miércoles, 30 de julio de 2025

A. S. Pushkin: "La dama de picas" (Пиковая дама) (1834). La perfección del relato depurado. O por qué Pushkin da sentido a la vida. Francisco Huertas Hernández

A. S. Pushkin: "La dama de picas" (Пиковая дама) (1834). La perfección del relato depurado. O por qué Pushkin da sentido a la vida.
 Francisco Huertas Hernández

Александр Сергеевич Пушкин: "Пиковая дама"
Малая книга с историей. 2017


 "La dama de picas" (Пиковая дама) (Pikovaya Dama) (1834) es una novela corta (повесть) de misterio y elementos fantásticos del más grande y adorado escritor ruso. Una historia de jugadores de cartas, que escuchan un relato misterioso sobre la abuela de uno de ellos: tres cartas mágicas en su lejanísima juventud hicieron que recuperara la fortuna perdida. Un segundo escenario nos lleva al palacio petersburgués de la condesa, una anciana de ochenta y siete años que aún asiste a los bailes de sociedad, donde se nos presenta a su cuidadora Lizavyeta, que descubre desde la ventana durante muchos días seguidos a un ingeniero militar que la contempla absorto. Hermann tiene intenciones muy diferentes a la conquista amorosa que Lizavyeta imagina y anhela. El joven alemán quiere conocer el misterio de las tres cartas ganadoras...

 Abram Lezhnev en su referencial libro sobre la prosa de Pushkin observó la sencillez de la prosa pushkiniana, rechazando cualquier tipo de ornamentación, incluyendo mínimas descripciones, el abundante uso de verbos -el ruso es idioma de un registro verbal complejo y preciso-, que otorga a las oraciones un dinamismo, una vivacidad y una energía que sobrepasan la vida, ya que “a literatura existe porque a vida não basta” (Ferreira Gullar). El color de las palabras de la prosa pushkiniana está al servicio de la vida de los personajes, cuya humanidad queda imborrablemente fijada en nuestras almas: el ingeniero militar Hermann (Германн), la condesa Anna Fyodorovna (Анна Федотовна) y la cuidadora de la anciana condesa, Lizavyeta Ivánovna (Лизавета Ивановна).

  Se atribuye a Fyodor Mijailovich Dostoyevski la afirmación de que Hermann era "una figura colosal" e inspiró claramente a Raskolnikov de "Crimen y castigo" (1867), aunque la única fuente que manifiesta su admiración inmensa es una carta de junio de 1880 donde escribe "lo fantástico debe estar tan en contacto con lo real que casi debas creerlo. Pushkin, quien nos dio casi todas las formas de arte, escribió «La dama de picas», la cumbre del arte fantástico" (Фантастическое должно до того соприкасаться с реальным, что вы должны почти поверить ему. Пушкин, давший нам почти все формы искусства, написал «Пиковую даму» - верх искусства фантастического)

  Pyotr Ilych Chaikovski compuso una ópera sobre esta novela, con libreto de su hermano Modest Chaikovski, estrenada en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo el 19 de diciembre de 1890. La pieza musical ha llegado a ser más conocida fuera de Rusia que la obra literaria, aunque esta situación está cambiando, y en español disponemos de varias traducciones de "La dama de picas" de Pushkin.

 Agata Orzeszek (La dama de Picas: Un pretexto para hablar de las traducciones de Pushkin, 1999 ) repasa las traducciones de "Пиковая дама" al castellano, con títulos tan dispares y absurdos -lo que revela la adaptación desde el francés- como: "La Reina de espadas""Azar en el juego" o "La Dama de los tres naipes", para reparar en un hecho aparentemente trivial: "pique" en francés es "pica", de la baraja francesa, usada en Rusia. Los cuatro palos de la baraja francesa son: corazones, diamantes, tréboles y picas, frente a oros, copas, espadas y bastos de la baraja española.


 Pushkin inicia la novela con esta cita: "Пиковая дама означает тайную недоброжелательность" (La Dama de Picas significa secreta malevolencia), atribuyendo este saber a la cartomancia moderna.

 El relato tiene cuatro partes perfectamente ensambladas, siendo la última un fugaz epílogo.
 
 La primera parte: la casa del oficial Narúmov, en la capital rusa, donde se reúnen a jugar al faraón (juego de baraja). La traducción de Amaya Lacasa (Narraciones completas. Alba Editorial) reza así en su primera página: "Una vez se jugó a las cartas en casa de Narúmov, oficial de la guardia montada. La larga noche de invierno transcurrió sin sentir; empezaron a cenar pasadas las cuatro de la mañana. Aquellos que habían ganado comían con gran apetito, los otros permanecían distraídos ante sus platos vacíos. Pero pronto apareció el champagne, la conversación se animó y todos participaron en ella". El texto ruso de Pushkin es éste: "Однажды играли в карты у конногвардейца Нарумова. Долгая зимняя ночь прошла незаметно; сели ужинать в пятом часу утра. Те, которые остались в выигрыше, ели с большим аппетитом, прочие, в рассеянности, сидели перед пустыми своими приборами. Но шампанское явилось, разговор оживился, и все приняли в нем участие".

 Entre los distintos jugadores se inicia un diálogo en el que emerge un extraño personaje, de origen alemán: Hermann, un ingeniero, que "en su vida ha tocado una carta... y se queda con nosotros hasta las cinco de la mañana viéndonos jugar" (отроду не брал он карты в руки, отроду не загнул ни одного пароли, а до пяти часов сидит с нами и смотрит на нашу игру!). La figura del calculador (расчетлив) ingeniero alemán es comparada a otro insólito personaje, la condesa Anna Fyodorovna, abuela del interlocutor Tomsky. Éste, acto seguido, cuenta la historia de su abuela sesenta años atrás en París, la Venus moscovita jugaba al faraón y perdió una suma considerable, que su marido se negó a reponer, por lo que la hermosa dama rusa recurrió al conde Saint-Germain, suplantador del Judío Errante, inventor del elixir de la vida y de la piedra filosofal (графе Сен-Жермене, о котором рассказывают так много чудесного. Вы знаете, что он выдавал себя за вечного жида, за изобретателя жизненного эликсира и философского камня, и прочая). El viejo "le descubrió un secreto por el que cualquiera de nosotros estaría dispuesto a pagar lo que fuera..." (извольте меня выслушать». Тут он открыл ей тайну, за которую всякий из нас дорого бы дал...): el secreto de las tres cartas ganadoras, con las que la condesa Anna Fyodorovna recuperó su fortuna. 

 La segunda parte del relato nos sitúa en el palacio de la condesa donde conocemos otro de esos personajes femeninos imborrables del poeta, Lizavyeta Ivanovna, cuidadora de la anciana y voluble condesa. Pushkin retrata en apenas unas palabras el carácter de la anacrónica noble: "no es que la condesa tuviera mal corazón, pero era caprichosa como toda mujer mimada por el gran mundo, tacaña y sumida en un frío egoísmo, como todos los viejos que han amado todo lo que tenían que amar en el pasado y son ajenos al presente. Participaba en todas las vanidades mundanas, iba a los bailes, donde se sentaba en un rincón, pintada y vestida según la moda de antaño... los invitados que venían se acercaban a ella con profundas reverencias como si celebraran un rito establecido, después de lo cual nadie le hacía caso" (Графиня ***, конечно, не имела злой души; но была своенравна, как женщина, избалованная светом, скупа и погружена в холодный эгоизм, как и все старые люди, отлюбившие в свой век и чуждые настоящему. Она участвовала во всех суетностях большого света, таскалась на балы, где сидела в углу, разрумяненная и одетая по старинной моде, как уродливое и необходимое украшение бальной залы; к ней с низкими поклонами подходили приезжающие гости, как по установленному обряду, и потом уже никто ею не занимался). Queda la condesa despachada, mas no la triste Lizavyeta que exclama: "Esta es mi vida" («И вот моя жизнь!» — подумала Лизавета Ивановна) ante los cambios de opinión imprevisibles de la vieja voluble. Lizavyeta "era una criatura muy desdichada" (Лизавета Ивановна была пренесчастное создание): "servía el té y recibía reprimendas porque gastaba demasiado azúcar, leía novelas en voz alta y era culpable de todos los errores del autor; acompañaba a la condesa en sus paseos y era responsable del tiempo y del estado de los caminos. Se le había asignado un sueldo que nunca recibía íntegramente; sin embargo, exigían de ella que vistiera como todo el mundo, es decir, como unos pocos. En sociedad desempeñaba un papel de lo más penoso. Todos la conocían pero nadie se fijaba en ella; la sacaban a bailar solamente cuando faltaba un vis-à-vis, y las damas la llevaban del brazo siempre que tenían que ir al tocador para arreglar algo de su atuendo. Tenía amor propio y se daba cuenta de su situación y miraba en su entorno esperando impaciente al liberador; pero los jóvenes, calculadores en su frívola ambición, no le prestaban atención, aunque Lizavyeta Ivánovna era cien veces más agraciada que las insolentes y frías muchachas casaderas que estos perseguían. ¡Cuántas veces, después de abandonar sigilosamente el aburrido y fastuoso salón, se iba a llorar a su mísera alcoba, amueblada con un biombo empapelado, una cómoda, un pequeño espejo y una cama pintada, y donde una vela de sebo en una palmatoria de cobre despedía una luz tenue!" (Лизавета Ивановна была домашней мученицею. Она разливала чай и получала выговоры за лишний расход сахара; она вслух читала романы и виновата была во всех ошибках автора; она сопровождала графиню в ее прогулках и отвечала за погоду и за мостовую. Ей было назначено жалованье, которое никогда не доплачивали; а между тем требовали от нее, чтоб она одета была, как и все, то есть как очень немногие. В свете играла она самую жалкую роль. Все ее знали и никто не замечал; на балах она танцевала только тогда, как недоставало vis-à-vis, и дамы брали ее под руку всякий раз, как им нужно было идти в уборную поправить что-нибудь в своем наряде. Она была самолюбива, живо чувствовала свое положение и глядела кругом себя, — с нетерпением ожидая избавителя; но молодые люди, расчетливые в ветреном своем тщеславии, не удостоивали ее внимания, хотя Лизавета Ивановна была сто раз милее наглых и холодных невест, около которых они увивались. Сколько раз, оставя тихонько скучную и пышную гостиную, она уходила плакать в бедной своей комнате, где стояли ширмы, оклеенные обоями, комод, зеркальце и крашеная кровать и где сальная свеча темно горела в медном шандале!)

 Entonces apareció aquel hombre en la calle mirando a la ventana en la que ella bordaba, un día y otro, y otro. Era Hermann, el ingeniero caracterizado por su aparente templanza. Pushkin lo describe brevemente en su carácter, "introvertido y ambicioso" (скрытен и честолюбив), "muy apasionado y tenía una imaginación exuberante" (Он имел сильные страсти и огненное воображение). No jugaba a las cartas, "pues había calculado que su capital no le permitía (según decía) sacrificar lo imprescindible con la esperanza de lograr lo superfluo" (будучи в душе игрок, никогда не брал он карты в руки, ибо рассчитал, что его состояние не позволяло ему (как сказывал он) жертвовать необходимым в надежде приобрести излишнее).

 El lector sabrá que "la anécdota de las tres cartas conmovió profundamente su imaginación" (Анекдот о трех картах сильно подействовал на его воображение и целую ночь не выходил из его головы)

 Una extensa tercera parte de "Пиковая дама" presenta el equívoco de las cartas de amor que envía por intermediaria Hermann a Lizavyeta, la enamorada de la ventana, que, en su osadía, le invitará a verla a solas, una noche después de un baile, en su misma alcoba. Pero cuán distintos eran los planes del falso pretendiente, que buscaría a la vieja para que le revelara el secreto de las tres cartas ganadoras. 

 El desenlace de la trama en la casa de la condesa está resuelto con maestría y laconismo por Pushkin. Los destinos de Hermann y Lizavyeta no se cruzarán y el ingeniero alemán sucumbirá en su insensato proyecto.


 Como buen incitador a la lectura, desisto de continuar la narración, y que usted mismo compre el libro y lo lea. Sepa que el relato adquiere tintes sobrenaturales, pero predomina en él esa atmósfera de verdad humana, que hace de los grandes clásicos maestros del arte de vivir, pues sepa el lector que la lectura de Pushkin da sentido a nuestras miserables vidas, y que yo mismo abrumado por el vacío y crueldad de la existencia, sólo hallo consuelo -schopenhauerianamente- en el arte, y Pushkin es quintaesencia de la literatura que calma el dolor, que sosiega el espíritu, lo crea y lo propaga por las ondas invisibles uniéndonos a la humana condición estremecida por la belleza y la verdad, que no están ni en la filosofía, ni en la ciencia, ni en la nuda existencia prosaica...

Francisco Huertas Hernández
30 de julio de 2025

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Usted escribe tan bien

Francisco dijo...

Gracias lector