domingo, 15 de octubre de 2023

Platón: Dualismo Ontológico. Redacción Historia de la Filosofía. Alumna: María Nicolás Bañón. 2º Bachillerato. 2023-2024. Profesor: Francisco Huertas Hernández. IES Dr. Balmis. Alicante. Reflexiones sobre el Dualismo Ontológico a partir del "Fedón", Aristóteles y Nietzsche

Platón: Dualismo Ontológico. Redacción
Historia de la Filosofía
Alumna: María Nicolás Bañón. 2º Bachillerato A
Curso 2023-2024
Profesor: Francisco Huertas Hernández
IES Doctor Balmis. Alicante

Reflexiones sobre el Dualismo Ontológico a partir del "Fedón", Aristóteles y Nietzsche.
Francisco Huertas Hernández



Redacción 1: Dualismo Ontológico: Mundo ideal y Mundo material, Teoría de las Ideas, Imitación/Participación, Demiurgo, Bien, 5 argumentos para un dualismo de la realidad
Platón
Alumna: María Nicolás Bañón. 2º Bachillerato A. IES Dr. Balmis. Alicante. 2023-2024


 Presentamos la redacción de la estudiante de 2º de Bachillerato María Nicolás Bañón sobre la Teoría de las Ideas y el Dualismo Ontológico de Platón. Éste es el último curso de Bachillerato en España, previo a la entrada en la Universidad, mediante una prueba de Selectividad.

 He elegido este ejercicio por su visión clara y sinóptica de los diversos aspectos de la Teoría de la Realidad platónica. María pasa por encima, rápidamente, con escasos datos biográficos y de los autores que influyeron en el ateniense, al planteamiento general de los "dos mundos".

 Me gustaría reflexionar ahora, bajo la crítica de dos pensadores como Aristóteles y Nietzsche, en el paradójico hecho de que Platón llame "verdadero" a un "mundo opuesto a la vida", el de las "Ideas", que es de todo, menos "vivo", es el mundo de la "muerte". El propio Platón escribió en "Fedón" (67e-68a):

"τῷ ὄντι ἄρα, ἔφη, ὦ Σιμμία, οἱ ὀρθῶς φιλοσοφοῦντες ἀποθνῄσκειν μελετῶσι, καὶ τὸ τεθνάναι ἥκιστα αὐτοῖς ἀνθρώπων φοβερόν. ἐκ τῶνδε δὲ σκόπει. εἰ γὰρ διαβέβληνται μὲν πανταχῇ τῷ σώματι, αὐτὴν δὲ καθ᾽ αὑτὴν ἐπιθυμοῦσι τὴν ψυχὴν ἔχειν, τούτου δὲ γιγνομένου εἰ φοβοῖντο καὶ ἀγανακτοῖεν, οὐ πολλὴ ἂν ἀλογία εἴη, εἰ μὴ ἅσμενοι ἐκεῖσε ἴοιεν, οἷ ἀφικομένοις ἐλπίς ἐστιν οὗ διὰ βίου ἤρων τυχεῖν—ἤρων δὲ φρονήσεως—ᾧ τε διεβέβληντο, τούτου ἀπηλλάχθαι συνόντος αὐτοῖς"

(De hecho, entonces, Simmias, dijo él, los verdaderos filósofos practican el morir, y la muerte es menos terrible para ellos que para cualquier otro hombre. Considéralo de este modo. Son en todo hostiles al cuerpo y desean tener el alma aparte por sí sola. ¿No sería muy insensato que se asustaran y se turbaran cuando esto mismo sucede, y que no se alegraran de ir al lugar donde hay esperanza de alcanzar lo que anhelaron durante toda la vida -y anhelaron la sabiduría- y de escapar de la compañía de aquello que odiaban?)

 Platón, a través de ese Sócrates histórico-dramático, en la cercanía de la muerte, poco antes de beber la cicuta que el verdugo le traeráse despide de sus seguidores en la cárcel, tal como describe con maestría en "Fedón", indica el camino de "purificación" del alma, que mediante el conocimiento de la virtud, se aleja del cuerpo, sin sufrir daño. Como el "verdadero filósofo" ama las realidades puras de las Ideas, está toda su vida entrenándose para la muerte, desligando en lo más posible su pensamiento (función del alma racional) de las necesidades y placeres del cuerpo. La "sabiduría" es el "verdadero amor" del filósofo, y alejándose definitivamente del cuerpo, el alma la "recuperará". Éste es uno de los más hermosos discursos para calmar el miedo a la muerte que se han escrito.

 Ese "νοητός κόσμος" (Cosmos inteligible) que ama el filósofo y le hace olvidar la muerte, ajeno al tiempo, al movimiento, al cambio, a la multiplicidad, a la materialidad, al espacio, es incompatible con el cuerpo, y, por tanto, más próximo a la "muerte" que a la "vida" que es tiempo, movimiento, cambio (devenir), multiplicidad, materia y espacio.

 Aristóteles rechazó el dualismo platónico porque no explicaba el movimiento ni la vida como algo real, y propuso su teoría de la sustancia hilemórfica (las formas esenciales -ideas- sólo existen unidas a la materia en que se individualizan) y su teoría del movimiento (paso de la potencia al acto). Friedrich Nietzsche concluyó que Sócrates y Platón -en realidad forman una pareja indivisible- son los iniciadores de la decadencia griega (occidental) con su odio a la vida.

 El dualismo platónico del ser es un sueño matemático y ético: lo absoluto y puro ha de estar a salvo de la muerte y la opinión variable de los hombres, que son tan maleables y tan interesados que cambian sus principios más que sus peplos (túnicas). ¿Cómo puedes fiarte de un tipo que dice que las costumbres, las leyes y todas las verdades son tan efímeras como la vida de una flor? Esos eran los mendaces sofistas con sus malas artes de persuadir a los jóvenes para hablar bien y convencer sin razones, solamente con bellas palabras. 

 Han de existir realidades puras en las que podamos confiar. Y, al menos, existen en las Matemáticas las formas geométricas y los números, a salvo de opiniones y cambios. Y Platón iba más allá del pitagorismo que reducía el universo a números, iba a la enseñanza socrática de que la salud del alma (del ciudadano y de la ciudad) estaba en la virtud, como la del cuerpo en la gimnasia, la dieta y los médicos. El filósofo, el nuevo médico del alma, receta un nuevo "φάρμακον" (phármakon): la "virtud" intelectual, que procede del alma y al alma cura: es el ejercicio del "diálogo racional" el que la descubre, dentro de cada uno de nosotros, aunque la "ἀρετή" (areté) (virtud) existe como realidad sustancial fuera de nuestra alma. Nuestra alma, con esfuerzo, la descubre, no la crea. Y el filósofo, el médico de la virtud, salva al individuo y a la ciudad, porque elimina el mal de éstos: la ignorancia, la opinión, la apariencia, el caos, la disputa por las opiniones contrarias, la discordia en la ciudad, es decir, la injusticia, el peor de los males.

 Por todo ello, podemos afirmar que nuestra salud del alma está en la luz de la sabiduría que emana esa realidad pura, que alumbra (mayéutica) en nuestro interior. El Bien también resplandece en nuestra parte divina: el alma inteligente, tan inmortal y pura, como ese mundo que nos cura y nos salva.

Francisco Huertas Hernández
Domingo 15 de octubre de 2023

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenísimo este reporte

Francisco dijo...

Gracias amigo

Anónimo dijo...

El alma es libre" inmortal y eterna espiritual.Y el cuerpo es el origen del mal y de la ignorancia.
Por tanto,Platón concibe el cuerpo como la cárcel del alma.
Que debemos hacer cuándo nuestra alma está atormentada? Porqué el alma también duele

Francisco dijo...

Amigo anónimo, para Platón el alma se duele de la injusticia, producida por la ignorancia, que es falta de amor al saber. Así que amar el saber, la verdad, es la curación

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Aunque esté jubilado, aún me produce "júbilo", en su sentido de "alegría", encontrar al azar en internet esta redacción de María, de la que guardo un gran recuerdo. Francisco