ESTÉTICA FILOSÓFICA. TEXTOS CLÁSICOS (de Tatarkiewicz a Walter Benjamin)
Belleza, Arte, Gusto, Creación, Genio, Contemplador...
Seleccionados y anotados por Francisco Huertas Hernández
ESTÉTICA FILOSÓFICA. TEXTOS CLÁSICOS (de Tatarkiewicz a Walter Benjamin)
Belleza, Arte, Gusto, Creación, Genio, Contemplador...
Seleccionados y anotados por Francisco Huertas Hernández
Página 1. La belleza, uno de los valores supremos (Tatarkiewicz)
Empezamos estudiando que el arte era la expresión material de la belleza en la obra (lienzo, partitura, libro, piedra), pero luego la belleza desapareció, y, en su lugar, otros criterios estéticos surgieron: provocación, denuncia, exaltación.
Necesitamos obras de arte porque para ser humanos necesitamos trascendernos, y, aparte de la religión y la procreación, dejando a un lado las experiencias con drogas, el arte es la única forma de elevarnos desde lo sensible a lo "oceánico" (ese sentimiento indescriptible propio de la grandiosidad de los genios). Lo paradójico del arte (las obras de arte singulares) es que siendo sensibles y materiales (incluida la menos material de las artes: la música) representan, evocan o convocan a lo suprasensible, recrean un estado místico: la anulación de la individualidad que se anega en la totalidad más allá del concepto.
Shakespeare, Beethoven, Michelangelo, Hitchcock, son "clásicos" en sus respectivas artes, y como tales son recibidos por cada espectador o contemplador como nuevos aún habiendo pasado siglos o años desde que dieron nacimiento a sus obras.
La cuestión de la naturaleza social del arte y su manifestación como "superestructura" que expresa relaciones materiales de poder nos plantea la exclusión de las minorías como productores y consumidores de arte. Las mujeres, las culturas no occidentales, las clases oprimidas, han sido orilladas en el arte de corte patriarcal, eurocéntrico, burgués.
Arte es vida, y la vida quiere ser tan bella y perfecta como el arte. El arte tiene la huella del bien o belleza platónicos (aunque el condenó a los artistas como "imitadores", y, por tanto, alejadores de la verdad), de la simetría y la proporción matemática, y el hálito trascendente del sentimiento religioso como luminosidad.
2 comentarios:
Fenomenal aporte
Gracias maestro
Publicar un comentario