domingo, 6 de noviembre de 2022

"Вокзал для двоих" (1982). Э. Рязанов. "Vokzal dlya dvoij" (1982). E. Ryazanov. "Station for Two / Estación para dos". Amor y trenes en una comedia satírica de la vida en la URSS. Francisco Huertas Hernández & Юлия Бондаренко

"Вокзал для двоих" (1982). Эльдар Рязанов
"Vokzal dlya dvoij" (1982). Eldar Ryazanov
"Station for Two / Estación para dos"
Amor y trenes en una comedia satírica de la vida en la URSS
Любовь и поезда в сатирической комедии о жизни в СССР
Memnón y Colombina 
Francisco Huertas Hernández & Юлия Бондаренко & Елена Собольникова
 
"Вокзал для двоих" (1982). Эльдар Рязанов
"Vokzal dlya dvoij" (1982). Eldar Ryazanov
"Station for Two / Estación para dos"
Вера Николаевна Нефёдова, официантка в привокзальном ресторане (Людмила Гурченко) - Vyera Nikolayevna Nefedova, camarera en el restaurante de la estación (Lyudmila Gurchenko)
Una historia de amor que surge dentro de una sátira ácida de la vida soviética en provincias

 "Пусть не пугается читатель, обнаружив, что действие нашего фильма начинается в месте не совсем приятном, а именно в колонии для уголовных преступников. Никто не знает своего будущего. Недаром народная мудрость гласит: «От сумы и тюрьмы не зарекайся!»...
... Надо заметить, что люди делятся на тех, кто сторожит, и тех, кого сторожат. Герой нашего повествования Платон Сергеевич Рябинин принадлежал, к сожалению, ко второй категории человечества. Хотя, правда, он вовсе не походил на преступника. Это был мягкий, застенчивый человек лет сорока. По его простодушному, доверчивому лицу было понятно, что он не способен на неблаговидные поступки"

(Que el lector no se asuste al descubrir que la acción de nuestra película comienza en un lugar no del todo agradable, a saber, en una colonia de delincuentes. Nadie sabe su futuro. No es de extrañar que la sabiduría popular diga: "¡No renuncies a la bolsa y la prisión!...
... Cabe señalar que las personas se dividen en los que vigilan y los que son vigilados. El héroe de nuestra historia, Platon Sergeyevich Ryabinin, lamentablemente pertenecía a la segunda categoría de la humanidad. Aunque, a decir verdad, no parecía un criminal en absoluto. Era un hombre suave y tímido de unos cuarenta años. Por su rostro confiado y de corazón simple, estaba claro que no era capaz de actos indecorosos)

 "Вокзал для двоих" es una comedia satírica dirigida por Eldar Aleksandrovich Ryazanov (1927-2015) en 1982. El tono del film oscila entre una acerada crítica de la corrupción en la URSS a comienzos de los años 80 y una historia de amor en la que el destino une a una pareja de distinta condición social en el restaurante de una estación de tren. La icónica actriz y cantante de Jarkov, Lyudmila Markovna Gurchenko (1935-2011), despliega su talento cómico y dramático en su rol de camarera deslenguada. A su lado, Oleg Valerianovich Basilashvili (1934), el músico serio, que no llegó a triunfar.

 Eldar Aleksandrovich Ryazanov fue un artista polifacético: director, guionista, productor, actor, presentador televisivo, poeta y profesor. Su género fue la comedia, y su sello, la sátira de las costumbres de la vida cotidiana. De madre judía, pasó 18 años en Campos de Trabajos Forzados (Исправительно-трудовой лагерь) durante la época de Stalin. Tras varios documentales, su primer largometraje fue la legendaria comedia musical "Карнавальная ночь" (Noche de Carnaval) en 1956, con el debut de Lyudmila Gurchenko. Entre sus películas más importantes destacan: "Гусарская баллада" (La balada de húsares) (1962); "Берегись автомобиля" (Cuidado con el coche) (1966); "Ирония судьбы" (La ironía del destino) (1975); "Служебный роман" (Idilio de oficina) (1977); "Гараж" (El Garage) (1980); "Вокзал для двоих" (Estación para dos) (1982); y "Жестокий романс" (Un romance despiadado) (1984). Fue nombrado Artista del Pueblo de la URSS en 1984, y recibió el Premio Nacional en 1977. Ganó el Premio Nika como mejor director en 1991 por la película "Небеса обетованные" (El cielo prometido)
  
 Filmada en 1982 y estrenada el 11 de febrero de 1983, la película "Estación para dos" lideró la taquilla soviética en 1983 con 35,8 millones de entradas. Participó en el Festival de Cine de Cannes de 1983. Y ganó el Premio Estatal de la URSS en 1984.

 El guion de Emil Braginsky (1921-1998) y Eldar Ryazanov se basó en una historia real, la del compositor Mikael Tariverdiev (1931-1996), que asumió la culpa de un atropello de un peatón con su coche, que manejaba una actriz, aunque fue absuelto. Platon Ryabinin se inspira en Tariverdiev, pero nuestro protagonista sí fue a la cárcel.
  
 El film de Ryazanov se inicia en un penal en pleno invierno helado, donde un prisionero de apariencia inofensiva, Platon Sergeyevich Ryabinin (Oleg Basilashvili), recibe permiso para visitar a su esposa en el pueblo cercano, donde debe recoger un acordeón. Platon sale del presidio con la obligación de regresar al día siguiente antes de las ocho de la mañana. Con el persistente sonido del viento gélido y la nieve contrastando con la oscuridad y los uniformes, el director nos sitúa en una aparente parábola política sobre la represión de la disidencia. Luego sabremos que Ryabinin no es más que un pianista fracasado que atropelló a una persona con su auto. 

 La salida provisional del presidio coincide con los títulos de crédito subrayados con la música del compositor de Leningrado -alabado por D. Shostakovich-, Andrey Pavlovich Petrov (1930-2006), de aire francés. La influencia de la Nouvelle Vague en el cine soviético fue muy grande. Petrov trabajó con Ryazanov en 12 películas. El piano dialoga con la orquesta en una partitura ligera, cuyo tono adelanta el de la película. La melodía del piano es delicadamente lírica, y la orquesta, la arropa, o la ahoga, en un tutti que simboliza el peso de la vida vulgar.

 La música termina y en flashback vemos a Platon Sergeyevich en un tren de Moscú a Griboyedov. El tren se detiene en Zastupinsk para que los viajeros desayunen en el restaurante de la estación. Y allí comienzan las desventuras de este antihéroe. Es verano. Los pasajeros bajan y toman asiento en su Mesa Express. La cámara se mueve inquieta. Platon, elegante, con chaqueta, foulard y gafas de sol, escucha a la camarera: "Добрый день, товарищ! Приятного аппетита!" (¡Buenas tardes, camaradas! ¡Disfruten de su comida!). Es Vyera Nikolayevna Nefyodova (Lyudmila Gurchenko), de espaldas a Platon. La oposición en el encuadre inicial de los dos protagonistas muestra su distancia social, cultural y vital. El intelectual artista y la trabajadora. Ryabinin, incómodo con la comida, pide otro menú de dieta. Pero no se lo dan. Quiere marcharse sin pagar, y le impiden salir: "No he comido y no voy a pagar. Llego tarde al tren. Déjenme pasar". Platon pierde el tren. Tenemos ya la estructura típica de la comedia, en la que el azar deshace los planes del personaje, dejándolo indefenso. La comedia es la gran "subversión" de los estamentos sociales: el rico es humillado, el pobre es elevado. El artista deja de serlo cuando pierde el tren, y queda a merced de la camarera, fuera de su mundo. La locuacidad y gesticulación manual de Vyera recuerda a las grandes actrices italianas. La retahíla de críticas a la sociedad soviética comienza con la calidad de las comidas de las estaciones ferroviarias. Platon sentado en el restaurante, rodeado de camareras y un policía local, nos puede recordar a un Mastroianni, Tognazzi o Sordi. Vyera, deslenguada y ordinaria en la primera impresión, evoluciona ocupando el espacio de Platon: la intimidad reflexiva y el juicio amargo sobre la vida, de manera inversamente proporcional a la pérdida de seguridad del pianista, que, enamorándose de la mujer sencilla, descubre la hipocresía en la que vive. 

 El restaurante se convierte en personaje: el espacio por donde deambulan músicos como Shurik (Alexandr Shirvindt), novio de la camarera Lyuda (Raisa Etush), o los lugareños que bailan por la noche, cuando se transforma en discoteca, en la que Shurik toca junto a otros músicos provincianos. La tensión de los antagonistas, Platon y Vyera, se resolverá, como manda el género de la comedia romántica, en una hermosa historia de amor. Aunque para ello, Vyera deberá abandonar al empleado ferroviario Andrey (Nikita Mijalkov), tan fuerte como simple y bruto, y que solo busca a Vyera para relaciones sexuales rápidas en el vagón del tren, mientras éste está estacionado. El corrupto Andrey trafica con toda clase de productos, y, para asegurarse de que el malhadado Platon le vigile unos melones que ha traído para vender, se queda con su pasaporte, en un paso más de las desventuras de Ryabinin. Ryazanov sabe manejar situaciones absurdas -surrealistas, como dicen ahora-: unos melones, un pianista que perdió su tren, una camarera estresada, y una estación ajetreada de un lugar apartado, convirtiéndolas en lirismo contenido: el plano dorsal de Vyera, que regresa del tren donde se ha negado a acostarse con su novio, y se sienta en un banco junto al cariacontecido Platon, visto desde la ventana del restaurante, con el tren de Andrey partiendo, y un leve zoom in con Ryabinin comiendo melón, es uno de esos instantes en que la vida es bella aunque sea absurda. Solo el "descentramiento" de nuestros proyectos, ideales, posiciones sociales y orden de las cosas puede revelar una belleza oculta en la "herida del destino" o "del azar". Por primera vez contemplamos -ahora en plano frontal- a Vyera pensativa: tiene que vender los melones a tres rublos. Estos "negocios" de estraperlo le permiten ir sobreviviendo. Ryazanov es un cirujano preciso -con el escalpelo del humor- en diseccionar las "debilidades" de la sociedad soviética, lo cual demuestra que había margen de crítica social en el arte de la URSS. Las piernas y manos apretadas de la gran Lyudmila Gurchenko, y su semblante serio, nos recuerdan las estrecheces -nunca pobreza- de tantos ciudadanos trabajadores. Gurchenko es una gran actriz, porque pasa en un instante de la mascarada al drama. Además, descubrimos su gran belleza en esos momentos: tan delgada, tan dinámica, tan intensa en todo lo que hace. Las discusiones entre este moderno Memnon voltairiano, Platon Ryabinin, que a fuerza de querer ser cuerdo, fue arrastrado por el infortunio que persigue a los virtuosos, y la pizpireta Colombina de Commedia dell'Arte, Vyera, son tan enconadas como divertidas, aunque el viaje de Platon, interrumpido por las moiras, tenga como destino visitar a su padre.

 La estación es la metáfora de la vida, como en la canción de Milton Nascimento, "Encontros e despedidas" (1985): "São só dois lados / Da mesma viagem / O trem que chega / É o mesmo trem da partida / A hora do encontro / É também despedida / A plataforma dessa estação / É a vida desse meu lugar / É a vida" (Son solo dos lados / De un mismo viaje / El tren que llega / Es el mismo tren que se va / La hora del encuentro / También es el adiós / El andén de esta estación / Es la vida de este lugar mío / Es la vida), o en la película clásica británica "Brief Encounter" (1945) de David Lean.

 La Unión Soviética, el país más grande del planeta, recorrida por miles de kilómetros de vías férreas, debió ser, sin duda, lugar de encuentros y despedidas amorosas tolstoianas. Ryazanov junta a su pareja en el restaurante, como David Lean lo hizo en la cafetería de la estación de Milford, con Laura Jesson y Alec Harvey. Si uno piensa en el aparato digestivo que repone la energía gastada por el aparato locomotor, halla en la boca el órgano de la ingestión alimenticia, el habla y el beso. Divina condición de la boca, que alimenta el cuerpo y el alma. En la estación de Zastupinsk (lugar de ficción), Platon ha quedado varado. 

 Un salto temporal nos lleva al deteriorado Ryabinin saliendo del presidio para visitar a su esposa. Su recuerdo de Vyera -como Laura Jesson evoca en flashback a Alec- es una "epifanía": el amor nace en la mirada, se alimenta en el recuerdo, y muere en el olvido. Las más bellas historias de amor son una evocación de la felicidad perdida. El plano se difumina y regresamos a la memoria de Platon: aquella noche en el restaurante en que solicitó amparo a Vyera. Ésta le lleva al Hotel Intourist. No fue admitido. En la estación buscan refugio, pero ahí no se puede dormir. En el contacto continuo de estos dos seres solitarios va surgiendo un afecto. Sus corazones destilan tristezaBasilashvili es menos expresivo. Gurchenko es imbatible en expresividad. Un banquete de "sobras" del restaurante en la estación es otra escena inolvidable: el amor también nace en la necesidad. Así lo transmitió Platón (427-347 aC) en "Banquete", con las palabras que Sócrates atribuyó a Diotima, una mujer sabia: el mito del nacimiento del amor, que hereda la necesidad de la madre mortal, y la abundancia del padre divino. Por eso el amor busca belleza, sabiduría y bondad, porque, sin tenerla, la anhela. Este ser "intermedio" que es Eros, sufre y goza. Se alimenta de "sobras" y siente que ingiere "manjares", porque está siempre en tránsito hacia lo más elevado. El "amor platónico" sería así una búsqueda de pureza, imposible de alcanzar. Y el espectador siente esa necesidad que anticipa la dicha -"La beauté n'est que la promesse du bonheur" (La belleza no es más que la promesa de la felicidad), escribió Stendhal (1783-1842)- en la belleza del "encuentro" de Platon Ryabinin y Vyera Nefyodova. Nunca el amor es más "bello" que cuando "anticipa" la felicidad "prometida", es decir, en la "conquista", "seducción", "enamoramiento" o "flechazo". La pareja "recrea" el banquete de boda que ha tenido lugar en el restaurante, y con cuyas "sobras" se alimentan. ¡Qué hermosa idea! El brindis con champagne se funde con el penal donde los presos quitan la nieve. Puede resultar manido identificar el amor evocado con el verano, y la soledad presente con el invierno, pero es efectivo. Un ladrón en la estación le roba la billetera al pianista con nombre de filósofo. El serio Ryabinin, como el Memnon de Voltaire (1694-1778), es perseguido por el infortunio, pero solo quien sufre gozará del amor "salvador". Esos aconteceres le unen cada vez más a la maravillosa Vyera. En una secuencia, quemada por la luz solar, Platon Sergeyevich maldice el pueblo ferroviario y las moiras del destino, pero está con Vyera. La cámara está alta y lejos, y el exceso de luz se confunde con el humo de los trenes. En Rusia hace frío en las mañanas de verano. El alba. La discusión podría ser la de Marcello Mastroianni y Sophia Loren en cualquier comedia italiana de Vittorio de Sica.

 Tendrán que vender los melones del koljós que el estraperlista Andrey dejó en custodia a Vyera. "El tío" Misha (Nonna Mordyukova), encargada del koljós es una señora aficionada a los aparatos tecnológicos occidentales como un reproductor de videocassette con el que ve películas, y se hace llamar con el nombre masculino de su difunto marido. En esta escena, la cámara de Ryazanov ofrece gran profundidad de campo, con Platon curioseando por la casa atiborrada de objetos. Misha es otro personaje que satiriza la corrupción y la mezquindad, que emparenta directamente con los tipos de Nikolay Gogol (1809-1852). Misha "trafica" con verduras y frutas frescas frente a las de las tiendas, de mala calidad. Una afirmación del egoísmo como base de la mejora de la economía por parte de Misha -¡enorme Mordyukova!, la excelsa protagonista de "Комиссар" (Commissar) (1967) de Aleksandr Askoldov- pone en cuestión el fundamento del comunismo: la propiedad colectiva de los medios de producción y la tierra. Cuando Misha le pregunta a Ryabinin quién es, éste responde que no es nadie, sin documentos, ni dinero. Vyera le define como un "pasajero", que "ha perdido el tren". "Ah, entonces, vamos a mandarle a vender los melones" concluye el "tío" Misha. Lo vestirán de "mercader", y "que trabaje". Bien se ve que no es un obrero ni un campesino. Las consideraciones de Misha sobre los vendedores siguen siendo un retrato de la "picaresca" rusa. La "ingenuidad" del músico con la "corruptela", como la de Memnon en el cuento de Voltaire, presenta este "viaje" a la "sórdida realidad", que el pianista moscovita desconocía. Se ha convertido en "un traficante de melones". Lidya Ruslanova (1900-1973) canta de fondo. 
 Fantástica también es la escena en el mercado con el torpe hombre de la ciudad vendiendo melones y la explosiva Vyera fingiendo ser una compradora, y el travelling posterior con Vyera sentada en el carrito de las maletas de Platon. La llegada en autobús al barrio alejado donde vive Vyera, realzada con el piano de la partitura original, ya no ofrece dudas: ¡están enamorados!. Aunque cada uno de ellos tiene otra pareja. Otro bello plano es la mirada mutua al separarse, interrumpida por el paso de los omnipresentes trenes

 Una segunda parte de la película se inicia en 1:07:18 con una Vyera vestida elegante porque ha quedado con su caballero, saliendo de casa con unos luminosos rayos solares y tarareando la canción "Raindrops Keep Fallin' on My Head" (Burt Bacharach - Hal David), de la película "Butch Cassidy and the Sundance Kid" (1969) dirigida por George Roy Hill
 La "Guerra" da paso a la "Paz". El amor ha emergido. Platon invita a cenar a Vyera... ¡en su propio restaurante! Ahora es clienta y no camarera. Una "inversión" social que también supondrá una psicológica. Las compañeras camareras la miran con desdén. Violetta (Olga Volkova) les atiende con fastidio. Vyera exige que no echen agua al caro cognac armenio, que ponga queso bueno, y que saquen de las reservas salchichas, ensalada, croquetas de Kyev... ¡en aceite bueno!, y helado. Platon escucha atónito los engaños en la calidad de la comida, de la que él mismo fue víctima en el desayuno inicial. 
 
 El relato del accidente de auto, cuando la mujer de Platon atropelló a un hombre, perfila al "culpable inocente", que cargó con la responsabilidad para proteger a su esposa. Ver a Masha (Alla Budnitskaya), la cónyuge del pianista, en la pantalla del televisor, es una licencia del guionista para marcar la infinita distancia que separa a la pareja. Masha es presentadora en televisión del tiempo. Tres personajes en la secuencia, pero solo dos en el encuadre: Masha virtual y Platon presente, y en contraplanos, Vyera atribulada. El "juego de miradas" es un gran logro visual-conceptual de Ryazanov. Es de una gran complejidad conceptual, y de una gran sencillez narrativa. El espectador ve a Masha que le mira desde la emisión televisiva, y ve a Platon y a Vyera que miran a Masha. A su vez, Platon mira a Vyera para ver cómo reacciona al descubrir que Masha es su esposa. La "triangulación" de la "mirada" "rompe" la "cuarta pared" en la lejana mirada de Masha. Vyera, conmocionada y triste, dice: "No ha exagerado usted. Es muy bonita". Pero el espectador sabe que lo único bello es el amor de Vyera y Platon. Que como escribió el homónimo Platón de Atenas en "Banquete" solo se ama lo bello, porque el amor es un "movimiento" de "elevación" hacia lo puro. En más de una hora de metraje del film el contemplador ha pasado de la risa a la emoción lírica. El poco expresivo Oleg Basilashvili nos dice poco, pero la efusiva Lyudmila Gurchenko nos toca el corazón. ¡Qué actriz tan humana! La secuencia termina con plano semi dorsal de los tres. 

 El baile es de lo más triste. El espectador tiene ya el alma compungida con el dolor de Vyera. La camarera dice que ese mundo de coche propio, una amiga que se va de viaje a Argelia, la mujer en la tele, todo eso es para ella como vivir en la Luna. Y ella viviendo con su sueldo escaso y las propinas de las mesas... "y cualquiera que intenta tratarnos mal a las camareras". Aún se tratan de usted, pero ya se aman. El idioma ruso no permite el tuteo fácilmente. Platon confiesa que no vive bien, yendo del ensayo a la grabación, del cine a la radio, siempre necesitando dinero. Una vida vacía. La hija, ya se ha emancipado. Los compromisos. Sí, se siente solo, entre la muchedumbre. Y, entonces, él se sube al escenario y toca para ella el piano, la melodía del film: la música extradiegética, ahora es diegética. Ryazanov ha entrado plenamente en una película de amor: la ficción ahora es nuestra realidad, nuestra emoción. Se miran. El amor es mirada. Los ojos de Gurchenko bañados en lágrimas, pero siempre con la discreción elegante que dista del "folletín". ¡Qué prodigiosa actriz! Y la vulgaridad de la vida irrumpe con el uzbeko que, a petición de su novia, pide al "nuevo" pianista algo rítmico. Con lo que gana paga la cena. "Para el restaurante soy un pianista fenomenal, pero para el "arte"... muy regular" dice Ryabinin pesaroso. La iluminación rojiza de toda la escena es oportuna: ambiente de sala de fiestas y el calor del amor. Vadim Alisov (1941-2021), el director de fotografía, hace un gran trabajo con el color y la luz. 

 Una escena con la recepcionista del Hotel Intourist, Yuliya (Anastasia Voznesenskaya) ofrece al espectador información sobre el engaño y abandono del marido de Vyera. Ésta ha dejado a Platon en el hotel, y Yuliya parece que va a cobrar el hospedaje en "carne". Vyera ronda el Hotel y regresa por su amor con la excusa de que ha perdido el autobús. Yuliya se retira. Un monólogo emocionante de Vyera en primer plano hablando de cómo recordará Platon la "conquista" de una camarera como un "amor pasajero" sigue elevando la inmensa categoría artística de Lyudmila Gurchenko. Platon declara que Vyera es "natural", lo que nunca ha tenido en su vida. ¡Y vaya que sí lo es, pero solo la gigantesca y humanísima Gurchenko podría transmitir esto! Por fin Oleg Basilashvili llora. Aunque al lado de Gurchenko no es nada, siendo un gran actor como es: "En esta estación, por primera vez en mi vida, me siento libre". Será "La stagione dell'amore" (1983) de Franco Battiato, canción editada el año en que se estrenó la película rusa. La estación en la que Ryabinin quedó atrapado, antes del juicio que le llevaría a la cárcel, fue la que le hizo libre, porque le descubrió otro mundo, donde la picaresca de la necesidad se daba la mano con la inocencia

 En una película ferroviaria todas las vías conducen a un vagón abandonado. Como los personajes, que vemos en plano picado lejano caminar sobre las traviesas y raíles, con el fondo del piano y su tema de amor. "Entiendo, buscaremos un vagón vacío" exclama Platon. "Usted es listo, pero no del todo", responde la decidida Vyera. La prima de la camarera trabaja en la estación y le dará alojamiento. ¡Es extraño cómo pasan los trenes mientras la melodía del piano nos recuerda que el amor es más fuerte que el tiempo, que el paso incesante de los convoyes! A esa hora indefinida, en que es de noche, pero no sabemos si llega el crepúsculo o el alba, con esos tonos rojizos del cielo. Vyera le acomoda en un vagón, y Platon la besa. Se escucha el traqueteo de los trenes que no cesa. Vyera lo aparta. Tiene miedo. No va a acabar bien. Ella no va por compartimentos acostándose con viajeros. Platon es solo un viajero que perdió el tren, pero tiene una familia en Moscú. El despliegue interpretativo de la eximia Lyudmila Gurchenko prosigue. Un plano en el que se refleja en un espejo del compartimento a media luz, y ella asegura que no hubo nada la última vez con Andrey en el vagón. Vadim Alisov consigue una iluminación azulada. El azul interior del tren frente al rojo exterior del restaurante discoteca de la cena. Esta película es también un "viaje cromático", porque en nuestra vida hay sinestesia y asociaciones entre afectos y experiencias sensoriales. De hecho, el cine es una asociación de este tipo. En el vagón, Platon y Vyera están tristes (blue) porque aman y saben las dificultades que enfrentan: "No tendremos nada bueno tú y yo", intuye Vyera. "Porque eres pianista, y yo, una simple camarera de la estación", responde llorando la encantadora Gurchenko. El amor es el impulso que destruye los límites e imposiciones sociales, las diferencias culturales y económicas. Un encuadre de los dos personajes, en la ventana del tren, cada uno en un compartimento mirando en sentido contrario. Solos. Amándose. 

 Ryabinin regresa al restaurante de la estación buscando a Vyera, que canturrea nostálgica, en un bello encuadre, enmarcada por unas mujeres con cofia y la ventana que deja ver los trenes. La escena del reencuentro precede al regreso del basto Andrey, al que Vyera deja, en presencia del valiente Platon, que recibe un puñetazo y cae al suelo. 

 Una banda de música interpreta un pasacalle felliniano y Vyera le trae el billete de viaje al magullado Platon, que vuelve a Moscú con su mujer. La camarera llama por teléfono a Masha y descubre que no sabe conducir. Fue el pianista quien atropelló y mató al peatón. Oleg Basilashvili tiene cara de tonto. Incapaz de afrontar el amor de Vyera, porque sabe que, en breve, irá a la cárcel, y tiene una esposa fría y superficial en Moscú. La despedida en la estación es otro momento romántico conmovedor con un travelling circular alrededor de la pareja abrazada, envueltos en la música y la respiración ahogada del espectador. Vyera ve alejarse el tren desde el puente sobre las vías. 

 Salto en el tiempo. El recluso Ryabinin cumple su misión. Recibe el acordeón. Y va al encuentro de su esposa, entre la nieve. Entra en la casa. Uno podría recordar aquí imágenes de "Зеркало" (1975) de Andrey Tarkovsky, en que la casa revela, en su vacío, la presencia invisible de seres que aman o fueron amados, en un travelling dorsal de Platon y planos de la mesa rebosante de comida. Mientras Ryabinin come una mujer ha entrado en la casa... ¡es Vyera! Se miran en silencio. La música de guitarra, orquesta y unas vocalizaciones de soprano, nos encaminan a esa "promesa" realizada al fin.

 La comida es el alpha y el omega de la película: en el principio, un remilgado artista de ciudad rehúsa el menú de una estación de tren, servido por la camarera. En el final, un preso con permiso acepta los manjares traídos amorosamente por quien un día fue camarera, y devino el amor de su vida...

 Platon dice que saldrá mal. Sigue habiendo diferencia social entre ellos: ella es una camarera, y él... un simple "limpiador". "Cuánto me he equivocado. Iba a ver al pianista, ¿y estoy con el limpiador?" responde irónica Vyera. 

 A la mañana siguiente se les hace tarde. Si no llega antes de las ocho a la prisión se le considerará "fugado". La escena final corriendo los dos entre la nieve para llegar a tiempo, y su desfallecimiento -mientras Gurchenko canta "Живём мы что-то без азарта" (Vivimos sin emoción) de Petrov y Ryazanov-... ¡y ese hallazgo genial del director -a partir de la historia del poeta Yaroslav Smelyakov (1913-1972)- en una de las conclusiones más perfectas de la historia del cine, donde el humor, el amor y la belleza se aúnan!

 "Вокзал для двоих" (Estación para dos) es una "obra maestra" del cine soviético tardío, muy rusa en su idiosincrasia y personajes, de acerada crítica social y romanticismo conmovedor alejado de melodramatismos, donde destaca una inconmensurable Lyudmila Gurchenko.

 Eldar Ryazanov incardina la "intrahistoria" amorosa en el contexto social reflejado en una galería de secundarios sobresalientes, y en un espacio de tránsito, de vestíbulos, andenes, vías, restaurantes, hoteles y ventanas, en el que los trenes siempre pasan, llegan, parten... como la vida, como el amor... 

 Ryazanov hizo una película comercial que tuvo un éxito arrollador de público, consiguiendo también una síntesis perfecta de belleza, sencillez, crónica social, sentimental, y verdad, porque, si hay verdad en este mundo, es el amor...

Contexto social y político de la URSS en 1982

 La URSS afrontaba ese año sanciones internacionales de las países "occidentales" (Reino Unido, la OTAN) con la excusa de la Ley Marcial en Polonia (1981-1983), aunque, como ahora, el mundo no se terminaba en Estados Unidos y sus aliados: Egipto -gobernado por Mubarak- se declaraba No-Alineado y pedía ayuda a la Unión Soviética para su industrialización. Una nueva conquista espacial rusa fue el aterrizaje en Venus del módulo espacial Venera 13 el 1 de marzo. Como ahora, Estados Unidos acusaba a la URSS del uso de armas químicas en Laos, Kampuchea y Afganistán. En abril, la URSS volvía a ganar el campeonato mundial de hockey sobre hielo. En mayo Yuri Andropov fue nombrado Secretario del Comité Central del PCUS. Y muy relevante, en conexión con el argumento del film, fue la aprobación del "Programa de Alimentos" en mayo, para intensificar la agricultura y cierta escasez de alimentos. Los subsidios a precios constantes para bienes como los alimentos no funcionaban bien. La carne, por ejemplo, se vendía dos o tres veces por debajo de su precio de producción en los años 70. Ante los problemas de abastecimiento de alimentos surgieron algunas protestas sociales, o el "mercado negro" -como vemos en la película-. Un tal Mijail Gorbachov fue el autor de este "Programa de Alimentos de la URSS". Entre lanzamientos de satélites y accidentes aéreos transcurrió buena parte del año. El 5 de septiembre tuvo lugar el primer programa conjunto soviético-estadounidense de televisión. El 10 de noviembre murió Leonid Brezhnyev, Secretario General del Comité Central del PCUS. Le sucede Yuri Andropov. También en noviembre comienzan negociaciones entre la República Popular China y la URSS, interrumpidas desde 1969. 

 La URSS era un gigantesco estado multiétnico, sometido a un hostigamiento permanente por parte del bloque capitalista, con la "Strategic Defense Initiative" anunciada en marzo de 1983 por el régimen de Ronald Reagan en EEUU, conocida como "Guerra de las Galaxias", que obligó a un exagerado gasto militar a la Unión Soviética en años posteriores. La llegada de Gorbachov al poder fue nefasta, siendo el responsable de la desmembración y desaparición de la URSS (1990-1991), para la que se han señalado múltiples causas, y que fue la mayor catástrofe geopolítica universal desde la Segunda Guerra Mundial.

 El film "Вокзал для двоих" (1982) se sitúa en el periodo final de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Una lectura socio-política de la película es posible, pero lo que en ella predomina es el sentimiento melancólico y lírico del pueblo ruso

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"Вокзал для двоих" (1982)
Елена Собольникова (Elena Sobolnikova)
Санкт-Петербург (San Petersburgo)
 Россия (Rusia)

  Гениальный режиссер Эльдар Рязанов и не менее великий сценарист Эмиль Брагинский создали немало замечательных картин, которые уже давно стали классикой советского кинематографа. Ну кто из нас хоть раз под Новый год не смотрел «Иронию судьбы», или же с замиранием сердца не наблюдал за невероятной историей любви, описанной в «Служебном романе». Данные фильмы стали визитной карточкой как постановщика, так и драматурга. Однако не стоит забывать, что в карьере классиков были и другие не менее знаковые проекты, которые несправедливо отодвинуты народной любовью на второй план. Как раз такой, нетленной и одновременно несколько затененной картиной является замечательный «Вокзал для двоих», вышедший на экраны в далеком 1982-м году. На главные роли Рязанов позвал лучших актеров эпохи, с которыми уже имел дело и знал, как обуздать их норов - Людмилой Гурченко и Олегом Басилашвили. Знаменитые исполнители смогли разыграть для нас невероятно эмоциональную и далеко непростую историю любви между людьми из совершенно разных социальных классов. Однако, как известно, любовь сметает вес преграды, о чем нам и поведали создатели этого замечательного фильма.

 Итак, сюжет фильма забрасывает нас с вами в провинциальный городок Заступинск, в котором находится лишь одно достопримечательность - небольшой вокзал, через который проходят длинные пассажирские составы и грузовые вагоны во все крупные центры некогда величайшей страны в мире. И как раз на этом самом вокзале состоялась судьбоносная встреча двух абсолютно непохожих друг на друга людей. Он - интеллигент и пианист. Она - простая буфетчица. Волею случая герой становится невольным заложником железнодорожной станции. Героиня в свою очередь пробует скрасить ожидание нового знакомого. Конечно же житель столицы и провинциалка имеют массу разногласий, которые в рядовом случае привели бы к банальному скандалу, однако в истории Эльдара Рязанова и Эмиля Брагинского все не так просто. Противоположности притягиваются. И почему бы подобному не произойти как раз на ничем непримечательном вокзале...

 Олег Басилашвили, статный красавец советского кино, всегда славился своими ролями умных, обходительных мужчин, которые из любой, даже самой сложной жизненной ситуации стараются выходить с честью (решающие события «Служебного романа» не в счет). На этот раз Басилашвили сыграл Платона Рябинина, столичного пианиста, отправившегося в дальний путь по не самым приятным для него обстоятельствам. Герой женат на популярной телеведущий, его материальное состояние, судя по всему, довольно стабильно, но при всем при этом счастья в жизни у него нет. Платон Рябинин человек старой формации. Ради прихоти любимой женщины он готов на все, от чего зачастую ему и приходится сталкиваться с трудностями и опасностями. Но мир богемы, к которому он в некоторой мере принадлежал, не прощает ошибок, а потому оставленный на произвол судьбы несчастный пианист во всех цветах радуги раскрывает для себя радости общения с пролетариатом. Причем то, что поначалу было темным и далеко не приглядным, впоследствии становится ярче, чем само солнце... В масштабах души пианиста, естественно.

 Людмила Гурченко в своей неподражаемой манере сыграла роль буфетчицы Веры Нефедовой. Люди советской, да и пост-советской формации тоже, привыкли к тому, что обслуживающий персонал небольших кафе для низших слоев населения просто-таки кишит хамством, анти-санитарией и двойными стандартами по отношению к клиентам. И Вера Нефедова поначалу становится своеобразным символом подобного отношения обслуживающего персонала к своей работе. Но ведь ее нетрудно понять, ведь зачастую привокзальный буфет посещают лишь приезжие, для которых мимолетное знакомство с официанткой не означает ничего, а потому над ней можно смело посмеяться или выразить недовольство. Также девушкам и женщинам приходится иметь дело с торговцами, грузчиками и аферистами. И при таких клиентах им и не думают выдавать молоко за вредность... Личная жизнь Веры сложилась печально, так что утешение она находит в общении с коллегами, знакомыми и, собственно, заезжим пианистом, который словно ребенок блуждает по вокзалу в поисках судьбы, хоть сам об этом еще и не догадывается.

 «Вокзал для двоих» раскрывает нам жизнь в глубинке под новым углом. Эльдар Рязанов отводит нас за кулисы жизни привокзального буфета и показывает, что все те, кто стоит за стойкой, готовит блюда, моет посуду и развлекает публику являются живыми людьми со своими страхами и переживаниями. Непростой жизненный путь заставляет их радоваться простым мелочам, а потому не спешите клеймить их деревенщиной, а постарайтесь вникнуть в глубину проблемы на примере Веры Нефедовой. Естественно, что Рязанов вместе со своим великолепным чувством юмора не мог скатить повествование в депрессивную мелодраму, а потому насытил сюжет массой комедийных деталей, о чего наблюдать за непростыми отношениями взрослых людей становится по крайней мере забавно. Вместе с Басилашвили и Гурченко мы спекулируем дынями на базаре, изучаем работу диковинного видеомагнитофона и отправляемся в привокзальный буфет в статусе почетных гостей, а не как официантки и безденежного приезжего.

 Отдельно хочу отметить феерического Никиту Михалкова, сыгравшего проводника Андрея, приходящего-уходящего возлюбленного Верыю Абсолютно бестактный, грубый и одновременно невероятно веселый герой становится самым настоящим украшением фильма, символизируя собой мелкого афериста, который в своем мире считается царьком, но на деле же его довольно легко опустить на землю. И применять кулаки для этого вовсе не обязательно. Порадовало и обаятельное камео Нонны Мордюковой, чья героиня, «дядя» Миша является прототипом базарной мафии, спекулирую на всем, что только возможно. Но если Михалков является в своем роде отрицательным героем, то Мордюкова наоборот символизирует материнскую любовь к неродной дочери, Вере. А не совсем законная деятельность, это дело другое - идеальных людей не бывает.

 В итоге хочу сказать, что «Вокзал для двоих» является невероятно добрым, веселым, задорным и, главное, душевным фильмом, который прошел испытание временем. И пусть Советского Союза уже давно нет, но ведь доброта и любовь вечны. Эльдар Рязанов, Эмиль Брагинский, Людмила Гурченко и Олег Басилашвили подарили нам настоящую бурю эмоций, которая охватывает без остатка при каждом новом просмотре и не отпускает еще продолжительное после него. Рекомендую данное кино всем и каждому, ведь «Вокзал для двоих» уже даже не классика. Это легенда!

 The brilliant director Eldar Ryazanov and the equally great screenwriter Emil Braginsky have created many wonderful paintings that have long become classics of Soviet cinema. Well, who among us has not watched "The Irony of Fate" at least once on New Year's Eve, or has not watched with bated breath the incredible love story described in the "Office Romance". These films have become the hallmark of both the director and the playwright. However, do not forget that in the career of the classics there were other equally significant projects that were unfairly pushed by popular love into the background. Just such an imperishable and at the same time somewhat shaded picture is the wonderful "Station for Two", which was released back in 1982. For the main roles, Ryazanov invited the best actors of the era, with whom he had already dealt and knew how to curb their tempers - Lyudmila Gurchenko and Oleg Basilashvili. Famous performers were able to play out for us an incredibly emotional and far from simple love story between people from completely different social classes. However, as you know, love sweeps away the weight of obstacles, as the creators of this wonderful film told us.

 So, the plot of the film throws you and me into the provincial town of Zastupinsk, where there is only one attraction - a small train station through which long passenger trains and freight cars pass to all the major centers of the once greatest country in the world. And it was at this very station that the fateful meeting of two absolutely dissimilar people took place. He is an intellectual and a pianist. She is a simple barmaid. By chance, the hero becomes an unwitting hostage of a railway station. The heroine, in turn, tries to brighten up the expectation of a new acquaintance. Of course, a resident of the capital and a provincial have a lot of disagreements, which in an ordinary case would lead to a banal scandal, but in the history of Eldar Ryazanov and Emil Braginsky, everything is not so simple. Opposites attract. And why wouldn't something like this happen just at an unremarkable train station...
Oleg Basilashvili, a statuesque handsome Soviet cinema, has always been famous for his roles of smart, courteous men who try to come out of any, even the most difficult life situation with honor (the decisive events of the "Office Romance" do not count). This time Basilashvili played Platon Ryabinin, a metropolitan pianist who went on a long journey due to circumstances that were not the most pleasant for him. The hero is married to a popular TV presenter, his financial condition, apparently, is quite stable, but at the same time he does not have happiness in life. Platon Ryabinin is a man of the old formation. For the sake of the whim of the woman he loves, he is ready for anything, from which he often has to face difficulties and dangers. But the bohemian world, to which he belonged to some extent, does not forgive mistakes, and therefore the unfortunate pianist, left to the mercy of fate, reveals to himself the joys of communicating with the proletariat in all the colors of the rainbow. Moreover, what was initially dark and far from attractive, later becomes brighter than the sun itself... On the scale of a pianist's soul, of course.
Lyudmila Gurchenko in her inimitable manner played the role of the barmaid Vera Nefedova. People of the Soviet, and post-Soviet formation, too, are used to the fact that the service staff of small cafes for the lower strata of the population is simply teeming with rudeness, anti-sanitation and double standards towards customers. And Vera Nefedova at first becomes a kind of symbol of such an attitude of the service personnel to their work. But it's not difficult to understand, because often the station buffet is visited only by visitors, for whom a fleeting acquaintance with the waitress does not mean anything, and therefore you can safely laugh at her or express dissatisfaction. Also, girls and women have to deal with merchants, movers and scammers. And with such clients, they do not even think to give out milk for harmfulness... Vera's personal life has developed sadly, so she finds solace in communicating with colleagues, acquaintances and, in fact, a visiting pianist who, like a child, wanders around the train station in search of fate, even though he does not know about it yet.

 "Station for Two" reveals to us life in the outback from a new angle. Eldar Ryazanov takes us behind the scenes of the life of the station buffet and shows that all those who stand behind the counter, cook dishes, wash dishes and entertain the audience are real people with their fears and experiences. A difficult life path makes them rejoice in simple trifles, and therefore do not rush to brand them as a redneck, but try to delve into the depth of the problem using the example of Vera Nefedova. Naturally, Ryazanov, along with his great sense of humor, could not roll the narrative into a depressive melodrama, and therefore saturated the plot with a lot of comedic details, which makes it at least funny to observe the difficult relationships of adults. Together with Basilashvili and Gurchenko, we speculate with melons at the bazaar, study the work of an outlandish video recorder and go to the station buffet in the status of honored guests, and not as a waitress and a penniless visitor.

 Separately, I want to mention the enchanting Nikita Mikhalkov, who played the conductor Andrei, the coming and going lover of Vera, an absolutely tactless, rude and at the same time incredibly cheerful hero becomes the real decoration of the film, symbolizing a small-time conman who is considered a king in his world, but in fact it is quite easy to put him down to earth. And it is not necessary to use fists for this. I was also pleased with the charming cameo of Nonna Mordyukova, whose heroine, "uncle" Misha is the prototype of the bazaar mafia, I speculate on everything that is possible. But if Mikhalkov is a kind of negative hero, then Mordyukova, on the contrary, symbolizes maternal love for a non-native daughter, Vera. And not quite a legitimate activity, this is another matter - there are no ideal people.

 As a result, I want to say that "Station for Two" is an incredibly kind, cheerful, fervent and, most importantly, a sincere film that has passed the test of time. And even though the Soviet Union has been gone for a long time, but kindness and love are eternal. Eldar Ryazanov, Emil Braginsky, Lyudmila Gurchenko and Oleg Basilashvili gave us a real storm of emotions, which covers without a trace with each new viewing and does not let go for a long time after it. I recommend this movie to everyone, because "Station for two" is not even a classic anymore. It's a legend!

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"Вокзал для двоих" (1982)
Юлия Бондаренко (Yuliya Bondarenko)
Омск (Omsk)
Россия (Rusia)

 «Вокзал для двоих» можно смотреть бесконечно, с любого момента. Одна проблема: чрезвычайно сложно оторваться и заставить себя переключить канал... Смешная невесёлая история 'Вокзал для двоих' - это кино, которое можно смотреть под любое настроение и в любое время. Оно и драматично-смешное, и печально-задумчивое, и честное. Ведь в жизни всё так и бывает. Именно простой случай может свести абсолютно разных и чуждых по духу и в социальном плане людей, но в своих желаниях (обрести счастье и душевный покой) - одинаковых. Казалось бы, между ними не может быть, по определению, ничего общего, но тем не менее, они смогли обрести то счастье, в котором оба нуждались. Они бы никогда не встретились, а если бы и встретились, так, чисто случайно, то вряд ли бы познакомились, заговорили друг с другом, если бы не… трагический случай в жизни одного из главных героев.
  Можно найти массу сходств между ними. Они оба несчастны, одиноки, никем по-настоящему не любимы. И вот в один прекрасный день судьба буквально сталкивает этих двух людей.

 Встретились двое: он - пианист, она – простая буфетчица в привокзальной столовой. Встретились, поругались из-за мерзкого борща, который он не ел (- Не ел я ваш мерзкий борщ…- А если вы его не ели, откуда знаете, что он мерзкий?), а потом поняли, что друг без друга им плохо и невыносимо. Но он ехал на суд, понимая, чем он закончится. Она провожала его, зная его тайну и так же понимая, что если и увидит его снова, то это будет не очень скоро и при других обстоятельствах.

 Дуэт актеров Людмила Гурченко и Олег Басилашвили великолепен. Два ярких и талантливых актера шикарно сыграли свои роли и гармонично дополняли друг друга. Им на все сто удалось передать глубину отношений своих героев.

 Очень трогательная, пронзительная история. Которая каждый раз, когда смотрю, заставляет сопереживать главным героям. Не просто сопереживать, а каждый раз переживать трагедию вместе с ними.

 «Вокзал для двоих» является невероятно добрым, веселым, и главное, душевным фильмом, который прошел испытание временем. 

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Estructura visual y narrativa. "Вокзал для двоих" (1982). Эльдар Рязанов

Primera Parte

1. La cárcel. El permiso
Créditos

















"Вокзал для двоих" (1982). Эльдар Рязанов
"Vokzal dlya dvoij" (1982). Eldar Ryazanov
"Station for Two / Estación para dos"
El penal. Títulos de crédito

2. Flashback. La estación de tren. El encuentro entre Platon y Vyera. Andrey























3. En el restaurante nocturno. Buscando alojamiento: Hotel Intourist. Cena y sueño en la Estación. El robo











4. El "tío" Misha. Vendiendo melones. Inicio del amor. Platon acompaña a Vyera a su casa













"Вокзал для двоих" (1982). Эльдар Рязанов
"Vokzal dlya dvoij" (1982). Eldar Ryazanov
"Station for Two / Estación para dos"

Segunda Parte

5. Una cena para dos. Masha. La confesión del accidente. El Hotel Intourist y Yuliya. Durmiendo en el vagón




































6. Regreso al restaurante. Ruptura con Andrey. La despedida en la estación




















7. Epílogo: El reencuentro: una camarera y un "limpiador". Final en la nieve: el acordeón

















"Вокзал для двоих" (1982). Эльдар Рязанов
"Vokzal dlya dvoij" (1982). Eldar Ryazanov
"Station for Two / Estación para dos"




"Вокзал для двоих" (1982). Эльдар Рязанов
"Vokzal dlya dvoij" (1982). Eldar Ryazanov
"Station for Two / Estación para dos"
Плакат - Affiche - Poster

Вокзал для двоих
1983
СССР
Длительность: 141 мин.


Режиссёр: Эльдар Рязанов
Авторы сценария: Эмиль Брагинский, Эльдар Рязанов
Оператор-постановщик: Вадим Алисов
Художник-постановщик: Александр Борисов
Композитор: Андрей Петров
Режиссёр: Леонид Черток
Монтажёр: Валерия Белова
Звукооператор: Олег Зильберштейн
Текст песни: Эльдар Рязанов
Дирижёр: Сергей Скрипка
Художник по костюмам: Эдит Приеде
Оператор: Пётр Кузнецов
Художники-гримеры: Любовь Куликова, Ирина Морозова
Консультант: Николай Гридасов
Редактор: Любовь Горина
Музыкальный редактор: Раиса Лукина
Директор фильма: Лазарь Милькис

В главных ролях:
Людмила ГурченкоВера Николаевна Нефёдова, официантка в привокзальном ресторане
Олег БасилашвилиПлатон Сергеевич Рябинин, пианист

В ролях:
Никита МихалковАндрей, проводник, любовник Веры
Нонна Мордюкова«дядя Миша», перекупщица
Михаил КононовНиколаша, лейтенант милиции
Анастасия Вознесенская Юля, дежурная в «Интуристе»
Татьяна ДогилеваМарина, дежурная в «Интуристе»
Ольга ВолковаВиолетта, официантка
Александр Ширвиндт — Александр Анатольевич (Шурик), пианист в ресторане
Раиса ЭтушЛюда, официантка
Темурмалик Юнусов — продавец дынь (в титрах как «Темур Юнусов»)
Станислав Садальский — алкоголик на вокзале
Нина Палладина — покупательница дынь
Алла БудницкаяМаша, жена Платона, ведущая прогноза погоды на телевидении
Виктор Борцов — нетрезвый посетитель ресторана
Эльдар Рязанов — Иван Кузьмич, заместитель начальника железнодорожной станции
Анатолий Скорякин — начальник колонии


"Вокзал для двоих" (1982). Эльдар Рязанов
"Vokzal dlya dvoij" (1982). Eldar Ryazanov
"Station for Two / Estación para dos"
COMPLETE FILM. SPANISH SUB

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Una delicia

Anónimo dijo...

No conocía esta joya

Anónimo dijo...

A ver.
Tras lectura rápida del muy interesante texto, me vuelve la duda de otras docenas de veces: ¿Tengo que ver la peli aquí (me niego) o se puede ver en tele o portatil más que mediano? Gracias!!

Anónimo dijo...

La puedes ver en la TV porque está en Youtube en español. Este enlace es de YouTube

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

"Этот фильм является образцом порядочности,любви и уважения к женщине то есть,к жене чью вину по-мужски взял на себя, несмотря на рост своей карьеры в искусстве,но пожертвовав своим благополучием,получил в награду настоящую любовь, где не придают,а любят!" (Raisa Sayfulmulukova)

MARCELO dijo...

Una magnifica fotografía, que testimonia la precisión de la manera de ver el mundo de aquellos años tras la llamada cortina de hierro. La historia de la película es consecuencia de lo que acontecía a nivel histórico en aquellos años. Los personajes que buscan, y todo lo que hay es inconsistencia, preguntas. El amor, la belleza, la naturaleza que rodea todo lo que podemos ver es a la vez lo mas razonable…

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

"это мой любимейший фильм! Боже мой,спасибо тебе! Спасибо! Сейчас же пересмотрю его! А то сегодня выпал первый снег и мне было так грустно, ужас.
А в этом фильме столько воли к жизни...Воля к жизни у Шопенгауэра перерастает в влю к любви...вот ради чего мы должны жить! Не ради воли к власти, а мы должны развить в себе волю к любви" (Elena Sobolnikova)

Fran dijo...

Acabo de verla en Youtube, bendito Youtube. Me ha encantado, me he emocionado viéndola. Una maravilla de película. Qué historia, qué personajes, qué música... Gracias por compartirla ❤️💯

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Lourdes Alarcón escribe: "Sencillamente emotiva y estimulante película. La he disfrutado tan intensamente que me veía en primera fila en la estación, minuto a minuto, observando a la pareja. Un drama sereno, con momentos simpáticos en el restaurante entre la camarera y el pasajero. La trama se va enredando a tal punto que el buenazo del protagonísta es desahuciado tontamente de su pasaporte, robada la cartera, y ahora qué?. Quién es el/la culpable de su situación?. Los intérpretes fabulosos junto con el resto del elenco. Si tengo que elegír una escena inolvidable es el encuentro sorpresivo en la cabaña donde apenas el diálogo exíste. Los gestos de temor, hambruna, alegría, sorpresa contenida del hombre, es uno de los cierres más bellos en la pantalla. 😍😍😍Una historia común es el resultado del film. Muchísimas gracias Francisco Huertas Hernández por este descubrimiento!!!.❤️❤️❤️"