Anoche soñé que volvía a Alicante
Paco Huesca García
Programador, cinéfilo, empresario cinematográfico y promotor cultural
Alicante (Espagne)
Botellas tras la "batalla" del "botellón" maduro
Calle Calderón, junto al Mercado Central
Alicante (España)
Anoche soñé que volvía a Alicante. En mi sueño me encontraba ante la ciudad, pero durante algunos momentos no pude entrar. Me lo impedían unas obras caóticas que no dejaban caminar por sus calles. En algunas no había ni aceras. Calles cortadas. Las luces de las farolas están a medio gas. Es una ciudad sin luz, a oscuras. Entre tinieblas. En penumbra.
Las fuentes nuevas están ahí, calladas pero secas, y algún árbol también. Las palmeras se derrumban. Aquello de "a la luz de las hogueras se abanican las palmeras..." pasó a la historia. El picudo, aunque se diga lo contrario, y los políticos siguen mintiendo, ha inundado la ciudad, sus barrios, parques, calles y avenidas. Y las palmas caen de cuajo, muertas.
Está sucia. El ruido es grande y el tráfico caótico. Siempre ha sido igual. No ha cambiado. Eso sí: hay flores, demasiadas, un derroche. Para cuando apriete el sol estarán secas, morirán sin remedio, y habrá que reponerlas.
Las plazas, plazoletas, paseos han sido tomados por mesas, sillas y sombrillas. Casi han dejado de ser espacios públicos abiertos. Ahora son casi privados.
La ciudad se ha quedado sin alma, no late su corazón. Por momentos solitaria, fantasmagórica, vacía.
Casi no hay cines. No hay colas. No hay vida. No hay conversaciones. Unos estudios de cine que no ruedan películas. Y la filmoteca no es para el verano. El Castillo de Santa Bárbara se alquila para eventos. Los comercios cierran imparables en a una crisis que no cesa. Se traspasan. Se alquilan. Están disponibles. Alicante se vende.
Cines "Astoria"
Plaza del Carmen
Alicante
Los mini cines "Astoria" fundados por Paco Huesca en 1979, hoy abandonados
Foto de Francisco Huertas Hernández
Plaza del Carmen
Alicante
Los mini cines "Astoria" fundados por Paco Huesca en 1979, hoy abandonados
Foto de Francisco Huertas Hernández
En las calles hay indigentes durmiendo por las noches. En los cajeros de los bancos que nos destrozaron. Donde pueden. En las arterias comerciales, alguna queda, mendigos, pedigüeños, indigentes, mimos y músicos que ponen banda sonora a una ciudad que se desmorona y se muere lentamente de orfandad, de soledad, de tristeza.
Anoche soñé que volvía a Alicante pero no pude entrar porque en el fondo, ésa, ya no era mi ciudad. Igual era Manderley y no me di ni cuenta.
Anoche soñé que volvía a Alicante pero no pude entrar porque en el fondo, ésa, ya no era mi ciudad. Igual era Manderley y no me di ni cuenta.
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