domingo, 31 de mayo de 2020

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz. Chile en cuatro don nadie. Francisco Huertas Hernández. Primera película de un cineasta revolucionario


"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Chile en cuatro don nadie
Primera película de un cineasta revolucionario 
Francisco Huertas Hernández


"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Luis "Lucho" Úbeda (Luis Alarcón), Tito Labarca (Nelson Villagra) y Amanda Labarca (Shenda Román)
La película nos presenta a tres personas sin rumbo

 Cuatro personajes deambulan por bares y departamentos de Santiago. Tito Labarca (Nelson Villagra), Amanda Labarca (Shenda Román), Lucho Úbeda (Luis Alarcón) y Rudi (Jaime Vadell) no llegarán nunca a nada. Sus conversaciones, sus idas, sus venidas, vistas desde un ángulo siempre esquivo de la cámara son anodinas, y, sin embargo, Raúl Ruiz eleva este vacío a cualidad estética con el manejo de la cámara, la iluminación -soberbia fotografía de Diego Bonacina- la narración episódica y algunos impagables boleros cantados por Ramón Aguilera. La primera película del director de Puerto Montt plasma ya el "inconsciente óptico" (Optisch Unbewusste) expuesto por Walter Benjamin: "nuevas formas de ver y experimentar que surgen de las posibilidades técnicas de la cámara, como a través de primeros planos o la cámara lenta. Bajo el primer plano, el espacio se expande, bajo la cámara lenta se expande el movimiento". Ruiz adopta las angulaciones subjetivas de la Nouvelle Vague: los personajes son filmados dorsalmente, en escorzo, en plano detalle, y la cámara se convierte en el nuevo espectador que recompone la historia girando alrededor de las figuras como el nuevo lector de "Rayuela" de Julio Cortázar

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Créditos. Título

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Amanda Labarca (Shenda Román) ve a su hermano Tito dentro de un bus de Valparaíso. La gran actriz está sobresaliente en la película

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Amanda Labarca (Shenda Román), Tito Labarca (Nelson Villagra) y Luis "Lucho" Úbeda (Luis Alarcón). Presentaciones al bajar del bus. Todos los actores de la película están espléndidos. Nelson Villagra, el protagonista, brilla en ese caracter simple y alienado. Unos meses después interpretó al chacal de Nahueltoro en la cinta de Miguel Littín. En dos años fue el actor principal de las dos mejores películas chilenas de la historia

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Amanda Labarca (Shenda Román) mirando la ciudad desde la terraza

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Amanda Labarca (Shenda Román) mirando los regalos de su hermano

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Tito Labarca (Nelson Villagra) en el departamento. ¿Podría encuadrarse este personaje en el tipo del "hombre superfluo" (лишний человек) de la literatura rusa del siglo XIX? Si bien el tipo ruso es aristócrata, inteligente, sensible, idealista, nihilista (no cree en nada), melancólico, dubitativo e inactivo, un nuevo sujeto "alienado" de las clases populares surge en el desarraigo de la gran ciudad. Tito es un "humillado y ofendido" que carece de conciencia. El sistema económico reserva a personajes como Tito y su hermana un lugar de exclusión: él es incapaz de trabajar y ella ejerce la prostitución ocasionalmente con clientes del cabaret donde hace striptease. Si puede vincularse a Tito con los "superfluos" rusos es en la inacción. Un hedonismo estéril le condena a vagar de bar en bar consolándose en el alcohol

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Luis "Lucho" Úbeda (Luis Alarcón), un tipo de Angol (Araucanía) con plata que dispone de 28 horas para gastar en juerga. Viene del sur, y recuerda en España a aquellos pequeños empresarios de provincias que iban a Madrid buscando aventuras

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Carlos Sanhueza (Fernando Colina) extrayendo plata de una botella. Al espectador no le va a interesar demasiado saber cómo llegó ahí. La fuerza de la imagen se constituye en sustancia del relato. ¡Cuántas historias lo son por sus imágenes y no por sus acontecimientos! 

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Rudi (Jaime Vadell), un empresario que tiene contratado a Tito en un concesionario de autos. Hace negocios turbios

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Alicia Quiroz (Delfina Guzmán), la hija de la dueña del departamento que quiere cobrar el alquiler a Rudi

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Carlos Sanhueza (Fernando Colina), Alicia Quiroz (Delfina Guzmán) y Rudi (Jaime Vadell)

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Tito Labarca (Nelson Villagra) y Amanda (Shenda Román). Es la única escena en que vemos trabajar -y eso no es exacto- a Tito. El concesionario de autos de Rudi, ese lugar al que olvida ir Tito cada mañana

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Luis "Lucho" Úbeda (Luis Alarcón), Amanda Labarca (Shenda Román) y Tito Labarca (Nelson Villagra) divisando la ciudad desde un mirador en la cumbre del San Cristóbal. El "dolce far niente" del trío todavía sobrio

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Amanda Labarca (Shenda Román), Luis "Lucho" Úbeda (Luis Alarcón) y Tito Labarca (Nelson Villagra) en el restaurante

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Tito Labarca (Nelson Villagra) en el restaurante. Un encuadre característico de la película. Los personajes son abordados por la cámara desde ángulos no convencionales: aquí un ligero contrapicado de perfil

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Comida en el restaurante

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Tito Labarca (Nelson Villagra) al encuentro de su jefe, Rudi

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Rudi (Jaime Vadell) en un picado lateral

 "Tres tristes tigres" -no confundir con la novela homónima de Cabrera Infante, aunque la peripecia es casi idéntica- es una obra teatral de Alejandro Sieveking -estrenada en 1967 con los actores del grupo "El Cabildo" (Villagra, Román y Vadell) en el teatro Talía, dirigidos por el propio Nelson Villagra- en la que tres tristes humanos -en realidad son cuatro, como los mosqueteros- quisieran rugir (rebelarse) pero son incapaces: sus vacías vidas se consumen en el tedio del alcohol y la juerga. La adaptación cinematográfica de Ruiz tiene ese tono "cinéma verité" del nuevo cine de los años 60, documental, cámara en mano, por las calles de la ciudad. Tito, dentro de un bus, se encuentra con su hermana Amanda. Él trabaja en un concesionario de autos. Ella es bailarina de striptease. El tercero es otro sureño, Luis o "Lucho", un azaroso financiador de la juerga. Juntos recorrerán Santiago bebiendo. Tito tiene que entregar unos documentos a su jefe, Rudi, para que éste venda unas propiedades. El empresario es otro "triste tigre" sin plata. No puede ni pagar el alquiler del departamento. La trama es mínima. El espectador se siente fascinado por el ritmo de los encuadres. La cámara danza. Pick ha escrito que el cine de Raúl Ruiz revela "un mundo fluctuante, intrincado y fragmentado, donde el cuadro cinematográfico es el escenario de transformaciones insólitas". Una doble trama con Tito y su grupo de carreteo, por un lado; y con Rudi y su cliente, por otro, esperando los papeles de compraventa que Tito ha de entregarle. Tito se demora. Rudi se impacienta. Una escena felliniana en el cabaret. Striptease, un bosque de botellas vacías. Una cortina de secuencias filmadas desde dentro de un auto, marcadas con canciones, se repite como nexo de la narración: los personajes, mediante plano subjetivo, ven la ciudad de Santiago. Rudi, el jefe que anda "pato", jotea a Amanda, sin importarle la presencia de su hermano, completamente ebrio. Una bella escena con el paseo nocturno de Tito por la ciudad, unas discusiones políticas, y un arrebato etílico del humillado Tito sacándole la cresta a Rudi a combos después de que le echaran de la empresa...

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Secuencia filmada desde el interior de un auto que se repite como nexo de la narración. Muy en la línea de la Nouvelle Vague, un lirismo urbano, reforzado por la música, une los escenarios interiores en los que beben, comen y hablan los protagonistas, a través de estas imágenes poéticas de la ciudad de Santiago

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Amanda Labarca (Shenda Román) y Luis "Lucho" Úbeda (Luis Alarcón) en un episodio de borrachera. Bella escena en la que las botellas vaciadas se iluminan con los focos. Si no podéis iluminar vuestras vidas, hacedlo con vuestras botellas en las que habéis consumido esa vida. La poesía visual de Raúl Ruiz es uno de los hallazgos del film

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Un "bosque" de botellas vacías al terminar la juerga nocturna. Una imagen de gran fuerza plástica y carga metafórica

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Luis "Lucho" Úbeda (Luis Alarcón), en plano dorsal, contemplando el striptease

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Tito Labarca (Nelson Villagra) se niega a criticar a los políticos. Un trabajador que no trabaja. Un trabajador sin conciencia de ser explotado. Un hombre simple y sin horizonte. La "desideologización" de las clases obreras se realizó a través del consumo. En este caso, dadas sus penurias económicas, Tito y Amanda, solo consumen alcohol y comida

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
La discusión política sobre el presidente democristiano Eduardo Frei molesta a Tito. Frei -presidente entre 1964 y 1970- fue un duro opositor al gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende y apoyó el golpe de estado, aunque acabó siendo asesinado por agentes de la dictadura militar de Pinochet mediante una bacteria

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Una de las imágenes más hermosas del film: los graffiti del W.C. Un pedazo de realidad que incide en el lado documental del nuevo cine chileno

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Amanda Labarca (Shenda Román) en el departamento de Rudi. Éste jotea a la chica. Todos ebrios

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Amanda Labarca (Shenda Román)

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Tito Labarca (Nelson Villagra) y Amanda Labarca (Shenda Román)

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Rudi (Jaime Vadell) y Tito Labarca (Nelson Villagra) en la escena de la pelea. ¿Cuánta humillación puede soportar un ser humano? Rudi ha humillado a su empleado. Éste -sin trabajo, sin horizonte, sin ideales-, despedido de la empresa, tiene un estallido de ira etílica. No es un héroe trabajador explotado sino un "ser fungiformemente anónimo", una "decrépita criatura dispersa". Con actitudes burguesas y con ingresos de obrero, representa el individualismo del hedonismo nihilista. No hay amores en su vida (Chonchi es un pasatiempo sexual), no hay compromiso social ni creación de ningún tipo. Si la vida humana se realiza en el amor y la creación (que se identifican según Platón en "El Banquete") y la creación es la forma de inmortalidad que perpetúa la especie y la memoria del individuo, Tito -y Amanda- se disipan en un tiempo vacío y estéril sin creación ni amor, sin lazos sociales ni ideales de justicia o libertad

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Tito Labarca (Nelson Villagra) y la ciudad. La única amante que no falla

 "Tres tristes tigres" es la primera película del más grande de los directores chilenos, realizada con 27 años, un film que ha de verse repetidas veces dada su rica textura visual, porque "es la imagen la que determina la narración" como señala Cáceres. "Desplaza el campo de la cámara de su relación sincrónica con el campo de la acción, creando un fuera de campo que amplía el sentido narrativo en el encuadre". Y en esa forma "inapehensible", su genio en mostrar retazos del ser chileno: "desconfiado, ambiguo, irónico, formal, conservador, violento, falsamente modesto, dado a la etiqueta y a las ceremonias" en penumbras, silencios, y conversaciones. Y todo ello siendo también cine social, menos explícito que en otros compañeros de generación (Littín, Guzmán), reflejado en los estallidos de violencia de clase de unos seres aparentemente sumisos.
 Las vicisitudes de la cinta -perdida tras el golpe de 1973 que llevó al exilio francés al director- y la fantástica restauración a cargo de la Cinémathèque Française promovida por la Association des Amis de Raoul Ruiz han permitido salvar esta obra maestra de un cineasta revolucionario e incomprendido.

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Publicidad del estreno en cines

"Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz
Cartel

Tres tristes tigres
Chile
1968
Dirección: Raúl Ruiz
Producción: Enrique Reiman, Ernesto Ruiz, Serafín Selanio
Guión: Raúl Ruiz, Alejandro Sieveking
Basada en "Tres tristes tigres", obra teatral de Alejandro Sieveking
Música: Tomás Lefever. Boleros cantados por Ramón Aguilera

Diego Bonacina (1943-1988)
Director y camarógrafo argentino que participó en clásicos del cine chileno como "Tres tristes tigres" (1968). Raúl Ruiz, y "Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
En la imagen: rodaje de "Valparaíso, mi amor"

Fotografía: Diego Bonacina
Montaje: Carlos Piaggio
Intérpretes:
Tito Labarca (Nelson Villagra)
Amanda Labarca (Shenda Román)
Lucho Úbeda (Luis Alarcón
Rudi (Jaime Vadell)
Alicia Quiroz (Delfina Guzmán)
Carlos Sanhueza (Fernando Colina)
Chonchi (Belén Allasio)
Inspector (Alonso Venegas)
Juan López Andrade (Luis Melo)
Noctámbulo violento (Humberto Miranda)
Inversor capitalista (Jaime Celedón)

Bibliografía:

- Valeria de los Ríos, Iván Pinto: "El cine de Raúl Ruiz". Uqbar. 2010


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Comentarios de nuestros lectores:

- Francisco Huertas Hernández: "En este comentario explicaré por qué el arte nos hace felices (o, al menos, me hace feliz a mí). "Tres tristes tigres" es arte en estado puro. Como cine es la apoteosis de la imagen que prima sobre la narración de los sucesos. Porque los acontecimientos se constituyen en cuanto se relatan, y el relato cinematográfico es visual. En una película así puedes conocer el final y no pasa nada. Su valor no está ligado a lo que pasa sino a cómo pasa, y pasa como tiempo. El "inconsciente óptico" hace pasar, sin que nos demos cuenta, esas "anodinas" vidas de los tigres tristes expandiendo nuestro espacio y nuestro tiempo. Acaba el film, y no ha sucedido gran cosa, ni muertes, ni amores, ni aventuras, y, sin embargo, nuestro yo más íntimo, nuestro interior más profundo, se ha transformado con una sensación de plenitud que únicamente el gran arte puede producir"



6 comentarios:

Unknown dijo...

Maravillosa película

Unknown dijo...

Extraordinaria

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

En este comentario explicaré por qué el arte nos hace felices (o, al menos, me hace feliz a mí). "Tres tristes tigres" es arte en estado puro. Como cine es la apoteosis de la imagen que prima sobre la narración de los sucesos. Porque los acontecimientos se constituyen en cuanto se relatan, y el relato cinematográfico es visual. En una película así puedes conocer el final y no pasa nada. Su valor no está ligado a lo que pasa sino a cómo pasa, y pasa como tiempo. El "inconsciente óptico" hace pasar, sin que nos demos cuenta, esas "anodinas" vidas de los tigres tristes expandiendo nuestro espacio y nuestro tiempo. Acaba el film, y no ha sucedido gran cosa, ni muertes, ni amores, ni aventuras, y, sin embargo, nuestro yo más íntimo, nuestro interior más profundo, se ha transformado con una sensación de plenitud que únicamente el gran arte puede producir

antonio pardines dijo...

Gran cineasta y gran película. Pensaba comentarla en mi blog, como también tengo en mente (y pendiente) hablar sobre O território, Les tempo retrouvé, Historias de Lisboa y Klimt; creo que el cine de Raúl Ruiz merece nuestra atención. Y como siempre, un placer leer tus entradas. Gracias.

Unknown dijo...

Muy interesante la película. Gracias Francisco. El principio me encanta, esa escena en el minibús, que frenan para hablar con la hermana del protagonista. Qué vidas tan vacías.... No son buscavidas, son tristes, efectivamente. La música, preciosa y los actores, magníficos. Estas películas son joyas que no sé por qué no se han difundido come merecen. Efectivamente, hay que verla varias veces, así que voy a verla otra vez. El protagonista no tiene metas, ni ilusiones, ni conciencia de clase. La película que recomendaste de El Chacal me ha conmovido, me he enamorado de esa película, es de lo mejor que he visto. Muchas gracias Francisco, siempre.
Manuela Pilar Millán Sanjuán

Laura A dijo...

No la he visto pero me entran todas las ganas del mundo de verla leyéndote, leyendo tus primorosas explicaciones. Espero poder verla.