ternura de un hombre insensible que ya no la ama. La "corriente de la vida" (потока жизни) será lo que el espectador verá el resto del metraje, según el crítico Viktor Dyomin (1937-1993), editor jefe de la revista "Pantalla Soviética". En esa corriente de la vida hay esperanzas, obstáculos, recuerdos, encuentros, rutina y tiempo que discurre. Aunque Dyomin dice que es "una película sin intriga" (к "фильму без интриги"), toda historia de amor encierra la "intriga" de su consumación o su imposibilidad. El despertar de Anna al son del canto del gallo sitúa el eje rural de la narración. Anna es una campesina que vive con los ritmos de la naturaleza, especialmente las aguas del río, cerca de su izba, y en el que trabaja como cuidador de boyas su marido. El color blanco de Anna (Nyura), de sus sábanas, de su cabello rubio, simboliza esa pureza campesina idealizada por Lyev Tolstoi, quizás, aunque veremos que la visión de Tatyana Lioznova no es tan complaciente, es más chejoviana. Un magnífico plano contrapicado de la habitación muestra a la protagonista incorporada sobre la cama ante un día más, con el frío del que se queja su hija mayor Galya (Valya Belyj) y la ausencia prolongada del padre. Las faenas campesinas con las vacas, las gallinas y el lavado de la ropa en el río permiten un breve diálogo con la sabiduría de la tierra encarnada en el viejo pastor (Georgi Svetlani): "Aquel que ve un amanecer, tiene un pecado perdonado" (Кто восход солнца увидит, тому один грех простится). Este personaje, en apenas dos minutos, compendia crítica política a los cambios de leyes: "Gente de arriba ha empezado a pensar en el beneficio. Hasta ahora solían manejarse por principios" (Нонче начальство о расчете думать начало, а то ведь, бывало, на голом принципе стоять); agudeza psicológica: "tus preocupaciones te hacen salir temprano. Pero ahora la gente se ha echado a perder. A las ocho van a trabajar y aún duermen" (Вот тебя заботы рано из дома гонят, а ведь народ нонче разбаловался: в восемь на работу - вот они и спят); o crítica a la vida urbana "desarraigada", con su reflexión sobre lo lejos que están de la tierra los que viven en un décimo piso de un departamento de Moscú: no pueden oir el canto del gallo (Этажей-то много, до земли долече. Вот петух, к примеру, закричит, а как ты его на десятом этаже услышишь, а? Никак), y Lioznova funde el agua del río Oká, donde platican Nyura y el pastor, con la del río Moscova que baña la capital, siendo un afluente del Oká.
Unos planos aéreos de la gran ciudad. El río Moscova en la zona del terraplén Taras Shevchenko, la ciudad que se extiende hasta el horizonte, la Universidad Estatal de Moscú al fondo, mientras se escucha la versión orquestal, con piano, de la canción "Ternura" de Aleksandra Pajmutova, marcan el contraste del ambiente urbano frente al rural.
El automóvil GAZ-M21 Volga conducido por Sasha cruza la urbe. Un taxista es el mejor conocedor de la ciudad, la recorre en todas sus horas y rincones, igual que un pastor conoce los prados. La oposición entre el "Locus amoenus" (lugar idílico) de la naturaleza y la "Civitas artificialis" de la ciudad, ajena al ritmo y sencillez de la tierra no será maniquea en el guion de Aleksander Mijailovich Borshchagovsky (1913-2006) a partir de su narración "Три тополя на Шаболовке", sino los espacios vitales de los protagonistas, que no llenan sus vidas. Sasha (Oleg Efremov) es un solitario, siguiendo el arquetipo del taxista fílmico que alcanzó en Travis (Robert de Niro) de "Taxi Driver" (1976), dirigida por Martin Scorsese, su máxima expresión. Borshchagovsky está lejos de Paul Schrader, como el Moscú de los años 60 lo está de Nueva York. La similitud de las tomas de la mano en el volante y la ciudad vista desde el parabrisas en la película rusa lleva a pensar en que Scorsese vio la cinta de Lioznova.
La primera pasajera, una joven moscovita occidentalizada con minifalda, servirá de antítesis para Nyura. El amor a Moscú de Lioznova recuerda a Marlen Jutsiev en su monumental obra maestra, "Мне двадцать лет" (Tengo veinte años) (1964).
Un nuevo inserto permite el fundido de regreso al campo: una gallina en el cesto de un pasajero que llama al taxi se transforma en las gallinas, gallos y gansos de la aldea de Nyura. La transición de fundido que opone y complementa lo agrícola y lo urbano anticipa la oposición y complementariedad de Nyura y Sasha.
La escena de Nyura con sus tíos -Yegor (Nikolai Smirnov) y Fedosya Ivanovna (Valentina Telegina)- tiene un cariz humorístico en la gruñona campesina. Los encuadres del interior de la izba con la ventana abriendo el foco de luz en mitad de la mesa son pictóricos, como la disposición espacial de Nyura en el centro, pero de espaldas, aunque el tono desabrido y murmurador de Fedosya contra la chica descubre la miseria moral de las pequeñas comunidades donde la privacidad de la vida es imposible: una casada que vive como una separada. La muchacha pide al viejo que la lleve a la estación mientras explica cómo sabrá defenderse en Moscú de los engaños de los taxistas. ¡Qué ingenuidad de Nyura expresada en su limpia mirada en primer plano en la composición natural de Tatyana Doronina habituada a los personajes de Griboyedov, Chejov, Gorki o Sholojov en el teatro!
Grisha (Vyacheslav Shalevich) es el contrapunto de la dulzura de Nyura. Su oficio le mantiene alejado del hogar, pasando las noches fuera: cuidador de las boyas del río y el encendido de las luces. Representa al tirano machista, déspota patriarcal, que repite patrones aprendidos. En el pasado seguramente amó -con deseo- a Nyurka, pero ahora la desprecia (abandona) y somete. El marido agrio y violento amenaza a la mujer, a la que ordena ir a Moscú a vender jamón y visitar a su cuñada, condenada moralmente por su hermano al haberse separado. Nyura siente la falta de caricias de su esposo, pero éste identifica las caricias con el trato a un animal. La huida inconsciente de la joven a la ciudad indica una ambivalencia emocional de apego y trauma. En una sociedad rural donde la mujer se somete a la voluntad, primero del padre, y luego del marido, no hay espacio para la autonomía personal. La idealización del agresor que construye Anna Grigorievna justifica (encubre) el abandono evidente del marido ausente.
En el trayecto a la estación, en la carreta de Yegor, escuchamos la música diegética: "Mon Crédo" (1966) de Mireille Mathieu, con texto de André Pascal y música de Paul Mauriat, suena en el transistor de la niña, que aún siendo la mejor de la clase de francés, no entiende más que unas palabras sueltas. Nyura, echada en la carreta mirando al cielo, presiente, como en la canción, que la vida comienza con una palabra de amor:
"Oui je crois, qu'une vie ça commence avec un mot d'amour.
Oui je crois, que la mienne commence à partir de ce jour.
Oui je crois, à tous les mots d'amour que tu inventes pour moi.
Oui je crois, tout ce que tu me dis parce que je crois en toi
Aussi vrai qu'avec un peu d'amour on fait tourner la Terre..
Aussi vrai que tes yeux sont ma seule lumière.
Aussi vrai que ma vie tient au fil de nos joies.
Oui je crois, que mes jours n'attendaient qu'un mot d'amour de toi.
Je crois, que tout l'amour du monde est là quand tu es près de moi.
J'y crois chaque fois que tu m'ouvres tes bras.
Oui je crois, qu'on peut bâtir un monde avec des mots d'amour
Oui je crois, que nous ferons ce monde à nous deux chaque jour
Oui je crois, qu'il nous faudra mêler nos larmes et nos joies.
Mais je crois, que j'aimerai la vie si je vis avec toi.
Aussi vrai qu'avec un peu d'amour on fait tourner la Terre.
Aussi vrai que tes yeux sont ma seule lumière.
Aussi vrai que ma vie tient au fil de nos joies.
Oui je crois, que mes jours n'attendaient qu'un mot d'amour de toi.
Je crois, que tout l'amour du monde est là quand tu est là.
Je crois à chaque vérité qui me viendra de toi.
Oui je crois"
Galya, el personaje más inteligente de la historia, reflexiona con Yegor, el otro personaje inteligente -y resignado- sobre su padre, el incomprendido Grisha, un hombre amargado, como también lo es la mujer de Yegor: "Sé porque la gente no quiere a mi padre. Mi padre es abstemio, no bebe, por eso no les agrada en el pueblo" (А я вот знаю, почему моего отца не любят. Отец трезвый, не пьянствует, потому и не любят его в деревне). En diálogos como éste, Lioznova y Borshchagovsky, humanizan, sin condenar, a sus héroes o antihéroes. En realidad todos los personajes del film son víctimas de un entorno. Yegor recuerda la boda de Grisha y la forastera Anna Grigorievna. Un flashback de alegría y canciones en otra carreta festiva nupcial se intercala en el viaje a la estación. El fundido del pasado de felicidad nupcial y el presente de resignación de un matrimonio fracasado se realiza mediante la carreta que avanza en dos tiempos distintos. Un Grisha y una Nyurka recién casados en la carreta del pasado que apuntaba a un porvenir que nunca llegó. Esa pareja feliz dejó de existir. Lioznova presenta en primeros planos estos sentimientos, en el semblante de Nyura adormecida que rememora su llegada al pueblo para el casamiento. Los diálogos entre Galya y su madre invierten las expectativas de madurez intelectual y afectiva. La niña advierte a la madre sobre el dar demasiado dinero ofendiendo al tío Yegor que las llevó a la estación, con la pesada maleta cargando el cerdo troceado.
La segunda parte se desarrolla en Moscú. El viaje iniciático de Nyurka a la gran ciudad será la gran oportunidad de buscar ese amor en el que ciegamente cree, aunque no sea hacia su marido. "Три тополя на Плющихе" puede emparentarse con las Bildungsroman (novela de formación) por la transformación del alma de la protagonista al conocer a Sasha y a Nina.
Moscú, la gran ciudad: autos, trenes, multitudes. Miles de viajeros llegan a la capital en tren. Siempre queda un resto de cine documental en el cine soviético, de realismo, una tradición que pasa de Tolstoi a Gorki, antes de llegar al realismo socialista. Vista aérea, que baja a ras de suelo. Nyura espera en la acera un taxi, con el pañuelo (babushka) anudado en el mentón. Plaza Komsomolskaya.
En el minuto 29 de la cinta confluyen los dos protagonistas junto a la moscovita Estación de Kazán. El taxista Sasha (Oleg Efremov) ve desde el interior de una cabina telefónica a Nyura. Aunque lleva en el taxi al abuelo uzbeko al que no quiere recoger su familia, se ofrece a llevar a Nyura a la calle Plyushchija. Una imagen curiosa de la variedad étnica de Rusia: el abuelo uzbeko con su tubeteika (gorro del Asia Central) y Nurya con su babushka.
El núcleo psicológico de la historia tendrá lugar dentro del taxi, que se convierte en un personaje central. Un doble habitar adviene a la campesina Anna Grigorievna: por un lado, la ciudad gigantesca (Moscú), y, por otro, atravesando ese espacio fijo, un espacio móvil (taxi).
El ser humano recorre el espacio -viaje- para emprender acciones, llena de acontecimientos el espacio. Si la vida humana es, esencialmente, tiempo construido por acciones -libres o necesarias, esa es otra cuestión-, no es posible la acción sin el espacio, porque "hacer" es "habitar".
El filósofo alemán Martin Heidegger (1889-1976) reflexionó sobre esto en "Bauen, Wohnen, Denken" (Construir, Habitar, Pensar) (1951): "Al habitar solo llegamos mediante el construir... pero no todas las construcciones son moradas... y el construir es, ya en sí mismo, habitar...".
"Habitar" -permanecer en un espacio- es, inevitablemente, hacer, actuar. Solamente con un pequeño desplazamiento el hombre y la mujer "re-habitan" -re-construyen- su vida.
Moscú cambiará a Nyura, y fue un habitante del espacio móvil -un viajero de la ciudad-, el taxista, el que re-configurará la vida de la mujer.
Paisajes llenos de acontecimientos, espacios llenos de tiempo y movimiento, sean de la naturaleza o del artificio -ciudades-, con sus ciclos y repeticiones, son marco, "morada" de nuestra mirada, nuestro hacer, y nuestro pensar, porque no hay pensar que no sea interpretación de un espacio.
Y la ciudad -siempre Moscú- es asimismo paisaje de la acción humana, y la acción decisiva es amar, porque la voluntad es deseo o amor, impulso. El taxi es la metáfora de la voluntad, del amor que recorre los espacios de la ciudad, esa calle Plyushchija, en el distrito Jamovniki. No hay más forma de amar la ciudad que recorrerla, a pie o en vehículo. "Habitar" es recorrer.
Tatyana Lioznova exhibirá el encuentro de los cuerpos y las almas de Nyura y Sasha dentro del automóvil en planos cortos: las piernas de ella, con sus medias negras, pudorosamente mostradas; el pañuelo a la cabeza; la mirada asombrada de la chica a la gran ciudad (memorable plano contraplano de Nurya y el perro asomado a la ventanilla de otro coche que para en un semáforo; la media al viento que sale de un maletero). Esta escena tiene un aire muy Nouvelle Vague, con un montaje muy dinámico de planos interiores del vehículo y exteriores de la ciudad. El eje epistémico de los sujetos (Nyura, Sasha) que observan un mundo urbano dinámico (calles de Moscú), y, que, el espectador observa a su vez, porque el placer de mirar a quien mira, y remirar lo mirado por éstos, es el placer voyeur del espectador cinematográfico. Mirar a otros mirando desata libido (deseo duplicado), más que el mirar mismo. La ingenuidad de Nyura implica una curiosidad primitiva ante lo desconocido. Nyura mira con fruición y sonríe con pudor, pero el rostro severo de Sasha ignora todo eso porque está acostumbrado a no mirar, se limita a avanzar por las calles. Como Sasha transporta al abuelo uzbeko, dice a Nyura que luego la llevará a ella: "Sí, hay muchos caminos a Plyushchija", y ella, desconfiada repite su lección aprendida para no ser timada en la gran ciudad: "Yo sólo tengo 1 rublo y 12 kopeks" (- До твоей Плющихи много дорог. - У меня рубль 12 копеек). En este encuentro de los dos mundos, aldeano y urbano, ella simboliza la infancia, y él, la madurez. La alegría y la monotonía. Sasha interroga a la muchacha por el contenido de la pesada maleta, su destino y su familia. Él fuma, escuchando con indiferencia las palabras emocionadas de Nyurka. Es el arquetipo fílmico del antihéroe, fuerte pero desencantado y solitario, del que se desconoce su pasado, con distanciamiento afectivo, directo y pragmático. Pronto se descubrirá su vulnerabilidad al enamorarse de Nyurka... ¿y qué espectador no se enamoraría de este personaje maravilloso e inocente interpretado conmovedoramente por la gran Tatyana Doronina?
El semblante del duro Sasha se va modificando bajo la rubia belleza inocente y la candidez de Nyurka. Esos planos two-shot y planos contraplanos en el interior del GAZ-M21 Volga encierran lo más hermoso de la película y de la vida: el amor como viaje, camino, ruta, dirección. El movimiento del vehículo de motor, el desplazamiento por la ciudad, es el impulso que mueve esa confianza que Nyurka entrega a un desconocido adusto, que, al verse inundado por ella, se abre al amor. Sasha proyecta su deseo en el tío Yegor del que le habla Nyura, y sonríe: "¿Y qué? El aprecia (honra) tu belleza" (Ну и что, он красоту твою чтит).
La morfología redonda de la chica contrasta con la figura longuiforme del taxista. Esa composición visual de una alegría esférica -fruto de la buena alimentación- y unas mejillas sonrosadas, frente a una seriedad elongada y unas mejillas pálidas, en un espacio cerrado y móvil, contienen la metáfora del amor como unión de complementarios.
Nyura confiesa que su marido está en el río todo el tiempo y apenas le ve. Sasha es de Petersburgo, o Leningrado, matiza. Toda su familia murió de hambre en el sitio de Leningrado, en la guerra.
Un plano de lluvia de tormenta en la ciudad evoca "Июльский дождь" (1966) de Marlen Jutsiev. El taxi se detiene por una filtración de agua. Pero, probablemente, Sasha se niega a ver marchar a Nyurka. La frontalidad del plano remite a los primeros planos frontales del sueño de la protagonista. El que los personajes pasen una parte significativa del metraje mirando (casi) a los espectadores es una interpelación directa al público, ¿a qué? A amar. Esta película es una invitación a amar, aunque el amor no se consume. Esa simetría visual del encuadre tiene una interpretación de "espejo" según Jacques Lacan (1901-1981): reconocimiento de quien mira en su "otro" de la pantalla.
Nyura observa, citando a Grisha, lo que supondrá para Sasha esperar a que deje de llover, perdiendo clientes: "Sólo que perderás dinero conmigo. Mi marido dice que ustedes viven de la velocidad, y tú estás aquí parado..." (Только со мной деньги потеряешь. Муж говорит, что ваши деньги в скорости, а ты все стоишь и стоишь...). El movimiento externo del taxi y el movimiento interno del alma de Nyurka que se dirige a Sasha sin saberlo, y éste que esperaba y esperaba... un amor puro, tras la desolación de la guerra, la orfandad y la soledad. La mirada (y sonrisa) de Doronina es tan cristalina y pura que ella sola mantiene en pie toda la historia. Efremov es el receptor de esa corriente de vida. Hay una contención de los deseos de Sasha, pero su brazo pasa por detrás del asiento de Nyurka y la mira directamente hablando de sus aros. La voz de ella se transforma en susurro: el erotismo latente de la escena es evidente. La lluvia ahí fuera es la libido que choca con el SuperYo (automóvil). La ternura de Nyura no sólo no atenúa el deseo, lo potencia amorosamente. Él busca una grieta en la felicidad conyugal de ella: "- ¿Cómo es tu matrimonio? - ¿Con mi marido? - ¿Bien? - Bien" (- А как с мужем живешь? - С мужем? - Хорошо? - Хорошо). Nyura, con la mirada triste, dice que su matrimonio es bueno. El SuperYo moral (resignado) forjado en la mentalidad tradicional aleja la libido del Ello. Entonces, Sasha, aparta el brazo y pierde la esperanza. Prende la radio: busca una canción que ponen a menudo: "Ternura" (Нежность). Ésta fue el detonante de la película para Tatyana Lioznova. Una película creada a partir de una canción. (А что ты, то включаешь, то выключаешь? Ищешь чего? - Да. -Чего? -Песню одну хочу найти. Ее часто передают. Песню? Какую же? - Чудное название - "Нежность". - "Нежность"? Так и называется? А про что?)
Entonces se produce una "sincronicidad". A Nyurka le gusta mucho una canción de la que ignora el título, cuando Sasha le pide que la cante, y, ésta, pudorosa, la entona, resulta ser la misma canción que le gusta al taxista: "Ternura":
"Опустела без тебя Земля…
Как мне несколько часов прожить?
Так же падает в садах листва,
И куда-то всё спешат такси…
Только пусто на Земле одной без тебя,
А ты… Ты летишь,
И тебе дарят звёзды
Свою нежность…
Так же пусто было на Земле,
И когда летал Экзюпери,
Так же падала листва в садах,
И придумать не могла Земля,
Как прожить ей без него, пока
Он летал, летал,
И все звёзды ему отдавали
Свою нежность…
Опустела без тебя Земля…
Если можешь, прилетай скорей"
(El cielo está vacío sin ti...
¿Cómo puedo sobrevivir unas horas?
Las hojas caen en jardines vacíos,
Y los taxis todavía corren hacia alguna parte...
Sólo que es tan vacío sin ti, estar solo en esta tierra
Y tú... todavía estás volando,
y las estrellas te dan
su ternura...
Estaba igual de vacía en la Tierra,
cuando Exupery volaba,
también cayeron las hojas en los jardines,
y la Tierra no pudo encontrar
¿Cómo podría vivir sin él?
Volaba, volaba,
y todas las estrellas le dieron
su ternura...
La Tierra está vacía sin ti...
Si puedes, vuelve pronto)
Nyurka ha cantado sin saber lo que cantaba, y Sasha, hundido en el volante, siente esa congoja de la triste canción que aman los dos. Ambos sienten esa ternura que une a los seres desvalidos. La música orquestal de la canción de Pajmutova se funde con las últimas notas de Nyurka. Los instantes más emocionantes del film: las miradas de Sasha, Nyurka y la lluvia en el cristal, y la música que acuna a los que aman y a los que desean amar.
Sasha, en un impulso, baja a comprar dos boletos para el cine, dejando a una inquieta Nyura en el auto que mira con espanto correr el taxímetro sobrepasando el dinero que ella lleva. Algunos gags como la confusión de la "babushka" Nyura cuando toma a un joven occidentalizado de pelo largo por una chica, y el taxista mintiendo a la taquillera para obtener los boletos diciendo que son para dos clientes extranjeros (checos), suponen un paréntesis de crítica social tras la gran escena emocional de la canción "Ternura".
El cine "Horizont" (кинотеатр "Горизонт") de la Avenida Komsomolski, donde se proyecta el film "Встреча в горах" (Encuentro en la montaña) (1966), comedia georgiana de Nikolai Sanishvili, es una localización real del Moscú que recorren estos dos peregrinos del amor.
Al retomar el viaje, Sasha pone el contador del taxímetro a cero. "¿A qué tienes miedo Anna Grigorievna?" (Кого ты в жизни боишься, Анна Григорьевна?). Ella dice algo muy divertido: no tiene miedo porque, ni están en el bosque, ni en América (Не в лесу живем и не в Америке...). Sasha ríe fuera de plano. Vemos los edificios y puentes de la ciudad.
Al llegar a destino, Sasha no quiere aceptar el dinero. Una nostálgica confesión de la chica: "Vivo en el Oká, pero rara vez me baño allí" (Я на Оке живу... И в ней-то редкий год купаюсь). La felicidad a la que renuncia la muchacha: el amor. Sometida al yugo familiar de la tradición. Este arquetipo de mujer sacrificada por el bien de su familia, que renuncia a sus deseos y sueños anegándose en la rutina y la tradición. Una interpretación política del film como conflicto entre el pueblo sometido (Nyura), el régimen comunista autoritario (Grisha) y los reformistas liberales occidentalizados (Sasha) es absurda. Sasha no es un liberal politizado, y la historia que ofrece Tatyana Lioznova, firme comunista, es un conflicto psicológico más que una parábola política. Hoy sabemos cómo la CIA alentaba y financiaba a esos liberales que acabaron destruyendo a la URSS.
Sasha la invita al cine, a las siete de la tarde pasará a buscarla. Dice tener las mejores intenciones. La chica acepta encantada: ama el cine.
La segunda parte tiene un segundo escenario: el departamento de Nina (Alevtina Rumyantseva), la hermana de Grisha, y cuñada de Nyura. Allá tiene lugar el duelo existencial entre dos modos de vida de la mujer.
Nina representa la antítesis de la campesina: una mujer urbana, delgada, sexy, separada, que acepta sus deseos y no se somete a la tradición de esposa sacrificada. La moral separa a esas dos mujeres. La timorata Nyura siente vergüenza de un traje de baño. La liberada Nina le ha contado que irá a las playas del Cáucaso. El cuerpo semidesnudo de Nina en el espejo se compone para salir. El cuerpo de Nyura, del que no está muy contenta, se oculta bajo las púdicas vestimentas (camisa blanca, falda larga). Nyura se escandaliza de que Nina deje a su hija sin padre. Stepan ha pedido el divorcio. Era un marido que pegaba a su hija y a su mujer. Nyura justifica esa violencia pero Nina no acepta esa "moral" de sumisión. Nina cree que su cuñada tiene un marido que está con ella día y noche y se preocupa por su familia. Nina no ha tenido, en cambio, ni un mes de alegría en su matrimonio. En ese momento la dulce sumisa Nyura estalla en lágrimas: ha comprendido que no es feliz, ha comparado las palabras de su cuñada, ha recordado la ilusión de Sasha. Nina, sin saberlo, ha hecho despertar a Nyurka: "Tú has tenido suficiente felicidad para toda tu vida. La bondad de Grisha te mantiene. Disfrutas tu vida y no tienes problemas. Todo es calidez y carño para ti" (А тебе на всю твою долгую жизнь счастья, можно сказать, отмерено! Тебя Гришина ласка высоко держит. Живешь, как хочется, и беды не знаешь, в тепле да в ласке). Esta κάθαρσις (catarsis) de Nyurka es una revelación, una purificación dolorosa. Ha tenido dos fases: la luz de Sasha y el fuego de Nina. La visión y la quemadura del alma. El llanto de la campesina es el descubrimiento del desarraigo vital en la gran ciudad donde otros modos de vida, otra moral, son posibles. Y la comparación desvela la mentira en la que vivía. La vida rural impone sacrificios que la ciudad desenmascara. Nina no ha parado de moverse por la habitación mientras hablaba, y Nyurka estaba inmóvil en el centro, sentada. Stepan está en la cárcel, y, según Nina, ha firmado esos papeles para salir, pero seguirá golpeándola cuando regrese. La obcecada Nyurka no lloraba por ella, ¿entonces? ¿Sigue ciega a su infelicidad? Nina sorprende a su cuñada diciendo que se ha enamorado de un hombre joven. Y Nyura sólo piensa en la opinión del pueblo. Toda su ternura es sumisión. Grisha está en contra de la vida de su hermana, manifiesta gimoteando la campesina. "Grisha no es mi amo. No necesitamos su bendición" (- А Гриша против. - Гриша! Да Гриша нам не хозяин! Нам благословения не надо!). Es muy sutil que Borshchagovsky y Lioznova articulen una protagonista encantadora y moralmente ignorante y autodestructiva, frente a una antagonista secundaria hosca y egoísta, inteligente y afirmadora de su vida. La identificación del público es ambigua: espera la salvación de Nyura, pero su personalidad la vuelve improbable. "Con un amor como este ni siquiera tenemos miedo a morir" (У нас такая любовь, что нам и помереть не боязно!), dice Nina con una valentía de la que carece la medrosa cuñada. Una historia similar puede hallarse en una película española contemporánea: "El mundo sigue" (1965), dirigida por Fernando Fernán Gómez, sobre una novela de Juan Antonio de Zunzunegui. En ella, dos hermanas se odian a muerte: Luisita (Gemma Cuervo) es la liberada, que trabaja y va con hombres, disfruta de su libertad; Eloisa (Lina Canalejas) es la esposa y madre sacrificada y envidiosa, moralizante, y sometida a la tradición. Por supuesto, "Tres álamos en Plyushchija" no tiene el dramatismo brutal de la película española, pero también enfrenta a dos mujeres que simbolizan dos mundos, y una evolución social que ha dejado en evidencia ciertos modos de vida. "- Te estás perdiendo, Ninka - En absoluto. ¡Sí, yo sólo ahora he comenzado a vivir! Sólo ahora comprendo qué es el amor" (- Пропала ты, Нинка... - Что ты! Да я только жить начала. Слово поняла, что такое "любовь"). Ninka comienza a vivir su propia vida, y Nyurka vive la vida de otros que ya estaba escrita antes de que ella naciera. Nyurka vaticina que el nuevo amor de Ninka también la golpeará. Su entreguismo y fatalismo es total.
Lioznova retoma el humor para aligerar tanta tensión: la ignorante Nyurka confunde una foto del actor francés Fernandel con el nuevo novio de Ninka. Y también hay otra foto de Jean Gabin. En soledad y frente al espejo el tiempo corre: a las siete vendrá Sasha. El plano dorsal de la protagonista con la mano apoyada en la mejilla y reflejada en el espejo, con el sonido del tic tac del reloj... introduce otro sueño: Nyura ve al novio de Ninka llevándola en brazos, como ella acababa de decir antes de reunirse con él. Un plano picado opresivo de un patio de un viejo edificio con una solitaria Nyurka en el centro, y esa música extradiegética disonante de percusión y piano... entra en el edificio y resulta ser su izba, donde la esperan sus hijos. Ella lleva la maleta. Grisha y los suegros inmóviles la esperan. La toma está distorsionada con plano angular psicológico. El miedo de Nyura toma forma en esta pesadilla en la que Grisha exige y los suegros petrificados (muertos) la contemplan. Los muertos gobiernan la vida de los vivos. La tradición. Ella ha olvidado traer un regalo a sus suegros muertos. Le dará algo de lo suyo, y abre la maleta llena de cerdo troceado. Junto a la carne hay dos kopeks. Grisha se los arroja a la cara y se transforman al caer en muchas monedas.
Nyurka despierta en el diván. Plano de gran profundidad de campo. Sasha ya espera de pie junto al taxi. Fumando. La muchacha lo ve desde la ventana, son las siete en punto. Va al baño a arreglarse, pero se demora. Oye ruidos y corre a cerrar la puerta con múltiples cerrojos. Teme la llegada de Sasha. Sentada sobre su maleta, Nyurka paralizada, deja pasar el tiempo. La melodía de Pájmutova, "Ternura", inunda la pantalla. Estos minutos en los que el espectador no sabe si Nyura se decidirá a bajar son angustiosos, y sólo la música atenúa esta ansiedad. La chica mira desde la ventana. Se viste precipitadamente para salir... pero la puerta se ha atrancado. En plano detalle vemos las llaves sobre la maleta. Llora sobre la puerta cerrada. Sasha lleva más de 35 minutos esperando. Lioznova consigue transmitir una sensación de tiempo subjetivo increíble. El taxi está aparcado junto al Café "Los tres álamos" (Три тополя). Sasha echa una última ojeada al bloque de viviendas: no sabe dónde está ella. Un plano dorsal contrapicado indica la pequeñez de las ilusiones de felicidad frente a la maciza solidez de la rutina y el miedo. Todas esas ventanas son vidas que están atrapadas en esa rutina. El delgado Oleg Efremov expresa perfectamente esa espera sin fe. No quiere renunciar a la última esperanza: hace sonar la bocina. Su partida cierra la segunda parte: el sueño de Moscú.
La tercera parte: La aldea junto al río Oká a la que regresa en una camioneta la heroína, afligida, por caminos llenos de barro. Ha traído regalos para la familia: vestidos, gorros y mucho dinero por la venta de la carne para Grisha, que parece relajado y contento. Y de repente en la radio anuncian una canción dedicada: "Нежность", con música de Aleksandra Pájmutova y letra de Grebennikov y Dobronravov. Nyurka sobresaltada gira la cabeza, y, por primera vez, escuchamos cantar a Maya Vladimirovna Kristalinskaya (1932-1985), la canción de la que se enamoró Tatyana Lioznova y quiso convertir en película. La familia (marido, hija y niño pequeño) está ocupada con los regalos y sólo Nyurka atiende a la canción, sólo significa algo para ella, algo que vivió y soñó. "¿Qué compraste para ti?" (Себе чего привезла, говорю?) pregunta Grisha. Nyura está absorta en su canción, que es su vida, secreta vida de amor:
"La tierra está vacía sin ti...
¿Cómo puedo sobrevivir unas horas?
Las hojas también caen en los jardines
y todo el mundo se apresura a tomar un taxi a alguna parte... Estoy vacío en la tierra, solo, sin ti,
y tú... estás volando..."
"Три тополя на Плющихе" (Tres álamos en la calle Plyushchija) sigue siendo una película amada por el público ruso. La historia es universal: la necesidad de amar, de volcar la ternura en otro ser. El conflicto entre el deber familiar y la libertad individual. Y, sobre todo, la manera de soñar a través de canciones que reflejan nuestra alma con una delicadeza y hondura que sobrepasa las penas de la vida cotidiana. Tatyana Lioznova ha sabido contar una historia sobre la moral humana en sus diversos modos, en la dialéctica entre el campo y la ciudad, sabiendo plasmar con el mismo talento la descripción documental de la gran urbe y el humor, y dando a sus dos actores protagonistas, Tatyana Doronina y Oleg Efremov los mejores roles de su carrera. La interpretación de ambos es excepcional, especialmente en sus semblantes en silencio, pero Doronina alcanza una dimensión conmovedora y lírica inigualable. "Tres álamos en Plyushchija" es una de esas películas que ya no pueden hacerse, una obra maestra justa en su sentimentalidad porque conoce la medida del buen gusto, que equilibra forma narrativa, visual, sonora e interpretativa.
Francisco Huertas Hernández
16 de enero de 2025
"Три тополя на Плющихе" (1968). Татьяна Михайловна Лиознова.
"Tri topolya na Plyushchija" (Tres álamos en la calle Plyushchija) (1968). Tatyana M. Lioznova
Original Poster
1968
URSS
75 minutos
Directora: Tatyana Mijailovna Lioznova
Guionista: Aleksandr Mijailovich Borshchagovsky
Operador fotografía: Pyotr Katayev
Compositor: Aleksandra Nikolayevna Pajmutova
Diseño de producción: Sergei Serebrenikov
Estudio Mosfilm
Reparto:
Tatyana Doronina - Nyura (Anna Grigorievna)
Oleg Efremov - Sasha, taxista de Moscú
Vyacheslav Shalevich - Grisha, el marido de Nyura, guardián de la baliza
Valentina Telegina - Fedosya Ivanovna
Nikolai Smirnov - Tío Yegor
Alevtina Rumyantseva - Nina, hermana de Grigory, cuñada de Nyura
Viktor Sergachev - el prometido de Nina
Georgy Svetlani - pastor
Valentin Pechnikov - camionero
Jikmat Latypov - abuelo Sadyk de Tashkent
Anna Volgina - la madre de Grigory
Nikolai Gladkov - el padre de Gregory
Alexey Mironov - pasajero
Valya Belyj - Galya, hija de Nyura
Yakov Lenz - anciano en la cola del cine
Nikolay Yudin - pasajero con gafas
7 comentarios:
Fabuloso
Gracias amigos
Me encantó de verdad
Es una bellísima película
Siempre que te leo me quedo muy complacido de que me dejes todo el ensayo sobrevolando en las imágenes de la película cuando reflexiono sobre esta.
Muchas gracias amigo Marcelo. Procuro despertar en el lector el mismo amor por la película que yo experimenté viéndola y sobre todo analizándola
Y efectivamente elijo los mejores planos comentados en mi análisis. Para que sea un reflejo exacto de mi comentario
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