viernes, 24 de abril de 2020

"Alphaville" (1965). Jean-Luc Godard. Poesía vs. Lógica. Sci-Fi Noir. Francisco Huertas Hernández. Análisis filosófico de una distopía tecnocrática


"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Poesía vs. Lógica. Sci-Fi Noir
Análisis filosófico de una distopía tecnocrática 
Francisco Huertas Hernández




"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Natacha (Anna Karina) & Lemmy Caution (Eddie Constantine) 

 "Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (Lemmy contra Alphaville) es una película de ciencia ficción con estética y personajes de cine noir. Filmada en blanco y negro en localizaciones reales de París supone un ejercicio de ruptura con las convenciones del género fantástico: no hay maquetas, no hay efectos visuales. Los personajes se mueven por la noche o el alba parisinas confundidos con el presente. O bien su bajo presupuesto, o bien la voluntad provocadora e iconoclasta de su autor, o una mezcla de las dos cosas, hace que un simple ventilador se convierta en el omnipotente computador Alpha 60, y el Boulevard Périphérique en un viaje interplanetario.

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Alphaville: Silence - Logique
Securité - Prudence
¿Qué es Alphaville? ¿La primera ciudad? ¿La ciudad ideal? La utopía o distopía -el "mal lugar", una sociedad ficticia indeseable en sí misma- del control tecnológico. Un ente no-humano, que trasciende el poder de la inteligencia humana, administra la libertad de las personas. El control se llama lógica y se presenta como una consecuencia deductiva de los datos. "Gregory Claeys y Lyman Tower Sargent, hacen ciertas distinciones entre distopías. Por ejemplo, definen las distopías literarias como sociedades imaginadas como sustancialmente peores que la sociedad en la que escribe el autor". Godard es un romántico. Por eso denuncia la razón tecno-científica que ha organizado la explotación de los recursos naturales y ha terminado por convertir a la humanidad en un "recurso" más. Fue el escritor británico George Orwell (1903-1950), uno de los referentes en la descripción de mundos distópicos, quien habló de un "Big Brother", un poder desconocido que ejerce el control desde las cámaras que vigilan la vida pública y privada de todos los súbditos. La psicoanalista Marie-Hélène Brousse identificó el Über-Ich (Super-Yo) freudiano -conciencia moral- con el "sistema" tecnológico. El "Big Brother" orwelliano tiene apariencia humana, pero nadie lo conoce. Solo es una imagen en la pantalla. Quien controla realmente es la pantalla, la tecnología. La necesidad de un "padre" -protector y castigador- es una constante en la historia. Sacrificar la libertad a la seguridad es el tema del "contract social" de Rousseau como origen de la sociedad, pero es también la expresión de la cobardía humana que teme a los otros y se entrega a un jefe. La tecnología simboliza el triunfo de la ideología del progreso. Todos confiamos ciegamente en que las máquinas, las computadoras, no se equivocarán. La "lógica" del sistema hace olvidar que éste ha sido diseñado introduciendo ciertos parámetros que son valores y responden a intereses humanos. Pero, ¿qué pasa cuando la "lógica" interna de la máquina escapa a la dirección humana? Ese es uno de los motivos de la ciencia-ficción: la rebelión de las máquinas. Y me pregunto yo, ¿no es el sistema judicial en la aplicación "lógica" y "objetiva" de la ley otra encarnación más cercana de esa deshumanización de la mentalidad técnica, instrumental, que ve al ser humano como un medio, un dato, una cifra?

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Lemmy Caution (Eddie Constantine) se hace pasar por el periodista Ivan Johnson -de "Nueva York" (sic)- y va con su cámara barata fotografiando todo lo irrelevante. Dice trabajar para "Figaro-Pravda". El espía que se disfraza de periodista: un espía que se hace pasar por "espía". ¿No es el periodismo un vigilante de la vida de los otros?

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Lemmy Caution (Eddie Constantine), armado con una pistola, lee "Le Grand Sommeil" (The Big Sleep), la novela de Raymond Chandler (1888-1959), una de las obras clave de la novela negra americana, publicada en 1939, protagonizada por el detective Philip Marlowe. Lemmy es una parodia de estos detectives de la novela negra, como Marlowe, o Sam Spade, de Dashiell Hammett. Humphrey Bogart encarnó a ambos detectives en el cine: "The Big Sleep" (1946). Howard Hawks, y "The Maltese Falcon" (1941). John Huston 

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Henri Dickson (Akim Tamiroff) es el espía desaparecido cuya búsqueda lleva al "héroe" a territorio enemigo. Él tiene las claves de ese enemigo y se las transmite a su colega antes de morir

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Henri Dickson (Akim Tamiroff) y Lemmy Caution (Eddie Constantine). El viejo espía alcoholizado conoce las palabras secretas que derrotarían al "sistema lógico" de control por mega computadoras

 El detective Lemmy Caution (Eddie Constantine) -haciéndose pasar por el periodista Ivan Johnson- es enviado desde los Países Exteriores a la ciudad de Alphaville -situada a años luz de la Tierra- para localizar a un agente desaparecido, Henry Dickson (Akim Tamiroff). Lo encuentra, pero muere transmitiendo un extraño mensaje: "Conscience, détruire Alpha 60, conscience... Tendresse... Sauve ceux qui pleurent". Alphaville está gobernada por la supercomputadora Alpha 60, cuyo creador es el Dr. Von Braun (Howard Vernon). La metrópolis futurista es una dictadura tecnocrática que persigue y asesina a los que no se adaptan, por exceso de individualidad y emocionalidad, ametrallándolos en el trampolín de una piscina. En esta tecnotiranía las palabras van siendo prohibidas. El vocabulario que expresa conceptos abstractos o sentimientos se elimina periódicamente. "Moi, Alpha 60 je ne suis que le moyen logique de cette destruction". El amor y la poesía -el libro "Capitale de la douleur" de Paul Éluard (1895-1952)- serán las armas que redimirán a Natacha (Anna Karina) -hija del Dr. von Braun- y salvarán a la ciudad de su inhumanidad.

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Godard con sarcasmo convierte un tubo fluorescente y un ventilador en una potente super computadora. Eso se llama "hacer de necesidad virtud". Los monólogos de Alpha 60 -uno de los tres protagonistas de la historia- son oráculos filosófico-políticos que, como "voz en off" distorsionada, explican los fundamentos de Alphaville: valor del presente, eliminación del pasado como memoria y del futuro como esperanza o proyecto, para lo que la supresión de palabras es esencial. Es un hallazgo humorístico que la institución que alberga esta mega inteligencia artificial se llame "Institut de Sémantique Générale" que remeda el "Cours de Linguistique Générale" (1916) de Ferdinand de Saussure

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Lemmy Caution (Eddie Constantine) llega al hotel de "L'Étoile Rouge" donde se hospeda Dickson. En la imagen vemos una "séductrice" (Christa Lang, actriz alemana que, más tarde, se casó con el director Samuel Fuller). Las "séductrices" son prostitutas que el Estado gestiona para dominar a la población masculina

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Natacha (Anna Karina), la hija del Dr. Leonard von Braun, también conocido como Nosferatu. Su misión es recibir al "extranjero". Podría ser otra espía, aunque no lo parece. La belleza de la actriz danesa, pareja de Godard, es uno de los ejes en los que se sostiene la trama, que, a primera vista, parece absurda y desmañada

 El personaje de Lemmy Caution, creado en 1936 por Peter Cheyney (1896-1951), fue interpretado por Eddie Constantine desde 1953 -"La môme vert-de-gris"- en una serie de películas de serie B, "pero Godard lo reinterpreta deliberadamente como una caricatura estereotipada, una parodia". 

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Natacha (Anna Karina) resplandeciente.
Anna Karina -con su radiante belleza e inocencia- es uno de los ejes del film. Si Lemmy es el hombre rudo y violento que tiene que cumplir una misión, ella es la mujer delicada e inocente, que ignora su origen porque está "programada" como todos los habitantes de Alphaville. ¿No recuerda esto demasiado a "Blade Runner"?

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Lemmy Caution (Eddie Constantine) mira el retrato del lider de Alphaville. Ese hombre le resulta conocido

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Lemmy Caution (Eddie Constantine) en la "prueba de la verdad". Sus respuestas -llenas de sarcásticas citas literarias extemporáneas- a la super computadora Alpha 60, o Alpha 5, generan desconcierto en la máquina. Parte de la genialidad literaria de Godard está diseminada en estos diálogos

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Dr. Leonard von Braun (Howard Vernon), o la ciencia sin moral. Diluido en su poder frente a la todopoderosa máquina pensante Alpha. Su relación con su hija es extraña, por no decir un descuido del guión

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
La originalísima escena de la piscina. La muerte como espectáculo

 De los temas que se entrelazan en el largometraje emerge en primer lugar la crítica de una sociedad técnica controlada por computadoras que administran o planifican siguiendo una lógica que desprovee a la vida de individualidad y creatividad, de emoción y libertad. En un mundo así, la palabra -la literatura- es la libertad. Paula Segovia señala: "La palabra es la auténtica subversiva, la palabra que en la obra de Godard siempre toma un papel desafiante, protagónico. Palabras prohibidas versus palabras permitidas, palabras publicadas en una biblia y no en un diccionario, el mandato divino sobre el mandato de los hombres, el mandato de una máquina sobre la vida humana. Alpha 60, ese ventilador que enceguece la mirada con sus haces de luz, dictamina en monótono soliloquio, mientras sus palabras son veneradas y cumplidas"

 La poesía
-entendida como acto de creación de la vida desde la imaginación y el amor- es una constante en la obra de Godard. Los textos literarios discurren junto a las imágenes, de manera yuxtapuesta (Arthur Rimbaud en "Pierrot le Fou"). "Capitale de la douleur" de Paul Éluard -texto del que se examinan los alumnos del Bac en Francia- porta el antídoto contra la tecnocracia tiránica. Recupera la consciencia, la ternura y el amor en Natacha, y es un contrapeso de la violencia y la frialdad de Lemmy.

 Como toda gran obra de arte, que exige contem
placiones sucesivas, también "Alphaville" vela en una primera mirada parte de su compleja densidad semiótica, filosófica y política. La inicial extrañeza ante la falta de correspondencia entre imágenes y narración, los movimientos ininteligibles de Lemmy, disparando a todo lo que se mueve, deshaciéndose de "séductrices" -empleadas sexuales-, el sentido del humor que remite a referentes de la cultura pop -cómic-, la parodia de clásicos del séptimo arte y de la literatura -citas de La Fontaine, Bergson, Nietzsche, Pascal o Céline que suelta Lemmy fuera de contexto-, y, sobre todo, la factura formal del cine de Godard: filmación cámara en mano, saltos de plano, fueras de plano, sonido directo, fotogramas congelados, planos sin sonido, sin positivar... todo ello exige un espectador sumamente activo, entregado, y, que, a buen seguro, quedará marcado por la belleza poética final de la obra. En esta película solo hay una escena en la que, deliberadamente, el director busca la belleza, la escena de amor, en la que el rostro de Anna Karina gira envuelto en sombra recitando versos liberadores.

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Lemmy Caution (Eddie Constantine) & Natacha (Anna Karina)

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Natacha (Anna Karina) & Lemmy Caution (Eddie Constantine) comen. Un plano de armónica composición

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Lemmy Caution (Eddie Constantine) & Natacha (Anna Karina)

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Natacha (Anna Karina) en penumbra

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Natacha (Anna Karina) leyendo "Capitale de la douleur" (1926), libro de poemas de Paul Éluard. El autor surrealista dedicó la obra a su mujer, Gala, que años más tarde se casó con el pintor Salvador Dalí. La potencia liberadora de la poesía, como sustancia íntima del lenguaje no-lógico, es una constante en la persecución que todas las tiranías han ejercido contra los escritores. En otra famosa distopía, "Fahrenheit 451" (1953) de Ray Bradbury, la escritura ha sido sustituida por la imagen y los bomberos queman libros escondidos por disidentes. Para conservar el contenido, los que han huido, memorizan los libros antes de destruirlos. Cada uno "es" un libro. Los libros prohibidos en la dictadura militar de Franco circulaban en las trastiendas de las librerías y en ediciones hispanoamericanas. Leer es un acto de resistencia íntima, porque leer es un ejercicio de libertad y pensamiento individual que singulariza a la persona. En estos poemas de Éluard, Natacha "recuerda" -anamnesis platónica- palabras perdidas como "consciencia", "ternura", "amor", cuyo sentido desconocía. La "verdad" de la poesía es su "revelación" de la vida y la belleza

 A los que solo admiten el cine como narración de acontecimientos que respeten las reglas lógicas de espacio, tiempo y acción los experimentos cinematográficos de Godard les resultarán incomprensibles y pretenciosos, pero para los que conciben el lenguaje del cine como una búsqueda estética abierta y en diálogo con la filosofía, la política o la literatura films como éste supondrán una experiencia única, infinitamente enriquecedora. Si en el momento en que se rodó pudo parecer anacrónica con su estética "feísta" de cine negro y su representación del futuro dentro del presente, hoy "Alphaville" resulta de una modernidad asombrosa. Su influencia ha sido enorme. "2001, A Space Odyssey" (1968) de Stanley Kubrick copia en el super computador HAL 9000 a Alpha 60; "Blade Runner" (1982) de Ridley Scott -o la novela en que se inspira, "Do Androids Dream of Electric Sheep?" de Philip Dick- recrean casi milimétricamente la historia de amor entre el detective y la chica: Rick Deckard es Lemmy Caution -sin poesía ni cicatrices- y Rachael es Natacha -sin la belleza ni el misterio de Anna Karina-.

 "Alphaville" -
que dio nombre a unos recordados cines de Madrid y a un grupo pop alemán de los 80- es pionera del subgénero "noir punk" y sirve de inspiración a artistas de los más variados 
géneros.

 "Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" es una película moderna en su prospección de la orfandad humana en medio del dominio técnico. Tiene la suficiente poesía -incrustada entre tiros, puñetazos y persecuciones- y belleza en los ojos profundos de Anna Karina. Cuenta con una banda sonora absolutamente prodigiosa de Paul Misraki (1908-1998). Y, pese a quien pese -esos retrógrados que solo admiran el cine de Hollywood con su modo de representación institucional- es la creación genial de uno de los artistas más valientes e innovadores de eso que llamamos "séptimo arte"

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Affiche

Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution
Réalisation: Jean-Luc Godard
Scénario: Jean-Luc Godard
Musique: Paul Misraki
Photographie: Raoul Coutard
Production: André Michelin
Montage: Agnès Guillemot
Assistants réalisateur: Charles Bitsch, Jean-Pierre Léaud
Pays d'origine: France | Italie
Langue: français,
Tournage: du 4 janvier 1965 au 14 février 1965
Format: Noir et blanc - 35 mm - 1,37:1
Son: Mono
Genre: Film dramatique, Film policier, Film d'espionnage, Film de science-fiction
Durée: 99 minutes
Dates de sortie: 5 mai 1965

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Eddie Constantine, Jean-Luc Godard et Anna Karina. Set

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Anna Karina et  Jean-Luc Godard. Set

"Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution" (1965). Jean-Luc Godard
Jean-Luc Godard, Anna Karina, Eddie Constantine et l'équipe du film

Distribution
Eddie Constantine: Lemmy Caution
Anna Karina: Natacha Von Braun
Akim Tamiroff: Henri Dickson
Howard Vernon: Pr. Leonard von Braun/Nosferatu
Valérie Boisgel: la deuxième séductrice d'ordre 3
Jean-Louis Comolli
László Szabó: le scientifique
Michel Delahaye
Jean-Pierre Léaud: le serveur à l'hôtel
Christa Lang: la séductrice de l'hotel de l'Étoile rouge avec Henri Dickson


16 comentarios:

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

He olvidado poner muchas cosas buenas de esta película: a) la lengua francesa exquisitamente declamada por los actores; b) la fotografía; c) la hondura filosófica de Alpha 60 haciendo una exposición original de la crítica de David Hume al Principio de Causalidad....

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

No me canso de ver la película. La segunda mitad es mucho mejor, porque en ellas el amor y la poesía se unen. Y llega la luz. Esa escena de amor es una joya del cine. Y Anna Karina... ese prodigio...

Unknown dijo...

Godard es un maestro. Muy de acuerdo en todo

Estrella Millán Sanjuán dijo...

Cuántas veces habré escuchado y leído hablar de esta película y nunca la he visto. Impresionante tu artículo, se nota que te encanta y te hipnotiza. Y la influencia que dices que tuvo en 2001... y en Blade Runner. No me acordaba del grupo de música, es verdad. Qué tiempos.
Pues ya está en la cola de mi lista de pelis por ver. Tienes la cualidad de crear emociones con tus descripciones de cada detalle y los fotogramas que pones. Godard es muy especial, no a todo el mundo le gusta. Y si ha hecho una película que todavía se ve moderna y con "4 francos" , pues ahí está su merito e ingenio. La veré.

Ruben14 dijo...

Gran artículo como siempre, super didáctico. Cada vez me gusta más Godard, ...y que maravilla los ojos de Anna Karina.

Roda Ballo dijo...

Es verdad que el cine de Godard no es nada fácil por su forma de narrar como a capas, unas irónicas otras distantes y otras románticas, este articulo nos ayuda a entender un poco más el cine de Godard en general y "Alphaville" en particular. Entre (1988 y 1998) Godard realizo una de las obras más importantes del director, y probablemente la mirada más lúcida e imperecedera jamás proyectada sobre la Historia del Cine, se trata de "Histoires du cinémaª, podemos disfrutar de ella en "filmin", os la recomiendo.

jdavdlopezsalas dijo...

Excelente mini ensayo de la película y por ende de las distopías, tan en boga en estos tiempos que corren. Posiblemente sea uno de los que más me ha gustado de todos los leídos por aquí ya que el tema me interesa bastante. A pesar de que he visto clásicos como "Metrópolis"o la propia "2001"me queda por ver esta joyita, gracias por la recomendación Francisco.

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Gracias a todos los que habéis comentado. Este artículo me gusta especialmente porque lo trabajé mucho. Y Godard no es para todos los paladares. Los Boyero, Pumares, y otros de su pelaje, han criticado este cine como pretencioso, vacío y anticine. Eso me recuerda lo que dijeron los críticos del ULYSSES de Joyce, que no era literatura

Estrella Millán Sanjuán dijo...

La he visto hoy. Cuando ya sabes de qué va, vuelvo a leer tu artículo y lo disfruto más. Tuviste que hacer un gran esfuerzo, película totalmente distinta a los cánones tradicionales. Extraña en todo, la narración, esos diálogos que no corresponden con la imagen, un Humphrey Bogart futurista con estética de cine noir, la música entrecortada, la voz en OFF como de traqueotomía,... Bizarra. Muy original la forma de plasmar esta distopía, sociedad totalitaria y tecnócrata.
No es de fácil visión si se espera un lenguaje y narración clásicos. Ahí radica su rareza, trata al espectador como sujeto activo, partícipe, desde luego no te deja indiferente por el esfuerzo que hay que hacer, sobretodo los primeros 15 minutos.
La idea está muy bien, crítica de sociedades vacías, personas sin voluntad, manejadas también por el lenguaje. Esa poesía y conocimiento que lo cura todo, la pasión...

Anónimo dijo...

Magnífico artículo. Me ha llamado la atención lo del noir-punk; muy acertado. La película, en clave de cómic, que tanto amaba el audaz director que ayer nos dejó, es una de las más bellas distopías del cine, con grandes transgresiones de la cuarta pared.
Felicitaciones Francisco

Isabel G. Oliveros

MARCELO dijo...

Godard fue un ingobernable, un rebelde hasta el final, posiblemente uno de los pocos artistas auténticos que quedaban...
El cine de Godard no da concesiones o lo amas a morir o lo odias con la misma intensidad fue un artista honesto en esa área fue intocable. Cuando le quisieron dar el Óscar honorifico no fue a buscarlo cosa que estuvo bien para qué diablos quería ese trozo de metal cuando él Godard es el cine, Alphaville tiene una fuerza que no ha parado al revés hoy día la manipulación de ese poder oculto continua ese poder que hace que todos se arrodillen que se llama CAPITALISMO y al que Godard le dio la espalda.

Anónimo dijo...

Muchas gracias Isabel

Anónimo dijo...

Muchas gracias Marcelo

Anónimo dijo...

gran artículo

Anónimo dijo...

Genial ensayo de un Francisco Huertas que siempre nos descubre tesoros. Felicidades

Francisco dijo...

Juan Domínguez, amigo y Maestro dice:

Obra maestra de Godard. En efecto, como señala en su apasionante y esclarecedor análisis, se trata de un filme de ciencia ficción con estética y personajes de cine noir" que fusionadas las trasciende, introduciéndonos en una suerte de alucinante y durísima dictadura tecnológica de estricto control personal, social y cultural, que con la coartada de progreso y orden elimina bajo formas rituales a personas y palabras "inadecuadas". Casi sesenta años después del estreno de este extraordinario filme revolucionario nos damos cuenta de que varias de sus alegorías van tomando sentido y realidad. ¿No hay acaso quienes ya bajo la justificación de "nada fuera del orden y reglas" (que ellos mismos han establecido en función de sus intereses ), pretenden desde ya sujetarnos a un orden mundial unilateral controlado principalmente por grandes consorcios económico-financieros que en muchos aspectos guardan aspectos con la siniestra dictadura tecnológica que visualiza genialmente Godard? Alphaville es un filme de visión imprescindible. Si ya la han visto hay que verla nuevamente, obviamente sin dejar de leer el esclarecedor y formidable análisis del enlace.