viernes, 8 de julio de 2022

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes. Cine y Revolución en México. Francisco Huertas Hernández & Marilú Mendoza Mendoza

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Cine y Revolución en México 
Francisco Huertas Hernández
Colaboración especial: Marilú Mendoza Mendoza

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Don Rosalío Mendoza (Alfredo del Diestro) & General zapatista Felipe Nieto (Antonio R. Frausto)
Sátira & Drama histórico unidos en dos personajes antitéticos. Elegir un plano de esta película sin Don Rosalío es traicionar la historia, pero sin Felipe Nieto, Don Rosalío no queda en evidencia como taimado y traidor. El General Nieto es la integridad moral, el amor, la lealtad, la valentía

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Águila Films. México
Antonio Prida Santacilia S. en C.
presenta
a
Créditos iniciales

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Alfredo del Diestro en "El compadre Mendoza"
con Carmen Guerrero y Antonio R. Frausto
Créditos iniciales

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Dirección: Fernando de Fuentes
Colaboración: Juan Bustillo Oro
Créditos iniciales

Fernando de Fuentes Carrau (1894-1958). Guionista, productor y director de cine mexicano. Autor de dos de las mejores películas nacionales de la historia: "El compadre Mendoza" (1934), y "¡Vámonos con Pancho Villa!" (1936), que, junto a "El prisionero trece" (1933), conforman su Trilogía de Cine de la Revolución"Inventó" el género cinematográfico de la comedia ranchera, con "Allá en el Rancho Grande" (1936), la primera película mexicana con gran éxito internacional. Descubrió al director de fotografía Gabriel Figueroa. Así mismo fue el primer director mexicano que hizo una película en color: "Así se quiere en Jalisco" (1942). Inició muchos géneros: el melodrama costumbrista con "La calandria" (1933); el cine de aventuras históricas con "El tigre de Yautepec" (1933); el cine de capa y espada con "Cruz Diablo" (1934); el cine de horror con "El fantasma del convento" (1934); o el melodrama familiar con "La familia Dresse" (1935)
Produjo numerosos largometrajes y escribió multitud de argumentos cinematográficos

Juan Bustillo Oro (1904-1988). Director de cine mexicano. Filmó películas de corte melodramático y nostálgico de la época revolucionaria y porfirista como "Ahí está el detalle" (1940), "En tiempos de don Porfirio" (1940), "Cuando los hijos se van" (1941), y "México de mis recuerdos" (1943).
Creó el "Teatro de Ahora", con la colaboración de Mauricio Magdaleno

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Fotografía de Ross Fisher. A. S. C.
Escenografía de Beleho S. A.
Argumento original de Mauricio Madaleno, Juan Bustillo Oro
Adaptación cinematográfica de Juan Bustillo Oro, Fernando de Fuentes
Arreglo musical de M. Castro Padilla
Créditos iniciales

La música de los títulos de crédito de Manuel Castro Padilla (1890-1940) mezcla sones de mariachi

Mauricio Magdaleno Cardona (1906-1986). Escritor y periodista mexicano. Junto a Juan Bustillo Oro inició un proyecto para crear un teatro social, anti burgués y revolucionario, al que llamaron el "Teatro de Ahora". Autor de novelas ("Campo Celis", "El resplandor", "Sonata", "La Tierra Grande"); cuentos ("El compadre Mendoza", "El ardiente verano"); y numerosos ensayos, especialmente sobre la Revolución.
Magdaleno formó parte de uno de los equipos creativos más connotados del cine mexicano: Emilio "El Indio" Fernández, como director; Gabriel Figueroa, como cine-fotógrafo, y él como guionista, contribuyeron a crear obras de la talla de "Flor Silvestre" (1943), "María Candelaria" (1944), "Río Escondido" (1947), "Salón México" (1948), "Pueblerina" (1948) y "La malquerida" (1949).
En la imagen aparece a la derecha

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Don Rosalío Mendoza (Alfredo del Diestro)
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Alfredo del Diestro (1885-1951). Actor chileno. Su trayectoria fue íntegramente mexicana. Protagonizó "Revolución" (La sombra de Pancho Villa) (1933) dirigida y protagonizada por Miguel Contreras Torres, sobre la Revolución Mexicana; "El prisionero trece" (1933) de Fernando de Fuentes; "Oro y plata" (1934) de Ramón Peón; "Nada más que una mujer" (1934) de Harry Lachman; "Silencio sublime" (1935) de Ramón Peón; "Las mujeres mandan" (1937) de Fernando de Fuentes; "Ni sangre ni arena" (1941) de Fernando Delgado, con Cantinflas

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Dolores o Lolita (Carmen Guerrero)
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Carmen Guerrero Franco (1911-1986). Actriz mexicana. Olvidada estrella que comenzó en Hollywood haciendo comedias con Mack Sennett. Su primer rol protagonista fue "Amor audaz" (1930). Louis J. Gasnier, A. Washington Pezet, junto a estrellas como Adolphe Menjou, Rosita Moreno y Barry Norton. Su personaje de Dolores en "El compadre Mendoza" (1934) de Fernando de Fuentes es el más hermoso de su corta carrera. Trabajó otra vez con Alfredo del Diestro en "Oro y plata" (1934) de Ramón Peón

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
General Felipe Nieto (Antonio R. Frausto)
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Antonio R. Frausto (1897-1954). Actor mexicano. Su papel más recordado es el de Tiburcio Maya en "Vámonos con Pancho Villa" (1936). Fernando de Fuentes. Notable fue su personaje como general zapatista en "El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes. Intervino en "Los olvidados" (1950). Luis Buñuel

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Atenógenes (Luis G. Barreiro)
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Luis Gonzaga Barreiro Zapian (1886-1947). Actor secundario mexicano. Trabajó en varias películas con Cantinflas: "Águila o sol" (1937). Arcady Boytler; "El gendarme desconocido" (1947). Miguel M. Delgado; "Gran Hotel" (1944). Miguel M. Delgado

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
María la Muda (Emma Roldán)
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María Blasa Emma Roldán Reyna (1890-1978). Gran actriz secundaria mexicana. Debutó en el cine colombiano con el film mudo "María" (1922). Residió en Hollywood rodando películas en español. Regresó a México con "El anónimo" (1931). Hizo más de 300 películas con las grandes estrellas del cine mexicano como Pedro Infante, Tito Guízar, Esther Fernández, Fernando Soler, Jorge Negrete, Rosita Quintana, Beatriz Aguirre, Carmelita González, Dolores del Río, María Félix y Flor Silvestre, entre las que destacan "El compadre Mendoza" (1934), "Allá en el rancho grande" (1936), ambas de Fernando de Fuentes; "Cárcel de mujeres" (1951) de Miguel M. Delgado; "Simitrio" (1960) de Emilio Gómez Muriel; "La Pasión según Berenice" (1976) de Jaime Humberto Hermosillo.
Sus interpretaciones eran versátiles, abarcando mujeres incultas, avariciosas, villanas, o abuelas. Además estudió diseño de vestuario en París, y fue una destacada actriz de televisión en más de 12 telenovelas

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Niño Felipe (José del Río)
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Análisis histórico, filosófico y fílmico

 "Mi abuelo, al tomar café,
me habla de Juárez y Porfirio,
los zuavos y los plateados.
Y el mantel olía a pólvora.

Mi padre, al tomar la copa,
me hablaba de Zapata y Villa,
Soto y Gama y los Flores Magón.
Y el mantel olía a pólvora.

Yo me quedo callado:
¿de quién podría hablar?"

Octavio Paz: "Canción mexicana"

"Lo volvieron calle
lo hicieron piedra

lo volvieron tarjeta postal
discurso político

lo hicieron película
ingenio azucarero

lo volvieron bigote
traje charro"

Homero Aridjis: "Emiliano Zapata"

 El arte es una imitación de la vida. Y la vida humana es una lucha eterna entre nuestra miseria y nuestro ideal moral. Todas las revoluciones anuncian el hombre nuevo, que se levanta de la injusticia. La Revolución Mexicana (1910-1928) representa una época convulsa en en ese camino. 

"El compadre Mendoza" de Fernando de Fuentes fue votada por la crítica como la tercera mejor película mexicana de la historia, en la famosa lista de "Somos" en julio de 1994. Forma parte de la Trilogía de la Revolución del mismo director, con "El prisionero trece" (1933) y "¡Vámonos con Pancho Villa!" (1936). Esta sátira política se transforma gradualmente en drama, con el paso del oportunismo del hacendado protagonista a la amistad entre el revolucionario y el terrateniente, y el discreto vértice triangular del amor platónico del joven general por la bella esposa de Don Rosalío.

 "El compadre Mendoza" narra episodios del periodo entre 1913 y 1919, cuando la Revolución Mexicana se había convertido en guerra civil entre los zapatistas y los contrarrevolucionarios de Victoriano Huerta, que había dado un golpe de estado y asesinado al presidente Francisco Ignacio Madero (1873-1913), tras la dictadura de Porfirio Diaz (1830-1915) que se extendió entre 1876 y 1911. Don Rosalío Mendoza (Alfredo del Diestro) es un terrateniente oportunista que simula ser amigo de todos los bandos. Cuando llegan los zapatistas, su secretario Atenógenes (Luis G. Barreiro) coloca el retrato de Emiliano Zapata, recibe con cordialidad a los soldados, e invita a los jefes militares a su mesa, donde las carnes, el cognac y los puros obsequian a los huéspedes. Cuando llegan los soldados del gobierno de Huerta, Atenógenes sustituye el cuadro de Zapata por el del presidente Victoriano Huerta, y se repite la hospitalidad fingida

 Rosalío Mendoza acude a la ciudad de México donde tiene un negocio de comisionista con sus hermanos. Allí conoce a una bella joven, hija de un deudor arruinado. El rico terrateniente se casa con Dolores (Carmen Guerrero) inmediatamente siguiendo su lema en la vida, "Ya sabe que yo soy un enemigo de romanticismos y suspiritos. Las cosas hay que hacerlas pronto y bien hechas", en el que el pragmatismo y la insensibilidad se dan la mano. Durante la celebración de la boda en la hacienda de Santa Rosa, los zapatistas, que han derrotado a los federales de Huerta, entran en el rancho de Mendoza. El Gordo, uno de los jefes, quiere ejecutar al terrateniente acusado de traición, pero aparece el general Felipe Nieto (Antonio R. Frausto) y salva a Rosalío. El coronel Martínez es ahorcado. 

 La boda de Rosalío y Lolita dulcifica el carácter codicioso de Mendoza, y éste pide a Felipe Nieto que sea padrino de su hijo, que tomará el nombre del general zapatista. Las visitas de Felipe a Santa Rosa son frecuentes. El amor platónico por Lolita se sublima en los cuidados y cariño que da al niño, con el que ejerce de verdadero padre. Pero la Revolución no da tregua, y un asalto zapatista a un tren que transporta grano de la cosecha de Mendoza lo arruina. 

 En el cuarto acto hay un giro en la trama, del género del film, que empezó siendo una sátira política, y luego se transformó en una comedia romántica, para alcanzar el drama histórico. Mendoza acepta la propuesta del pérfido coronel carrancista Bernáldez (Joaquin Busquets) y traiciona a su amigo y padrino de su hijo, tendiéndole una trampa en una cita con Bernáldez que simula pasarse al bando zapatista. Nieto es balaceado por la espalda y colgado. Dolores, que presintió la tragedia, parte con su hijo, mientras el remordimiento oprime a Mendoza.

 Un personaje secundario, la criada María, la muda (Emma Roldán), actúa como conciencia moral de Rosalío. Quizás sea la mejor interpretación de todo el reparto. Fernando de Fuentes ofrece un plano detalle de sus ojos en un duelo moral con el traidor Rosalío al final del film digno de Fritz Lang o Carl Theodor Dreyer. Todos los actores están a un gran nivel, y contrastan las gesticulaciones exageradas de Alfredo del Diestro, propias del cine cómico, con la sobriedad de Carmen Guerrero, que habla más con la mirada. Antonio R. Frausto, el héroe moral, sirve de "puente" en su actuación natural. El "gracioso" es Luis G. Barreiro, aunque evoluciona con el film hacia registros más dramáticos.

 Jochen Mecke escribe en su ensayo sobre "¡Vámonos con Pancho Villa!"  en el libro compilado por Christian Wehr, "Clásicos del cine mexicano. 21 películas emblemáticas desde la Época de Oro hasta el presente" que Fernando de Fuentes en su "intento de encontrar una estética de cine mexicana propia que residiría en una actitud menos melodramática y sensacionalista que la del cine de Hollywood, y una naturalidad y autenticidad más acorde" desarrolló un estilo semejante al "grado cero" de la escritura, de Roland Barthes. La ausencia de batallas en el film, "el estilo prosaico e impasible de la puesta en escena", todo ello contribuye a crear una impresión de autenticidad que se contrapone a las películas norteamericanas y sus "estereotipos" de lo "mexicano" en el arquetipo del campesino con sarape y sombrero. Fernando de Fuentes "en vez de presentar al pueblo y a la Revolución de una manera heroica, opta deliberadamente por una presentación sobria y desprovista de adornos esteticistas"Mecke resume el principio estético de Fuentes: "transforma la estetización de la Revolución en la revolución de la estética... Así, el director toma posición no solo por la historia que cuenta, sino también por la forma cinematográfica".

 El ritmo narrativo muy ágil está organizado sobre el recurso de la elipsis. Así lo explica Rubén Redondo en Cine Maldito: "Como buena película de los incipientes años treinta, las elipsis sirven para otorgar linealidad a una historia no lineal temporalmente, de modo que el paso del tiempo ("El compadre Mendoza" abarca en sus ochenta minutos de duración más de siete años de la Revolución Zapatista mexicana) es prácticamente imperceptible para el espectador. Únicamente se hace sentir el paso de los años a través del crecimiento del hijo de los Mendoza, que magistralmente es retratado por los dos directores a través de un montaje concatenado logrando unos efectos sensoriales que nada tienen que envidiar a la más famosa elipsis de la historia del cine: la del amanecer en el desierto de "Lawrence de Arabia"".

 En la sobriedad de esta historia mexicana hay influencia del cine soviético y del cine expresionista alemán. Fernando de Fuentes usa el fundido encadenado, tan determinante en el montaje de los maestros del cine mudo soviético, como en la secuencia de la boda donde se funden y se superponen lámparas que giran, copas y botellas de champagne, manos, platos, con el sonido bullicioso de la fiesta, y la cámara desplazándose horizontalmente. En las escenas de fiesta del pueblo, con sus cantes y bailes se aprecia la influencia de Sergei Eisenstein -"Que viva México" (1930)-. Y la fuerza de los rostros y el tratamiento de la luz y la sombra del director de fotografía Ross Fisher (1887-?) recuerda al expresionismo alemán, con el uso de iluminación tenue en las frecuentes escenas nocturnas.

  Las entradas y salidas de la hacienda de Santa Rosa muestran el portón en los muros que rodean la propiedad. En el transcurso de la película hay travellings fluidos -a veces con la cámara trémula como en un plano semisubjetivo en la fiesta de la boda en que la cámara se desplaza para enfocar a la derecha a una mujeres bebiendo- y panorámicas ambiciosas. Los interiores hacen un uso frecuente de plataformas rodantes mostrando una multitud de personajes principales y gran cantidad de extras. La película también utiliza tomas picadas y contrapicadas, y superposición para enfatizar el drama y adelantar la acción. 
 Respecto al sonido escuchamos diálogos, ruidos diegéticos y varias canciones entonadas por los zapatistas, que también puntualizan la trama. Sólo hay algunos fragmentos de música no diegética, que acompañan a las distintas fuerzas militares y contribuyen a su caracterización del compositor Manuel Castro Padilla (1890-1940)

 "El compadre Mendoza" es un clásico del cine mexicano que sorprende por su frescura y naturalidad en el tratamiento psicológico individual de los personajes y el marco social de la Revolución con la presencia del pueblo. Oscilando entre la sátira y el drama, el amor a México prima sobre el amor romántico. Todo está filmado con sencillez y ausencia de melodramatismo por un director considerado por buena parte de la crítica el mejor que ha dado el país azteca.






"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Secuencia inicial. La película abre con una magnífica toma: la cámara se desplaza por el suelo, luego sobre la culata de un rifle que se arrastra por la arena mientras la cámara se eleva para mostrar a un zapatista cansado en la retaguardia de una columna militar que llega a la hacienda. El plano pasa de la tierra hollada por los pies de los fatigados revolucionarios a la columna vista dorsalmente, los rostros de esos soldados, y más tarde, a caballo, a los jefes del grupo. Caballería e infantería, con un perro que les acompaña, mientras escuchamos una música extradiegética de Manuel Castro Padilla de inspiración verdiana. Esta asociación con la música revolucionaria de la Unificación de Italia es apropiada en el contexto de la Revolución Mexicana.

La filósofa de Puebla Marilú Mendoza Mendoza escribe acerca de la "Memoria Colectiva" de la Revolución, a partir del Anecdotario de Pancho Villa (José Doroteo Arango Arámbula) (1878-1923), militar mexicano que se destacó como uno de los principales jefes de la Revolución mexicana reconocido como un icono popular de la cultura de México,​ cuya actuación militar fue decisiva para la derrota del régimen del presidente Victoriano Huerta:

"Una frase característica que sus seguidores y la Memoria Colectiva mencionaban era: "Pancho Villa con sus dos viejas a la orilla". Esto hace referencia a la promiscuidad que el "Centauro del Norte" ejercía a capricho, a placer y sin medida.
Contaba mi abuelo Don Emilio Mendoza que su madre María Ruiz era mujer joven, hermosa y de singular cintura. En una ocasión al pasar el General Villa por Torreón, Coahuila -lugar donde trabajaba el padre de mi bisabuela María-, no pudo evitar ver a la joven salir del templo, o, quizás el mercado, e inmediatamente investigó su domicilio, y, al ir a buscarla, y sin tapujo alguno, le propuso llevársela para hacerla su mujer. Ante este descarado cortejo, mi hermosa bisabuela, aterrada y retraída, se escondía tras su padre, Vicente, buscando protección y cobijo. El general Villa, al calor de los alcoholes, prendía puro tras puro con billetes extraídos de los costales hurtados en el asalto a los ricos hacendados, expresando su pesar ante este inminente rechazo: "Mariquita de mi alma, para qué quiero oro y dinero si no la tengo a usted"... Afortunadamente, ante un aviso de emergencia, recogieron sus cosas y partieron nuevamente a su causa revolucionaria hacia el Norte del país.
 Mi bisabuela María contaba tal historia con los ojos llenitos de recuerdos ante tanto sufrimiento, injusticia del pueblo, y, a la par, por el fusilamiento de mi General Francisco Villa"

Añade Marilú Mendoza Mendoza: "Es muy interesante toda la Historia de la Revolución Mexicana. Obviamente lo que uno sabe es de los libros de texto que nos daban en la Escuela Primaria, lo cual es una cosa excesivamente reducida, y de una pobreza histórica sin medida, pero hay historiadores. Yo tuve un tío político, que era historiador emérito del Colegio de México, el Doctor Moisés González Navarro (1926-2015), con el que tuve el placer de intercambiar algunas ideas cuando llegó a venir a Guadalajara, porque él radicaba en México. Era interesantísimo. Te he comentado que tengo varios libros de él dedicados. Entonces era una gozada platicar con él de filosofía y de otras cosas. 
Lo que te he narrado era directamente de mi abuelo. Eso no está documentado. Cuando no está históricamente probado se llama Memoria Colectiva, que son hechos aislados que nunca se escribieron, como en toda Historia. Sabemos que de todos los acontecimientos que se pueden documentar creo que nomás un veinticinco por ciento es fidedigno. Todo lo demás es interpretado o narrado por los que vivieron. Ahorita me estoy acordando de un libro muy bueno de Miguel León-Portilla que se llama "Visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la Conquista" (selección de textos nahuas aparecidos en el siglo XVI. La obra se conforma de fragmentos de escritos indígenas que narran los acontecimientos durante la conquista de México), de como se recogen datos del pueblo invadido después de la Conquista. Es interesantísimo"

Prosigue nuestra queridísima amiga Marilú Mendoza Mendoza: "Hay una frase muy característica que, a veces, se usa aquí -en México- cuando alguien comete una injusticia, que decía el General Villa, que tomó ese nombre de uno de los maleantes, cuatreros, que lo enseñó en las armas, a luchar, a pelear. Él era un hombre blanco, de ojos claros. No parecía mexicano. En un video de anécdotas se narra que no tenía muy buena dentadura, y no le gustaba sonreír, pero, sin embargo, era muy carismático. Un hombre muy bragado. Una de sus frases muy conocida y que en muchos libros de Historia se menciona: "Primero mátenlos; después "viriguan"". "Viriguas" es "averiguar", pero en la seudo cultura que teníamos, la mucha ignorancia de los seguidores de Pancho Villa, había muchas deficiencias de vocabulario. Él mataba a quemarropa sin juicio, por el solo hecho de haberlos capturado en alguna treta, y por ir en contra de la causa revolucionaria"



"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Don Rosalío y Atenógenes. Los ridículos nombres de estos dos personajes nos sitúan en la comedia, ese género que pinta a los hombres peor de lo que son, como la definió Aristóteles en "Poética". La gesticulación todavía es más cercana al cine silente que al sonoro.
Atenógenes es un nombre que remite a san Atenógenes, corepíscopo y mártir, que dejó a sus discípulos un himno en el que habla de la divinidad del Espíritu Santo y murió arrojado al fuego por ser cristiano.
Rosalío es un infrecuente nombre que deriva de Rosa. La asociación del hacendado con las flores es tan poco natural, que, quizás, el nombre sea una antífrasis (figura retórica que consiste en dar a un objeto o persona un nombre que indica cualidades contrarias a las que realmente posee)

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
El cambio de retratos es uno de los hallazgos visuales de Fernando de Fuentes que plasma a la burguesía terrateniente sin ideología y sin escrúpulos

Ingeniero, militar y dictador mexicano que se desempeñó como presidente de México del 19 de febrero de 1913 al 15 de julio de 1914 como resultado de un golpe de Estado contra el gobierno democráticamente electo de Francisco I. Madero

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Atenógenes pone a Zapata y quita a Huerta. La cabeza calva del secretario de Don Rosalío es un buen comentario irónico del director

Campesino y militar mexicano que participó en la Revolución mexicana como comandante del Ejército Libertador del Sur. Zapata se posicionó como uno de los principales líderes revolucionarios desde la presidencia de Francisco I. Madero en 1911, hasta su asesinato por órdenes de Venustiano Carranza en 1919. Es considerado un símbolo de lucha y resistencia campesina en México
















"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Los primeros huéspedes. Los zapatistas. Agasajados por el comisionista y terrateniente Rosalío Mendoza que les vende armamento. ¿No les resulta actual esta situación? En sus intereses económicos no hay sitio para romanticismos ni principios. Mendoza está con todos y con nadie. Es un oportunista sin moral.
Toda la secuencia de la comida está admirablemente filmada e iluminada. La aparición espectral de un personaje sordomudo, María, cuya mirada representa la única conciencia moral del film; los aspavientos del sirviente Atenógenes al que no se permite beber cognac y del que se burla Rosalío; los primeros planos de las copas, las botellas, la caja de los puros...

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
El otro bando. Los gubernamentales del General Huerta. Nuevo cambio de retrato




"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Los segundos huéspedes. Los federales del gobierno del general Huerta. Parece que Mendoza ha engañado a los zapatistas vendiendo armamento viejo. Pero si parece el presente con los países imperialistas. El coronel Martínez advierte a Mendoza de los peligros de jugar con dos barajas: "Usted cuídese Don Rosalío, ya ha tenido demasiada suerte con que no le hayan quemado su hacienda esos bandidos y no lo hayan colgado de un árbol". "Bah. Cada cual se muere hasta que le llega su hora" responde desenfadado Mendoza, mientras fuman sus cigarros



"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Don Rosalío Mendoza va a la capital a cuidar de sus negocios. Hay una transición en estos dos últimos planos muy curiosa. Mendoza se despide de Atenógenes hablando de sus "buenos negocitos" recientes: "Sí, Atenógenes, desde un rifle hasta una...", y, en lugar de escuchar la palabra "locomotora", la vemos aparecer en el siguiente plano. Rosalío va dentro de ese tren. 

La sustitución de la palabra por la imagen. O mejor: la conversión de lo lógico en óptico, eso es el arte cinematográfico. El storyboard realiza esa función en un nivel práctico. En un nivel ontológico se trata de habitar el alma a través del ojo. Fernando de Fuentes nos hace ver una locomotora que avanza hacia nosotros, porque lo óptico tiene una inmediatez que no tiene lo verbal. Lo visual es una presencia física que invade el plano, o mejor dicho, es el plano. En esta sencilla broma metacinematográfica Fuentes ha dado una lección de filosofía y de cine







"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Don Rosalío llega a Ciudad de México a hacer negocios, y encuentra a Dolores. Dolores se convierte en "otro negocio" más. No olvidemos que su padre está arruinado y debe dinero a su hermano. Don Rosalío es ajeno al amor. Para pedir la mano de Lolita pronuncia su ominoso leit motiv: "Ya sabe que yo soy un enemigo de romanticismos y suspiritos. Las cosas hay que hacerlas pronto y bien hechas"

La belleza de Dolores va unida a su sumisión en un mundo machista. Curiosamente la religión no está presente en la película.
El arquetipo de "virilidad" está desdoblado en la película: la de Rosalío es la del poder del dinero, la del general Felipe Nieto es la del poder de la guerra. Fernando de Fuentes critica la primera. Ambas formas son expresiones de la acción.
Sin embargo, la mujer (Dolores, María la muda) es la pasividad. Y el director -o el autor Mauricio Magdaleno- dan a la sumisión femenina otros poderes: la penetración moral de María, el personaje que representa la voz de lo divino; y la bondad de Dolores








"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
La fiesta de la boda es uno de los momentos de mayor riqueza técnica del film con fundidos encadenados, planos cenitales, travellings semisubjetivos...





"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Una escena crucial. En el banquete de boda los zapatistas irrumpen en medio de la fiesta en la que se encuentran los militares del gobierno de Huerta, encabezados por el coronel Martínez. Uno de los jefes zapatistas, el Gordo, quiere matar a Mendoza por traidor, pero el general Felipe Nieto lo salva.
En un espacio teatral lleno de actores Fernando de Fuentes desplaza la cámara con mesura.

El "Gordo" le espeta al acomodaticio hacendado Rosalío: "A usted ahorita me lo van a poner fuera de combate por "Científico" y reaccionario".
Los "Científicos" era el nombre que recibían unos "intelectuales" y hombres de negocios de la última época del dictador Porfirio Díaz (1876-1911) -"porfiriato"-, asesores tecnocráticos del presidente.
 "El grupo más cercano al caudillo era el de los “Científicos”. Estaba conformado por José Yves Limantour, Rosendo Pineda, Justo Sierra, Joaquín Casasús, Francisco Bulnes, Pablo y Miguel Macedo, entre otros. Eran miembros de una nueva generación, formados después de la guerra de intervención francesa, defensores del positivismo y casi todos de clase media que ascendieron socialmente al acercarse al poder" (Wikipedia)
Los ejércitos campesinos formados por zapatistas eran denominados "rudos". Al menos así se citan en el libro de Javier Garciadiego Dantan "Rudos contra científicos: la Universidad Nacional durante la Revolución Mexicana".
La conocida oposición entre "intelectuales" y "trabajadores" en su expresión de "lucha de clases"


"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
El general Felipe Nieto salva la vida a Mendoza la noche del banquete de su boda, en medio de los truenos. Las miradas de Dolores y Felipe en plano-contraplano de inmarcesible belleza expresan agradecimiento, arrobo, unción...

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
- "Ojalá todos los zapatistas fueran como él" suspira Lolita. - "Sí, es muy simpático, y un amigo de verdad" dice Rosalío volteándose hacia su esposa.
El giro en la trama nos introduce en una bucólica historia de amistad, y amor puro y callado de Felipe y Lolita
En esta escena la cámara enfoca al matrimonio Mendoza en plano dorsal, despidiéndose, tras un plano general ligeramente contrapicado, y un plano americano intermedio








"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
La bucólica vida del matrimonio Mendoza y el padrino de su hijo

Observación: Marilú Mendoza menciona un descuido de producción: Carmen Guerrero está siempre maquillada, incluso en escenas interiores recién levantada



"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
El revolucionario extraña a Dolores en su campamento nocturno. Muchos planos nocturnos muy bien iluminados por Ross Fisher
Rosalío Mendoza quiere marchar a la ciudad

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Atenógenes y María ponen un nuevo cuadro: el presidente Carranza

Político, militar y empresario mexicano que participó en la segunda etapa de la Revolución mexicana como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista​ tras el asesinato de Francisco I. Madero. Derrocando al gobierno dictatorial de Victoriano Huerta, fue el encargado del Poder Ejecutivo desde el 14 de agosto de 1914 hasta el 30 de abril de 1917 ​y presidente de México de manera constitucional de 1917 a 1920



"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Llegan los militares del gobierno de Carranza a Santa Rosa. El coronel Bernáldez, de gran parecido a Martínez, representa el orden de la burguesía que lucha contra los revolucionarios. El niño grita vivas a Zapata en presencia del coronel carrancista





"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Bernáldez pide a Mendoza que negocie con Nieto, que se ha atrincherado, una salida sin volar el pueblo. Felipe Nieto le da un muñeco para el niño. Los zapatistas sitiados, heridos y hambrientos contrastan con la entereza de su jefe. Su lucha por recuperar la propiedad de la tierra estaba recogida en el Plan de Ayala.

"El plan de Ayala​ fue un manifiesto promulgado el 28 de noviembre de 1911, en el marco de la Revolución mexicana, por el cual el jefe revolucionario mexicano Emiliano Zapata desconoció al iniciador de la Revolución, el entonces presidente Francisco I. Madero, a quien acusó de traicionar las causas campesinas. Redactado por Emiliano Zapata y Otilio Montaño, el plan fue publicado el 15 de diciembre de 1911 en el periódico Diario del Hogar, concluyendo con el lema «Libertad, Justicia y Ley».​ 
En el plan de Ayala, los zapatistas llaman a las armas para restituir la propiedad de las tierras a los campesinos, pues se sostiene que las tierras le habían sido arrebatadas al pueblo por caciques, hacendados y terratenientes, y deben ser devueltas a sus dueños originarios" (Wikipedia)




"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Estación de Huichila, a 741 kms de México. Un tren carga la cosecha de la hacienda de Mendoza, pero es saboteado por los zapatistas. Un telegrama comunica: "Cosecha incendiada en asalto rebeldes"







"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Una gran secuencia en su planificación visual y narrativa. El coronel Bernáldez tienta al arruinado hacendado Mendoza, abatido sobre la mesa. La muda mira reflejada en el espejo. Bernáldez expone su plan de atrapar a Nieto que haría rico de nuevo a Rosalío.  Éste echa a María la muda de la habitación. La sirvienta "espía" desde fuera de la ventana en la noche. Plano detalle de los labios del coronel y la oreja del terrateniente. María lee en los labios la "traición". Los ojos de la sirvienta son entrevistos por Mendoza tras la ventana. Rosalío va a inspeccionar. No ve a nadie y cierra la cortina. Se queda pensativo. 
Toda la escena tiene la estética espacial y de montaje del cine mudo 





"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Dolores y Felipe. Una despedida de un amor oculto. Fantásticos encuadres del director

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
El último encuentro. Escena nocturna. Fuentes y Fisher consiguen nitidez y expresividad en los planos nocturnos








"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
La "traición" de Rosalío y Bernáldez y el presentimiento de Dolores



"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Duelo de conciencias. Duelo de miradas. María, la muda y Rosalío.
La voz de la moral está en los ojos silentes de la criada. Una escena rodada con maestría: plano general de Mendoza caminando desasosegado de un lado a otro de la pieza y la presencia dorsal de María que le mira. Rosalío repara en ella. Se miran. Él sigue caminando nervioso. No puede resistir la mirada de María y le grita que se vaya. Fernando de Fuentes nos deja un espectral plano detalle de los ojos de la muda




"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
El asesinato felón carrancista del general Nieto es una recreación del de Emiliano Zapata
En esta escena de tormenta Alfredo del Diestro está más cerca de los modelos del cine expresionista alemán. Su semblante descompuesto por el terror y la culpa. El sirviente Jerónimo, que lleva el carro de Dolores y el niño, recuerda otra noche de tormenta infernal parecida cuando el general Nieto le salvó la vida: "Mire nomás qué noche patrón, meramente como la del baile cuando lo iban a fusilar a usted los zapatistas, cuando le salvó la vida el general Nieto. ¿Se acuerda?". Un tema secundario y nietzscheano: la memoria es el origen de la culpa. Jerónimo hace "rememorar" a Rosalío la "promesa incumplida". El general Nieto le dio la vida, y ahora él se la quita

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Dolores huye con el niño. Iconografía cristiana:

Después que ellos partieron, un ángel del Señor
apareció en sueños a José, diciéndole: Levántate,
toma al niño y a su madre y huye a Egipto, y estáte
allí hasta que yo te avise; pues Herodes ha de buscar
al niño para matarle. Levantándose José, tomó al niño
y a su madre, de noche, y se retiró a Egipto

(Evangelio según San Mateo 2, 13-14)

Hay un aspecto esencial en la "santidad" de Dolores: la fidelidad al desalmado de su marido. Dolores y Felipe se aman. El niño Felipe es el destinatario del amor que el revolucionario no puede tomar de la mujer

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
General Felipe Nieto (Antonio R. Frausto) ahorcado

El director declaró al diario "El Universal" en abril de 1934 a propósito del final del film:
"Creemos al público latino suficientemente culto y preparado para soportar toda la crueldad y dureza de la realidad. Nada nos hubiera costado el desenredar la trama en forma tal que el desenlace fuera feliz como estamos acostumbrados a verlo en las películas americanas; pero es nuestra opinión que el cine mexicano debe ser fiel de nuestro modo de ser adusto y trágico, si es que pretendemos darle perfiles verdaderamente propios, y no hacerlo una pobre imitación de lo que nos viene de Hollywood"

Cadáver de Emiliano Zapata exhibido en Cuautla, Morelos. 10 de abril de 1919.
Fue asesinado por orden de Carranza. 
"La guerra por parte del gobierno contra los zapatistas tomó perfiles despiadados en el norte. El gonzalista Jesús Guajardo le hizo creer a Zapata que estaba descontento con Carranza y que estaría dispuesto a unirse a él. Zapata le pidió pruebas y Guajardo se las dio al fusilar a aproximadamente cincuenta soldados federales, con consentimiento de Carranza y Pablo González, y ofrecerle a Zapata armamento y municiones para continuar la lucha. Así, acordaron reunirse en la Hacienda de Chinameca, Morelos, el 10 de abril de 1919. Zapata acampó con sus fuerzas a las afueras de la hacienda, y se acercó a la misma acompañado únicamente por una escolta de diez hombres. Al cruzar el dintel, un ordenanza apostado a la entrada, tocó con su clarín la llamada a honores. Esa fue la señal para que los tiradores, escondidos en las azoteas, abrieran fuego contra Zapata, que alcanzó a sacar su pistola, pero un balazo se la tumbó; después el caudillo cayó muerto.41​ No pocos condenaron el procedimiento. Además, esto dio lugar a que, una vez muerto por más de veinte impactos de escopeta en el cuerpo, Zapata se convirtiera en el propagador de la revolución y símbolo de los campesinos desposeídos" (Wikipedia)

Es claro que Mauricio Magdaleno "recrea" la traición y asesinato vil de Emiliano Zapata en el noble personaje del General Felipe Nieto. El carranzista Coronel Bernáldez es el Jesús Guajardo que, en la realidad, engañó y mató a Zapata siguiendo órdenes del presidente Venustiano Carranza

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Final: Es una película "Águila" hecha en México
Laboratorios y Estudios de Jorge Stahl

"El compadre Mendoza" (1934). Fernando de Fuentes
Cartel mexicano original

El compadre Mendoza
1934
México
85 minutos
Estreno: 5 de abril del 1934. México
Género: Drama Revolucionario
Dirección: Fernando de Fuentes
Guion y adaptación: Mauricio Magdaleno, Juan Bustillo Oro, Fernando de Fuentes
Cuento original: Mauricio Magdaleno
Fotografía: Ross Fisher
Ayudante de dirección: Juan Bustillo Oro
Dirección artística: Beleho
Producción: José Castellot hijo, Rafael Ángel Frías, Antonio Prida Santacilia
Diseño de producción: Paul Castelain
Música: Manuel Castro Padilla
Sonido: B.J. Kroger, J.R. Rodríguez

Intérpretes:
Alfredo del Diestro - Don Rosalío Mendoza
Carmen Guerrero - Dolores 'Lolita' García Mendoza
Antonio R. Frausto - General Felipe Nieto
Luis G. Barreiro - Atenógenes
Joaquín Busquets - Coronel Bernáldez
Emma Roldán - María, la muda
Pepe del Río - Felipe Mendoza
Abraham Galán - Coronel Martínez
José Ignacio Rocha - Jerónimo, criado
Ricardo Carti - Ventura Mendoza
Alfonso Sánchez Tello - El Gordo
César Rendón
José Eduardo Pérez - Hermano menor de los Mendoza
Miguel M. Delgado
Carlos López
Max Langler
Chel López


Bibliografía:

- Christian Wehr (ed.): "Clásicos del cine mexicano. 21 películas emblemáticas desde la Época de Oro hasta el presente". Colección Americana Eystettensia. Iberoamericana-Vervuert. Madrid. Frankfurt am Main. 2016

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Majestuoso estudio

Estrella dijo...

Gran y profundo ensayo sobre esta película mexicana. Imagino las horas viendo y analizando la película, haciendo captura de pantalla...
Enhorabuena por el trabajo realizado y tu difusión de la cultura.

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Gracias amiga Estrella por tu elogioso comentario de mi monografía que traza un camino por el que otros, sin duda, transitarán

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Gracias al lector que califica como "majestuoso estudio" esta monografía hecha con amor y esfuerzo