domingo, 9 de mayo de 2021

Y yo amanezco en un lecho duro (1987). "Despair – Eine Reise ins Licht" (1978). Rainer W. Fassbinder. Francisco Huertas Hernández

Y yo amanezco en un lecho duro (1987)
"Despair – Eine Reise ins Licht" (1978). Rainer Werner Fassbinder 
Francisco Huertas Hernández

"Despair – Eine Reise ins Licht" (1978). Rainer Werner Fassbinder
Hermann Hermann (Dirk Bogarde)
"Desesperación" es una película alemana basada en una novela de Vladimir Nabokov (1899-1977) (Отчаяние) publicada en ruso en 1936, y traducida al inglés en 1937. Fue la primera película rodada en inglés por el director de Baviera. Hermann Hermann (Dirk Bogarde) es un refugiado ruso, de ascendencia judío-germana, que vive en Berlín durante la República de Weimar, y dirige una empresa de chocolate, pero el ascenso de los nazis está volviendo su vida más difícil. Casado con una voluptuosa y estúpida mujer, Lydia Hermann (Andréa Ferréol) que mantiene una estrecha relación con un primo, sueña con escapar de esa vida. Consulta a un falso psiquiatra vienés, y tras ver una película que trata de un döppelganger (doble) se convence de que un vagabundo llamado Felix Weber (Klaus Löwitsch) es su doble. Hermann le convence para que actúe como su "doble" (a pesar de que solo la altura y la edad son similares). Hermann tiene un plan: desaparecer. Una trama de chantaje, asesinato y fuga desencadena un final sorprendente.

Carmen Herrando Pérez comenta:
"Una película muy interesante y poco comentada. Fassbinder siempre sorprende y en este caso indaga en el vacío existencial planteando un falso doble a través del cual poder escapar de sí mismo.
"Desesperación", con el magnífico actor Dirk Bogarde, es una película compleja y muy atractiva. Por cierto, cuentan que Fassbinder respetaba mucho a Bogarde y tuvo muy en cuenta sus opiniones durante el rodaje, a diferencia de lo que solía hacer con la mayoría de los actores. Fassbinder tenía un talento extraordinario.
Palabras de Dirk Bogarde:
"En verdad, el personaje de Hermann en Desesperación supuso para mí lo más cercano a una posesión mental y física que no me había ocurrido desde que Von Aschenbach se apoderó silenciosamente de mi existencia: fue una experiencia extraordinaria. El actor tiene que vaciarse de su ser completamente y luego dar vida al extraño que se ha creado dentro de ese vacío. No es fácil, pero una vez asimilado -y se tarda en hacerlo- la personalidad de uno cambia y se hace incomprensible para los civiles, como yo llamo a los no actores. El cambio es mental, más que físico, pero a veces en un bar, en una tienda, en la recepción de un hotel, me he dado cuenta que estaba hablando y más que eso: comportándome como lo hubiera hecho mi alter ego. No es afectación, es posesión.
El trabajo de Rainer era extraordinariamente similar al de Visconti: a pesar de la diferencia de edad, los dos se comportaban en el plató de manera muy parecida. Los dos tenían un conocimiento increíble de la cámara, que es lo esencial".

"Despair – Eine Reise ins Licht" (1978). Rainer Werner Fassbinder
Poster

La falta de sentido de la vida es un leitmotiv de la filosofía, de la depresión y de la poesía didascálica. Hermann no puede encontrar sentido cuando no tiene suelo ni cielo al que dirigirse. Como le escribí a Inma, "lo ideal es lo que te hace ser más real" (Eine Reise ins Licht, Un viaje a la luz). Desde tiempos inmemoriales, el "Paraíso Perdido" o el "Cielo Prometido" son el ideal de la Edad de Oro y el Lugar de Recompensa que guían la aventura cotidiana de los hombres en la tierra. Hermann, en el delirio intelectual, buscará el sentido en un "döppelganger": ser "otro" para no ser más uno mismo. 

Despertar solo en la cama tras una noche de pesadillas, sintiendo que "The Bed's Too Big Without You". Cuando el "ideal" de la existencia -paz, amor y acción/creación- se viene abajo. Sentirse solo y "extranjero". Todo "exilio" es estar fuera de una tierra que te sostenga y de un cielo -estrellado o solar- que te ampare. Hermann es un hombre "vacío". ¿Cómo "pesar" cuando la tierra no ejerce su fuerza de gravedad sobre ti? ¿Cómo "elevarse" cuando el cielo no te ilumina?. Solo cabe "matar" al "doble". Es decir, matar nuestra "imagen" duplicada en un mundo absurdo, estéril, sin suelo ni cielo.

La "desesperación" (la luz que se extingue) es la pérdida total de la esperanza. Se siente en la noche y en el alba, cuando el cuerpo aún está en la oscuridad, y la luz prometida no regresa al alma. Toda luz incide principalmente en el alma, siendo el ojo su mero transmisor, mensajero ignorante. Tomás de Aquino (1224-1274) establece una relación entre la "desesperación" (pasión) y el Bien (Dios). El enojo de no lograr ese Bien nos lleva a la cólera, una desesperación de la impotencia del que se sabe alejado de la salvación. Hermann no tiene amor ni semejantes ("hermanos"), carece del "bien" que da sentido a la existencia, se apaga en la oscuridad del despertar solo y sin cielo. Necesita "vivir" otra vida sin ya ser él, porque el desesperado no aborrece más en el mundo que su mísera existencia.

"Despair – Eine Reise ins Licht" (1978). Rainer Werner Fassbinder
Lydia Hermann (Andréa Ferréol) & Hermann Hermann (Dirk Bogarde)

En 1987 escribí un poema -mediocre, sin duda- en un estado de ánimo no distinto al de hoy, aunque más joven entonces. Como diría mi psicoanalista, "viviendo en paralelo al mundo". Esos limpiacristales "afuera", tras los ventanales, "borrando" mi ser. No en vano yo me preguntaba en esos días si yo era un ser, si era "algo". Amanecer en un lecho duro, como la retama o "flor del desierto" del magno Canto de Giacomo Leopardi (1798-1837) que florece en la falda arrasada por la lava del volcán Vesubio:

"E tu, lenta ginestra,
che di selve odorate
queste campagne dispogliate adorni,
anche tu presto alla crudel possanza
soccomberai del sotterraneo foco,
che ritornando al loco
già noto, stenderà l'avaro lembo
su tue molli foreste. E piegherai
sotto il fascio mortal non renitente
ll tuo capo innocente:
ma non piegato insino allora indarno
codardamente supplicando innanzi
al futuro oppressor; ma non eretto
con forsennato orgoglio inver le stelle,
né sul deserto, dove
e la sede e i natali
non per voler ma per fortuna avesti;
ma più saggia, ma tanto
meno inferma dell'uom, quanto le frali
tue stirpi non credesti
o dal fato o da te fatte immortali"

(Y tú, lenta retama,
que de olorosas matas
estas landas desiertas embelleces,
también tú pronto ante la cruel potencia
sucumbirás del subterráneo fuego,
que al lugar conocido retornando,
su lengua avara extenderá de nuevo
sobre tus tiernas plantas.
La cabeza inocente bajo el peso
mortal tú doblarás sin resistencia:
mas no doblada en vano hasta ese día
cobarde suplicando
al futuro opresor; tampoco erguida
con orgullo demente a las estrellas,
en el desierto donde
morada y nacimiento
no por deseo, por azar tuviste;
sino más sabia, mucho
menos vana que el hombre, pues tu débil
especie no creíste
inmortal por tu obra o por el hado)

Giacomo Leopardi: "La Ginestra". "Canti". XXXIV

Y yo amanezco en un lecho duro
Francisco Huertas Hernández. 13-15 de abril de 1987


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta esa forma de entrelazar cine y autoconfesión

Wildberry continua dijo...

Muy buen texto.
No he visto la película, aunque había leído sobre ella. La historia el cast y la publicación la hacen muy atractiva...

Wildberry continua dijo...

Muy buen texto.
No he visto la película, aunque había leído sobre ella. La historia el cast y la publicación la hacen muy atractiva...