Inspiración
Reflexión filosófica (Estética)
"Loving Vincent" (2017). Dorota Kobiela, Hugh Welchman
Francisco Huertas Hernández. 2001
"Loving Vincent" (2017). Dorota Kobiela, Hugh Welchman
Película polaco-británica de animación sobre la vida y la creación pictórica de Vincent van Gogh (1853-1890). Una producción de alta tecnología al servicio del arte: todo el film está elaborado a partir de cuadros -animados- del pintor holandés. "Cada uno de los 65 000 fotogramas es una pintura al óleo realizada a mano usando el mismo estilo de Van Gogh, creadas por 115 pintores diferentes".
"Año 1891. Un año después de la muerte de Vincent van Gogh, el cartero Roulin le pide a su hijo Armand que entregue personalmente la última carta de Van Gogh a su hermano, Theo, después de que sus intentos previos de enviársela hubieran fallado. A pesar de no haber apreciado a Van Gogh y recordar el incidente cuando el fallecido se mutiló su oreja y se la dio a una prostituta, Armand acepta con disgusto debido al afecto de su padre por el pintor..."
El "misterio" de la "inspiración" -fuerza y genio que impone forma y belleza a la materia informe en un acto casi inconsciente por parte del artista- tiene dos explicaciones opuestas: o bien es fruto de un "rapto divino", o bien es fruto del trabajo, la técnica y la influencia del contexto histórico.
Platón (427-347 aC) en su diálogo "Ion" estableció la "inspiración" como "rapto divino", "posesión por las Musas, lo irracional" (ἡ Μοῦσα ἐνθέους μὲν ποιεῖ αὐτή), en contraposición a la "técnica/arte" (τέχνη)
"Pues todos los buenos poetas, épicos o líricos, componen sus hermosos poemas, no por arte (τέχνη), sino porque están inspirados y poseídos (ἡ Μοῦσα ἐνθέους μὲν ποιεῖ αὐτή)... El poeta es un ser ligero, alado y sagrado, y no hay invención en él hasta que está inspirado y fuera de juicio, y no queda razón en él; nadie, mientras conserve esta facultad, tiene el don oracular de la poesía... El dios parece haber privado adrede a todos los poetas, profetas y adivinos, de toda razón y entendimiento, para adaptarlos mejor a su empleo como sus ministros e intérpretes, y para que nosotros los oyentes reconozcamos que los que escriben tan hermosamente están poseídos y se dirigen a nosotros inspirados por el dios... ¿Qué prefieres tú que te considere insincero o inspirado?"
Platón: “Ion” 533d
Pero frente a esta explicación de tipo mágico-religioso del origen de la obra de arte, existe la hipótesis contraria. Friedrich Nietzsche (1844-1900), en su segunda etapa (positivista, científica), dedicó un capítulo (IV. Del alma de los artistas y escritores) de su libro "Menschliches Allzumenschliches. Ein Buch für freie Geister. I" (Humano, demasiado humano. Un libro para espíritus libres. I) (1878) al asunto del arte. Rechaza la "inspiración" como creencia metafísico-religiosa que hereda el arte. Toda creación es fruto del trabajo, del esfuerzo, de desechar y seleccionar:
"155
Creencia en la inspiración.- Los artistas tienen interés en que se crea en las repentinas iluminaciones, las llamadas inspiraciones; como si la idea de una obra de arte, de un poema o el pensamiento de fondo de una filosofía bajasen del cielo como un rayo de gracia. En realidad, la fantasía del buen artista o pensador produce continuamente cosas buenas, mediocres y malas, pero su juicio, extremadamente agudizado y ejercitado, desecha, selecciona, concatena; como ahora puede verse en los cuadernos de notas de Beethoven, que construyó las melodías más majestuosas poco a poco, y en cierta manera las sacó de múltiples trozos. Quien distingue con menos rigor y ama abandonarse a la memoria imitadora, podrá en ciertos casos llegar a ser un gran improvisador; pero con respecto al pensamiento artístico seleccionado con seriedad y esfuerzo, la improvisación artística se halla muy debajo. Todos los grandes fueron grandes trabajadores, incansables no solo en el inventar, sino también en el desechar, vislumbrar, transformar y ordenar"
(155
Glaube an Inspiration. – Die Künstler haben ein Interesse daran, daß man an die plötzlichen Eingebungen, die sogenannten Inspirationen glaubt; als ob die Idee des Kunstwerks, der Dichtung, der Grundgedanke einer Philosophie wie ein Gnadenschein vom Himmel herableuchte. In Wahrheit produziert die Phantasie des guten Künstlers oder Denkers fortwährend, Gutes, Mittelmäßiges und Schlechtes, aber seine Urteilskraft, höchst geschärft und geübt, verwirft, wählt aus, knüpft zusammen; wie man jetzt aus den Notizbüchern Beethovens ersieht, daß er die herrlichsten Melodien allmählich zusammengetragen und aus vielfachen Ansätzen gewissermaßen ausgelesen hat. Wer weniger streng scheidet und sich der nachbildenden Erinnerung gern überläßt, der wird unter Umständen ein großer Improvisator werden können; aber die künstlerische Improvisation steht tief im Verhältnis zum ernst und mühevoll erlesenen Kunstgedanken. Alle Großen waren große Arbeiter, unermüdlich nicht nur im Erfinden, sondern auch im Verwerfen, Sichten, Umgestalten, Ordnen)
"156
Una vez más la inspiración.- Cuando la energía creativa se ha ido acumulando durante cierto tiempo y algún obstáculo le ha impedido derramarse, al final se desborda tan de repente que parece que se produce una inspiración inmediata, sin un trabajo interno preliminar, es decir, un milagro. Esto da lugar a ese conocido efecto ilusorio en cuyo perdurar, como se ha dicho, están demasiado interesados los artistas. El capital solo ha sido acumulado, no ha caído de golpe del cielo. Este tipo de inspiración se da por lo demás en otros campos, por ejemplo en el campo de la bondad, de la virtud, del vicio"
(156
Nochmals die Inspiration. – Wenn sich die Produktionskraft eine Zeitlang angestaut hat und am Ausfließen durch ein Hemmnis gehindert worden ist, dann gibt es endlich einen so plötzlichen Erguß, als ob eine unmittelbare Inspiration, ohne vorhergegangenes innres Arbeiten, also ein Wunder sich vollziehe. Dies macht die bekannte Täuschung aus, an deren Fortbestehen, wie gesagt, das Interesse aller Künstler ein wenig zu sehr hängt. Das Kapital hat sich eben nur angehäuft, es ist nicht auf einmal vom Himmel gefallen. Es gibt übrigens auch anderwärts solche scheinbare Inspiration, zum Beispiel im Bereiche der Güte, der Tugend, des Lasters)
Friedrich Nietzsche: "Menschliches Allzumenschliches. Ein Buch für freie Geister. I" (Humano, demasiado humano. Un libro para espíritus libres. I). IV. Del alma de los artistas y escritores. 155 & 156
Aparte de su origen, el problema de la inspiración, remite a cuestiones psicológicas de necesidad de "dominio" ("voluntad de poder") del artista sobre sus congéneres que le desprecian como hombre, como "parásito" social. La obra inspirada que "habla" a la humanidad del futuro es la "venganza" del genio respecto a la masa de sus contemporáneos que no le comprendieron (la leyenda de un Van Gogh que no vendió ningún cuadro en vida es un ejemplo). Nietzsche analiza psicológicamente todo esto.
Yo, personalmente, creo en la inspiración como vínculo del creador con lo arcano e insondable de la Naturaleza y lo Divino -aunque no existiera tal cosa, sus efectos no dejan de manifestarse-. La sensación de "extrañeza" del artista ante su obra, que tiene "vida" propia, e, incluso, contraria a la que él pretendió, es otro argumento para defender el "poder" de la inspiración (arrebato de las Musas, según Platón). Cervantes pretendió escribir una popular novela humorística parodiando las novelas de moda de la época (de Caballerías), pero con el tiempo su "Quijote" se convirtió -"devino" en palabras nietzscheanas- en una "trágica" alegoría de la condición humana. Dejó de ser su "Quijote". Se convirtió en "El Quijote" de los lectores, que "interpretaron" de mil maneras lo que Cervantes jamás pudo imaginar ni tuvo intención de hacer. El problema de la "recepción" de la obra de arte pasa a ser una cuestión más importante que la de su "creación".
La relación entre "materia" (¿dimensión dionisíaca del arte?) y "forma" (¿dimensión apolínea del arte?) en la "obra" de arte -sobre lo que reflexioné en este escrito del año 2001- ¿pone la "inspiración" del lado de la "materia" -belleza a chorros- o de la "forma" -pulida expresión de la belleza según la medida-? Tema complejo.
Seguiremos reflexionando sobre la belleza y la inspiración aunque nada igualará la conmoción (emoción) que produce escuchar la "Matthäus-Passion" de Johann Sebastian Bach, la Novena Sinfonía de Beethoven, la lectura de la "Divina Commedia" de Dante Alighieri o la contemplación del Παρθενών (Partenón) de la Acrópolis de Atenas, ejemplo éste en el que las vicisitudes históricas -ese "devenir" (werden), ese pasar, que, desde Heráclito a Nietzsche es la manera de "ver" las cosas, no como "esencias permanentes" platónicas- convirtieron el más bello templo dórico en iglesia cristiana, mezquita, depósito de pólvora, ruina artística expoliada por el imperialismo británico (Lord Elgin, embajador en Constantinopla) que "robó" sus esculturas para venderlas al British Museum, y, finalmente, Museo de la Acrópolis (una de las Siete Maravillas del Mundo)
Johann Sebastian Bach (1685-1750): "Matthäus-Passion" (1727)
Partitura
Johann Sebastian Bach (1685-1750): "Matthäus-Passion" (1727)
Grabación dirigida por Wilhelm Furtwängler (1954)
EMI
Ludwig van Beethoven (1779-1827): "Neunte Simphonie" (1824)
Partitura
Dante Alighieri (1265-1321): "Commedia" (1304-1321)
Códice. Firenze. 1398
Codice miniato da Simone Camaldolese e aiuti. Purgatorio. Canto I, 1398, tempi 1, c. 32r, 02
Ictino, Calícrates & Fidias: Parthenon (447-432 aC). Atenas
Grabado de H. W. Williams. 1829
En estado ruinoso
Ictino, Calícrates & Fidias: Parthenon (447-432 aC). Atenas
Acrópolis
Bajo la luna
Defiendo la existencia de la inspiración. En la creación artística, y, en general, en todos los procesos mentales y afectivos, existe
un arrebato que nos hace ser brillantes. La prueba de su existencia la tenemos
cuando el artista es incapaz de crear, cuando es incapaz de reconocer
las fuentes que produjeron su obra,
cuando contempla con perplejidad lo que en otro tiempo alumbró, cuando, en
definitiva, siente que, entre él y su obra hay algo indefinible y necesario
que, sin pertenecerle, hizo posible su expresión.
Muchos
oponen la inspiración al trabajo, al esfuerzo. Otros a la técnica.
Verdaderamente no se oponen: se implican. La
inspiración es el fondo. La técnica le da forma. La materializa en espacio y
tiempo. La inspiración está fuera de las coordenadas espacio-temporales. Conecta con el mito, la poesía, la
religión, la magia, el misterio, lo inefable, lo sagrado, lo absoluto.
La inspiración tiene un componente psicopatológico. Llega en momentos de ansiedad. Desaparecería, quizás, con ansiolíticos. Podría reducirse a un
estado de excitación del sistema
nervioso, a la ausencia o exceso de ciertos neurotransmisores. Pero todo esto no explicaría la creación de belleza. La mayoría de los neuróticos no ha creado nada digno de
consideración artística.
Es
verdad que la inspiración nos aleja de
lo convencional, del hombre vulgar
que definió Schopenhauer, pero no
basta con esa lejanía de lo cotidiano
para alumbrar belleza. La belleza es una
promesa de futuro, nos dejó dicho Stendhal.
Y ese futuro, esa salvación que la
belleza ofrece, proviene de la eternidad. Es en la eternidad donde la inspiración encuentra su alimento, su
morada, ignota e infranqueable para la mayoría.
La
belleza siempre ha de trascender el tiempo y el espacio. Ha de trascendernos a nosotros. Nosotros
nos limitamos a intuir su presencia; a veces, somos zarandeados por el
vértigo que nos produce, pero nunca
podemos comprender plenamente su misterio ni su ser.
Francisco Huertas Hernández
Junio 2001
1 comentario:
Memorable análisis de un genio cinéfilo y filósofo
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