Lieder eines fahrenden Gesellen
Francisco Huertas Hernández. 2001
"The Misfits" (1961). John Huston
"Los inadaptados" / "Vidas rebeldes"
Roslyn Tabor (Marilyn Monroe) & Gay Langland (Clark Gable)
Película norteamericana con guion de Arthur Miller. Una mujer divorciada -Roslyn- atrae a varios hombres sin rumbo. Todos acaban en el desierto cazando caballos salvajes. Una road movie bastante amarga. Vidas errantes. ¿Cuándo Marilyn estuvo más desamparada? ¿Cuándo Gable fue menos fuerte? La música de Alex North remite a la soledad y un lirismo roto.
Gustav Mahler había compuesto entre 1884 y 1885 las "Canciones del Camarada Errante" (Lieder eines fahrenden Gesellen), un ciclo de lieder para voz y piano (u orquesta, mejor). Inspiradas por un desengaño amoroso, estas canciones tristes hablan del amor y la naturaleza en la mejor línea del romanticismo. A mí Mahler siempre me llenó de una infinita melancolía como la película de Huston en sus mejores momentos. La melancolía es mi estado propio: el mundo está lejano para el corazón melancólico, pero una belleza ausente emana del corazón solitario. Escuchando a Janet Baker, Dietrich Fischer-Dieskau, Kirsten Flagstad o Christa Ludwig interpretando estas canciones uno se reconcilia con la herida de la vida. Si el amor es siempre una herida, la belleza es su bálsamo
Solo los grandes solitarios han surcado los mares y descubierto mundos, pero ni los mares ni los mundos abruptos y desconocidos son el hogar del viajero.
El hogar del camarada errante es el destino de su viaje, pero el viajero del invierno muere en el camino, desterrado, ignorado, olvidado.
Los grandes viajeros no pueden dejar de caminar. Son holandeses errantes, malditos, buscando la salvación del amor que les libere de su destino. Pero del destino nadie se libra: el destino se cumple; es trágico.
El camarada errante descubre con amargura la absurda repetición de las estaciones: inviernos gélidos, primaveras falsas, veranos inútiles, otoños declinantes, la estéril cosecha, la insensata siembra; los valles de hombres ridículos y pagados de sí mismos, las montañas de hombres hoscos y desconfiados, en todas partes iguales en sus miserias.
El camarada errante contempla hastiado el atareado ir y venir de quienes encuentra a su paso, las prisas y trajines de quienes sólo saben del viaje por la presencia fugaz de caminantes silenciosos que les miran con una nostalgia infinita. Los viajeros eternos que nadie sabe si marchan o regresan, que se pierden en la línea del horizonte, en la hora del crepúsculo. Nadie sabe cuál es su nombre, nadie sabe de donde han venido ni nadie sabe a donde se dirigen. Apenas hablan, miran con tristeza los páramos, las majadas, los oteros, las vaguadas, los senderos. ¡Adiós páramos, adiós majadas, adiós oteros, adiós vaguadas! ¡Oh, senderos, duros, polvorientos, infinitos, donde los pasos del caminante siguen las huellas de todos los caminantes que han sido y que jamás encontraron su meta!
Camaradas errantes, más errantes que las aves migratorias, pues éstas saben adonde van, más solitarios que los pastores y los cuervos, más desgraciados que los presos y los ajusticiados.
Camaradas errantes, vuestras canciones llegan a las aldeas con un tono lúgubre, hipnótico, vuestras canciones de Holanda, de Frigia, de Noruega, nos hacen llorar sin motivo, bañan en lágrimas los prados, dejan un gusto amargo y salino en las aguas de las fuentes en las que refrescasteis vuestra sed inacabable.
¡Viajeros sin patria, sin familia, sin dioses! ¿Cuántas leguas habréis de recorrer para pagar las culpas de quienes viven felices porque ni siquiera merecen un destino?
Francisco Huertas Hernández
2001
Gustav Mahler (1860-1911): "Lieder eines fahrenden Gesellen"
Dietrich Fischer-Dieskau. Philarmonia Orchestra. Wilhelm Furtwängler (1952)
"The Misfits" (1961). John Huston
Trailer
1 comentario:
Preciosidad de texto. Y esa música de Mahler. Santo Dios. Cuánta belleza
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