sábado, 6 de abril de 2024

Individuo & Totalidad (XVIII). Theoria & Praxis. Del saber de la totalidad al consumo de la individualidad. Francisco Huertas Hernández

Individuo & Totalidad (XVIII)
 Theoria & Praxis (θεωρῐ́ᾱ & πρᾶξις)
 Del saber de la totalidad al consumo de la individualidad
Francisco Huertas Hernández

En construcción. Lo viejo y lo nuevo. De lo industrial a lo residencial
Barrio de Benalúa. Alicante
14 de febrero de 2024
Fotografía de Francisco Huertas Hernández


 El pensamiento construye metáforas o analogías en su afán de establecer homologías en los ámbitos de la realidad. Todo es comparable. Todo debe ser comparado, si creemos que existe una totalidad de la que sus elementos constitutivos mantienen semejanzas.

 Entender la totalidad, el conjunto, el sistema, es tener una "teoría". El irregular Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española ofrece tres acepciones confusas: a) "Conocimiento especulativo considerado con independencia de toda aplicación" (lo contrario es la "práctica"). Si para Aristóteles el conocimiento desinteresado era el summum del saber, para el mundo moderno es la aplicación técnica lo único que valida la teoría; b) "Serie de las leyes que sirven para relacionar determinado orden de fenómenos". En esta acepción de cariz matemático-natural, ciertas ecuaciones o principios generales obtenidos por inducción, dan cuenta de los "hechos" o "fenómenos" observados, siendo éstos más importantes que las leyes, que son simplemente "hipótesis" "relacionantes", antes de ser validadas por la observación o experimento. Los hechos son el equivalente de la práctica; c) "Hipótesis cuyas consecuencias se aplican a toda una ciencia o a parte muy importante de ella". La tercera acepción es la menos precisa. La identificación de hipótesis y ley resta todo valor a la teoría, y recae en la aplicación (consecuencias) a los hechos toda la importancia.

 En "Metaphysica" distinguió Aristóteles tres modos de conocimiento: las ciencias "teóricas" (θεωρῐ́ᾱ) (teología, ontología, matemáticas) que son "contemplativas"; las ciencias "prácticas" (πρᾶξις) (ética, economía, política) que son "normativas" regulando la acción humana; y las ciencias "poiéticas" (τέχνη) (artes) que son "técnicas" (saber hacer) y producen objetos a partir de reglas. 

 Para Aristóteles hay una conexión entre vivir, pensar y sentir placer, y esa es la "theoria" (θεωρῐ́ᾱ). Lo explica en "Protrepticus" D 91/II: "[…] τὴν γιγνοµένην ἀπὸ τοῦ φρονεῖν καὶ θεωρεῖν ἡδονὴν ἢ µόνην ἢ µάλιστα ἀναγκαῖον ἀπὸ τοῦ ζῆν εἶναι" (el placer que tiene lugar a partir de pensar [φρονέω] y de teorizar [θεωρέω] es el único o el que principalmente deriva del hecho de vivir)
 Si la "contemplación" del "ser", es decir, la "verdad", es una meta natural del intelecto humano, éste halla el placer en esa actividad, propiamente humana, porque es la razón nuestra esencia

 En la evolución "técnica" del saber y mundo humanos, lo "teórico" ha sido postergado y menospreciado, en beneficio de una concepción del mundo "tecnificada", donde las "cosas" se reducen a mero "útil" o "herramienta". El fin último del ser humano, sea entendido como saber, felicidad o placer, o la conjunción de todas ellas, queda en manos de los "medios" usados para ello, al punto de que el fin se olvida, y queda solamente el "medio": la "tecnología". La gente se afana por adquirir el último modelo de teléfono celular o de automóvil, pero no saben muy bien para qué. ¿Presumir de status? ¿Hacer mejores fotografías o alcanzar más velocidad? ¿Y para qué? La tecnología, dando el salto por encima de la teoría, creó una "hiperrealidad" adictiva, "individualista", productora de dopamina.

 El fuerte rechazo de lo "contemplativo" en el "saber" y el dominio de una "fast life" (estilo de vida marcado por la agitación, la velocidad y la actividad constante) que, en el ámbito de internet, llega al paroxismo, paradójicamente va unida a una reacción "new age" de mindfulness y pensamiento positivo fuertemente individualista. En el Mindfulness  -caricatura West Coast de la meditación budista- no se trata de "saber" y "entender", sino de "prestar atención plena al momento presente, observando los pensamientos, emociones y sensaciones corporales de manera no crítica y sin juzgar". Es decir, salir de la agitación digital y competitiva de las megalópolis, para reducir la ansiedad y el estrés, antes de regresar a él, consumiendo más canales de influencers youtubers, publicidad agresiva y fugaz, acaparamiento de mercancías. Y si la teoría es el camino para comprender la totalidad de las condiciones de vida desiguales e injustas, la "slow life" del mindfulness tiene una función dentro del capitalismo que lo creó como válvula de escape, fomentando una mentalidad individualista y de "empoderamiento" (empowerment) auto-optimista (self-optimism), en lugar de abordar las causas estructurales del estrés y la desigualdad social. Es, simplemente, una herramienta más (técnica) de "control social" para que las clases medias acepten pasivamente las condiciones sociales y económicas injustas: "aceptación y no juicio": "acepta lo que es, suelta lo que fue, y ten fe en lo que será; observa tus pensamientos sin juzgarlos; deja ir lo que no puedes cambiar". 

 ¡Pero si la crítica / transformación y el juicio eran los poderes de la razón humana, de la teoría!
 ¿Qué ha sucedido en ese tránsito de un "mundo teórico" a un "mundo tecnológico" de consumo (incluido el "slow life")? La aspiración "totalizadora" de la razón se disolvió. El relativismo de las Ciencias Humanas, el nihilismo, el utilitarismo o pragmatismo, los holocaustos y la absoluta irrelevancia del Homo Sapiens entre los "agujeros negros" y el descubrimiento de que los cerdos y los humanos comparten el 98% de su material genético, han arrojado al despojo humano ex-sapiens a la charca del "vivir como si no hubiese un mañana"

Francisco Huertas Hernández
Sábado, 6 de abril de 2024

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un escrito muy apocaliptico

Anónimo dijo...

Me gusta. A pesar de todo siempre he perseguido la serotonina y la utopía.

Anónimo dijo...

Complicado contestar precipitadamente. Yo con cabeza y mente jurídica, los principios generales del derecho español y la interpretación de las leyes, normas escritas o consuetudinarias, se aplican en el contexto de los hechos probados.

Anónimo dijo...

Bueno. Duro. Complejo.

Emilio Porta dijo...

Reflexionamos, comparamos, pensamos, aprendemos... Gracias por aportar conocimiento que ayuda al despegue personal y al pensamiento crítico y dialéctico.