domingo, 7 de junio de 2020

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia. Los niños pobres del cerro. Francisco Huertas Hernández


"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Los niños pobres del cerro
Francisco Huertas Hernández


"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Los niños detenidos por robarse una vaca. Chirigua (Pedro Manuel Álvarez) y Ricardo González (Rigoberto Rojo). Los cuatreros del fundo Rabanita. Los menores no entrarán en prisión, pero sí el padre, Mario


""Valparaíso, mi amor" trata sobre niños. Sobre los niños pobres, maltratados, sobre los niños que sufren. Mi profesión me ha enseñado que no bastan las policlínicas, las obras de caridad, las casas de menores, para solucionar los problemas de la niñez abandonada y de los hogares miserables que tienen en su seno a muchos niños. Mi profesión me ha enseñado que es necesario cambiar la sociedad para que los pequeños sean instruidos, alimentados y puedan tener una vida feliz"
Aldo Francia: "Revista Primer Plano" nº 3. Invierno 1972. Entrevista de Orlando Walter Muñoz, Sergio Salinas, Héctor Soto, Robinson Acuña, Agustín Squella y Hvalimir Balic


 El doctor Aldo Francia (1923-1996) fue médico pediatra, y quiso contribuir a la mejora de la vida de los niños no solo como pediatra sino como cineasta. Su film clásico "Valparaíso, mi amor" ha sido definido como un "duro poema sobre la infancia pobre". Una historia que bebe del neorrealismo italiano y el documental "A Valparaíso" (1965) de Joris Ivens.


 Aldo Francia y José Román recrearon casos reales -oídos a carabineros- de chicos pobres de los cerros de la ciudad portuaria. Mario González (Hugo Cárcamo), un matarife desempleado, es encarcelado por robarse vacas para comer. Sus cuatro hijos -Ricardo (Rigoberto Rojo), Antonia (Liliana Cabrera), Chirigua (Pedro Alvárez) y Marcelo (Marcelo Hidalgo)- quedan a cargo de María (Sara Astica), su madrastra, que espera otro hijo. Su lucha por sobrevivir bajando del Cerro Cordillera al Plan de Valparaíso, su mercado y sus plazas, presenta según Héctor Soto un "púdico equilibrio entre el melodrama y el documental". Francia, cámara en mano, sigue a los chicos como uno más de ellos. "Su forma de dirigir -señala Marianela Astudillo, continuista del film- era, principalmente, respetando la realidad. No manipulaba, dialogaba con los actores y con los otros, que no siendo actores profesionales, les planteaba el tema a filmar. Y los dejaba libres, permitía que se expresaran. Aun a los niños les daba una indicación solamente y representaban como sentían". Muchos de los personajes eran reales: carabineros, prostitutas, habitués de los bares, feriantes. Los niños procedían del Hogar de Carabineros, y Antonia era de clase media. "Dudo que en el cine chileno haya niños más reales que éstos, los tres hijos de Mario y las patotas de la feria y del cementerio" escribía Francia. "Descubrimos -comenta el coguionista José Román- que nos interesaba hacer una historia que no pareciera prearmada dramáticamente, según el modelo aristotélico, sino algo muy suelto, muy fluido. Empezamos a buscar locaciones de manera tal que los lugares nos hablaran, nos dieran ideas. Tomábamos de la realidad todo lo que nos interesaba y éramos muy rigurosos con ese prurito realista. Todo debía ser verificable. Nos hicimos asesorar por un antropólogo y arquitecto de Valparaíso, Francisco Reyes". Así, los escenarios son reales, y, en el montaje se establecieron capítulos con el nombre de los personajes, recurso que remite a "Rocco e i suoi fratelli" (1960) de Luchino Visconti.

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Título
El mar no se ve en la película, porque simboliza esperanza. Una ciudad vista desde los cerros de la miseria

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Una gigantesca redada de carabineros que esperan a los "cuatreros" -que resultan ser dos niños- en un bosque. Un ejemplo de cómo el estado protege los intereses de los ricos y no las necesidades de los pobres

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Mario González González (Hugo Cárcamo) entra en la celda de la cárcel. Los planos dorsales son una constante de la filmación de esta cinta. Un plano de acompañamiento en el desplazamiento de los personajes. El plano-secuencia es "garante de una visión precisa de la realidad a partir de la coincidencia del tiempo de la acción y el tiempo de la filmación" señalan Verónica Cortínez y Manfred Engelbert en su libro "Evolución en libertad: el cine chileno de fines de los sesenta"

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Policía escribe a máquina la declaración de María tras la detención de Mario

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Ricardo González (Rigoberto Rojo)
El hijo mayor declara a la policía: "Mi papá también decía que las vaquitas las hizo Dios pa' que coman los pobres"

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Familia comiendo. Chirigua, María, Antonia, Ricardo y Marcelo. El padre está en prisión cumpliendo cinco años de condena

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Ricardo y el periodista de "La Crónica" que entra en la casa para hacer un reportaje sobre la familia del ladrón de las vacas. Es muy curioso el parecido de este periodista con el general Augusto Pinochet, otro hijo -malhadado- de Valparaíso. Se filmó en el diario "La Unión" de Valparaíso

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Los periodistas irrumpen en el dolor de la familia para vender la exclusiva. En esta fotografía posan para "La Crónica": Ricardo (Rigoberto Rojo), Antonia (Liliana Cabrera), Marcelo (Marcelo Hidalgo), María (Sara Astica) y Chirigua (Pedro Alvárez). La prensa usa a las personas convirtiéndolas en mercancía. No les importan sus nombres e inventan otros: "Enrique" es el nombre que dan al pequeño Marcelo en la foto

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
María (Sara Astica). La "comadre" que visita a su "compadre" en prisión. No hay afectividad entre ellos, a pesar de que ella espera un hijo. Mario había quedado viudo, y María vino a cuidar de los niños

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Chirigua (Pedro Alvárez), de espaldas, Marcelo (Marcelo Hidalgo) y Mario González González (Hugo Cárcamo) en la primera visita a la cárcel de la familia

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Corriendo cerro abajo: Antonia, Ricardo y Chirigua. Abajo, en el Plan están las oportunidades. Arriba, en el Cerro Cordillera, solo hay necesidades. La fatalidad de la pobreza. Juan Ehrmann definió el largometraje como "cine de argumento hecho en forma documental" (Revista Ercilla. 28 abril 1970) tras su estreno en Santiago.  El documental está en la ciudad, sus plazas, sus calles. El argumento está tomado de la realidad también, pero ficcionado. Esta crónica del subdesarrollo sin concesión a la imagen turística de la ciudad portuaria. "¿Arte o Sociología?" se preguntaban los críticos chilenos en 1970. Verónica Cortínez y Manfred Engelbert en su libro "Evolución en libertad: el cine chileno de fines de los sesenta" hablan de una "elegía a la falta de amor". La piedad por el niño pobre (Chirigua) de la dama del cementerio representa la caridad tradicional cristiana. Una caridad que es ajena a la desigualdad económica que genera la pobreza. La segunda película de Aldo Francia, "Ya no basta con rezar" (1972), también ambientada en Valparaíso, ilustra el conflicto interno de un sacerdote enfrentado a las injusticias sociales y la indolencia de la jerarquía eclesiástica que amparó y apoyó el golpe militar de 1973, pocos meses después de terminar la cinta. Aldo Francia fue marxista y cristiano

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Peleas callejeras entre niños que rivalizan por el control del territorio en el mercado, donde las señoras les dan plata por ayudarlas a llevar la compra. En esta escena, Ricardo se refugia en un cine -¡en el que estrenan "Il deserto rosso" (1964) de Antonioni, "Arizona Colt" (1966) de Michele Lupo, con Fernando Sancho! -perseguido por una banda que le quiere sacar la cresta

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Chico mayor que protege a Ricardo (Rigoberto Rojo). Hablan de delincuencia junto a un anuncio de la película de estreno "Arizona Colt" (1966) de Michele Lupo, spaghetti western protagonizado por Fernando Sancho

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Antonia, un niño, María y Marcelo, enfermo, esperando al doctor

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Los ascensores que comunican el Plan con los cerros de Valparaíso. Mientras escuchamos el vals de Víctor Acosta, "La joya del Pacífico" interpretada por Jorge Farías, el cantor de Valparaíso, las imágenes de la pobreza contrastan con el texto de la canción

"Eres un arco iris de múltiples colores
Tu Valparaíso puerto principal
Tus mujeres son blancas margaritas
Todas ellas arrancadas de tu mar

Al mirarte de playa ancha lindo puerto
Allí se ven las naves al salir y al entrar
El marino te canta esta canción
Yo sin ti no vivo puerto de mi amor

Del cerro Los Placeres yo me pase al Barón
Me vine al Cordillera en busca de tu amor
Te fuiste al cerro alegre y yo siempre detrás
Porteña buena moza no me hagas sufrir más

La plaza de la Victoria es un centro social
O avenida Pedro Montt como tú no hay otra igual
Mas yo quisiera cantarte con todito el corazón
Torpedera de mi ensueño, Valparaíso de mi amor

En mis primeros años yo quise descubrir
La historia de tus cerros jugando al volantín
Como las mariposas que vuelan entre las rosas
Yo recorrí tus cerros hasta el ultimo confín

Yo me aleje de ti puerto querido
Y al retornar de nuevo te vuelvo a contemplar
La joya del Pacífico te llaman los marinos
Y yo te llamo encanto como Viña del Mar

Del cerro Los Placeres... (repite coro)
Con todo mi corazón... hasta el ultimo confín
Con todo mi corazón... yo te vengo a contemplar
Con todo mi corazón... Valparaíso de mi amor
Con todo mi corazón... como tu no hay otra igual
Con todo mi corazón... Valparaíso de mi amor,
Con todo mi corazón... Valparaíso de mi amor!!!"


 "Valparaíso, mi amor" nos ofrece el contraste de la ciudad cantada por Jorge Farías en "La joya del Pacífico", ese vals melancólico -y el arreglo del compositor Gustavo Becerra-, con la miseria de los cerros, fotografiada en blanco y negro por Diego Bonacina, iluminada con luz natural.

 La miseria infantil tiene algunos
jalones indiscutibles en la historia del cine: "Sciuscià" (1946) de Vittorio de Sica; "Los olvidados" (1950) de Luis Buñuel; "পথের পাঁচালী" (Pather Panchali) (1955) de Satyajit Ray; "Cidade de Deus" (2012) de Fernando Meirelles y Kátia Lund. El largometraje de Aldo Francia se inscribe en esa tradición de cine social. Su humanismo se aleja del panfleto y su lirismo transita entre los ascensores de la calle Esmeralda por los que baja y sube la pobreza, y los rostros de los niños cuya infancia quedó despojada de juegos y abrazos -¡qué poca efusividad hay en esos seres!- En ese mundo desigual, la miseria vive arriba y abajo está la plata. Las señoras burguesas dan unos pesos a los niños que ayudan a llevar la compra o a limpiar la tumba de un familiar. Pero también la lucha por la vida transforma a los necesitados en competidores y surge una violencia animal por el territorio entre ellos (mercado, cementerio) 

 "Valparaíso, mi amor"
es una inolvidable película, hermosa, poderosa y rupturista, que fue vista por sesenta millones de personas en veinte idiomas. Forma con "El chacal de Nahueltoro" (1969) de Miguel Littín y "Tres tristes tigres" (1968) de Raúl Ruiz, la trinidad áurea del cine chileno. Por su valor humano, su sinceridad y su realismo carente de afectación, unido a su lenguaje visual y el entrañable vals "La joya del Pacífico" cantado por Jorge "Negro" Farías (1944-2007) -el ruiseñor de los cerros porteños de Valparaíso- permanecerá siempre en nuestra memoria en su denuncia de la pobreza, la marginalidad y la injusticia.

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Poster

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Poster

"Valparaíso, mi amor" (1969). Aldo Francia
Personajes: María (Sara Astica), Marcelo (Marcelo Hidalgo), Mario (Hugo Cárcamo)
Cineteca de Chile

Valparaíso, mi amor
1969
Chile
90 
minutos 

Aldo Francia filmando en Italia (1957) sus primeros registros con su cámara Bolex Paillard de 8 mm.

Dirección
: Aldo Francia
Guión: Aldo Francia, José Roman
Música: Gustavo Becerra. Canción "La joya del Pacífico" (Víctor Acosta) interpretada por Jorge Farías
Sonido: Jorge di Lauro
Fotografía: Diego Bonacina
Montaje: Carlos
Piaggio

Reparto:

Mario González González: Hugo Cárcamo
María: Sara Astica
Antonia: Liliana Cabrera
Marcelo: Marcelo Hidalgo
Ricardo: Rigoberto Rojo
Chirigua: Pedro Manuel Álvarez
Arnaldo Berríos
Jesús Ortega
Claudia Paz
Raquel Toledo
Óscar Stuardo

Productora: Cine Nuevo. Viña del Mar
Producción: José Troncoso
Género: Drama | Infancia
Restauración: Carmen Brito (1997)
Sinopsis: Unos niños han quedado abandonados, porque el padre cesante roba ganado para dar de comer a los suyos y la policía lo ha detenido. Los niños se ven obligados a enfrentarse con la vida antes de tiempo y de una forma brutal. (Filmaffinity)

Bibilografía / Filmografía:

- PELÍCULA COMPLETA "VALPARAÍSO, MI AMOR" (1969). Aldo Francia. Cineteca de Chile
- "Nuestro Cine. Aldo Francia. Antología". Centro Cultural Palacio La Moneda. Cineteca Nacional Chile. Edición 2 DVD + Libro
- Jacqueline Mouesca: "Plano secuencia de la memoria de Chile: veinticinco años de cine chileno (1960-1985)". Ediciones del Litoral. 1988
- Verónica Cortínez, Manfred Engelbert: "Evolución en libertad: el cine chileno de fines de los sesenta". Cuarto Propio. Santiago. 2014

- https://es.wikipedia.org/wiki/Aldo_Francia
- https://es.wikipedia.org/wiki/Valpara%C3%ADso,_mi_amor


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Comentarios de nuestros lectores:

- Francisco Huertas Hernández: ""Valparaíso, mi amor" debería ser vista con ayuda de subtítulos en español si no eres chileno. Hay algunos diálogos con vocabulario del país difíciles de entender. Yo la he visto en la edición en DVD de la Cineteca de Chile, cuyo enlace web pongo acá arriba, pero hay que decir que en la versión on line no tiene subtítulos. Por otra parte, la restauración de 1997 de Carmen Brito ya merece una nueva remasterización porque falta nitidez y hay un exceso de luz. Estoy sumergiéndome en el cine chileno con ayuda de libros, ediciones originales de las películas, etc, y les aseguro que merece la pena. Jorge "Negro" Farías me ha conquistado, el "ruiseñor de los cerros porteños". Y es también increíble que podamos escucharlo en Youtube y en Spotify pero no haya rastro de sus discos para comprarlos. Si Dios quiere pronto haré el análisis de la segunda -y última- película de Aldo Francia. Quiero agradecer al Maestro Manuel Gómez Román, ex director de la Cinemateca de Sevilla, y entrañable amigo, su profundo conocimiento del cine latinoamericano que él con tanta asiduidad ha programado, y cuyo ánimo, me ha servido para estudiar estas obras"

- Manuel Gómez Román (ex director de Cinemateca de Sevilla): "Francisco, hay un libro que es el "Manifiesto de Cine Popular" (igual lo has leido) que te puede ayudar. Otra cosa: el actual director de la Cinemateca Francesa es latinoamericano y cuando tomó posesión de su cargo le dedicó a Raúl Ruiz una retrospectiva con más de 70 titulos (algunos para T.V.). Actualmente, y en Plataforma desde París, tienen 5 de Ruiz... Hace unos días te comentaba un Ciclo de películas Latinoamericanas durante la Expo. T.V.E, Consorcio Casa de América, el I.C.I y la A.E.C.I. tienen el patrimonio de las pelis y T.V.E. las copias. En Huelva, alguna de estas películas se proyectaban con subtitulado electrónico, con lo cual no quedaba registrado en la imagen. El libro lo tengo, aunque desde aquí puedo hacer poco. Ni siquiera tengo fibra, ni ordenador... Durante la transición éramos nuchos los que nos dedicábamos al Cine Latinoamericano. Hoy su difusión y exhibición es dificilísima. No olvides el libro, en las B.P. suele estar, al menos en Andalucía... Otro de los que han desaparecido, y nadie se ha enterado es Jaime Humberto Hermosillo, argentino, el Almodóvar español -dicen-, autor de la innovadora "La tarea" y "La tarea II", entre otras muchas. Sobre Aldo Francia, el Festival de Huelva editó otro libro... Estoy en deuda contigo: Sanjinés, y comentar la película rusa. La estoy viendo vía móvil. Saludos"


5 comentarios:

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

"Valparaíso, mi amor" debería ser vista con ayuda de subtítulos en español si no eres chileno. Hay algunos diálogos con vocabulario del país difíciles de entender. Yo la he visto en la edición en DVD de la Cineteca de Chile, cuyo enlace web pongo acá arriba, pero hay que decir que en la versión on line no tiene subtítulos. Por otra parte, la restauración de 1997 de Carmen Brito ya merece una nueva remasterización porque falta nitidez y hay un exceso de luz. Estoy sumergiéndome en el cine chileno con ayuda de libros, ediciones originales de las películas, etc, y les aseguro que merece la pena. Jorge "Negro" Farías me ha conquistado, el "ruiseñor de los cerros porteños". Y es también increíble que podamos escucharlo en Youtube y en Spotify pero no haya rastro de sus discos para comprarlos. Si Dios quiere pronto haré el análisis de la segunda (y última) película de Aldo Francia. Quiero agradecer al Maestro Manuel Gómez Román, ex director de la Cinemateca de Sevilla, y entrañable amigo, su profundo conocimiento del cine latinoamericano que él con tanta asiduidad ha programado, y cuyo ánimo, me ha servido para estudiar estas obras

Unknown dijo...

Bravo

Unknown dijo...

Genial análisis de una gran película

Unknown dijo...

En youtube hay una copia mala e incompleta. Faltan el inicio y el final. La versión de la Cineteca Nacional de Chile es la única válida

Estrella dijo...

Ya he podido verla, Francisco. Me ha gustado mucho, un cine de denuncia social de esos que hay en todos los países. Imprescindible que exista este tipo de cine, con historias tan parecidas entre ellos. Con ecos de "Los olvidados", pero con otro tipo de crudeza, aunque la llamada de atención es similar.
El abandono por los poderes de la infancia, de la marginalidad, la desprotección y el desamparo de los niños. Es muy documental esta película, con esos actores muchos de ellos no profesionales, que dan más verosimilitud. El relato por capítulos remite, como dices tú, a "Rocco y sus hermanos", pero también a "Los santos inocentes", nuestro buen cine español. Recuerda al neorrealismo italiano, pero me retrotrae más a Buñuel.
Este director se nota que sabe de lo que está hablando, por cómo la narra, por su estética, por cómo representa a la prensa sensacionalista, a los servicios sociales, que más parecen entorpecer, que querer atajar el problema,... Y, como pasa siempre, los más afectados, la infancia que tiene que malvivir en ambientes hostiles fabricados por los mayores. Qué imágenes más impactantes de la otra cara de la ciudad, bellos en su miseria, por decirlo en alguna forma, esos ascensores, esas cuestas, calles de tierra, casa derruidas,...
Qué buen cine tiene Chile.
Gracias por difundirlo, Francisco.