GUÍA
PARA COMENTARIO-ANÁLISIS CINEMATOGRÁFICO Y SOCIOLÓGICO:
“LA
RÈGLE DU JEU”
(1939)
Jean
RENOIR
Francisco Huertas Hernández
Francisco Huertas Hernández
- INTRODUCCIÓN:
- La Règle du Jeu
- 1939
- Francia
- Director: Jean RENOIR
- Género: Comedia dramática (“drama alegre”, según el director)
- Guión: Jean Renoir, Carl Koch, inspirados en la obra de Alfred de Musset: “Les caprices de Marianne”
- Intérpretes: Nora Grégor (Christine de la Chesnaye, marquesa), Roland Toutain (André Jurieux, aviador), Jean Renoir (Octave), Marcel Dalio (Robert de la Chesnaye, marqués), Mila Parely (Geneviève de Marras), Paulette Dubost (Lisette), Julien Carette (Marceau, cazador furtivo), Gaston Monot (Schumacher, guarda de caza), Pierre Nay (Saint-Aubin)
- Producción: Nouvelle Édition Française
- Fotografía: Sam Lévin
- Música: Roger Desormière, a partir de Mozart y Monsigny
- Decorados: Eugène Lourié, Max Douy
- Vestuario: Coco Chanel
- Jean Renoir nació el 15 de septiembre de 1894 en París. Segundo hijo del gran pintor impresionista Pierre-Auguste Renoir, creción entre las modelos y telas de su padre. En 1913 entró en la Caballería y participó en la 1ª Guerra Mundial, donde fue herido en una pierna en 1915. Pasó entonces a la aviación, pero fue abatido y herido. Acabó la guerra como subteniente y condecorado con la Cruz de Guerra.
Fascinado
por los films de Chaplin
y Griffith,
eligió lo que se comenzó a llamar “el séptimo arte”. Intentó
hacer de su esposa, Catherine
Hessling,
última modelo de su padre, una vedette. Para ella realizó cinco
películas mudas, inspiradas también por el gran maestro Erich
von Stroheim:
“La fille de l’eau”
(1924), “La petite marchande d’allumettes”
(1928), “Nana”
(1926).
Con la llegada del cine sonoro, hizo varias películas con Michel Simon: "La Chienne" (1931), "Boudou sauvé des eaux" (1932), "Madame Bovary" (1933). También rodó, alternando exteriores y estudio: "Toni" (1934), "Partie de campagne" (1936), "Les bas-fonds" (1936)
Con la llegada del cine sonoro, hizo varias películas con Michel Simon: "La Chienne" (1931), "Boudou sauvé des eaux" (1932), "Madame Bovary" (1933). También rodó, alternando exteriores y estudio: "Toni" (1934), "Partie de campagne" (1936), "Les bas-fonds" (1936)
Jean Renoir et Michel Simon
Siguió una etapa
de compromiso social y político, con la izquierda francesa: dirige
las obras maestras: “La Grande Illusion”
(1937), que conquista al público y la crítica mundial; “La
Bête Humaine”, protagonizada por Jean
Gabin (1938), también con gran éxito; “La
Marsellaise” (1938), sin embargo, es un fracaso
comercial; también lo es su película más genial: “La
Règle du jeu” (1939), del verano, justo antes
del comienzo de la guerra.
Renoir, marcha,
con la guerra, a Estados Unidos, al exilio. Se instala en Hollywood y
dirige varios films de los que no queda muy satisfecho: “The
Southerner” (1946) es el mejor para él.
En 1950 rueda en
la India “The River” en color. Y en 1952 en
Cinecittà, en Roma, “La Carrosse d’or”.
El cineasta
regresa a París en 1954 con “French Cancan”,
“Éléna et les hommes” (1956). En 1959
trabaja para la televisión. Rueda “Le Caporal épinglé”
(1961). También escribe varias novelas.
Regresa a Estados
Unidos, donde escribe sus memorias: “Ma vie et mes films”
(1974) y novelas cortas. En 1975 se le concede un Oscar especial por
el conjunto de su obra. Se le concede la medalla de la “Legion
d’honneur” en Francia.
Muere en Beverly
Hills el 12 de febrero de 1979. Es enterrado junto a sus padres y
hermanos, Pierre y Claude, en la tierra de la familia, en Essoyes
(Champagne)
c. Importancia
de la película en la historia del cine: según los
críticos, premios,
influencia posterior, etc.
El estreno de la película en 1939 tuvo división de opiniones, aunque la mayoría fueron desfavorables. El film, de un director de izquierdas tuvo, lógicamente un rechazo ideológico, pero además era una película muy avanzada, libre e insolente. El público no estaba preparado. Los críticos le acusaron de “torpeza de amateur”. Con el comienzo de la guerra, el 4 de septiembre, la película dejó de exhibirse: el film es prohibido por la censura civil y militar. Durante la ocupación alemana la prohibición de estas películas se basó en que eran “peligrosas para la moral del país”. El gobierno colaboracionista de Vichy aplicó medidas antijudías que afectaron también a la película, ya que el actor Marcel Dalio era judío, así como su personaje.
El negativo del
film fue destruido durante un bombardeo en 1942, aunque un nuevo
negativo pudo extraerse de una copia nueva, encontrada en 1946. En la
posguerra la película circuló, en varias versiones mutiladas en
duración, en cine-clubs. Film maldito que se convirtió en película
de culto.
En 1958 se
restauró, encontrándose nuevo metraje, hasta llegar a una versión
de 1 hora 52’, comercializada con éxito en 1965.
Desde entonces
“La Règle du jeu” es considerada uno de los
films más importantes de la historia del cine mundial, como se
aprecia en la lista de Sight and Sound o de Cahiers du
Cinéma
François
Truffaut escribió que ver esta película produce una
sensación de proximidad como si estuviéramos en el rodaje. Este
gran director francés dijo también que “soy incapaz de citar
otro cineasta que haya puesto tanto de sí mismo, y lo mejor de sí
mismo, en una película, como Jean Renoir en “La Règle
du Jeu””
Se ha ensalzado su perfección técnica, su inventiva, la profundidad de campo, y la transgresión de su moral, crítica de una burguesía paralizada por la hipocresía. Los directores franceses de la Nouvelle Vague admiraron a Renoir y le consideraron un maestro. Dos de los más grandes directores que han existido, Charles Chaplin y Orson Welles, dijeron que Renoir era el mejor director del mundo. El neorrealismo italiano debe mucho a Renoir, así como el cine de Satyajit Ray.
Jean Renoir
realiza esta película justo unos meses antes del comienzo de la
Segunda Guerra Mundial. El director francés realizó el film del
Partido Comunista Francés “La vie est à nous”
(1936) un poco antes de la victoria del Front Populaire en las
elecciones de mayo del 36. El gobierno de Léon
Blum aumenta los salarios, introduce las vacaciones
pagadas, la semana de 40 horas y extiende los derechos sindicales.
Pero los ataques racistas contra éste, así como las dificultades
económicas, le llevan a dimitir en junio de 1937. En 1938, Alemania
se anexiona Austria. El 29 de septiembre se firman los acuerdos de
Munich, que significan la cesión de Francia y el Reino Unido a las
pretensiones expansionistas de Hitler, como la invasión de
Checoslovaquia. El 16 de marzo de 1939 Francia decide una
movilización parcial. El 3 de septiembre, tras la invasión de
Polonia, Francia declara la guerra a Alemania.
“La Règle du jeu” se rueda en medio de esta movilización parcial de marzo. Renoir dirá: “Es un film de guerra, y, sin embargo, ninguna alusión a la guerra aparece”, además habla de un “compás de inquietud ” que acompañó todo el rodaje.
- ANÁLISIS TIPOLÓGICO (DE LA HISTORIA)
El aviador André
Jurieux llega al aeropuerto de Le Bourget (París), tras batir un
record en la travesía del Atlántico, pero, entrevistado para la
radio, confiesa su decepción porque la mujer que ama, y le ha
llevado a realizar su hazaña, no ha ido a recibirle. Ésta,
Christine de la Chesnaye (hija de un director de orquesta austríaco),
escucha esta declaración por la radio, así como su marido, Robert,
y la amante de éste, Geneviève.
Octave, amigo de
Jurieux, intenta que sus también amigos, Christine y Robert, les
inviten a su mansión de La Colinière, en Sologne.
En La Colinière,
el guarda de caza, Schumacher (¡apellido alemán!), marido de
Lisette, la camarera de Christine, sorprende al cazador furtivo
Marceau, pero el marqués, Robert, interviene y le contrata como
doméstico.
A partir del momento en que Jurieux y los invitados van llegando, la película se convierte en un cruce, muy a lo Beaumarchais (“Le Mariage de Figaro”), de amores y deseos.
En la legendaria secuencia de la cacería (de extraordinaria crueldad, anticipo de la carnicería de la guerra), Robert rompe con su amante, mientras Christine les sorprende a lo lejos. Schumacher, por su parte, encuentra a su mujer a punto de besar a Marceau, que la corteja.
Durante la
fiesta, Jurieux busca a Christine, que flirtea con Saint-Aubin. Tras
una serie de enredos amorosos y de confusión de identidades
(quiproquo: sustitución
de una cosa por otra), la fiesta acaba en tragedia o en un
“deplorable accidente”.
La película, en
tono de farsa dieciochesca, con aires de neoclasicismo e influencias
de Beaumarchais, supone una crítica social a las decadentes clases
aristocrática y burguesa y sus fiestas, que permanecieron ajenas al
ascenso del fascismo, y cuya moral relajada queda sujeta a las reglas
de conveniencia e hipocresía social.
b. Temas
principales del film:
- La crítica social de las clases aristócrata (Christine y su marido Robert, marqués) y burguesa (Geneviève)
- Los juegos del amor (enredos, deseos cruzados, las mujeres centro de atención) y del azar
- Señores y sirvientes (aguda sátira sobre intercambio de papeles: cambio de prendas)
- Buenas maneras (politesse, etiqueta social, reglas del juego social) y violencia (cacería, Schumacher)
- ¿Comedia o drama?
- Teatralidad: el espectáculo dentro del espectáculo (las piezas teatrales y musicales que interpretan en la mansión de La Colinière), la confusión entre el espectáculo y la vida
- El simbolismo de los autómatas (símbolo erótico y de poder, los personajes como autómatas movidos por la regla del juego/mecanismo social, la radio como nuevo autómata)
d. La música
en la película: música que procede de la acción
(diegética): musicalidad de sonidos no musicales, canciones; música
externa a la acción (extradiegética): Mozart, Monsigny
e. Película
centrada en la historia o en el relato: ¿relato lineal vectorial o
relato no lineal y de focalización restringida?
La película está narrada linealmente, sin saltos en
el tiempo (flash backs), aunque de una manera muy original y
desconcertante. No sigue a un personaje a lo largo del tiempo. El
film parece dispersarse: los personajes se alternan, creando un
efecto de inestabilidad. Ésta es una de la características más
notables de la película: su movimiento. Pero éste movimiento oculta
un equilibrio sensible que reposa más sobre la unidad de la mirada
que la de la acción
El film es una
clara historia de ficción, alejada del tono documental. El director
nos distancia emocionalmente de los personajes, con su tono de farsa
o de “drama alegre”. Ninguno de los personajes es sincero o
presenta valores nobles, quizás con excepción de Octave
(interpretado por el propio Renoir, y testigo y centro de todas las
tramas) y de Jurieux (aislado de la tierra, ya que vive en las nubes)
Sin embargo, hay una memorable secuencia, la de la caza, que alcanza un realismo documental, sobrecogedor, con los animales despedazados, simbolismo obvio de la crueldad humana que alcanzará su cenit en la “carnicería” de la guerra que ya está comenzando. Está filmada con primeros planos (conejos, liebres huyendo, ardilla en el árbol que Christine mira a través de una lente)
También el comienzo de la película con tono de noticiario documental presenta con realismo la llegada del avión de Jurieux que acaba de batir un record, transmitida por la radio.
En conclusión,
teniendo en cuenta que Renoir es un director del realismo,
conviene tener en cuenta sus palabras: “el director puede hacer
sobre los personajes un documental como lo haría en la naturaleza
con un animal. En la naturaleza vuestros movimientos torpes pueden
poner en fuga al animal. En un film dramático, el actor no huye,
pero es su naturalidad (espontaneidad) la que se escapa, y eso es
mucho peor”
Siguiendo el
libro de Laurent
Jullier: “Analyser un film. De l`émotion à
l’intérpretation”, creemos que la película, con su
ironía en el retrato de unos personajes degradados
moralmente, presenta una ambición preformativa no directa
(sin moralina o mensaje panfletario): el director quiere provocar
una toma de conciencia, en el espectador, de un mundo que no
le gusta, de una clase social sin valores, y, esto supone, un
rechazo, una modificación del mundo real, desde unos principios
humanistas como la libertad, la igualdad y la fraternidad (los
ideales de la Revolución Francesa).
Sin embargo,
mencionamos la secuencia de la cacería, que tiene una
ambición representativa en su forma (aspecto externo), pero
un simbolismo preformativo de denuncia de la extrema crueldad
humana en su fondo.
La película
presenta una credibilidad estética (belleza del conjunto, de los
planos, ritmo), narrativa (los hechos son reconocibles, aún dentro
del tono de farsa o “drama alegre”, los personajes son
estereotipos de sus clases sociales, con sus vicios, pero también
tienen rasgos individuales)
El espectador
preparado sabe que se encuentra ante una película de 1939 que se
desarrolla en un lugar y contexto (víspera inmediata de la guerra)
- ANÁLISIS FORMAL (TÉCNICO Y SIMBÓLICO)
a. Punto de
vista: ¿Desde dónde percibo la escena? ¿Régimen fijo, movilidad
de la máquina o movilidad del operador?
En esta película
predomina la movilidad de la cámara. El travelling está
presente desde la genial secuencia inicial donde vemos la cámara
desplazarse desde el equipo de transmisión de la radio a la
reportera con el micrófono, y, abriéndose paso entre la gente,
llegar a la pista del aeropuerto de Le Bourget.
El travelling tiene varias funciones: a) materializar la pertenencia de un personaje a un grupo (Geneviève se reúne con sus invitados descubriendo su lado mundano y alegre); b) medir la capacidad de acción, el espacio de libertad del personaje (al final de la caza Geneviève, seguida por Robert, da su impulso a la venganza, pero en el momento en que ella renuncia, se detiene el travelling que les acompaña); c) sobre todo, el travelling participa del movimiento de la acción y del relato, del cual es el verdadero motor
En el libro “La
Règle du jeu. Jean Renoir” de P.
Guislain y otros, de la colección Profil
d’une oeuvre, se dice: “A Renoir le gusta “pasear”
su cámara por un decorado, más que multiplicar los planos fijos. Es
el caso de la primera secuencia, en el aeropuerto. Los movimientos de
los personajes desbordan el marco, los figurantes salen del plano, y
vuelven a entrar, creando una impresión de gran fluidez. Aquí todo
es aéreo, móvil, ligero. La vida se desborda, ella misma, y no se
deja encerrar por la imagen y su marco”.
Destaca la utilización de la profundidad de campo, con planos generales, donde se marcan las distancias entre los personajes (caza, cocina, llegada de Jurieux a la mansión, donde Renoir le filma al fondo de la imagen, como viniendo de muy lejos).
La profundidad de
campo se utiliza para situar a cada uno de los hombres que rodean a
Christine.
Esta profundidad
de campo se complementa con primeros planos, bastante raros en esta
película (Geneviève y el marqués durante la caza, rompiendo su
relación, sin embargo, cuando se abrazan los vemos en plano general;
la conversación entre Octave y el marqués, cuando el primero
intenta que inviten a Jurieux a La Colinière, filmados en
plano/contraplano, y la confesión de amor a su mujer de La Chesnaye)
La elección de
planos generales o primeros planos no se hace en función de la
verdad de lo que se interpreta, sino en función del carácter de los
personajes.
c. Angulación
Los excelsos
planos generales dorsales (caza, pasillo de La Colinière), los
planos generales y medios, los frontales, abundan en mayor medida que
picados o contrapicados (escalera de La Colinière)
Hay 9 fundidos a
negro (fermetures au noir) que delimitan 10 partes de duración
desigual. Renoir normalmente realiza más fundidos a negro, con lo
que, en este film, se intenta dar más fluidez temporal.
Los 10 segmentos corresponden a: 1- declaración explosiva de Jurieux tras aterrizar en París; 2- Accidente de coche de Jurieux y Octave; 3- La visita de Octave a la residencia parisiense de los De la Chesnaye; 4- Llegada a La Colinière; 5- Llegada de los invitados; 6- Velada en el castillo; 7- La caza; 8- Christine y Geneviève, Marceau corteja a Lisette, impotencia de Schumacher; 9- Fiesta en La Colinière: teatro, canciones cómicas, autómatas; 10- Virajes de Octave, quiproquo, asesinato o “deplorable accidente”
Los 10 segmentos corresponden a: 1- declaración explosiva de Jurieux tras aterrizar en París; 2- Accidente de coche de Jurieux y Octave; 3- La visita de Octave a la residencia parisiense de los De la Chesnaye; 4- Llegada a La Colinière; 5- Llegada de los invitados; 6- Velada en el castillo; 7- La caza; 8- Christine y Geneviève, Marceau corteja a Lisette, impotencia de Schumacher; 9- Fiesta en La Colinière: teatro, canciones cómicas, autómatas; 10- Virajes de Octave, quiproquo, asesinato o “deplorable accidente”
Podemos
distinguir en la banda sonora diferentes sonidos (secuencia de la
caza) naturales y artificiales (autómatas) dentro de la música
diegética (el mundo (ficticio) en que las situaciones y eventos
narrados ocurren). Hay canciones satíricas. También es sorprendente
el piano mecánico que interpreta sin pianista la “Danza macabra”
de Saint-Saëns, durante las representaciones en el castillo o
mansión de La Colinière, tras la caza.
En cuanto a la
música no-diegética, destaca el arreglo del director Roger
Desormière sobre músicas del siglo XVIII, de Mozart y Monsigny
f. Ritmo:
predominio de puesta en escena o de montaje, fluidez, velocidad,
duración media del plano
Destaca la puesta
en escena con personajes múltiples en planos generales, y la
profundidad de campo, con perspectivas de personajes a lo lejos. La
fluidez es extraordinaria, con el uso continuo de travellings y
panorámicas. El encuadre de Renoir es rico y vital.
g. Interpretación
de los actores: naturalista, simbólica, voces originales,
gestualidad, movimientos
Los actores interpretan de manera no naturalista, pero sí
natural. Sus movimientos, en especial, en el castillo de La
Colinière, son vertiginosos, rindiendo homenaje al cine mudo, con
sus persecuciones y tiros (Marceau, el cazador furtivo reconvertido
en criado “domestique” por Robert, recuerda a Charlot)
Las voces
originales son variadas (Christine habla un francés con marcado
acento alemán) y expresivas
- ANÁLISIS CONCEPTUAL (SOCIOLÓGICO)
Uno de
los temas principales del film de Renoir es la crítica de una clase
-burguesa- que él considera podrida. Lo curioso es que en la
película el eje sobre el que giran los personajes es Christine de La
Chesnaye, esposa del marqués Robert de La Chesnaye. Es decir, los
restos de las clases aristócratas que fueron apartadas del poder con
la Revolución de 1789. Renoir sitúa en un mismo plano a estas
clases ociosas, sin conciencia social (indiferentes ante el auge del
nazismo, la explotación de sus semejantes, carentes de fraternidad o
sentido de la justicia), entregadas al JUEGO (recordemos que en
francés, o en inglés, se usa la misma palabra, “jouer”, para
jugar y para actúar representando un papel) marcado por las REGLAS
sociales propias de su clase, con su hipocresía, buenas
maneras y falta de valores morales. Siempre bajo el JUEGO DE LAS
APARIENCIAS.
En sus memorias, “Ma vie et
mes films”, el director recuerda que “bajo su
apariencia benigna, esta historia atacaba la estructura misma de la
sociedad”
El ROL o papel representado por esta clase decadente, pero poseedora del poder del dinero, de la tierra, está marcado por la EXPECTATIVA de la apariencia, que se expresa en una HIPOCRESÍA social generalizada. La mentira social tiene un lugar principal en la película.
Para empezar, está el resorte de la intriga (amorosa, en este caso): la declaración inicial de André Jurieux es inconveniente (no se atiene a las reglas de la apariencia y los buenos modales de la alta burguesía), no porque reclame el amor de una mujer casada (Christine), sino porque revela a las claras lo que los otros hacen sin decir (Robert tiene, desde antes de su matrimonio con Christine, una amante, Geneviève, que todo el mundo conoce, pero de lo que nunca se habla en público) Es la ley del silencio que permite la hipocresía del doble juego amoroso. Esta hipocresía oculta una absoluta falta de sentimientos verdaderos (cuando Robert acude a casa de Geneviève a romper la relación que ambos mantienen, ninguno de los dos parece afectado. Se hablan y se miran como dos desconocidos. Otro ejemplo es el trato que se dan los esposos De la Chesnaye, frío y cortés: se llaman de usted, apenas se ven, y nunca expresan la más mínima cercanía física)
Esta hipocresía es la base de la
“RÈGLE DU JEU” (expectativas de comportamiento derivadas de la
posición y el rol ocupado por los miembros de un grupo). Es decir,
un pacto de la “buena sociedad”. Lo esencial es preservar las
apariencias, poniendo a salvo la “fortificación” del orden
social y moral (una metáfora de esa “fortificación”,
universo cerrado, es el espacio interior de las mansiones parisiense
y de campo donde se desarrolla la acción y donde se juega/interpreta
ese pequeño teatro de las vidas burguesas). Pero ese orden es
exigido a los demás, pero no a uno mismo (doble moral burguesa, que
separa la vida pública “virtuosa” de la vida privada
licenciosa): la MENTIRA ocupa el lugar de la moral.
La muerte de André (que Renoir tuvo siempre en mente cuando se escribió el guión) es coherente con lo dicho: él es el único que se atreve a expresar lo que siente (con toda la incomodidad que su actitud provoca en los que le escuchan, ya que les desnuda y acusa) y por ello pagará con su vida, para reponer el orden social (hay un diálogo en la casa de La Chesnaye en París: -Christine: La mensonge, c’est un vêtement très lourd à porter; -Robert: Le mensonge, vous exagérez!)
Así, contra la sinceridad individual (conciencia individual, de Durkheim), la película (la realidad misma reflejada en el film) impone la “verdad social” (conciencia colectiva, según el sociólogo francés): hace de la mentira una INSTITUCIÓN de clase más fuerte que las conciencias individuales.
El universo social de “LA RÈGLE DU JEU” no tiene más que una sola regla: el egoísmo del deseo y de la posesión (impulsos que sustentan la sociedad capitalista burguesa, con su ley del beneficio y de la propiedad). Los principios morales no son más que ilusiones indispensables que reclama la alta burguesía, para el mantenimiento de su poder.
Por esto, el significado de la FIESTA en La Colinière tiene una extraordinaria importancia: a) pone en escena una vida vacía y sin horizonte, caricatura de una diversión infantil de ricos satisfechos; b) utiliza la figura de la máscara y del disfraz como emblema de la hipocresía, donde cada uno sólo vive el ROL que está condenado a jugar/interpretar (jouer) (Marceau, lo ha comprendido muy bien, cuando pide ser “disfrazado” de doméstico: “avoir un habit, c’est mon revé”); c) revelación a través del carnaval, de la verdad profunda de las relaciones y móviles de los personajes que remiten al egoísmo y violencia de sus pulsiones; d) reflexión sobre la mentira de una sociedad que pretende ofrecer a todos la libertad, en la mezcla igualitaria de actores y espectadores, que es una ilusión: cuando la pieza acabe, el orden de la desigualdad, autoritario, se restablecerá, con la expulsión de los sirvientes (Schumacher, Marceau) y el castigo de André
Tema fundamental
de la película, unido al explicado más arriba, es el de la RELACIÓN
entre SEÑORES Y CRIADOS (maîtres et valets), es decir, la relación
entre CLASES SOCIALES.
El universo jerarquizado, organizado sobre la división horizontal del espacio, que instala en el sótano a los “domésticos” (criados), para reservar a los señores las plantas superiores.
Los criados del
film adoptan los valores de los señores: son felices con sus
pequeños placeres bajo la protección de sus amos (Lisette,
sacrifica su matrimonio a estar con su señora Christine; Marceau
cumple su sueño de vestir uniforme cuando Robert le contrata, tras
perdonarle su oficio de cazador furtivo en su finca)
Estos criados
(clase obrera, carente de conciencia social, alienada) tienen el
sueño de la integración social en el mundo de sus señores, como ha
señalado Daniel
Serceau en “Jean Renoir, l’insurgé”.
La figura del cambio de roles se manifiesta en varias situaciones (las confidencias de Christine y Lisette sobre su deseo de maternidad, el plano que presenta a Marceau y Robert, mostrando a éste insatisfecho en sus obligaciones de señor y al primero apoyándole)
Podríamos, para finalizar, trazar un cuadro, siguiendo el libro de Guislain, Amiel y otros: “Règle du jeu. Jean Renoir”, de los niveles jerárquicos del orden social de la película:
- Héroe: André Jurieux
- Señores: Saint-Aubin – Chirstine – Robert – Geneviève
- Artista fracasado: Octave
- Sirvientes: Lisette – Schumacher
- Marginal: Marceau
- P. Guislain, V. Amiel et autres: “La Règle du jeu. Jean Renoir ” Profil d’une oeuvre. Hatier. Paris. 1998
- Jean-Albert Bron: “Étude sur Jean Renoir. La Règle du jeu ” Épreuves de Français Terminal. Résonances. Ellipses. Paris. 1998
- Jean Renoir: “La Règle du jeu ”. Le livre de Poche. Paris. 1998
- Jean Renoir: “Mi vida y mi cine ” Akal. Madrid. 2011
Francisco Huertas Hernández. 2014
7 comentarios:
¡Qué bien escrito y qué generalidad de análisis! La tendría que ver otra vez, he visto mucho cine de muy joven que me impresionó como éste y los años dan más sabieza para mejor valorarlos.
Excelente análisis!
Qué barbaridad de análisis, Francisco...
¡¡Enhorabuena!!
Mi película europea favorita de todos los tiempos.
No solo una lúcida e implacable representación de la eterna lucha de clases, sino un ejercicio fílmico poco menos que milagroso.
Es la única película que he visto en la que en varias escenas he tenido que darle a stop para asimilar cinematográficamente lo que acababa de ver .
Escenas en que Renoir usaba a la vez el movimiento de la cámara, el de los actores, la profundidad de campo y una perfecta dirección artística y sin embargo, todo fluye y no parece empastado.
Le pasa a esta película lo que a las novelas de Jane Austen: las montas y las desmontas y sigues sin saber cómo diablos lo ha hecho.
Una película que tiene una particularidad que tienen muy muy pocas: está viva.
Es un ser vivo.
Larga vida a "La regla del juego".
Me he quedado impresionada de cómo analizaste esta película. No conocía esta publicación. Magistral cómo la diseccionas desde tanto puntos de vista. Qué dedicación. La película lo merece, es excelente. Es inteligente, cáustica y muy bien narrada. Y de uno de mis directores favoritos, lo admiro mucho. Enhorabuena!
¡¡Qué trabajo hay en este análisis!!
Completísimo, desde tantas perspectivas.
Porque sin duda esta película es un prodigio de una riqueza y de una complejidad, técnica, temática, histórica, apabullante. Para mi también es una peli preferidísima -fue de las primeras que comenté en este grupo hace varios meses-.No queda mucho que decir...También me impresiona la secuencia de la cacería. Yo la interpretaba además como un juego -uno más-metafórico entre los animales muertos y las personas que habitan esta historia.
¡¡Mis más sentidas felicitaciones!!
Éste es el ANÁLISIS DE "LA RÈGLE DU JEU" de Jean Renoir realizado por MARÍA VERCHILI (Mary Hall):
"La règle de jeu", Jean Renoir (1939).
¿Y cual es la regla del juego?
Ríos de tinta han corrido para explicar la complejidad temática y estilística de esta película excepcional que Renoir terminó con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, y que quizá, por la urgencia de ese contexto histórico, resultó un rotundo fracaso de crítica y público. Como consecuencia fue drásticamente mutilada hasta hacerla irreconocible, y solo al cabo de viente años se restauró y comenzó su exitosa andadura hasta nuestros días.
Porque la obra maestra de Renoir atesora una modernidad- causa más probable de su sonoro rechazo inicial-, que la convierte en un artefacto audiovisual poliédrico, intemporal y exquisitamente trascendente. Su estudio de los caracteres humanos, los de la alta burguesía, y también los de sus sirvientes, la convierten en pionera, y sin duda antecedente de películas maravillosas como "Gosford Park", Robert Altman, (2001), o míticos seriales televisivos como "Upstairs, Downstairs" (1971) o "Downton Abbey" (2010). Porque en esta película los modos de vida de sus protagonistas están marcados por una convención social basada en las apariencias, que enmascara engaños amorosos y deslealtades entre los amigos. Y que termina por componer un crisol desesperanzado, y a la vez profundamente humano, a través de la mirada crítica de Renoir.
El personaje de Christine, al inicio del relato, después de escuchar por la radio el multitudianrio recibimiento a su amante aviador, André Jurieux, que acaba de cruzar el Atlántico volando, la apaga con cierta alteración, y se prepara para un evento social, mientras interroga a su sirvienta Ivette sobre sus pretendientes. Su marido, en una habitación contigua, también está escuchando la noticia, e igualmente finge desinterés ante su esposa. Él mismo, como veremos, también mantiene una relación con otra mujer desde antes del matrimonio. Como personaje visagra, Octave, interpretado por el propio Renoir, antiguo amigo de Christine ejerce de instrumento comunicador de los personajes, como cómplice conocedor de todos sus secretos. Y esta amalgama de relaciones transcurre hasta la explosión final en la casa de campo de los marqueses de La Chesnaye, donde todos se reúnen para un fin de semana de caza y fiesta.
Precisamente, uno de los pasajes que me parece más característico del cine de Renoir- y me recuerda al naturalismo exótico que ejercitó años después en “Le fleuve” (1951)- es el de la caza. Esos planos continuos de los animales que corren en libertad, casi pictóricos-con rzón, Renoir descendía del genio impresionista-, a los que siguen los hermosos planos de los participantes en la cacería (fotogramas que acompañan este texto), hasta la resolución final del estruendo de las balas que alcanzan al conejo herido de muerte, se me antojan como una metáfora de los acontecimientos que se avecinan.
En este sentido la tensión en la casa, conforme transcurren las horas, aderezadas con los contradictorios comentarios de los protagonistas (Christine, tan pronto confiesa que su amante le resulta “demasiado sincero”, como discute con su amigo Octave sobre la falsedad de los tiempos y de las personas cuando supuestamente descubre la infidelidad de su marido), estalla trágicamente al final del metraje. Entre sombras, los sirvientes asesinan. Y los señores se ocultan. Vuelven al interior del castillo, al mundo de ambigüedad y amoralidad por el que transcurre su existencia.
Ésta es una obra maestra imperecedera y trascendente. Un estudio minucioso de la condición humana.
¿Qué opináis, cinéfil@s??
Renoir tiene colores vivos
De Renoir me atrapo su manera de dirigir y también su manera de escribir “Renoir, mi padre” y “Mi vida y mi cine” fueron libros brillantes. Que me dejaron pinceladas de genialidad sobre un hombre que se hizo tan grande como su padre, que era toda una gloria de la pintura impresionista. Y ser equiparado con el gran Auguste Renoir tener ese peso es como cargar con un durmiente de tren sobre las espaldas. Pero Jean Renoir siguió un proceso interno único se dedicó a hacer cine, al principio no le fue nada fácil, y como pasa siempre hay que probar y saber que si hay una falla hay que intentarlo de nuevo. Renoir fue tan persistente como un gran artesano diseñando una pieza para volverla no perfecta, pero si memorable. En “Una partida de campo” de 1936 es un cuadro impresionista tan virtuoso como los que había hecho su padre, la pintura y el cine.
Un hombre que había sido soldado durante la primera guerra mundial ya había tenido oportunidad de saber que la realidad puede superar a la ficción (cosa tristísima), en “La gran ilusión” de 1937 que para mí es la más grande de todas las películas bélicas que se han hecho creo que el sueño se antepone a la realidad y eso la transforma en un cuento ingenioso como el interior de un reloj.
En “La regla del juego” creo que todo lo aprendido aparece en la medida justa, película que es una obra casi perfecta y que podemos admirar desde este siglo con la grandeza que merece gracias a acríticas tan ricas como la que has servido Francisco. Meditaba en como las clases sociales son representadas los ricos arriba y los sirvientes abajo (pensé en la película “Parásitos” de 2019) y las cosas no han cambiado al día de hoy lo que me puede hacer creer en la grandeza de los hombres son pequeñas pinceladas de grandeza y “La régle du jeu” es una de estas pinceladas que mantiene el color vivo.
Marcelo López
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