jueves, 16 de abril de 2020

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau. Omnia vincit Amor: et nos cedamus Amori. Francisco Huertas Hernández


"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Omnia vincit Amor: et nos cedamus Amori
Francisco Huertas Hernández




"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Belle (Josette Day) & Bête (Jean Marais)
Solo el amor triunfa

 "La Belle et la Bête" es una adaptación cinematográfica dirigida por Jean Cocteau (1889-1963) del cuento de la escritora Jeanne-Marie Leprince de Beaumont (1711-1776), que se inspira en Apuleyo (s. II) ("Metamorfosis"), aunque esta leyenda pertenece a ese acervo común del folklore universal: el encuentro entre la belleza y la monstruosidad, lo humano y lo animal.

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Avenant (Jean Marais) & Belle (Josette Day)
Belle aparece como una "Cenicienta" (Cendrillon) al comienzo de la historia: sirve a sus hermanas y no es consciente de su belleza. El nombre de "Avenant" significa "respaldo", lo que tiene sentido. Él es el único punto de apoyo de Belle: la ama

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Adélaïde (Nane Germon), Belle (Josette Day), Père (Marcel André) & Félicie (Mila Parély)
Belle, ¿por qué sirves si tú eres reina?

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau

 Jean Cocteau era escritor, y ésta fue su primera película, por lo que necesitó a René Clément como ayudante de dirección. "La Belle et la Bête" es un cuento de hadas sin hadas, una leyenda fantástica, para la que el director pide en los créditos al espectador un poco de ingenuidad: "C'est un peu de cette naïveté que je vous demande et, pour nous porter chance à tous, laissez moi vous dire quatre mots magiques, véritable "Sésame, ouvre toi" de l'enfance: Il était une fois..."

 Un mercader tenía
cuatro hijos: tres chicas y un varón (Ludovic). Una de las chicas (Belle) es maltratada por las otras (Félicie y Adélaïde) Ellas se dan humos a pesar de que la familia se ha arruinado. Belle tiene un pretendiente en la casa (Avenant), pero le rechaza porque no quiere dejar a su padre. Éste, un día se pierde en un bosque y encuentra un castillo encantado en el que habita una extraña criatura, mitad animal, mitad humano, que sorprende al mercader arrancando una rosa que le había pedido Belle antes de partir. La Bête dará muerte al hombre, o a la persona que elija en su lugar. Para salvar al padre, Belle monta el caballo mágico (Magnifique) de la Bête y se dirige al castillo. Allí la Bestia pide en matrimonio a la Bella cada tarde, pero ella añora a su padre. La Belle siente compasión por el animal, pero no amor. La historia continúa pero dejamos al espectador que vea la película...

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
El padre (Marcel André), no solo ha perdido el cargamento de un barco que le libraría de sus deudas, también ha perdido el camino. El bosque encantado al que arriba le depara una sorpresa...

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
El padre (Marcel André) en el banquete del castillo de la Bête. La magia la crea la escenografía de Christian Bérard. Es lo sobrenatural lo que espera al hombre que sueña, que se deja "encantar". La literatura tranquiliza al "animal racional", que decimos ser, introduciendo lo sobrenatural en los sueños del personaje. Don Quijote vio muchas maravillas en la cueva de Montesinos, pero el pérfido Cervantes nos hace creer que se había dormido. ¿Sueña el mercader lo que en el castillo vio?

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Belle (Josette Day) se interna en el "reino del misterio" a lomos del caballo "Magnifique", que cabalga al oír el conjuro del jinete

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Belle (Josette Day) entra en el castillo: la luz está viva, es encendida por una legión de brazos sin cuerpo

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
El decorado de Bérard incluía paredes vivas y puertas con movimiento y voz. El alma de las cosas es uno de los pilares de lo sobrenatural. ¡Claro, por eso es sobrenatural! Si las cosas tienen alma, acaso el humano no es el rey ni el observador único del mundo. La ciencia del mundo sería automáticamente distinta si otras criaturas pudieran situarse frente a nosotros, mirándonos, calculándonos y juzgándonos. Esa condescendencia que el homo sapiens ha tenido con la Naturaleza, a la que desde Francis Bacon (1561-1626) se ha considerado una "herramienta" humana: la "natura torturata", a la que hay que "arrancar" sus secretos. En el dominio de la magia la Naturaleza no solo no debe ser "sometida" sino que habla al ser humano. La Bestia de la película solo tiene poder por la magia. Y ésta es el "encantamiento" de la naturaleza. Lo animado cobra voz, pero también lo inanimado, y guía o destruye al humano, porque éste ha dejado de escuchar su voz

 Cinematográficamente hablando, esta obra es una joya del séptimo arte. Los decorados y vestuario de Christian Bérard (1902-1949) recrean el universo visual del ilustrador Gustave Doré (1832-1883), del pintor flamenco Johannes Vermeer (1632-1675) y el onírico mundo de los cuentos de hadas de Charles Perrault (1628-1703). Los desplazamientos del mercader, primero, y, luego, su hija Belle por el castillo, con sus pasillos de candelabros vivos en forma de brazos, paredes con ojos, cortinas al viento, ramajes y lagos, fotografiados en blanco y negro por Henri Alekan (1909-2001) con delicadeza son inolvidables. La partitura musical de otro amigo de Cocteau, Georges Auric (1899-1983), miembro del "Grupo de los Seis", dirigida por Roger Désormière (1898-1963) contribuye al pathos de la fantasía nocturna.

Christian Bérard (1902-1949)
Pintor, escenógrafo, modisto, diseñador, diseñador de vestuario e ilustrador. Trabajó con Jean Cocteau y Louis Jouvet (1887-1951). Diseñó toda la parte visual de "La Belle et la Bête"

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Diseño de vestuario realizado por Christian Bérard

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Jean Marais maquillándose como "Bête"

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Foto de estudio: Jean Marais y Josette Day

 Jean Cocteau contó con su amado Jean Marais (1913-1998) para el rol principal. La caracterización como Bête -con largas sesiones de maquillaje- es un referente de la iconografía moderna. Marais interpreta tres papeles: Avenant -el enamorado de Belle-, la Bestia y el Príncipe redimido por el amor. Su belleza y su físico superdotado son el contrapunto a la hermosura de Josette Day (1914-1978) en el rol de Belle, que tiene que transitar de casi sirvienta a reina de los sueños de la Bête. Aunque Hollywood había producido ya el film "King Kong" (1933), en el que la Bestia es, en efecto, un animal sin voz, pero con deseo de belleza, Cocteau se sitúa en otra dimensión: no es entretenimiento ni efectismo lo que busca sino poesía y calma. Frente a la velocidad del nuevo imperio americano, la quietud de una Europa que ha tamizado sus mitos depurándolos en símbolos que remiten al inconsciente colectivo.

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Títulos de crédito escritos en tiza en una pizarra por Jean Cocteau

 Cocteau abre la película en un juego de prestidigitación: su mano escribe en una pizarra los nombres de los intérpretes que ellos mismos borran para que el autor soberano siga escribiendo nuevos nombres. La realidad es anterior a la fantasía, como en el Quijote. La fantasía se introduce con la apelación a la "ingenuidad" (naïveté) infantil, para quienes nacieron los cuentos de hadas. Cocteau pide al espectador que vuelva a ser niño, naïf, por un rato: que vuelva a creer en lo sobrenatural, en animales que hablan, y en tesoros y bosques encantados, en la magia. ¡Oh, magia, tú que elevas las almas por encima de las leyes físicas! ¡Te llamaron magia y querían decir poesía! El reino de la imaginación. Allí, a ese territorio olvidado por el adulto, quiere Jean Cocteau transportarnos.

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Bête (Jean Marais) & Belle (Josette Day). La mujer duerme y la Bestia la observa. Al principio ella tiene miedo, por lo que él se esconde durante el día. Pero necesita contemplar su belleza para "humanizarse". Platón diría: "divinizarse". En el tránsito de lo animal a lo humano está la voz y la razón, pero la voz quiere escuchar otra voz y la razón se siente nostálgica de algo más grande: el Bien, que es también la Belleza. Ese es el tránsito de lo humano a lo divino, del movimiento torpe del ojo hacia las cosas a la contemplación estática (extática) de lo que nos atrae estremeciéndonos. La Bête se hace divina porque ama la belleza

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Belle (Josette Day) & Bête (Jean Marais)

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Bête (Jean Marais). Primer plano

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Belle (Josette Day) & Bête (Jean Marais). La llave de oro (clé en or), uno de los amuletos mágicos que confieren poder al animal que ansía ser humano

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Belle (Josette Day) ante el espejo (miroir) mágico. El misterio del espejo está presente en los cuentos del folklore. En "Blancanieves" (Schneewittchen) de los hermanos Grimm, la reina malvada pregunta al espejo quién es la más guapa, y llega el día en que éste responde a la reina que Blancanieves es la más hermosa.

Jacques Lacan (1901-1981) explicó que existe una fase del desarrollo psíquico infantil entre los seis y los dieciocho meses llamada "estadio del espejo" (stade du miroir) en la que el niño está ya capacitado para percibir su imagen corporal. Y justo ahí es cuando se desarrolla el "yo". El concepto de "yo" (moi) en Lacan es muy complejo, pero equivale al "registro de lo imaginario":

"Le stade du miroir est le moment où l'enfant s'arrache de la fusion avec la mère et reconnaît... Ce moment est fondateur de l'être individuel et marque le point de départ de la... Le supposé Moi est en réalité une identification avec quelqu'un d'autre; ainsi... Je pense où je ne suis pas, donc je suis où je ne pense pas"

(El estadio del espejo es el momento donde el infante (infante etimológicamente significa "no-hablante") se arroja en la fusión con su madre e ilusoriamente "reconoce" en su madre o quien cumpla la función materna, tal momento es fundador del ser individual y marca el punto de partida, desde allí... El supuesto Yo es en realidad una identificación con algún Otro; así,... yo pienso donde no soy y soy donde no pienso)

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Belle (Josette Day) con el guante mágico. Con él puede viajar en el espacio

 El amor es la búsqueda de la belleza, escribió Platón en su inmortal "Banquete", pero la verdadera belleza es el Bien, por eso Belle acaba amando al "monstruo", porque es noble. La hermosura de Belle es del alma. Y esa mutua atracción redimirá a ambos de su apariencia. La Bestia -infame nombre que los humanos dan a lo que temen- ya no inspira temor, y, entonces, más allá de la compasión, la Bella se funde con él. Solo es feo lo que se desconoce y se teme. Lo que busca elevarse, hacerse puro, nunca puede ser feo. Las hermanas necias de Belle, Adélaïde (etimológicamente: "de noble aspecto") y Félicie (satisfacción anhelada o realizada en el goce) no pueden ser bellas porque son malas personas. Su querencia de riqueza, honor y comodidad las vuelve bestias.

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Príncipe (Jean Marais). "El amor puede hacer que un hombre se convierta en bestia (feo, monstruo), pero también que lo feo (malo) se vuelva bello (bueno)". Una enseñanza platónica.
"L’amour peut faire qu’un homme devienne bête, mais l’amour peut faire aussi qu’un homme laid devienne beau

 "La Belle et la Bête" es un viaje interior del adulto al niño, de la apariencia a la esencia del ser humano -perdida en los bosques brumosos de la memoria-, del egoísmo al amor. "Omnia vincit Amor: et nos cedamus Amori" escribió Virgilio (s. I a C.) en su X Égloga (El amor todo lo vence: cedamos al amor

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Affiche français

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Affiche français

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Affiche français

Titre français: La Belle et la Bête
Réalisation: Jean Cocteau et, non crédité au générique, réalisateur de seconde équipe: René Clément)
Scénario, adaptation et dialogue: Raul
Adapté de la version du conte publiée en 1757 par Jeanne-Marie Leprince de Beaumont
Musique: Georges Auric, orchestre dirigé par Roger Désormière
Directeur de la photographie: Henri Alekan
Opérateurs: Henri Tiquet, Raymond Letouzey, Robert Foucard
Montage: Claude Ibéria ou Héria
Décors: Christian Bérard, Lucien Carré et René Moulaert
Costumes: Christian Bérard, Antonio Castillo
Maquillage: Hagop Arakélian
Son: Jacques Carrère et Jacques Lebreton, assistés de H. Girbal et P. Gaboriau
Effets sonores: Raizenat
Régisseur général: Roger Rogelys
Photographe de plateau: Aldo Graziati
Scripte: Lucile Costa
Producteur exécutif: André Paulvé
Directeur de production: Émile Darbon
Pays d'origine: France
Distribution: Distina (Société Parisienne de Distribution Cinématographique)
Tournage dans les studios de Saint-Maurice
Tournage en 1945 près de Senlis (château de Raray) et en Touraine
Tirage: Laboratoires G.M Films
Genre: fantastique
Durée: 96 minutes
Dates de sortie: France: septembre 1946 (première au Festival de Cannes), 29 octobre 1946 (sortie nationale). États-Unis : 23 décembre 1947

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Josette Day y Jean Cocteau

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Jean Marais, Jean Cocteau, Josette Day & Michel Auclair entre sábanas

"La Belle et la Bête" (1946). Jean Cocteau
Josette Day, Jean Marais & Jean Cocteau comiendo

Distribution
Josette Day: Belle, surnommée "la Belle"
Jean Marais: Avenant / la Bête / le Prince
Michel Auclair: Ludovic
Mila Parély: Félicie
Nane Germon: Adélaïde
Marcel André: le père
Raoul Marco: l'usurier 
Doudou: Diane
Jacques Marbeuf
Noël Blin: un laquais
Christian Marquand: un laquais
Gilles Watteaux: un laquais
Le chien Moulouk: lui-même, générique
Jean Cocteau: voix de R. Marco / lui-même, effaçant le tableau du générique



12 comentarios:

Unknown dijo...

Sensible y profundísimo estudio de una obra sublime

Unknown dijo...

Genial

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Sumergirme en estas películas me reconcilia con el mundo. Merece la pena haber nacido. La cita de Virgilio resume la película. El AMOR es la fuerza vital, el anhelo de elevación, el poder de atracción que vuelve a las bestias divinas. Este cuento de hadas sin hadas es un diamante no apto para todos. Los demás que se queden con su bisutería...

Msnuel Gomez dijo...

Absoluta obra maestra.Ni Disney ni nadie de su factoria, tuvieron la cspacidad y espiritu poetico del gran Cocteau....Tuve la oportunidad, gracias a el Instituto Frances de realizar una retrospectiva a este maestro del realismo potico galo.Junto a su " Belle....La sangre de un poeta, Orfeo El testamento de Orfeo.Films singular que apela al sentido inteligible del espectador para extraet todas las posibilidades eticas y estetica de Jean Cocteau.Pelicula que, oficialmente, no se llego a Estrenar comercialnente.
Si se disponia de una copia en 16 mm.
Obra imprescindible para conocer el universo de este personimo autor.
Gracias por la acertada diseccion que haces de esta pelicula.Un placer, como es habitual,leerte.

Carlos Bermúdez. dijo...

Acertado comentario sobre esta onírica y mágica película que, como dice Francisco, pocos tendrán el privilegio de disfrutar, no solo en su plano visual cargado de lirismo sino también en su plano ideológico-filosófico, bordeado de poético, lo alegórico como reivindicación de que lo bueno/malo, feo/bonito está en un oscuro rincón de la mente humana. Si pensamos que la película se estrenó en momentos cuando millones de personas se debatían (literalmente) en una guerra fatricida, este filme cobra un valor cultural e histórico de gran magnitud. Es cierto, hay que tener cierta "sensibilidad" (que a veces yo llamo cultura) para apreciar a Cocteau y su obra. Gracias a comentarios o artículos como los del profesor Huertas, podemos tener una visión más amplia de aquella luz proyectada en el fondo blanco que resuena en nuestra entendimiento del mundo. Maese Pedro.

Ruben14 dijo...

Maravilloso artículo. Muy didáctico. Yo soy muy fan de la Nouvelle Vague pero la gente también debería saber que antes de...se hacía un cine maravilloso en Francia. Está película es un claro ejemplo y por supuesto me ha gustado mucho esta relación entre el amor según Platón y este film. La búsqueda de la belleza, de ese amor puro, ... Enhorabuena y sigue escribiendo, nunca te desanimes ...

Anónimo dijo...

La vi con unos 16 o 18 años por la tele y fue increíble verla. Como ya se ha dicho, nadie ha superado a esta película. Es una obra poética, una joya del cine. Es el máximo ejemplo del mito de la bella y la bestia. Otro ejemplo sería la mítica King Kong. Os recomiendo la lectura de los ensayos del filósofo Eugenio Trias, de sus tratados de la película Vértigo, "Lo bello de lo siniestro" y "Vértigo y pasión". En ellos habla de la atracción que tenemos de lo extraño, lo monstruoso...

jdavdlopezsalas dijo...

Gran artículo Francisco y muy completo, como nos tienes acostumbrados. Destaco sobre todo esa correlación de la que hablas del cine con otras disciplinas artísticas; ilustración, pintura, literatura, etcetc. la parte que más me ha gustado es la "confrontación" de 2 concepciones distintas de acercarse a la misma historia, la europea y la americana.

Estrella dijo...

La he visto y me parece una delicia. Cocteau relata el cuento de forma muy mágica, poética y con mucha sensibilidad. Es bellísima en lo gótico y surrealista de sus imágenes. Muy bueno tu artículo, me alegro de que escogieras este clásico, sin duda, mucho menos conocido para los niños y mayores de hoy en día. Apela a nuestra ingenuidad, haciéndonos pequeños otra vez. Maravillosa.

Wildberry continua dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Wildberry continua dijo...

Una película mítica... Marais dejó su relación amorosa -que no su eterna amistad- con Cocteau, quien escribió esta película para él, por un bailarín tras varias colaboraciones conjuntas en el cine...

Entre el 64 y el 66 rueda la trilogía de "Fantômas" junto a Louis de Funès. Marais interpreta de nuevo múltiples personajes: el papel del periodista Jerome Fandor y de Fantômas, que hacía mis delicias de niña, a la vez que luego me producía pesadillas...
Fueron dos artistas muy versátiles ambos.

MARCELO dijo...

La bella y la bestia que Cocteau filma y podríamos decir que reescribe para darle una profundidad acaso no vista en ninguna versión ni anterior ni actual desprende un arte fílmico tan inteligente y poético que nos sumerge en la ironía de un cuento de hadas tan real que hasta el vecino puede ser la bestia y la bella podemos encontrarla trabajando en una tienda de ropa. Un artista tan completo siempre mantiene su obra fresca parece que el tiempo no le afecta es tan actual todo el enfoque. Hasta Polanski en “Repulsión” saca algo de esta estupenda cinta, las manos sosteniendo los candelabros han sido copiados de una manera tan virtuosa haciendo de estas manos lascivas y depravadas. La música merece un apunte aparte es magnífica.