miércoles, 10 de abril de 2024

Individuo & Totalidad (XIX). La piel y el hueso del mundo. Francisco Huertas Hernández

Individuo & Totalidad (XIX)
La piel y el hueso del mundo
Francisco Huertas Hernández

Fruta sin hueso: albaricoque o damasco
2022
Fotografía: Francisco Huertas Hernández


 La metáfora del mundo como una fruta es jugosa y nos lleva a lo oculto: el hueso. Las frutas drupáceas (duraznos, ciruelas, cerezas, albaricoques -damascos-, mangos y nectarinas, etc.) tienen una estructura interna dura que rodea la semilla, llamada hueso o endocarpo. El mundo percibido por la mente humana es un conjunto de seres (objetos), sistemas y hechos (acontecimientos, acciones). El conocerlo como piel o cáscara es el conocerlo sensiblemente, en su apariencia externa. Si la cáscara protege la pulpa y el hueso en su interior, lo visto y escuchado, olido y tocado de las cosas protege su sentido interno, que es emocional (pulpa) e intelectual (hueso). Sensaciones, emociones e ideas (razones) son el vector de desarrollo de la mente humana, como el hueso o endocarpo se forma alrededor de la semilla durante el proceso de desarrollo de la fruta. La semilla es la estructura que contiene el embrión de la planta y tiene el potencial de germinar creando una nueva planta. El hueso rodea y protege la semilla en el interior de la fruta. La razón rodea y protege las emociones y sensaciones, que crean nuevos seres: la reproducción sexual es instintiva, pero la razón, en el caso humano, protege estos impulsos y los canaliza socialmente.

 La piel o cáscara del mundo, cual fruta, es olorosa y presenta vivos colores. Varía en grosor y dureza. Atenernos únicamente a esta parte externa (apariencia) del mundo es más cómodo, pero, a la larga, si no se quita la cáscara no se prueba el fruto. Y trascender las sensaciones primarias de color, textura y olor de la piel de la fruta es superar los límites de los sentidos en el conocimiento del mundo. 

 La pulpa, o parte comestible de la fruta, que rodea al hueso, es el objetivo (finalidad) del que come. Su equivalencia a las emociones y voliciones en el plano epistemológico es clara. Todo lo que proporciona alimento y sabor en la vida es lo afectivo, lo emocional. Pensamos para complacer nuestras emociones y sentimientos. Si el amor se manifiesta como mirada y deseo lactante en el bebé, en el adulto es un sentimiento maduro filtrado por la sensatez y el juicio, es decir, por la razón. El consentimiento mutuo, la fidelidad o la administración del hogar surgen del entendimiento y no de la afectividad. 

 Del hueso y la semilla ya hemos hablado, y hemos establecido la analogía con la razón, en su interioridad y profundidad. La razón es un conocimiento interno (esencial) del mundo, profundo. Va más allá de la cáscara sensible y la pulpa afectiva. La semilla está contenida dentro del hueso, es la estructura a partir de la cual puede crecer una nueva planta, como la razón es la causa formal y eficiente de la pervivencia de los animales racionales. El λόγος (razón/lenguaje) genera ideas e instituciones, y ellas son lo que constituye el mundo humano. 

 Con el tiempo la jugosa metáfora frutal del endocarpo permitió descubrir las mentiras ocultas tras la pulpa y la piel del mundo. Se ha sabido que en los monasterios se usaba bromuro -como en los cuarteles- para reducir la libido de los recluidos; que un monarca de origen francés mandó matar, fingiendo un accidente doméstico, a su joven amante actriz porque estaba embarazada; que los generales de cierta organización militar no morían esquiando sino en acciones de guerra clandestinas; que los periodistas no informan "objetivamente" sino que transmiten propaganda y publicidad de quien les paga; que los alimentos, las medicinas y las vacunas son veneno altamente rentable para las transnacionales que comercian con ellos y explicarían numerosas enfermedades y muertes; se han sabido tantas cosas cuando hemos accedido más allá de la piel y la pulpa de las cosas... mas nos quieren lejos del hueso y la semilla del mundo, para que ellos sigan comiéndoselo sin empacho

Francisco Huertas Hernández
10 de abril de 2024

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Osti tú

Anónimo dijo...

Excelente. Un esfuerzo por entender lo ocultado por los pinches amos del mundo

Francisco dijo...

Gracias, porque me vengo suponiendo que sea un elogio de sorpresa morrocotuda

Francisco dijo...

Gracias amigos y amigas de México supongo