EL MUNDO DESCIFRADO: MIS RECUERDOS DE CINE
MARÍA MUÑOZ
AGUILAR (1-4-1929)
ALICANTE (ESPAGNE)
Mi nombre es María y
nací en Alicante hace ochenta y cinco años. Os voy a contar mis experiencias
con el cine.
Yo ya tenía diez
años al finalizar la Guerra Civil en España. No teníamos muchas posibilidades
de ir al cine, aunque ya antes había ido con mis padres a ver algunas películas
que no recuerdo bien. A partir de los años 42 o 43 solía ir al cine con mi
hermana pequeña, por cierto, que para no ir solas, mi abuela nos llevaba a la
1ª sesión, que creo recordar era a las cuatro de la tarde, nos dejaba en la
puerta y luego nos recogía al finalizar. Como nos gustaba tanto, a veces, la
hacíamos esperar en la puerta, y, a lo mejor, había castigo para la mañana siguiente,
y es que nos quedábamos a ver la película dos veces. Mi madre nos preparaba un
bocadillo para merendar, y, luego, a comer pipas.
Cuando se apagaban
las luces, al empezar la sesión, lo primero que salía eran las noticias que
empezaban con la palabra NO-DO,
y a continuación la película, que, por
entonces, eran siempre de dibujos y de risa. De dibujos nos gustaban las de la
muñeca Betty Boop, muy graciosa. El ratón Mickey y su novia Minnie, muy mona
con su lazo de lunares en el pelo y sus tacones.
Perdonadme que los títulos los omita, pues no los recuerdo bien, aunque eso era lo que menos me importaba. Yo lo que quería era ver las películas. Me gustaba ver a Popeye el marino -¡qué risa!- con su bote de espinacas para coger fuerza e hinchar sus biceps, y la canción: “Popeye el marino soy y arriba de un barco voy”, que luego cantábamos los niños por las calles.
Recuerdo a Shirley
Temple, una niña monísima, con unos hoyitos en la cara y el pelo todo rizado
con tirabuzones. Cantaba y bailaba acompañada de un hombre de color. Una de las
películas era “La pequeña coronela”. Y las de Tarzán, que con su mona Chita,
saltando entre los árboles, nos parecía fantástica, y qué risa con la mona
riéndose y enseñando los dientes.
Recuerdo “El rey de la selva”, “Tarzán y su
compañera”, etc.
El gran Charles
Chaplin, los hermanos Marx, era lo que entonces podíamos ver, porque el resto
de películas las hacían de noche para los mayores. Yo quería ser artista, ¡qué
ilusión!
Más tarde, ya con
catorce o quince años, iba con mi tía (hermana de mi madre) y su novio al cine,
porque no las dejaban ir solas, y yo era la “carabina”. A mí no me importaba:
el caso era ir al cine. Vi “Gilda”, por Rita Hayworth: ¡qué guapa! Durante un
tiempo estuve imitándola. Me deje el pelo largo, con la onda a un lado de la
frente. Me encantó cantando “Amado mío” con el gran Glenn Ford. La vi tres
veces.
¡Qué os diré de
“Escuela de sirenas” de Esther Williams! Me embelesaba viendo los bailes en el
agua, y qué bonitos sus escenarios. “Mary Poppins”, por Julie Andrews y Dick
van Dyke, él, tan gracioso. He visto a Gina Lollobrigida en “Pan, amor y
celos”, “Trapecio” y “Salomón y la Reina de Saba”, entre otras: ¡guapísima!
Recuerdo al pecoso
Mickey Rooney en “Chicos de Broadway” y “El enemigo público nº 1”, entre otras.
En cuanto a las
españolas, vi todas las de Carmen Sevilla. Por cierto, la última que vi,
“Violetas imperiales”, con Luis Mariano, fue en Casablanca (Marruecos), donde
estuvimos seis años “emigrantes”.
También vi algunas de Maruja Díaz, Paquita
Rico y la guapísima Juanita Reina, en “La Lola se va a los puertos”. A Tony Leblanc y Concha Velasco en “Las chicas de la Cruz Roja”, y con Lina Morgan en,
creo que era, “El tocomocho”. Me partía de risa. Vi algunas de Antonio Molina:
“El Cristo de los faroles”. Con Carmen Sevilla vi “La bella de Cádiz”, “Malagueña”.
Me encantaron las de Sara Montiel, ¡qué guapa!, y, aunque no era una gran voz, me gustaba muchísimo, y como era muy jovencita me gustaban sus películas, todas de amor y música: “El último cuplé”. Lloré como una Magdalena. También vi las de Manolo Escobar, que, con Concha Velasco, hizo “¿En qué país vives?”, entre otras. Ya digo que los títulos de las películas se me olvidan: ¡hace tantos años!
En el cine Avenida,
vi recién casada, con mi marido, “Lo que el viento se llevó”, por Vivien Leigh
y el gran Clark Gable y Olivia de Havilland: ¡qué interpretación! La he visto
tres veces y no me importaría volverla a ver.
Vi “Cleopatra”, “Espartaco”, “Los diez mandamientos”, “Ben-Hur”, “Rebeca”, por Laurence Olivier y Joan Fontaine. Me quedaba bobita mirándolos actuar, y, si me hablaban, no me daba ni cuenta.
Ahora, ya, tan
mayor, no voy al cine, pero en la televisión, a veces, hacen alguna película
buena.
No terminaría, y
quisiera poder acordarme de más cosas, pero ya digo que me cuesta recordar.
Ahora acabo de
recordar las películas de Ginger Rogers y Fred Astaire, como “Volando a Río” y
“Sombrero de copa”, entre otras. Esas me volvían loca hasta el extremo que iba a casa de un amigo, que daba
clases de baile de salón, a que me enseñara a bailar con pareja los bailes de
ellos. Como es natural, sin saberlo mis padres. Y cuando se enteraron en casa,
se acabó todo.
Bueno, aunque no sea
un gran relato, espero que guste. A mí me ha hecho mucho bien recordar todos
aquellos tiempos.
María Muñoz Aguilar
Alicante (España)
12 comentarios:
Bonito trabajo conjunto y bonita historia de repaso del cine, contada desde la melancolía y la serenidad que da la experiencia.
Felicidades por esta iniciativa y felicidades a María por ese trabajo que ha hecho acompañada desde la ilusión y los recuerdos de toda una vida.
Un saludo y un beso para ella!
Mi enhorabuena a esta mujer, María, mi madre, que a pesar de sus años (85), es capaz de darnos lecciones de ilusión. Eres la mejor, un beso, madre.
me ha encantado como has relatado tus experiencias, a pesar de los años todavía guardas ilusiones, que bonito María, siempre guapa y elegante, un beso.
Excelente repaso de aquel gran cine que invitaba a soñar y que tan bien describe Maria Muñoz. Enhorabuena Maria por tener esa madre tal vital. De tal palo....
Estaba claro que un trabajo hecho con tanta ilusión y fuerza no podía salir mal y al resultado me remito, precioso, un gran repaso por la historia de nuestro cine, de la mano de quien mejor la puede comentar, una espectadora que nos acompaña no solo como critica de estos grandes actores, sino como artista de sus propias vivencias.
Mi mas sincera enhorabuena Maria, un beso muy grande.
A propósito el "aspencao" estaba delicioso, un beso.
MUCHAS GRACIAS POR TODOS VUESTROS COMENTARIOS. HA SIDO UNA EXPERIENCIA MUY HERMOSA EL QUE LAS PERSONAS DE LA TERCERA EDAD NOS TRANSMITAN SUS RECUERDOS, QUE SON VIDA Y SABIDURÍA, A PARTIR DEL CINE, QUE FUE LA EDUCACIÓN SENTIMENTAL DE TANTAS GENERACIONES, JUNTO CON LAS CANCIONES. OS ANIMO A SEGUIR PARTICIPANDO Y LEYENDO NUESTRO BLOG, QUE NACE DESDE UN INSTITUTO DE ALICANTE (CON COLABORACIÓN DE OTRO DE FRANCIA), PERO QUIERE SER DE TODO EL PLANETA. FRANCISCO
Gracias por crear ilusiones a nuestros mayores y hacerlos importantes
Gracias por habernos tenido en cuenta Francisco.
Un abrazo!
Entrañable relato de aquellos años. Buen resumen, buena crónica social de la época. Gracias a la señora María por su escrito.
El relato de María es el de una generación que vivió la guerra española y la dura posguerra del hambre y la represión. El cine era en aquellos días la diversión de las familias. Los jóvenes, además tenían el baile. María dotada de una espléndida memoria y una gracia natural nos acercó a sus más personales recuerdos. Espero que muchos de los lectores sepan también compartir con nosotros vivencias parecidas.
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