Афанасий Афанасьевич Фет (1820-1892): "Учись у них — у дуба, у берёзы" (1883). Afanasi Afanásyevich Fyet: "Aprende de ellos: del roble, del abedul".
La urdimbre de la naturaleza y la trama de la cultura.
Comentario filosófico de Francisco Huertas Hernández
Афанасий Афанасьевич Фет: "Учись у них — у дуба, у берёзы"
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Афанасий Фет: "Учись у них — у дуба, у берёзы"
стихотворение читает Ольга Сидорова
Афанасий Афанасьевич Фет (1820-1892) - Афанасий Афанасьевич Шеншин
Afanasi Afanasyevich Fyet (1820-1892) - Afanasi Afanasyevich Shenshin
Traductor y Poeta ruso. Como traductor vertió a la lengua eslava el "Fausto" de Goethe, a numerosos poetas latinos (Horacio, Juvenal, Virgilio, Ovidio...) y "El mundo como voluntad y representación" de Schopenhauer
Афанасий Афанасьевич Фет: "Учись у них — у дуба, у берёзы" (1883)
Учись у них — у дуба, у берёзы.
Кругом зима. Жестокая пора!
Напрасные на них застыли слезы,
И треснула, сжимаяся, кора.
Все злей метель и с каждою минутой
Сердито рвет последние листы,
И за сердце хватает холод лютый;
Они стоят, молчат; молчи и ты!
Но верь весне. Ее промчится гений,
Опять теплом и жизнию дыша.
Для ясных дней, для новых откровений
Переболит скорбящая душа.
1883 г.
Afanasi Afanasyevich Fyet: "Aprende de ellos, robles y abedules" (1883)
Versión de Joaquín Torquemada Sánchez
Aprende de ellos, robles y abedules
¡Entre sus copas el invierno crece!
Lágrimas vanas, frías, los recubren
y sus cortezas se ajan y estremecen
Y la ventisca arrecia a cada instante,
hojas postreras rasga con desdén,
su alma se llena de un frío cortante;
¡mas si ellos callan, calla tú también!
Cree en el genio de la primavera,
de nuevo tibia vida alentará.
Días de luz, revelaciones nuevas,
tu alma entristecida sufrirá
1883
Afanasi Fyet: "Aprende de ellos: del roble, del abedul" (1883)
Traducción automática corregida por Francisco Huertas Hernández
Aprende de ellos: del roble, del abedul.
Es invierno por todas partes. ¡Tiempo cruel!
En vano las lágrimas se congelaron sobre ellos,
y la corteza se resquebrajó, encogiéndose.
La ventisca se vuelve más furiosa y a cada minuto
arranca con ira las últimas hojas,
y un frío feroz se apodera del corazón;
Están de pie, en silencio; ¡Calla tú también!
Pero confía en la primavera. Un genio correrá a través de ella,
respirando nuevamente calidez y vida.
Por días claros, por nuevas revelaciones
El alma afligida se recuperará.
1883
Comentario filosófico de la poesía "Учись у них — у дуба, у берёзы" de Afanasi Fyet, por Francisco Huertas Hernández
Introducción filosófica general. La metáfora del tejer. El poeta como tejedor de la urdimbre de la naturaleza y la trama de la cultura
La naturaleza es la casa perdida del hombre. El poeta, en su búsqueda de lo esencial, hila palabras con la aguja del entendimiento lírico para tejer la prenda poética que revele al ser humano la verdad iluminada por la belleza. La urdimbre es la naturaleza. Tanto en la vida del existente particular como en la historia de la literatura, la naturaleza es el origen, el fundamento, el ἀρχή. Incluso cuando los dioses, seres mágicos y héroes parezcan ocultar la naturaleza en una "sobrenaturaleza mítica", es la Naturaleza la que habla al poeta a través de la voz del agua, la tierra, el fuego y el viento. En la concordia y discordia de éstos descubre el ritmo del tiempo. Y el poeta está allí para contemplarlo y proyectar sus pasiones en ella, en la naturaleza. El resultado es una aleación o simbiosis. Lo humano queda plasmado especularmente en el paisaje, lo psíquico en lo vegetal. Siguiendo con la metáfora homérica ("Odisea": tiempo suspendido en Πηνελόπη), platónica ("Político": técnica del buen gobernante) y goethiana ("Las afinidades electivas": el afecto que recorre todo el Diario de Ottilie, como el hilo rojo de los cordajes de la Marina Británica) del tejer, los hilos de la urdimbre deben ser resistentes, y eso es la naturaleza: resistencia y persistencia frente a la brevedad de la existencia humana y la fragilidad del coraje de los hombres. Y éstos han de tejer la trama sobre la urdimbre, horizontalmente, como proyecto de ser futuro, como posibilidad de vida deseada, soñada, planificada, pensada. Toda la cultura es una trama sobre la urdimbre de la naturaleza. Estos hilos pasan por encima y por debajo de los hilos de la urdimbre, creando el tejido. Así pensamos, soñamos y hacemos los seres humanos respecto a la base resistente e indiferente de la natura. La cultura, como trama, da la forma (estructura) a la materia de la naturaleza. Diferentes estructuras de ligamento tafetán, sarga o raso, que necesitan del hilo, que es la palabra en el caso del poeta. Hilos de algodón, lana y seda en los poetas clásicos, y de poliéster y otros materiales sintéticos en los poetas modernos y contemporáneos. El telar es la técnica (Ars Poetica). Y la tensión, o fuerza aplicada a los hilos de la urdimbre en el tejer, es la fuerza lírica del autor en su tensión verbal, que se completa con la pasada, que mueve el hilo de la trama a través de la urdimbre. La sutileza de tensionar y deslizar los hilos de la pasada requiere ese conocimiento de los ritmos de la naturaleza y su simetría, homología o isomorfismo con la cultura humana, que determina las pasiones del alma, en la medida que el espíritu humano se construye en la sociedad a lo largo de la historia. La tristeza y la alegría no son solamente reflejos naturales en la vida psíquica del Homo Socialis, sino manifestación de creencias, expectativas y valores sociales. El poeta tiene el don de descubrir lo esencial de esas homologías porque su palabra está depurada del artificio gastado de la utilidad técnica, la hipocresía y la urgencia de beneficio.
Afanasi Afanasyevich Fyet (1820-1892). Breve biografía de un poeta
Afanasi Afanasyevich Shenshin nació el 5 de diciembre de 1820 en Mtsensk (provincia de Oryol) en la finca de un rico terrateniente, Afanasi Shenshin. Fue desposeído de sus derechos a la herencia por ser hijo ilegítimo. Su madre era la alemana Charlotte Föth (de soltera Becker), pero su padre no era el terrateniente, sino el primer marido de Charlotte, con el que se casó. El niño estudió con preceptores y desde bien pronto se familiarizó con la naturaleza, dotado de una especial sensibilidad para la observación del paisaje y los trabajos agrícolas, y atento a las leyendas y cuentos de hadas de los siervos. Su formación en un internado alemán en la parte occidental del Imperio y sus estudios de Derecho eran los habituales en las clases acomodadas. En 1850, cuando aún era cadete, su antigua prometida María Lazich, a la que abandonó, murió al quemarse su vestido con una vela.
Tras su paso por el ejército se retiró a una finca en su provincia natal. En 1860 se casó con María Petrovna Bótkina, hermana del crítico y traductor Vasili Botkin. En 1873 recibió el apellido de su padre y sus derechos de nobleza. En 1877, Fyet vendió Stepanovka y compró la finca Vorobyovka en la provincia (oblast) de Kursk. Afanasi Afanasyevich Fyet murió el 21 de noviembre (3 de diciembre de 1892) en Moscú. Según las memorias de su secretaria, Yekaterina Kudryavtseva, su muerte por ataque cardíaco fue precedida por una tentativa de suicidio.
Afanasi Afanasyevich Fyet. Su estilo y su obra literaria
La obra de Fyet contrastaba con las tendencias de su época. Frente a la búsqueda filosófica abstracta y la sátira social de otros escritores, el poeta de Mtsensk se acerca a la naturaleza en contemplación de su armonía. Pronto, autores como Gogol, Baratynsky o Belinsky apreciaron su talento. Las baladas, idilios y elegías de su primer libro, "Лирический пантеон" (Panteón Lírico), bajo el modelo de Byron, dentro del romanticismo, en el que pueden incluirse también "Отечественные записки" (Notas domésticas) y "Москвитянин", dieron paso a un segundo periodo, en el que liberado del servicio militar e instalado en su finca, como agrónomo y escritor, se centra en la naturaleza. Una última etapa, con la recopilación "Вечерние огни" (Luces del atardecer) muestra la descomposición del mundo armónico en el que el autor creía, con poemas más tensos y angustiados.
Análisis formal y filosófico de la poesía "Учись у них — у дуба, у берёзы" (1883) de Afanasi Fyet.
Por Francisco Huertas Hernández
El poema lírico (Поэзия, poesía, en ruso) "Aprende de ellos: del roble, del abedul" (Учись у них — у дуба, у берёзы) puede considerarse una reflexión filosófica sobre la naturaleza invernal y la promesa de una renaciente primavera. Dividido en tres estrofas en pentámetro yámbico con rima cruzada, fue publicado en 1885, dos años después de ser escrito. Las personificaciones (ventisca, frío), epítetos (cruel, amargo, claro, afligida) y metáforas (lágrimas, genio veloz) son las figuras estilísticas predominantes.
La naturaleza es una totalidad, objeto de contemplación estética o reflexión intelectual, pero toda totalidad se manifiesta en entes individuales. En la primera estrofa son dos árboles: uno fuerte (дуба, duba), el roble; otro más frágil (берёзы, beryozy), el abedul. La oposición de resistencia y flexibilidad también lo es de larga vida (roble) y corta existencia (abedul). Ambos comparten ecosistemas en Rusia, en bosques mixtos (Смешанные леса), pues son árboles de hoja caduca, y, con menor presencia de los abedules, en los bosques de hoja caduca (Широколиственные леса). El abedul (береза) es un símbolo nacional ruso, asociado a la belleza, la pureza y la nostalgia. El roble representa fuerza, durabilidad y sabiduría. Los dos primeros versos unen a estos hermanos vegetales: "Aprende de ellos: del roble, del abedul /
Es invierno por todas partes. ¡Tiempo cruel!" (Учись у них — у дуба, у берёзы / Кругом зима. Жестокая пора!). Su simple (¿hay algo simple en la naturaleza?) existencia es una lección para los humanos que los contemplan, y, más tarde, meditan sobre ellos. ¿Qué tenemos que aprender de nuestros ancestros carentes de movimiento, sensación, memoria, voluntad e intelecto? Ellos están sometidos al tiempo, al clima. Joaquín Torquemada propone una lírica adaptación al castellano: "Aprende de ellos, robles y abedules / ¡Entre sus copas el invierno crece!". Las "copas" no están en el original ruso, sólo la corteza (кора, kora). La кора se resquebrajó por el frío invierno, ese tiempo cruel, y, se defendió, encogiendo. Las lágrimas que los recubren deben ser humanas, y de nada valen, pues se congelaron. ¿Los niños llorando por los árboles? ¿Los hombres llorando penas de amor grabadas en la corteza? ¿Los propios árboles llorando de frío (tiritando)? ¿Algún animal depositando restos como orina, excrementos, saliva, feromonas líquidas, melaza, sangre accidental? Cuando la temperatura desciende las células de la corteza y el xilema pueden contraerse. Esto explica el poema de Fyet, con esas fisuras o grietas (треснула) de la corteza. En inviernos suaves, los árboles pueden exudar gotas de agua rica en minerales a través de los estomas o heridas en su superficie. Estas gotas pueden congelarse, creando algo parecido a un “llanto” de hielo. Las dotes de observador natural de Fyet remiten a cambios botánicos más que a metáforas de proyección de afectos humanos en los ancestros vegetales.
Es invierno por todas partes. ¡Tiempo cruel!" (Учись у них — у дуба, у берёзы / Кругом зима. Жестокая пора!). Su simple (¿hay algo simple en la naturaleza?) existencia es una lección para los humanos que los contemplan, y, más tarde, meditan sobre ellos. ¿Qué tenemos que aprender de nuestros ancestros carentes de movimiento, sensación, memoria, voluntad e intelecto? Ellos están sometidos al tiempo, al clima. Joaquín Torquemada propone una lírica adaptación al castellano: "Aprende de ellos, robles y abedules / ¡Entre sus copas el invierno crece!". Las "copas" no están en el original ruso, sólo la corteza (кора, kora). La кора se resquebrajó por el frío invierno, ese tiempo cruel, y, se defendió, encogiendo. Las lágrimas que los recubren deben ser humanas, y de nada valen, pues se congelaron. ¿Los niños llorando por los árboles? ¿Los hombres llorando penas de amor grabadas en la corteza? ¿Los propios árboles llorando de frío (tiritando)? ¿Algún animal depositando restos como orina, excrementos, saliva, feromonas líquidas, melaza, sangre accidental? Cuando la temperatura desciende las células de la corteza y el xilema pueden contraerse. Esto explica el poema de Fyet, con esas fisuras o grietas (треснула) de la corteza. En inviernos suaves, los árboles pueden exudar gotas de agua rica en minerales a través de los estomas o heridas en su superficie. Estas gotas pueden congelarse, creando algo parecido a un “llanto” de hielo. Las dotes de observador natural de Fyet remiten a cambios botánicos más que a metáforas de proyección de afectos humanos en los ancestros vegetales.
Esta primera estrofa es un catálogo de conocimiento de la vida de las plantas. Pero el hecho del que debemos aprender es de su resistencia al duro invierno. Los humanos han de resistir así a los reveses de la vida, el desamor, la traición, la pérdida de los seres queridos, el fracaso de los proyectos.
Y la segunda estrofa es un Allegro agitato que lleva a nuestros maestros antiguos, los árboles, al límite de su resistencia:
"La ventisca se vuelve más furiosa y a cada minuto
arranca con ira las últimas hojas,
y un frío feroz se apodera del corazón;
Están de pie, en silencio; ¡Calla tú también!"
arranca con ira las últimas hojas,
y un frío feroz se apodera del corazón;
Están de pie, en silencio; ¡Calla tú también!"
o
"Y la ventisca arrecia a cada instante,
hojas postreras rasga con desdén,
su alma se llena de un frío cortante;
¡mas si ellos callan, calla tú también!"
según Torquemada, que, por mantener una rima, omite ciertas palabras del original, como "Están de pie, en silencio" (Они стоят, молчат, aní stóyat mólchat). Sílabas breves, musicalmente restallantes, como la furiosa ventisca (Все злей метель, vsyo elei mitiel), cuyas líquidas eles son agua transformada en copo níveo. Las aliteraciones internas del verso son intraducibles. El permanecer en pie ante este estallido furioso de inclemencia invernal es un ejemplo para los hombres. La orden a los humanos de callar ante esta grandeza serena, humilde resistencia arbórea, es semejante al final del "Tractatus Logico-Philosophicus" de Ludwig Wittgenstein (1889-1951): "und wovon man nicht reden kann, darüber muss man schweigen" (y de lo que no se puede hablar, hay que guardar silencio). El libro de Wittgenstein fue interpretado primero como lógica y filosofía del lenguaje, pero su sentido profundo, presente en esta afirmación, es ético, y, más aún, místico. La mística del silencio. El ruido es caos. El silencio es la verdad primera, antes de la explosión cósmica, la química combinación de elementos, el murmullo o algarabía de los animales y la afanosa ocupación humana, siempre envuelta en griterío, alboroto y clamor inútil. Entre el silencio y la palabra está la música, y ésta es aleación de silencio y sonido. La segunda estrofa de "Учись у них — у дуба, у березы" es furioso Allegro caótico que no turba el silencio (óntico) del roble y el abedul. Su silencio es óntico porque no está en su ser emitir sonidos.
El poeta, el hombre que mira los árboles desnudos, y agitados por el viento, en su amada Rusia, derrama la esperanza de la primavera: ésta se derrama, porque es nieve derretida, en el proceso contrario al invernal: donde había hielo hiriente, ahora hay agua líquida fertilizadora de suelos y esperanzas.
"Pero confía en la primavera. Un genio correrá a través de ella,
respirando nuevamente calidez y vida.Por días claros, por nuevas revelaciones
El alma afligida se recuperará"
o
"Cree en el genio de la primavera,
de nuevo tibia vida alentará.
Días de luz, revelaciones nuevas,
tu alma entristecida sufrirá"
en adaptación de Joaquín Torquemada. En la tercera estrofa, aquellas lágrimas congeladas serán aliento de nuevos proyectos, o sea, amor. ¿El amor es proyecto, o la energía de todo proyecto? Torquemada nos da un último verso contrario al texto de Fyet: "tu alma entristecida sufrirá" (??), cuando Afanasi Fyet escribió: "Переболит скорбящая душа" (piribalít skorbýashchya dushá) (el alma afligida lo superará). ¡Misterios de los traductores! El genio de la primavera -¿Ярило, Yarilo, deidad eslava antigua relacionada con la primavera, el amor, la fertilidad y la vegetación?- en su carrera por la tierra regada por el agua del deshielo, trae calor, vida, luz... revelaciones (откровений, atkravínii). Revelar es descubrir lo oculto, y el alma, aterida de frío, de los desencuentros humanos con la dicha, albergará nueva esperanza. La potencia vital de la naturaleza emerge en primavera. Nuestros protagonistas, roble y abedul -ya desaparecidos del poema- se funden con el bosque total, con la vida creciente, como los hombres harán con la dicha...
Esta extensa exégesis tomó como punto de partida una metáfora del tejer, para vincular naturaleza y cultura, ser y verdad, fuerza y belleza. El poeta Afanasi Fyet nos entregó un poema didáctico, heredero de las "Geórgicas" de Virgilio, centradas en la agricultura, las "Odas" de Horacio, o las "Metamórfosis" de Ovidio, autores latinos leídos, traducidos y amados por Fyet, que tomaron la Naturaleza como fuente de inspiración y guía moral. "Учись у них — у дуба, у берёзы" es una poesía con fuerte musicalidad, propia de la lengua y la lírica rusas, que sabe fundir la contemplación y conocimiento del paisaje con el arte del ritmo y la melodía del verso.
Nosotros, los habitantes de un mundo prosaico, quizás no entendamos la belleza de estos maestros antiguos, porque nos han arrancado de una existencia poética, es decir, mágica. La naturaleza quedó reducida a materia prima disponible para la técnica humana convertible en beneficio económico, medidor del llamado "progreso" de las naciones. Pero en la época de lo sagrado, es decir, de la poesía, el progreso de los pueblos se manifestaba en escuchar la voz de sus guías, los poetas, los músicos, y su maestra, la Naturaleza, aún no mancillada por la industria y la tecnología.
Francisco Huertas Hernández
Jueves, 2 de enero de 2025
2 comentarios:
Gracias Francisco tu estudio es magnifico.
Gracias Marcelo
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