viernes, 26 de abril de 2024

"Исчезнувшая империя" (2008). Карен Шахназаров. "Ischeznuvshaya imperiya" (The Vanished Empire) (2008). Karen Shajnazarov. Una mirada nostálgica a la juventud en la URSS de 1974. Francisco Huertas Hernández

"Исчезнувшая империя" (2008). Карен Шахназаров
"Ischeznuvshaya imperiya" (The Vanished Empire / El imperio desvanecido) (2008). Karen Shajnazarov
Una mirada nostálgica a la juventud en la URSS de 1974
Francisco Huertas Hernández

"Исчезнувшая империя" (2008). Карен Шахназаров
"Ischeznuvshaya imperiya" (The Vanished Empire, El imperio desvanecido) (2008). Karen Shajnazarov
Люда Белецкая (Лидия Милюзина) - Lyuda Beletskaya
Сергей Нарбеков (Александр Ляпин) - Sergei Narbekov (Aleksandr Lyapin)

La escena más famosa de la película: el chico le ha comprado por su cumpleaños a su novia el nuevo LP de The Rolling Stones, "Goats Head Soup" (1973), en el mercado negro, y cuando lo pone resulta ser el ballet "Лебединое Озеро" (El lago de los cisnes) de Pyotr Ilych Chaikovski.
La versión original del film evoluciona hacia un tono cada vez más amargo. Hay un segundo montaje de 2012 más lírico


















"Исчезнувшая империя" (2008). Карен Шахназаров
"Ischeznuvshaya imperiya" (The Vanished Empire, El imperio desvanecido) (2008). Karen Shajnazarov


 Hay dos cosas que se pierden para siempre: la juventud y los imperios. El realizador Karen Shajnazarov (1952), junto a los guionistas Yevgeniy Nikishov (1979) y Sergei Rokotov (1952), recreó una época y un país: la URSS de 1973 con unos adolescentes que estudian, beben, escuchan música y buscan su lugar. "El imperio desvanecido" rememorado por Shajnazarov no era tan terrible como Aleksei Balabanov mostró en "Груз 200" (Cargo 200) (2007), sino un tiempo de amores, descubrimientos y pequeñas transgresiones: la crónica de las personas que nacieron en los años 50, como el director.

 Estrenada el 14 de febrero de 2008, filmada en cuatro países -Rusia (Moscú), Abjasia (Gagra), Uzbekistán (Jiva) y Turkmenistán (Kunya-Urgench)- y procurando una reconstrucción histórica del ambiente (automóviles, vestuario, utensilios domésticos), "El imperio desvanecido" es una sencilla historia de amores, canciones y conductas impulsivas situada en Moscú, entre 1973 y 1974. El joven Sergei Narbekov (Aleksandr Lyapin) hace lo que otros chicos de su edad: sale con chicas, baila, se emborracha, se hace pasar por "demócrata" y "disidente", viste jeans Wrangler, vende libros en el mercado negro para comprar discos de rock de contrabando... Su amigo insociable, Stepan Molodtsov (Yegor Baranovsky), parece ser su contrapunto. Todos ellos identifican rebeldía juvenil y occidentalización. Es el choque generacional que hemos visto en el cine soviético desde los años 60, aunque aquí domina una mirada amable de la vida en los 70. 

 Las clases en la Universidad Estatal Pedagógica de Moscú sobre Lenin provocan rechazo en Sergei, más por llamar la atención que por convicciones ideológicas. Él va a la universidad a ligar. Cuando ve a una estudiante nueva, guapa y con mucha clase, decide acercarse. Es Lyuda (Lyudmila) Beletskaya (Lydia Milyuzina), con su minifalda y su gran trenza. Entablan conversación y van al cine donde proyectan "Иван Васильевич меняет профессию" (Iván Vasílievich cambia de profesión), film de 1973 dirigido por Leonid Gaidai, basado en una obra de Mijail Bulgakov. Una película que fue vista por más de 60 millones de personas en 1973. El cine es un medio de recrear el zeitgeist. Y Shajnazarov hace todo lo posible por dar credibilidad histórica a la puesta en escena. "Новости Дня" (Novedades del día), el noticiero cinematográfico de septiembre de 1973, contemplado por la pareja, ofrece imágenes del golpe de estado militar en Chile -"Трагедия Чили"-, pero Sergei realiza maniobras de aproximación manual a la muchacha, que, pudorosamente, retira su mano. Los primeros planos semi laterales de sus rostros y los planos detalle de las manos, con sus nítidos colores, contrastan con las imágenes en blanco y negro en mala calidad del noticiero. La comedia de Gaidai desata las carcajadas de los espectadores.

 La relación amorosa entre Sergei y Lyuda se configura como la trama principal del largometraje. La chica invita a casa al joven. Allí conoce a la madre de ésta (Tatyana Yakovenko). Los padres de Sergei están separados. Son historiadores. Viven con el abuelo, el académico Pavel Ojotski, famoso arqueólogo orientalista. Sergei habla a la chica de los Beatles, los Rollíng Stones, Pink Floyd y Deep Purple, que son discos que apenas pueden conseguirse en la URSS. Decide regalarle un LP de los Stones por su decimoctavo cumpleaños. No se le ocurre otra cosa que robar un valioso libro del abuelo y venderlo. La madre de Sergei, Larisa (Olga Tumaikina), lo descubre. La sombra de un padre de vida disipada se proyecta en el hijo, que necesita dinero para beber, comprar ropa y salir a divertirse. El hermano pequeño, Misha (Vasily Shajnazarov), es un espectador algo torpe de las vidas sin horizonte de los otros miembros de la familia. El abuelo, Pavel (Armen Dzhigarjanyan), vegeta en una silla frente al televisor, pero le da a Sergei el dinero de la venta del libro que la madre le había quitado, con el que va a un parque a comprar un disco de los Stones de contrabando

 El día del cumpleaños de Lyuda se disponen a escuchar el regalo, y bajo la funda de "Goats Head Soup" (1973) de los Rolling Stones, resulta que hay una grabación del ballet "El lago de los cisnes" (Лебединое Озеро) de Pyotr I. Chaikovsky. Es la ingenua broma que da el tono de la primera parte de la película. Sin maldad, sin complejidades sociales o psicológicas, los personajes viven amablemente una época en la que, sin saberlo, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, o sea, la Rusia histórica que se fue configurando durante siglos, está entrando en su fase final. Nunca se supo cuál de las múltiples causas del colapso del Imperio Soviético fue más determinante, pero, sin duda, el papanatismo occidentalizante de la juventud urbana no era muy halagüeño. Estaban dispuestos a vender a Lenin y... los libros del abuelo por unos jeans y unos discos de rock. 

 Konstantin Denisov, Kostya (Ivan Kupreyenko), el amigo rockero de Sergei, ha entrado como bajista en una banda -Red Trousers- que hace covers de temas occidentales en inglés. Algunas escenas son poco creíbles, como cuando fuman hierba y Sergei ve un lugar inhóspito del que siempre le habla su abuelo, y que le encarga visitar, la "Ciudad de los Vientos", un yacimiento arqueológico ignoto. Las canciones de Shocking Blue o Deep Purple suenan en la fiesta de año nuevo.  

 La llegada de una estudiante rubia despampanante, Katya (Yanina Kalganova), hace olvidar a Sergei, por un momento a Lyuda, enferma. La conducta impulsiva del joven destruye el incipiente amor, y la historia empieza a enredarse. Es poco verosímil que hagan el amor en mitad de una clase de la universidad. Y es poco creíble el papel de la profesora joven y reprimida que explica poesía épica, mientras el resto de alumnos ríen y cuchichean mirando el rincón donde yacen los impúdicos muchachos. Sergei, sin el menor de asomo de madurez, va a casa de Lyuda, pero esta deja al novio infiel.

 Un viejo automóvil checo Tatra añade otro elemento típico de las películas de jóvenes. Kostya conduce veloz por las calles de la ciudad. Sergei divisa a Lyuda dentro de un autobús y decide reconciliarse invitándola al teatro. La prestigosa compañía Taganka, de Yuri Lyubimov, representa una función y es imposible conseguir entradas más que por contacto con las altas instancias. Sergei se lo pide a su abuelo, bien relacionado por ser académico. Lyubimov fue otro referente de crítica política en esos tiempos, y forma parte de la contextualización histórica del filme.
 La personalidad inmadura de Sergei vuelve a jugarle una mala pasada: el día de la función se emborracha y olvida el teatro. La reconciliación con Lyuda fracasa. 

 La madre oculta una grave enfermedad y parece despedirse de su hijo en una conversación, en penumbra, en la que una figurita extraña procedente de una excavación del padre en Jorezm (Corasmia), en la meseta de Ustyurt hacia las orillas orientales del mar Caspio, destaca en una mesa. La madre recuerda "la Ciudad de los Vientos", "el Imperio desaparecido" que el abuelo descubrió. Un Imperio tan antiguo que data del año 1292 a. C., cuando el héroe épico indio Siyavash llegó a Corasmia. El paralelismo del Imperio iranio de Jorezm y el soviético está muy forzado. La URSS no se extinguió: continuó en la Federación Rusa y en los territorios del antiguo Imperio Ruso que Lenin creó artificialmente como repúblicas socialistas. Si bien tenían lenguas e historia no habían sido estados nunca. El inserto de la pieza arqueológica nos recuerda que el tiempo, ese inexorable negador de la veleidad humana, arrastra imperios como anega nuestro ímpetu juvenil y nuestros baldíos esfuerzos por permanecer en el ser y en la memoria.

 Sergei visita a su madre por última vez en el hospital, donde ella es tratada de un cáncer de estómago. Allí le cuenta que irá a Vladimir a hacer las prácticas. Un plano general de la sala con la cámara en lento zoom in promete una poesía visual que no termina de emerger porque la narración prima sobre el πάθος (pathos) emocional. La poesía visual en el cine va más allá de la imitación de la pintura, como en este plano, ya que armoniza un πάθος, un encuadre, una cosmovisión y unos diálogos que alcanzan la universalidad revelando la más absoluta hondura individual de los personajes. No es el caso. Aleksandr Lyapin es un aceptable actor, pero no es un galán. Olga Tumaikina transita, en su breve aparición, por la elipsis psíquica. Nada sabe el espectador de sus sentimientos ni de sus ideas. Esta mujer, aún joven y bella, sólo quiere fumar, aunque los médicos lo hayan prohibido. Es problema del guion el no dibujar con profundidad el carácter de los personajes.

 En Vladimir, los estudiantes Sergei y Stepan recolectan coplas populares, siguiendo la guía de su profesora. Un paisaje rural de naturaleza y tranquilidad, adonde han llegado el rock y unos chicos que quieren ligar. Seriozha (diminutivo de Sergei) no quita ojo a Lyuda. La relación entre ambos es tan poco definida como la inestabilidad primaveral. Lyuba rechaza de nuevo al chico mientras bailan, y éste se desahoga con la sensual Katya. Pasan juntos un día en Gagra (Abjasia), ciudad famosa por un balneario y su clima subtropical, y la abandona. En su deambular por Gagra encuentra a Kostya, junto a una deslumbrante chica, Tanya (Yana Krainova), en el restaurante del balneario. Se ven involucrados en una pelea cuando otros muchachos cortejan a Tanya, y Kostya paga con un radiocassette japonés a la policía para que liberen a Sergei. Los magullados jóvenes toman un baño matinal en la playa de Gagra. No tienen dinero. Imaginan cómo serán dentro de treinta años. Para Sergei su futuro es casarse con Lyuda Beletskaya. Y Konstantin también sueña con casarse con Tanya. El Mar Negro agita sus olas sobre las piedras de la playa donde los amigos fantasean. 

 Las fantasías suelen quedar confinadas al reino de la posibilidad: la omnipotencia del deseo se estrella con la necesidad de la realidad. Al regresar a Moscú pide a Lyuda en matrimonio, pero ella confiesa a Seriozha que está embarazada de Stepan. El tono de la película gira al drama. La escena, filmada con mucho ruido ambiental y la cámara muy lejana, introduce un distanciamiento de las ilusiones juveniles. También la URSS se alejó de las ilusiones revolucionarias. El imperio del deseo y la plenitud juvenil se volatiliza por inexorable ley del tiempo. 

 Sergei es expulsado del Instituto por "borracho". Decide ingresar en el ejército. Visita a su abuelo en una casa en el campo, le comunica la muerte de la madre, Larisa. Y el abuelo le pide, una vez más, que visite la Ciudad de los Vientos, en Corasmia: "la salida del sol allí es muy bella". Antes de ir encarga a su hermano que lleve un regalo para la boda de Lyuda con Stepan: la figurita del caballo, hallado en el yacimiento de Jorezm

 Sergei emprende el viaje iniciático a la antigua República Socialista Soviética de Khorezm, creada por Lenin en 1920, y, más tarde, abolida en 1924, repartida entre Uzbekistán y Turkmenistán. Ha de comprenderse la artificialidad de las fronteras internas de la URSS, que tantos males trajo, al dividir pueblos y etnias. La película recrea justo una época en que todos convivían bajo la protección de la Unión Soviética, heredera legal y natural del Imperio Ruso. A Sergei no le resulta fácil llegar a ese remoto lugar: las ruinas de Kunya-Urgench (Turkmenistán), capital del imperio corasmio, una parte del imperio aqueménida, devastada en 1220 por los mongoles de Gengis Kan. Avicena y Al-Biruni vivieron en Urgench en el siglo X.
 Ver la escena, casi documental, filmada en Turkmenistán con sus habitantes hablando en ruso con Sergei, nos lleva a esos buenos tiempos en que todos los pueblos del Asia Central gozaban de los beneficios del estado soviético ruso. 
 Esa Ciudad de los Vientos, del imperio desvanecido, Corasmia, es el lugar en que la historia manifiesta su impotencia ante el devenir implacable: las construcciones humanas son tan efímeras como el rocío en la mañana. Sergei, que ha perdido a su madre y a su novia, solo y sin futuro, camina entre las ruinas de un mundo olvidado. Un paisaje lunar, presentido cuando fumó marihuana, y que evoca los desiertos del western, pone al humano ante la derrotada arquitectura erosionada por la naturaleza. 

 En un epílogo en tiempo actual en un aeropuerto, un hombre calvo y grueso se acerca a un pasajero que no vemos y le habla. Filmado en plano subjetivo, el hombre ha reconocido a Sergei, treinta años después. Es Stepan, su matrimonio con Lyuda no duró más de un año. Vive en Helsinki. La voz en off de Sergei dice que es traductor de parsi (persa). Konstantin murió por el alcohol. Stepan afirma que no regresará: "Nuestro país era la Unión Soviética. ¿Qué es esto? No lo reconozco. Aquí todo es ajeno, terrible. ¿Qué ha quedado?". En un relampago de memoria juvenil Stepan cuenta a Sergei que en Helsinki ha visto un automóvil Tatra. El filme termina con Stepan alejándose por el aeropuerto. 


 "Исчезнувшая империя" ha devuelto a los espectadores rusos más jóvenes una imagen de la Unión Soviética en los años 70, amable y amarga al tiempo. Shajnazarov no reniega del pasado. Eso ya lo hace la propaganda rusófoba occidental que falsifica la historia del país en todos sus canales, desde la Wikipedia al cine de Hollywood, descalificando por igual el Imperio Ruso, la URSS y la Federación Rusa. Una intrahistoria de tres estudiantes, tres amigos, que viven una sencilla vida. Estudian, salen de fiesta, se divierten, van detrás de todas las chicas. Y crecen, transitan a una madurez desencantada. El héroe, con escasas cualidades positivas, Sergei, se deja llevar por los impulsos y la inconsciencia, marcado por las influencias occidentales, pero protegido por un sistema que cubre sus necesidades. La historia de amor con Lyuda es sólo una excusa para ambientar una época y unas esperanzas. La condescendencia de director y guionistas con la realidad social no acentúa la represión y la miseria, como en otros filmes muy crudos hechos en Rusia. El tono ligero de cine comercial no impide un final amargo en que las ilusiones se han disuelto en un país que, bajo el nefasto Boris Yeltsin, se transformó en una colonia occidental, con la riqueza entregada a oligarcas locales y a transnacionales. Desmembrada Rusia, empobrecida y humillada por un borracho títere de potencias extranjeras. El epílogo del largometraje manifiesta este sentimiento de extrañeza y pesar. 

Francisco Huertas Hernández
26 de abril de 2024

"Исчезнувшая империя" (2008). Карен Шахназаров
"Ischeznuvshaya imperiya" (The Vanished Empire, El imperio desvanecido) (2008). Karen Shajnazarov
Cartel ruso


Исчезнувшая империя (2008) / Любовь в СССР (2012)
Rusia
2008
105 minutos
Director: Karen Shajnazarov
Productor: Karen Shajnazarov
Guionistas: Yevgeniy Nikishov, Sergei Rokotov
Operador / Director de fotografía: Sandor Berkeshi
Compositor: Konstantin Shevelev
Estudio de cine Mosfilm. Estudio de cine Courier
Diseño de producción: Lyudmila Kusakova
Diseñadora de vestuario: Alla Oleneva

Reparto:
Aleksandr Lyapin  - Sergei Narbekov
Lydia Milyuzina  - Lyuda Beletskaya
Yegor Baranovsky  - Stepan Molodtsov
Ivan Kupreyenko  - Kostya Denisov
Armen Dzhigarjanyan  - Pavel, abuelo de Sergei
Olga Tumaikina  - Larisa, madre de Sergei
Vladimir Ilyin  - Stepan Molodtsov hoy
Tatyana Yakovenko  - madre de Lyuda
Yanina Kalganova  - Katya
Vasily Shajnazarov  - Misha, hermano de Sergei
Stanislav Yeventov  - Profesor asociado Grigoryants
Yana Krainova  - Tanya, chica del restaurante
Alexander Pyatkov  - cantante del restaurante


 Bibliografía:



8 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen análisis

Francisco dijo...

Gracias lectores

MARCELO dijo...

Gracias se nota en donde a través del arte del cine se muestra a la Rusia que no quieren que veas, los medios masivos occidentales han desfigurado una parte del mundo después para potenciar otra parte, pero por suerte hay otras visiones como la de tu ensayo Francisco.
También he sumado mi atención a el momento actual que vivimos y esta noticia que estoy leyendo ahora te muestra como el mundo está más dividido que nunca paso a copiar el titular y parte de un artículo sobre los juegos olímpicos actuales:

CARLOS ARRIBAS
Madrid - 20 MAR 2024 - 19:51 CET

Rusos y bielorrusos serán AIN, atletas individuales neutros y señalados en los Juegos Olímpicos de París 2024
El COI admitirá a 58 deportistas de los países sancionados por la invasión de Ucrania, pero competirán con un himno y una bandera inventados y se verán privados del derecho a desfilar en la inauguración Rusos y bielorrusos portarán en París una bandera y un emblema con las letras AIN (Atletas Individuales Neutrales) en un círculo blanco sobre fondo verde, como de descolorido uniforme militar, sin chispa, que más parece un sello de conformidad en un pasaporte o una marca que les identifica como apestados que un símbolo por el que sentir orgullo al llevarlo. Y si alguno de ellos sube al podio para recoger una medalla de oro sonará en su honor una música sin letra que suena a una mala imitación de Carros de fuego mediante una IA de saldo de cuya autoría nada se sabe: ni el COI informó a los medios del nombre de su compositor al publicarla ni las apps de los buscadores la identifican. Pretendidamente épica, una Carmina Burana o algo así, es un muermo anónimo.
Y, por supuesto, nada de pretender subirse a un bateau mouche por el Sena al anochecer de París el 27 de julio en el que se presenta como el desfile olímpico más grande jamás contado. “Los AIN no participarán en el desfile de las delegaciones (equipos) en la ceremonia de apertura, ya que son atletas individuales, pero tendrán la oportunidad de vivir el acontecimiento”, señala el COI en un comunicado explicando las condiciones bajo las que permitirá participar en París a un máximo de 55 AIN rusos y 28 bielorrusos. Y recuerda: “Es el mismo escenario que se utilizó para los participantes olímpicos independientes (de la antigua Yugoslavia) en los Juegos de Barcelona 1992″.
Estamos peor que en los juegos olímpicos de 1936 esto es la desmesura total, todo ese manto de oscurantismo temiendo al poder comunista esta instaurado ahora mas que nunca. Tu ensayo esta tan notablemente escrito que muestra otra cara de una moneda marcada para que ganen siempre los EEUU y sus aliados.
A través del arte se desmienten muchos mitos como el que están alimentando desde hace un tiempo a esta parte.
MARCELO LÓPEZ


Francisco dijo...

Suscribo tus palabras. El llamado Occidente ha sido siempre etnocéntrico o supremacista como dicen ahora. Shostakovich y Chaikovski eran populares cuando sus obras se interpretaban en Occidente. Siempre dando la espalda a los que no quieren porque significan otro mundo

Anónimo dijo...

Ha escrito usted un resumen de la vida de unos chicos muy adecuado

Francisco dijo...

Gracias amiga o amigo cinéfilo

Laura Antonino dijo...


Atractivo argumento, atractiva explicación. Un gran y excelente paseo social por latitudes rusas de esa época, que tiene mucho en común con tantas vivencias de tantos otros lugares.

Francisco dijo...

Gracias Laura. Tus comentarios son siempre un impulso para seguir investigando